martes, 26 de diciembre de 2017

Cócteles navideños

¿Qué diferencia hay entre un cóctel navideño y cualquier otro?, pues que por alguna extraña razón todo el mundo te cae mejor. Estás ahí, esa gente forma parte de tu vida y tú de la de ellos, no eres una loba solitaria con la que nadie cuenta. Tienes amigos, hay gente que te quiere además de tu mamá, y además sonríen, se les ve felices. ¡Buah, qué más se puede pedir!, te dan ganas de levantarte, repartir besos y abrazos, si no lo haces es por miedo a que piensen, pero qué le pasa a esta loca. Tomas una copa, dos, tres y hasta esa compañera que se pasa el año haciéndote la vida imposible, te parece ahora un ángel caído del cielo. Ahora no entiendes por qué le habrá dejado su novio, cosa que veías evidente el  día que te lo contaron.
Encima, cuando te vas, te desean lo mejor; incluso puede que alguien se haya pasado con el champán y te dé abrazo sincero, susurrándote entre sollozos que te quiere, que eres una mujer genial.
Luego te llegan a casa sus felicitaciones. Eso sí que ha cambiado. Ya no vale con una tarjeta más o menos emotiva de un Belén o un muñeco de nieve. Ahora hay que personalizarlas, echarles imaginación, como la de la pintora Helga Grollo, que felicita la Navidad con una obra suya, o la de Vicente BoludaEsther Pastor, que lo hicieron con una foto de lo más elegantes. Los dos estuvieron, como no podía ser de otro modo, en la cena navideña de la Asociación Valenciana de Empresarios, que reúne cada año a la crème de la crème del empresariado valenciano: Juan Roig, Manuel Palma, Federico Félix…   
Eso es la Navidad. Fiestas hay muchas, pero como las navideñas ninguna. Esta semana ha sido un no parar de comidas, meriendas, cenas y hasta cócteles.
Mónica Duart invitó el miércoles a una merienda a sus amigas de la Orden del Querer Saber para celebrar su nombramiento como Regina del Jocs Florals. Estuvo su madre, María José García Padilla, la presidenta de la orden Marisa Marín, Mayrén Beneyto, Blanca y Laura Fitera, las dos de Prada, Marisa Torrijos, Maite Montagut, Amparo Lacomba, Paca Ribes con su hija María, Paz Olmos, María José Navarro, Carmen Pocoví, Maribel Molins, Pura Olmos, Amelia Guich, Mercedes Fillol, la diseñadora Amparo Chordá, Asun Palop, Mercedes Hermosilla, Paqui Saury, Amparo Llacer, Encarna Mestre, Laura Amoros, Berna Sainz, Loli Marco, María Medrano, Alicia Marín, Totón Barberá y Lucía Zaragozá.
Y no faltaron las damas del amor que acompañan a Mónica en su reinado: su hermana María José Duart, Andrea Villafañe, Nuria Galvis, Marian Pérez, Alicia Lacomba y Sonia Piles.
Al día siguiente, Mónica fue con su padre Enrique Duart y toda su familia a otra de las citas navideñas de la temporada: la cena de Moddos. El Club eligió el Westin y decoró uno de sus salones con un enorme abeto, donde colocó los regalos para los invitados: Iván Martínez Colomer y Ana García Rivera, Encarna Roig, Alfredo Esteve, Amelia Delhom, Aurora Reig, José Dolera, Patricia García y Tamara Fernández, Javier Soria, Rosa y Agustín Buraglia, Alina Giorgeta y Julio Rodrigo, Lourdes Vañó, Virginia Pérez, Amparo Ortuño, Rosa Sanchis y Javier Monedero, David y Pablo Escolá, Isabel y Fernando Aliño, Begoña Albert y Javier Blanquer, Alejandro Medina y Mª Ángeles Gonzalez, Pascual Segura e Iñaki Orozco, Mila Peris, Mª Dolores Enguix, Marcelo Soto, Javier Ortiz, Mª Dolores Pérez-Lis, Jose Vicente Tello, Amparo Brell y Mª Teresa Martínez-Durbán, Mamen Puchades y Guillermo Martorell, Miguel Piqueras, Jorge Alcocer y Víctor García, el artista Jarr, Lluís Nadal, Aline Mataix y Reme Hidalgo y Cristina Patteson.
La cena navideña de la nutricionista Elisa Escorihuela y los interioristas Sigfrido Serra y Mateo Climent también fue de revista: la decoración de la mesa, las flores, las velas… Entre los invitados, Pablo Jordán con su mujer Ana García Conde, su hermano Antonio con su mujer Beatriz Maset, Sandra Soler, Sonia Vilar, Vicente Andreu, Isabel Martín, Jose María Colonques, Verónica Ruiz y Nuel Puig.

martes, 19 de diciembre de 2017

Encuentros en la tercera fase

Semana de cenas prenavideñas: las de los amigos. Es la primera fase, la más alocada y la que más moviliza a la sociedad.
La Navidad es como un noviazgo. Primero el acercamiento, la toma de posiciones. Eso son las cenas prenavideñas, la parte más divertida. Como con en el coqueteo inicial, esas cenas son poco previsibles; no sabes si te lo vas a pasar bomba o vas a pasarte la noche con ganas de que todo se acabe. La segunda fase es la de las comidas navideñas, las de la familia. Son como el inicio del noviazgo, ya estás puesta en faena. Todo es previsible: hay amor, emociones, besos, regalos… Eres feliz y entre beso y beso te da un ramalazo filosófico y piensas que eso es lo que llena tu vida y que todo lo demás es prescindible. La tercera y última fase llegará después de Nochevieja, es la consolidación del noviazgo. Si las cosas van bien, no quieres que acabe, no quieres volver a la rutina del 7 de enero. Pero si las cosas van mal, si ya no soportas a tu cuñada, es como si en el noviazgo el chico no ha cumplido tus expectativas: quieres que todo se acabe, añoras tu soledad, la vuelta a la rutina y a esperar confiando en que la próxima vez todo salga mejor.
Estamos en medio de la primera fase. Luces en las calles, ganas de pasarlo bien, “vuelva a casa vuelve”, cenas con amigos. La sociedad se moviliza, saca lo mejor de sí misma. Eventos benéficos, rifas, mercadillos…
Uno de esos eventos ha sido el quinto desfile benéfico de Brotocó y Amparo Chordá en el Ateneo Mercantil. Fue el jueves, en el salón Stolz.
Brotocó presentó su nueva colección de complementos que se llama Petit Trianon, como el palacete que regaló Luis XV a María Antonieta. La colección se completó con diseños de Jaime Piquer y unos vestidos pintados a mano por Juan Andrés Mompó y José Marti. Las pamelas que lucieron las modelos eran de Carmen Díaz, de La Oca, y el broche final del desfile lo puso Amparo Chordá, con su costura para ocasiones muy especiales.
“En una pasarela lucen las piezas que derrochan glamour y costura, por eso seleccioné piezas muy femeninas: un mono de seda con chaqueta blazer para un cóctel, el vestido mini con la falda rizada y cuerpo bordado, un traje de gasa metalizada en rosa con cuerpo bordado, y un traje negro y gris con la estola de pluma en blanco y negro, sofisticada y versátil, ya que se puede quitar y poner”.
La recaudación se destinó a la Asociación de Familiares del Alzheimer en Valencia y colaboraron Judith Mas Fenollar y Tono Sanmartín, que ejercieron de presentadores; Carmen Durán, que puso a las modelos para el desfile; Tomás Salcedo, autor de la peluquería y el maquillaje; también Teo Garrido, que vistió a Judith, y Juan Andrés Mompó, que cedió un vestido en rojo y amarillo, los colores de la gala.
Más de 250 personas asistieron a la gala, entre ellas la presidenta del Ateneo Carmen de Rosa, con su hija Carmen Sancho, Amparo Lacomba, Elvira Ferrer, Almudena Ripoll, Ascensión Roca, Pilar Azorín, Marita Zaragoza, María Luisa Aznar, Helena Calvillo, Marian Ferrer, Encarna Sancho, María Dolores Pérez Lis, Amparo Tarazona, Amparo Ferrando, Gema Ros, Macuchi Martínez, Carmen Selva, Encarna Roig y Mariángeles Miguel, el presidente del Colegio Mayor de la Seda Vicente Genovés, Teresa Arguelles, Silvia Roldán, Pilar Pérez, Maru Berenguer, Irene Porcar, Yolanda Pascual, Pili Alambra, Amparo Ruiz, Celia Barberá y Toña Ferrer. También Laura Fitera, María José Duart, Mayte Montagud, Mari Carmen Pocoví, Marisa Torrijos, Chelo García, Rosa Criado, Belén Fernández, Susana Primo, Pilar Ferrer, Julia Alonso, Pilar Lorente, los diseñadores Teo Garrido y Jaime Piquer, Arturo Torremocha, Juan Rodríguez y Jaime Navarro.

lunes, 11 de diciembre de 2017

Bailar, reír, amar, vivir

Laura Fitera tenía muchas ganas de celebrar una comida con sus amigas. “Todas ellas se han portado muy bien conmigo y me apetecía corresponderlas ya que desde que me quedé viuda apenas había organizado fiestas.
Estuvo quince días decorando su casa con olivo, murta y laurel y motivos navideños inspirándose en los cuentos de Christian Andersen. Vistió la mesa con su mejor vajilla y preparó una comida gallega con, vieiras, empanada gallega y lacón con grelos. No faltó la queimada ni la tradición de tirar en el recipiente tres granos de café pidiendo tres deseos.
“Después las llevé a otro salón y allí les esperaba la música en directo del grupo Get Back, que interpretaron canciones de los Beatles y nos pusieron a bailar a todas, hasta la más tímida.”
Todavía quedaba una última sorpresa. “Antes de irse, volvimos al comedor donde solo quedaba el mantel de damasco y allí estaban doce centros de navidad que había preparado yo misma, todos diferentes, para que escogieran el que más les gustase y se lo llevasen a casa; quería que se llevasen algo mío”.

Estuvieron en la comida Mayrén Beneyto, su hermana Blanca Fitera, María José Navarro, María José García Padilla, Marisa Marín, Amelia Guich Lamo de Espinosa, Nidita Guerrero, Maríangeles Fayos, Amparo Lacomba, Carmen Pérez y Matilde Conesa.
"Fue una tarde mágica, con mucha energía positiva; hay un cierto ambiente que se produce cuando nos reunimos solo mujeres, disfrutando de la vida, del cariño y del baile como si no hubiera mañana”.

Puentes que nos dan la vida

A lo largo de la historia de la humanidad ha habido grandes descubrimientos: el fuego, la rueda, la máquina de vapor, la penicilina, los pantis, el botox…, los puentes. ¡Qué sería de nosotras sin los puentes! Tres o cuatro días de fiesta para romper con la monotonía asfixiante. Los puentes evolucionan como la vida. Los primeros los haces con tus amigas, sirven para desmelenarte; luego con tu novio, sirven para descubrir las alegrías y vislumbrar las miserias de la vida en pareja. Luego con los niños, sirven para disfrutarlos y también para añorar la vuelta a casa. Ya más mayores, con tu hija y su novio; sirven para morirte de envidia con lo guapo que está el chaval.
A veces los puentes son una excusa perfecta para celebrar algo con tus amigas. La diseñadora María Gómez Polo estuvo en Madrid con sus amigas Belinda Duart, Carola Alegría, Juana Camps y Verónica Jordá. “Ha sido una escapada muy especial, que tuvimos que posponer en su día porque me diagnosticaron un linfoma, y ahora retomamos celebrando mi recuperación. Dormimos en el Hotel Urso, en Las Salesas, el barrio de moda; desayunamos en el Café del Jardín del Museo del Romanticismo, un palacete del siglo XVIII, comimos en el mercado de San Miguel y la zona de La Latina y cenamos en el restaurante de Floren Domezain y en Numa, el nuevo restaurante de Sandro, que nos encantó. Además, visitamos la exposición de Picasso/Lautrec en la Fundación Thyssen y la de William Morris en la Fundación Juan March.
Laura Gallego, de Valencia Excellence, pasó el puente en Londres, ciudad que conoce bien porque estuvo allí trabajando unos años. “Primer objetivo del viaje: directos a la exposición de Basquiat en el Barbican Centre, me gusta mucho este artista y mereció la pena verla. En Londres tengo lugares a los que siempre vuelvo, como el Aubaine de Brompton Road, en Chelsea, donde te puedes encontrar a Marie Chantal Miller o Ecclestone.  El segundo día, fuimos a The Wolseley, en Piccadilly, estupendos sus Huevos Benedictine y puedes tomar el té perfectamente servido con sus mini sandwhiches. De tiendas, fuimos a Conrand Shop y al Bibendum, sin olvidarme de Ottolengui en Belgravia.
Julia Pérez Broseta pasó estos días en NY visitando a su hija Arantxa Cuadrado. “Paseamos por la quinta avenida viendo las increíbles escaparates de Saks, que han recreado el cuento de Blancanieves con figuras en movimiento, y el Rockefeller center con su pista de patinaje y árbol de Navidad. También paseamos por el high line bordeando el Río Hudson, terminando Whitney Museum con obras de Wharhol y de Linchestein. Visitamos el mercado de Navidad de Bryant Park y comimos en alguno de mis restaurantes favoritos, como el Fig Olive, Cipriani y The Boathouse en Central Park. Además vimos la representación de Cascanueces en el Lincoln Center.

Los diseñadores Adrián Salvador y Lucas Zaragosí hicieron una escapada gastronómica a Singapur. “Fue pensado y hecho porque compramos los billetes justo la noche de antes”, cuenta Lucas. “Nos apetecía descubrir el puesto de comida callejera de Hawker Chan que tiene una estrella Michelin y en el que comes por algo más de 2 euros. Y cenar en la barra japonesa del chef Asai Masashi en su restaurante Bincho, escondido en la parte trasera de otro pequeño restaurante local casi imposible de encontrar. Está en nuestro listado de barras favoritas del mundo.”
La periodista Maite Sebastiá ha estado en Miami, en la feria Art Basel. “Este año es importante para mí porque estoy montando una galería de arte online especializada en fotografía. Hemos cenado en el Hotel Faena, que tiene en su terraza una obra de Damien Hirst (el esqueleto de un mamut bañado en oro) y en la terraza del hotel Delano. También en El Barrio de Wynwood, repleto de murales intervenidos por grafiteros.”

lunes, 4 de diciembre de 2017

La boda de Casilda

Marta de Diego lleva décadas vistiendo novias, madrinas e invitadas a las bodas más ilustres de Valencia. Como lo suyo es la costura a medida, cada boda era una desafío porque no hay dos novias iguales y cada una requiere una creación exclusiva. Los años pasaban y las hijas de Marta temían que llegado el día de su boda, la creatividad de su madre se hubiese agotado. ¡Ja, ilusas de la vida! El día llegó, la hija pequeña de Marta, Casilda Moret, se casó y su madre se lució. La creatividad es como el fondo de armario, siempre hay sitio para más.
Para vestir a su hija, Marta rescató su propio traje de novia: “desmontamos el vestido de otomán de seda y lo convertí en una falda cruzada con chaquetita corta; debajo, llevó un vestido con tul de seda bordado en hilo de seda y cristal y falda con varias capas de gasa. El velo era un manto de tul con un medallón bordado en el centro con sus iniciales”. En el pelo llevaba una tiara familiar de brillantes rematada con una aguamarina.

El padre de Casilda y el novio fueron de frac y los testigos de chaqué. La madrina, Carmen Meseguer, madrina de pila de Luís, llevó un vestido abrigo en crepe azul, mientras que Marta escogió un vestido de punto de seda con un recogido de gasa y una pluma de ave del paraíso y su hija Cayetana con un vestido de gasa color petróleo.
La ceremonia se celebró en la  Iglesia de los Escolapios y la cena en La Cartuja de Ara Christi. Marta quiso recrear los mercados de Sicilia y La Toscana y el aperitivo se tomó en un mercadillo montado al aire libre con música de jazz en directo. “Había puestecitos de sushi, ostras, jamón, quesos, huevos, cócteles y hasta uno de mantas por si alguien tenía frio y se quería tapar”.
Los invitados pasaron después al claustro cubierto, decorado con claveles granates unidos en mazos como si fueran hortensias, cristales de distintas alturas en los arcos y una luz tenue amarillenta para dar una atmósfera cálida. 
Entre los invitados, el empresario Juan Roig con su mujer Hortensia Herrero, la Cónsul de Dallas Janet Kafka, Concha Gómez, Mayrén Beneyto y Ramón Almazán, el empresario Miguel Burdeos con su mujer Amparo Andreu, Blanca Pons Sorolla con su marido, Juana Roig con su marido Álvaro Otero, el joyero Vicente Gracia con Mónica Piñones, Alfonso Manglano y Eva Marcellán, Emilia Hervas, Enrique Royo, Carmina García Petit, Amparo Andreu, Victor Segura y Francisco Freire.


Hechos a nuestra medida

Por más que los diseñadores de moda se empeñen en que todas seamos altas y delgadas, la verdad es que cada una somos de nuestro de nuestro padre y nuestra madre. Ellos querrían que todas tuviésemos las piernas largas, la cintura estrecha, el pecho discreto, los hombros esbeltos, los labios carnosos y la mirada fría. Pero nosotras somos como somos, y nos hay dos iguales; la que tiene las piernas largas se queja de que no tiene cintura, la que tiene cintura protesta porque le sobran caderas. La que se ve bien de cuerpo, se ve mal de cara y las hay que se quejan hasta del tamaño de los dedos de sus pies que sobresalen demasiado en cuanto se pone sandalias. Y todo eso sin entrar en el pelo, que desde que Eva se comió la manzana no ha habido descendiente suya que no haya soñado con tener un pelo distinto al que le dio su madre.

Por eso, cuando una se la juega de verdad, cuando quiere estar perfecta, tiene que recurrir a la costura. Al sastre de toda la vida, que te toma medidas para sacar partido a tus encantos y esconder tus defectillos. Por eso el gremio artesano de sastres y modistas sobrevive a toda esta modernidad manufacturera, con todo su marketing y sus millonarias inversiones en publicidad.
Esta semana, el Gremio celebró su segunda semana de la costura en el Ateneo. El salón Stolz se convirtió en una pasarela donde desfilaron las colecciones de Higinio Mateu, Luis Rocamora, Vera Atelier, Jorge del Buey, las colecciones infantiles de Greta y Kianty y los complementos de Brotocó.

En los desfiles estuvo la presidenta del Ateneo Mercantil, Carmen de Rosa, el Maestro Mayor del Gremio Fran Tochena, los diseñadores Luis Rocamora, Javier Soria, Teo Garrido, Julio Vera, Rosa Blasco, Beatriz Fornals, Judith Mas, Ruben Domínguez, la indumentarista Amparo Fabra, Beatriz Perla, Mónica Fuero y Esperanza Ramón. Además, el desfile infantil de Greta contó con modelos de excepción como la FMIV 2016 Sofía Soler,  y con la periodista Laura Grande como presentadora.