lunes, 31 de diciembre de 2012

Nochevieja con plumas


Jo pe, hoy es noche vieja y no acaba una de encontrar razón  para alegrarse: un año más, una paga extra menos, recortes, protestas, huelgas… ¡Uff!, y para acabarlo de rematar sale el bueno de Rajoy a decirnos que 2013 será peor: pero hombre de Dios, ¿no podías haberte esperado a la semana que viene?, ¿Qué has ganado amargándonos así el principio del año? Es como esos cenizos que se recrean en comentar las desgracias de lo que ya no tiene arreglo: que te cortas el pelo, te dicen que largo te quedaba mejor; que comes un pastel, te recuerdan las calorías que tienen justo cuanto te has comido el último trozo; que se te encoje tu suéter nuevo en la lavadora, te recuerda que hay que hacer las cosas sin prisas porque luego pasa lo que pasa…
El caso es que se pongan como se pongan Rajoy, De Guindos, Rubalcaba y compañía, nosotras mañana tenemos que estar súper espléndidas de la muerte y reírnos todo lo que podamos. Porque sólo habrá un plan peor que ir a una fiesta de Nochevieja y es quedarte sin fiesta, encerrada en casa, cenando tú sola con tu chico un sándwich de jamón y queso: ¡qué bajón!
La evolución de las fiestas de Nochevieja juega a nuestro favor: atrás quedaron los vestidos de gala, las lentejuelas, los escotes escotadísimos, los tacones taconísimos y los maquillajes maquilladísimos. Ahora te plantas un plumas, un vestidito, unas bailarinas, un poquito de rímel y un toque en los morritos y  ale, a la fiesta: ¿qué hubiesen dicho nuestras madres si ven a una de sus amigas plantarse en la fiesta del Monte Picayo con un plumífero, unos zapatos planos y la cara lavada?; les hubiese dado qué hablar para media noche, más de una lo habría tomado como una ofensa, un feo al resto de las chicas de la pandilla, que se habían hecho un moño color caoba y llevaban todo la tarde sin apoyar la cabeza en ningún respaldo.
El caso es que en los últimos años muchas prendas han salido del armario de la ropa de sport para colarse en el de fiesta. Primero fueron los vaqueros, que pasaron de ser una ropa de fin de semana a llevarse de noche con tacones; luego vinieron las Converse y las tenis de Lanvin, de seda y con cordones de grosgrain, y esta temporada las sneakers de lujo de Isabel Marant. Y finalmente el plumas, que se ha impuesto a los abrigos de toda la vida. Son menos fardones, quizás menos sexy, pero más cómodos y sobre todo mucho más baratos que aquel visón que papá le compró a mamá tras diez duros años de privaciones.
Cuenta Pilar Puchades, de Chapeau, que el boom de los plumas empezó con Moncler, que hasta hace unos años sólo utilizaban los esquiadores porque son prendas técnicas que abrigan mucho. “Moncler tardó más en desarrollar el diseño, eran prendas más básicas, pero cuando lo hizo tuvo un éxito inimaginable, en Milán la gente hacía colas de varias calles para comprarse uno”.
Ahora todo el mundo lleva un plumífero porque son muy cómodos, abrigados y combinan con todo. Verónica Montijano tiene en su tienda VM The Shop los de la firma Herno (también  están en Wolf)  y dice que son plumíferos urbanos, muy cómodos, no engordan porque la pluma no está embolsada y por eso no cogen tanto volumen y además como la pluma está en contacto con el cuerpo, abrigan como un edredón. ¡A las milanesas les encantan!, dice Verónica.
Rosa Morera, de Max Mara, también habla maravillas de los nuevos plumas “son híper ligeros, confortables, muy fáciles de llevar, prácticas y versátiles y perfectos para viajar porque no pesan, no se arrugan, no ocupan espacio y puedes llevarlas por el día y por la noche.”
Pues nada, chicas, se pongan como se pongan los políticos, y los hombres en general que para esto de augurar desgracias económicas siempre están más dispuestos que nosotras, no consintáis que nadie os agüe la fiesta, poneos vuestros plumas y salid de casa más esplendidas que nunca, que tiempo habrá de poner malas caras.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Tradiciones navideñas

Tenemos que cuidar la estética navideña. Por ejemplo, hay tres cosas que nunca debe ponerse un hombre cuando va a un cóctel o a un cenorrio navideño: los vaqueros, los calcetines blancos y las botas tipo cowboy o motero, Luis Bodes, gerente de Hannover dixit. Así es que, si en Nochebuena tu chico, en un alarde de originalidad o rebeldía, se calza una botas para ir a cenar a casa de su madre, tienes que plantarte en la puerta y decirle; “Mira guapo, con esas pintas no sales de casa conmigo y menos para cenar en casa de  Mamá, con tus hermanas danzando por allí. Que no me he pasado yo la tarde pensando cómo vestir a los niños para que ahora vengas tú y lo eches todo por tierra con esas botas camperas que llevabas cuando frecuentabas Cánovas en los años de gloria de Alaska y los Pegamoides”.
La Navidad hay que cuidarla ahora más que nunca, porque ya nos han quitado las cestas, los jamones incluso los Christmas en papel, ahora son todos digitales y no es lo mismo, porque los de papel te hacían sentir una de las elegidas, además iban llegando poco a poco y te servían para decorar la mesa del despacho. Ahora, llegan todas juntas, sabes que tú eres solo una más en la lista de “contactos” y al final ni las abres, directamente le das a suprimir.
Afortunadamente, todavía hay quien mantiene las tradiciones, como Loewe, que  ha enviado un tarjetón precioso que parece un lienzo, con su marco y todo, y una dedicatoria escrita de puño y letra por Amparo de la Concepción, la directora de la tienda en Valencia.
El joyero Vicente Gracia también es un gran amante de las tradiciones y celebró su cóctel de Navidad el jueves pasado. Las fiestas de Vicente Gracia siempre son las más divertidas porque reúne a gente de lo más interesante, “gente que no es la de tota la vida, gente que está en circuitos diferentes, que no se conocen entre sí y a la que me encanta mezclar”. Allí estuvo el arquitecto Ramón Esteve, Carmen Magraner, Adela, una señora que a sus ochenta años todavía baila flamenco y que vivió toda la época de Tánger en los años 50 porque su padre tenía allí la distribución de Bodegas Hispano Suizas, la actriz María Luisa Merlo, Agustín Morera, Pepa Martí y la diseñadora Marta de Diego, Luís Font de Mora y su mujer Charo, que fue secretaria de Chencho Arias en su época de embajador de EEUU…
Entrar en la joyería de Gracia es hacerlo como en la cueva de Alí Babá, con tesoros escondidos, antigüedades, lienzos y piedras preciosas. Durante estos días, se puede ver la exposición de ópalos de de Attila Pereghy, un aventurero que recorre África y Australia a la caza de estas piezas. Además de la última colección de Gracia, una serie muy divertida de piezas tutifruti inspiradas en el fruto de la granada, con piedras granate y hojas de color verde. Las joyas de Gracia tienen un aspecto simbólico y casi mágico junto con un toque fallero muy valenciano.
La semana que viene, más citas postnavideñas. El jueves 27 se inaugura Cosmetics Boix, un espacio de dermocosmética de la Farmacia Boix en Pascual y Genís. Y el 25 se celebra la gala de los Premios de la Academia Valenciana de Gastronomía en el restaurante La Embajada.
Y hablando de restaurantes, acaba de abrir La Terraza delPatriarca en uno de los sitios más chic de Valencia, la plaza del Patriarca. Allí, cerca de Hermès y Vuitton, puedes sentirte como en un café parisino, sólo que en vez de tomar omelette, te pides unas bravas, un bullit valenciano o unas croquetas de morcilla. También dan desayunos y cócteles. Los dueños han cuidado todos los detalles: uniformes diseñados por Fran Tochena y la carta ilustrada por el dibujante Paco Roca. Vamos, el sitio ideal para quedar con un par de amigas y relajar el estrés de las comilonas familiares.
(foto: CUELLAR)

martes, 18 de diciembre de 2012

Frivolidades navideñas


Esta semana iba a hablaros de la Navidad y juro por mi acta de montañera de Cristo Rey que había pensado en ponerme en plan profundo, abandonando el tradicional toque frívolo de esta página, porque me he pasado la semana en vela después de haber oído en una cafetería, sin que nadie me identificase, que sólo una lerda insustancial podía escribir semana tras semana una columna como ésta. ¡Jo, pe!, pensé mientras me ponía las gafas de sol y me subía la bufanda hasta la cejas, temerosa de que alguien me identificase: con lo graciosa que me queda a veces la página. 
Así es que estuve días y noches buscando un argumento sesudo y con carga de profundidad humana y divina sobre el espíritu perdido de una sociedad que anda a la deriva, desnortada, víctima del consumismo más voraz, que ahora se siente huérfana porque no tiene valores a los que asirse. Y entonces va y veo que al presidente del Congreso de los Diputados le montan un cirio de muy señor mío porque ha felicitado la Navidad con un toque religioso. ¡Diantres, qué país!, aquí te ponen a parir digas lo digas y hagas lo que hagas. Así es que vuelvo a lo mío, que mañana es lunes y para leer cosas serias ya tendréis entonces a Javier Paniagua.
Y como tengo la suerte de que lo mío es el cava, las compras, los cocteles, las tiendas y los saraos, pues allá voy, porque esta semana ha sido de infarto. El miércoles, José Vivo de la boutique de niños Cristina, presentó su colección de ropa de ceremonia y comunión en un desfile en la Embajada, ¡qué niños tan monos! Jose es un artista y consigue algo muy difícil, niños que no son ni cursis, ni excesivamente modernos.  Son vestidos de líneas muy depuradas hechos con tejidos naturales y de altísima calidad: lino, organza, sedas… De lo más estiloso. El mismo día, Loewe inauguraba su nuevo corner en El Corte Inglés de Pintor Sorolla, un espacio mucho más acorde con el lujo de la firma.
El jueves también hubo de todo. Mont Blanc invitó a un cóctel navideño y sorteó un par de regalos en su árbol de los deseos de Navidad. Cerca, en la calle Barcelonina, María Dolores Enguix celebraba los veinticinco años de la Optica Climent con cava Tamtum Ergo y bombones traídos de Suiza. Para la ocasión, se trajo al distribuidor de una de las firmas de gafas más cool, Oliver Peoples.  Hasta la óptica se acercaron Mamen Puchades, de la Joyería 7, Encarna Roig, de Acosta, Amparo Ortuño y María Angeles Miguel, de Salvatore Ferragamo. Por cierto, Ferragamo ha vestido a Isabel Aliño en el último catálogo de la joyería RafaelTorres. La joyería celebró también el jueves un cóctel en Bamboo de Colón para presentar su catálogo, (¡me lo pido todo!) y la colección de relojes deBreitling.
El cóctel fue de lo más glamuroso, hasta allí se acercó la Alcaldesa Rita Barberá, la directora General de Comercio, Silvia Ordiñaga, la diseñadora Presen Rodriguez, la directora de Loewe en Valencia, Amparo de la Concepción, las hermanas Laura y Blanca Fitera, además de clientes de la firma como Sol Royo, Pilar Barbería, Pilar Barber, Maiti Moroder, Chimo y María Carbó, Jesús Soriano, Vicente Esteve, Eduardo Valero, Manuel Mompó, Maite Igartuburu y Pilar Tamarit.
Si las firmas de lujo no han parado, las fundaciones solidarias tampoco.  La Fundación Pequeño Deseo organizó una subasta solidaria en el IVAM y la fundación Dasyc un rastrillo que está abierto hasta mañana lunes (hoy también abre). Allí puedes comprar ropa, calzado, bolsos, complementos, decoración navideña, libros, juguetes, telas, tocados, bisutería y todos los que superen los 50 euros de compra participarán en el sorteo de una cesta de Navidad. Además, hay cuentacuentos, talleres navideños y manualidades para niños. En el rastrillo han colaborado Marisa García del Picaporte, Cristina Blanc, las dos hermanas Alonso (Rafi y Maui), Ana Abad, Marta Barandiaran, Carmen Barrachina, Lourdes Bover y las hermanas Ventura.
Bueno chicas, os dejo que me voy a reflexionar sobre la idoneidad de asistir a todos estos actos en aras al enriquecimiento personal propio y ajeno…¡Ja, ja, profunda que es una!

lunes, 10 de diciembre de 2012

Brotes verdes

Desde que aquel iluminado dijo que estábamos “en el inicio del final de la desaceleración”, allá por 2008, hasta hoy, hay que ver la que ha caído. La verdad es que más de un político debería consultar a Aramis Fuster antes de hacer según qué declaraciones. Luego vino lo de los brotes verdes…, y aquí seguimos, pasando el puente de la Constitución viendo capítulos viejos de Sexo en Nueva York para recordar buenos tiempos, cuando media Valencia paseaba por la Quinta Avenida en cuanto se juntaban tres festivos.

Y lo único que da alas al optimismo es ver que de vez en cuando, muy de vez en cuando, algún valiente le pone a la vida lo que hay que ponerle y monta negocios originales, creativos, divertidos, cultos… Vamos, que hay gente por ahí que es la leche.

Marisa Giménez Soler, licenciada en Arte y comisaria de exposiciones, y Teté Amat, arquitecto técnico y decoradora acaban de abrir un nuevo espacio para exposiciones a mitad camino entre una galería de arte y un mercadillo de artesanía. Se llama “Doce islas, el Club de las mentes inquietas” y está en la calle Trinitarios 12, una casa antigua con un patio interior chulísimo. La casa la comparten con los arquitectos Eduardo Fernández-Moscoso y Mario Rando, que están especializados en proyectos sostenibles.

El club ha abierto con una exposición colectiva de más de sesenta artistas de ámbitos tan distintos como la moda, la fotografía, el diseño de joyas, la escultura… son pequeñas obras de arte que puedes comprar a partir de 3 euros.

La inauguración fue el viernes pasado y por allí pasó gente de lo más chic de Valencia: Pilu Díez de Ribera, de la tienda Lester, el joyero Joaquín Berao, el equipo del Café de las Horas con Manolo y Marc al frente, Marta Manglano, Chimo Llixiona y Lolo López-Ygual, Rodolfo Valiente de Bodegas Vegalfaro, las hermanas Soler Crespo, Lucía García de la Cuadra, Nicolás Bugeda de la Conselleria de Cultura, Yolanda Iturraspe y el productor musical Dani Cardona.

Pasear por doce islas es como hacerlo por un mercadillo arty con piezas muy seleccionadas, es difícil no picotear algo. Hay ropa de Beatriz Rodríguez-Lapuente con su firma Amore Ibiza, complementos y camisetas de Miralindo, una firma de ropa infantil comprometida y con unos diseños de lo más monos, pintura de Marisa Casalduero, con sus dibujos naif, colgantes de metacrilato de Candela Duarte, la hija de Santi, el hermano de Nacho Duato. Hay fotografías de Lola Barcia, Ignacio Evangelista o Chimo Serrano y pintura de Assad Kassab, Fernando García del Real y Manuel Olías.

El viernes, los puestos más concurridos fueron los de los sombreros de María José Martínez Medina y las joyas que Paco Gimeno, Raúl Poveda y Michi Lleó que traen de sus viajes a Estambul. Los sombreros de María José son una pasada. Tiene una colección de calle muy divertida que hace ella misma utilizando materiales muy inusuales en la sombrerería, en muchos colores y muy fáciles de llevar; hay casquetes pequeños y gorros urbanos de fieltro con forma de cascos de guardia urbano antiguo y una borla de lana, como gorros de nieve. Los hay tan prácticos que se pueden doblar y meter en el bolso y no se arrugan. La pena es que aquí en Valencia no nos atrevamos con los sombreros. En Madrid o en París o en Italia es lo más normal del mundo, pero aquí te pones uno y te ven como una snob. ¡A ver si con los sombreros de Martínez Medina empezamos a atrevernos!

Más brotes verdes. La semana pasada abrió la taberna Qba en la planta baja del Restaurante Messana: tapas y vinos para cenar de una manera informal. A la inauguración fue Javier García Lliberós, Mónica Morales, María José Solaz, Sedi Casanova… Y la semana que viene más inauguraciones: el 14 abre un restaurante de comida orgánica, Kimpira, en la calle convento San Francisco 5. Y Edbe, la empresa de Edgar Betoret, inaugurará el próximo miércoles su nuevo restaurante La Plaza del Patriarca.

martes, 4 de diciembre de 2012

Semana de compras y cava

¡Jo pe!, vaya semana de fiestas y jolgorio para la gente “que tal” de Valencia: esos que están en todas las listas de invitados a fiestas y eventos y que siempre saludan con una sonrisa y un ¿qué tal? (arrastrando un poco la “a” y envolviéndola en una gran sonrisa). Y tú te quedas mirándole y piensas, pues hija, teniendo en cuenta que te vi ayer, antes de ayer, la semana pasada y la anterior tampoco es que tenga mucho que contarte, así es que sigamos sonriéndonos las dos, hasta que venga alguien más a quien podamos preguntarle qué tal.

Pues como os decía, esta semana la vida ha sido un no parar para la gente qué tal la shopening night, la Ciudad Fallera Pop Up, la fiesta del cava en Requena, el desfile de Dimova por el Centro Histórico, la inauguración del Restaurante Huerta Santa Catalina, el nuevo estudio del Mercader de Indias en la Gran Vía y alguna que otra cosa más. Todo eso pasando más frio que una quinceañera en nochevieja yendo de fiesta en fiesta con su primer vestidito de cóctel, porque esta maldita crisis a las cuarentonas nos ha cogido en el momento justo en el que nos tocaba comprarnos un abrigo de piel, como el que tenían nuestras madres, y que hasta ahora habíamos despreciado porque nos parecía de señoras. Para cuando pase esto, si es que pasa, ya no sabremos si preferimos el abrigo de visón rasado al batín calentito.

La shopening night mejora con cada edición. Los comerciantes se han dado cuenta de que con los tiempos que corren, el concepto de salir de compras ha cambiado, ya no se puede salir sólo a comprar, porque el plan se acabaría en cinco minutos. Las tiendas hacen bien en ofrecer algún atractivo más allá de sus productos: una copita por aquí, otra de cava de Requena por allá, un detallito, una sorpresa… Hija, y al final te vas a casa con alguna comprita de nada pero con la sensación de que tu vida sigue teniendo algo más que niños, baños, maridos enfurruñados, y horas de trabajo y estrés.

La zona de Marqués de Dos Aguas fue todo glamour, además del lugar elegido para la inauguración. Allí estuvo el Conseller de Economía Máximo Buch con su eterna expresión de hombre feliz. También se dejaron ver la Directora General de Comercio Silvia Ordiñaga, la presidenta de Fecoval, Maribel Cosme, el presidente de la CEV, Salvador Navarro, y la modelo valenciana Mayte de la Iglesia, que fue la madrina del evento. Esta chica es genial: bloguera, estilista, cronista de moda, ha diseñado una pequeña colección para women secret y además no va de diva por la vida.

A las doce, cuando cerraron las tiendas, el mundo del glamour valenciano se fue a la fiesta de Yo Dona en el Upper Club. Entre los invitados, el Conseller y su mujer Mabel, la concejala de comercio María Jesús Puchalt, el doctor Ricart con su mujer Carolina Merino, la subdirectora de Yo Dona Cristina Aldaz, Héctor Alegre (E-fusion), y mucha de gente de los comercios valencianos con Marcos de la Fuente, de Unidad Editorial, de anfitrión.

Al día siguiente, más saraos, esta vez en Requena para celebrar la fiesta del cava. Como fue el President Fabra, los políticos valencianos que no tiene de qué esconderse, que alguno queda, cogieron el AVE y se fueron para allá. Les arroparon buena parte de la sociedad valenciana, sobre todo de aquellos que tienen algo que decir en el mundo de la gastronomía: Cuchita Lluch, Jaime Lamo de Espinosa, que alguien debería nombrar embajador de Requena; Raul Alexandre, ex cocinero de Ca Sento que ha abierto cerca de la Avenida Aragón el restaurante el 534 (el valor de la prima de riesgo española el día que buscaba nombre); Maxi Bao, nariz de oro de 2005; Bruno Murciano, que fue sumiller en el Ritz de Londres…

Lo que quedó claro allí es que el cava de Requena bueno entre los mejores. Así es que estas navidades lo que toca es hartarse de beber cava de Requena para hacer más llevadera la sobremesa con las cuñadas.