lunes, 28 de diciembre de 2015

Término medio

Las cenas de Navidad pueden costarte una fortuna o poco más que un par de medias. Y no hay relación alguna entre lo invertido y el objetivo alcanzado. Puede que tu cuñada, a la que últimamente le van bien las cosas, tire la casa por la ventana, y arramble con las existencias de la tienda gourmet más chic de Valencia: jamón de recebo, caviar del de verdad, champagne de nombre impronunciable, marisco hasta que te sale por las orejas…. Pero que una vez sentados a la mesa estén todos esperando a que el Rey largue su discurso y empezar a cenar, porque lo que antes se empieza, antes se acaba. Así es que en cuanto se acaba el primer gintonic de ginebra destilada en los fiordos islandeses, combinada con tónica de a siete pavos el botellín y bolitas de extrañas especias cosechadas en las chimbambas, cada uno pone la mejor excusa que le viene a la cabeza y pone pies en polvorosa. Eso es como todo. A veces te ves más mona con una camiseta de algodón que le has birlado a tu hija, que con lo mejor de tu fondo de armario. Moraleja, el dinero no solo no da la felicidad, sino que tampoco garantiza el éxito.
Viene todo esto a cuento de que el otro día los diseñadores valencianos organizaron un desfile a beneficio de una ONG de ayuda a perros abandonados. Más o menos por las mismas fechas, el diseñador Miquel Suay, en una entrevista, se despachaba a gusto contra la extinta Semana de la Moda Valenciana. Dijo que “una fiesta particular de Valencia sin conversión ni comercialización, ni mejora de la industria. Solamente un espectáculo muy caro que costó más de un millón de euros al año”. Aquello no sirvió para internacionalizar la moda valenciana, ni para impulsar un sector industrial, ni siquiera para crear marcas. Fue sólo un espectáculo, como el de la cuñada rica en la cena de Navidad, propio de nuevos ricos y de políticos pretenciosos con afán de notoriedad. Una pasarela, a no ser que sea París, no necesita escenarios monumentales ni largas colas de coches oficiales con chófer, ni aún menos centenares de blogueros invitados que sólo servían para que el susodicho se sintiese miembro del mundo de la moda por unas horas. Prueba de ello fue el desfile benéfico del que os hablaba. Con muy pocos medios, estuvo lo más granado del diseño de moda valenciano: Francis Montesinos, Valentín Herráiz, Miquel Suay, Hortensia Maeso o Dragomir Krasimirov, entre otros. Hortensia, que hasta ahora sólo diseñaba colecciones de niños, sacó un adelanto de su ropa para jovencitas, tan difíciles de vestir en las ceremonias.
También se atrevió con vestidos de novias muy de su estilo: hippies, románticas y con tejidos naturales. Montesinos subió a la pasarela a su musa Sara de Antonio y la vistió con una de esas piezas de costura llenas de encaje que el diseñador borda. Y Miquel Suay sacó parte de su última colección de hombre. Aquel desfile avivó la nostalgia por el glamur perdido. ¡Jo pe!, ¿no hay nadie por ahí capaz de montar una pasarela sin que dispare medio punto nuestro déficit? Molaría ver juntos a Francis Montesinos, Valentín Herráiz, Amparo Chordá, Marta de Diego, Enrique Lodares, Juan Andrés Mompó, Alex Vidal, Presen Rodríguez, Javier Villajos, Alejandro Resta, Juan Vidal, Adrián Salvador y Lucas Zaragosí, de Siemprevivas… Adrián Salvador acaba de volver de Río de Janeiro y NY, donde ha presentado su nueva colección de bolsos Onesixone, una edición limitada de 161 unidades, con herrajes de la joyera Helena Rohner y las ilustraciones de la artista Vicky Uslé. Los bolsos se producen artesanalmente en Ubrique y el diseño cambiará cada año aunque siempre buscando la proporción, la armonía, la belleza y el equilibrio. ¡Qué bonito!

lunes, 21 de diciembre de 2015

Más árboles y menos belenes

Estas van a ser unas navidades peculiares. Estamos con un Gobierno en funciones y probablemente sin saber quién nos gobernará en los próximos cuatro años porque Mariano, Pedro, Albert y Pablo estarán negociando sus cosas entre turrones y mazapán. Por otra parte, Compromis ha escondido los belenes de las vías públicas y cuesta más encontrar uno que hacerte con un bolso de Prada al cincuenta por ciento una semana después de empezar las rebajas. El Ayuntamiento ha felicitado la Navidad con un cartel que igual sirve para Navidad que para Fallas que para una quedada en el Carmen. Puestos a innovar, Mónica Oltra y sus chicos podrían buscar otro árbol para ambientar porque en estas latitudes abetos hay pocos y lo que más se le parecen son los cipreses de los cementerios. Lo suyo sería decorar con adornos navideños un algarrobo, un olivo, un naranjo, al menos quedaría todo mucho más valenciano. Y por si todo esto fuese poco, aparecen por la ciudad unos carteles que pone “Vota Ramones”, y que en realidad no te piden el voto para el cantante del grupo punk más gamberro de los ochenta, sino que anuncian una exposición de fotos de Jeipi Juan Pablo de los años en los que venían a tocar a Valencia grupos como los Pixies, Nirvana, Sting, Suede, The Cult, Radio Futura, Iggy Pop, Simple Minds, U2…La exposición se inauguró en Gran Vía 25 con birras, música ochentera y un montón de fotos que podrán nostálgico a más de uno.
Estos días la ciudad está llena de tiendas efímeras y mercadillos navideños. El miércoles abrió el que ha montado Paula Alcón con las hermanas Barral y Sara Tamarit. Se llama Quinta Avenida y está en Conde Salvatierra 20. Hay puestecitos de moda, flores, complementos, decoración navideña, juguetes, productos gourmet y hasta pinturas de Helga Grollo y Luis Lonjedo. En la inauguración estuvo Rafa Alcon, María García, Nacho Jimenez de la iglesia y su mujer Cristina, Mayrén Beneyto, las hermanas Pamblanco, Amparo Muñoz y su hija Elena Blasco, las hermanas Donat, Maiti Moroder, Tola Clérigues, Isabel Aliño y Alberto Clérigues, María Gómez Polo y José Manglano, Cuco Garrigues, Juanjo Barral y Josita Boluda, Mari Carmen Tamarit, la diseñadora Laura Lleo, Paula Llobet, la familia Grollo, Tati Tamarit y su hija Rocío, Nano Belda y sus hijas, Elena Tirado, Maite Marqués, Esperanza Vila, Nacho Gómez Trénor con Carolina Gil, Vicente Barrera y el doctor Murgui.
Justo enfrente, en Conde Salvatierra 23, está Christmas Store, el mercadillo de Angela Pla donde venden desde pieles y tocados a juguetes, papelería y bisutería hippy.
Para las más sofisticadas, hay dos mercadillos muy recomendables: Jul konstruktion, de María Marí y Almudena Cano, y Merry ChristmART. Jul (Navidad) y Konstruktion (construcción) está en Pizarro 18. Se inspira en la Navidad de estilo nórdico y tiene una decoración muy cuidada con madera de Haya. Entre los expositores, Uke, Jimena & Cayetana, My Bluchers, Minimus Kids, bisutería de Bohemismo, Patito & Co, Susi Cala y unas pocas firmas de decoración.
El Merry ChristmART está en el sótano de la tienda La Chaise retro&med, en Maestro Clavé, 3. Es un mercadillo de arte y diseño valenciano: pintura, fotografía, ilustraciones, cerámica y bisutería retro. A la inauguración fueron muchos de los artistas, entre ellos los interioristas Vicente Montañana y su mujer Paqui Casans, el fotógrafo David Poliakoff; Pablo Almenar de Doméstic; la diseñadora Mela Lozano de The Vintees; la fotógrafa Vicenta Casany; la pintora Marta Gómez Lechón y su hermana Carla, la diseñadora de joyas Rosa Borredá y como anfitriones Javier Gijón y Alba Ibáñez, que presentó su bisutería y colección de loza.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Sin complejos

¡Qué buena la campaña de Consum, “Cuarenta años sin complejos”!, pocas veces un publicista ha llegado tan directo a psique femenina de las mujeres de la EGB, recuerda esa película de Mel Gibson “¿En qué piensan las mujeres?”. Te sientes identificada con tu supermercado, te gustaría poder hablar con él y hacerte su amiga y contarle que por fin has encontrado a alguien que te entiende. Para celebrarlo organizaron una fiesta con más de 1.300 invitados. Medio centenar de bailarines recrearon la estética de los 70, los 80, los 90 y los 2000, animando a la gente a perder sus complejos y sumarse a la celebración, caracterizados como personajes de la película Grease, Michael Jackson, Marylin Monroe
¡Ay, Señor, cómo ha cambiado la vida desde que nuestras madres nos enviaban a por leche al ultramarinos de la esquina, que en veinte metros cuadrados tenía medio centro comercial! No solo ha cambiado en el comercio de las cosas ordinarias como la leche o el jabón de lavadora. Esta semana se ha celebrado la fiesta de Navidad de Valencia Excellence, la asociación de tiendas que antes se llamaba Dos Aguas Luxury Shopping. Todo muy discreto, no como años ha, cuando el lujo era ostentoso. Quién se compraba un bolso de firma quería el logotipo bien grande para que todo el mundo supiese que te iban bien las cosas y podías darte el capricho de gastar sin pestañear trescientas o cuatrocientas mil pesetas. El summum de una tarde de compras era pasear por Poeta Querol con un par de bolsas color de Vuitton y Hermés, balanceadas al ritmo de los tacones. En eso hemos madurado mucho. Ya no se trata de pegarte el mocazo (hasta la expresión está en desuso y suena soez), sino de rodearte de cosas buenas aunque sin importante que los demás lo sepan.
El jueves Valencia Excellence celebró su fiesta de Navidad y lo hizo con muy poco boato y muy buen gusto. Más bien fue una muestra de discreción y elegancia: Acosta agasajó con una bandeja de dulces navideños (del horno Las Comedias), Lourdes Verdeguer y Javier, de Patos, invitaron a un jamoncito buenísimo servido con exquisitez y con música en directo de bossa nova, todo muy chic… Lila Albanozzo, de Il Baco da Seta, preparó su tradicional pavo trufado (¡qué rico!) con su receta italiana interpretada por José David Moliner, finalista de Masterchef, y Loewe abrió sus puertas de par en par para que disfrutásemos de sus bolsos con un poco de champagne. Hubo copas, música en directo, dulces navideños, escaparates decorados para la ocasión (ideales los de Alejandro y Acosta, lleno de estrellas con deseos) y hasta Porches en las aceras.Se llenaron las tiendas de gente: Azabache, Martínez Medina, la joyería Rafael Torres, Guillermo Miralles
La Óptica Climent presentó la colección de gafas Matsuda, una firma japonesa que podría ser la representación de ese nuevo lujo discreto. Estuvo por allí el representante en Europa de la firma, un griego guapísimo con aire de Tsipras que se llama Yannis. El tío es tan guapo que hicimos cola para hacernos un selfie con él. Al final acabó tomándoselo a risa porque era un poco cómico vernos allí a todas como quinceañeras a la puerta de un concierto de Los Pecos. El jueves hubo más fiestas.
La joyería Marfil reunió a un montón de amigos para celebrar su décimo aniversario, entre ellos David Albelda y Vicen Fernández, Mayrén Beneyto, Maribel Cosme, Amparo Ortuño, Quico Catalá y su mujer Irina Manglano, Esperanza Vila, Isabel Aliño, Elena Gutiérrez y el arquitecto Ramón Esteve.
Y el joyero Argimiro Aguilar celebró su fiesta de Navidad con un cóctel de lo más cuidadp: catering de Cocotte, degustación de tres variedades de caviar de beluga, champagne Mum y música en directo.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Un pipiolo en el Gobierno

En el inexorable proceso de envejecimiento hay una serie de hitos que inevitablemente tenemos que superar minimizando la no menos inexorable depre. Buena parte de esos hitos ya están superados cuando rebasas los cuarenta: el de que te llamen señora, te hablen de usted, o entrar en una discoteca y darte cuenta de que desentonas más que Mónica Oltra en un concierto de Hombres G.
Pero ahora nos enfrentamos a un nuevo reto para el que no estábamos preparadas. Puede que dentro de poco el presidente de gobierno sea un chico mucho más joven que nosotras. Ya sé que eso no es motivo suficiente para cambiar el voto, pero da cierto yuyu enfrentarte a la realidad de que ya no te gobiernan los mayores, ahora la mayor eres tú. Y el presidente del Gobierno, un chico que jugaba con los clicks de Famobil, cuando tú ya estabas en la Universidad. Ahí están Soraya, Albert y Pablo amenazándonos con acelerar psicológicamente nuestro proceso de envejecimiento. Porque no es lo mismo que Rajoy te hable de su juventud y tú te retrotraigas a la infancia, que lo haga Albert y tú la sitúes en las mismas fechas en que encontraste tu primer trabajo.
Mientras ellos nos restriegan su juventud por las narices, nosotras a lo nuestro, a tratar de retener las arrugas sin que se note demasiado la acción del cirujano o del botox. Os cuento las novedades que acaban de salir al mercado del rejuvenecimiento. El más importante se llama Ultherapy y es un aparatito que logra casi los mismos efectos que el lifting pero sin pasar por quirófano. El doctor José María Ricart, que está estos días en Nueva York en el congreso más vip de cirugía plástica, dice que este año no se habla de otra cosa. ¿Y cómo se consigue un lifting sin cirugía? Pues con ultrasonidos que llegan a las capas más profundas de la piel estimulando la generación de nuevo colágeno. La sesión dura una hora, el láser molesta un poco, pero con sedación se aguanta bien, y encima puedes salir a cenar con tus amigas esa misma noche como si nada, ¿no es la repera? Luego sólo tienes que dejar que se renueve el colágeno: “el proceso natural de creación de colágeno nuevo y más elástico se producirá a lo largo de los meses siguientes”, dice Ricart. Y en seis meses tu cara y cuello lucirán tan firmes como los de un aspirante a presidente de gobierno. Para las interesadas, lo tienen en la Clínica Quirón (en Dermiláser) y en Mariche Correcher.
Otra novedad en estética es el Hidrafacial MD, que ha traído Vicen Fernández en su centro de estética Yser. Es hidratante, anti-aging y combina limpieza, exfoliación e hidratación. ¡Ala, ya tenemos carta para los Reyes Magos! El rejuvenecimiento dental es otra pequeña revolución. La Clínica de Odontología de Lucía Asensio ha diseñado un tratamiento que te deja la sonrisa más bonita y joven que la de Blanca Suárez. Primero limpian y pulen tus dientes, los blanquean de forma natural y contornean las piezas que están rotas. “Así conseguimos volver a dar las formas suaves, redondas y contorneadas”, dice la doctora. En Asensio pueden hasta rejuvenecer las encías con un peeling y realizar cirugía de labio para que no se vea tanto la encía.
Lucía Asensio y su marido José Luis Lanuza estuvieron el martes en la fiesta que dio Telva en el Teatro Real de Madrid para celebrar sus premios de Moda. ¡Madre mía, cuánto glamour! Lucía llevo un vestido blanco de Alejandro Resta con joyas de Siete Gallery, una estola gris y bolso de Acosta. Entre los valencianos estuvo además Juan Vidal, que recibió el premio moda junto a Isabel Marant y Carolina Herrera, el doctor Cavadas, Mayrén Beneyto, Amparo Corell, Rocío Bacharach y la modelo Mayte de la Iglesia, con un vestido ideal rosa palo de The 2nd Skin Co.