miércoles, 25 de junio de 2014

Vino y spa

Es muy probable que a más de una de vosotras su chico le dé habitualmente la barrila hablándole de vinos. Les da un no sé qué a los chicos cuando hablan de bodegas, de uvas, de temperatura, se les sube un aire entre intelectual y aristocrático, que llega a su climax cuando se explayan ante quien sabe poco de la materia. Y ahí estás tú, siguiéndole el rollo y asegurando que ya captas el matiz de barrica de roble y que en el retro nasal aprecias matices de tierra de la Rioja o de la Ribera del Duero, cuando en realidad lo estás pensando en lo mona que es la etiqueta de la botella. Son cosas de la vida en pareja, claro que un tanto descompensada, porque ellos no fingen el mismo interés cuando tú les muestras tu nueva blusa de algodón de popelín. No tienes más que mirarle a la cara para darte cuenta de que será inútil tratar de que aprecie la diferencia entre el popelín y un poliéster del todo a cien. Como a él no les vas a cambiar y tú no estás por la labor de hacerte una experta en vinos pasando tardes enteras en las vinotecas, una opción puede ser imbuirte de verdad en la cultura del vino: hotelito entre viñedos, con spa, piscina y hasta tratamientos de belleza. Y de esos hay varios, el último que se ha inaugurado es la Finca de San Agustín, cerca de Ontinyent, en la zona de Terres dels Alforins que, como bien sabéis es uno de los reductos de descanso de las familias bien de Valencia. La Finca San Agustín es de la familia Galbis y ocupa una casa del S. XVIII rehabilitada con ocho suites de lo más estilosas. Vamos, el sitio ideal para alejarte del mundanal ruido. El hotel está dedicado al vino y cada habitación tiene un nombre de variedad de vid de la zona. Tiene una bodega del siglo XVII, un huerto ecológico con verduras, restaurante y hasta una capilla para redimir los posibles excesos del día.
El hotel se inauguró el lunes pasado y allí estuvo el Presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, el Conseller Máximo Buch, el presidente de Caixa Ontinyent, Antonio Carbonell; el de Coeval, Rafael Pla; el de IVEFA, José Bernardo Noblejas y muchos bodegueros de la zona: la familia Calatayud del Celler del Roure, Bodegas Cambra, Daniel Belda, La Viña, Los Pinos, los Frailes, Pago Casa Gran... Además de familias de Fontanars y Ontinyent, como José Serratosa, Enrique Haro, Máximo Caturla, José Ferri, Marisa Escriche, Pura Barrachina, el Conde de Torrefiel, los Velázquez, los Haro Galbis, los Mompó, los Belda, los FerriLola y Pepe Navarro, José Navarro con su mujer Ashley Lack, del Herbolario Navarro, la interiorista María José Virosque, la familia Vicente, de la empresa de catering Gourmet, los dueños de textil Mora, vamos, las fuerzas vivas de la comarca. Y como anfitriona, la patriarca del clan Galbis, Carmen Córdova, con sus cinco hijos: Agustín, Carmen, Isabel, Amparo y Guillermo Galbis.
Mucho menos bucólico, pero también concurrido fue la fiesta del verano del hotel The Westin Valencia, con más de 500 invitados y un catering como no se veía en Valencia desde los tiempos de la Copa América: esos que sacan bandejas y más bandejas y cuando crees que ya no van a sacar más, siguen sacando; y para cuando ya has decidido mandar definitivamente a paseo a tu dieta, va y te atiborran de dulces y de fuentes de las que emana chocolate. Todo un homenaje a esa recuperación rajoniana de la que todos hablan y nadie percibe. Entre los invitados, Totón Barberá y Pepe Corbí, el presidente de la Cámara José Vicente Morata y su mujer Pilar Pons, la interiorista Inma Meriñán, Bárbara Más, Antonio Meco y María José Albert, Belén Garcia-Guzmán, Noemí Montoro, y muchos directivos que estaban reunidos en una convención en el hotel, como Alejandro Solvay, Jesús García Valcárcel, Director de Ernst & Young, el desaparecido Vicente Rambla; Ricardo Díaz, Socio Director de Deloitte; el Director General de Aneecop Joan Mir o el empresario Manuel Bertolín.

lunes, 16 de junio de 2014

Madrugón sueco

Debe de ser muy difícil valencianizar a un sueco. Porque claro, llega aquí el Bjorn de turno a abrir una tienda y le pasa como a los chinos que abren un bar español, que creen que con poner una tortilla de patatas en la barra, aquello ya es un bar de tapas. Pues bien, Bjorn quiere valencianizar la tienda así es que pone unas paellas por aquí, unas peinetas y ¡ale!, ya tengo una tienda valenciana. Llega el día de la inauguración y Bjorn hace lo que lo dicta la lógica escandinava: si la tienda normalmente va a abrir a las diez de la mañana, él ese día organiza un desayuno a las ocho, que debe de ser lo que hacen en Suecia. Vamos a ver, Bjorn: Spain, this is Spain. Aquí a las ocho estamos con el café con leche, y que no nos hable mucho que nos aturullan. Hasta las diez no somos personas y lo de la inauguración se hace a las ocho, pero de la tarde, Bjorn, de la tarde, no de la mañana. Claro que si la tienda de Bjorn se llama Ikea, todo esto se le perdona. Así es que iremos a Alfafar y desayunaremos zumo de naranja. Pero que no se extrañe Bjorn si ve que se forman aglomeraciones en la zona de los sofás. La cosa hubiese sido bien distinta de haberlo hecho a las ocho de la tarde: cervecita, gintonic, ji,ji, ja, ja… Y ahí te quedas hasta las dos o las tres, hora en que, por estas fechas, ya está el sol alto en Estocolmo y los amigos de Bjorn probablemente estén ya afeitándose.
El jueves pasado, sin ir más lejos, la gente empezó a salir de casa a las ocho de la tarde para ir a la shopening night. El tráfico se cortó en Jorge Juan y aquello era un ir y venir de gente sin parar. Vender, no se sabe si se vendieron mucho, pero a jaleo no nos ganó nadie. En el Mercado de Colón, un grupo bailando temas de los años 20; en Brownie, cupcakes y refrescos para menores; VM the Shop trajo un avance de la fantástica colección de Siemprevivas para Gabriel Segui y Blackcape, al DJ Santi Martínez; Montesinos hizo descuentos de hasta el setenta por ciento y Alberola regaló pulseritas a las compradoras; Bárbara Torrijos se trajo a los DJ de moda, Kaspar&Hauser; Alejandra Montaner, a los diseñadores Luís Zangana y Telma Cadenas; Il Baco da Seta invitó a copas con música en directo, TCN a vino y chuches, Superdry a bebidas energéticas; hubo música en directo en Manterol, Sesderma, Torres Joyeros y Hannover y hasta un desfile de ropa infantil en la boutique de niños Cristina.
Si los alrededores del Mercado de Colón fueron los más animados, Poeta Querol y Plaza del Patriarca, fue lo más glamuroso de la noche, y eso que no participaron ni Vuitton ni Hermès. Tampoco hizo falta. Ferragamo reunió en su tienda a lo más elegante de Valencia y agasajó con un vino espumoso de la familia italiana, fresas con chocolate y fruta fresca. Loewe convirtió su tienda en un night club con una barra de gintonics preparados amorosamente por un barman de quitar el hipo.
La inauguración de la exposición de Nanda Botella en el IVAM (fue el jueves a las ocho, pero de la tarde) también convocó a media Valencia. Estuvo Rafa Ripoll, los artistas Miquel Navarro, Paco Sebastián Nicolau, José Cosme, Horacio Silva, Javier Calvo, Calo Carratalá, José Antonio Orts, Vicente Colom y Natividad Navalón, el presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón y dos de las presidentas más estilosas de Valencia: la del Palau de la Música, Mayrén Beneyto y la de Academia de Gastronomía de la Comunidad Valenciana, Cuchita Lluch. Mayrén vino acompañada de Ramón Almazán, pero a Cuchita le falto su inseparable Juan Echanove. Tampoco faltaron Alfredo Esteve, Valentín Herráiz, Trini y Vicente Gracia, Javier Monedero con Rosa Sanchís, de Dicoval, Gabriel Seguí, los empresarios Paco Roig y Magdalena Melchor, Germán Ros Casares y Amparo López, Alberto Corell y Bely Botella, el doctor Juan Antonio Murgui, Amparo Lacomba, Beatriz Pechuán, Esperanza Vila, Silvia Escolá, Luis Lluch, Javier García Alberni, Mónica Aliaga y Manuela García de la Cuadra.

martes, 10 de junio de 2014

El poder de la sorpresa

En el algún momento de la historia, alguna sabia mujer debió de descubrir el poder de la sorpresa. Desde entonces, las mujeres somos las auténticas protagonistas de cualquier acto público aun cuando oficialmente nuestro papel nos sitúe en segundo plano. Y todo porque hasta el último momento guardamos en secreto del vestido que vamos a lucir. El próximo día 19, toda la diplomacia del mundo estará pendiente del acto de proclamación de Felipe VI, pero allí habrá pocas sorpresas. Nada ni nadie se saldrá del guion, así es que la atención será sólo para constatar que todo ha ido según lo esperado. ¿Dónde se fijarán de verdad los ojos de toda España y medio mundo?, en el único elemento sorpresa: el vestido de Doña Leticia y de sus hijas. Ojo, que si las niñas fuesen niños, atraerían menos expectación porque su atuendo sería mucho más previsible. Esperaremos ansiosas el desenlace de los acontecimientos. Cuando todo termine, tendremos que quedar con las amigas para comentar la jugada, pertrechadas con todas las ediciones del Hola, LOC, Lecturas y demás. Porque no sólo habrá que ver el modelito de la nueva Reina y sus hijas, también darán juego los de las ministras, mujeres de ministros, diputadas, senadoras y demás. Especial interés despertará el duelo entre Soraya y Cospedal. De los hombres, na de na, todos irán igual. Como caídas del cielo, han abierto en Valencia dos nuevas cafeterías idóneas para la cita del día después. Una es Las Delicias, un salón de té y tienda gourmet que ha abierto Mónica Piñones en la planta baja del Mercado de Colón. Mónica es la pareja de Vicente Gracia, una mujer como él, cariñosa y dulce, a la que, en cuanto te descuidas, le estás contando tu vida porque inspira mogollón de confianza. Su salón de té, pequeño y acogedor, decorado con piezas chinas, teteras inglesas y filigranas árabes (¡viva la mezcla cultural!) invita a pasar la tarde de merienda, compartiendo las fotos de las revistas y poniendo a caer de un burro a más de una diputada. Además de servir desayunos, lunch y meriendas, Mónica organiza cursos de cocina y tiene a la venta las tazas de Mr Wonderfull y juegos de café de porcelana inglesa, detallitos de decoración y productos gourmet para llevarte a casa. La inauguración, con gintonics de ginebra valenciana Ginself y música en directo de Mike & Mona, reunió a un montón de amigos de Mónica: Blanca Clérigues, Lourdes Forcada, Elena Esparza, el arquitecto Julio Gómez Perretta, Javier Martínez, Marc Insanally (del Café de las Horas), Carlos Serra (Mercader de Indias), Víctor Nebot, Alicia López, Conchita Cañamás (Flores la Tartana) y Delia y Amparo Barral.
Muy cerca, en Cirilo Amorós, Pablo Gómez Noguera acaba de abrir otra cafetería de lo más mona para quedar con las amigas a cotillear: Hippocampus. Es una mezcla de restaurante, tienda, librería, galería de arte y hasta sala de conciertos. En una zona tienes bollería recién hecha, menús, tartas y aperitivos y en otra puedes comprar un caprichito, como los capazos ibicencos de Stella Rittwagen, vestiditos de Trendipia o las pulseras hechas a mano de Link & Love. ¡Todo de lo más estiloso!
La semana ha dado para más cócteles. El jueves, la joyería Sie7e Jewels Gallery celebró su quinto aniversario en el Palacio Marqueses de Malferit, que tiene uno de los patios más coquetos del centro histórico de Valencia. Guillermo Martorell y Mamen Puchades invitaron a cenar a un buen grupo de amigos, entre ellos los doctores Luis Senís y Enrique Gastaldi, Antonio Novo del restaurante Casa Carmela y Valentín Sánchez Arrieta, de Valen and Cia; Encarna Roig, de Acosta; Maria Dolores Enguix de Óptica Climent, las doctoras Aurora Reig y Luz Aguiló, María Palop de Boix Cosmetics, Carmina Baraja de la revista Telva, Natalia Segrelles y Pablo Olmo. Si esta semana ha sido un no parar, la que viene ni te cuento. El jueves que viene tenemos shopening night y desfile de la Escuela de Diseño Barreira en la plaza de toros.

martes, 3 de junio de 2014

El joyero poeta

Todas sabéis que Vicente Gracia es un joyero, pero eso dicho así es una verdad a medias. Entras en su joyería, atravesando un portal alicatado con azulejo hidráulico valenciano. Te recibe él, si no te conoce, se hace amigo tuyo en un plis plas. Dentro huele a incienso. Subes por unas escaleras de madera enmoquetada y entras en el mundo de Gracia: dibujos, esculturas, vitrinas llenas de joyas, libros, cortinas de terciopelo, monedas antiguas estratégicamente situadas porque según él atraen riqueza… Te olvidas de que estás en la calle la Paz, aquello parece el palacio de Sherezade, de un momento a otro aparecerá el sultán, que por supuesto es guapísimo de la muerte. Mientras tanto, Vicente, sin que tú te des cuenta, ya sabe lo que quieres: le dices tú presupuesto y él te coge un sobre y escribe tu nombre con caligrafía arábiga. Debajo escribe la cantidad que estás dispuesta a gastar, da lo mismo que sea el equivalente a tu sueldo de cinco años, que las cuatro perras que queden de tu paga extra después de haber tapado los cuarenta agujeros que arrastras desde Navidad. Gracia es un paradigma de eso que ahora los chicos de marketing, siempre tan snobs, llaman storytelling. Por cierto, alguien debería obligar a estos chicos a recibir clases de español para aprender a traducir esos palabros que tanto les gusta soltar, vengan o no a cuento, en cualquier insignificante reunión de trabajo. Pero a lo que íbamos: Vicente crea un vínculo emocional entre tú y la joya que le compras. Sales de allí con tu sortijita y piensas que algún día, cuando seas una abuelita y se la enseñes a tu nieta, le contarás la historia que hay detrás de ella: eso es storytelling, o como dice Gracia, eso es: “Ser un romancer, que es lo que soy yo”. Estos días, en el restaurante Alma del Temple –calle Almirante- hay una exposición de dibujos suyos. Él dice que es la parte más íntima del trabajo, donde nacen las ideas inspiradas en los poemas místicos de los sufís, que en sus raptos místicos veían el jardín como si fueran piedras preciosas. Son dibujos y originales de sus diseños de joyas pintados a mano junto a poemas e inscripciones que reflejan toda su influencia creativa, desde la cultura islámica, cristiana y hebrea, hasta los cuentos de las mil y una noches. La exposición se podrá ver hasta el miércoles, así es que no os durmáis en los laureles que vuestro Paco está más pendiente del fútbol que los versos sufíes, así es que si queréis un poco de poesía en vuestras vidas tendréis que buscarla vosotras solitas en el restaurante de Caro Hotel.
En la inauguración estuvo Juana Roig, que está trabajando en el equipo de Vicente, y su hermana Amparo; el diseñador Valentín Herráiz, Alicia López, Mónica Jareño, que está a punto de abrir nuevo local en el Mercado de Colón, la diseñadora Presen Rodríguez y Maribel Cosme, María José Navarro, Maite Aparici, Alexander Herold, Delia barral, Borja Trénor, Vicente Lluch, la pintora Nanda botella, Nandita Manglano Trénor, Cuqui Sánchez Moncada, Laura y Blanca Fitera, el interiorista Carlos Serra, el cantante Javier Botella y José Vivó, de la tienda de niños, que este fin de semana participa en el Mercado de Tapinería en el mercadillo “baby boom”.
Esta semana también abrió en la calle Hernán Cortes la tienda de decoración Ampasi, que han montado Amparo López y Silvia Escola, mujeres de Germán Ros (Ros Casares) y Pablo Serratosa. Ni que decir tiene que allí estuvo lo más granado de la burguesía valenciana: Cuchita Lluch, que se ha hecho novia de Juan Echanove, ¡toma ya!; Jose Vicente Morata, Silvia Ordiñaga, Jose María Laínez, Inmaculada Lladró, Paco Roig y Magdalena, Andrés Llobell, Luis Lluch, Olga adelantado, Lourdes Reyna, Trini y Vicente Gracia, Nanda Botella, Verónica Montijano, Lucía de Miguel, Isabel aliño, María Gómez-Polo, Lorenzo Pérez, Ramón Esteve y Mayte Sebastiá, Jose Tamarit y Ana Varela, Nacho Gómez Trénor y Carolina, Josita Boluda y Juanjo, Sally Corell, Javier Monedero y Rosa, Lucas Zaragosí, Rocío Andrés y María González, Chimo Maldonado y Sofía Carpi, Juan Luís Serratosa y Belén Aliaga, Iván Martínez Colomer y Ana García.