lunes, 31 de agosto de 2009

Sin pasta, mejor en casa

Como dice un viejo amigo: quitémonos las caretas…, con esto de la Fórmula 1, o estás forrado de pasta y tan bien relacionado como el mismísimo Agag, o lo mejor es que te compres un granizado de limón y lo veas todo desde la televisión del apartamento. Vamos, que las clases medias, y no te digo ya los bajo-mileuristas, no tienen sitio en este sarao. A no ser que quieran andar bajo el sol agosteño durante un par de horas, para luego sentarse en una butaca, también asolanada, y ver en directo un minúsculo trozo de la carrera; sabiendo que después de la primera vuelta, acabarás más pendiente de las pantallas gigantes, que retransmiten lo mismo que la televisión de tu apartamento, que del trozo de curva que tienes bajo los pies.
Tampoco se hagan ilusiones los que pagan por vivir el ambiente de las carreras, porque eso, fuera de la tribuna central y el paddock club, y en las gradas el único ambiente es el los dos segundos que dura el rugido el tubo de escape al pasar cada coche.
Quizás alguien debería hacer algo para que todos estos grandes eventos que vienen celebrándose en Valencia sirviesen para algo más que para promocionar a la ciudad y entretener a la aristocracia política local y a algún que otro multimillonario despistado. Incluso la gente bien, pero de los bien bien de verdad de Valencia, están un poco moscas porque al final ellos ni están ni se les espera en las fiestas.
Precisamente anoche se celebró la fiesta oficial de la Fórmula 1, la que organizó Valmor en el Palau de les Arts. Hay que echarle muchas ganas para venir un 22 de agosto desde Javea o El Perelló; dejar el biquini y las chanclas, ir a la pelos, maquillarte, ponerte tacones y vestido de cóctel y estar lista a las ocho de la tarde ¡uff, uff, uff! A esa hora comenzaba el cóctel de bienvenida para los 300 invitados a la cena de gala de Valmor.
Allí estaban el Presidente Camps la Alcaldesa Rita Barberá, el vicepresidente Rambla, el presidente de Valmor Fernando Roig; Jorge Martínez Aspar;, empresarios como Boluda –me encanta la curva Boluda y –juntos pero no revueltos- otros habituales del Hola, como Eugenia Martínez de Irujo, Bertín Osborne y Palomo Linares, con su esposa Marina Danko, que fueron para apoyar a la Fundación Pequeño Deseo, a la que se destinó la recaudación de la cena, a 200 euros el cubierto. La sorpresa de la cena fue la presencia de Eric Clapton, invitado por Ecclestone.
Me cuenta Luís Gascó, de Valmor, que la intención fue que la gala tuviera un carácter muy deportivo, de ahí que invitasen a futbolistas -Albelda, Pablo Hernández- al nadador David Meca, al campeón del Tour de Francia Carlos Sastre, al piloto Marc Gené y algún piloto de Fórmula 1. Pero como los deportistas no llenan bastantes páginas de Hola, también invitaron a Imanol Arias, Miguel Angel Muñoz, Esther Arroyo y Vanessa Romero.
La cena también tuvo representación valenciana ¡faltaría más! La asociación Dos Aguas Luxury Shopping reservó un par de mesas que ocuparon Isabel Cosme, Presen Rodríguez, Maria Angeles Miguel, de Hermés; Encarna Roig, de Mont-Blanc; José Luís Aviles, antes director de Loewe y ahora de Bulgari; El joyero Antonio Romero; Carmina Durán, de la agencia de modelos y el diseñador valenciano afincado en Londres Ramón Gurillo. (Por cierto, ideales los uniformes de las azafatas diseñados por Javier y Javier).
Los 300 invitaron degustaron vinos de Bodegas Vicente Gandía y el catering de Hidromiel. Después, concierto de flamenco y after-party en la terraza de L’Umbracle, donde se presentaba un cóctel creado conjuntamente por el Champagne Mumm -Champagne oficial de la F1- y los diseñadores DSquared.
Rivalizando con la fiesta de Valmor, la empresa LG montó otra en el Molino Real de Paterna, con atractivos nada desdeñables como el modelo Jon Kortajarena, la actriz Amaia Salamanca, Arturo Valls, Elena Furiase, Pilar Rubio y ¡pásmense! Gonzalo Miró, el ex de la duquesita. ¡Mira que hay saraos en Marbella e Ibiza y tenían que coincidir en Valencia!
De los modelitos de una y otra fiesta nos iremos enterando cuando salgan las revistas del corazón. Si las carreras se ven mejor desde la tele del apartamento, las fiestas se disfrutan destripando el Hola con las mamás en la piscina. A no ser que seas la nueva señora Eclestone, que Berni está soltero después de un divorcio millonario.

viernes, 21 de agosto de 2009

¿Cómo se viste una vieja roquera para no dar el cante?

Concierto de Miguel Rios en el puerto de Alicante: 15 de agosto, mucho calor y mucho rocker trasnochado. Y allí estaba yo, de vieja rockera, saltando con mis chanclas brasileñas, después de romperme los sesos pensando qué debía ponerme para ir a un concierto de carrozones rejuvenecidos. Fue entonces cuando me dí cuenta de que lo vestir bien es como el mito de Sísifo, ese pobre condenado a empujar perpetuamente un peñasco gigante montaña arriba hasta la cima, sólo para verlo a caer rodando y volverlo a subir una y otra vez. Con el fondo de armario, sucede lo mismo; cuando ya piensas que dominas el arte de saber vestir en cada ocasión, va y te invitan a un concierto de Miguel Ríos y no sabes qué modelito escoger. ¡Ay, qué desastre! Años y años de vida social para acabar dudando como una inexperta quinceañera.
Empiezas a barajar alternativas: piensas en Raquel del Rosario, la mujer de Alonso, que siempre va a los conciertos con shorts vaqueros, pero si no tienes sus piernas, estás perdida; te acuerdas de Isabel Preysler en un concierto de Enrique Iglesias, pero tampoco; ella siempre recurre al negro total, pretendiendo darse un aire juvenil, y sólo consigue parecer la madre del cantante.
Si al menos el concierto fuera en invierno, estaría chupado: el invierno que viene casi toda la ropa tiene estética roquera: chupas de piel negra, bolsos de piel con tachuelas, leggins y camisetas… Pero no me veo un 15 de agosto en el Puerto de Alicante con cazadora de motero, la verdad… Total, que al final, imitando el look de la Infanta Elena en el concierto de Madonna, opto por los sufridos vaqueros, que lo mismo valen para un roto que para un descosido. Pero cuando ya he salido de este trance más o menos airosa, va y me invitan a uno de los saraos de la Formula 1…
Resulta que el próximo finde, el hotel Room Mate Marina, un hotel tan moderno como su dueño, Quique Sarasola, ha montado un super plan para ver las carreras de Fórmula 1 desde el ático, que tiene unas vistas súper privilegiadas del circuito. El plan es el siguiente: el sábado, cóctel de bienvenida, aperitivos y fiesta alter party hasta la 1 de la mañana, con dj en directo, bar y coctelería. El domingo, a las 12, brunch mientras ves la carrera Porsche mobil supercup; más cócteles y tapeo y a las 2 de la tarde, después del Gran Premio, comida y champagne y para rematar Alter Party hasta la madrugada con batucada en directo, masajista, dj’s en directo, coctelería y hasta crupiers para las mesas de póker. Y la cuestión es: ¿Qué te pones para un plan desde las 11 de la mañana hasta la una de la madrugada y con un calor de morirse? Ay, qué difícil… y además, a ver qué modelito resiste un día entero.
Después de semejantes pruebas, vestirse para la cena de gala de la Fórmula 1 del próximo sábado será coser y cantar. Este año no habrá el Amber Lounge porque el año pasado fue un fiasco, ¿os acordáis, esa fiesta que montan los ricos riquísimos para ellos mismos y que el año pasado acabó con cuatro buscavidas de ambos sexos vagando por la pista del baile del Hilton?.... Aquello evidenció que Valencia no tiene tantos ricos como pensaron los amigos de Eclestone o que aquí los ricos se estiran menos que un portero de futbolín.
Así es que sin el Amber Lounge, la fiesta más in de la fórmula será la gala de Valmor, que este año cuesta la tercera parte que el pasado: doscientos euros, que sigue siendo una pasta, pero mucho más llevadera que los seiscientos que pagaron el año pasado cuatro despistados. Además, con lo que se recaude van a echar una mano a la gente de la fundación Pequeño Deseo, que ayuda a cumplir los sueños de los niños enfermos.
Me cuentan también que ya hay invitados del faranduleo confirmados, no se sabe si previo cheque: Carlos Sastre, David Villa, Eugenia Martínez de Irujo, cantantes, actrices…. Y ojo a los uniformes que llevarán las azafatas porque me han chivado que están diseñados por Javier y Javier y aunque es secreto, seguro que son chulísimos. ¡Ay, quién pudiera vestir de uniforme, como las azafatas!

jueves, 20 de agosto de 2009

Entre la playa, las vacas e Internet, vamos pasando el verano

El verano se hace largo, muy largo porque a ver quién es la guapa que puede montar un plan medianamente atractivo para cada mañana, cada tarde y cada noche de los siete días de la semana. Total, que al final te pasas horas y horas marujeando con las mamis del complejo de apartamentos. Y el marujeo, en sobredosis, llega a ser cansino.
Al final cualquier cosa se agradece con tal de romper la monotonía. Yo, por ejemplo, esta semana me he ido a una granja de vacas en Requena. Confieso que al principio fui con el ceño fruncido, pero había que ir para que luego no dijesen de mi ese de que soy una pija estirada y que se me han subido los humos. Pero mira tú por donde al final, el plan resultó ser de lo más chic: allí, en la campiña requenense, al atardecer, entre vaquitas muy limpitas que duermen en colchones de látex y terneritos monísimos de la muerte tomando biberones; y nosotras bebiendo leche recién ordeñada como Heidi y Pablo, sólo que en una granja de Requena. Y ya la bomba fue cuando nos contaron que las caquitas de las vacas las recogen para hacer electricidad…y yo pensé “o sea que a lo mejor mi depiladora funciona con la caca de las vacas de Ramón…, ¡uy, que chupi, cuando lo cuente en Pilates!”..
En fin, que desde el jueves pasado ya no soy la misma, ahora soy un poquito más de campo. Pero todavía queda mucho verano por delante, y tampoco es plan de hacerme granjera a estas alturas. Menos mal que entre las vaquitas y el marujeo de piscina siempre queda Internet. Cuando te hartas de ver chancletas, pareos y biquinis, entras en un comercio de moda online, de esos que te venden ropa megapija las 24 horas del día, y alucinas con las nuevas colecciones de invierno, ¡ay, qué elegantes! Y si estás harta de hablar de las recetas de la termomix, te coges el portátil o el iphone y entras en la edición digital de Vogue y cotilleas los diseños de Prada y Chloé para el verano de 2010 ¡qué alucine!… O vas repasando mentalmente las compras que harás este invierno: un bolso de tachuelas, una cazadora de piel, unas botas de montar, una rebeca de cashmere, un vestido palabra de honor ochentero… ¡uff, qué desastre, me gusta todo!
Navegando por la red puedes evadirte durante unas horas del marujeo de piscina: irte de compras a Londres a las tres de la mañana y hacerte con el último bolso de YSL en net-a-porter antes de que llegue a las tiendas de Valencia; cotillear en facebook las fotos de las fiestas más chic del verano; ver las últimas novedades en la web de Prada y hasta comentar en tus blogs de moda favoritos.
Y hablando de blogs, hace poco descubrí en lamarquesa.es, la web de Marta Vilar, que una de mis blogueras favoritas es valenciana. Se llama Macarena Gea y diseña unos colgantes en forma de hada super coquetos. Las haditas están hechas con tul, fieltro, alambre y lana de algodón. Macarena empezó hace años vendiendo a tiendas como Linda Vuela a Río, pero un buen día salió en Vogue y se vio desbordada por no poder atender los pedidos; ahora sólo vende por Internet ediciones limitadas de sus colgantes; cada 15 días saca un modelo distinto de sus hadas, todas de lo más glamourosas, con sus bolsitos de Chanel y sus complementos chic… ¡qué monas!
Macarena también creo un blog para la muñeca blythe, la misma que sale en el anuncio de babaria rosa mosqueta. Las blythe son unas muñecas de culto: nacieron en los setenta, pero fue hace unos años cuando las japonesas recuperaron a esta muñeca de ojos enormes, pelo extralargo y cabeza absolutamente desproporcionada con su cuerpo. Las Blythe tienen algo que fascina, tanto que hasta han montado negocios entorno a ella: profesionales que les pulen la cara, les ponen pestañas, les tiñen y cortan el pelo, diseñan vestuario a medida ¡una pasada!
Entre mis blogs preferidos también está el de la modelo valenciana Mayte de la Iglesia, mitmebymayte.blogspot.com, donde puedes seguir la vida glamourosa –y también algo accidentada- de una modelo. Leer a Mayte es el mejor antídoto contra el aburrimiento marujil.

martes, 11 de agosto de 2009

La Fórmula 1 pierde gas

Alguien le echado un gafe a la Fórmula 1: Alonso penalizado y sin saber si podrá correr; la zona de megayates esperando que lleguen los megayates; el Hilton, que el año pasado fue sede de las fiestas del Amber Lounge, en concurso de acreedores y esperando comprador, y la gente aguantando hasta tres días de la carrera para ver si Alonso corre antes de comprar la entrada ¡qué desastre!
Por lo menos, este año la fiesta que organiza Valmor, la empresa que gestiona la Fórmula 1, será a beneficio de una ONG que ayuda a los niños con enfermedades graves a cumplir un pequeño deseo. Es que lo del año pasado fue muy fuerte: organizan una fiesta en Viveros por todo lo alto pero en lugar de invitar, piden 600 eurines por entrada y encima el dinero recaudado no era para ninguna organización benéfica.
No es extraño que más de una señora de las de toda la vida dijese que mejor se quedaba en casa, que desde cuando hay que pagar para ir a una fiesta y que el dinero se lo queden los organizadores, ¡qué fuerte! Bueno, la fiesta de Valmor del año pasado fue tal caos, que hasta los promotores perdieron un dineral porque tuvieron que regalar la mitad de las entradas para que no se quedasen mesas vacías.
Fue un despropósito detrás de otro. Primero tapizaron la zona de Viveros con césped y luego lo tuvieron que quitar por motivos de seguridad; después, durante la cena se pone a llover a cántaros y nadie había previsto instalar unos toldos o unas simples sombrillas para que las señoras no se mojasen. Parece que el presupuesto no les llegaba. Y mientras Rita Barberá y Mayrén Beneyto y un montón de señoras bien valencianas aguantaban el chaparrón con toda la dignidad que se podía, va y las artistas que habían venido previo cheque, como Marta Sánchez, se levantan a mitad de la cena y se van para no mojarse, ¡qué cara! Y para colmo, tienen que desconectar el equipo de sonido para evitar un cortocircuito y los músicos tienen que actuar a capella. En fin, que si yo llego a pagar 600 euros por entrada, exijo no sólo que me devuelvan el dinero, sino reclamo daños y perjuicios por destrozos en el peinado y el vestido ¡ay, cómo acabamos todas!
Supongo que esta vez la cena saldrá mejor. No lo tienen muy difícil para superar a la anterior. Para empezar, ya han mejorado en algo: la recaudación de las entradas -200 euros por persona- se destinará a la Fundación Pequeño Deseo, cuya misión es hacer realidad los deseos de niños con enfermedades crónicas.
La cena se celebrará en el Palau de les Arts Reina Sofía. Los organizadores aseguran que será el acto social más relevante de todos los de la Fórmula 1, y que asistirán autoridades, instituciones y personalidades del mundo artístico y del deporte. Las empresas pueden comprar mesas personalizadas con el nombre y logotipo, que a su vez se pueden regalar como invitaciones a clientes, compromisos, altos directivos…
Según el dresscode, los hombres tienen que llevar traje chaqueta y las mujeres un vestido cóctel. Todo el acto será en el Palau de les Arts, que como entorno no está nada mal. Primero se ofrecerá un cóctel en la terraza Les Palmeres; después la cena tendrá lugar en el salón Los Toros y se servirá con los comensales sentados y para finalizar, el After Dinner será en L´Umbracle. Además, durante la cena se organizará una subasta de artículos cedidos por las escuderías que participan en el Gran Premio y cuyos beneficios también se destinarán a la Fundación.
El fin de fiesta no podrá ser, como el año pasado, en el famoso Amber Lounge, el club megavip que sigue a los pilotos de Fórmula 1 en sus carreras a través del mundo. El club no recalará esta vez en Valencia. De Barcelona y Mónaco se irá directamente en septiembre a Singapur. Igual es porque el verano pasado no debió hacer mucha caja. Y además, el Hilton no está para fiestas vip. Menos mal que Boluda se ha quedado con una curva del circuito que hasta lleva su nombre “curva Boluda”. Ahí sí que habrá glamour.