lunes, 24 de septiembre de 2018

Muebles para toda la vida

Ya decía lo decía Ortega, en la Rebelión de las Masas, la democratización traerá consigo la pérdida de la excelencia. Tiene un tufillo clasista, pero es cierto como la vida misma. No hay más que abrir el armario de la abuela y compararlo con el de nuestras hijas. Se compraron un abrigo en los años sesenta y todavía lo guardan, incluso se lo ponen cuando quieren ir “aseas”. Abres el armario de tu hija y el chaquetón que se compró el año pasado está hecho un guiñapo en un rincón. Ya no se lo pondrá nunca. Irá a comprarse otro para este año.
Lo mismo que con la ropa pasa con todo: los zapatos, la vajilla, incluso los hombres, que antes eran para toda la vida y ahora nos duran lo que nos duran. Claro que cuando una se echa a la cara una cosa buena de verdad, de las que se han para durar toda la vida, siente cierta nostalgia de los tiempos pasados.
Los muebles no han quedado al margen de esa revolución. Cuando se muera la abuela veremos qué hacemos con su dormitorio: cama, dos mesitas, cómoda, espejo y armario de seis puertas. Ahí está, desde el mismo día que se casó, y cómo si lo acabasen de estrenar. Ahora todo es más fugaz, más de cambiarlo cuando te cansas de verlo. Ese cambio ha afectado, y mucho, a la industria valenciana del mueble; la que decoró la casa de Ángela Channing (Falcon Crest) y JR Ewin (Dallas).
Pero quien tuvo, mantuvo y retuvo. La industria del mueble sigue viva y celebra desde hace décadas su semana grande en los últimos días de septiembre. Al calor de la feria se organizan un montón de eventos de diseño e interiorismo.

Este año no ha sido una excepción. El martes, los diseñadores Mateo Climent y Sigfrido Serra invitaron a un vinito en su estudio para presentar sus nuevas colaboraciones en lámparas. Entre los invitados, el empresario Antonio Almerich e Isabel Almerich, Enric Pastor y Laura Velasco, Antonio y Pablo Jordán con Beatriz Maset y Ana García-Conde, los interioristas Pepe Cosín y su mujer Isabel Guillen, Susana Lozano, Verónica Montijano y José Luis Vilanova, Ángel Cremades, Antonio Salinas, Isabel Chover, Merche Giménez, Isabel Martín, Amparo Balbastre, Manolo Bañó, Verónica Ruiz, la nutricionista Elisa Escorihuela y Vicente Andreu.
El miércoles, fue el colegio de diseñadores de interior el que se sumó a la celebración con un cóctel en el Palacio de Malferit. Allí estuvo Manuel Campos, Cristina Chumillas y Lucia Vilar, Sonia Rayos y Silvana Andrés, Manolo Martínez Torán, Pilar Mellado, Ricardo Alcaide, Isabel Rubio, Toni Salinas, Amparo Ros-Arturo Catalá, el decano del Colegio Pepe Cosín, el periodista Paco Ballester y mucha gente del sector.

La misma tarde, la antigua Galería Lezama abrió temporalmente para una exposición de fotografía de la artista Alejandra Gandía Blasco, apellidos vinculados al mueble. Entre los invitados, Sandra Figuerola, Zdenka Lara, Ampa Prada, Enric Pastor, Almudena Pardilla, Fede Serratosa, Carmen Ballesteros, Pascual del Portillo, Javier Aparici, Carmen Alborch y Jorge Blanquer.
Otro apellido histórico del mueble valenciano, Mario Mariner, celebró el jueves el ciento veinticinco aniversario de la firma con una fiesta súper elegante en su showroom. Música de jazz en directo, enormes centros de flores, cava del mejor, sushi y amigos como Eva Marcellán , Ramón Bandrés, Gonzalo García Miranda, María Cosín y Carlos Serra, el presidente de la Cámara de Comercio José Vicente Morata, los empresarios José Bernardo Noblejas, Vicente Lafuente y el director de Feria Valencia Enrique Soto. De anfitriones, Mario y Jorge Mariner.
La semana también dio para otros eventos. El jueves, el Gremio de Sastres y Modistas celebró el primer desfile de indumentaria valenciana en el Ateneo Mercantil con un llenazo que asegura nueva edición.

lunes, 17 de septiembre de 2018

De las terrazas a las galerías


Estos días tristones y nostálgicas de los últimos retazos del verano sirven de transición para abandonar los escotes y entrar en una etapa más profunda y reflexiva. Ya no es tiempo de terracitas ni de cócteles al aire libre. Hay que empezar a cultivar un poco la mente para la vida social menos frívola que la de la copa y los tacones, que es más de la primavera, no del otoño.
El ambiente de una exposición suele ser más refinado y culto que el de un cóctel. Sara Joudí, de la galería Shiras, dice que estos eventos suelen ser más interesantes por varias razones: “el público es más variado y van tanto hombres como mujeres, el nivel cultural de la gente que se interesa por el arte suele ser alto, y si la galería consigue atraer coleccionistas, como es nuestro caso, entonces vienen empresarios importantes, artistas, notarios, arquitectos, interioristas, diseñadores, comisarios o directores de museos. Es una mezcla muy interesante y atractiva”.
El atuendo para asistir a una inauguración de arte también es distinto al de otros eventos más comerciales. Aquí no se trata de lucir escote. Es mejor llevar un modelito discreto: “Zapatos y bolsos de firma pero cómodos, pelo arreglado pero casual, colores neutros… un look cosmopolita, informal pero elegante a la vez”.
Las conversaciones también tienen que tener algo más de nivel. Ya no son sobre cómo va vestida fulanita o sobre el novio que se ha echado benganita. “Hay intercambio de opiniones, los coleccionistas hablan de sus colecciones y también puedes hablar con los artistas sobre su obra”.
La prueba de fuego para poner en práctica los consejos de Sara Joudí será la semana que viene. El fin de semana del 21 al 23 se celebra el evento Abierto Valencia, donde participan las galerías Mr Pink, Espaivisor, Rosa Santos, Luis Adelantado, Paz y Comedias, Aural, Galería Shiras, Set Espai d’Art, Galería Thema, Galería 9, Galería 4, Benlliure, Alba Cabrera, Espai Tactel, Plastic Murs, Pepita Lumier y Punto.

Para abrir boca, esta semana ya se han celebrado varias citas culturales. El martes, Fernando García del Real inauguraba exposición en el Mercado de Colón. Fernando es diseñador gráfico y también músico en el grupo Girasoules.  Allí estuvo el doctor Juan Antonio Mira, Coqué Ruz, Claudia Giner, Eugenio López-Trigo, Esteban Martínez Mazarredo, Carla Gómez-lechón, Coté Soler, Lourdes Herrero, Mati Farinós, Nacho Catalá y Rodolfo Valiente.

El jueves también reabrió temporada el IVAM con una exposición sobre vanguardias artísticas. En la inauguración, junto al director del IVAM José Miguel G. Cortés y el comisario de la muestra, Sergio Rubira, estuvieron los artistas Mira Bernabeu, Chema López, Fermín Jiménez Landa y Vicente Ortí junto a Monjalés. Además, no faltó el crítico de arte y ex director del IVAM, Tomás Llorens, junto a su hijo Boye Llorens, las galeristas Olga Adelantado y Rosa Santos, la crítica de arte Johana Caplliure, el crítico Manolo García y Andrés Alfaro, hijo del escultor Andreu Alfaro, cuya obra está en la exposición. 

Esta semana también comenzó la temporada de preestrenos españoles con la proyección especial de "Cuando los ángeles duermen", un thriller dirigido por el sevillano Gonzalo Bendala y protagonizado por Julián Villagrán, Marian Álvarez y la joven revelación Ester Expósito. La actriz es una monada. Ha sido en series como "Vis a vis", "Estoy vivo" o la producción de Netflix "Élite" y tiene una legión de seguidores en redes. Junto a ella, estuvo en el preestreno Eva Calleja, Cayetana Ródenas con su pareja Pablo Marín, la actriz Helena Font, Stella Blasco Berlanga y Natalia Rieff.
Preparad los modelitos más serios, chicas, porque la semana que viene habrá más citas culturales además del Abierto Valencia. El miércoles Enrique Loewe dará una conferencia en la Escuela Barreira; el jueves se celebra el primer desfile de Indumentaria valenciana en el Ateneo, organizado por el Gremio Artesano de Sastres y Modistas. La recaudación de las entradas será para la Asociación Aspanion. Y el viernes Agatha Ruiz de la Prada inaugurará un curso de moda del CEU con su hijo Tristán.

martes, 11 de septiembre de 2018

Del chiringuito a los uniformes

La verdadera igualdad llegará el día en el que la cola de la compra de los uniformes del colegio haya tantos hombres como mujeres. Ahí es donde tendrían que haber movilizaciones feministas. Nosotras haciendo una huelga de bolsos caídos en la puerta y ellos probando tallas, mareando a las dependientas, mientras el niño pequeño se escurre del carrito y se va a cuatro patas a la otra punta de la planta. Esa sería la auténtica igualdad y no que dejen de lanzarnos piropos por la calle.
Mientras ellos se pelean por emparejar los calcetines, nosotras a hacer vida social, que es lo que ellos han hecho toda la vida cuando las cosas de las casa se han puesto difíciles. En septiembre, la vida social valenciana anda como muchas de nosotras, en período de adaptación: de la playa a la ciudad, de las chancletas a los tacones, de las siestas a las horas extra en la oficia. La vuelta a la rutina suele ser un drama. Mayrén Beneyto lo explica súper bien: “llego a Valencia, la casa caliente, el termo roto, veo que hay que pintar... hago planes para cuidarme, me prometo que voy a andar, que buscaré un entrenador personal para estar bien (y no lo hago), no veo el momento andar, el gimnasio no me gusta, me planteo ir a clases de baile. Necesito un peeling urgente para las manchas del sol y vitaminas para subir el ánimo…”
Amparo Lacomba volvía el viernes a Valencia tras pasar tres meses en Javea. “Después de verano tengo la casa patas arriba, con todos los muebles enfundados. Y me toca pasar por la ITV personal: peluquería, estética, cejas… tengo que estar presentable para el próximo evento”.
Y lo peor es que en la retina de la memoria todavía perviven los recuerdos recientes de ese verano que ha ido. La nostalgia de estos días que te evocan a Chanquete, a Pancho y a sus amigos, cantando aquello de “el final del verano llegó y tú partirás…”.
Dos de las fiestas más concurridas del verano fueron las que organizó Rosa Castellvi en Xàbia y Eva Marcellán en la casa de verano de Mayrén Beneyto en Beniarbeig.
La casa de verano de Rosa Castellví es de revista, fue diseñada por el arquitecto Ramón Esteve y tiene hasta nombre propio: Casa Sardinera. Está en la cima de una ladera, entre entre el Portixol y Cala Blanca, y desde las terrazas puedes ver el agua transparente de las calas. La anfitriona decoró el jardín con la estética de los años setenta, con un coche Mehari y muchas flores, y pidió a los invitados que fuesen vestidos como en la película “Mamma mía”.Carolina Merino, la mujer del dermatólogo José María Ricart, que llevaba un mono plateado y una peluca negra rizada que parecía una de las protagonistas de la peli. En general las chicas se esforzaron más con vestidos largos ibicencos (Cuchita Lluch), pantalones de campana (Esperanza Vila) o tocados de flores (Mayrén Beneyto). Entre los invitados, el doctor José Miguel Lainez, los doctores Juan Viña y Teresa Bas, Carmen Topete, Isabel Alfaro, Consuelo Borso, Tete Boluda, Francisco Martínez Boluda, Jaime Olleros, Tomas Trénor, Ramón Trenor, Nacho Gómez Trenor, Leopoldo Delgado, German Ros y Amparo López, Pablo Serratosa y Sílvia Escolá, Raül Aleixandre, Sergio Adelantado, Javier Mudarra, Esther Barrera y Begoña Serratosa. Lo más divertido de la noche fue la música en directo del grupo Karaoke Rock Band, con éxitos de los setenta.
El que más y el que menos, se lo tomó al pie de la letra y hubo disfraces de nivel, como el de
La fiesta de Eva Marcellán y Alfonso Manglano también reunió a lo más conspicuo de la sociedad valenciana. Fue en Beniarbeig, en la casa de verano de Mayrén Beneyto. El jardín es divino de la muerte y allí se distribuyeron varias mesas para la cena. Entre los invitados, el pintor Enrique Senís Oliver y su pareja David W. Phillips, Laura Fitera, el doctor Láinez, la doctora Duréndez, las hermanas Carmen y Paloma de Miguel, Juan Hércules y Paqui Torres y amigos de Eva y Alfonso como Ana Navarro, Nacho González, Cristina Font, María Cosín, Elena Cabedo, Juan Arnau, Javier Millet, Raúl Diego, Manel Albalá y Vicente Fernández, Susana Lozano y Juan Bolinches, Pascual Merita y Carla Torres, Pablo Landecho y Blanca Torres, Cesar Villalonga, Juan Valero de Palma, Patricia Montoro y Manolo Peris, Elena Cabedo y Raúl Diego, Javier Millet y María Ripoll, José de Miguel y Tatiana Monsonís, Adolfo Alcón y Ana Chanzá, Francisco Marco, Quique López y Esther Francés.
Entre fiesta y fiesta, Cuchita Lluch dejó hueco para ejercer de lo que más le gusta: madrina de la gastronomía valenciana. Hace unos días presidió el jurado del primer concurso de la moscatel de Alejandría en el auditorio de Teulada. Junto a ella, estuvieron los cocineros Miguel Barrera, Juanfra Valiente, Santiago Prieto, Dani Frías, Miguel Ángel Mayor, Vicente Patiño y Luís Valls.
La ciudad recupera poco a poco su ritmo. El club Moddos ha sido de los primeros en poner actividades en su agenda. Esta semana organizó la visita a la exposición “Parelles de Tiepolo” de Rafael Armengol. Acudieron Marcelo Soto y María Dolores Enguix, Begoña Albert, Julia Pérez Broseta, Mercedes Paredes y Juanjo García Rivera, Marisa Machí, Rosa Torres, Lluis Nadal, Ana Ramírez, Inés Tordera y Josep Lozano.