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miércoles, 2 de mayo de 2018

Largas tardes de abril

Nuestras abuelas nos decían aquello de, “las mañanitas de abril son muy dulces de dormir.” ¡Pobretes!, en sus años mozos no habían salido de casa hasta que no tuvieron novio, y para entonces sólo iban donde les llevaba el soso del abuelo; normalmente al paseo del pueblo a comer un algodón dulce. Cuando caía el sol estaban de vuelta en casa y a la mañana siguiente ronroneaban entre las sábanas recordando el leve roce de la mano del abuelo en la suya. ¡Ayy!, si ahora estuviesen entre nosotras y llamasen a la puerta de la habitación, con lo de las mañanitas de abril, probablemente se llevarían un grito por respuesta: “¡Por Dios abuela, cierra la puerta y déjame dormir que me duele la cabeza!” Y es que ahora, las mañanitas de abril, más que dulces de dormir, son el necesario descanso de la noche anterior. Esas horas de la mañana en las que la cabeza busca su sitio entre un mar de nubes que da vueltas alrededor de la cama.
Lo que no decían nuestras abuelas es que las tardes de abril son ideales para salir de casa y no volver hasta la madrugada. Si hay una noche perfecta, esa es la de un jueves de abril, tomando una copa en un entorno agradable, con música y amigos.
Abril es el mes de los saraos, de los cocteles, los canapés y el champán hasta bien entrada la noche. El día alarga, la temperatura acompaña y todo el que quiere decirle algo a la sociedad valenciana exige un hueco en las agendas. Inauguraciones, presentaciones, premios… ¡Y ale, al frenesí!
Por ejemplo, el jueves pasado hubo citas desde la mañana hasta la noche. La primera fue en el Mercado de Colón, en La Cambra, esa habitación desde la que se domina todo el mercado y que Ricard Camarena reserva para comensales especiales. Allí, un señor de nombre y apellidos ilustres, Alfonso Cortina, ex presidente de Repsol y bodeguero, invitó a un grupo de restauradores a conocer sus vinos. En la mesa estuvo Javier Monedero, José de Pedro, Vicente Patiño, Kiko Vidal, Nacho Honrubia, Loreto Cerdá, Fausto Clemente, Javier Cantos, Maite Garrido, Miguel Angel Mayor, Eduardo Casanova, Pablo Martínez y Roberto Pedrosa. Entre plato y plato el enólogo Adolfo Hornos fue desgranando las bondades de cada vino: ahora un blanco, ahora un Shiraz, después un Cabernet y a los postres, después de cinco o seis copas, ya te gustaban todos los vinos fueran de la añada que fueran.
La tarde siguió en Poeta Querol, donde una de las tiendas de moda francesa más rockeras invitó a champán sin más motivo que celebrar el cambio de temporada. Allí estuvo Ana Nogueira, el maquillador Raúl Castaño, Gabriela Lenze y Natalia Lacasa.
Cerca, en el teatro Olympia, los hermanos Vivancos celebraban una gala benéfica a beneficio de la Fundación Querer, que trabaja con niños que tienen necesidades especiales. El espectáculo hizo bailar al público con una puesta en escena que celebra la vida y la diversidad y que aúna flamenco, artes marciales, acrobacia y música, ¡ole que sí! Entre el público, estuvieron Belén Hoyo, Carles Navarro, Dani Parejo, Fermín Jimeno, Maite Cardona, Marta Navarro, Merche Carneiro, Lidia Carrasco, Pablo Camarasa, Rodrigo de Diego, Salva Suay, Teresa Ibáñez, Vanesa Otero, Isaura Navarro, Juan Reina y Fernando Giner.
Casi a la misma hora, el SH Valencia Palace celebraba su 25 aniversario con una fiesta por todo lo alto: 300 invitados, música en directo de Soledad Giménez, de Presuntos Implicados, y la sociedad valenciana prácticamente al completo, desde empresarios, hasta gente del ámbito cultural y artístico: Amparo Matíes, Julia Pérez Broseta, el ex jugador del valencia Voro González, Víctor Luengo, Eva Blasco, Maria Jose Garcia Padilla, Mayte Montagut, Merche Fillol, Amparo Lacomba, Marisa Marin, Víctor Muñoz, Dulce Iborra, Mercedes Hermosilla, Maribel Molins, Amparo Bertomeu, Juan Valero de Palma, Loles Guido, Amparo Chordá, Dani Nebot o Paco Roca.
La fiesta del jueves acabó en la sala Myrtus de María José Lladró, un espacio blanco y minimalista diseñado por el arquitecto Ramón Esteve, que Verónica Montijano decoró para la ocasión con olivos, velas y calas negras, moqueta rosa y negra y luces de color violeta recreando un bosque mediterráneo encantado.
A la cita, bautizada como la noche perfecta, acudió mucha gente estilosa: la periodista de moda Maite Sebastiá, el crítico gastronómico Jesús Terrés,  la delicada Esther Barrera, el siempre elegante José Luis Vilanova, las encantadoras Elisa Escorihuela y Xelo Madrigal, los interioristas Sigfrido Serra y Mateo Climent, María Cosín, María Dolores Enguix y Marcelo Soto, que al día siguiente viajaban a Chicago, Julia Pérez Broseta, Juan Nabas y Marta Catalán, Paloma Belloch, Marta Mataix, Sonia Nieto, Marta Martínez, Bibiana Gil, Mónica Fragío, Miriam Porras, Alba Guijarro, Álvaro Góngora, Leonor Rodríguez, y las modelos Thalía Andrés e Ivanna Overtoom. Mayrén Beneyto se acercó un rato con su nuera Eva Marcellán, aunque se fueron pronto porque tenían otra cena después.
Además, los diseñadores Adrián Salvador y Lucas Zaragosí, de Savage, presentaron su colección de novias para mujeres que buscan algo poco convencional. Hubo música en directo, cócteles y unas tartas que parecían de cerámica y que daba hasta pena probar de lo chulas que eran.

lunes, 29 de enero de 2018

Vuelven las pasarelas

Un desfile de moda es como una cena con Brad Pitt: reúne todo lo necesario para pasar un buen rato. Arte y cultura; la moda es crear algo de la nada, en eso se aproxima al arte. Y qué es Brad, sino una obra de arte. Los desfiles tienen ese toque de glamur que le aportan las modelos, los diseñadores y el público de las primeras filas. Y qué es Brad, sino la quintaesencia del glamour. La pasarela también es un espectáculo, una mezcla de teatro, música e interpretación. Y qué es Brad, sino un espectáculo en si mismo. Luego, después del desfile, llega el cóctel y entre canapés y champán departes con tus amigas. Y qué es Brad al terminar la cena, sino el champán hecho hombre, un estallido de alegría y emoción que invade todo el cuerpo en cuanto te ayuda a ponerte el abrigo, con todas esas burbujas recorriendo tu columna vertebral de arriba abajo.
Hacía tiempo que Valencia no celebraba desfiles, por eso, y porque Pitt no invitó a nadie a cenar, toda la sociedad valencia estuvo el miércoles en el Centro del Carmen. Era un desfile organizado por la Conselleria de Educación a partir de un proyecto de Josep Lozano llamado Artenblanc en el que se pidió a más de veinte diseñadores que creasen un modelo de color blanco.
El desfile fue tan dispar como diferentes son cada uno de los diseñadores. Nada que ver el vestido de novia de Alejandro Resta, lleno de encaje, con el de Adrián Salvador y Lucas Zaragosí (Estudio Savage) de tejidos ligeros. Tampoco tenía mucho que ver el vestido hecho con anillas de metal de Anillarte con los diseños de Ulises Mérida o Roberto Diz.
Entre los diseñadores participantes, más de uno faltó a la cita. Juan Vidal estaba en Madrid preparando su desfile del jueves en la Fashion Week, como Mané Mané, Ulises Mérida y Hannibal Laguna (que no participó en Artenblanc). Y Alejandro Resta estaba en Qatar desfilando y dando clases de moda con alumnos de la familia real del país. Quienes sí estuvieron fueron Adrián y Lucas, Mario Coello, Pedro Hidalgo, Laura Alemany, Hortensia Maeso, Javier Soria, Francisco Benavente, Adrián Cubero, Yvan Andreu y Sebastián Chavarriaga.
Entre el público, los periodistas Custodio Pastor y Mayte Sebastiá, que llegó al mismo tiempo que Vicen Fernández, que acababa de volver de esquiar y todavía estaba con agujetas, Ana García Rivera, Delia Barral, que siempre te recibe con una generosa sonrisa; el estilista Rafa Moreno con Angel Adán, la nutricionista Elisa Escorihuela, Encarna Roig y Mariángeles Miguel.
También socios del Club Moddos como María Dolores Enguix y Marcelo Soto, Julia Pérez Broseta, Mónica Duart con su madre María José García Padilla y Andrea Villafañe, Luz Aguiló, Guillermo Martorell y Mamen Puchades, los artistas JARR y Claudio Zirotti y Eugenio Martín.
Sin olvidar a las imprescindibles en este tipo de eventos: Mayrén Beneyto, que llevaba un broche en forma de pájaro que Blanca Fitera había adaptado de un sombrero de su abuela. Blanca, de negro y con un bolso metálico de Zara que parecía de firma de lujo, llegó con su hermana Laura, que sacó de su armario una de sus mejores piezas, un abrigo vintage que compró en un anticuario para la boda de su hija. Estuvo además Merche Fillol, Amelia Guich Lamo de Espinosa, Amparo Mortes con su hija Alicia Lacomba, Begoña Albert, Paloma Blasco, To Campos e Isabel Aliño.
La periodista Laura Grande fue con su marido Ignacio Estrela y con el alcalde de Cullera Jordi Mayor, al que la maquilladora Kuki Giménez aprovechó para pedirle entradas del festival Medusa. El toque perruno lo puso el estilista Alex Villar, que llevó a su perra Chloé al desfile. Del mundo de la moda, el sombrerero Betto García, María Rosa Fenollar y Carmina Durán de la agencia que puso las modelos.

martes, 26 de septiembre de 2017

Expertas en diseño, moda, arte, cotilleos…

La vida social valenciana es como una tómbola, nunca sabes lo que te depara mañana. Esta semana ha tocado el diseño de interiores.
Alguien debería impartir un máster en vida social. Suena frívolo, pero la verdad es que no es fácil estar siempre a la altura. Un día vas a una presentación de zapatos y se supone que debes tener algo que decir sobre las hormas y los cordones; otro te llevan a una exposición de arte, y algo tendrás que decir sobre el color y las formas. Hay citas para inaugurar una terraza de verano, en la que lo que se espera de ti es que sepas quién es el último novio de fulanita, ex novia de menganito que la dejó porque a su madre no le acababa de convencer la chica, ¡demasiado poco para su niño!, y ahora mira con quién sale: rico, joven, guapo y bien posicionado;  ¡habrá que ver la cara que se le ha quedado a la madre de menganito!… Y así un día tienes que ser frívola, otro intelectual; uno modosita, otro aguerrida feminista … En fin, una vida de locas.
Esta semana le ha tocado el turno al diseño de muebles, decoración, iluminación. Todo gracias a la Valencia Disseny Week y la Feria Hábitat, que ha llenado la ciudad de cócteles, presentaciones, aniversarios y todo tipo de eventos vinculados al mundo del diseño.
El miércoles, Adrián Salvador y Lucas Zaragosi de Estudio Savage abrieron las puertas de su estudio en Ruzafa y presentaron sus nuevos proyectos de diseño. Estos chicos hacen de todo: ropa, diseño de lámparas y hasta bolsos en ediciones limitadas que se rifan en Londres y NY. A su estudio fue Mayrén Beneyto, Meritxell Barberá e Inma García, de Taiat Dansa, la artista Nanda Botella, la doctora Amparo Zaragosí, el pintor Javier Calvo y la arquitecta María José Tatay.
Esa misma noche, Capdell celebró su cincuenta aniversario la empresa de mueble de Jesús Navarro. Fue en Coven Carmen, una vieja capilla reconvertida en espacio para eventos. Decoración de globos, catering del bueno y una música discotequera que se agradece en estas fiestas, donde a veces castigan con chill out soporífero. Allí estuvieron Carlos Tíscar, Luis Salinas, Isidro Ferrer, Pedro Díaz Cano, Vicente Carrasco, Fran Silvestre, Andrés Alfaro Hofmann, Mateo Climent y Sigfrido Serra, Isabel Rubio y Amparo Ros, Carlos Serra, Federico Varona, Chano Vernetta, el artista Claudio Zirotti con Trini García, Jarr, Amparo Ortuño, Mª Dolores Enguix y Marcelo Soto, Laura Grande, Iván Martínez-Colomer y Ana García-Rivera, Vicente Gracia y Mónica Piñones, María Ferrando, Javier Martínez Rubio con su inseparable Coté Soler, que a ella le da igual que haya música ochentera que setentera, y Mónica Ibáñez.
Al día siguiente, el Colegio de Diseñadores de Interior celebró su aniversario en el Mercado de Colón. Fue un encuentro entre colegas, como Pepe Cosín, Antonio Salinas,  Sigfrido Serra, Mateo Climent, Carmen Baselga, Jorge Belloch, Ramón Bandrés, Juan Gallart, Tono Lledó, Juan Antonio Pascual o Susana Lozano.
Y la semana también dio para encuentros de moda. Carmen de Rosa reunió en el Ateneo Mercantil a Josep Lozano, Amparo Chordá y Mª Rosa Fenollar para hablar de diseño emergente, nuevos talentos y la situación del sector. 

lunes, 12 de junio de 2017

Dinero femenino

A lo largo de la historia, pocas cosas han quedado al margen de la lucha entre sexos. Hasta esta semana, una de ellas había sido el dinero. Ese canalla nos gusta igual a nosotras que a ellos. Pocas cosas te unen más a un hombre que un buen puñado de billetes para gastar, sabiendo que cuando se acaben llegará la despedida: “me lo he pasado fenomenal, guapito. Ya nos vemos otro día” y te vas a tu casa cargada de bolsas de zapatos. El dinero no entiende de edad, de raza, de religión ni de sexo. Bueno, al menos hasta esta semana, porque la Universitat de València ha anunciado la creación de una Cátedra de Economía Feminista. ¡Córcholis, eso qué es lo que es! ¿Querrá eso decir que las mujeres vamos a tomar el control de los grandes parqués bursátiles? Eso estaría bien, desechar de una vez por todas la imagen de ese yupi repelente con los pies puestos encima de la mesa y sustituirla por la de una mujer estilosa recomponiéndose las medias, mientras la de la mesa de al lado la mira y piensa: ¡qué bien le sienta ese color de pelo a la muy…! Mírala tiene más celulitis que mi cuñada pero da el pego que te pasas. Y al otro lado del teléfono, la clienta esperando: venga bonita, dime en que invierto este par de miles de millones de euros, que me tengo que ir a hacer la manicura.
No, no es eso. No vayamos de un estereotipo a otro. La Cátedra de Economía Feminista, en palabras de Mónica Oltra responde a una necesidad porque, “O feminizamos la economía o las generaciones futuras tendrán problemas”. Y tanto que tendrán problemas, el día que nosotras controlemos los dineros, los futbolistas tendrán que buscarse un pluriempleo. “Esta Cátedra es un paso para feminizar todos los ámbitos de la vida”, continúa diciendo Mónica. A no, eso sí que no, hay algunos ámbitos de la vida de los que no queremos saber nada, por ejemplo los chistes verdes, esa cosa soez y de mal gusto está bien donde está. ¿Cómo será una economía feminista?, sólo Mónica Oltra lo sabe y el tiempo nos lo dirá. Quizás lleguemos a un mundo en el que los mercados sean más humanos.
Por el momento, esta semana las mujeres hemos feminizado más de un campo reservado tradicionalmente a los hombres. Cuatro de los siete premios Jaime I han sido para mujeres: la física Susana Marcos, la bióloga Anna Maria Travaset, la empresaria Alicia Asín y la economista Carmen Herrero. Los premios Max también fueron de lo más femeninos. Y el Gremio de Sastres y Modistas acaba de dar su Premio Joia a la indumentarista Amparo Gómez.
La excepción a este despliegue feminista han sido los premios de la Asociación de Diseñadores, que se entregaron el jueves en el Rialto. Aquí perdimos, chicas. De los 42 premios, la mayoría fueron para hombres. La gala se hizo un poco pesada porque había tantas categorías que algunos diseñadores, como Ibán Ramón, subieron al escenario hasta ocho veces. El estudio de Nacho Lavernia se llevó otros cinco premios y Borja García, tres. Otros premiados fueron: Álvaro Sanchís, Vicent Martínez, Alejandro Benavent, Rubén Saldaña, Dídac Ballester, María Pradera y Lorena Sayavera, Clara del Portillo y Alex Selma, Vicente Luján, Ricardo Alcaide, Josep Gil, Carlos Tíscar, Ximo Roca, Antonio Mateo y Mariola Reyna y Ramón Arnau. Pepe Gimeno se llevó el premio a la trayectoria profesional.
A la gala fue la mujer de Ximo Puig, Amparo Panadero, el director de actividades del Patronato Martínez Guerricabeitia, José Pedro Martínez; los diseñadores de moda Adrián Salvador y Lucas Zaragosí, el periodista Tonino Guitián, el empresario Antonio Almerich, Andrés García Reche, que entregó uno de los premios, como la teniente alcalde Sandra Gómez, la directora general de cultura Carmen Amoraga y el concejal Pere Fuset.

Entre los premiados triunfó el dresscode habitual en el mundo del diseño: vaqueros, camiseta y zapatillas. Pocas chaquetas, todavía menos camisas y ninguna corbata. ¡Menos mal que estaban las chicas para dar algo de glamour!

lunes, 13 de marzo de 2017

Nostalgia fallera

Los meteorólogos dicen que estos días el tiempo se pondrá más feo que unos guantes de fregar, pero que el miércoles a mediodía las cosas volverán a su sitio y tendremos ese tiempo loco de fallas en el que por la mañana sales con chaqueta, a mediodía te sobra todo y por la noche te pones una camiseta thermolactyl.
Las fallas tienen siempre un toque melancólico; hay una tendencia a recordar los años de la juventud perdida. De las primeras salidas con amigas, sin padres. De las primeras mascletaes cruzando miraditas con algún chico. De los castillos en la plaza del Ayuntamiento, con los pies helados, tu suéter de Privata y los Levi’s etiqueta roja que alguien te había traído de Irlanda. Cuando los chicos, para hacerse los guays, hacían guerras de borrachos en la plaza de Cánovas y les salía ese machito protector de cogerte del hombro para ayudarte a cruzarla.
La que quiera recrearse en esa nostalgia, este año tiene una exposición que le vendrá como anillo al dedo. Francis Montesinos ha rescatado de sus archivos sus estampados más representativos y los ha expuesto en laGalería Cuatro.
A muchas os resultarán familiares: la tela de banderitas de finales de los ochenta, que utilizaba combinada en suéteres de ochos; el estampado de la Virgen de los Desamparados con el que hacía camisas y faldas que alguna se ponía para los exámenes, a ver si así la Virgen le ayudaba; las faldas con el estampado de etiquetas de viaje y los dibujos mantón de Manila, el de la nit del foc, el del rockodromo… Si por algo se reconoce al diseñador es por sus dibujos en tela, que a más de una le traerá recuerdos de su más tierna adolescencia.
A la inauguración fueron muchos de sus incondicionales, como Jose Vicente Plaza, el doctor Murgui, la mujer de Ximo Puig, Amparo Panadero, Javier García Alberni, Lucia Paola y Olfo Dominguín, Susi Torres, los fotógrafos Eduardo Peris y José Luís Abad, la actriz Ada Ferrer, la modelo Sara de Antonio, el comisario de la muestra Jose Lapasió y Miguel Castillo, de la Galería Cuatro.
Otra exposición muy valenciana es la de Josita Boluda. La pintora inauguró esta semana en el Mercado de Colón sus pinturas con falleras, pasodobles, flores y toda la tradición valenciana en colores fuertes sobre pan de oro. Allí estuvo su hermano Vicente Boluda, su marido Juanjo Barral y sus hijas, sus cuñadas, Amparo y Delia Barral y amigos como Lucía Gómez-Trénor, Melli Alonso, Silvia Pardo, Rosana Vento, Carolina Gil, Sofía Carpi, María García de la Riva, Maribel Vañó, el Doctor Mira, Maca Alegre, Pepa Guinot, Eva Marcellán, Manuel Bueno, Sonia Valero de Palma, Pablo Jordán, Carmen Martínez, Mayoya Gómez Lechón o Lucía de Miguel. También estuvo el presidente de Casa Caridad, Luis Miralles, ya que los beneficios de la venta de los cuadros se donarán a esta asociación.
El restaurante La Moma también reunió esta semana a un buen grupo de amigos del diseñador gráfico Manuel Benlloch, para celebrar su nueva exposición, entre ellos José Ramón Alcalá, Fernando Puig, Javier Calduch, Arturo Albors, José Luis Mendoza, Antonio Andrés, los abogados Paco Ibor, Rosario Millán, Marga y María Soler, Nacho Martínez Medina, Elena Crespo, la estilista Reyes García Rambla, la orfebre Elena Santamaría, Cristina Perpiñá, Begoña Martinez, Concha Llosa y Ana Noguera.
¡Más eventos falleros! Adrián Salvador y Lucas Zaragosí han diseñado una pequeña colección de gorras y chaquetas con espolín y neopreno para Amstel. Hace dos años ya diseñaron para la empresa Vives i Mari y esta vez quieren demostrar que el espolín se puede modernizar para otras prendas de uso diario. La colección se podrá ver en el Veles e Vents a partir del 16 de marzo.

lunes, 30 de enero de 2017

Adiós a un caballero

Cada caballero que muere, es un caballero menos porque no tiene relevo. Juan Luis Gómez-Trénor era uno de esos caballeros. Uno de esos hombres que hacía sentir distinguida a cualquier mujer, independientemente de que fuese alta, delgada y estilosísima, o más bien chaparra y poca cosa. Eso es la caballerosidad: que te digan estés más guapa cada día, que te rellenen la copa, que se levanten de la silla cuando te ven llegar a la mesa, que te escuchen y entren en tu conversación haciéndote creer que les interesa mucho más lo que tú dices que el último fichaje del Valencia C.F. Quedan pocos de esos y es una pena. Nada tiene que ver esto con el machismo pero sí con un feminismo mal entendido que reclama el mismo trato para hombres y mujeres. Que considera una ofensa el halago a la mujer y la exaltación de su belleza. Y al final ha pasado lo que ha pasado, que ya nadie te cede el paso y que el colega de turno te pone la copa delante de las narices para que seas tú quien se la llene de vino. Lo siguiente es el chiste soez, que puede resultar gracioso entre hombres, pero que cuando tú estás delante queda más chabacano que un eructo: te quedas ahí, con la sonrisa pintada en la cara y pensando, pero qué poca gracia tienes, guapito. Pero lo peor de todo está aún por llegar, como el tío se cree gracioso, suelta otro. El de al lado se engancha y suelta el suyo, tú intentas cambiar la conversación, pero ya es tarde, esto es un tsunami de grosería que te ha desbordado.
Probablemente nos lo hayamos buscado nosotras, pero no era esto lo que queríamos. Pretendíamos que no se nos tratara como a floreros, que no se nos vetase ante ciertos temas de conversación, que en cualquier evento social nuestro papel fuese algo más que el de lucir pierna y escote. Pero algo hemos hecho mal.
Aparte de la muerte de Gómez-Trenor, la noticia social de la semana en Valencia ha sido la falta de noticias. Enero acaba tan soso como empezó: con frío, lluvia y pocos saraos, a excepción de alguna vidilla cultural.
El lunes, el artista Jarr presentó en sociedad su nuevo catálogo “fallen angels2, con fotos de Zaibi, Paola Dominguín y textos de Alex Villar. La presentación reunió a un montón de amigos del artista, entre ellos la periodista Laura Grande, el presidente de la Fundación Bancaja Rafael Alcón, Alfredo Esteve, Begoña Llácer, los interioristas Julio Guixeres y Amelia Delhom, Encarna Roig (de Acosta), Mª José García y Mónica Duart, Begoña Albert, Amparo Ortuño de la Clínica Rahhal, Ana Ramírez y Lluís Nadal, Mª Dolores Enguix con Marcelo Soto (Óptica Climent), Josep Lozano, Ángeles Miguel (El vestidor vintage), el doctor Juan Antonio Murgui, el artista Claudio Zirotti y Trini García, Coté Soler y Javier Martinez-Rubio.
Al día siguiente, la artista Virginia Kelle presentó su última obra en la clínica dental Pons Soria con motivo de su treinta aniversario. En la presentación estuvo el peluquero Rafael Moreno, un artista de la tijera y el color, Coque Ruz y Gonzalo Abir de Tyris, Pilu Díez de Rivera, Patricia Sánchez de León, Desampa Gil, el Doctor Mira y los diseñadores Lucas Zaragosí y Adrián Salvador, de Siemprevivas.
Lucas y Adrián protagonizaron el último evento de la semana. Hablaron de sus nuevos proyectos en Mar de Avellanas invitados por La Rambleta y Cervezas Alhambra y anunciaron que a partir del próximo mes de febrero se mudan a un nuevo espacio en Pintor Salvador Abril 19. Entre los asistentesla chef Begoña Rodrigo, Ana Mansergas, Laura Grande y Ferrán Cano, Ángela Valero de Palma, Daniel Borrás, Eva Montesinos, Carmen Durán, Virginia Murcia, Ángela Pla, Meritxell Barberá de Taiat Dansa, Isabel Moreno y la fotógrafa Mara Cózar entre otros.

lunes, 24 de octubre de 2016

Segundas oportunidades

La moda eso que pasa de moda, decía Cocó Chanel. Hoy se lleva el pelo liso con plancha y mañana los rizos de los setenta; un año, los vaqueros pitillo y al siguiente los de pernera ancha; otro con cintura baja y al siguiente hasta el escote, como los que llevaba Marilyn Monroe. Y no sólo pasa con la ropa. La moda afecta a todo. Por ejemplo, los alimentos; tan pronto el huevo es el demonio como pasa a ser un elixir de la eterna juventud. Pasa con las profesiones, con la raza de las mascotas, con la vajilla que ponemos en la mesa, con los colores de las paredes de nuestro salón y hasta con las ideas políticas.
Afortunadamente, siempre hay alguien que echa la vista atrás y recupera las cosas que dejaron de estar de moda, ya sean de los años veinte, cuarenta, cincuenta y hasta de los ochenta, tan repudiada con sus calentadores, colores ácidos y pelos rizados. Esta vez la segunda oportunidad le ha tocado los ultramarinos, esos comercios centenarios que cayeron en el olvido tras la llegada de los modernos supermercados, hipermercados y grandes superficies. Los ultramarinos eran como un reducto de la época de la tele en blanco y negro, una antigualla pasada de moda.

Apenas quedan en Valencia, pero los que quedan aguantarán porque se van a poner de moda otra vez. La prueba es que los chicos de CuldeSac, tan avanzados siempre en modas, han creado una campaña para Cervezas Turia que tiene como protagonistas a los ultramarinos. Han editado un guía de lo más coqueta, ilustrada por Ana Penyas, que reúne diez locales emblemáticos de Valencia pequeños, sencillos y llenos de historia. Durante unos días, cada ultramarino tendrá un maridaje de algún alimento con la cerveza, elegidos por los chefs María José Martínez, Alejandro Platero, Enrique Medina, Juan Casamayor, Germán Carrizo y Carito Lourenzo.
La guía se presentó el martes en el ultramarinos Aves La Maña, en la calle Jesús, un Ultramarinos especialmente venerable en el que las hermanas Malo, sus propietarias, fueron verdaderas anfitrionas. Carlos Valero de Turia y Arnau Benlloch fueron los conductores del acto en el que la cantante Chloë puso la música con su guitarra.

Los asistentes degustaron los manjares del ultramarino y su maridaje de cerveza con paté de foie francés Thiol y quesos varios. Entre los asistentes, estuvo Sergio Adelantado, presidente de la Academia de Gastronomía de la CV, los periodistas Laura Grande, Eva Muñoz de Verlanga, Miriam Civera, Ana Valls, Vicent Molins, el historiador Vicent Baydal, los diseñadores Adrián Salvador y Lucas Zaragosí, el equipo CuldeSac con Sophie von Schönburg al frente, la cocinera Carito Lourenço...
Las joyas antiguas y pasadas de moda también tienen ahora una segunda oportunidad. El jueves se presentó en Valencia la empresa Circa, que compra y vende joyas de segunda mano. En España no hay tradición pero en EEUU las personas adquieren joyas de segunda mano, el mercado es enorme, y aprecian mucho la joya española. La diferencia frente a otras empresas es que aquí las piezas no se destruyen para vender el oro a peso, sino que se valora las características de cada pieza y se buscan nuevos propietarios que las aprecien.


“Teníamos personas de Valencia que se trasladaban a Madrid a vender”, cuenta Marta Eizaguirre, la directora de CIRCA Madrid. Por eso se han asociado con Mª Ángeles Miguel y Yolanda Serrano de El Vestidor Vintage para ofrecer este servicio en Valencia. Se presentó martes con un cóctel al que fueron Marisa Martinez, Jan y Hellen Poen, Paula Rincon de Arellano, Pablo Castellblanque, Inmaculada Oliver y Rafa Alamar, Julio Muñoz, Amelia Delhom, Encarna Roig, Nacho Ballester y Manuel Llopis, entre otros.

lunes, 15 de agosto de 2016

Cosas de chicas

Noche de viernes. Cenando en una de las mejores casas solariegas de la Marina, en una de esas casonas que levantaba la gente de familia ilustre en la época de esplendor de la burguesía valenciana.
Varios corrillos en el jardín. En uno se habla, como no, de política. Otros hablan de las olimpiadas, otros del Valencia y en una de esas mesas, aprovechando un silencio, una de nosotras saca un tema: el vestido del eldense Juan Vidal que llevó Letizia en la recepción en Mallorca. ¡Buahh, fantástico! Por fin los tres hombres que había en la mesa se quedaron callados. Lo único que sabían era quién es Letizia, pero ninguno tenía ni idea de quién es Juan Vidal. Más de una hora sin poder entrar en la conversación, se les comían los demonios. Alguno con disimulo entra en google a ver si descubre quién es Juan Vidal, si diseña vaqueros, zapatillas o vestidos de fallera. Solo dos hombres participaban en la conversación, Adrián Salvador y Lucas Zaragosí, diseñadores de Siemprevivas. Los otros tres por fin estaban sufriendo lo que nosotras sentimos cada vez que Leo Messi o Neymar aparece en la conversación.

El corrillo fue ampliándose con nuevas incorporaciones. Ellos intentando llevarse la conversación a la política o al papel de la Corona. Pero eso no le interesaba a nadie. Ahí estábamos a lo que estábamos. A por qué Letizia había tardado tanto en vestir de un diseñador valenciano; a los problemas de Juan Vidal para vender su colección a pesar de las piezas tan chulas que hace y la cantidad de premios que se ha llevado; a desentrañar las razones que llevaron a la Reina a elegir unas sandalias preciosas de Magrit que no eran lo más apropiado para un verano en Mallorca. Con lo mona que hubiera estado con unas zapatillas de esparto con plataforma.
El debate se animó cuando alguien recordó que para la entrega de los Premios Nacionales de Moda Letizia llevó un vestido de Zara de hace dos temporadas, error que probablemente quiso reparar vistiendo de Juan Vidal, premiado el año anterior.
La conclusión unánime es que Letizia no acaba de encontrar su estilo y que necesitaría impregnarse del aire y la estética Mediterránea. Tiene que relajarse un poco, no hace falta ajustar tanto el talle del vestido, ni lucirlo hierática como para salir en el photocall. Un poco de desmelene y más moda española, que tenemos diseñadores como Juan Vidal, Siemprevivas o Del Pozo que hasta viste a la mismísima Michelle Obama.
La cena era en casa de Mayrén Beneyto aunque la organizaba su nuera Eva Marcellán. En la conversación estaban las dos anfitrionas, las periodistas Elena Meléndez y María Cosín, la cirujana plástica Isabel Moreno, los diseñadores de Siemprevivas y los tres hombres.
Mientras nuestros hijos se desmelenan este fin de semana en el Medusa festival de Cullera, escuchando música de DJ, nosotras estábamos anoche en la discoteca La Hacienda de Xàbia donde actuaba Nacha Pop. Y ahí estaba más de una, con un ojo en el wasapp por si tenía noticias de los niños y el otro ojo en la pista a ver si por alguna de aquellas se dejaba ver Ximo Puig que ha estado por aquí estos días, paseando por el Arenal y subiendo al Montgó. Buaaa, mi vida por echarme unos pasos de baile con el President de la Generalitat al ritmo de Chica de ayer.

Xábia sigue siendo el centro de la vida social en verano. Este fin de semana habrá mercadito en Montgo Di Bongo y esta tarde habrá un cóctel de la joyería De la Concepción en el Parador para celebrar los veinticinco años de la presentación de sus joyas en Xàbia. Hay una exposición que recoge la trayectoria de la joyería y una selección de joyas que ya han pasado a ver empresarios como Federico Félix y su mujer María José Labech o Vicente Lladró con su mujer Amparo.

lunes, 10 de agosto de 2015

Preysler, Xàbia y sus secretos

Hoy vengo a hablaros de Xàbia y de unos cuantos rincones curiosos que me han chivado Adrián Salvador y Lucas Zaragosí, los diseñadores de Siemprevivas. Pero hablando de mujer a mujer, quería haceros una pregunta a ver si entre todas encontramos la respuesta. No es una pregunta frívola al uso de esa sección, es algo de mucho calado, algo que afecta a toda la cultura occidental, si me apuráis a la esencia misma de la naturaleza humana, a lo más profundo de la antropología. Allá va, ¿qué técnica secreta utiliza Isabel Presley para doblegar a los hombres?, ¿cómo consigue la filipina atraparlos en sus redes y obligarles a bailar al son de música cual quinceañeras enamoradas ante su amado? Si el machismo es la supremacía del hombre sobre la mujer, el feminismo debería ser lo opuesto y no la igualdad entre sexos. La filipina debería ser la patrona de quienes aboguen por un mundo femenino, donde el hombre se someta a la mujer. Y ahí es donde ella debería dar conferencias internacionales descubriendo sus secretos. Todas sabemos cuál es el punto débil de los hombres, pero ese ya no puede ser el secreto de una mujer que ha pasado los sesenta, y ahí está ella, arrastrando a Mario Vargas Llosa a los eventos que más le convienen.
Pero bueno, nosotras a lo nuestros que bastante tenemos con torear lo que tenemos en casa. Como todos los años, buena parte de la vida social valenciana y alicantina se traslada a la costa. Muchas de vosotras estáis o vais a estar en Xàbia, ya sabéis que allí hay dos grandes grupos, los que veranean allí de toda la vida, y los que llegaron anteayer; claro que estos últimos tienden a esconder su advenimiento a estas tierras. Así es que, tanto los unos como los otros, dicen que son de allí de toda la vida. Adrián Salvador y Lucas Zaragosí, nietos de veraneantes de Xábia, me cuentan algunos rincones para presumir de conocer la zona como si hubieseis estrenado allí vuestros primeros chupetes.
Para un día de playa, el Portixol, Ambolo o la cala del Moraig. Para un baño rápido, Cala Blanca. Hay que ver la Iglesia de Nuestra Señora del Loreto, un ejemplo de arquitectura brutalista. Y la galería Set Espai DʼArt, donde siempre descubres artistas interesantes. De compras, El Zaguán, en pleno casco histórico, y la tienda de decoración Indigo. Para comer, varias opciones: bocadillos en el Austriaco, en el Arenal; para una cena desenfadada con pescado recién llegado al puerto, La Cantina, pared con pared con la lonja de pescadores. A unos pocos minutos del pueblo, en la encantadora Tasca de Jesús Pobre, los domingos por la tarde montan un mercadito gastronómico de productos de la zona; Chez Angel, un clásico al que siempre apetece volver, como la terraza del Parador de Jávea y los arroces de La Perla. Para los más snobs, uno de los mejores Pad Thai del mundo en el restaurante Monsoon Thai en el Arenal. Carnaval Café para un antojo de comida mexicana. Un chateaubriand en la barra del restaurante Los Remos nunca falla. Las mejores tapas en Estapati. Y si quieres darte un capricho, el restaurante Bon Amb del chef Alberto Ferruz. Las copas, en alguno de los chiringuitos que ocupan el primer Montañar, desde Saona, La Siesta o Montgo di Bontgo. ¿Y qué te pones para salir en Xàbia?
La mujer de Xàbia es sencilla y discreta. Lleva vestidos largos de seda con rayas irregulares, kaftanes, camiseros y sandalias de Castañer con o sin tacón y para la noche algún vestido a medida para las fiestas que se celebran en las espectaculares casas diseñadas por Ramón Esteve, como Casa Sardinera, o María José Tatay y Juan Blat.” ¿Complementos? Su compañero de día es un maxi capazo en el que quepa todo lo necesario para pasar un intenso día en el mar. Por la noche lo sustituye por un micro bag que le permita bailar mucho, porque aquí en Jávea, en verano, somos de bailar.

lunes, 25 de mayo de 2015

George Clooney: el hijo perfecto

George Clooney es el hijo perfecto. Como pareja debe de ser muy estresante. Imagínatelo, vas con él a una fiesta cogida del brazo y de pronto, así como quien no, te da un beso en los morros. De golpe y porrazo sientes sobre tus espaldas las miradas de miles de mujeres cuestionándote: pues no es para tanto, es bajita, tiene un cuello horroroso, y esa nariz, qué nariz, por qué no se la opera… Sabes, además, que todas ellas están esperando a que te tropieces y caigas de bruces al suelo a ser posible encima de un charco. No, como marido, no. Mejor como yerno, claro que a ninguna de nosotras le apetece pasarse lo que le queda de vida vigilando la espalda de su adorada hija, no vaya a ser que una de esas harpías envidiosas le dé un empujón cuando menos se lo espera. Como hermano estaría bien, pero sería duro aguantar a su mujer como cuñada, ya sabéis, las cuñadas son siempre peligrosísimas y si están creídas, mucho peor. Tenerlo como padre también sería una faena, con todas tus amigas diciéndote una y mil veces lo guapo que es tu padre, al final eso cansa.
Así es que, lo dicho, lo mejor sería tenerlo como hijo. Le quieres, te quiere, no te cuestiona, le achuchas, te achucha. Y ahí estás tú, esperando a la próxima novia; irán pasando, una detrás de otra, y tú serás la única que aguantará el paso del tiempo. A ti no te destronará nunca nadie, eso es una madre.
La madre de George se llama Nina Bruce. Es una mujer muy estilosa con pinta de haber comido un plato de patatas fritas desde que mataron a Kennedy por miedo a engordar trescientos gramos.
Como sabéis, Clooney ha estado esta semana en Valencia, dijo que era una ciudad “para soñadores”. Estuvo sólo unas horas. Llegó a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, escenario Tomorrow Land, posó en el photocall, derrochó sonrisas y gestos de complicidad y mientras los doscientos invitados veían el estreno, se escapó sigilosamente y se fue a cenar a Lambrusquería, dejando plantados a los invitados, que esperaban saludarle después de la cena que se sirvió en L’Hemisferic. Eso estuvo feo, George, si yo fuese tu madre te daría una reprimenda, y a lo mejor hasta lo hacía en público, cosa que nunca podría hacer tu mujer porque entonces dirían que os lleváis mal.
El caso es que lo más granado de Valencia se quedó sin saludar al actor. Entre los invitados de la Disney, estuvo la interiorista Susana Lozano y Fran Bolinches Gómez-Torres, Laura Vehí, que pronto dejará la soltería para casarse con Lucho Colvée, José Marí y Amalia de Gregorio, Amparo Corell, Vicente Garrido y Begoña Mortes, Iñigo Parra y Henar Molinero, Lourdes Millet, Vicente Pechuán y Taita Marín, Reyes Trénor, Mayrén Beneyto con su nuera Eva Marcellán, la dentista Queque Badía, el presidente del Levante Quico Catalán y su mujer, Marcelo Trenor y María Jesús Puigmoltó, Lourdes Millet y Carlos Pérez-Marsa, el profesor Santiago Grisolía, Manolo Peris, Patricia Montoro, Miriam Cadur… Y también la alcaldesa Rita Barberá y el presidente de Disney España Manuel Muro.

No fue el único sarao de la semana. Los diseñadores Siemprevivas, Adrián Salvador y Lucas Zaragosí, reunieron a clientas y amigos en su tienda de Ruzafa para presentar su nueva colección con los clásicos vestidos de neopreno, abrigos de microfibra, kaftanes y conjuntos de seda de lo más monos. Allí estuvieron Laura y Blanca Fitera, Verónica Montijano, la periodista Esmeralda Velasco, Greta Borrás y la modelo Minerva Portillo. Los chicos de Siemprevivas decoraron la tienda con flores de Carolina Cot e invitaron a cervecita Turia, limonadas y croquetas.


Además, el jueves la joyería valenciana Sie7te inauguró tienda en Madrid, en el barrio de Salamanca. Guillermo Martorell y Mamen Puchades estuvieron acompañados por las actrices Pastora Vega y María Castro, los diseñadores de Alvarno, Álvaro Castejón y Arnaud Millaud, Encarna Roig y la redactora jefe de moda de Telva, Maite Sebastiá.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Fitting en Llombai

Hoy quería hablaros de pieles, pero francamente con estos calores estoy por dejar la página en blanco. Sólo mi solidaridad con la Consellera Educación, María José Catalá, me impulsa a seguir adelante. No seré yo de las que se amotinen por sudar la gota gorda, que servidora se crio en un colegio de monjas en el que lo más parecido que había al aire acondicionado eran los gruesos y sombríos muros de la Capilla.  A Catalá se le ha contagiado la fabritis, esa extraña enfermedad que está deshaciendo al Consell y consiste en que todas las decisiones que tomas te salen rana. ¿Cómo iba ella a prever que este septiembre iba a ser el más caluroso de los últimos cincuenta años? Y ahí está la pobre, aguantando carros y carretas, e implorando a los santos que traigan pronto el otoño porque como esto siga así nuestros hijos le van montar un pollo que ríete de la Diada en Barcelona.

En fin, yo a lo mío. Esta semana, en plena canícula, me he ido a Llombai a ver cazadoras de cuero y abrigos de piel. Y todo porque quería ver de cerca un fitting, que es la forma snob de llamar a las pruebas que se hacen a las modelos con la ropa y complementos que llevarán en el desfile.
El caso es que el 26 de septiembre, Gabriel Seguí desfilará en la Valencia Fashion Week y esta semana estaba haciendo el fitting en sus talleres, con todo el equipo revisando al detalle cada prenda: shorts y vestidos sin mangas, cazadoras perfecto en blanco roto y unas faldas ideales de pelo de cabra tibetana.
En el fitting descubrí dos cosas: que el oficio de modelo es casi tan duro como dar clases a 40 grados a la sombra y que esto de la piel es todo un mundo. Hay mil tipos de pieles, calidades y texturas, y tropecientas formas de tratarlas para que queden finísimas como las de Loewe o duras como las de los moteros. Por ejemplo, si perforas el ante con un troquelado tendrá un aspecto flexible; el pulido le dará un acabado brillante o mate y el tipo de rasado lo convertirá en ante, napa o doble faz.
El de Gabriel Seguí es de los pocos talleres de piel que quedan en España. La competencia China los ha hecho escabechina. Tanto que incluso Hermès y Chanel están comprando talleres de sombrerería y bordados para no quedarse sin proveedores.
Seguí ha sobrevivido porque diseña, fabrica y además vende, dentro y fuera de España. Conoce tan bien el patronaje de la piel, que firmas mega conocidas le encargan los prototipos de las chaquetas que luego se fabricarán a gran escala en algún país asiático. Además, la piel ha vuelto a ponerse de moda y está viviendo una segunda juventud, como Isabel Preysler y Carmen Martínez Bordiú en la portada del último Hola, que parece que acaben de tomar la comunión.
La última colección de Gabriel Seguí la diseñó Adrián Salvador y Lucas Zaragosí, de Siemprevivas, por una colaboración especial. Se podrá comprar este invierno (a ver si llega el frío) en VM The Shop, la tienda de Verónica Montijano y José Luís Vilanova. Y las chaquetas de hombre en BlackCape, la firma de Isabel Cosme y Fernando Rodríguez. Gabriel cerró su tienda de Jorge Juan y se va a centrar en puntos de venta multimarca.
Los que tampoco paran son Siemprevivas, que desfilarán el 27 de septiembre en el Jardín Botánico y pronto abrirán tienda en Rufaza. “La idea es unificar en un mismo espacio el estudio, la tienda y el showroom. Nos ha costado bajar a pie de calle porque queríamos tener el producto adecuado y la marca más consolidada y encontrar un lugar donde nuestras clientas se sientan cómodas: en Valencia, que es donde queremos quedarnos, y en un barrio como Ruzafa, con tanta creatividad por metro cuadrado. Queremos hacerlo despacio y cuidando el detalle porque tiene que reflejar la imagen de la marca. ¡Y hasta tenemos un patio interior para hacer cenas divertidas!