Tengo un complejo de mujer frívola que no me lo acabo, y a ello contribuye más de un plasta que se mete en mi blog (malvayrosa) a recordarme que no tengo vergüenza por hablar de trapitos y de glamour cuando hay gente que no llega a fin de mes. Me niego a entrar en el viejo debate de hasta qué punto es éticamente reprochable gastarse seis mil euros en un bolso, allá cada cual, y si alguien quiere saber mi postura, que me regale seis mil eurines y me espere en la puerta de Hermès.
Pero la moda y el lujo, por mucho que le pese a más un cultureta trasnochado, también es cultura y expresión artística. Y si no, que se pasen por las tiendas de Prada de las principales capitales del mundo, de lo mejorcito de la arquitectura moderna; o que vean los impresionantes escaparates de los almacenes Barneys en Nueva York o los de Hermès y Vuitton en París; o simplemente, que se fijen en las colecciones de alta costura de Dior o Chanel o en el prét-à-porter de Lanvin y Miuccia Prada, los editoriales de moda de Vogue París, o las fotografías de Steven Meisel, Bruce Weber y Richard Avedon. O, sin ir más lejos, que busquen el calendario solidario que ha editado Dos Aguas Luxury Shopping, la asociación de comerciantes que preside Maribel Cosme. El calendario es una maravilla; cada mes del año representa una escena de cuento: Alicia en el País de las Maravillas, El Mago de Oz, La Cenicienta…y en cada foto, las modelos de Carmen Durán llevan vestidos de las tiendas asociadas con el estilismo de Rafaelangel. Las fotos son de José Luís Abad y están sacadas en la Universidad de La Nau, el Melià Inglés, The Guinness House, la Plaza del Patriarca, y las inmediaciones del Palacio de Marqués. En fin, que hace falta ser cegato para no ver en la moda arte con mayúsculas. ¡Ellos se lo pierden!
Si a alguien le queda alguna duda sobre la relación entre arte y moda, que vaya a ver la exposición del Vicente Peris en el IVAM. Al pintor valenciano le han cautivado los escaparates, o ha visto una oportunidad en ellos, eso nunca se sabe. Total, que se ha ido a Milán y París y ha sacado fotos de los escaparates de Dolce & Gabana, Chanel, YSL, Valentino, Prada y sobre cada fotografía ampliada ha pintado detalles de los vestidos, accesorios y decoración. En total son 48 cuadros, entre dibujos y pinturas, que ha titulado “las lunas”, en referencia a esas láminas de cristal que se emplean en los escaparates. Yo creo, puestos a ser cursis, que luna también sugiere lo inalcanzable, porque esos vestidos con telas lujosas sólo son aptos para ricas herederas o conejitas de playboy casadas con millonarios tejanos.
La serie de escaparates de Peris es para verla. Si hay que ponerle un pero, como me dijo Vicente Torres, (el valenciano que mejor lleva las bufandas de cashmere), es que no haya pintado ninguna tienda valenciana, con los escaparates tan chulos que tenemos aquí. Basta darse una vuelta por Vuitton, Chapeau, Hermès, Bulgari, Montblanc o Loewe para ver que aquí también hay escaparates fantásticos. Bueno, este año tengo mis dudas con Loewe. El escaparate es muy teatral, representa una habitación con mueble clásico y cortinajes, todo tapizado en satén fucsia. No es feo, pero a mí me da un poco yuyo porque me recuerda a la estética del Conde Drácula. En fin, cosas mías….
Lo que tengo claro es que si algo me gusta de la exposición de Peris, además de la propia obra –voy a pedir un boceto a los Reyes Magos, a ver si cuela-, es que considera la moda lo suficientemente interesante como para ser interpretada en un lienzo. Como me dijo una vez Laura Fitera, la moda es frívola pero no por ello tiene que ser superficial. ¡Di que sí!
Pero la moda y el lujo, por mucho que le pese a más un cultureta trasnochado, también es cultura y expresión artística. Y si no, que se pasen por las tiendas de Prada de las principales capitales del mundo, de lo mejorcito de la arquitectura moderna; o que vean los impresionantes escaparates de los almacenes Barneys en Nueva York o los de Hermès y Vuitton en París; o simplemente, que se fijen en las colecciones de alta costura de Dior o Chanel o en el prét-à-porter de Lanvin y Miuccia Prada, los editoriales de moda de Vogue París, o las fotografías de Steven Meisel, Bruce Weber y Richard Avedon. O, sin ir más lejos, que busquen el calendario solidario que ha editado Dos Aguas Luxury Shopping, la asociación de comerciantes que preside Maribel Cosme. El calendario es una maravilla; cada mes del año representa una escena de cuento: Alicia en el País de las Maravillas, El Mago de Oz, La Cenicienta…y en cada foto, las modelos de Carmen Durán llevan vestidos de las tiendas asociadas con el estilismo de Rafaelangel. Las fotos son de José Luís Abad y están sacadas en la Universidad de La Nau, el Melià Inglés, The Guinness House, la Plaza del Patriarca, y las inmediaciones del Palacio de Marqués. En fin, que hace falta ser cegato para no ver en la moda arte con mayúsculas. ¡Ellos se lo pierden!
Si a alguien le queda alguna duda sobre la relación entre arte y moda, que vaya a ver la exposición del Vicente Peris en el IVAM. Al pintor valenciano le han cautivado los escaparates, o ha visto una oportunidad en ellos, eso nunca se sabe. Total, que se ha ido a Milán y París y ha sacado fotos de los escaparates de Dolce & Gabana, Chanel, YSL, Valentino, Prada y sobre cada fotografía ampliada ha pintado detalles de los vestidos, accesorios y decoración. En total son 48 cuadros, entre dibujos y pinturas, que ha titulado “las lunas”, en referencia a esas láminas de cristal que se emplean en los escaparates. Yo creo, puestos a ser cursis, que luna también sugiere lo inalcanzable, porque esos vestidos con telas lujosas sólo son aptos para ricas herederas o conejitas de playboy casadas con millonarios tejanos.
La serie de escaparates de Peris es para verla. Si hay que ponerle un pero, como me dijo Vicente Torres, (el valenciano que mejor lleva las bufandas de cashmere), es que no haya pintado ninguna tienda valenciana, con los escaparates tan chulos que tenemos aquí. Basta darse una vuelta por Vuitton, Chapeau, Hermès, Bulgari, Montblanc o Loewe para ver que aquí también hay escaparates fantásticos. Bueno, este año tengo mis dudas con Loewe. El escaparate es muy teatral, representa una habitación con mueble clásico y cortinajes, todo tapizado en satén fucsia. No es feo, pero a mí me da un poco yuyo porque me recuerda a la estética del Conde Drácula. En fin, cosas mías….
Lo que tengo claro es que si algo me gusta de la exposición de Peris, además de la propia obra –voy a pedir un boceto a los Reyes Magos, a ver si cuela-, es que considera la moda lo suficientemente interesante como para ser interpretada en un lienzo. Como me dijo una vez Laura Fitera, la moda es frívola pero no por ello tiene que ser superficial. ¡Di que sí!