¿Qué le faltaba al comercio valenciano para no tener nada que envidiar al de Nueva York o Londres? Una tienda de pijotadas para perros. Es lógico. Cuando ya tienes a toda la familia vestida de anuncio, a tus niños hechos un pincel y hasta tu bebé lleva coche de paseo con logo, el perro no podía desentonar. A partir de ahora, hasta el perro podrá vestir con glamour. El miércoles abrió en la calle Pérez Pujol Pet-à-porter, una tienda canina donde puedes comprar un montón de pijadas para tu perrito: suéters en todas las tallas -desde la XS del faldero hasta la XL del labrador-, chubasqueros ingleses –el pelo mojado de los canes huele fatal-; perfume francés Oh my dog!, comederos de Hello Kitty y hasta bolsos de coco rosa para llevarte a tu chucho de viaje. Vamos, de todo para que tu mascota no desentone con tu estilo chic.
El dueño de la franquicia también tiene su pedigrí, todo hay que decirlo. Beltrán Simó es hijo de Sol Bacharach. La mamá, toda orgullosa, estuvo en la inauguración con uno de sus dos Yorkshire, monísimo y bien peinadito (la Reina Sofía también adora sus yorkshires). Mayrén Beneyto también asistió al evento canino, pero sin perro. Eso sí, le llevó de regalo una chuche en forma hueso. La tienda estuvo super concurrida y hasta ¡Vicente Barrera!, primo de Beltrán, se acercó para comprarle un regalo a su perro. ¡Qué fuerte! ¿Cómo alguien que se pone delante de un toro de tropecientos kilos se va a comprar una chuche para su perro? Misterios de la sociedad moderna.
En pet-à-porter puedes encontrar lo inimaginable, hasta un pato de la Albufera de peluche para que tu perro lo destroce a bocados. Tienes incluso servicio de guardería por horas (¿aceptarían a mi bebé?) -, y, por su puesto, peluquería y estética canina. Si tú vas toda mona, no puedes llevar a tu perro hecho un estropajo. Lo mejor es la agencia matrimonial canina, donde te garantizan que tu mascota encuentre una pareja acorde a su pedigrí. ¡Ay, los perros sí que lo tienen fácil!
Y hablando de pelos. Esta semana Tono Sanmartín ha inaugurado su exposición sobre peluquería del siglo XVIII en el IVAM. Desde luego, estas cortesanas francesas debían estar locas para llevar semejantes torreones en la cabeza. Dicen que Tono es el estilista de Francisco Camps, ¡ardua tarea! En cualquier caso, la especialidad de Tono son las cabezas de mujer. Le chiflan los moños imposibles, cuanto más altos, mejor. ¡Como a las ricas norteamericanas! Vamos, si hasta él mismo reconoce que utilizó 98 botes de laca para la exposición ¡Madre mía! Con lo bien que va una con el pelo recién lavado…
Por si no fuera bastante, esta semana el peletero Amado invitó a un desfile en el Hotel Westin para presentar su nueva colección. Un lujazo, vamos. Abrigos de visón, astracán, chinchilla, vestidos de fiesta con bordados y pedrería y como complementos, unos joyones con brillantes de locura de la joyería Vendôme ¡uff, qué anillos y collares, qué filigranas! Para finalizar, copita de Moët, como no, cortesía de Javier Monedero. Lo mejor es que sorteaban una pieza de Amado y un par de pendientes de Vendôme. Lo peor es que no me tocó nada. ¡Ya es mala suerte!
Entre las invitadas al desfile, muchas señoras de la sociedad valenciana (y de Castellón, que Amado es de Onda) de las de toda la vida, que todavía se hacen llamar señora de. También las había con nombre y apellidos, como las hermanas Fitera, Laura y Blanca, ideales una con sombrero vintage de Dior y la otra con falda brocada de Prada y abriguito de seda a juego, también obra de Miuccia. Sólo faltó en el desfile algún Yorkshire con collar de strass.
El dueño de la franquicia también tiene su pedigrí, todo hay que decirlo. Beltrán Simó es hijo de Sol Bacharach. La mamá, toda orgullosa, estuvo en la inauguración con uno de sus dos Yorkshire, monísimo y bien peinadito (la Reina Sofía también adora sus yorkshires). Mayrén Beneyto también asistió al evento canino, pero sin perro. Eso sí, le llevó de regalo una chuche en forma hueso. La tienda estuvo super concurrida y hasta ¡Vicente Barrera!, primo de Beltrán, se acercó para comprarle un regalo a su perro. ¡Qué fuerte! ¿Cómo alguien que se pone delante de un toro de tropecientos kilos se va a comprar una chuche para su perro? Misterios de la sociedad moderna.
En pet-à-porter puedes encontrar lo inimaginable, hasta un pato de la Albufera de peluche para que tu perro lo destroce a bocados. Tienes incluso servicio de guardería por horas (¿aceptarían a mi bebé?) -, y, por su puesto, peluquería y estética canina. Si tú vas toda mona, no puedes llevar a tu perro hecho un estropajo. Lo mejor es la agencia matrimonial canina, donde te garantizan que tu mascota encuentre una pareja acorde a su pedigrí. ¡Ay, los perros sí que lo tienen fácil!
Y hablando de pelos. Esta semana Tono Sanmartín ha inaugurado su exposición sobre peluquería del siglo XVIII en el IVAM. Desde luego, estas cortesanas francesas debían estar locas para llevar semejantes torreones en la cabeza. Dicen que Tono es el estilista de Francisco Camps, ¡ardua tarea! En cualquier caso, la especialidad de Tono son las cabezas de mujer. Le chiflan los moños imposibles, cuanto más altos, mejor. ¡Como a las ricas norteamericanas! Vamos, si hasta él mismo reconoce que utilizó 98 botes de laca para la exposición ¡Madre mía! Con lo bien que va una con el pelo recién lavado…
Por si no fuera bastante, esta semana el peletero Amado invitó a un desfile en el Hotel Westin para presentar su nueva colección. Un lujazo, vamos. Abrigos de visón, astracán, chinchilla, vestidos de fiesta con bordados y pedrería y como complementos, unos joyones con brillantes de locura de la joyería Vendôme ¡uff, qué anillos y collares, qué filigranas! Para finalizar, copita de Moët, como no, cortesía de Javier Monedero. Lo mejor es que sorteaban una pieza de Amado y un par de pendientes de Vendôme. Lo peor es que no me tocó nada. ¡Ya es mala suerte!
Entre las invitadas al desfile, muchas señoras de la sociedad valenciana (y de Castellón, que Amado es de Onda) de las de toda la vida, que todavía se hacen llamar señora de. También las había con nombre y apellidos, como las hermanas Fitera, Laura y Blanca, ideales una con sombrero vintage de Dior y la otra con falda brocada de Prada y abriguito de seda a juego, también obra de Miuccia. Sólo faltó en el desfile algún Yorkshire con collar de strass.