martes, 26 de noviembre de 2013

Bienvenida al rastrillo

El otoño tardío es una época tristona que anuncia un largo y frío invierno. Es tiempo de nostalgias, propicio para los días en los que nos ponemos plof, esa leve depresión femenina que tras millones de años de convivencia sigue siendo un fenómeno extraño para los hombres. El viento y los días cortos anuncian un invierno que será largo y frío, para acabarlo de rematar, en lontananza se atisba la Navidad: fiestas, cenas, saraos...y tú sin nada nuevo que ponerte. No puedes esperar a las rebajas, porque para entonces ya será tarde, todo habrá pasado y ya no tendrás adonde ir. Miras tu cuenta corriente, haces números y no hay forma de cuadrarlos. Es entonces cuando de verdad te indignas con los políticos, culpables de todos tus males. Ese odioso Montoro, con su sonrisa de niño gamberro, te está arrebatando la vida. Te sientes como Scarlett O’Hara cuando echó mano de las cortinas para salvar Tara. Pero, jo pe, tus cortinas no dan para tanto.
De pronto, la buena de Escarlata ilumina tu mente: ella repeló todo lo que pudo para hacer caja. Esa es tu solución: vender para poder comprar. ¡Ja!, te levantas del sofá, hoy no habrá depresión, tienes otras cosas en que ocuparte. En internet hay tiendas de compraventa de ropa, por lo pronto ya es un consuelo constatar que no eres la única pobre de este mundo. Móvil en ristre, te diriges a tu armario y empiezas a sacar fotos como una loca a todo lo que no te pones. Luego lo vuelcas todo en internet: con eso podrás sacar unos euritos y lo mejor de todo, tu marido no tiene porqué enterarse de nada, así es que todo el dinero será tuyo. ¡Que sensación más maravillosa, es como haberle birlado a Montoro!
Con tus cuatro euros en tu cuenta de ebay podrás comprarte algo y ahora que has descubierto el mercado de segunda mano piensas: ¡qué demonios, si Escarlata se puso unas cortinas, por qué no me voy a poner yo una chaqueta hiper mega mona de segunda mano!. Y así acaba tu periplo: bienvenida al mundo del rastro pijo.
Por cierto, Arantxa Botella, que fue de las pioneras en el negocio, acaba de abrir nueva tienda de compra venta de ropa usada de lujo en la plaza del Patriarca, ¡nada menos! Allí tienes desde abriguitos de piel de Miu Miu hasta vestidos de Missoni y botas de Prada. ¡Quién nos ha visto y quién nos ve!
La semana pasada ya empezaron los saraos prenavideños. El jueves, la joyería Suárez presentó en el Hotel Astoria su nueva colección. Cari Lapique, imagen de la firma, ejerció de anfitriona y posó en el photocall con buena parte de los invitados, entre ellos Cuchita Lluch, los Martínez-Colomer, Amparo Lacomba, los diseñadores Presen Rodríguez y Adrián Salvador (de Siemprevivas), Isabel Cosme, Socorro Maldonado, Alfonso Pascual, Miguel Pastor, Matilda Guerrero, Valentín Herráiz, Rosa Criado, Delia Barral, Eva Parra, María José Navarro, Pilar Millán, Maribel Martínez y María José Albert.
Lo mejor de Suárez son sus perlas australianas, dicen que son de los pocos joyeros con acceso las subastas de perlas en origen. La directora de la tienda en Valencia, Yulia Shulyekina, se trajo al Astoria una pequeña exposición de sus piezas más emblemáticas, por supuesto perlas australianas, Tahití y Golden en todos los tamaños y formas.
El viernes también presentó su nueva colección el diseñador Dragomir Krasimirov. Fue en el Centro del Carmen y al desfile acudió Carmen Alborch y la modelo Minerva Portillo, además de muchos diseñadores valencianos como Andra Cora, Enrique Lodares, Jaime Piquer, Noelia Navarro, Paco Fortea, Tonuca, Rosa Palomares, Miguel Vizcaíno y María Cózar.

El diseñador búlgaro afincado en Valencia tiene una visión muy dramática de sus colecciones, si la última estaba dedicada al holocausto nazi, ésta tenía como argumento la Casa de Bernarda Alba, y lógicamente todas las modelos iban vestidas de negro. Dragomir dice de su colección que es compleja, intimista, lúgubre, andrógina y sin concesiones a la frivolidad. Este chico no es la alegría de la huerta, pero hay que reconocerle el buen patronaje, las formas arquitectónicas y los tejidos cuidados. Eso sí, sus desfiles no son lo más apropiado para combatir la depresión del otoño tardío.

martes, 19 de noviembre de 2013

En busca del origen

Imagínate que estás en la India, en Rajasthan, sentada a la sombra de templos milenarios; atardece y tú allí, escuchando el sonido de una fuente cercana y pidiéndole al cielo que haga callar al plasta de tu marido que te está contando no sé qué demonios sobre la Ruta de la Seda. A tí eso te suena a Marco Polo, un tipo del que lo único que sabes es que viajó más que el baúl de la Piquer. Mientras tu chico sigue dale que te pego, tú decides ocultar tus ojos tras tus gafas de sol y jugar a imaginar tu vida habiendo nacido en Rajasthan; serías la hija de un Rajah y por supuesto guapísima de la muerte, te habría llevado a estudiar a Londres, allí habrías conocido al guapísimo hijo de otro príncipe….
Media hora después vuelves a la realidad,  tu marido sigue con lo de Marco Polo… ¡qué pesado, Dios mío! Abres los ojos para hacerle un poco de caso y mira tú por donde en la mesa de al lado acaba de sentarse una joven india que lleva unos pendientes idénticos a los que lleva tu abuela en la foto del día de su boda. ¡Uy, qué curioso!
Probablemente, tú no le dieses más importancia a lo de los pendientes de tu abuela, pero Vicente Gracia, joyero, valenciano y apasionado del arte, la historia y el folklore, le dió vueltas y más vueltas hasta que encontró un vínculo entre los pendientes de la chica india y los de tu abuela. En un viaje a Rajasthan, investigó el parecido entre los pendientes tradicionales indios y los valencianos. “Eran de racimo, como los pendientes de fallera, con perlas, balconcillos, diseños florales y filigranas. Pense que no podía ser casualidad. En Valencia la joyería tradicional no se parece a la de ninguna otra región de España y empecé a preguntarme por qué.”
La respuesta la encontró en la ruta de la seda y en el comercio con piedras preciosas, sedas y perfumes. “Rajastán, Samarcanda, Damasco… todos los lugares por donde pasa la ruta de la seda tienen la misma iconografía. Como el comercio lo mueve todo y es muy abierto, -cuando vas a hacer negocios con alguien no preguntas su religión, le aceptas con sus diferencias- la influencia era evidente.”
Mucha de nuestra iconografía proviene de Asia central, de Afganistán, de Persia....Dice Gracia que el espolín del traje de valenciana le debe mucho a Damasco, ciudad en donde nació el famoso adamascado, la técnica para tejer con hilos de oro y plata. Otros elementos de la cultura valenciana también llegaron a través de la ruta de la seda: pólvora, arroz, cerámica, joyería, seda.... A Vicente Gracia le fascinó tanto este descubrimiento, que gran parte de su obra está dedicada a la relación entre oriente y occidente
Su última exposición ahonda en las influencias artísticas entre ambas culturas. “En busca del origen” es una colección de siete piezas de joyería inspiradas en la iconografía que llegó a Valencia desde oriente, acompañadas por piezas de cerámica medieval que han inspirado las joyas y un texto de un poeta místico.
El marco de la exposición es la planta noble del Palacio del Marqués de Dos Aguas. Allí, entre salones lujosos, porcelanas finas y decoraciones suntuosas, las piezas de cerámica y joyería reposan con los poemas místicos dentro siete vitrinas, un número sagrado para algunas religiones.“Sin ala y sin pluma, detrás de tí vuelo”, dice uno de los poemas caligrafiados a mano por Vicente Gracia. “Eres mi doctrina y mi fé; eres mi hierba y mi jardín, eres mi paraíso”, reza otro de los poemas escritos por Runi y Ibn Yubair, este último nacido en Valencia en la edad media y uno de los viajeros y poetas hispanoárabes más destacados.
“Hemos intentado que la relación entre poemas, cerámica y joyas sea sutil. Los poemas de los místicos inspiran toda una concepción del mundo que refleja la cerámica y la joya”, dice Gracia.

En la inauguración de la muestra, el pasado jueves, el joyero estuvo acompañado por el empresario Juan Roig y toda su familia, la presidenta de Unicef Nidita Guerrero, la presidenta del Palau de la Música, Mayrén Beneyto, y la CEO de ArtinGroup, Sara Pérez Roselló, organizadora de la exposición, entre otros invitados.
(Foto David Poliakoff)

martes, 12 de noviembre de 2013

De la festa, la vespra

Reconocedlo, chicas, a estas alturas ya os apetece que llegue la Navidad, con sus comilonas, regalos, turrones. las cenas en familia, los villancicos, el discurso del Rey, el belén, los papás Noel descolgándose de las ventanas, los niños ociosos, tu cuñada husmeando en la cocina a ver si la tienes tan limpia como ella y tu marido recordante cada hora que este año las cosas no están para dispendios.
La Navidad hace realidad ese dicho valenciano de “de la festa, la vespra”, porque ahora la ves venir con cierta nostalgia y cariño, cuando estás inmersa en ella quieres que Melchor, Gaspar y Baltasar vengan de una puñetera vez y todo vuelva a la normalidad.
 El Corte Inglés acaba de sacar la decoración navideña y el catálogo de juguetes, asi es que chicas, oficialmente hemos entrado en el período prenavideño. A partir de ahora, se sucederán las invitaciones de joyerías para a ver si algún marido se anima con el regalo de Reyes y también se está preparando una shoping night que será a principios de diciembre.
La joyera Victoria Cercós ha sido la más tempranera. El jueves invitó a un cóctel en su joyería de Hernán Cortes para presentar su nueva coleción de joyas. Por eso de darle un poco de vidilla al cóctel, organizó un desfile con vestidos negros Presen Rodríguez sobre los que destacaban las joyas de la colección. Laura Grande ejerció de presentadora y hasta allí se acercaron el exfutbolista Amadeo Carboni y su mujer Iacinta, que diseña unos collares de alta bisutería impresionantes que se venden en esta misma joyería, Ruber Baraja, Mayrén Beneyto, María José Albert, Maribel Cosme con su madre Presen Rodríguez, Asunción Barberá, el diseñador Alex Vidal, Amparo Lacomba, el director del Astoria, Joan Soldevila, Patricia Villarroya, Victoria Soler y Vicente Fons y también las chicas de las boutiques más chic de Poeta Querol: Maríangeles Miguel, de Salvatore Ferragamo; Encarna Roig, de Acosta y Lila Albanozzo, de Il Baco da Seta.
Si hay una zona de Valencia que se pone bonita especialmente en Navidad es la de Marques de Dos Aguas, Poeta Querol y Plaza del Patriarca. Loewe ya ha estrenado escaparate navideño, y ¡que chulo! Osos panda y elefantitos con los bolsos más emblemáticos de la firma: el Amazona en un montón de colores (lástima que sea prohibitivo) y el nuevo bolso Cruz, diseñado por Pe y Mo (Penélope y Mónica Cruz). El Cruz es una interpretación muy personal del Amazona, mantiene su volumen pero incluye bolsillos exteriores, bandolera para poder llevar cruzado y un estampado de lunares que según las hermanísimas le confieren un toque español. De ahí que los nuevos escaparates se hayan llenado de lunares blancos y negros en homenaje a la nueva pieza estrella de la temporada.
El jueves, Rosa Morera invitó a una charla sobre nutrición y consejos de salud en su tienda de Max Mara. Fueron Lupe Azpilicueta y su hija Lucia, Doria Rosso, Pilar Pons, María José Meco, Elena Martínez, Irene Balaguer, Consuelo y Desamparados Gil, Ana Peris, Aure Albero, Fernanda Egea y Pilar Folgado. La ponente fue Mavi Moll Martínez, experta en macrobiótica, herbodietista y naturópata. Mavi explicó algunos secretos para mantener la piel joven devolviéndole la tersura y el brillo. Después, las asistentes se zamparon una merienda macrobiótica compuesta por sushis vegetales, croquetas de mijo, tarta de zanahoria con coulis de coco y calabacines rellenos de humos. De lo más sano y preparado por el restaurante Kimpira, especialista en organic healthy food. Chicas, la carne roja está prohibidísima y el café también. A cambio, hay que tomar algas y…
La semana ha dado para más saraos. El miércoles, la asociación Dimova (Diseñadores de Moda Valencianos) inauguró la exposición “Tres siglos de moda valenciana” en el Museo de Bellas Artes San Pio V con un desfile de lo más lujoso: vestidos de fiesta de Marta Benet, Amparo Chordá, Andra Cora, Carlos Haro, Enrique Lodares, Juan Andrés Mompó, Francis Montesinos, Paco Roca, Luis Rocamora, Presen Rodríguez, Miquel Suay y Javier Villajos. Vamos, los pesos pesados de la costura valenciana. La exposición hay que verla, reúne la colección de indumentaria burguesa y popular de María Victoria Liceras y es una muestra de que la moda también es historia, cultura y arte. Estará abierta hasta el 14 de enero, así es que chicas, ¡no os la perdáis!

martes, 5 de noviembre de 2013

Como en casa del Falcó

Valencia ha cambiado más en los últimos cuarenta años que en los trescientos anteriores. Algunos cuarentones, tirando a cincuentones, todavía retenemos en la memoria, como una nebulosa, escenas de una vida rural que se ha perdido. El éxito de la Alquería Blanca ha sido precisamente retratar con gracia y acierto esas escenas. Ves al tio Pep y te parece estar viendo al padre de tu abuela, al que ella y tu madre hablaban de usted y que tenía a gala hacer callar a los niños con una sola mirada.
Perdidas por la geografía valenciana, persisten algunas casas que evocan a aquellos años. Dos de ellas están a  cinco minutos de Valencia, entre Picanya y Paiporta. Son Villa Amparo y Villa Delia, dos palacetes del siglo XIX actualmente propiedad de los hermanos Barral, Juanjo y Delia. Allí, entre aparejos de labranza, naranjos y árboles centenarios, te sientes como en la casa del Falcó, el rico burgués de la Alquería Blanca, sólo falta que aparezca por allí algún carro tirado por caballos y unos jornaleros cargando sacos de abono.
Durante años esas casas han estado reservadas a las familias propietarias y a sus amigos, normalmente gente fina de alcurnia y saneada cuenta bancaria. Vamos, los niños bien de toda la vida que moran en los alrededores de Cirilo Amorós y que veranean, como no, en Denia o Benicassim.
Bueno, el caso es que estamos en el siglo XXI, el Falcó ya no tiene un ejército de jornaleros y los naranjos ya no desbordan las cuentas bancarias de sus propietarios. Así es que la única forma de rentabilizar las viejas casas solariegas es cederlas para que los descendientes de aquellos jornaleros vayamos de boda y nos sintamos por un rato como Asun Falcó.
Y aquí entra en escena la familia Aliño, Fernando y Nacho, capitaneados por su madre Isabel Alfaro. Son los descendientes directos de la familia Lassala, una familia francesa que se instaló en Valencia a mediados del siglo XVIII, donde cuentan las crónicas que alcanzaron gran fortuna y poder. Una de sus propiedades fue el Castillo de Alacuás, que compró Isabel González de Lassala en 1940 y fue expropiado por el ayuntamiento en 1993, en la época de Lerma, una espinita que los Aliño llevan clavada en noble alma.
Se quedaron sin el Castillo de Alacuás, pero ahora gestionan varios palacetes como el, la Masía de Aldamar, Casa Santonja (en Beniarbeig), y el Palacio de los Lassala, junto a la plaza del negrito, la casa de su abuela materna.
Villa Amparo, también llamado el Huerto Barral Boluda ha sido una de las últimas incorporaciones a su oferta de casas señoriales. Los Aliño, Fernando y Nacho, dejaron la casa hecha un pincel para la inauguración. Llenaron el jardín de mesas decoradas como si se celebrase una boda, con manteles de distintos estampados, y La Tartana se ocupó de las flores y de detalles de ambiente, con un montón de recipientes de cristal y latón, bicicletas antiguas, cajas de madera para naranjas y macetas por todas partes. Una monada.

Junto a los Aliño, estuvo su madre, Isabel Alfaro Lassala, el arquitecto Rafael Alcón, la abogada María Gómez-Polo, super bronceada, contrastando con la tez pálida y perfecta de Esperanza Vila, el alcalde de Castelló de Rugat José Miguel Barranca con sus amigos el periodista Fernando Ferrando, Angel Villanueva y Laura Gallego, la estilosa dueña de Belgravia, Jaime Girona, de los Girona de toda la vida, Rafael Aleixandre, Julio Simón y Delia Barral… Como anfitriones, los dueños de la finca, Juanjo Barral y Josita Boluda, con un collar de perlas por el que más de una daríamos nuestro reino.

Foto: Quique Villanueva (www.ardemagazine.com)