lunes, 26 de enero de 2015

Todos a Madrid

Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que los políticos valencianos esperaban estas fechas como un niño la noche de Reyes. Fitur era mucho más que una feria de turismo, era un punto de encuentro, de intrigas, contactos, compadreo y mucha juerga. ¡Qué tiempos aquellos! Valía la pena soportar los sinsabores de todo un año al frente de una alcaldía, para ir a Fitur y sentirse parte de la élite dirigente de una región que estaba en boga. Éramos los líderes de España y de Europa, y aquel era un regalo merecido para cualquiera que pintase algo en la vida pública valenciana. Todo era esplendor y derroche, cenas en el Palace o en el Casino, copas en Gabbana, todo daba igual, éramos los mejores y podíamos permitirnos todo eso y mucho más. Se suponía que todos estaban allí para promocionar su pueblo, aun cuando nunca jamás de los jamases turista alguno hubiese puesto sus extranjeros pies en él. Eso qué más daba, lo importante era estar allí, codearse con el Bigotes, con los conselleres y con los múltiples presidentes de otras tantas elevadas instituciones (Generalitat, Diputación, cajas de ahorro…).
Por la noche a cenar y a tomar copas, que no hay nada mejor para reforzar una amistad que una buena juerga. “Yo pago la penúltima. No, no, ¿qué dices? Esta me toca a mí.” “Camarero, no se olvide de darme el ticket que si no el Secretario de mi ayuntamiento no me lo abonará.” Luego pasó lo que pasó y ahora estamos donde estamos (¡uff!, que rajoniano me ha quedado esto). Esta semana se celebra Fitur, y no veremos lo que vimos, pero algo de aquello veremos (y sigue el rajonianismo). Para empezar, el AVE Madrid Valencia está más concurrido que un desfile de Prada, sobre todo el día de la Comunidad Valenciana, que este año es el jueves. Ese día, hay que estar en la feria puntual para dejarse ver ante las máximas autoridades. El President Fabra irá con el Conseller de Economía, Máximo Buch, los presidentes de las diputaciones, -Alfonso Rus organiza unas cenas memorables-, y alcaldes de un montón de municipios, vamos la plana mayor de la política valenciana. Este año en lugar de un stand, la Comunidad Valenciana tiene tres, uno para Valencia, otro para Alicante y otro para Castellón, ¡así nadie discute por el espacio!
Otras ediciones, alrededor del stand se organizaban desfiles de Moros y Cristianos de Alcoy o actuaciones de dolçaina y tabalet; esta vez, la estrella de la feria será la gastronomía valenciana, cada vez mejor posicionada gracias a cocineros como Quique Dacosta, Ricard Camarena, Kiko Moya, Javier Andrés o Susi Díaz, que cocinará en directo platos típicos valencianos en un showcooking en la feria. Muchos de estos cocineros, entre ellos Susi Díaz, acompañaron el viernes a Cuchita Lluch en la entrega de los premios de la Academia Valenciana de Gastronomía, que este año se celebró en Alicante.
La flamante presidenta de la Academia no se suele perder ni una sola Feria ni tampoco alguna de las múltiples fiestas que se celebran en Madrid los días de Fitur. Hay saraos por toda la ciudad. Tanto, que hasta los empresarios de la noche madrileña se han unido para presentar una oferta completa esos días, en total son más de 50 clubs, discotecas, salas de conciertos, tablaos, gin clubs y bares de copas. Por si fuera poco, la Fundación Conexus, con gente tan principal como Manuel Broseta, Carlos Pascual, Javier Serratosa, Íñigo Parra, José Vicente Morata o Manuel Peláez, celebra la noche del jueves una cena por todo lo alto en Madrid para estrechar lazos entre ambas comunidades.

lunes, 19 de enero de 2015

Epistemología del bolso

Hay temas banales que en la mente de algún pensador zumbado darían para largos ensayos. Por ejemplo la fascinación de los hombres por las bolas. Cualquier cosa que se pueda hacer con una pelota, independientemente de su tamaño, despierta a cualquier hombre de su siesta. Yo lo dejo ahí. Otro es el de los bolsos. ¿Qué es un bolso?, se preguntaría nuestro hipotético pensador. En principio, solo una bolsa de mano donde guardar objetos personales. Pero detrás hay mucho más. Posición social, preferencia estética, personalidad y últimamente más de una carrera política en juego. Esta semana, cuando a la diputada autonómica Elisa Díaz la acusaron de vivir en una casa pagada por el constructor Enrique Ortiz, se defendió enseñando su bolso. Elisa puso sobre la mesa su viejo bolso de Mango comprado en un outlet, como demostración de sus estrecheces. Es como si un diputado hubiese llevado a los periodistas a un parking a enseñarles su viejo Panda del año ochenta. Las tiendas de bolsos deben estar cabreadas. Si una diputada autonómica que está en la élite social luce un bolso de diez euros y más de diez años, ¿a qué podemos aspirar las mujeres del pueblo? ¡Vaya faena le ha hecho Elisa al resto de cargos políticos de esta Comunidad! A ver quién es la guapa que a partir de ahora saca a pasear, no ya un bolso de Hermès o Vuitton, sino uno de Zara de temporada.
Es la puntilla que le faltaba a la clase política. Después de un lustro de desprestigio, ahora resulta que llevar un bolso de firma despierta suspicacias y críticas. Casi mejor dedicarte a cualquier otra cosa. Si eres comadrona, nadie va a cuestionar cómo has pagado tu bolso. Laura Fitera, que no es política y no tiene que rendir cuentas ante nadie, lucía esta semana una cartera de mano de Chanel de la colección Lego en la inauguración del hotel Balandret, una de esas citas que antes frecuentaban los políticos y en las que ahora no se dejan ver.
¡Cómo ha cambiado el cuento! En los años de la locura no había fiesta ni evento social que se preciase que no contase con una nutrida representación de políticos, que a su vez eran el centro de atención. Ahora hay pocos, y los pocos que hay están más ninguneados que un conseller en un ministerio. La fiesta estuvo de lo más apañada. Buen ambiente, jamoncito y vinito a tutiplén, música para todos los gustos (un cuarteto de música clásica y la pareja de DJ’s de moda) y suficiente espacio para no sentirte agobiado.
 
El Hotel está en el Paseo de Neptuno, frente al mar. Era uno de esos restaurantes de toda la vida, reconvertido en un hotel boutique de veinte habitaciones de lo más coqueto decorado por Carlos Serra, de El Mercader de Indias. A la fiesta fueron los diseñadores Adrián Salvador de Siemprevivas, Noelia Navarro y Miguel Vizcaíno, Carmina Durán, Isabel Cosme, Mª Dolores Enguix, Encarna Roig, Guillermo Martorell, el siempre encantador Javier Monedero, el pintor Jarr, Eva Marcellán, Amparo Mortes y Vicente Lacomba, Rocío Bacharach y Amparo Ortuño. Entre los no habituales, el diseñador Jaime Hayón, responsable del cambio de imagen de Lladró, con su mujer, la fotógrafa Nienke Klunder.
También estaba el joyero Vicente Gracia, que repitió esta semana en la inauguración de Las Cervezas del Mercado, en la planta baja del Mercado de Colón. El sitio es idóneo para aquellos hombres que primero entendían de vino y luego de aceite, aprendan ahora cuatro cosas sobre la cerveza con la que dar la tabarra. Ya me los estoy viendo: “esta tiene sabor a cebada rancia con lúpulo de maíz” a lo que otro contesta, “no, más bien lúpulo de arroz, ¿no lo notas en el retro paladar?” Y tú los observas con la mirada perdida mientras piensas, joder, qué bolso tan chulo lleva aquella chica, ¿dónde lo habrá comprado, cuánto le habrá costado, quién se lo habrá regalado?

lunes, 12 de enero de 2015

Intimidades invadidas

Muerta matá me ha dejado la presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial, Carmen Carmona, cuando ha declarado que el piropo es una invasión de la intimidad de la mujer y que debería erradicarse. Perdida a mi edad cualquier esperanza de que me digan aquello de “tía buena” al pasar junto a un andamio, me quedaba al menos el consuelo de que de vez en cuando alguien me dijese guapa, o al menos detectar que todavía atraigo alguna que otra mirada. A ese fin dedico buena parte de mi renta disponible, mi hambre, mi esfuerzo físico y aún el dolor de las inyecciones de botox. Y ahora resulta que lo que busco es la invasión de mi intimidad, ¿me convierte eso en una pelandrusca?, ¡Dios mío, ¿qué pensarán de mi las monjas que me educaron?! Seamos francas, eso de que una se arregla para gustarse a sí misma es una memez, ¿alguna de vosotras se ha tirado dos horas arreglándose para sentarse a ver la televisión sola en casa? Ya nadie volverá a decirnos guapas porque el que ose hacerlo puede acabar engrilletado en el asiento trasero del furgón de la Guardia Civil. Más de un marido recibirá la noticia con alegría, acaban de quitarse un peso de encima. Si alguna de nosotras vuelve a reprocharles, después de horas de acicalamiento, que no le digan lo guapa que está, él podrá acusarla de buscar su perdición: “¿Cómo voy a decirte guapa, acaso quieres que pase la noche en el calabozo?”. Lo peor es que la señora Carmona ha dicho esto la primera semana de rebajas. ¿Qué sentido tiene ya ir a comprar la falda monísima que llevas meses esperando?, casi mejor comprarse un chándal que es más sufrido. Adiós a nuestro fondo de armario, ¿quién lo quiere ya?, con tener un par de chándal de quita y pon, será suficiente.
En fin, mientras la propuesta de la señora Carmona se abre camino, aún podemos salir a comprarnos algún que otro trapito. Nos vendrán bien para las citas sociales de las próximas semanas y si alguien nos piropea haremos oídos sordos. Tomad nota, chicas, el martes que viene se inaugura en el Mercado de Colón Las Cervezas del Mercado by BWK. Como su nombre indica, el principal atractivo del garito son sus 16 tiradores con cervezas artesanas y de importación, algunas exclusivas en España, como la Guiness Special Export 8º o la Sagra Bohío. Para acompañar a la cervecita, puedes tomarte uno de los bocadillos de autor (lo de bocadillo de autor tiene mucha miga) de los cocineros Begoña Rodrigo de La Salita, Carito Lourenço y Germán Carrizo de Tändem Gastronómico, Jordi Ferrer de Freecook, Kiko Moya de L’Escaleta, Steven Anderson de MaKhin y Vicente Patiño de Saiti. Además, los panes también son de firma: estarán realizados por el panadero Jesús Machí. ¡Ahí es nada!
Al día siguiente, otra inauguración para estrenar modelito de rebajas, la del Hotel Balandret en el Paseo Neptuno, frente a la playa de la Malvarrosa. El nombre del hotel hace honor al cuadro de Sorolla El Balandrito, y la decoración, de Carlos Serra, es un homenaje a lo valenciano: paredes con azulejo de barro cocido, botijos, capazos para recoger naranjas, esparto y tinajas de barro. La fiesta de inauguración promete. Como estrellas invitadas, estarán Pepino Marino y Crawford, de Trendtwins, una pareja que reúne todos los tópicos del moderneo contemporáneo: son bloguers, fotógrafos de moda, DJ’s y además salen en el programa “Alaska y Coronas” y en el canal para chicas Divinity. ¡Atención a la foto de promoción del dúo porque no tiene desperdicio! Bueno, lo de los piropos se supone que también va para los hombres. Así que a ninguna de vosotras se os ocurra decirle a un chico que está buenísimo porque podéis acabar en la mazmorra, ¡avisadas estáis!

lunes, 5 de enero de 2015

Por fin llegan los Reyes

Los Reyes Magos fueron un poco tardones. La buena de María dio a luz el veinticinco. Tres días después, la mujer debía de tener unas ganas horribles de irse a su casa: “-Pepe, cariño, ¿qué hacemos aquí con esta mula y este buey?, ¿no crees que deberíamos seguir camino?”. “Espera mujer, que están viviendo los reyes con regalos, no podemos hacerles ese feo”. Una semana después, el uno de enero, la paciencia de María debía de estar ya al límite: “Pepe, ¿tú estás seguro de que vienen esos señores?”. “Sí, mujer, ¿cómo no van a venir?” Día cinco de enero: “Mira Pepe, yo no puedo más. Tengo el cuerpo lleno de paja, me pica todo. Aquí el niño está fatal con esta burra que no hace más que mirarnos fíjamente todo el día y ese buey que cada vez que se levanta despierta al niño. Tú verás lo que haces, pero yo mañana cojo a mi hijo y me voy a Nazaret. Si esos señores no han llegado, les dejas una nota y que nos lo envíen por mensajero” Y el bueno de San José debió de salir al camino en busca de los Reyes: “Majestades, hagan el favor de darse prisa, que mi mujer está que echa chispas”. Desde entonces, aquí estamos, como María, esperando a unos Reyes que llegan con una semana de retraso. Lo suyo es que hubiesen llegado el día uno, pero no: cinco días más de comilonas, niños desidiosos, cuñadas, suegras, sobrinos… Francamente, el seis de enero es una pasada, a estas alturas ya no te apetecen ni el incienso, ni la mirra ni el roscón de reyes, lo que quieres es que se pase todo ya y volver a la rutina. Vamos, lo que mismo que debía de apetecerle a María: volver a casa, guardar la ropa, encender el fuego y descansar de tanto ajetreo y tanta gente yendo y viendo a hacerle carantoñas al niño. Claro que no es lo mismo la calle Colón en un día como hoy, que plaza mayor de Belén de hace 2015 años. Por muy hartas que estemos de las fiestas, salir hoy a buscar los últimos reyes tiene mucho encanto. Más allá de las tiendas de siempre, este año hay algunas novedades imprescindibles, como la tienda de Manuel Barrios Vintage Watches Valencia, que tiene relojes seminuevos de Rolex (hay varios Datejust igualitos que los que llevan las editoras de moda de Vogue), Cartier, Bulgari y todas las firmas de lujo que os podáis imaginar pero a la mitad de precio que el original.
Los relojes son de segunda mano pero llevan garantía, cajas originales y piezas revisadas. Más novedades. La firma Siemprevivas ha abierto tienda en Ruzafa, en la en la calle doctor Serrano 13. Adrián Salvador y Lucas Zaragosí podrían haberse ido a Madrid, Londres o NY, pero han preferido quedarse en casa, cosa que hay que agradecer, porque sus vestidos son de morirse. La colección de Siemprevivas se vende en además en VM The Shop, la tienda de Verónica Montijano y José Luís Vilanova que apuesta por el talento joven. Algunas tiendas abren y otras cambian de barrio: Cristina niños dejará pronto la calle en Sala y abrirá en un local de lo más espacioso en Sorní. Y Alex Vidal ha cerrado su megatienda de tres pisos en Hernán Cortés para abrir un pequeño bajo en la plaza del Patriarca con el nombre de su padre, Alejandro. Salir de compras estos días tiene otro aliciente. Las rebajas. Antes había que esperar hasta después de Reyes pero ahora la mayoría de tiendas pijitas de la ciudad, esas a las que la mayoría no podemos ir en temporada, están con descuentos: Ferragamo, Il baco da seta y Patos (Plaza Patriarca), Alejandra Montaner y VM The Shop (Sorni), La Quinta con Austria y Zoe (la Nave), Abito (Gran Vía), Wolf, The Livin, Tres y Chapeau (Hernán Cortés), TCN (Cirilo Amorós), Max Mara (Pascual y Genís)… ¡hasta los corners de firmas de El Corte Inglés han comenzado con descuentos para clientes!