¿Qué diferencia hay entre un cóctel navideño y cualquier
otro?, pues que por alguna extraña razón todo el mundo te cae mejor. Estás ahí,
esa gente forma parte de tu vida y tú de la de ellos, no eres una loba
solitaria con la que nadie cuenta. Tienes amigos, hay gente que te quiere
además de tu mamá, y además sonríen, se les ve felices. ¡Buah, qué más se puede
pedir!, te dan ganas de levantarte, repartir besos y abrazos, si no lo haces es
por miedo a que piensen, pero qué le pasa a esta loca. Tomas una copa, dos,
tres y hasta esa compañera que se pasa el año haciéndote la vida imposible, te
parece ahora un ángel caído del cielo. Ahora no entiendes por qué le habrá
dejado su novio, cosa que veías evidente el
día que te lo contaron.
Encima, cuando te vas, te desean lo mejor; incluso puede que
alguien se haya pasado con el champán y te dé abrazo sincero, susurrándote
entre sollozos que te quiere, que eres una mujer genial.
Luego te llegan a casa sus felicitaciones. Eso sí que ha
cambiado. Ya no vale con una tarjeta más o menos emotiva de un Belén o un
muñeco de nieve. Ahora hay que personalizarlas, echarles imaginación, como la
de la pintora Helga Grollo, que felicita la Navidad con una obra suya, o la de
Vicente Boluda y Esther Pastor, que lo hicieron con una foto de lo más
elegantes. Los dos estuvieron, como no podía ser de otro modo, en la cena navideña
de la Asociación Valenciana de Empresarios, que reúne cada año a la crème de la crème del empresariado
valenciano: Juan Roig, Manuel Palma, Federico Félix…
Eso es la Navidad. Fiestas hay muchas, pero como las
navideñas ninguna. Esta semana ha sido un no parar de comidas, meriendas, cenas
y hasta cócteles.
Mónica Duart invitó el miércoles a una merienda a sus amigas
de la Orden del Querer Saber para celebrar su nombramiento como Regina del Jocs
Florals. Estuvo su madre, María José García Padilla, la presidenta de la orden
Marisa Marín, Mayrén Beneyto, Blanca y Laura Fitera, las dos de Prada, Marisa
Torrijos, Maite Montagut, Amparo Lacomba, Paca Ribes con su hija María, Paz
Olmos, María José Navarro, Carmen Pocoví, Maribel Molins, Pura Olmos, Amelia Guich,
Mercedes Fillol, la diseñadora Amparo Chordá, Asun Palop, Mercedes Hermosilla,
Paqui Saury, Amparo Llacer, Encarna Mestre, Laura Amoros, Berna Sainz, Loli
Marco, María Medrano, Alicia Marín, Totón Barberá y Lucía Zaragozá.
Y no faltaron las damas del amor que acompañan a Mónica en
su reinado: su hermana María José Duart, Andrea Villafañe, Nuria Galvis, Marian
Pérez, Alicia Lacomba y Sonia Piles.
Al día siguiente, Mónica fue con su padre Enrique Duart y
toda su familia a otra de las citas navideñas de la temporada: la cena de
Moddos. El Club eligió el Westin y decoró uno de sus salones con un enorme abeto,
donde colocó los regalos para los invitados: Iván Martínez Colomer y Ana García
Rivera, Encarna Roig, Alfredo Esteve, Amelia Delhom, Aurora Reig, José Dolera,
Patricia García y Tamara Fernández, Javier Soria, Rosa y Agustín Buraglia,
Alina Giorgeta y Julio Rodrigo, Lourdes Vañó, Virginia Pérez, Amparo Ortuño,
Rosa Sanchis y Javier Monedero, David y Pablo Escolá, Isabel y Fernando Aliño,
Begoña Albert y Javier Blanquer, Alejandro Medina y Mª Ángeles Gonzalez,
Pascual Segura e Iñaki Orozco, Mila Peris, Mª Dolores Enguix, Marcelo Soto,
Javier Ortiz, Mª Dolores Pérez-Lis, Jose Vicente Tello, Amparo Brell y Mª
Teresa Martínez-Durbán, Mamen Puchades y Guillermo Martorell, Miguel Piqueras,
Jorge Alcocer y Víctor García, el artista Jarr, Lluís Nadal, Aline Mataix y
Reme Hidalgo y Cristina Patteson.
La cena navideña de la nutricionista Elisa Escorihuela y los
interioristas Sigfrido Serra y Mateo Climent también fue de revista: la
decoración de la mesa, las flores, las velas… Entre los invitados, Pablo Jordán
con su mujer Ana García Conde, su hermano Antonio con su mujer Beatriz Maset,
Sandra Soler, Sonia Vilar, Vicente Andreu, Isabel Martín, Jose María Colonques,
Verónica Ruiz y Nuel Puig.