martes, 26 de septiembre de 2017

Expertas en diseño, moda, arte, cotilleos…

La vida social valenciana es como una tómbola, nunca sabes lo que te depara mañana. Esta semana ha tocado el diseño de interiores.
Alguien debería impartir un máster en vida social. Suena frívolo, pero la verdad es que no es fácil estar siempre a la altura. Un día vas a una presentación de zapatos y se supone que debes tener algo que decir sobre las hormas y los cordones; otro te llevan a una exposición de arte, y algo tendrás que decir sobre el color y las formas. Hay citas para inaugurar una terraza de verano, en la que lo que se espera de ti es que sepas quién es el último novio de fulanita, ex novia de menganito que la dejó porque a su madre no le acababa de convencer la chica, ¡demasiado poco para su niño!, y ahora mira con quién sale: rico, joven, guapo y bien posicionado;  ¡habrá que ver la cara que se le ha quedado a la madre de menganito!… Y así un día tienes que ser frívola, otro intelectual; uno modosita, otro aguerrida feminista … En fin, una vida de locas.
Esta semana le ha tocado el turno al diseño de muebles, decoración, iluminación. Todo gracias a la Valencia Disseny Week y la Feria Hábitat, que ha llenado la ciudad de cócteles, presentaciones, aniversarios y todo tipo de eventos vinculados al mundo del diseño.
El miércoles, Adrián Salvador y Lucas Zaragosi de Estudio Savage abrieron las puertas de su estudio en Ruzafa y presentaron sus nuevos proyectos de diseño. Estos chicos hacen de todo: ropa, diseño de lámparas y hasta bolsos en ediciones limitadas que se rifan en Londres y NY. A su estudio fue Mayrén Beneyto, Meritxell Barberá e Inma García, de Taiat Dansa, la artista Nanda Botella, la doctora Amparo Zaragosí, el pintor Javier Calvo y la arquitecta María José Tatay.
Esa misma noche, Capdell celebró su cincuenta aniversario la empresa de mueble de Jesús Navarro. Fue en Coven Carmen, una vieja capilla reconvertida en espacio para eventos. Decoración de globos, catering del bueno y una música discotequera que se agradece en estas fiestas, donde a veces castigan con chill out soporífero. Allí estuvieron Carlos Tíscar, Luis Salinas, Isidro Ferrer, Pedro Díaz Cano, Vicente Carrasco, Fran Silvestre, Andrés Alfaro Hofmann, Mateo Climent y Sigfrido Serra, Isabel Rubio y Amparo Ros, Carlos Serra, Federico Varona, Chano Vernetta, el artista Claudio Zirotti con Trini García, Jarr, Amparo Ortuño, Mª Dolores Enguix y Marcelo Soto, Laura Grande, Iván Martínez-Colomer y Ana García-Rivera, Vicente Gracia y Mónica Piñones, María Ferrando, Javier Martínez Rubio con su inseparable Coté Soler, que a ella le da igual que haya música ochentera que setentera, y Mónica Ibáñez.
Al día siguiente, el Colegio de Diseñadores de Interior celebró su aniversario en el Mercado de Colón. Fue un encuentro entre colegas, como Pepe Cosín, Antonio Salinas,  Sigfrido Serra, Mateo Climent, Carmen Baselga, Jorge Belloch, Ramón Bandrés, Juan Gallart, Tono Lledó, Juan Antonio Pascual o Susana Lozano.
Y la semana también dio para encuentros de moda. Carmen de Rosa reunió en el Ateneo Mercantil a Josep Lozano, Amparo Chordá y Mª Rosa Fenollar para hablar de diseño emergente, nuevos talentos y la situación del sector. 

Vuelve Maria Antonieta

Si María Antonieta no hubiese vivido la Corte dieciochesca de Versalles, tendría que haberlo hecho en el Sedaví del siglo XX. Con algún retraso, los valencianos supimos entender el gusto recargado de la Corte de Luis XVI, sobre todo en lo que afecta a los muebles. Tanto es así, que María Antonieta dio su nombre a un tipo de sillón.
Dos siglos después, la industria del mueble valenciana relanzó ese tipo de muebles y lo exportó a medio mundo. Firmas como Mariner y Mariano García decoraron los salones y dormitorios más elegantes del mundo y nos llenaron a todos de orgullo cuando los pusieron en series como Falcon Crest, Dallas o Dinastía.
Los muebles de usar y tirar llevaron a esa industria al borde del abismo. Pero puede que no esté todo perdido. El jueves, Verónica Montijano, nieta de Mariano García, presentó las dos primeras piezas de una colección que intenta recuperar el trabajo de ebanistas, restauradores y tapizadores: la Porter Chair y el Porter Love Seat Luis XV son dos réplicas de muebles artesanos de estilo francés.
La presentación se hizo en Cirilo Amorós con un cóctel que parecía sacado de la película Maria Antonieta, de Sofía Coppola. La mermelada fue una recreación de Verónica inspirada en la que tomaba María Antonieta, las bandejas de plata donde se sirvieron los dulces son de su madre Ana García y hasta las velas estaban hechas ad hoc.
Verónica estuvo acompañada por su marido, José Luis Vilanova, su madre y su tío, María José Lladró, que se ocupó del catering y Regina Cot de las flores. También estuvieron Laura y Blanca Fitera, José Miguel Martínez Medina y Antonio Almerich, la diseñadora Presen Rodríguez con su hijos José y Maribel Cosme, Amparo Lacomba, Mayrén Beneyto, el sastre Antonio Puebla, el doctor Murgui, Marta García con su marido Jorge García y su hermano Fernando, Lola Narvaez, Esther Barrera, María Cosín, el joyero Vicente Gracia, Toni Salinas, Pepe Picó, Chimo Escario y mucha gente del mundo del interiorismo y la decoración.

martes, 19 de septiembre de 2017

Nueva renaixença

La sociedad valenciana vive un renacimiento. La crisis la dejó catatónica durante diez años, y ahora parece que por fin recupera el pulso. Pero que nadie se engañe, las cosas ya no son como eran.
Antaño el glamour valenciano se citaba en eventos frívolos y estetas, en los que la conversación más profunda era la que hablaba de la temperatura idónea para el champán. Ahora la alta sociedad valenciana se cita en galerías de arte y en exposiciones. Los cuadros y las esculturas han sustituido a los coches y los yates; las galerías de arte y los estudios a los hoteles lujosos que parecían sacados del mismísimo Dubai.
Así es que, chicas, ya sabéis: id desempolvando los apuntes de Historia del Arte de COU. Todo apunta a que a partir de ahora, el champán ya no lo tomaréis hablando del vestido que llevaba el otro día fulanita, comprado en la tienda de menganita y con arreglos de futanita. Ahora hay que estar preparada para mantener una conversación sobre la composición y el cromatismo en la búsqueda de un concepto rompedor de la imagen. Y claro, si alguien te viene con esas, no puedes quedarte mirando con sonrisa de pava, mientras piensas: “¡qué daño me están haciendo estos zapatos!”. Tendrás que responderle algo de tipo: “Si, tienes razón. Yo creo que eso obedece a una innegable evolución darwiniana de la estética formal.”
Para empezar, hay que ir pensando algún comentario sobre las berenjenas, alcachofas, limones y demás que jalonan estos días la ciudad. Si alguien, en algún evento, se acerca a ti con su americana negra tipo mercadillo, sobre camisa gris sin corbata, pelo mal peinado y una perilla, y te pregunta sobre la alcachofa que hay en la puerta de la Longa, ¿qué le dices?; ¿qué es una monada?, ¿que responde a la necesidad del arte por superarse a si mismo exaltando las formas banales como medio para crear un nuevo cosmos conceptual?, ¿o simplemente que a ti las alcachofas sólo te gustan en la paella?
El caso es que ahí está, esa enorme berenjena frente a la fachada barroca del Palacio del Marqués de Dos Aguas. Un poco más allá, en la Lonja, una alcachofa. En las Torres de Serrano un tomate y junto a la catedral un pimiento. Son reclamos para acoger una de las jornadas que se celebran estos días sobre alimentación sostenible. Y tú te quedas ahí, mirando el pimiento, e imaginándotelo frito con ajos y tu mojando media barra de pan en el aceitito. Pero tú, lo que llevas en el bolso es un batido que te ha dado tu nutricionista para sustituir la cena por ese mejunje.
A lo que íbamos. La vida social valenciana renace fundiéndose con el arte y la cultura. Esta semana galerías de arte han sido las protagonistas.

La cita más destacada fue la de Ana Joudí en su galería Shiras. ¡Qué pasada de inauguración! La sala donde exponía Antonio Girbès se quedó pequeña para tanto invitado: Mayrén Beneyto, Mariangeles Fayos, la pintora Helga Grollo con su marido Mario Pilato, Angel Villanueva y Laura Gallego, Mª Angeles Miguel, Eva Marcellán y Alfonso Manglano, María José Albert, Ana Joudí, María José Navarro y Pilar Millán, Mª Carmen Pérez, Carmen Alborch, Paloma de Miguel, Vicente Castellano, el doctor Zahrawi, Teresa Nuez del Rotary Club Valencia, Ana Ibañéz, Paco Fandos, Manuel Franco, Elena Dionís, Cristina Marsellan, Juan Beneyto y su mujer Feli. Julián Lopez y Maria José Peidro, Alejandro Betancourt, José Pedro Martinez (hijo del coleccionista Martínez Guerricabéitia), Maite Ibañez (La Nau), Encarna Roig, el arquitecto Carlos Salazar, el comisario de arte Boye Llorens, el los pintores Horacio Silva, Sebatián Nicolau, Ximo Amigó, Nuria Rodriguez, y el presidente del Círculo de Bellas Artes, Gerardo Stübing
Otra galería valenciana, Tapinearte, abrió con una exposición de Antonio Moya y allí estuvo el artista, apoyado por su amigo el pintor Vicente Colom y su mujer Susana Marichán, el empresario Francisco Corell y su mujer Salomé Quiles, Vicente Simó, un auténtico gentleman, y Nuria Vilarrasa.

El Mercado de Colón también inauguró exposición, esta vez sobre dragones, Resulta que un fotógrafo inglés de nombre Mark Sicon ha sacado fotos de los dragones esculpidos en las fachadas modernistas del ensanche y los ha reunido en una exposición sorprendente.
A la inauguración acudieron los hermanos Alfonso y Fernando Manglano, las hermanas Viki y Verónica Pons Soria, el doctor Mira y su mujer, Silvia Pardo, Fer Mata, Noemí Carrasco, Teresa Badía, Paula Todolí y Delia Barral.
La semana también tuvo un hueco para actos benéficos, que hacen mucha falta. El viernes, Manos Unidas Valencia celebró su tradicional cena de hambre con la Fundación Once. Una iniciativa en la que han trabajado, entre otros voluntarios, el presidente de Manos Unidas en Valencia Eladio Seco de Herrera, Pilar Máñez (Manos Unidas y Fundación ONCE) y José Manuel Pichel, delegado de la Fundación ONCE en la CV.

Por lo demás, la agenda social ha estado marcada por las pasarelas. Francis Montesinos presentó su colección el viernes en Madrid y subió a la pasarela a su modelo favorita, Sara de Antonio, y también a las hermanas Encarna y Toñi Salazar (Azúcar Moreno), que fueron la sorpresa de la tarde. Fueron a ver el desfile amigos e incondicionales como Josevi Plaza, Alex Quiroga, Amparo Panadero, Javier García alberni, Blanca Pons Sorolla y Rosa Martínez.
La Pasarela de Madrid empieza justo cuando acaba la de NY. Este año, un grupo de valencianos del Club Moddos se fueron así como quien no quiere la cosa  a Nueva York a ver uno de los desfiles. Josep Lozano, María Dolores Enguix y Marcelo Soto, María José García Padilla y su marido el empresario Enrique Duart, Julia y Cristina Pérez Broseta, Luz Agulló y Amparo Ortuño, el pintor JARR, Guillermo Martorell y Mamen Puchades, Begoña Albert, Julio Rodrigo y Alina Giorgeta. Vieron desfiles, visitaron la sede de Porcelanosa en Madison Square, cenaron en los sitios de moda como Cipriani Downtown, Buddakan o Bathazar y han provocado que más de una sienta ahora mismo envidia máxima.