domingo, 14 de enero de 2007

Se armó la gorda

¿Sobrevivirá la Pasarela del Carmen con la ausencia de Francis Montesinos, su principal impulsor?

Francis Montesinos está muy enfadado. Abandona la dirección de la Pasarela del Carmen, dimite de la presidencia de PIV –Asociación del Pret-a-porter industrial de la CV- y no deja más cargos porque no los tiene. ¿Qué ha pasado? Para Montesinos, el espíritu con el que se creó la Pasarela del Carmen ha sido traicionado “por injerencias políticas”. Quien paga manda y la Conselleria de Empresa –dice Montesinos- ha querido que en la Pasarela participe, además del diseño joven, la industria de la moda. Vamos, lo que se conoce vulgarmente como mezclar churras con meninas, porque el Carmen ni ha sido negocio ni lo será nunca. Negocio es FIMI con sus desfiles de confección infantil, pero la Pasarela del Carmen no es una feria donde se encuentran compradores con vendedores. Es algo más idealista y, desde luego, nada cuantificable en términos de rentabilidad o, al menos, no económica.

Y mira que sobre la Pasarela del Carmen se escuchan barbaridades… Para empezar, ni Valencia es Milán (qué más quisieran los de Milán, con el frío que hace allí), ni nuestra Pasarela es la segunda de España, ni nuestros desfiles crean tendencia (¡con lo difícil que es crear una tendencia!), ni yo soy Corine Roitfeld, la estilosa editora de la edición francesa de Vogue. Fuera de Valencia, la Pasarela del Carmen es menos conocida que las rosquilletas. Y fuera de España, vamos, es que ni existimos en el calendario de pasarelas internacionales.

El Carmen es, o debería ser según Montesinos, lo que siempre ha sido: una apuesta por el diseño valenciano, un trampolín para que los jóvenes se den a conocer (que gracioso Montesinos cuando dice que cada año los que desfilan son más mayores), acumulen experiencia y puedan desfilar en pasarelas de mayor proyección como Cibeles (Luxoir empezó así y este año se estrenan en Madrid), y de allí, con muchísima suerte, que algún inversor apueste por ellos.

Por lo que respecta a la Conselleria de Empresa, que por algo se llama de Empresa, es lógico que quiera darle al Carmen una orientación empresarial. ¡Estamos como para invertir en caprichitos que no son rentables! Con ese planteamiento, apoyó una nueva Semana de la Moda donde participara la industria de la moda (piel, calzado, marroquinería…), además de los sastres y modistas de alta costura ¡ale, todos al mismo puchero! Al segundo intento en esta dirección, Montesinos dice que con el no cuenten, que abandona el Carmen. Ojo a las explicaciones de la organización: Josep Lozano asegura que Montesinos no desfila porque Cibeles le pide exclusividad y ese mismo día aclara Francis que de eso nada, que se va porque no está de acuerdo y que nunca ha sido incompatible desfilar en dos pasarelas, ¡yo de Lozano dimitía de portavoz!

Montesinos no está sólo en las críticas. Más de uno piensa que para poner en contacto al diseño y a la empresa no hacía falta una semana de la moda ni un escenario como la Ciudad de las Artes. Con un despachito, se cierra el acuerdo y todos tan contentos. Otros opinan que sería más rentable llevar a estas empresas a showrooms internacionales, para que expongan su producto ante compradores, que meterlos en una pasarela que apenas tiene repercusión. Por si fuera poco, este año algún diseñador se ha quedado sin la subvención para ir a ferias porque el dinero se lo han gastado con los uniformes deportivos, que, por otra parte, ya me dirán para qué han servido. Total, que los diseñadores valencianos, que son pocos, no andan muy bien avenidos, por mucho que diga Alex Vidal (que sí está de acuerdo con la nueva orientación) que “nos llevamos de coña”. Ahora sólo queda ver hacia dónde va la pasarela y si sobrevivirá sin uno de sus principales impulsores. ¡Mucha tela!

1 comentario:

viviana dijo...

tipical spanish, somos pocos y siempre mal avenidos, entiendo perfectamente a Montesinos, la verdad es que en cuanto los politicos se meten de por medio, mal asunto, todo se tuerce.
Lo bueno para él es que su nombre es conocido y si no desfila en Valencia, desfilará en Madrid, los diseñadores jovenes lo tienen peor.
Será triste reconocerlo pero la moda en España es de segunda division, nunca seremos Londres, Paris, Milan o NY, y tenemos que aceptarlo, si yo fuera un joven diseñador emigraría porque aqui se que no tendría mucho que hacer.
Gracias por tu visita, no habia visto tu comentario ( el bolso es de Fluxá ).
Besos!