lunes, 23 de mayo de 2011

#Glamourrealya

Hay muchos motivos para la indignación, uno de ellos es ver como pasan las semanas y no hay atisbo de que esta ciudad recupere el glamour que perdió.

Indignadas, no; indignadísimas estamos muchas desde hace tiempo viendo como pasan los años y en esta ciudad cuesta más encontrar un poco de glamour que un puesto de trabajo para un licenciado con tres masters y cinco idiomas. No hay derecho a que los políticos nos hiciesen creer que Valencia era algo así como un nuevo París surgido a orillas del Mediterráneo y que ahora, cuatro años después, pasen semanas y meses sin que tengamos una puñetera ocasión de lucir un nuevo par de zapatos.

Propongo una acampada de cuarentonas, claro que no en medio de la calle. La nuestra sería en el Mercado de Colón. Nos organizaríamos por turnos para poder ir a casa a cambiarnos: un grupo iría por la mañanas con look sport-chic: vaqueros de 200 euros, camiseta blanca y zapatillas all star. Otro por la tarde de cóctel, vestido de Gucci o Prada, con sandalias. El tercero iría por la noche vestidas de fiesta: vestidos escotados y taconazos. Nuestras pancartas estarían pintadas sobre algodón egipcio ecológico; y pediríamos a los vecinos que para comer nos bajasen canapés del Alto de Colón o bollitos del horno de Casañ y copitas de cava.

De allí no nos moveríamos hasta que la mismísima Rita o Carmen Chacón nos prometiesen fiestas públicas y de calidad. Lujo accesible para todas. Reformas en el mercado financiero para que fluya el crédito en nuestras tarjetas y podamos acceder a las nuevas colecciones de Prada o Gucci; y, por supuesto, ayudas públicas para nuestros tratamientos en las clínicas de estética.
Ya está bien, hombre, ya está bien de pasar la primavera sin una sola ocasión de estrenar modelo y lucir tu nuevo tratamiento de keratina que te ha dejado el pelo como el de una quinceañera. Esto no es vida y como alguien no lo arregle tendremos que emigrar a Milán o París. Para esto no hemos estado años estudiando, trabajando y criando a nuestros hijos mientras nos matábamos de hambre para no aumentar un par de tallas en el pantalón.

Lo que no puede ser es que en plena primavera vayan pasando las semanas y no haya puñetera forma de llenar la agenda. Fíjate que en todo el mes de mayo la única ocasión que hemos tenido para ponernos un poco monas ha sido el cóctel que organizó esta semana Gucci en la joyería de Antonio Romero.

Al cóctel, servido por Carmen Topete -¡qué elegante es esta mujer, por favor!- acudieron famosos de la tele como Maribel Vilaplana, María Abradelo, Laura Grande, Ferran Cano o Paco Nadal, que compartieron canapés con artistas como Jarr o el ciclista Fernando Escartín.

Entre los invitados, Amparo Suay, Fina Gisbert, Amparo Martínez, Rosa Villar, Amparo Lacomba, el abogado Jesús Bonet, el pediatra Carlos Paredes y su esposa Mª José, las hermanas Roig, Luis Insa y su esposa Marta, Toni del Campo y su mujer Amparo Ferrando (que ganó el sorteo de la joya Gucci, qué suerte), Tito Noguera y su esposa Blanca, Jaime Quiroga, Santi Cuñat y María Pascual, Pedro Gomis y Ana Cartagena.

La semana pasada también se inauguró en el Café Alameda la exposición de pintura de Mar Guillén. Allí estuvo lo mejorcito de Valencia, entre ellos Jesús Hernández, Pilar Serratosa, Alberto Díez y hasta Paloma Vidal, la actriz que interpreta a la mala malísima de Victoria en L'Alqueria Blanca.

Y hablando de descubrimientos, hay que ver las sandalias de Bárbara Trías de Bes que venden en la tienda Domani, dentro del espacio Weekend, en la calle Pizarro con Cirilo Amorós. Bárbara es una empresaria joven, de 41 años, que se había dedicado a la comunicación y las Relaciones Públicas, pero después de unos cuantos viajes a lo largo de la costa italiana, decidió que tenía que crear una línea de sandalias y bolsos artesanales y glamurosos.

Bárbara dice que en tiempos de globalización, del anodino producto made in China y de las mismas franquicias en todas las ciudades del mundo, ella ofrece productos de piel a la carta, donde tú puedes elegir el tipo de suela, el color de la sandalia entre 15 colores distintos y hasta los adornos de conchas, óvalos de cristal, botones brillantes, resinas facetadas de inspiración sixty. ¡Perfectas para el turno de la tarde en nuestra acampada en el Mercado de Colón!

miércoles, 18 de mayo de 2011

Cinco días para la gran cita



Falta sólo una semana para la gran cita. Sólo cinco días para que llegue el gran día que muchas llevamos esperando. No, no me refiero a las elecciones, ¡por Dios, que cosa tan sin sustancia, con Alarte hablando siempre para el cuello de su camisa y con Camps en esos carteles que le han hecho que parece un actor cómico!

Lo verdaderamente crucial para la vida de mucha gente, sobre todo de las mujeres, es que el sábado que viene se inaugura en Valencia Beauty Forum Spain (queda mejor en inglés porque lo de salón de belleza tiene connotaciones con un toque horterilla). Bueno, el caso es que Feria Valencia se va a reunir lo más granado del mundo de la estética de toda Europa. ¿Qué mejor plan para el día de reflexión electoral que darse una vuelta por la feria a ver qué se puede hacer para reducir las cartucheras?, ¿qué mejor forma de decidir si una va a votar a Rita o a nadie, que hacerlo viendo los efectos de un masaje anticelulítico e imaginándote ya paseando por la playa luciendo nuevo pompis?

El fin de semana que viene puede marcar un antes un después en la vida de más de una cuarentona. Porque claro, cuanto tienes veinte años tu máxima preocupación es decidir qué te pones el sábado por la noche; con cuál de tus nuevas camisetas se marca mejor tu hermoso escote y con cual de tus nuevos vaqueros enloquecerá más a tu último fichaje.

Pero cuando pasas de los cuarenta ya no se trata de tanto de ensalzar lo que madre natura te ha dado, si no de como ayudarla en su lucha contra la fuerza de la gravedad y de la erosión.

En la feria podremos ver lo más de lo más para las cuarentañeras: los últimos tratamientos de mesoterapia facial, aparatos para reducir celulitis, potingues de todo tipo para rejuvenecer, cavitación, aromaterapia, medicina antiedad, talleres de cosmética y maquillaje, spa ¿no es orgásmico?

El sábado, dentro de la Feria, han organizado un congreso sobre estética y allí darán conferencias cirujanos plásticos como el Doctor Mira, que lleva a sus espaldas nada menos que 15.000 operaciones de estética, y que hablará sobre la importancia del perfil. El perfil no es ninguna tontería, hasta Eduardo Punset explica en uno de sus libros que las mujeres y los hombres nos sentimos más atraídos hacia los rostros simétricos.

Yo no me pienso perder ninguna ponencia, si es preciso falsificaré una acreditación de esteticista. Fíjate que hasta interviene el dermatólogo José María Ricart, premio extraordinario de promoción y de tesis doctoral, profesor asociado de la facultad de Valencia y especialista en liposucción láser.


La liposucción láser es lo más de lo más, primero porque no necesitas pasar por quirófano, se realiza en una consulta y con anestesia local; la recuperación es rapidísima, no te salen moraduras, no es traumático, porque lo que meten en el cuerpo no es una cánula que rompe la grasa, como en la antigua liposucción, sino algo tan pequeño como una punta de Boli bic, de donde sale una luz láser que coagula la sangre, licua la grasa y cierra los vasos sanguíneos, de manera que ni sangras. Eso se hace en una primera fase; después, se extrae la grasa, se extrae. Lo mejor de todo es que la fibra del láser se pega a la piel y consigue que el colágeno que da elasticidad a la piel se tense, así que en lugar de quedarse la piel flácida como en la lipo de antes, se consigue que la piel se vuelva a retensar. Por eso dice el doctor Ricart que la técnica es perfecta para los brazos, la papada, la barriga y las cartucheras, ya que retensa muy bien la piel, que se queda como si fueras joven, sin descolgarse. Y puedes quitarte de encima todos los centímetros que necesites, siempre que sean áreas concretas ¡ay, yo quiero!

Así es que chicas, ahora que los trapitos de Loewe y de Prada ya no los podemos pagar, y además ya no cumplen todas nuestras expectativas porque por mucho bolso que te cuelgues, si tienes cartucheras o papada, sigues viéndote un poco regular, ¡todas a la feria el domingo! Después de votar, claro.

martes, 17 de mayo de 2011

Siempre nos quedará Distrito 10


Si cada uno de los eventos que se celebran en Valencia, hubiese generado la mitad de puestos de trabajo que prometieron en su día nuestros políticos, a estas alturas en Valencia no habría ni un solo parado y medio Magreb habría encontrado trabajo aquí. A estas alturas todos la fortuna del más desgraciado de nosotros se codearía con la del mismísimo Amancio Ortega y no habría sobre la faz de la tierra ni una sola valenciana que no puediese colgar en su armario la colección completa de Pradda año tras año.
Pero, en fin, las cosas son como son y ahora el discurso de nuestros políticos es que gracias a sus eventos no estamos mucho peor de lo podríamos estar. Es como si alguien te vendiese un régimen para peder veinte kilos en tres meses, y al acabarlo sin perder ni uno, te dijesen: “consuélate guapa, si no llega a ser por nuestro método ahora pesarías diez más…”
Entre los grandes eventos que iban a llenar nuestros grandes vuittones con pañuelos de Hermés, uno es el Global Champions Tour que se está celebrando estos días, que no ha hecho rico a nadie pero que sirve para veamos como viven aquellos a quienes íbamos a parecernos.

Por ejemplo, Amancio Ortega, dueño de Zara y novena fortuna del mundo, que se vino el viernes a Valencia a ver competir a su hija Marta, como haría cualquier padre orgulloso de su retoño. Llegó sin avisar, sin escolta, y con un look tan discreto, tan discreto, con gorrita, vaquero y una cazadora de algodón azul que ni fu ni fa, que los guardias de seguridad no le dejaron entrar en la zona vip porque no llevaba la pulserita. Otro en su lugar, y siendo uno de los patrocinadores del evento, se hubiera puesto de lo más chulo y hubiera enseñado su tarjeta de visita o le hubiera dicho eso de “usted no sabe con quién está hablando”, o peor aún, hubiera llamado a su superior inmediato para exigir un despido fulminante. Pero Amancio, novena fortuna del mundo, cogió a su hija de la mano, se dio media vuelta y se fue por donde había llegado. Sin abrir la boca. ¡Que tío más majo este Amancio!

Anoche se celebró la cena de gala oficial. Allí estuvieron las tres herederas Attina Onassis, heredera de la fortuna del armador griego y casada con el jinete brasileño Doda Miranda; Carlotta Casiraghi, la estilosa hija de la princesa Carolina de Mónaco, y por supuesto, Marta Ortega, cuyo novio desde hace tres años, Sergio Alvarez, también comparte su pasión por la equitación; la infanta Elena de Borbón, la princesa saudí Lama Bint Turki Al Saud y el jeque de Emiratos Árabes Shakboot Al Nahayan, Cayetano Martínez de Irujo, José Bono Jr y hasta Ignacio López del Hierro d'Aubarede, hijo de la actual pareja de María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP.

Como de costumbre, la sociedad valenciana estuvo bastante ajena al cenorrio y al evento en general. A lo sumo, los valencianos se han acercado a la zona comercial, con Massimo Dutti en una zona super preferente con un stand doble o triple, la tienda de turrones 1880, el stand de la revista Hello y otras tiendas de ropa técnica para el caballo, sillas de montar, fundas, cazadoras… Hermès, que el año pasado montó un stand y presentó una de sus espectaculares sillas de montar, no ha querido repetir este año. Parece que no termina de convencerle la organización y el evento no tiene el suficiente glamour para la firma francesa, ¡uff, qué exigentes!

Oye, pues si los ricos güays del mundo mundial no nos quieren en sus fiestas a nosotras ¡plim!, que tenemos planes mejores. Ahora lo que está pegando fuerte son la fiestas remember. El viernes volvió a haber otra en Mar de Bamboo, esta vez se homenajeaba a la mítica Distrito 10, y aquello volvió a ponerse de bote en bote.

La verdad es que estas fiestas están poniéndose de moda y tienen éxito porque los cuarentones andamos perdidos en la noche. Nuestros viejos métodos de diversión ya no se llevan: se han acabado las discotecas y los pubs llenos de humo y abiertos hasta las siete de la mañana. Ahora la noche es otra cosa que a nosotros nos tiene un tanto descolocados. Así es que cuando alguien monta algo que nos retrotrae veinte años, lo agradecemos.

jueves, 5 de mayo de 2011

Letizia y Kate: tal para cual

Chicas os voy a dar un consejo; si alguna vez os vestís estupendas de la muerte para ir a una fiesta hiper-mega glamurosa, no sometáis nunca vuestro modelito a ningún diseñador de moda, excepto al que os lo hizo, claro. Lo digo porque son la repera, ocurrentes, ingeniosos, divertidos a más no poder, pero al mismo tiempo viperinos como una cobra agazapada bajo un cactus de Arizona. Tienen la virtud, o la desgracia según se mire, de hundir con una sola frase a la más glamurosa de las damas.

Por ejemplo, ves las fotos de Doña Letizia con su vestido rosa palo y su sombrerito y la encuentras de lo más mona, elegante, discreta. Entonces llamas a Marta de Diego y te dice que ese sombrero no es para llevarlo con el pelo suelto y que parecía que le hubiesen dado un martillazo al sombrero y ella se hubiese achatado con el impacto. Y claro, cuando vuelves a ver las fotos de nuestra princesita ya no puedes evitar verle un cierto parecido a una seta de pitufilandia.

El único consuelo patriótico que te queda es que la novia, la futura reina del Reino Unido de Gran Bretaña, no sale mejor parada. Tú también la habías visto mona, también discreta como tú misma hubieses querido ir si tu pepe en vez de tu pepe hubiese sido un príncipe de verdad. Encuentras simpático un cierto toque de rebeldía de una chica que no se somete al exceso y prefiere llevar su melena al aire, con toda la naturalidad del mundo, en vez de un complicado moño. Pero se te cae el alma a los pies cuando hablas con Javier Villajos y te dice que el vestido era mono sin más y que no estaba a la altura de la ocasión. Y añade: “es una pena que un escaparate de moda como este no se hayan lucido con tejidos”. Entonces vuelves a ver las fotos de Kate y te das cuenta de que efectivamente su modelo es más apropiado para la iglesia de tu barrio que para la Adadía de Westminster. Luego Marta de Diego lo remata diciéndote que le recordaba al vestido de Rociito y al de Belén Esteban y que era inadecuado para una futura reina y para el entorno en el que se casó.
Te quedas pensando que quizás se hayan pasado un pelín, pero cuando hablas con Valentín Herraiz, y te dice más o menos lo mismo, confirmas que la vida es muy injusta y que tú seguro que habrías acertado más que Kate con todo el imperio británico a sus pies.

Dice Valentín que un traje de novia tiene que tener en cuenta el dónde, cómo y cuándo. No sirve cualquier traje para cualquier lugar. La heredera de la casa real más antigua de Europa, con 2.000 millones de espectadores, tendría que apostado por un vestido con mucho protagonismo, esplendoroso y no tan mediocre.

Al final te quedas con la idea de que algo en común tienen Doña Leti y Kate y las dos parecen empeñadas en vestir discretas en situaciones que requieren justo lo contrario: lujos, opulencia y sofisticación.

Lo que les salvó fue que faltaron al evento algunas de las mujeres más elegantes del mundo, como dice Valentín, se echó a faltar a mujeres elegantes como la jequesa de Qatar y Rania de Jordania. Por cierto, hay que ver como se han puesto nuestros hombres con la jequesa, dicen que está para “qatarla”. Nosotras matándonos de hambre y ellos enloqueciéndose por una señora elegantísima a la que seguro que Doña Leti cree que le sobran cuatro o cinco kilos.

La representación valenciana sí que estuvo a la altura. Allí estaba Manuel Colonques, Presidente de Porcelanosa, con su esposa, Delfina Sanz, que llevaba un vestido y abrigo rojo de Lorenzo Caprile, combinado con una pamela de Michel Meyer en tonos nude con flores a juego de lo más elegante. Durmieron en el Hotel Ritz, el reservado a los más ilustres, y además formaron parte de la exclusiva lista de invitados al banquete real. ¡Uff, qué emoción! Durante la ceremonia, se sentaron muy cerca del actor Rowan Atkinson (Mr. Been) y del ex-primer ministro británico John Major, en la misma zona que David y Victoria Beckam, que llevó unos tacones imposibles de Louboutin, y de Elton John y su marido.
¡¡Me muero porque Delfina me invite a tomar el té en su casa, prometo no dejarme acompañar por ningún diseñador!!