martes, 30 de julio de 2013

Blanco y negro en el IVAM

Hay momentos en la vida el los que estás sola contigo misma y cae sobre tus hombros todo el peso de tu circunstancia vital. Por ejemplo, en un examen, en una entrevista de trabajo, ante el dulce acoso del chico que te daba un poco de grima y que consiguió aquella noche acompañarte hasta tu casa y sabías que intentaría besarte y no sabías como quitártelo de encima, o lo contrario, cuando eras tú la que tenía que tomar la iniciativa porque aquel memo no se enteraba de nada...
Pero sola, sola de verdad, estás cuando te metes en el probador y te enfundas un vestido de noche: cae la prenda sobre tus hombros, ajustas la cremalleras, respiras y levantas la mirada: allí estás tú frente al espejo y el puñetero vestido te saca tripa, te encoje los hombros y te hace bajita...¡Jo pe!, con lo bonito que era en la percha... Y claro, no le vas a contar eso a tu chico, ni a tu amiga que es más alta y estilizada que tú. Tampoco es cuestión de que te eches allí a llorar como una pava, si por lo menos tuvieses alguien con quien compartir tu desgracia.
Es entonces cuando echas de menos a una buena modista, alguien que sepa reaccionar rápido y reste importancia al desastre: saca un par de agujas, esconde la tripa, te tira un poco de arriba para que notes que lo de los hombros tiene solución y te diga que con un par de arreglitos vas a estar monísima.
En Valencia hay unos cuantos de esos, no son muchos, pero los que son, son buenos: Marta de Diego, Juan Andrés Mompó, Amparo Chordá, Presen Rodríguez, Alex Vidal, Valentín Herráiz, Enrique Lodares, Javier Villajos,... tienen experiencia, oficio, saber hacer, creatividad y algo muy importante, te dan confianza. Sabes que buscarán las mejores piezas de tela, que el vestido estará tan impecable del derecho como del revés, que hasta las costuras serán un primor y que la pinza del escote estará precisamente allí donde tu cuerpo lo necesita.
Hasta hace bien poco, la costura era el hermano pobre del fashion system. Las revistas se ocupaban de diseñadores jóvenes con muy poca experiencia con el dedal que parían ropa delirante, con colores y cortes imposibles y accesorios que parecían sacados de una película de terror. La feminidad y el refinamiento de la costura clásica eran valores trasnochados.
Afortunadamente, las mujeres, que de tontas tienen un pelo, siguieron yendo a lo seguro en los momentos importantes de su vida y gracias a eso Valencia sigue teniendo uno de los mejores modistos y costureros de España. La novedad es que la sociedad está empezando a reconocer su trabajo. Hace unos días, el Gremio de Sastres y Modistas le dio a Juan Andrés Mompó el premio Aguja Brillante y esta semana Presen Rodríguez ha inaugurado exposición en el IVAM.
A la inauguración del jueves acudió el comisario de la exposición, Carlos García Calvo, Consuelo Císcar, Miquel Navarro, Rafael Aznar, Cuchita Lluch, Nacho Gómez Trenor y Carolina, los diseñadores Miquel Suay, Juan Andrés Mompó y Valentín Herráiz, la artista Nanda Botella, el presidente del Colegio Mayor de la Seda, Vicente Genovés, Fernando Giner, y clientas de toda la vida, que recurren a Presen para tener uno de los fondos de armario más envidiables, como María José Albert o Isabel Aliño, Margarita Garín, Blanca Fitera, Asunción Barberá, Elena García del Moral... el IVAM se llenó de gente de amigos de Presen, gente del mundo del arte, clientas, y toda la familia de la diseñadora, entre ellos sus hijos Maribel y José Cosme, autor del videoarte que se proyecta en la exposición.

Hay que ver la colección de vestidos de cóctel y fiesta, todos con el denominador común del color: negro y blanco. La selección de García Calvo permite ver mejor las siluetas de los vestidos, los escotes halter, las cinturas marcadas, los largos hasta los pies y por la rodilla y los volúmenes y detalles que reflejan el amor de la diseñadora por la alta costura.

miércoles, 24 de julio de 2013

Calores de julio

Este país necesita unas cuantas reformas urgentes. Una de ellas es el control del aire acondicionado que, como decía el otro día en este periódico Carmen Rigalt, está controlado por los hombres y eso nos lleva a morirnos de frío cada vez que entramos en un sitio público. También hay que reformar el mes de vacaciones, que debería ser julio, sobre todo para los hombres que sudan la gota gorda en cuanto les falla el aire acondicionado. Lo suyo con el calor es como un eterno embarazo, lo llevan mal y en cuanto el termómetro pasa de los veintitrés se humedecen sus despejadas frentes. Empiezan entonces a inquietarse y a airearse con la camisa pero para entonces ya no hay remedio: las burbujitas de la frente se convierten en gotas que no soportan su peso y van deslizándose mejillas abajo. Y tú, en la mesa de reuniones, les ves allí sufriendo y a te dan ganas de ponerte una rebeca para lanzarles un mensaje subliminal: ale guapito sufre, que yo estoy fenomenal y aún aguantaría un par de grados más sin inmutarme.
Mientras llegan esas reformas, disfrutaremos el mes de julio lo mejor que podamos. Para empezar sugiero pasar una tarde de gintonics en el Hotel de la Playa, en Puebla de Farnals. Allí Margarita, la dueña, va a abrir una terraza chill-out que es la bomba. Primera línea de playa, tumbonas, brisa marina, cava y música para chicas estilosas como nosotras. Ya sé que la playa de Puebla de Farnals no es la meca del glamour pero Margarita y su hotel están cambiándola: juro por mi única falda de Prada que su hotel es lo más glamouroso que tiene la costa valenciana.
Hay que dedicar otra tarde a ver la exposición de fotos Señoras Joyas en Caro Hotel, veinte retratos de José Luís Abad en las que mujeres de la sociedad valenciana lucen piezas de joyería de las que dan ganas de robar. Han posado para la cámara nada menos que Amparo Corell, Amparo López, Arantxa Botella, Blanca Fitera, Caridad Trénor, Carmen Topete, Charo Sáinz de Mingo, Conchita Cañamás, Cuchita Lluch, Elvira Catalá, Esperanza Vila, Lourdes López Pastor, M. Carmen Sáez Merino, Mª Jesús Trénor, Mª Teresa Monsonís, Marina Arnal, Nanda Botella, Paloma Picardo, Sara Guazo y Verónica Montijano. Si las señoras eran de nivel, las joyas ni te cuento. Piezas de Antonio Romero, Argimiro Aguilar, Armando Martínez, Bulgari, Giménez Joyeros, La Vendôme, Marfil, Rabat, Rafael Torres, Sie7e Jewels Gallery, Trinidad Gracia y Vicente Gracia.
La vida social valenciana decae lánguidamente con los calores de finales de julio. La última fiesta ha sido la de la Revista de Sociedad, el jueves en Tosca Llar Club. Hasta allí se acercaron el joyero Antonio Romero con su esposa Rosa Payá y sus hijos David y Omery; el empresario Salvador Vila, con su mujer y su hija Esperanza Vila; Agustín Díaz-Cisneros y Marisa Torrijos, Rosa Criado y Eva Parra; el director de TV Mediterráneo, Javier Peris; Javier Monedero de Dicoval con su mujer Rosa Sanchís, Lluis Nadal, la periodista Laura Grande; María Ángeles Fayos del teatro Olympia, el vicepresidente de Casa Caridad, Fernando Giner, Vicente Lacomba que acompañaba a su mujer y presentadora del programa Amparo Lacomba, la Galerista Patricia Puchol, Blanca Fitera, Mónica Duart y la decoradora Amelia Delhom, entre otros.
La semana pasada, la Fundación Pequeño Deseo también celebró una subasta benéfica, desfile de moda y cóctel en el restaurante Contrapunto, en la planta baja del Palau de les Arts. La noche comenzó con una subasta de obras de Vicente Peris, Nanda Botella, Miquel Navarro, Manolo Cáceres, Vicente Ortí, Antonio de Felipe, Horacio Silva, Irene Jiménez de Laiglesia, Ximo Serrano, Vicente Colom y Ripollés. La velada continuó con un desfile de Valentín Herráiz y joyas de Rabat y finalizó con un cóctel.

Las fiestas se irán ahora a Javea, Denia… El 2 de agosto, Fernando Aliño vuelve a organizar la fiesta de entrada de verano en la discoteca La Hacienda de Javea con la música ochentera de Santi Martínez.

Sangre real en el Ateneo Mercantil

Los títulos nobiliarios ya no son lo que eran. Sólo sirven para engordar el ego de quienes lo ostentan que consideran un lujo ser capaces de reconstruir su árbol genealógico desde Abderraman I hasta Alberto Fabra. Algunos llegan a la tontería de defender que su sangre azul y cristiana nunca se ha mezclado con la de la plebe, como si las señoras marquesas siempre hubiesen sido unas chicas castas incapaces de hacer una locura con el mozo de cuadras. ¿Qué sabrán ellos de lo que hizo su ta-ta-ta-ta-tarabuela en la alcoba de palacio cuando el abuelo marqués estaba en las cruzadas o haciendo la pelota al rey en la corte?. Hay que tener en cuenta que dada su endogamia, sólo con que una de aquellas señoras hubiese cometido un desliz fuera del matrimonio, toda su sangre ya está teñida de rojo plebeyo por los siglos de los siglos.
Tonterías a parte, lo cierto es que dan cierta envidia. No por lo de la pureza de sangre, que es una monserga, sino porque debe de tener su gracia saber qué hicieron tus abuelos en los tiempos de Cervantes. Te metes en tu casona familiar, escudriñas los recuerdos de tus abuelas y recuerdas los cotilleos de la familia que han ido pasando de boca en boca generación tras generación. Y ya lo que debe de ser la repera es abrir un libro de historia y verte allí la foto de tu antepasado montado en un caballo con la espada en ristre, rodeado de un montón de soldados mirándole embelesados a la espera de sus órdenes. Luego coges el libro, te vas cara a tu marido y le dices: “mira lo que éramos los Pérez-García de Martínez-Sánchez cuando tú familia andaba por ahí recolectando lechugas”.
Y ya lo que debe de ser la leche en bote es que tu dinastía no sea de la de unos marqueses de chicha y nabo, sino la de unos reyes que han ocupado el trono desde los tiempos del Sacro Imperio Romano. De esos hay pocos, muy pocos, quizás sólo uno: el Príncipe Davit Bragationi, último descendiente de la Casa Real de Georgia. Los Bragationi reinaron en el país caucásico desde el siglo IX hasta el XIX. Con la revolución Bolchevique tuvieron que exiliarse y el padre de Davit se instaló en España, donde ya nacieron Davit y su hermano Hugo.
Ayer estuvieron en el Ateneo de Valencia imponiendo la Orden del  Águila de Georgia y la Túnica Inconsutil de Nuestro Señor Jesucristo, máxima condecoración de la casa real, a Davit Magrazde y Nicolz Shengelaia, personalidades del país caucásico que formarán parte de su próximo gobierno. Jo pe, confieso que lo de la Túnica Inconsutil de Nuestro Señor Jesucristo sí que me ha dado envidia  me pido una para que mis biznietos puedan fardar de abuela ante sus amigos y pretendientes.
A la fiesta fueron personalidades como Andrés Salvador de Habsburgo y Lorena, Archiduque de Austria, la Duquesa de Monte Alegre y Fernando Musoles y Martínez-CurtAdemás, el príncipe impuso la Placa de la Orden de la Corona a la presidenta del Ateneo Mercantil, Carmen de Rosa.

El viernes también celebró su fiesta nacional la comunidad francesa que vive en Valencia. El cónsul honorario de Francia en Valencia y Castellón, Pablo Broseta, invitó a un cóctel en L'Umbracle al que fueron los cónsules de Panamá, Mónaco, Perú, Países Bajos y Estados Unidos, la delegada de la Cámara Franco-Española de Comercio, Anne Marie Prades, Belén Lladró, coroneles de la base de la OTAN, Jaime Esteban Cid, Director General de Lanzadera y hasta mil invitados más.

miércoles, 10 de julio de 2013

Un soplo de aire en la Generalitat

Las mujeres tenemos ventaja sobre los hombres cuando nos dedicamos a la vida pública. Ellos parecen todos iguales, apenas se distinguen porque todos son igual de aburridos vistiendo: chaqueta, camisa, corbata y ¡ale!, a la calle, da igual que vayan a un reunión de ministros que a una cena benéfica. Sin embargo nosotras tenemos armas para hacernos notar con nuestra mera aparición en escena: recuérdese la histórica entrada de Carmen Alborch, con su melena roja, que levantó de sus escaños a sus amuermadas señorías.
En esto, las socialistas son mejores que la peperas, en sus filas ha habido mujeres como Fernández de la Vega, Bibiana Aido, Trinidad Jiménez o Elena Salgado, que ponían un brizna de frívolo glamour al Gobierno. Las chicas del PP parecen huir del chismorreo sobre su estilo y su apariencia, no arriesgan y van a lo seguro: blazer, poco escote y faldas por donde mandan los cánones de toda la vida. Sólo Cospedal parece darse cuenta de que no tiene nada de malo utilizar ciertas armas de mujer para hacerse un hueco en la foto.
Trasladado todo esto a la política valenciana, que está de un gris que no hay quien la aguante, tenemos una foto del Consell a la que le falta color. Catalá  y Bonig pueden ser más o menos estilosas pero no juegan a atraer las miradas. Pero todo esto puede que cambie.
Ha llegado un soplo de aire fresco al Palau, Esther Pastor, la nueva Secretaria Autonómica y mano derecha del President. El jueves fue a una fiesta en el IVAM organiza por Angela Pla con un vestido naranja ajustadísimo, de estilo ochentero y hombro al descubierto. Uno de estos vestidos que marcan la silueta, se adaptan al cuerpo como un guante y dejan a nuestros hombres boquiabiertos. Vamos, sólo apto para mujeres de bandera conscientes de que lo son. Llegó y posó en el photocall con la seguridad propia de quien lleva años acaparando la atención de las cámaras.
A la cena fueron también Mayren Beneyto, Rosa Lladró, el diseñador Jayme Hayón, la Consellera María José Catalá, (discreta con un vestidito negro de cóctel), Consuelo Císcar y Rafael Blasco, el director de Culturarts, Manuel Tomás, el periodista Juan Lagardera y la directora de Canal 9 Rosa Vidal con Javier Molins.
Angela Pla, ideal con un vestido blanco largo de Marta Diego y joyas de Vicente Gracia, convocó a chicos guapos como Medina, modelos internacionales como Verónica Blume, Minerva Portillo, Elena Posokhova (vestida por Miguel Vizcaino) y Paola del Sol, impresionante con un vestido negro de Siemprevivas; diseñadores e interioristas (Julio Guixeres y Lorenzo Castillo) y arquitectos (Ramón Esteve y Fran Silvestre).
Jaime Hayón -¡que mono es este chico!- recibió el premio como mejor diseñador industrial. Le acompañó su mujer, la  fotógrafa danesa Nienke Klunder, con ese estilo sexy y elegante que manejan con inteligencia las neoyorquinas. El premio a la mejor empresaria joven se lo llevó Sally Corell, que iba ideal con un vestido palabra de honor que recordaba a los que llevaba Carrie Bradshaw. Se lo entregó Rosa Lladró, mientras que Alicia de Miguel, espectacular con un vestido largo estampado de Pucci y tocado de Peggy Rusmore, hizo lo propio con Lourdes López, de Patos.
La presentadora de la gala fue Cristina Tárrega, que vino con su marido, Mami Quevedo, y estuvo con otros televisivos como Ximo Rovira, Maribel Vilaplana, Ferran Cano y Laura Grande. También estuvo Cuchita Lluch, y jóvenes guapas y estilosas como Sonsoles Gómez Torres, Mayte Sebastiá (de Telva) y Blanca Crespi, la hija de Laura Fitera que hizo cuchipandi con el doctor Juan Antonio Murgui y otros amigos. También se dejaron ver Alonso Manglano, Joseca Arnau, Carol Gabarda, Isaben Simó, José Vicente Plaza, Rocío Bacharach, Tono Sanmartín, Josep Lozano, Jarr y Alfredo Esteve.
Esther Pastor compartió mesa con Rafael Medina (¡qué envidia!), no se sabe si María José Catalá sintió que le habían arrebatado protagonismo, pero conociendo a las mujeres no es descartable que la Consellera esté a estas alturas buscando nuevo estilista. Quién sabe, quizás a la vuelta del verano la veamos entrar en Les Corts con una melena roja y un vestido que levante a sus señorías del escaño. 

Baqueira, Xàbia y Formentera

Hasta ahora había dos sitios a los que tenías que ir cada año si querías ser alguien en determinados círculos sociales valencianos. En invierno tenías que ir a la nieve para poder contar las excelencias del esquí como deporte para toda la familia. En verano tocaba hablar de lo mucho que ha cambiado Xabia en los últimos treinta años, demostrando con tu conversación que tú ya ibas por allí cuando el Piraña y Pancho lloraban la muerte de Chanquete. Ahora se introduce un tercer destino: a principios de verano hay que ir a Formentera, el nuevo paraíso entre hippy y glamuroso, que es el destino ideal para desconectar del trasiego diario. Ojo que allí se va sin niños, porque por esas fechas ellos están en Irlanda aprendiendo inglés. También es importante leer un par de manuales de navegación a vela no vaya a ser que en la conversación de turno confundamos la génova con la mayor y nos pongamos en evidencia, porque a Formentera se va en barco y el que no lo tiene lo alquila.
Por supuesto todo eso hay que adobarlo con un exquisito conocimiento sobre el vodkatonic, que lo del gintonic, ya se ha popularizado demasiado y toca marcar diferencias: que si el vodka es más digestivo, que genera menos acidez, que si apaga menos el sabor de la tónica...¡Jo,pe! Ahora que ya nos habíamos aprendido una docena de nombres de ginebra.
Mientras tanto la vieja Valencia sigue haciendo lo que puede para que quienes nos quedamos aquí sintamos que nuestra vida aún tiene sentido aunque Formentera siga siendo para nosotros sólo el cuarto nombre que recitamos de carrerilla de las cinco Islas Baleares.
La semana pasada, sin ir más lejos, un grupo de tiendas organizaron una shopping party en L'Umbracle, un rastrillo de lo más coqueto donde tan pronto veías un bolso de Prada de otra temporada, como unas pastillas de nutricosmética que prometen quitarte cinco años en pocas semanas. En un puestecito, alpargatas de yute echas a mano; en otro, un paté casero que está de muerte y que se elabora en Segorbe con aceitunas de la zona y más allá los peluqueros Frank & Pier cambiando tu look en un plis plas con las famosas planchas GHD. Lo mejor fue el stand de Dermiláser, una clínica estética que está en el Hospital Quirón que montó una camilla y se trajo a su equipo para hacer masajes drenantes y tratamientos que te dejan la piel como la de tu hija.
Valencia sigue teniendo vidilla gracias a las tiendas. La Optica Climent organizó otra fiestecita para presentar las colecciones de Prada y Armani. Hasta allí se acercaron amigos como Pedro García Mocholí, Luz Aguiló, Amparo Ortuño, Patricia Puxol, Amparo de la Concepción de Loewe, María Angeles Miguel, de Ferragamo y Encarna Roig de Acosta.
También Knack Men, en Poeta Querol celebró hace unos días su segundo aniversario en Valencia. Knack Men recupera la sastrería clásica pero actualizando las líneas y abaratando al máximo los costes sin escatimar en tejidos. El resultado es una tienda con el fondo de armario perfecto para el gentleman y bastante alejado de la estética de Formentera: trajes de lana y cashmere, chaquetas de sport y pantalones Hamilton en hilo y en algodón en colores veraniegos. Al cóctel fueron Alfonso Manglano y Eva Marcellan, Jorge y Begoña Martí, el sastre Antonio Puebla, Alfonso Pascual, Javier Botella, Lila Albanozzo y su hijo Miquele Vilarrasa, Esther Barrera, Veronica Montijano y Jose Luis Vilanova, entre otros…
La semana que viene más. El lunes empezaron las rebajas oficialmente aunque ya llevamos varias semanas con descuentos que, a partir de julio, llegan al cincuenta por ciento, como las francesas Claudie Pierlot y Sandro y The Livin (Marta de Diego) ya ya están avisando a las clientas por sms.