martes, 29 de octubre de 2013

Cosas de hombres

Pocas cosas hay más exasperantes que ir de compras con un hombre. Tú llegas a la tienda, loca de ilusión por probártelo todo, ver, preguntar, comparar, entrar y salir al vestuario… Al final, la compra en sí es sólo la guinda de la tarta, el toque final que da sentido al plan de toda una tarde. Ellos, entran, cogen, prueban, pagan y se van, ¿puede haber una forma más burda de estropear un plan divertido?. Lo peor es cuando tratas de involucrarles en lo tuyo: en cuanto llevas diez minutos en la tienda, el muy muermo ya empieza a resoplar y a mirar el reloj; y justo cuando tú necesitas que su opinión te ayude a decidirte, notas que él te dice que todo te sienta fenomenal y te das cuenta de que lo que pasa es que quiere irse de una puñetera vez. Así es que acabas yéndote a casa sin nada y poniendo a Dios por testigo que nunca volverás a salir de compras con tu marido: que él se compre lo suyo cuando y donde quiera que ya te irás tú con tu amiga a solucionar tus problemas de armario.
Claro que ellos juegan con ventaja, saben que a la mayoría de nosotros nos gusta tanto ir de compras que si nos piden ayuda acabaremos acompañándolos. Y además lo haremos con buena cara y no con ese careto de recién levantados con el que ellos nos acompañan.
Para la que tenga que asumir su eterno papel de asesora de imagen y esposa estilosa, os anuncio un nuevo punto de peregrinación: Blackcape, una tienda de ropa de hombre que acaba de abrir en Hernán Cortés. El nombre suena un poco a novela de Stephen King, pero le viene del Cabo Negro de Xabia. Los padres de la firma son Isabel Cosme, hija de Presen Rodríguez, y su marido el arquitecto Fernando Rodríguez. La colección es muy italiana: chaquetas poco estructuradas, paños ligeros con detalles de color en las solapas y cuellos, punto de cashmere y prendas deportivas con tejidos tecnológicos. La decoración de la tienda es masculina pero nada minimalista: hay una mesa de billar preciosa y un montón de complementos como los relojes de Nixon y Smart Turnout London, los gemelos y pulseras, en colaboración con B. Wasserman London, y los zapatos de Zampiere.
A la inauguración de la tienda, el jueves pasado, acudió el Presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata, con su mujer Pilar Pons, María José Albert, Asunción Barberá; el presidente de la CEV, Salvador Navarro, el del Centro Histórico Rafael Torres, el del Colegio Mayor de la Seda, Vicente Genovés, el presidente de IVEFA, José Bernardo Noblejas, el de la Casa de la Caridad, Antonio Casanova, el rector de la VIU José Badenas, el periodista Eduardo Alcalde y muchos compañeros de la moda, como los diseñadores Presen Rodríguez, Alex Vidal y Miquel Suay, Carmen Durán, Paco Romeral, Nacho Segura (Pascual Peluqueros), Encarna Roig, de costa, Mª Ángeles Miguel, de Ferragamo, Mª Dolores Enguix de la Óptica Climent, María Vila, de Yo Solito, José Vivó de la tienda de niños Cristina y la joyera Victoria Cercós.

Los chicos están de suerte con tanta tienda estilosa. Cerca de Blackcape está Hannover 1998, una de las tiendas de ropa de hombre más grandes de Europa. Luis Bodes, su dueño, invitó la semana pasada a un cóctel para presentar la colección de Herno, unos plumíferos ultraligeros y súper calentitos. Allí estaban Gabriele Bardinotti y Sara Merighetti explicando los orígenes de la firma italiana y los modelos que hay, desde las trencas, para llevar sobre el traje, hasta las cazadoras para combinar con prendas de sport. Hannover tiene el tipo de ropa con el que a todas nos gustaría ver a nuestros maridos y no con esos trajes que ya llevaban sus abuelos y que a ellos les sigue pareciendo el no va más de la moda. El cashmere de Brunello Cucinelli y Loro Piana, (no hay cosa más suave en el mundo), las parkas Woolrich, los trajes chaqueta de Brioni, Canalli, Hacket, Boglioli, los zapatos Crockett and Jones y Tod’s, y las parkas de Moncler y Herno.

lunes, 21 de octubre de 2013

Un jueves de locura

El Ayuntamiento de Valencia debería crear una agenda para coordinar los eventos que se celebran en la ciudad (la idea se la he robado a Josep Lozano). Así se evitaría lo del jueves pasado, que coincidieron a la misma hora un cóctel de la clínica Dermilaser y la joyería Antonio Romero, una cata de champagne en la tienda de Verónica Montijano y José Luis Vilanova, la inauguración de la nueva tienda Aïta en la calle Sorní, la gala del premio Aguja Brillante a Juan Andrés Mompó y la visita de Carla Royo y Sandra Ibarra para el encendido de las luces rosa del Ateneo Mercantil con motivo del día del cáncer de mama. Todo eso el mismo jueves y casi a la misma hora que el presidente Fabra celebraba su puesta de largo del manifiesto de la sociedad civil en el Veles e Vents, con Cristina Tárrega de invitada estrella, lo que provocó una auténtica guerra civil entre partidarios y detractores de la mediática Cristina. A un lado, el 99 por ciento de la sociedad, al otro sólo quién tomó la decisión de elegirla.
Hasta que el ayuntamiento (o quien se preste) ponga un poco de orden, iremos locas de un sitio a otro para no perdernos ninguna cita. Es lo que le pasó a Alicia de Miguel, que hizo una primera parada en el cóctel de Antonio Romero y Dermilaser en el Astoria y se fue corriendo a la cata de Verónica Montijano con sus zapatillas de esparto bordadas con lentejuelas. Ella si que sabe. Las que llevábamos tacones, tuvimos que elegir entre las dos zonas: Sorní o Poeta Querol.
Las que se quedaron en Poeta Querol, comenzaron su periplo en el Ateneo Mercantil. Allí, Carmen de Rosa, la mamá de la flamante fallera mayor de Valencia, había invitado a Carla Royo y Sandra Ibarra a inaugurar el encendido de luces rosa de la fachada del Ateneo Mercantil, que dio paso a la fiesta “la noche más rosa”, de cáncer and beauty, una iniciativa que ayuda a hombres y mujeres tratados de cáncer con productos de estética específicos, ¡una gran idea!
Después, sólo había que andar un poco hasta el Astoria para la fiesta de Dermiláser y el joyero Antonio Romero, convocada bajo el sugerente título de “la piel es bella, las joyas también”.
El cóctel reunió a buena parte de la sociedad valenciana: Mayrén Beneyto, Marisa Marín, María Teresa Monsonís, Pepa Guinot, Ernesto y Carmen Martínez-Colomer, su hijo Iván, Amparo Lacomba, Victoria Boluda, Presen Rodríguez, María Abradelo, el doctor Juan Antonio Murgui, Luz Aguiló, Mª Dolores Enguix, Laura Fitera, vestida de Juan Andrés Mompó, y su hermana Blanca, con un vestido de Alexander McQueen de llorar de la emoción, ¡que cosa tan delicada!
Como anfitriones, el joyero Antonio Romero, con su mujer Rosa y sus hijos David, Óscar y Omery, y el Doctor José María Ricart con su mujer Carolina Merino. Ricart es el dermatólogo de buena parte de las mujeres más estilosas de Valencia; un crack a la hora de rejuvenecer rostros sin que se note que la mano del hombre ha interferido en el paso de la naturaleza. Al  cóctel fue parte de su equipo: el cirujano plásticos Severiano Marín, el gerente de Quirón Valencia, José Doménech, y América Galán, que organizó un pequeño revuelto al traerse al Astoria el Cyclone, una súper máquina que hace milagros. No digo más.
A la fiesta también fue Esperanza Vila, que me contó el secreto de las impresionantes pestañas que luce: se llama M2lashes y es un producto que te alarga y riza las pestañas y que distribuye en España Nícola Seyda, cuñada de Cuchita Lluch.
Más de una invitada se quedó en el Astoria a la cena homenaje del Gremio de Sastres y Modistas a Juan Andrés Mompó, que recibió el premio Aguja Brillante de lo más emocionado.
La noche siguiente, viernes, la cena de gala de Fuvane convocó a cerca de cuatrocientas personas en el Alameda Palace convocada por Eduardo Alcalde y su incansable junta de apoyo con María José Albert al frente. Allí estuvo casi toda la sociedad valenciana, no sé si era la civil, pero desde luego era la auténtica.

lunes, 14 de octubre de 2013

Glamour en Vila-Real

Imagínate que días antes de tu boda, aparece tu padre en casa y te dice: “toma, la lista de invitados que ya han confirmado”. Tú echas una ojeada y ves: la Duquesa de Alba, con su marido, Isabel Preysler con tres de sus hijos, Curro Romero con su señora, Cayetano Rivera Ordoñez, Tomás Terry, Jaime Peñafiel, José Bono, Michael Fawcett (que de entrada no te dice nada, pero en cuanto preguntas te dicen que es el secretario del Príncipe de Gales), Carlos Baute…  No sé, pero supongo que te debe de entrar un no sé qué por todo el cuerpo. Miras a tu padre y le dices: “Papá, ¿saldrá todo bien, verdad?”
Pues sí, salió todo bien. María Colonques y Andrés Benet se casaron el viernes en la Iglesia de Vila-Real. El vestido de la novia fue obra del libanés Elie Saab, el mismo que viste a Rania de Jordania en las grandes ocasiones,  un modisto que trabaja con tejidos y bordados de lujo y defiende la elegancia sin estridencias.  A Vila-Real asistieron seiscientos cincuenta invitados que luego se trasladaron al Palau de Les Arts de Valencia. Los que vinieron de fuera se alojaron en el hotel Las Arenas.
No quiero ni imaginar el esfuerzo de logística que supone trasladar de Valencia a Vila-Real y vuelta a seiscientos cincuenta invitados, entre ellos la Duquesa de Alba, Isabel Preysler o Michael Fawcett. Si para unos novios la preparación ya supone un quebradero de cabeza, la de María Colonques y Andrés Benet necesitaba de un ejército de colaboradores para que todo saliera a la perfección.  Solo para las flores estuvieron trabajando 16 personas un día entero.
Para organizar todo este despliegue, los novios contaron con la ayuda de las hermanas Lorena y Rosana Oliver, de Araventum. Ellas se ocuparon de la decoración floral, el mobiliario, la iluminación, los centros de mesa, las azafatas y hasta el protocolo y distribución de mesas, que ahí es nada, a ver con quién sientas tú a Jaime Peñafiel, a Curro Romero y a José Bono.
La elección del Palau de les Arts también tenía su riesgo. El edificio es impresionante, pero el interior, por sus dimensiones, resulta frío para una boda. Para hacerlo más acogedor, el recinto se llenó con olivos, buganvilias, laureles, un montón de árboles situados estratégicamente dentro y fuera de la sala donde cenaron. El Palau es tan grande y con esos pasillos tan enormes que los árboles y las velas le dieron calidez.
Todo el edificio se cubrió de moqueta, incluso ascensores y montacargas, y se iluminó en tonos azules y dorados, color tórtola. De la decoración floral se ocupó Fernando Alfaro Cañamás, de La Tartana. El camino hacia el Palau, atravesando los lagos, se delimitó con ochenta árboles en maceteros forrados de tela de saco cruda y peceras de cristal con velas flotando en agua. De cada árbol colgaban velas que daban una iluminación muy especial. Otros maceteros se llenaron con grandes flores de follaje en tonos oro y plata: magnolio, eucaliptus, prunus, sobre los que destacaban las hortensias.
Después del cóctel en el jardín, los invitados (ellas de largo y muchos de chaqué) pasaron al vestíbulo principal del Palau para la cena. Entre otros, Tamara Falcó, Ana Boyer y Julio José Iglesias, la actriz Amaia Salamanca, con su novio Rosauro Varo, el guapísimo Andrés Velencoso, que vino sin Kilye Minogue, el torero José María Manzanares, Tomás Terry con su mujer Teresa Pyckman, y los empresarios Fernando Roig y Héctor Colonques, tío de la novia, con su mujer Ana García Planas.
Mientras entraban, un cuarteto de música interpretaba piezas clásicas. Sobre las mesas redondas, con nombres de óperas (homenaje al Palau de les Arts), se dispusieron centros de tres tamaños distintos, entre uno y dos metros, con follaje verde y blanco, hortensias y flores pin pón blancas, las preferidas de María Colonques (son como crisantemos redondos) y bolitas blancas con velas de cristal.

La cena, preparada por Gourmet Paradís, terminó con una fiesta en la sala del restaurante los toros y la terraza de las palmeras del Palau, donde actuaron Brequette Shane y el cantante Carlos Baute.

lunes, 7 de octubre de 2013

Mocadoraes solidarias



El miércoles, día de la Comunitat. Nuestros políticos lucirán sus galas y pasearán la Senyera. Los cabreados de los EREs, desahucios y demás les pitarán. Los valencianistas volverán a reivindicarse. Nuestros niños estarán en casa ociosos. Mientras, nosotras ensayaremos en el espejo qué cara pondremos cuando nuestro chico se presente con el pañuelo de marras relleno de pastelitos. Ellos se comerán los mazapanes, que habrán elegido con mucho más cariño que el pañuelo. Ya se sabe: se tiran diez minutos eligiendo pasteles y lo del pañuelo lo ventilan en treinta segundos: “... Ese mismo, total qué más da, no se lo va a poner.” En su defensa cabe decir que le pega poco a esta tradición comprar un buen pañuelo de seda india, porque llamarle “mocaorá” a un pañuelo de Hermés tiene un toque sacrílego. Además, para la insensible estética masculina resulta harto complejo acertar con la elección de un pañuelo, porque requiere valorar con sutileza la combinación de formas y colores; a ellos les resulta mucho más estimulante elegir entre la forma de patata o de higo del pastelito de mazapán.
Algunas habrán tenido la suerte de ir la noche antes a la cena benéfica que la Fundación Dasyc ha organizado en el Alameda Palace. Allí se venderán mocadorà con pañuelos vintage, elegidos por las chicas de la Fundación, que son de lo más estiloso de la ciudad: Cristina Blanc, Belén Colveé, Isaben Estrela, Marta Barandiaran Luca de Tena, entre otras. La cena cuesta 45 euros (llamar all 963107027 o ver www.fundaciondasyc.org) y lo recaudado irá destinado a proyectos solidarios en Valencia. Tiene otro aliciente, los asistentes verán el castillo desde la terraza del Alameda Palace, que es donde la gente VIP ve el castillo de la Nit del Foc todos los años.
La siguiente semana tenemos otra cita con Fuvane, que está preparando la segunda edición de su cena benéfica para el viernes 18 de octubre. El año pasado reunió en la Hípica a lo más granado de la sociedad valenciana y este año el equipo de chicas formado por Susana Pérez Manglano, Mayayo Gómez-Lechón, Amparo Moreno, Pilar Pons, Begoña Císcar, María José Albert y Beli Botella darán la campanada. Por lo pronto han confirmado asistencia los conselleres Máximo Buch y Manu Llombart, Fernando de Rosa y Vicente Garrido, entre otros. El ticket cuesta 45 euros (llamar al 961366865 o escribir a comunicacion@fundacionfuvane.org) e incluye un regalo para las señoras (lo siento chicos, para vosotros nada, ya se sabe que lo importante es tener contentas a las mujeres), una rifa con regalos de Ferragamo, Victoria Cercós, Clínica Zahrawi, Patos, Argimiro Aguilar, Sesderma, Max Mara, cuadros de Horacio Silva y cenita servida por el Alameda Palace con baile y todo.
La semana ha dado para otras citas. Sin duda la palma se la ha llevado la fiesta del 15 aniversario de El Mundo en el Veles e Vents. Pero además, el jueves Frederic Catalán inauguró su restaurante Tapas Gastro Bar en la Calle Salamanca. A la fiesta fueron Begoña Buqué y Ángeles Casanova, Esperanza Vila, Vicente Barrera, Laura Fitera con su hija Blanca Crespi Fitera, Amparo Mohorte y Vicente Lacomba, Isabel Aliño, Javier Monedero, María Gómez Polo, el arquitecto Rafael Alcón y su hija Paula, María Cosín… La música la puso Manolo Mínguez y la cena fue de lo más castiza: croquetas, huevos rotos con jamón y pinchos que rompen con la dieta de lechuga-pechuga, ¡que desastre de semana!
El mismo jueves, más o menos a la misma hora, trescientos invitados cenaban en el SH Valencia Palace para celebrar la remodelación de una de las plantas del hotel. Allí, junto a una terraza espectacular y un salón iluminado en tonos azulados, los invitados disfrutaron del catering de Alejandro del Toro, chef del restaurante Albufera, sushi, champagne y gintonics, además de música en directo de Lulú y los Tigretones y desfile de la valenciana Rosa Palomares.
Hasta aquí las fiestas de la semana. Las próximas, a las cenitas benéficas, que si algo nos queda después de todo lo que nos están quitando, es la solidaridad.

martes, 1 de octubre de 2013

Otoño prometedor


Semana de lo más movida en la vida social y comercial valenciana: inauguración de un hotel de lo más chic en el centro de Valencia, presentación de diamantes en una joyería, fiesta de diseñadores de moda, inauguraciones de varias tiendas... ¡Ay, chicas!, mira que si Rajoy tiene razón y estamos en el camino de la recuperación económica. Mira que si dentro de unos meses vuelve la alegría a nuestras comatosas tarjetas de crédito; ¿os imagináis que volvemos a pasear por las calles con más de una bolsa de compras, sin que perdamos por ello el sueño y sin que el arrepentimiento nos lleve a devolverlo todo al día siguiente?. Si eso fuese verdad,tendríamos aguantar la expresión triunfal en el rostro de Montoro, pero valdría la pena soportarlo. Es más, podríamos incluso tratar de convencer a Rita para que le invite a la mascletá en el balcón del Ayuntamiento y prometemos no pitarle.
Yo ya empiezo a ver la famosa luz al final del túnel. El jueves, la joyería Durán invitó a un cóctel por todo lo alto para presentar su colección de joyas con diamantes. Ejercieron de anfitriones dos de los doce hermanos Durán, Alfonso y Gonzalo, aunque la estrella indiscutible fue María de Villota, que llevaba un pedazo de anillo con diamantes brown impresionante. María inauguró la joyería valenciana justo hace un año, en verano de 2012. Ya entonces parecía una chica muy sensata y con la cabeza bien amueblada. Unos días después tuvo el fatídico accidente del que se salvó milagrosamente. Ahora ha rehecho su vida, se ha casado y ha vuelto con más fuerza, encanto y madurez. Como dice mi peluquera, antes era una rubia más y ahora con ese pelo corto y rubio y el parche a juego con su vestido derrocha personalidad, ¡es un crack!
En el cóctel estaban las imprescindibles Laura y Blanca Fitera, con una enorme cartera de Dolce&gabbana que le pediré prestada un día de estos (para no devolverla jamás), el doctor Juan Antonio Murgui, el sastre Antonio Puebla con su mujer Norlys, Pedro García Mocholí y Luisa Megino, con un bolso ideal de Celine, el alcalde de Villamarchante Vicente Betoret con su mujer Cristina Aparici, Iván Martínez-Colomer, Marisa Martín, Amparo Lacomba con un vestido de Oscar de la Renta, los diseñadores Francis Montesinos y Alex Vidal, Carmen Durán, Encarna Roig de Acosta, las presentadoras María Abradelo y Laura Grande y los diseñadores revelación de este año en la Valencia Fashion Week, Adrián Salvador y Lucas Zaragosí, de Siemprevivas.
Muchos invitados se fueron directamente a otra de las citas del jueves: la inauguración de Lotelito, en la calle Barcas 13, en el edificio señorial que ocupaba antes la Clínica Dorsia. La fiesta fue un exitazo, quizá demasiado, ¡éramos tantos que aquello parecía un primer día de rebajas en Zara! Dicen que en un evento hay que invitar a 300 para que vayan 150, pero aquí o fallaron las estadísticas o invitaron a más de la cuenta.
Entre los invitados, estuvo el director del Astoria Joan Soldevilla, que también había estado en Durán, Manuel Broseta, los diseñadores Bárbara Torrijos y Valentín Herráiz, el director de cine Miguel Ángel Font, Patricia Montoro, de la tienda Lolo, y Cristina Cayeyas, de Doña Libélula, el diputado José María Chiquillo, los empresarios Aitor Tobes, Carmen Romero, el arquitecto Jorge Quesada, el estilista Rafael Moreno, Amparo Villalonga, Mati Tarrega y la interiorista Trini Trigo.
La decoración de Lotelito es muy cool, recuerda más a un local de copas que a un restaurante convencional. Por la mañana sirven desayunos, a mediodía tapas y platos para compartir y por la noche cenas y copas. En el flamante hotel ya se han celebrado un par de fiestas de lo más fashion y prometen organizar exposiciones, monólogos, actuaciones musicales y eventos varios. Vamos, que ya tenemos un nuevo local de moda para que Montoro se tome una cervecita antes de la Mascletá.