lunes, 25 de febrero de 2019

Anticipio primaveral

Febrero es como aquella dieta de las alcachofas, tres días sin comer otra cosa. Es corto, pero se hace larguísimo. Es el puro y duro invierno, los días van alargando, como si quisiesen ponerte en la boca el caramelo de la primavera, para luego quitártelo envolviéndote en una bufanda y en unos leotardos que ocultan tus esbeltos hombros y contorneadas piernas. La primavera está ahí, avisando que llega, pero haciéndose la remolona.
De alguna forma, Valencia quiere adelantarse, exigirle a la primavera que se presente ya, hoy mismo a su puesto de trabajo. El vallado de la Plaza del Ayuntamiento anuncia que llegan las mascletaes y con ella las cervezas en las terrazas y en los balcones, al sol, sin bufandas ni chaquetones; y sin el pelma de tu Pepe recordándote cada minuto que no es para tanto, que eres una exagerada y que no hace tanto frío. Por cierto, en la lucha por la igualdad alguien debería inventar algo para que la temperatura corporal de los hombres se iguale a la de las mujeres.
El martes, el peletero Amado presentó su colección de ropa de primavera, llena de color y estampados florales, y daban ganas de cambiar de armario y empezar a sacar los vestiditos de algodón. Las modelos llevaban joyas de la diseñadora María Senent. Entre el público, Mayrén Beneyto, que el viernes celebró la presentación de su hija Irina como Clavaria de las Fiestas Vicentinas, Blanca Fitera y Laura Fitera, Mayte Montagut, Pilar Millán, Cristina Casanova, Matilde y Marta Conesa, Loli Torres, Merche Fillol, Marisa Domingo, Amelia Guich, Verónica Jordá, María Gómez Polo, Pura Ravello y Carmen de Rosa, que no para desde que está organizando el 110 aniversario de la Exposición Regional de Valencia.
¡Más fiestas antesala de la primavera! Hoy se celebran los Oscar, pero el jueves un grupo de cinéfilos se reunió para hacer una quiniela en un club de Valencia. Allí estuvo el cineasta Miguel Angel Font, Eva Montesinos, Elena Ruiz, Víctor Planells, Natalia Gómez Ferrer, Cote Soler, Javier Martínez, Reyes Blázquez, Teresa Sancho, Elena Sánchez, Sol Mayordomo, Gloria López, Mar Cañas, Javier Gómez, Joseca Arnau y Natalia Estrelles.
También hubo color en la exposición de Soledad Sevilla que se inauguró el jueves en la Fundación Bancaja y que se titula precisamente “El sentimiento del color”. Ejerció de anfitrión Rafael Alcón, presidente de la Fundación. Entre los asistentes, la directora del Museo de Bellas Artes Margarita Vila, artistas como José María Yturralde, Vicente Ortí, Horacio Silva, Pepe Sanleón, Monjalés, Uiso Alemany, Sebastián Nicolau, Javier Calvo, Juan Fabuel, Ximo Amigó, Fuencisla Francés, Carolina Ferrer, Encarna Sepúlveda, Calo Carratalá y Nanda Botella, el coleccionista José Pedro Martínez Guerricabeitia, Boye Llorens, Juan Eloy Durá, Isabel Ariño, Fernando Álvarez y Josep Lozano, que acababa de llegar de otro evento cultural: la presentación de un libro sobre moda en el Corte Inglés. Los autores son los profesores del CEU Mapi Paricio, José Luís del Olmo y María Sánchez y el libro es un manual súper completo sobre la comunicación y marketing de moda. La sala se llenó de gente del mundillo, como los diseñadores Francis Montesinos y Miquel Suay, el fotógrafo José Luis Abad, el director de Comunicación de El Corte Inglés Pau Pérez Rico, el experto en moda José Vicente Plaza.
Los libros son un buen motivo de reunión. Eso pensó el empresario Antonio Jordán cuando montó el club de lectura Pluma & Cubiertos, que se reúne cada mes y medio para hablar sobre un libro con su autor. La última fue esta semana, con el libro “15 cosas que aprendí en el MIT” de Miguel Angel Díaz. A la cena fueron Beatriz Maset, Inma Roldán, las hermanas Paloma y Sara Perez y los doctores Lucía Asensio y José Luis Lanuza, entre otros.
La semana ha dado también para eventos benéficos. El miércoles, en el Mercado de Colón se inauguró una exposición de fotos de Monia Antonioli sobre la isla de Lamu para la ONG One Day Yes. Acompañaron a la autora Ana Mansergas, Herminia Esparza, Cristina Peris, Carmen Blay, Carmen Romero, Carla Gómez-Lechón, Claudia Giner, Ana Antonio Folch, Carla Roldán, Julia Climent, Paula Rincón de Arellano, Patricia Membrives o  Ana Llorca.


lunes, 18 de febrero de 2019

No puedo vivir sin tí


San Valentín parecía una fiesta trasnochada que sólo interesaba a los grandes almacenes para llenar la caja y sin embargo el jueves las redes sociales se llenaron de fotos acarameladas de parejas celebrando el día de los enamorados. Hasta la Reina Doña Letizia hizo un guiño al amor vistiendo el mismo traje chaqueta de Armani que llevó el día de la pedida. Con ese gesto transmitió otro mensaje no menos importante: que usa la misma talla de ropa que hace quince años, algo de lo que muchas no podemos presumir.
En Valencia, hubo celebraciones de todo tipo. La mayoría optó por una cena romántica con su pareja, como Mayrén Beneyto, que estuvo con su marido Ramón Almazán en el restaurante de Ricard Camarena en Bombas Gens; otros, como Rafa Moreno y José Alandés lo celebraron sin nada especial porque dicen que en pareja todos los días son especiales. “El mejor regalo es ver a mi marido al lado, estuvimos trabajando y luego nos fuimos a Canal Bistro y a ver tiendas paseando por el centro”, cuenta Rafa. Cuchita Lluch también se quedó sin fiesta de enamorados porque su marido, Juan Echanove, estaba grabando una serie para TV. “¡Este fin de semana nos vamos a Ibiza de gira y no tenemos ni un día libre hasta junio!”.

Algunas, como la doctora Lucía Asensio, dedicaron unas horas del día al verdadero amor de toda mujer: su peluquero, ese amigo y confidente capaz de hacerte la más feliz del mundo mundial con el secador y el cepillo. Paula Alcón decoró su Cool Market con corazones y flechas de color rojo. Entre todas las clientas se sorteó un Pheypas y de la ONG Katsumay de Leticia Valera. Se brindó con champagne rosé, hubo demostración de pintura de la artista Rosario Muñoz, desfiles y música en directo del pianista Juanjo Calatá que interpretó covers de canciones conocidas. La de Coque Malla, “no puedo vivir sin ti”, se llevó todos los aplausos. Entre el público Coté Soler y Javier Martínez Rubio, que no son pareja sentimental pero se quieren más que si lo fueran, Pepe Martínez, Marisa Álvaro, Ana Blanco, Paz Regis, Borja Conejero, el presidente de la Fundación Bancaja Rafa Alcón, María José Usó, Leonor Estaba Arria.

El artista Enrique Senís invitó a un grupo íntimo de amigos a ver el muro que acababa de terminar y que estaba a punto de enviar a México, a casa de un coleccionista que está tan enamorado de su obra que ya tiene más de un centenar suyas. La última es un lienzo de 3 metros de alto, impresionante, colorista y lleno de flores, un canto al amor. A la fiesta fueron Laura y Blanca Fitera, grandes amigas del pintor, como Josep Lozano y el artista Jarr, Alfredo Esteve, el peletero Amado, Marisa Marín, la presidenta del Ateneo Carmen de Rosa, Mayrén Beneyto y Ramón Almazán y Amparo Mortes y Vicente Lacomba.

Laura Fitera también quiso compartir con sus amigos lo que para ella significa el amor: “Lo importante es que los que nos quieren, y a los que queremos, no tengan ninguna duda de nuestro amor. Yo vivo queriendo, a mis hijas, a mis nietos, a mis yernos, a mi familia, a mis amigos...Y está, también, el amor de una pareja, amar es importante, pero te tiene que pillar con el corazón entrenado, el amor no es un salvavidas al que aferrarse, el amor no es un complemento, y sobre todo el amor no es quererse a uno mismo a través del otro.

lunes, 11 de febrero de 2019

Un lobby para el glamour valenciano


Lo que pasa en la sociedad valenciana se queda en Valencia. Lo mismo que lo que pasa en Zaragoza, Oviedo, Bilbao o cualquier otra provincia española. Es como se más allá de la M-30 todo fuese un páramo desde el punto de vista del glamur. Sólo se salva Sevilla, que de vez en cuando se deja notar en la vida rosa española. Eso está feo, muy feo.
Necesitamos algo así como un lobby de la vida rosa. Un grupo de presión que se plante en Madrid a reivindicar el glamur provinciano, que no es menos glamuroso que el de la Villa y Corte. Es cierto que allí tienen casa y hacen vida duquesas, marquesas, baronesas, actrices, modelos y demás celebrities. Pero está feo desatender al resto. Es como si no invitases a una amiga a tu fiesta de cumpleaños porque no tuviese casa en Xàbia o Benicassim.

El lobby podría llamarse Plataforma cívica por la defensa del glamour valenciano. La presidenta podría ser Mayrén Beneyto, capaz de reunir en su salón a lo más granado de la alta sociedad y apellidos ilustres. De portavoz, Laura Fitera, ya me la veo en las tertulias del corazón explicándole a Carmen Lomana cómo se organiza una fiesta. Habría que integrar a Cuchita Lluch, que se ocuparía de las relaciones públicas. Ya se encargaría ella de poner en el lugar que les corresponde no sólo a los cocineros valencianos, sino también a los actores, diseñadores y hasta peluqueros. También podríamos incluir a algún hombre, aunque solo sea para que no se sientan discriminados en su cuota de participación.
La idea  me ha venido a la cabeza porque esta semana un grupo de fotógrafos, diseñadores y gente del mundillo creativo ha montado un lobby para intentar que su trabajo tenga proyección fuera de Valencia. Hace falta, porque desde los ochenta, cuando Valencia rivalizó en la movida con Madrid y Montesinos llenó la plaza de toros de las ventas en 1985, no hemos tenido más que una presencia testimonial.

Si nuestro glamour estuviera bien posicionado, los cronistas de los Goya habrían explicado que el vestido que llevaba Rosalía es del diseñador valenciano Juan Vidal, una de las eternas promesas de la moda española. Y que otra actriz, Eva Marciel, iba espectacular con un vestido de la diseñadora Isabel Sanchís. Y que Lorenzo Remohí, pareja de la influencer Marta Lozano, llevaba un esmoquin de Blackcape, una firma valenciana. Y que una de nuestras peluqueras, Amparo Sánchez, ha ganado el goya al mejor maquillaje y peluquería, ¡toma ya!
Por lo pronto, los creativos ya han montado su lobby. Lo presentaron el jueves y lo han bautizado como “Creative Mafia”. Entre sus filas, están las diseñadoras Anaïs Vauxcelles, Marta Llorens e Isabel Casilda Rincón de Arellano; las fotógrafas Sonia Sabnani y Beatriz Tafaner; los periodistas Eduardo Jayricovich, Marta Handrich, Guillermo Arazo y Ángela Valero de Palma; los influencers Amparo Angoso, Didi de Diego, Enol Blasco y Nuel Puig; la modelo Tamara Caravaca, los maquilladores Wild Van Dijk y Gala Phillipe y artistas como Guillem Chanzá o Nacho Errando.

En la mafia creativa podrían entrar muchos más valencianos. Por ejemplo las profesionales del grupo de mujeres “Entre nosotras”, que celebró esta semana uno de sus encuentros. O el relaciones públicas Jota que estuvo estos días en NY acompañando a Palomo en el desfile que abrió la semana de la moda. O el ilustrador Paco Roca, que el viernes participó en el festival solidario organizado por la Fundación Infantil Ronald, donde actuó además el cantante de Seguridad Social José Manuel Casañ, el cantante de Revolver Carlos Goñi y presentó el diseñador Diego Ruiz de la Torre, MacDiego.
Por lo demás, la vida social valenciana anda todavía medio dormida. Menos mal que ya empiezan a llegar las invitaciones para ver la mascletá. Mientras, nos queda la vida cultural. El miércoles se estrenó en el Olympia la obra de teatro Todas las noches de un día. Sólo por ver a Carmelo Gómez ya vale la pena, ¡qué guapo, encantador e interesante es este actor! Normal que al finalizar la obra se agolpasen en la puerta un montón de señoras para sacarse una foto con él.

lunes, 4 de febrero de 2019

Razones para el optimismo


Todas tenemos una amiga ceniza que siempre se está quejando, o bien porque ha engordado medio kilo, o porque no llega a fin de mes o porque su marido no se ha fijado en su nuevo corte de pelo. Ya le puedes regalar tazas de Mr. Wonderful que ella siempre encontrará algo negativo que le amargue la existencia. Lo peor es que amigas así contagian su pesimismo, y en cuanto te descuidas, acabas protestando del frío que hace, de lo mal que te ha atendido el camarero o del patinete que casi te atropella.
Chicas, si tenéis una amiga así, recomendadle que se lea “Factfulness: Diez razones por las que estamos equivocados sobre el mundo y por qué las cosas están mejor de lo que piensas”. El libro explica con cifras y números que, a pesar de lo que digan los cenizos, el mundo mejora con los años y la mayoría vivimos más y mejor.
Si con esto no es suficiente, contadle que Iris Apfel, una señora de 97 años, acaba de ser fichada por la misma agencia de modelos de Gigi Hadid y Gisele Bundchen, ¡toma ya!
Y si todavía no se convence, metedla a empujones en la próxima conferencia que dé Luca Lazzarini sobre “Razones para el optimismo”. La última fue esta semana en el teatro Olympia, la organizó el Banco Mediolanum y fueron más de mil personas, entre ellos Ximo Ros, del equipo del banco, María Dolores Enguix, Marcelo Soto, Cristina Pérez Broseta, Mamen Puchades, Guillermo Martorell, Joan Solvevila, Montse Salamanca y Lola Albert, entre otros. La mayoría salió con una sonrisa de oreja a oreja, sólo por eso ya valió la pena.

El mismo día, cuando el viento huracanado dio una tregua, se inauguró un restaurante en la plaza del Patriarca, en un bajo en el que ya han abierto y cerrado varios anteriormente, a este le irá bien seguro, ¡a la tercera va la vencida! Pinchó la modelo y bloguera Mayte de Laiglesia y acudió gente de lo más estilosa, como Rosana Oliver, Ana García Rivera con Iván Martínez Colomer, el sombrerero Betto García, el estilista Alex Jordán, la doctora Lucía Asensio, Mariángeles Miguel, Encarna Roig, que acaba de diseñar una colección de sombreros, Rosa Sanchís y Javier Monedero, Quique Camps y Goyo Bonillo, Rafa Moreno y José Alandés, Nuel Puig, la joyera Sally Corell, María Cosín, Lucas Zaragosí, David Escolá, Manolo Peris, Patricia Montoro, Patricia Cerveró, Paula Bernal, Susana Aparicio, Sonsoles Gómez-Torres, Javier Martínez Rubio y Coté Soler, entre otros.

¡Que no falten razones para el optimismo, chicas! Esta semana, la feria de la cerámica ha sido un exitazo de público y negocio. Cevisama ha movido un montón de eventos, como la entrega de los premios del Colegio de Diseñadores al mejor stand.

Todas a la Candelaria


Todos los años, por estas fechas, la aldea del Rocío se llena de peregrinos de las hermandades rocieras que van a visitar a la Virgen de la Blanca Paloma. Es la fiesta de la Candelaria, muy parecida a la romería del Rocío, pero sin los típicos trajes rocieros y de faralaes. En La Candelaria el atuendo es campestre: vaqueros, camisas de cuadros, botas camperas y sombreros.
Como en el Rocío, la devoción a la Virgen se mezcla con la fiesta y allí no sólo se hacen promesas y peticiones en la capilla, sino que también se come y se bebe sin parar. Tan pronto vas a escuchar una misa amenizada por el coro de Triana llena de fervor rociero, como vas de casa en casa comiendo y bailando flamenco o sales a dar un paseo a caballo por la aldea.
A ese plan se sumaron un grupo de valencianas que pertenecen a la Hermandad de Triana: Laura Martínez Varea, Mónica Morales, Trinuca Larraz, Teté García Martínez, Amanda de la Viña, Toté Mondriá, Eugenia Montaner, Eugenia Martínez Villar y Carmen Navarro Martí. Allí coincidieron con famosos que no suelen faltar a la cita, como Carlos Herrera o Fran Rivera, que tienen casa allí, Raquel Revuelta o Antonio Canales.

Y hablando de famosos, Victor Cucar, que ha fotografiado a unos cuantos, estuvo el jueves en el Ateneo dando una conferencia junto a la peletera Lina Lavin. Les presentó la presidenta de los Premios Nacionales de Moda, Laura Victoria. A la conferencia fue la Presidenta del Ateneo Carmen de Rosa, María Rosa Fenollar y su hija Judith Mas, Encarna Roig, Mariángeles Miguel, Helena Calvillo, Amparo Lacomba, María José Duart, Mercedes Fillol, los diseñadores Valentín Herráiz y Gustavo Remos, la diseñadora de tocados Amparo Banenes y el indumentarista Juan Rodríguez.
Cucart es de Gandía pero su trayectoria como fotógrafo le ha llevado por medio mundo. Ahora pasa temporadas en Méjico y desde allí cubre trabajos en Nueva York, Los Ángeles o Miami.