lunes, 29 de octubre de 2007

Lo que faltaba: glamour canino

¿Qué le faltaba al comercio valenciano para no tener nada que envidiar al de Nueva York o Londres? Una tienda de pijotadas para perros. Es lógico. Cuando ya tienes a toda la familia vestida de anuncio, a tus niños hechos un pincel y hasta tu bebé lleva coche de paseo con logo, el perro no podía desentonar. A partir de ahora, hasta el perro podrá vestir con glamour. El miércoles abrió en la calle Pérez Pujol Pet-à-porter, una tienda canina donde puedes comprar un montón de pijadas para tu perrito: suéters en todas las tallas -desde la XS del faldero hasta la XL del labrador-, chubasqueros ingleses –el pelo mojado de los canes huele fatal-; perfume francés Oh my dog!, comederos de Hello Kitty y hasta bolsos de coco rosa para llevarte a tu chucho de viaje. Vamos, de todo para que tu mascota no desentone con tu estilo chic.

El dueño de la franquicia también tiene su pedigrí, todo hay que decirlo. Beltrán Simó es hijo de Sol Bacharach. La mamá, toda orgullosa, estuvo en la inauguración con uno de sus dos Yorkshire, monísimo y bien peinadito (la Reina Sofía también adora sus yorkshires). Mayrén Beneyto también asistió al evento canino, pero sin perro. Eso sí, le llevó de regalo una chuche en forma hueso. La tienda estuvo super concurrida y hasta ¡Vicente Barrera!, primo de Beltrán, se acercó para comprarle un regalo a su perro. ¡Qué fuerte! ¿Cómo alguien que se pone delante de un toro de tropecientos kilos se va a comprar una chuche para su perro? Misterios de la sociedad moderna.

En pet-à-porter puedes encontrar lo inimaginable, hasta un pato de la Albufera de peluche para que tu perro lo destroce a bocados. Tienes incluso servicio de guardería por horas (¿aceptarían a mi bebé?) -, y, por su puesto, peluquería y estética canina. Si tú vas toda mona, no puedes llevar a tu perro hecho un estropajo. Lo mejor es la agencia matrimonial canina, donde te garantizan que tu mascota encuentre una pareja acorde a su pedigrí. ¡Ay, los perros sí que lo tienen fácil!

Y hablando de pelos. Esta semana Tono Sanmartín ha inaugurado su exposición sobre peluquería del siglo XVIII en el IVAM. Desde luego, estas cortesanas francesas debían estar locas para llevar semejantes torreones en la cabeza. Dicen que Tono es el estilista de Francisco Camps, ¡ardua tarea! En cualquier caso, la especialidad de Tono son las cabezas de mujer. Le chiflan los moños imposibles, cuanto más altos, mejor. ¡Como a las ricas norteamericanas! Vamos, si hasta él mismo reconoce que utilizó 98 botes de laca para la exposición ¡Madre mía! Con lo bien que va una con el pelo recién lavado…

Por si no fuera bastante, esta semana el peletero Amado invitó a un desfile en el Hotel Westin para presentar su nueva colección. Un lujazo, vamos. Abrigos de visón, astracán, chinchilla, vestidos de fiesta con bordados y pedrería y como complementos, unos joyones con brillantes de locura de la joyería Vendôme ¡uff, qué anillos y collares, qué filigranas! Para finalizar, copita de Moët, como no, cortesía de Javier Monedero. Lo mejor es que sorteaban una pieza de Amado y un par de pendientes de Vendôme. Lo peor es que no me tocó nada. ¡Ya es mala suerte!

Entre las invitadas al desfile, muchas señoras de la sociedad valenciana (y de Castellón, que Amado es de Onda) de las de toda la vida, que todavía se hacen llamar señora de. También las había con nombre y apellidos, como las hermanas Fitera, Laura y Blanca, ideales una con sombrero vintage de Dior y la otra con falda brocada de Prada y abriguito de seda a juego, también obra de Miuccia. Sólo faltó en el desfile algún Yorkshire con collar de strass.

domingo, 21 de octubre de 2007

¡Jo, Raquel!


Hubo un tiempo, no hace mucho, en el que Valencia tenía dos grandes eventos glamorosos al año: uno la Mostra de Cinema y del otro no me acuerdo. Por aquel entonces, la presencia de Sofia Loren, Faye Dunaway, Ornella Muti o Lauren Bacall, nos hacía creer que en algo nos parecíamos a ciudades como París, Venecia o Londres.

Para bien para mal, las cosas han cambiado y ahora los valencianos nos hemos acostumbrado a codearnos con lo más “in” del glamour internacional; Miuccia Prada por aquí, Demi Moore por alla, Michel Douglas y Caterine Zeta-Jones paseando por el puerto como si estuviesen en Saint Tropez, Marichalar que viene un día sí y otro también: barcos de lujo, ricos riquísimos, guapas guapísimas a diestro y siniestro… En fin, que Valencia ha pasado del ostracismo en mundo del famoseo a esta larga orgía de glamour que hemos vivido en el último año y medio… Y lo que te rondaré morena.

Por eso resulta, permítanme decirlo así, un tanto cómico que la Mostra se quede un tanto descolgada y nos traiga como grandes estrellas del glamour a Raquel Welch (su verdadero nombre es Jo Raquel) y Don Johnson; ¡Por el amor de Dios, que bochorno! ¿A quien se le ocurre a estas alturas traer a Valencia a una actriz cuyo único talento ha sido lucir bikini y tipazo en los años 60? Uff, qué mal... en lugar de dar imagen al festival, estos actores lo dejan a la altura del betún.

Lo de Raquel Welch es tan fuerte que hasta dio para un rato de cotilleo en Pilates (A las mujeres siempre nos salen las conversaciones más interesantes en el cuarto de baño o en el vestidor del gimnasio). ¿Os habéis fijado cómo está de joven a los 70 años? –dijo una. Para muchas, Raquel Welch lucía fantástica. Para otras, se había convertido en un ninot de falla, decadente y patética, tratando de mantener el físico que tenía a los 25, lo que le ha dado la fama, dicho de paso, porque como actriz tiene una carrera más bien floja.

En apenas unos minutos, la conversación pasó de Raquel Welch a la cirugía y de ahí a lo difícil que lo tenemos las mujeres para envejecer. No les pasa lo mismo a los hombres, pensamos la mayoría. Un hombre, con la edad, gana en atractivo, en conversación inteligente, en seguridad y saber estar. Ahí tienes a Don Johnson, también invitado a la Mostra (lo de invitado es un decir, porque todos vienen previo pago…). El actor de Corrupción en Miami, ex marido de Melanie Griffith y mucho más simpático que la Welch –dicen que se comportó como una auténtica bruja-, tiene los rasgos más serenos, ha perdido el nervio tontorrón de la juventud y las canas le han dado un aire interesante ¿qué más se puede pedir? Pero ella…mejor no hablar. La conclusión, si analizas la evolución de estos dos actores, resulta trágica para las mujeres.

Los hombres ¡qué cara más dura! no tienen la misma presión de mantenerse jóvenes que las mujeres, quizá es otro tipo de presión, tienen que seguir en buena forma física, de ahí que los líderes políticos, desde Putin a Sarkozy (por cierto, qué estilo tiene su ex mujer Cécilia, ella sí que sabe envejecer), pasando por Zaplana, Zapatero o Aznar, hagan esfuerzo en mantener los kilos a raya y los abdominales en su sitio. Pero, claro, para la mujer mantenerse joven es mucho más difícil que para el hombre fijar el abdominal en su sitio. Y el remedio es a veces mucho peor. Ahí tienes a la pobre Raquel, ridícula a sus 67 años, tan estirada y artificial, vestida para matar y enseñando canalillo como en sus tiempos del biquini ¡penoso! Total, que si la Mostra no sirve para dar glamour, por lo menos sirve para discusiones profundas en el gimnasio, que ya es algo…

lunes, 15 de octubre de 2007

Tiendas caras y maridos ricos

Uno de los consejos que da Bienvenida Pérez en su libro sobre cómo cazar un marido rico, es que te acostumbres a entrar en las tiendas caras. Yo siempre pensé que era al revés: que te casabas con un rico y luego podías ir a comprar bolsos a Vuitton. Y ahora resulta que no, que lo que tienes que hacer es ir cogiendo práctica para que no te pase como a Julia Roberts en la famosa escena de Pretty Woman. Me parto con los consejos que da esta valenciana, pero me temo que su teoría no funciona en la práctica. Si lo que dice es verdad, yo no estaría aquí escribiendo mi columnita, sino en una isla paradisiaca como Penélope Cruz y Javier Bardem, tomando caipiriñas y sin pegar ni golpe, porque otra cosa no, pero tiendas caras, veo día sí, día también.

Pillar un marido rico puede ser un motivo como otro cualquiera para darte un paseo por las tiendas lujosas de tu ciudad, pero vamos, lo normal es que tengas otras motivaciones menos calculadoras. Porejemplo, ver y tocar de cerca la ropa que sale en las revistas de moda, los modelitos que has visto en los desfiles de tus diseñadores favoritos. Ese abrigo de peluche de Prada que en la publicidad se ve chulísimo y que en la tienda todavía te gusta más, o esos zapatos que le has visto a la famosa de turno y cuando te los pruebas son ideales de la muerte.

A mí me encanta ir de tiendas, y no sólo para comprar, sino también para aprender. En las tiendas multimarca, además, es fácil coger un montón de ideas para tu vestuario. Por ejemplo, entras en Chapeau y puedes ver de un plumazo lo mejor de las colecciones de Prada, Gucci, Marni, Balenciaga ¡todas juntitas! Incluso te puedes probar el suéter de rombos y los pantalones de montar diseñados por el mismísimo Nicolas Ghesquiere. Y después de probarte un Balenciaga auténtico, puedes ir directa a por los vestidos de Marni, con ese toque tan bohemio y coquetón. Y luego puedes descubrir la colección de Stella McCartney, hijísima de Paul McCartney, pijita pero con su punto de excentricidad british. Y ya puestos, te puedes permitir el lujo de tocar el fantástico cashmere de Brunello Cucinelli, unos suéters ideales que no tienen nada pero lo tienen todo.

Allá cada una con las razones que le muevan a ir de tiendas. A las que nos gusta la ropa, nos sobra con ver de cerca ropa como la chaqueta de piel color fucsia de Miu-Miu (sí, la de la foto) que tienen en Tres para alucinar en colores. Y lo mismo nos pasa al entrar en Siete Mares. ¡Qué gozada ver la colección enterita de Chloé! La firma francesa ha cambiado de diseñador, se lo han robado directamente a Marni, y si te fijas puedes apreciar el cambio: la ropa ha perdido noñería y ha ganado una pizca de agresividad, es decir, menos vestiditos baby doll y más faldas cortas ajustadas y roqueras; menos curvas y más líneas rectas.

En fin, que te puedes pasar por Vuitton y Hermès con la única intención de coger experiencia en tu proyecto de cazar marido rico, o sólo por el placer de ver los bolsos de piel y los pañuelos de seda, o los colgantes de plata, o la manta rosa palo de bebé e incluso pequeña selección de ropa que traen diseñada por Jean Paul Gaultier. Y, lo mismo en Alex Vidal, donde puedes entrar sin más objetivo que caer rendida ante la nueva colección de bolsos y zapatos de YSL, exquisita esta temporada, o la de Bottega Veneta diseñada por Tomas Maier. Total, lo más grave que te puede pasar es que te guste alguna cosa y no te la puedas comprar, pero bueno, eso siempre se podría solucionar con alguna de las recetas magistrales de Bienvenida Pérez, claro.

lunes, 8 de octubre de 2007

Crea tu vestido años 50


¡Qué gran idea han tenido los del Victoria Albert Museum! Con motivo de la exposición The Golden Age of Couture, Paris and London 1947- 1957, han sacado el patrón de uno de los vestidos años 50 (foto de la izquierda) para que lo hagas tu misma (o tu modista). Puedes descargar en esta web el patrón en las tallas 10, 12 y 14 inglesa (equivalente a 38 -40 y 42 más o menos). ¿Alguien se anima?

Además, yo creo que se va a poner de moda, fijaos en el vestido de la colección resort de Prada (foto derecha). ¿A que se parecen?

domingo, 7 de octubre de 2007

Progres trasnochados

Me apuesto mi último bolso de Vuitton a que el guionista del video de las juventudes socialistas tiene de joven lo que Mariano Rajoy de metro-sexual. Sólo un carcamal, sin hijos y desconectado de la realidad, puede seguir relacionando el Lacoste con el pijerio. Eso era en los años ochenta, cuando los Levis etiqueta roja traídos de Londres, las zapatillas Adidas Stan Smith, el polo de Lacoste y la Vespa rosa eran el uniforme de los más conspicuos canoveros. Es decir, en los años en los que Zapatero daba sus primeros piquitos a Sonsoles.

Ahora un niño pijo tiene mucho donde elegir: Gant, Tommy, Broosksfield, Paul and Shark, Ralph Lauren…. Y el polo de Lacoste es sólo un buen regalo que puede hacerle a su padre; él probablemente, si lo tiene, es porque se lo regaló su abuela y lo usa para hacer deporte. Si Lacoste es hoy uniforme de alguien, es del diseñador gay, que sale a saludar al finalizar su desfile en una pasarela, como suelen hacer Marc Jacobs o Nicolas Ghesquiere, el creativo de Balenciaga. Vamos, nada que ver con el pijo pepero que quieren ridiculizar el video.

Y, ¿Qué decir de la niña del video?, no me extrañaría que su modelito lo haya rescatado Sonsoles del armario de su casa materna en León. Por el amor de Dios, ¿qué jovencita de hoy se viste con un modelito de fabricación casera, que no marca pecho ni enseña canalillo? ¡Con la cantidad de ropa que tienes ahora para elegir de todos los precios y colores! Ay Sonsoles, Sonsoles, aquí creo que te he pillao.

Desde luego, las cosas han cambiado mucho desde que Zapatero y Sonsoles se echaban los trastos a los pies de la Catedral de León. Antes los estereotipos estaban más definidos: si eras pijo llevabas polo Lacoste; Si eras rockero, chupa de cuero. La moda es, entre otras muchas cosas, el espejo de una sociedad, de su riqueza y de su diversidad. En España, como en el resto del mundo rico, hace tiempo que la ropa dejó de ser marca de casta o identificador de tu condición social.

Ahora en el armario de un chaval hay no menos de una docena de vaqueros sin marca visible y con distintos cortes. De haber polos, estarán perdidos en una jungla de camisetas más o menos descoloridas. Si al niño le gusta el look pijito, lo cual no quiere decir que sea idiota, por cierto, tendrá polos de Hacket, Gant o Ralph Lauren, pero puede que también tenga alguna cazadora de cuero negra de rockero o camisetas deshilachadas. Y, desde luego, la chica progre no llevará ese vestidito que parece que haya cosido Mercedes Alcántara, la de Cuéntame cómo pasó. Eso seguro.

Total, que los creativos del video en cuestión deberían darse una vueltecita por los sitios a donde van los jovencitos (igual sus hijos les podrían ayudar) para ver qué modelitos llevan y que la propaganda les quede un poco más creíble. Si se fijaran mejor en la indumentaria pija, verían que el polo rosa palo de Lacoste brilla por su ausencia. Ahora los pijos llevan vaqueros caídos y camisetas Quicksilver de estilo surfero y los niños super pijos Tommy Hilfiger y Polo. Me cuenta una madre con niños de esa edad, que Energie, la marca masculina de Miss Sixty, también arrasa. Y los megapijos se decantan por Gant y Hugo Boss.

Y ya de paso, el progre guionista del video se podría dar otra vuelta por el madrileño barrio de Chueca, antes alternativo y marginal y ahora super chic, y se daría cuenta de que el polo del cocodrilo es lo más de lo más entre los gays más elegantes y coquetos. Vamos, que estos jóvenes o no se enteran de la película o tienen más años que Zapatero…

lunes, 1 de octubre de 2007

Armani es grande

Las mujeres ya sabemos que detrás de muchos perfumes y cremas hay más marketing que otra cosa. Te lees el prospecto de cualquier crema antiarrugas y parece que te toman por idiota, con tanta palabreja pseudo científica y falsas promesas. Por eso me encanta cuando alguien te vende la misma crema y el mismo perfume, pero te trata con inteligencia. Ese es Giorgio Armarni, que además de ser un hombre muy listo para los negocios es un tipo con una sensibilidad extraordinaria y encima sabe tratar a las mujeres (y a los hombres, claro) como seres inteligentes, no como compradores compulsivos, tontos e irreflexivos.

¿Qué ha hecho Armani para merecer esto, pensarán ustedes? Pues para empezar, sacar una serie de perfumes especiales, llamados Armani Privé, y explicar en el folleto promocional, de un modo fascinante, cómo llegó hasta ellos. Ustedes me dirán: pues seguro que se lo ha escrito el negro de turno, como el libro de Sánchez Dragó, y yo apostaría que no, que las ideas y el texto son Armani cien por ciento, porque sólo el puede escribir algo como lo siguiente: “La verdadera belleza viene de la gracia que concede la imperfección. En materia de belleza, pienso que tanto las mujeres como los hombres más atractivos y deseables no son las bellezas plásticas perfectas, lisas y dóciles: prefiero a las mujeres y los hombres que tienen algo de belleza y temperamento”. ¿Qué me dicen a eso?

Desde luego, quien tuvo retuvo, y Armani todavía tiene mucho que aportar, también para engordar su cuenta de resultados, claro, que hay quien dice que sólo le falta estampar su firma en lonchas de mortadela, porque hay que ver cuántas cosas tiene en el mercado, desde bombones a muebles y alfombras, pasando por la alta costura. El caso es que Armani acaba de inaugurar en Valencia, en el Corte Inglés de Pintor Sorolla, su espacio de maquillaje y perfumería, a sumar a los que ya tiene de Armani Jeans y Armani junior en el mismo centro.

La nueva boutique Giorgio Armani Cosmetics está justo frente a Sephora –cuentan que vende una locura-, en un espacio negro, limpio y minimalista, con una enorme pantalla donde puedes ver sus últimos desfiles mientras compras un colorete. La inauguración de este jueves fue un poco ruidosa, porque el paso de gente en esa zona es continuo (ale ventas) y la mayoría se quedaba mirando a ver si caía algo. Al final, la cita quedó elegante y sobria, como suele ser todo lo de esta firma.

La modelo Ariadne Artiles, más conocida por ser la mujer de Fonsi Nieto, fue la madrina del evento. En la distancia corta no parece tan bellezón, pero dicen que es fotogénica y en las fotos gana mucho, ¡qué cosas! Ariadne, vestida de Giorgio Armani (la primera línea, por supuesto) y toda de negro, zapatos y bolso incluidos, se dejó maquillar por Reza Zaimeche, dicen que mano derecha de Armani. Tras la sesión de maquillaje, uno de los responsables de la firma–no recuerdo el nombre- regaló otra cita de Giorgio que más de una debería grabar en su armario: “La elegancia no significa destacar, sino ser recordado”. Armani es grande.

Como de maquillaje no entiendo mucho, voy directa al stand de los perfumes exclusivos. Son muy personales, nada que ver con los convencionales de su firma (tampoco en el precio, 180 euros). El diseñador ha buscado olores simples y sofisticados a la vez, (un secreto: él siempre lleva la fragancia de incienso), olores que según Armani “susciten un estado de ánimo, evoquen y estimulen los recuerdos”. Prometo que cualquiera de sus seis perfumes lo consigue. Junto con su hidratante, la Crema Nera, prometen ser un éxito de ventas, ¡como todo lo que hace este diseñador!