martes, 30 de septiembre de 2014

Noche en el museo

A ver chicas, sed sinceras, con la mano en el corazón y mirándoos fijamente a los ojos, confesad cuántos de vuestros lindos pie han pisado alguna vez el suelo del Museo San Pio V; ¿diez, veinte quizás veinticinco de cada cien? ¡Hay que ver cómo somos! Toda la vida añorando tener cuatro perras para ir a París a Londres o a Nueva York, y ahí, a la vora del riu Turia, rara vez nos acercamos. Claro que habría que preguntarle a las neoyorkinas cuántas de ellas han pasado una tarde en el Moma, o a las parisinas en el Louvre.
Pero ojo, que puede que las cosas estén cambiando porque la asociación de amigos del museo de Bellas Artes San Pio V está cogiendo carrerilla. La integra gente bien de Valencia que frecuenta los más conspicuos círculos sociales y que también disfruta escuchando conciertos de piano, viendo exposiciones de pintura o participando en conferencias sobre arte, ¿a que son geniales?
Bueno, pues el caso es que Mayrén Beneyto, Mercedes Gómez-Ferrer, el profesor Amando García, Socorro Maldonado o Ramón Serra, entre otros, montaron la Asociación hace unos de años y están cogiendo vuelo organizando conferencias, exposiciones… Vamos, que si esto sigue así, el Museo San Pio V puede acabar teniendo más vidilla que Distrito 10 en sus buenos tiempos.
Para empezar, esta semana, DIMOVA, la Asociación de diseñadores en la que está Montesinos, Presen Rodríguez y Dolores Cortés, celebró un desfile homenaje a Pertegaz. Desfiló, además de las anteriores, Amparo Chordá, Presen Rodríguez, Dragomir Krasimirov, Germán Carmona, Miquel Suay, Carlos Haro, Andra Cora, Carla Tomás, Lucía Rocamora, Roció Alonso, Marta Benet y Ágatha Ruiz de la Prada, que es socia de honor de Dimova.
Tras el desfile, tres clientas valencianas de Pertegaz salieron al escenario vestidas con los diseños que el modisto creo para ellas: María Teresa Monsonís, con un traje de cóctel fucsia; Consuelo Peris Borso di Carminati, con otro de cóctel blanco a topos negros, y Carmen Topete, con un dos piezas negro. Los más vistosos, los dos trajes de noche de María Teresa Monsonís que llevaron sus sobrinas Irene y Rocío Monsonís: uno palabra de honor en seda gazar azul noche y otro blanco que antes fue vestido de boda. También iba de Pertegaz su sobrina Dione Caus, que acudió al homenaje. La verdad es que debe ser una gozada abrir tu armario y ver colgados vestidos de Pertegaz y no una colección de camisetas de algodón y algún vestido que no aguanta más de tres puestas.
El armario que ya debe de ser la repera es el de María Victoria Liceras. Colecciona indumentaria de los siglos XVIII y XIX, que ha ido comprando en ferias, anticuarios y colecciones privadas. ¡Tiene más de 3.000 piezas! Alguien debería tener la genial ocurrencia de habilitar un espacio para acoger una exposición con sus vestidos.

Afortunadamente, estos días se pueden ver varios de sus fabulosos trajes en una exposición que se inauguró justo antes del desfile en el mismo museo. Comisariada por la propia Mª Victoria, empareja retratos de Sorolla con trajes muy similares a los de la pintura. Espectacular el parecido del vestido largo de algodón rojo de 1900 con el retrato de María con blusa roja. Bueno, y los vestidos de espolín de 1790 parecen sacados de la película María Antonieta, ¡qué maravilla! Con actividades así, no extraño que hubiesen codazos en la inauguración. Allí estuvieron las hermanas Blanca y Laura Fitera, que acaba de ser abuela, Amparo Corell, María José Albert, Tani Ibars, Begoña Císcar, Matilde Conesa, Amparo Lacomba, Maribel Cosme, María José Navarro que es un encanto de mujer, además de culta…
La semana ha dado mucho de sí. La joyería Rabat invitó el jueves a una cena servida por Ricard Camarena para celebrar que ya es distribuidor de Rolex en Valencia. Y el mismo día, Lotelito celebraba su aniversario con una fiesta de más de 400 invitados.

Si el Hotelito tuvo overbooking, algo parecido le pasó a la diseñadora Alicia Conesa con el showroom de zapatos Tuilus que ha montado en Marqués del Turia 35. Por allí han pasado Paquita Pechuán, Isabel Corell, Nuria Cidoncha, Pilar Ríos, Ana Brugger, Marta Piquer o Mª José Crespo.

domingo, 21 de septiembre de 2014

70 años no es nada

Me declaro públicamente fan de Raphael. Ya sé que las más jovencitas de vosotras pensarán que eso me pasa porque ya me acerco a una edad en la que necesito más el Botox que el rímel. Pero ¡qué demonios!, Raphael te rejuvenece más que el piropo gracioso de un albañil subido en un andamio. El jueves actuó en el Principal y fue la repera: allí, entre aquellas butacas aterciopeladas y aquel telón propio de la Belle Epoque, salió al escenario y volvió a ganarse al público como un guaperas se gana a una quinceañera enamorada.
Raphael hace con el público lo que le da la gana, tan pronto te saca una carcajada como te humedece las pupilas, tan pronto te clava estremecida en la butaca, como te bambolea los hombros y te mueve las palmas. “Gracias a la vida” “Hablemos del amor”, “Qué sabe nadie”, “En carne viva” o “digan lo que digan”… ahí estaba él, poniendo a la gente en pie con cada canción, dueño del escenario, quitándose la chaqueta con chulería, marcándose unos pasos de flamenco o apoyándose en el piano con coquetería.
Y todo eso con más de setenta años y aguantando tres horas sobre el escenario con un repertorio de temas que ya quisieran esos jovencitos latinos que ahora emocionan a nuestras hijas y ya veremos dónde están cuando nuestras niñas compren la primera crema antiarrugas. Lo dicho, la píldora de la eterna juventud.
Raphael fue el invitado de honor de los Premios Telva del año pasado, ya sabéis, la gran cita social del otoño del valenciano. La fiesta Telva de este año será el 1 de octubre y las afortunadas no sólo han recibido invitación, sino una sesión gratuita en el Urban Spa and Skin Shop de Sesderma, a elegir entre radiofrecuencia facial, foto-rejuvenecimiento, oxigenoterapia o tratamiento cosmético. Reconozcámoslo, chicas, a nuestra edad todo esto nos viene como anillo al dedo.
Por lo demás, la vida social valenciana empieza a recuperar el ritmo después de parón del verano y este calor sofocante. Del 25 al 27 se celebra la Valencia Fashion Week en el Centro del Carmen. Para ir entrando en materia, el jueves la terraza del L’Umbracle montó un desfile de María Luisa Cabrera, que hace unas alpargatas, camisetas y complementos de lo más monos, y se trajo como presentadora a Carmen Lomana, que se atreve con todo. También estuvo Paola Dominguín, incondicional de Francis Montesinos, y los pintores Cáceres y Miranda.
Unas horas antes, Juan Lagardera inauguraba en el IVAM una exposición de lo más curiosa, mezcla de arte y gastronomía, llamada “Al vapor”. Allí se sirvieron 200 kilos de mejillones. Con las cáscaras, convenientemente limpias, Evarist Navarro levantará una escultura de clochinas. ¡Qué cosas!, convertir en arte una cáscara de mejillón parece más difícil que hacer del presidente Fabra un doble de Raphael.
Mientras en el IVAM se hartaban de mejillones, en las Delicias, la coqueta cafetería que tiene Mónica Piñores en el Mercado de Colón, la diseñadora Aiana Larocca montaba un showroom de moda infantil a la que acudieron un montón de mamás: Lola Llorca, Gloria García Roca, Cristina Blanco, Mairén Beneyto, Ana Zabaljauregui, Eva Marcellán, Irene Manglano, Salomé Corell, Angela Valero de Palma, Elena Martos con su hija Helen e Isabel Bermejo. También se dejó ver algún papá (pocos) como el joyero Vicente Gracia, Carlos Hernández, Alfonso Manglano o José Díaz.
No todo son buenas noticias. Esta semana cerraba definitivamente el Casino Monte Picayo, un icono del poderío valenciano de los años ochenta donde un viernes cualquiera no se sabía dónde había más dinero, si en fichas del casino o en coches de lujo, joyas y pieles. ¡Qué tiempos aquellos!, en los que en Valencia había pasta a mansalva y ganas de demostrarlo.
De aquellos años de gloria quedan algunos vestigios. El teatro principal, es uno de ellos. Allí el próximo sábado, la Fundación Hortensia Herrero y la Asociación de Danza y Arte del Mediterráneo organizan una gala a beneficio de Fuvane. Bailará Nacho Duato y otros bailarines valencianos de ballet clásico que están triunfando por medio mundo.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Fitting en Llombai

Hoy quería hablaros de pieles, pero francamente con estos calores estoy por dejar la página en blanco. Sólo mi solidaridad con la Consellera Educación, María José Catalá, me impulsa a seguir adelante. No seré yo de las que se amotinen por sudar la gota gorda, que servidora se crio en un colegio de monjas en el que lo más parecido que había al aire acondicionado eran los gruesos y sombríos muros de la Capilla.  A Catalá se le ha contagiado la fabritis, esa extraña enfermedad que está deshaciendo al Consell y consiste en que todas las decisiones que tomas te salen rana. ¿Cómo iba ella a prever que este septiembre iba a ser el más caluroso de los últimos cincuenta años? Y ahí está la pobre, aguantando carros y carretas, e implorando a los santos que traigan pronto el otoño porque como esto siga así nuestros hijos le van montar un pollo que ríete de la Diada en Barcelona.

En fin, yo a lo mío. Esta semana, en plena canícula, me he ido a Llombai a ver cazadoras de cuero y abrigos de piel. Y todo porque quería ver de cerca un fitting, que es la forma snob de llamar a las pruebas que se hacen a las modelos con la ropa y complementos que llevarán en el desfile.
El caso es que el 26 de septiembre, Gabriel Seguí desfilará en la Valencia Fashion Week y esta semana estaba haciendo el fitting en sus talleres, con todo el equipo revisando al detalle cada prenda: shorts y vestidos sin mangas, cazadoras perfecto en blanco roto y unas faldas ideales de pelo de cabra tibetana.
En el fitting descubrí dos cosas: que el oficio de modelo es casi tan duro como dar clases a 40 grados a la sombra y que esto de la piel es todo un mundo. Hay mil tipos de pieles, calidades y texturas, y tropecientas formas de tratarlas para que queden finísimas como las de Loewe o duras como las de los moteros. Por ejemplo, si perforas el ante con un troquelado tendrá un aspecto flexible; el pulido le dará un acabado brillante o mate y el tipo de rasado lo convertirá en ante, napa o doble faz.
El de Gabriel Seguí es de los pocos talleres de piel que quedan en España. La competencia China los ha hecho escabechina. Tanto que incluso Hermès y Chanel están comprando talleres de sombrerería y bordados para no quedarse sin proveedores.
Seguí ha sobrevivido porque diseña, fabrica y además vende, dentro y fuera de España. Conoce tan bien el patronaje de la piel, que firmas mega conocidas le encargan los prototipos de las chaquetas que luego se fabricarán a gran escala en algún país asiático. Además, la piel ha vuelto a ponerse de moda y está viviendo una segunda juventud, como Isabel Preysler y Carmen Martínez Bordiú en la portada del último Hola, que parece que acaben de tomar la comunión.
La última colección de Gabriel Seguí la diseñó Adrián Salvador y Lucas Zaragosí, de Siemprevivas, por una colaboración especial. Se podrá comprar este invierno (a ver si llega el frío) en VM The Shop, la tienda de Verónica Montijano y José Luís Vilanova. Y las chaquetas de hombre en BlackCape, la firma de Isabel Cosme y Fernando Rodríguez. Gabriel cerró su tienda de Jorge Juan y se va a centrar en puntos de venta multimarca.
Los que tampoco paran son Siemprevivas, que desfilarán el 27 de septiembre en el Jardín Botánico y pronto abrirán tienda en Rufaza. “La idea es unificar en un mismo espacio el estudio, la tienda y el showroom. Nos ha costado bajar a pie de calle porque queríamos tener el producto adecuado y la marca más consolidada y encontrar un lugar donde nuestras clientas se sientan cómodas: en Valencia, que es donde queremos quedarnos, y en un barrio como Ruzafa, con tanta creatividad por metro cuadrado. Queremos hacerlo despacio y cuidando el detalle porque tiene que reflejar la imagen de la marca. ¡Y hasta tenemos un patio interior para hacer cenas divertidas!

lunes, 8 de septiembre de 2014

Cuatro valencianos en Madrid

El viernes empieza la Mercedes Fashion Week –antes Pasarela Cibeles- en Madrid. Desfilarán cuatro diseñadores valencianos de un total de treinta españoles. ¡Ja!, ahora va y resulta que el mundo de la moda va a ser el único reducto en el que los valencianos mantenemos nuestra cuota de presencia en Madrid. Esta sí que es buena, tanto político Ave arriba Ave abajo para hacerse oír en la Capi, con menos éxito que los matrimonios de Belén Esteban, para que al final sean nuestros diseñadores los que mantengan las posiciones de fuerza valencianas.
Me encanta, me encanta y me requeteencanta, que ni la crisis ni el ninguneo madrileño hayan arrinconado la creatividad y la moda valencianas. Desfilarán Francis Montesinos, Dolores Cortes, Juan Vidal y Hannibal Laguna que no son precisamente los niños bonitos de aquel politiqueo valenciano que, en los tiempos del despilfarro, se empeñó en aupar a quienes andaban más bien justitos de talento.

Francis Montesinos desfilará el viernes con su colección Jemanya. El diseñador ha abandonado definitivamente el prêt-à-porter y se dedicará en exclusiva a la costura. Después de un verano injustamente aciago, que le ha llevado a cerrar su tienda frente al Mercado de Colón, Francis, que es un batallador incombustible, abrirá en unas semanas su nuevo taller en Marqués de Sotelo 9. Le irá bien porque Montesinos borda la costura a medida, lo suyo es trabajar con tejidos de lujo, sin los condicionantes y las limitaciones del producto industrial.
El prêt-à-porter, tal y como lo conocemos, está prácticamente muerto, dice su mano derecha Guillermo Montesinos. “La moda ahora sólo funciona por precio, da igual quién lo haya hecho o la calidad del tejido, sólo importa que cueste 30 euros, la gente prefiere cantidad a calidad.”
Hannibal Laguna tampoco compite por el segmento medio o bajo; su especialidad son los vestidos de alfombra roja que se rifan actrices y cantantes y demás famoseo para estrenos y saraos. Laguna, que también ha pasado las de Caín, tiene una creatividad incuestionable. Ya se sabe que los genios creadores no siempre son los mejores administradores y el caso de Hannibal es paradigmático.
Pero ahí está, resistiendo. Su último bombazo ha sido vestir a la saga completa de María Teresa Campos en la boda de su hija Carmen Borrego. Vistió a las tres: madre, novia y la hermana de la novia, Terelu, a la que le han dedicado un blog que se llama Terelook que es para troncharse de risa. Bueno y también a Rocío Carrasco, antes Rociito. Por cierto, ¿qué mosca debió picarles a esta mujer y a Chabeli Iglesias que pasaron de estar hasta en la sopa a desaparecer del mapa?
Hannibal desfilará el día 15 y me apuesto mi último par de zapatos de Prada a que el diseñador sienta a las Campos en la primera fila. Habrá que ver si Bigote Arrocet se deja ver por allí y acaricia la mano de su amada mientras esta se queda absorta viendo la colección. Será a las 3 del mediodía, la hora perfecta para entrar en el cotilleo de “Sálvame diario”.
La colección de Hannibal se llama Butterfly Dreams (vuelo de mariposa) y será de las más espectaculares: faldas campana con metros de seda, bordados y calados con motivos florales y una mezcla de volúmenes en rojo escarlata, naranja crepúsculo, amarillo ámbar, azul cobalto y orquídea, ¡menudo festival!


Por Madrid también pasará el alicantino Juan Vidal con su colección "A girl named Alex" el domingo por la tarde. Todas las colecciones de Vidal tienen nombre de mujer, y esta se llama Alex, pero hasta horas antes del desfile no sabremos cómo es de sofisticada y elegante, ¡este chico se supera cada edición!
Y luego vendrá Dolores Cortés el 15 por la tarde, con su ropa de baño llena de ilustraciones de influencia japonesa. Por cierto, las colecciones que se presentan ahora son las del verano de 2015, las que se pondrán a la venta justo después de las elecciones autonómicas del mes de mayo.