lunes, 30 de junio de 2008

Siempre nos quedarán las flores

La próxima Copa América no se celebrará en Valencia. Cuando los políticos dejan de hablar de un tema es que no pinta bien. Y de la Copa América, ultimamente, nadie decía esta boca es mía. Los suizos prometen que Valencia estará siempre en primera posición, dicen que nos quieren mucho, pero luego empiezan con excusas: que si la Corte Suprema de Nueva York les obliga a celebrar la Copa en agosto, coincidirá con la Fórmula 1, y si les olbligara en enero, haría mucho frío en Valencia. Pamplinas. Con lo bien que se ha portado con ellos esta ciudad, yo creo que al final han resultado ser unos prepotentes, han demostrado que Valencia les importaba lo que a Belén Esteban el universo aristotélico.

La Fórmula 1 no será lo mismo, qué va. En agosto una no está para ir a la Avenida de Francia con cuarenta grados a la sombra, ¡qué horror!. Agosto es para estar en Javea o en las Islas Mauricio, como poco. Además, con tanto calor, no hay maquillaje que resista, por no hablar de los brillos en la cara, que son lo peor. La Copa América era otra cosa, te permitía un look marinero perfecto para esta época del año. Pero, ¿qué te pones para estar sentada en una grada o en un palco en Valencia y en agosto? Poco glamour, eso seguro.

El año pasado por estas fechas, Valencia parecía Saint Tropez. No había noche sin fiesta con litros de Moët, modelitos de pasarela y esmoquines a tutiplén. ¡Ay, que tiempos, cuánto glamour! Teníamos tanta vida social, que una amiga se lamentaba de que no le quedaban fechas para celebrar un aniversario. Este año, sin la regata más pija del mundo mundial, las agendas están más vacías que una peletería en verano.¡Qué contraste! Menos mal que la revista Tendencias VLC celebra este jueves su fiesta de verano en la terraza de L'Umbracle. El año pasado también la celebró, pero pasó desapercibida entre tanto evento; esta vez, a falta de otras citas, tiene pinta de convertirse la fiesta del verano. Me han contado que van a llenar la terraza de flores y la firma Kiehl's repartirá bolsitas con el lip Balm y su creme de corps y algunas sorpresas más. La última fiesta había que vestir de azul. Esta vez, el dresscode indica flores.

Total, que aquí me tienen, buscando desesperadamente un vestido de flores. Ley de Murphy: si no lo buscara, encontraría uno en cada tienda. Pero a estas alturas del verano, en plena época de rebajas, no hay forma de conseguir una pieza concreta. Porque claro, no sólo es encontrar un vestido de flores, sino que además, tiene que sentarte de maravilla. Descartados los largos, que no favorecen nada a las bajitas (aunque me he enterado de que la directora de la revista sí va a ir de largo pero claro, ella es alta y llevará taconazo); los muy escotados, que hasta que no estás bien morena no favorecen; los de seda, porque en verano pasarían más tiempo en la tintorería que en casa…

Tengo un problema, vamos, que no se qué ponerme el jueves .¿Y si me planto un floripondio en la cabeza como de flamenca? La invitación dice flores pero no concreta ni cuántas ni dónde. También puedo llevar el pelo recogido con un pañuelo de flores o un collar de flores tipo hawaiana, ¡uff, eso causaría sensación!. Bueno, de aquí al jueves, hay tiempo para ver un par de tiendas más. ¡Ahora que me acuerdo! Con un traje chaqueta de flores Liberty iba Rita Barberá cuando firmó el contrato con Bertarelli para la Copa América hace uno año. ¡Ay, que pena más grande!

lunes, 23 de junio de 2008

Mariano, ¿y si te afeitases la barba?

A mí la política me interesa lo justito. Me desengañé de la política cuando me di cuenta de que no iba a vivir de ella. Me hizo caer del guindo un empresario cuando me dijo “la política para los políticos; la economía, para los empresarios”. Vamos, que en mi caso, lo único que me interesa del congreso del PP es la parte frívola, como la camisa de Ralph Lauren que lleva Esteban González o los pantalones vaqueros de María Dolores Cospedal.

Cuando eres joven, la política te apasiona porque crees en las ideas, pero ahora, reconozco que no sólo ha perdido interés, sino que lo poco que me atrae es la estética, la imagen, la puesta en escena más que el argumento. Y en este congreso del PP hay mucho de cambio escenográfico, empezando por los protagonistas: cambio a Zaplana por Soraya y a Acebes por Cospedal.

Zaplana hace diez años que dejó de cumplir años y, desde entonces, mantiene su imagen de dandy permanentemente renovado, siempre perfecto; Acebes era otra cosa, un hombre al que cualquiera le compraría un coche de segunda mano, pero que jamás habría hecho carrera como modelo en las pasarelas. En cualquier caso, los dos siempre iban con el mismo look impecable pepero, que consiste en ponerse corbata cuando van formales y quitársela cuando van relajados o de sport. Por lo demás, a mí me encanta el look oficial de los peperos cuando van de congreso, tan de pijo madrileño: pantalones chinos cámel, camisa blanca abierta y sin corbata y la clásica americana azul marino de lana fría. Los zapatos, siempre mocasines.

Ahora las cosas están cambiando. Soraya y Cospedal, antes siquiera de decir esta boca es mía, ya han dado un mensaje de renovación. Los vaqueros de Cospedal que llevó el primer día del congreso dicen mucho: “soy mona, lo sé, los vaqueros me sientan fenomenal y me los pongo porque soy la nueva mujer; la que ha cumplido cuarenta, ha tenido un hijo y ha demostrado ser eficaz. Vamos, que no sólo soy mona y me lo creo, sino que además sé que valgo y también me lo creo”.

Soraya es otra cosa, más del tipo “las matan callando”. En el partido la llaman “Sor Aya” y su imagen se parece a la de Acebes o Zaplana lo que una castaña a un higo. Yo creo que haría migas con De la Vega, las dos deciden cómo, cuándo y con quién, aunque el fondo de armario de Sorayita está a años luz del de Teresa. Claro que eso es cuestión de tiempo. Eso sí, tanto Soraya como Cospedal son castellanas, y eso también se nota. Nada que ver con la alegría de Carmen Alborch o Rita Barbéra, ¡dónde va a parar!.

Sea como fuera, el caso es que la imagen del PP de mañana se parecerá muy poco a la de hace cuatro años, tanto como unos pantalones grises de pinzas a unos vaqueros. Y ahí es donde se echa en falta un cambio por parte de Rajoy. Yo de política se lo justo, pero de estética se algo más. Después de mirarle y remirarle mil veces, creo que la solución es que se afeite la barba. Es lo que le falta para rejuvenecer su estilo y estar a la altura de sus chicas. También podría dejarse melena, pero ese truco rejuvenecedor ya lo ha utilizado su antecesor y el gesto podría malinterpretarse por algún malpensado.

Si, Mariano, si, hazme caso y aféitate la barba: parecerás más joven, lucirá más tu sonrisa, saldrás mejor en las fotos cuando le des un beso a tus chicas y, sobre todo, reforzarás la imagen de renovación y modernidad. Es frívolo, lo sé, pero será eficaz. Ahí tienes a Camps, ya nadie ve sus entradas sino el bronceado de millonario suizo que destaca sobre sus camisas blancas impecables ¡como que está estupendo! En fin, Mariano, suerte y al barbero.

domingo, 15 de junio de 2008

champagne mejor que cereales

Total, total, que diría una amiga mía. El desayuno en la tienda de Bulgari fue total. Primero por citarnos a las 10:30 de la mañana, una hora estupenda para salir a la calle y disfrutar de la luz y el color de esta ciudad, y encima en Poeta Querol, que está preciosa. Segundo, por desayunar con champagne, que es una experiencia nueva para mí, ¡pero que no me importaría repetir!

El desayuno era solo para prensa. Nos habían invitado para enseñarnos la flamante tienda, -una de las más grandes de España, con casi 350 metros repartidos entre la zona de complementos y la de joyería- y como una primera toma de contacto. Allí me encontré con Mayte Sebastiá, recién llegada de la revista Vogue, donde ha estado trabajando casi un año. ¡Qué envidia me da! También con Mara Calabuig, escuchando las explicaciones que le daba el personal de Bulgari sobre la nueva colección de joyería. Y Susana Golf, más pendiente de las gafas de sol de tamaño XL. A mí me dio por cotillear los relojes, me vuelve loca el modelo Diagono. Por cierto, que me enteré que la palabra Diagono viene del griego Agón, que significa competición, de ahí el estilo deportivo del reloj. Ideal el que llevaba la relaciones externas de la firma, Patricia Cruz, uno de acero de aire masculino.

Nuria Roca también lucía un Diágono, el de oro rosa y correa de piel de cocodrilo. ¿Qué hacía la presentadora valenciana en el desayuno con la prensa? Según nos contaron, Nuria no es imagen de la firma ni ejercía de madrina del evento. Sencillamente, “es que tiene relación con nosotros desde hace tiempo, y al ser la tienda de su tierra le hacía ilusión acompañarnos”, pero sólo fue una invitada, confirmaron en Bulgari. Una invitada, pero no como el resto de invitadas, claro, que ninguna de mis compañeras lucía collar, anillo y reloj de la firma. Eso sí, Nuria fue un encanto, nos enseñó todos los bolsos, se los probó, y posó para los fotógrafos de lo más profesional. Detalle para los más cotillas: la periodista llevaba el pelo muy oscuro salvo en los diez centímetros de las puntas, que eran de un rubio casi dorado. Todavía no se si el resultado me gusta o no. Por lo demás, muy delgada y muy estilosa, con pantalón y suéter muy básicos, que resaltaban la joyería de Bulgari ¡el viejo truco!

Aclaraciones: no es verdad que la tienda se inaugurara esta semana, como han dicho algunos mal informados. ¡Como que lleva abierta desde antes de diciembre si no recuerdo mal! Incluso invitaron a un reducido número de clientes vip a la inauguración… Lo que querían con este desayuno de prensa era presentarnos las colecciones de joyas, relojes, accesorios y, como no, la propia tienda. Para los que no hayan entrado, aquí va un resumen. Se trata de una twin store, es decir, dos tiendas comunicadas pero diferenciadas: en una se expone la colección de bolsos y complementos y en la otra la joyería y relojería. En la joyería hay una escalera que conduce a un espacio privado en la planta baja, una zona vip donde se atiende a los clientes que quieren hacer una compra, manteniendo un poco la intimidad. En cuanto a la colección de joyas, hay de todo, desde joyones espectaculares para ricachonas de una cierta edad hasta anillos y colgantes juveniles para llevar con vaqueros.

En la zona de accesorios, destaca la colección de bolsos. Si me dan a elegir, me quedo con uno de los más caros, el Chiara de pitón marrón oscuro, 3.800 euros, grande, práctico y deportivo. Por lo demás, desde la invitación de Bulgari, he decidido que mi desayuno favorito va a ser champagne con jamoncito de bellota. Me parece una forma fantástica de empezar el día. ¡Mejor que con cereales!

domingo, 8 de junio de 2008

Desayuno en Bulgari

¡Estoy que no duermo de la emoción! ¡Qué nervios, madre mía! Ayer recibí una invitación de Bulgari para un desayuno en su tienda de Poeta Querol. Recibir invitaciones para fiestas nocturnas es algo que, a estas alturas, ni fu ni fa. Pero que te invite Bulgari a tomar café en su joyería, a las 10.30 de la mañana, es demasiado. Casi me imagino en la escena de la película “Desayuno con diamantes”, vestida como Audrey Hepburn, con un Givenchy negro, perlas y gafas de sol oscuras, tomando café y croissant frente al escaparate de Tiffany’s. ¡Anda, Begoñita, bájate del guindo!

A la espera del desayuno en Tiffany’s, perdón, en Bulgari, hay otras novedades que contar. Por ejemplo, esta semana se inauguró la tienda de Maje en Valencia, en la calle Comedias. Atención a esta zona porque ahí están aterrizando las tiendas más chic: Oh Lulú, Ábito, la óptica Fabra Campos, que tiene unas gafas de locura, entre otras la colección de Marni y Chloé, tan setentera. Y Maje, que abrió este jueves en medio de un chaparrón de aquí te espero. No quiero ni acordarme de cómo quedaron los pantalones de pernera ancha, esos tan largos que cubren el zapato. ¡Desastre total!

Maje es una de esas firmas que se sitúan en el segmento del lujo asequible. Ni Zara ni Prada. Ropa juvenil, parisina, sexy y con mucho, mucho, estilo. De hecho, Maje fue de las primeras que lanzó los vestidos saco y los baby doll de aire romántico. Ahora ya cansan, pero en su momento eran lo más. En las últimas colecciones, Maje ha derivado hacia un estilo más hippie y bohemio, con vestidos de flores y patchwork, chalecos y estampados setenteros. ¿Y quién viste así? Pues las treintañeras, que buscan prendas de diseño a precios accesibles. De ahí que la inauguración de la tienda estuviera llena de treintañeras. El look predominante: vestido o blusón con leggins, largas melenas rubias y cuñas o bailarinas. Muy monas todas, la verdad, aunque nada original. Si te fijas en el look de Alejandra Rojas –novia de Luís Medina e hija de Nati Abascal- la verás así vestida, día sí, día también. Claro que Alejandra es socia de otra tienda Maje en Madrid, pero eso ya lo conté en mi blog y no es plan de repetir.

Y hablando de treintañeras, Sofía Coppola protagonizará la próxima campaña publicitaria de Vuitton. La foto (clic para ampliar), tomada por la mismísima Annie Leibovitz, me ha hecho reconciliarme con mi Neverfull, que últimamente le estaba cogiendo manía. Si lo lleva Sofía, no hay más que hablar. Sofía es lo más. Primero por tener un padre como Francis Ford Coppola, que además de director de cine cultiva viñedos; segundo, por rodearse de la gente más cool de Nueva York, Marc Jacobs incluido; tercero, por lo mona que va siempre esta chica, y por supuesto, por las películas que ha dirigido, desde Lost in Translation a Maria Antonieta. ¡Es mi ídolo!

En la foto, sacada en Buenos Aires, donde papá Francis está filmando su última película, se ve al director sentado, con un guión en sus manos, conversando con Sofia, tumbada en la hierba. La escena tiene una calidad luminosa casi impresionista y sugiere un sereno intercambio de ideas entre padre e hija. El copy del anuncio dice: “Dentro de cada historia hay un precioso viaje”. Según Pietro Beccari, uno de los capos del marketing de Vuitton: "La imagen no sólo captura la relación entre un padre y su hija, en la que ambos se enriquecen de la experiencia compartida, sino que evoca también la herencia de Vuitton al sugerir un savoir-faire que pasa de una generación a la siguiente.” Me encantan las firmas de lujo: venden con ese aire tan culto y chic que es imposible resistirse… ¡y hasta te invitan a desayunar!

domingo, 1 de junio de 2008

Parece que fue un sueño

El glamour valenciano no está atravesando sus mejores momentos; ¿quién nos ha visto hace apenas un año y quién nos ve ahora?... Aquellas fiestas de Prada, de Vuitton, de la Copa América; aquellas noches en el puerto con la terrazas a tutiplén rebosantes de mujeres ideales de la muerte y de caballeros que parecían sacados de un rodaje de James Bond. ¿Dónde están ahora?, ¿acaso estaban de paso y se han ido para no volver?; ¿será Valencia como aquellas blazer con hombreras que tuvieron su momento de gloria y nunca más se supo?, ¿o será como un pañuelo de Hermès que nunca pierde su elegancia aunque a veces pase temporadas olvidado en un cajón?.. “¿qui lo sá?”

En fin…, siempre nos quedará la Ópera. Servidora ha desistido de frecuentarla y no por falta de ganas, sino porque no estoy por la labor de dejarme la piel en el intento de conseguir entrada; que una no tiene cartera ni contactos para llegar a tan altas cumbres. Pero hete aquí que tengo un blog que es la repera, “malva y rosa” (www.elmundo.es/elmundo/blogs/malvayrosa/), y que no me sirve para ver y escuchar la Ópera, pero sí para enterarme de quién va y quién viene, y de cómo van y cómo vienen quienes supuestamente son lo más conspicuo de la sociedad valenciana. Con todo lujo de detalles me cuenta una lectora del blog que en el estreno de Turandot, y en presencia de la mismísima Reina de España, un caballero se presentó vestido con americana de lentejuelas doradas. ¡Uff!

Mi bloguera, a quien no conozco pero que parece enteradísima, dice que la más elegante de la noche fue la mujer de Agustín Morera, el presidente del Valencia, y destaca también a Paloma O´Shea:falda negra tubo a media pierna y una impecable chaqueta blanca entalladísima, con un volante rematando a cintura.” También cuenta que más de una iba ideal vestida de Zara. Y acaba su genial crónica contando una maldad, una catetada del público: resulta que cuando cambiaron las luces, el respetable, poco acostumbrado a codearse con la realeza, se puso en pie creyendo que entraba su Majestad, mientras que quien entraba era el maestro Zubin Mehta para tomar posesión de la batuta…. Uff, uff ¡qué bochorno!

¡Ay! Valencia, Valencia, no me mates, no me digas que ya no somos quienes éramos, que se acabó lo que se daba, que ya no habrá más glamour que el de las presentaciones falleras! Dime que es sólo una mala racha, fruto de la crisis económica; que no hemos sido flor de un día. Dime que es sólo una nefasta casualidad la noticia de que un grupo de ricachones, dispuestos a comprar a destajo firmas españolas de moda para comercializarlas por medio mundo, no hayan metido en la cesta a ninguna valenciana. Hablaron con Montesinos, el único que de entrada daba la talla para el ambicioso proyecto (¡uy! qué cosas, no hablaron con ninguno de los que participan en la Semana de la Moda Valenciana), pero a última hora también él se quedó fuera.

Así están las cosas, el público de la ópera poniéndose en evidencia delante de la reina y los grandes del diseño de la moda valenciana quedándose a la luna de Valencia. Vendrán tiempos mejores, volverán las terrazas del Puerto con señoras estupendas y caballeros impecables; volverán las fiestas glamurosas; sí, seguro que volverán, que ya está cerca la carrera de Fórmula 1; y volverá, como no, la Semana de la Moda Valenciana a servir de escaparate para que se lo pasen en grande cuatro amigos.

Nota: Dice mi bloquera que en el estreno de Turandot estaban, además, los políticos y habituales este tipo de saraos. Y la pregunta es, ¿por qué hay un grupo de gente que siempre tiene un sitio en los grandes eventos?, ¿será que pasan los días haciendo colas para conseguir abonos?