lunes, 29 de octubre de 2012

Open de tenis: los ricos siguen ahí

Esta crisis se está haciendo más larga y pesada que aquella dieta de la alcachofa: tres días que parecían tres lustros, desayunando, comiendo y cenando alcachofas. Pues aquí estamos en lo mismo, todo va tan mal que parece que esto va a ser eterno. Menos mal que todavía queda el Open de Tenis para olvidarnos por unas horas de extractos del banco.
El sábado pasado, a las 3 de madrugada, un tipo con un maletín y alguna que otra herramienta entraba en la zona más exclusiva del Open de tenis. Podría pensarse que iba a coger lo que no es suyo o que iba a tapar alguna de las goteras del Ágora, no sea que hoy le dé por granizar. Pero no, nada de eso; era un relojero venido ex proceso de Suiza que venía a retrasar una hora los relojes de pared que hay el Open Club, un espacio al que sólo puedes entrar con pulserita vip y donde se alojan los stands de los patrocinadores del torneo, entre ellos Rolex. ¡Jo pé!, ¿y no podrían haberlos atrasado a las diez de la mañana cuando llega la gente normal y corriente? Pues no, Rolex es mucho Rolex y no está dispuesto a que sus relojes marquen mal la hora aunque sólo se enteren los fantasmas y los guardas de seguridad.


Son muy sofisticados –dice Carlos Giménez, de Giménez Joyeros-, tienen un mecanismo muy complicado y esta noche se produce un cambio de horario, a las dos de la madrugada, no podemos dar una mala imagen”. Para las curiosas que el domingo no tuviéseis nada que hacer y decidiérais daros un paseo por allí a poner en hora vuestros relojes, los tres relojes de Rolex estaban uno junto al restaurante, otro en recepción y el tercero dentro del stand de Giménez. Luego se podía ir a tomar el aperitivo a la Alameda y fardar de la hora que marca vuestro reloj: -“Hija, te digo que son menos cuarto en punto y ni un segundo más”.

Por el stand de Rolex han pasado el tenista francés Jo Wilfried Tsonga, Alex Corretja, Nicolás Almagro e invitados como la presidenta del Palau de la Música Mayrén Beneyto, la presidenta de Unicef Valencia Nidita Guerrero con su marido José Antonio Prat, el modisto Valentín Herráiz, Carmen Martínez-Colomer, el doctor Carlos Vázquez, el jefe del Servicio de Oncología del IVO Vicente Guillen, premio Nou d’Octubre, Paco Segura con su mujer Sofía, los doctores Pepe Dalmau y Bruno Camps y un montón de invitados más como los diseñadores Alex Vidal y Francis Montesinos.

El plan de los invitados era de lo más chic: entras en el Open Club, las azafatas te ponían la pulserita y pasabas al stand de turno a tomar un aperitivo y luego al Agora a ver uno de los partidos. Entre canapé y partido, podías comer o cenar en el comedor oficial con la cocina de Paco Morales del restaurante Masset Ferrero.

Con la que está cayendo y la retahíla de malas noticias que nos van llegando, que cada día nos atragantan las tostadas del desayuno, hablar del lujo puede parecer un poco frívolo. Pero reconozcamos que es más agradable pasar la mañana del domingo mirando los relojes de Rolex, que sentada delante del ordenador mirando los extractos del banco, ¡ya habrá mañana tiempo para eso!

Además, qué demonios, el lujo tradicional, el que sigue haciendo las cosas bien hechas, en muchos casos artesanalmente, tiene su mérito y en una sociedad que anda reivindicando la excelencia, no le viene nada mal que siga habiendo una alternativa a la cultura del usar y tirar. Algunas firmas de lujo fabrican las cosas exactamente igual ahora que hace cincuenta años; son marcas a las que no les gustan los grandes alardes ni las excesivas innovaciones. Vamos, que son como sus clientes, gente bien, conservadora de toda la vida.

En eso Rolex se parece bastante a Loewe, que cada vez vuelve más a sus orígenes. Su bolso estrella es el Amazona, un modelo que tiene más de 25 años. La semana pasada, Amparo de la Concepción invitó a sus clientas de Loewe en Valencia a conocer uno de sus Amazona más sofisticado: el Atelier, un invento que te permite encargar tu bolso a medida personalizando las cantoneras, las asas, el cuerpo y las piezas metálicas, eligiendo colores y tipos de piel.

Bueno chicas, ¡ale!, ya está bien de soñar con bolsos y relojes, volved a la cruda realidad: enfundaros vuestros vaqueros, colgaos vuestro bolso de 2007 y salid a dar un paseo que eso, por ahora, nos lo podemos permitir.

lunes, 22 de octubre de 2012

Algunas cosas nunca cambiarán

A veces una tiene la sensación de que el género humano no evoluciona así le maten, sobre todo la parte que le toca a los chicos. Una ve esas películas ambientadas en la Inglaterra victoriana, en las que después de la cena los hombres se retiran en grupo a fumar, mientras las mujeres se quedan cotilleando, y piensa: fíjate, pobrecitos aquellos hombres que necesitaban aislarse de las mujeres para divertirse. Y mira tú por donde, ahora, con la prohibición de fumar en locales públicos, va y se reproduce la escena. Ellos tienen una tendencia a agruparse entre sí, y nosotras lo propio entre nosotras. Así es que se forman grupos de chicos y chicas, ellos más con el puro, nosotras más con el cigarro. Y a la vuelta a las mesas, en cuanto te descuidas ya se ha trastocado toda la disposición original y ellos están con ellos y nosotras con nosotras.

El viernes por la noche, en la Hípicia, la Fundación Fuvane celebró una gala benéfica. No me quiero ni imaginar el curro que se metieron las organizadoras para montar las mesas y en cuanto acabamos de tomar la última cucharada del postre, todo saltó por los aires. Buena parte de los hombres salieron a fumarse un puro a la terraza, para cuando volvieron, todas las mesas estaban trastocadas, ya nada fue como antes, adiós a la integración y a la igualdad entre sexos.

En fin, somos así, y se ponga como se ponga lo políticamente correcto, hay cosas que no cambian. Lo de fumar un puro tiene su aquel, porque hay que ver lo que dura, y lo que huele, un chisme de esos; da para hablar de todo, de fútbol, de política, de la crisis, de la muerte de Emmanuelle y hasta de los avatares de Nacho Vidal.

Bueno, el caso es que la cena de Fuvane reunió a buena parte de la sociedad valenciana. Allí estuvieron el Conseller de Industria Máximo Buch, el torero Vicente Barrera, el vicepresidente del Consejo del Poder Judicial Fernando de Rosa, el presidente del Consejo Jurídico Consultivo, Vicente Garrido, la concejala de Sanidad del Ayuntamiento Lourdes Bernal, las hermanas Laura y Blanca Fitera, el doctor Murgui, María José Navarro, el presidente del Club de Encuentro Manuel Broseta, Paco Puchol, los empresarios Salvador Navarro, presidente de la CEV; Vicente Lafuente, de FEMEVAL, Vicente Folgado, de la Federación de la Madera, Juan Eloy Durá, de la construcción; Bernardo Noblejas, presidente de IVEFA, el director de Feria Valencia Enrique Soto, Joaquín Maldonado

El alma y presidente de FUVANE es el periodista Eduardo Alcalde, que agradeció el apoyo de toda la gente que colabora para ayudar a niños con parálisis cerebral, sobre todo a la junta de apoyo: María José Albert, Begoña Ciscar, Pilar Pons, Beli Botella, Mayayo Gómez-Lechón, Santi Aguilar, Susana Pérez-Manglano y Amparo Moreno. Eduardo Alcaide nos dejó a todos al borde de las lágrimas contándonos la historia de su hijo Alejandro, un niño prematuro que tuvo problemas que derivaron en una parálisis cerebral. “A mí familia y a mí nos cambió la vida, nos hizo ser mejores personas, más comprensivos con los demás y a cambiar nuestra escala de valores”. Después, puso un video con los logros conseguidos por niños que han conseguido superar lo que parecía imposible para ellos: caminar, sentarse y ponerse de pie o participar en actividades cotidianas de la vida, como comer, asearse o vestirse.

Alcalde compartió mesa con el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata, con su mujer Pilar Pons, con María José Albert (ideal con un vestido de Pailletes de Presen Rodríguez), Vicente Cotino (que ha cedido las instalaciones del parque tecnológico donde FUVANE atiende a los niños) y su mujer Iría, una gallega de lo más estilosa.

Después de la cena vino el típico sorteo. Rosa Morera cedió un bolso de Max Mara, mientras que Lourdes Verdeguer, de Patos, regaló diez collares de lo más monos, Salomé Corell dos de sus pulseras y los artistas Ripollés y Willy Ramos una escultura y una pintura, que fue a tocarle a Vicente Barrera.

lunes, 15 de octubre de 2012

… y Telva premió a los mejores

Más allá del sinfín de sesudos análisis que se han hecho sobre las causas de esta crisis, quizás al final todo pueda resumirse en que hubo tiempo en que muchos creímos que las cosas verdaderamente valiosas podían conseguirse sin esfuerzo. Un tiempo en el que se subió a los altares de la fama a gente que hizo poco o nada por los demás, que no buscó la excelencia en lo que hacía y aún menos se empeñó en mejorar el mundo. Cuando todo esto acabe muchas aguas habrán vuelto a su cauce y una de ellas será volver a valorar el trabajo bien hecho que mejora la vida de la gente.

De alguna forma, todo esto se respiraba en la Gala de los Premios Telva del lunes en el Palau de la Música. La directora de la revista Olga Ruiz dio las gracias a los premiados, Vicente del Bosque, Sara Baras y el Doctor Baselga, diciéndoles: “(…) Sin vuestra lucha y vuestra perseverancia nuestra vida sería menos buena, menos hermosa y menos emocionante.”

La presentadora de la gala fue Alejandra Prat, monísima con un vestido de Alberta Ferretti. La directora del Palau Mayren Beneyto, de negro con vestido de Amparo Chordá y un collar de coral espectacular, dio la bienvenida y puso el toque valenciano regalando una mocaorá a Olga Ruiz.

José María Manzanares entregó el premio a Vicente del Bosque, quien con su habitual sonrisa dijo que era la primera vez que recibía un premio de una revista de moda. Mayren Beneyto se lo entregó a Sara Baras quien dijo que lo llevaría “cerquita del corazón, sobre todo cuando baile”. Y Olga Ruiz al Doctor Baselga que como buen científico parecía poco acostumbrado a estos saraos y precisamente por eso supo reconocer el mérito de Telva: “(…) Que una revista como la vuestra, con el peso que tiene en nuestra sociedad dedique un premio a la divulgación científica tiene muchísimo mérito y me rindo ante vosotros”.

Por lo demás, entre los invitados, como era de esperar, hubo mucha cara conocida de Valencia y del resto de España. Patricia Rato, Jaime de Marichalar, el presidente del Banco Sabadell Josep Oliu; Esteban Rabat y su hijo Jordi Rabat con su mujer Eva Palao; la piloto de GP3 Carmen Jordá, Patricia Olmedilla, vestida de Teresa Helbig, con su marido Gonzalo de la Cierva; Carmen Lomana, Fiona Ferrer...

De Telva vinieron Alejandro de Vicente, vicepresidente de Unidad Editorial, Marta Aramendía, Samary Fernández, Sandra Santero, Marcos de la Fuente, la subdirectora de Telva Lucía Francesch, Paloma Artola, Ainhoa Berges y la redactora jefe de moda de Telva, la valenciana Maite Sebastiá y el director de El Mundo Valencia, Rafael Navarro,

Entre la “gente de la terra”: la delegada de Gobierno, Paula Sánchez de Leon, los conselleres, Maximo Buch y Lola Jonhson, el diseñador Francis Montesinos, que acaba de sacar un vino blanco que lleva su nombre y se sirvió en la cena. También los empresarios, Hector Colonques, Presidente de Porcelanosa, David Lladró, Pablo Serratosa y Juan Carlos Gómez Pantoja, con su mujer Cristina Blanc; el arquitecto Ramón Esteve, el doctor José María Ricart con su mujer Carolina Merino, vestida de Gucci; Joaquín Maldonado y su mujer Sofía Carpi; el torero Vicente Barrera, Marisa Marín, del Colegio Yale; Fernando Aliño, autor del catering de la cena, y su mujer, Marta Pons; los interioristas Carlos Serra y Susana Lozano, los diseñadores Valentín Herráiz, Marta de Diego y Amparo Chordá; Alejandro Bataller, de Sha Wellness; la artista Nanda Botella, Cuchita Lluch, Rocío Bacharach… Además, jóvenes como Andrea Pascual, Sonsoles Gómez-Torres, María Cosín y Patricia Bonilla, las dos ideales con vestidos de Marta de Diego.

En fin, chicas de Telva, que nos alegrasteis la víspera del 9 de octubre. ¡Os esperamos el año que viene!

domingo, 7 de octubre de 2012

Telva nos vuelve a poner de largo

Valencia, como toda ciudad, necesita eventos que de vez en cuando la sacudan, que le hagan sentirse viva, que motive a su gente a romper con la rutina, a abrir los armarios, desempolvar las joyas y a acicalarse. La cena de gala de los premios Telva a las Artes y las Ciencias va camino de convertirse en uno de esos acontecimientos: será mañana, a las siete de la tarde, en el Palau de la Música de Valencia. Las chicas de largo, los chicos de esmoquin.

Más de una estará dando en este momento los últimos retoques a su modelito de mañana. La última prueba siempre es la más importante. Es como el último ensayo antes del estreno de una obra. Te plantas frente al espejo y repasas cada uno de los ángulos de tu vestido, a ver si todo está perfecto, si se te notan los kilos que ganaste en verano y si has conseguido disimular las ojeras que acumulas de la semana; caminas un poco con los tacones, pruebas varios peinados y ensayas cartera en mano para valorar el conjunto.

Lo de los chicos es mucho más fácil, pero también más aburrido. Ellos se plantan su esmoquin y por toda innovación aportan el color de chaleco o el de la pajarita. Claro, luego pasa lo que pasa, ellos nunca meten la pata, pero tampoco se cubren de gloria. Así es la vida: ellos siempre se ven perfectos y nosotras nunca estamos satisfechas del todo, es algo consustancial.

Este es el segundo año que la revista elige Valencia y el Palau de la Música para entregar los premios, aunque esta edición hay una novedad, además del Premio a las Artes y las Ciencias, habrá una nueva categoría, el Deporte.

La bailaora flamenca Sara Baras (mira que tiene arte y que es guapa esta mujer) recibirá el Premio a las Artes por sus veinte años de trayectoria. Sara hará un parón en la gira de su espectáculo “La Pepa” y seguro que nos regala algún momento emocionante sobre el escenario, tal y como hizo el año pasado Ainhoa Arteta, que interpretó tres canciones que nos dejaron a todos con el corazón encogido. ¡Qué voz tiene esta mujer!

Este año el Premio de las Ciencias será para el doctor José Baselga, director del Valle de Hebrón Instituto de Oncología de Barcelona y de la división de oncología del Hospital General de Massachussets.

El Premio a los Deportes será para la selección española de fútbol, lo recogerá Vicente Del Bosque, la verdad es que ese señor se ha convertido en uno de los iconos del glamur español: inspira confianza, nunca se mete con nadie y siempre que lo ves te alegras. Vamos, lo mismito que Rajoy, Rubalcaba y compañía.

El equipo de Telva, con su directora Olga Ruiz, la subdirectora Lucía Francesch, y la directora de Moda, Mayte Sebastiá, recibirá a los invitados, entre ellos Jaime de Marichalar, cada vez más difícil de ver en este tipo de eventos sociales; Fiona Ferrer, que vendrá sola tras separarse de Jaime Polanco; la presentadora Alejandra Prat, Patricia Rato, colaboradora de Telva y cada día más elegante y estilosa; la piloto Carmen Jordá; el torero José Mari Manzanares, Patricia Olmedilla con su marido Gonzalo de la Cierva, y la incombustible Carmen Lomana. Ah, y el presidente del Banco Sabadell Josep Oliu.

Los invitados de Valencia no se quedarán a la zaga, la crème de la crème de la economía, la cultura o la política: el presidente de Porcelanosa, Héctor Colonques y su hija Cristina Colonques, David Lladró, los concelleres Máximo Buch y Lola Johnson, la delegada de Gobierno Paula Sánchez de Leon; los empresarios Ros Casares y Pablo Serratora; la directora del Palau de la Música, Mayrén Beneyto; las diseñadoras Marta de Diego y Dolores Cortés; la presidenta de la Academia Valenciana de Gastronomía, Cuchita Lluch; Susana Lozano y Carlos Serra de El Mercader de Indias, Alejandro Bataller, de Sha Wells, el arquitecto Ramón Esteve

De la decoración de la cena, servida por El Alto, se ocuparán las chicas de Araventum, Lorena y Rosana Oliver. Serán 174 invitados repartidos en tres mesas imperiales, rodeadas de un jardín minimalista con árboles, cañas de bambú y velas flotantes.

Buenos chicas, os dejo, la semana que viene ya cotillearemos sobre la fiesta.

lunes, 1 de octubre de 2012

Contra viento y marea

¡Hay que ver como llovía el viernes por la noche!, parecía el acabose. Hacía falta mucha motivación para ponerse mona y salir de casa. Sin embargo, en la Hípica no cabía un alfiler. Visto desde afuera cualquiera habría dicho que allí estaba Justin Bieber y que el tumulto eran centenares de quinceañeras enloquecidas, que se habían revelado en bloque contra la autoridad paterna. O que Raphael estaba dando un recital para nuestras madres, y que ellas habían enloquecido por una noche y se habían lanzado a la calle, despreocupadas del efecto que la lluvia pudiese provocar en sus enlacados peinados. También se podría haber pensado que una asociación de “perroflautas” había confundido a la Hípica con el Congreso. Pero no, no era nada de eso. Era una cena benéfica que organizada la Fundación Dasyc.

Allí estaba, desafiando al temporal, buena parte de la alta sociedad valenciana. Es sabido que las cenas benéficas son tradicionalmente lugar de encuentro para la vida social. Pero lo del viernes evidenció que la gente va a esas cenas para algo más que para dejarse ver; porque cuando caen chuzos de canto, sólo una causa de fuerza mayor te saca de casa. Y la Fundación Dasyc es, sin duda, una de esas causas. Es una de las ONGs más activas de Valencia que trabaja con niños, jóvenes, discapacitados y personas mayores. Tiene proyectos en Comunidad Valenciana, Castellón y Alicante, también proyectos cooperación en Sudáfrica y la India.

Hubo una mesa sólo para chicas: Marta de Diego y Pepa Martí, Begoña Grollo, Elvira Selva Catalán, María Cosín, Eva Marcellán, las hermanas Montoro: María, Patricia y Amparo, de los laboratorios Montoro de toda la vida.

En otra mesa de Cristina Blanc, la mujer de Juan Carlos Gómez-Pantoja, estaba Clara Payá, Luz Lleó, Merche Ventura… Además, estuvieron Lila Albanozzo, de la Seta Nera, Laura Gallego, de la cafetería Belgravia que, por cierto, está organizando unas meriendas ideales todos los jueves con tertulias de arte: ¡a que suena chic a más no poder! En la última estuvieron hablando sobre la colección del Thyssen con dos doctoras en Bellas Artes. La verdad es que ésta esta Laura es la leche, se ha tomado en serio lo de la innovación y está demostrando que se puede hacer en cualquier negocio. Ella, en su cafería, además de tertulias de arte monta exposiciones y hasta comidas para practicar el inglés: te sienta por niveles, así es que la que no pase del típico “I don´t know”, no tiene de qué preocuparse, la sentarán con otras del mismo nivel… Habrá que ver de qué hablan: “Hello”, dice una. “How are you”, dice otra; “I don’t know”, dice la tercer; “Hello”, dirá la cuarta… y vuelta a empezar.

En la cena estuvo también el presidente de Dasyc, Victor Martínez; Rafael Aznar con su mujer Magüy Alonso, Rosa Alfonso, Consuelo Badía de la Clínica Ziving, Marta Barandiarán y su hijo, los Miralles, Palencia, Barona... También se dejaron ver Luis Valls-Taberner y Rafael Catalá, dos jóvenes emprendedores que han trabajado con ONGs y hablaron de lo mucho que les ha enriquecido la experiencia.

No es la única cena benéfica. El próximo viernes 19, también en la Hípica, habrá una cena organizada por Fuvane –Fundación Valenciana para la Neurorehabilitación-. Llevan años ayudando a los niños con parálisis cerebral; hasta ahora no han organizado grandes cenas porque tenían buenos benefactores. Pero como las cosas están muy mal, su junta de apoyo, con María José Albert a la cabeza, ha decidido remover Roma con Santiago para seguir adelante con su noble causa: ¡ahí estáis chicas, con un par de tacones!, como diría Ansón.

El coste del ticket de la cena es de 45€ y todo el dinero recaudado será destinado para mantener las distintas actividades de la fundación. María José dice que será un acto entrañable, cargado de emoción y sorpresas, así que chicas, ya sabéis, el 19 todas la Hípica. Si llueve, que llueva; y si nieva, que nieve…