lunes, 19 de diciembre de 2016

De la festa, la vespra

Las copas prenavideñas son lo mejor de la Navidad. En ellas tienes cierto margen de maniobra, puedes elegir a la que vas para quedarte, a la que vas para quedar bien y largarte en cuanto el anfitrión haya visto tu sonrisa y la que simplemente no vas. Con las navidades no pasa lo mismo, a tu cuñada le aguantas la noche entera, si te gusta como si no. Tienen otra ventaja: nadie te dice cómo debes vestir, sólo se espera de ti que vayas mona, que contribuyas a darle color y glamour al evento. Y ahí es donde cada una de nosotras se suelta.
Las hay que sacan la artillería pesada, ¡valencianía al poder! pieles, joyas, guantes tipo Gilda, rojo pasión en los labios, sandalias con dorados, vestidos con brillos… Otras optan por la elegancia discreta tipo parisino con el clásico vestidito negro de cóctel que no falla. Las hay que van de “yo paso de todo y me pongo como si fuese a recoger a los niños al cole”. Incluso las que, como María Dolores Enguix de Óptica Climent, que tiene un vestido con tela de tapicería con motivos navideños, comprado en Londres, que sólo se pone estas fechas.
Entre ellos, lo que más abunda son los de “yo paso de todo”, pero no es porque realmente pasen, es porque no se atreven. No saben qué hacer para dar un toque de creatividad a su aspecto y son rehenes de la corbata y la americana. Para ellos, la creatividad empieza y acaba en el posicionamiento del delantero centro para recibir la pelota y chutar a gol. Claro que siempre hay excepciones, como el joyero Vicente Gracia, que apareció en su coctel con esmoquin: chaleco rojo chillón, pajarita negra y zapatos bicolor. ¡Nada que envidiar al mismísimo Charles de Inglaterra! Vicente Gracia es un maestro es eso de crear ambiente prenavideño. Eligió cuidadosamente la fecha para su coctel: una noche de luna llena a rebosar, y preparó su joyería de la calle La Paz con toda la parafernalia: enormes bandejas de plata con jamón, quesos y frutos secos, cava fresquito, y una pianista interpretando temas como en los viejos clubes de las películas en blanco y negro.
Los invitados pusieron el resto: señoras de edad con mucho más estilo que las quinceañeras, amigos de los que cierran los bares a las tres de la mañana e incondicionales del joyero, como Coté Soler y Javier Martínez Rubio, Mayrén Beneyto, la diseñadora Marta de Diego, Pepa Martí, Charo Font de Mora, Simone Martini, Sefa Aguilar, Lourdes Forcada, el diseñador Valentín Herráiz, Elena Esparza, Julio Gómez Perreta, María Cosín, Begoña Ortiz, Mónica Carbonell y Antonio Castellblanque. Estuvieron Carlos Serra y Victor Nebot, que inauguraban esta semana una nueva tienda de interiorismo en Cirilo Amorós 86 y aprovecharon para celebrar el veinte aniversario de El Mercader de Indias con un cóctel con Moët y exquisiteces preparadas por Mónica Piñones. La tienda tiene un montón de detalles estilosos para la casa, estanterías doradas, jarrones marroquíes, velas perfumadas, y una terraza interior de lo más coqueta.
Lila Albanozzo también se acercó a la joyería de Vicente, y eso que al día siguiente tenía que preparar su tradicional pavo trufado de estilo italiano que ofrece cada año por Navidad en su tienda Il Baco da Seta. El jueves también ofreció cóctel navideño la joyería Rafael Torres, que cumple 120 años y para celebrarlo incluyó en el tarjetón de invitación una llave que podía resultar premiada si abría una de las vitrinas de la joyería.
La misma noche inauguró Alex Jordán su flamante peluquería en la tercera planta de El Corte Inglés de Colón. Allí estuvo Marta de Diego, Mayrén Beneyto, la doctora Pilar Mateo y la oncóloga Ana Lluch, además del equipo de la anterior peluquería Pelegrín, con el que Jordán ha querido contar.
Foto Vicente Gracia: Jorge Marco

lunes, 12 de diciembre de 2016

Espumillones monos

Las etapas de nuestras vidas podrían escribirse según nuestra relación con la decoración navideña de la casa. De niñas, montar el Belén y el árbol eran un acontecimiento importante. Lo vivías con la ilusión propia de la magia navideña. Tus padres hacían el trabajo, pero tú tomabas decisiones: aquí el niño, allí los borreguitos, convencías a tu padre de que el Rey Negro debía ir el primero porque era el que te traía a ti los juguetes… Luego te hiciste mayor y te despreocupaste de todo aquello. Estabas pendiente de otras cosas, pero un buen día entrabas en casa y allí estaban el árbol y el Belén para recordarte que además de amigos y novios tenías una familia. Los años pasaron, llegaron tus hijos y volviste a preocuparte de las guirnaldas, las bolas de colores, la rama de acebo, el buey, el burrito… Revivías tu infancia a través de tus hijos y le pusiste a todo esto más cariño incluso que cuando fuiste niña.
Ahora los niños se han hecho mayores. Tu Pepe está cada día más cascarrabias y pone a esto menos ganas que a acompañarte de compras. Lo único que puedes esperar de él es que se suba al taburete para bajar los espumillones del altillo. El resto es cosa tuya, la casa no se quedará sin ambiente navideño, para eso estás tú ahí. Algún día, más pronto que tarde, todo esto volverá a ser un acontecimiento. Será cuando lleguen tus nietos. Tu Pepe ya no estará entonces para subirse al altillo, pero volverá a montar el Belén y sonreirá cuando vuestro nieto coja a Baltasar y lo ponga el primero de la fila.
Pero dejemos a un lado la nostalgia, olvidemos la fugacidad del tiempo, vivamos el presente, “carpe diem”. Cada uno se ilusiona con lo que puede. Ellos, normalmente, con las cosas del comer y del beber, a veces su primitivismo es de envidiar, les pones una botella de vino y un queso y ya tienen ilusión para un cuarto de hora. A nosotras nos cuesta más, para ir entrando en ambiente necesitamos rodearnos de belleza y delicadeza.
Para empezar hay que decorar bien la casa, no vale sacar el espumillón del todo a cien que duerme año tras año en el altillo. Tienes que ir a un taller como el que ha montado Amelia Delhom en su tienda de la calle Lauria para aprender trucos y consejos para renovar la decoración con lo más chic. A continuación hay que planificar el fondo de armario navideño. Vestiditos de cóctel para Nochebuena y Navidad y modelazo sexy para fin de año. Si alguna se quiere inspirar en brillos y lentejuelas, puede ver la colección de fiesta que presentó Alejandro Resta en un desfile en la feria Fiesta y Boda.
Los diseños de Alejandro Resta son lujo con mayúsculas, por eso encajan tan bien con las joyas y por eso Marfil Joyeros los eligió para presentar su última colección de diamantes y piedras preciosas. Fue en el Mercado de Colón, en el espacio La Cambra de Ricard Camarena. Allí, Begoña y Paloma Marfil expusieron las joyas como si se tratara de pequeñas obras de arte: collares de perlas australianas, brazaletes de brillantes art decó, un impresionante broche de esmeraldas colombianas en forma de camelia o un colgante de estilo rococó de esmaltes y perla fina. Entre los invitados, estuvo Mayrén Beneyto con su nuera Eva Marcellán, Ana García-Rivera, Elena Ravello, Cheli Serra, Patricia Cerveró y Fernando Roig Negueroles, Amparo Jiménez y Emilio Sanchis, Paco Company y Mª José Porcar, Amparo Montoro, Luci Gómez, Isabel Goyanes, la interiorista Lola Vega, Amparo Blasco, Paqui Candela, Mariola Dolz, María Blasco, Javier Monedero de Dicoval y Javier Edo, la diseñadora Marta de Diego con su socia Pepa Martí, el sastre Antonio Puebla, Arancha Pérez Pont, Silvia Vilar, Begoña Meléndez, las hermanas Ana y Mamen Jofre y Ana Brugger.

lunes, 5 de diciembre de 2016

La rebelión de las masas

Las masas se rebelan contra la exclusividad de las élites. Ortega y Gasset dijo algo de esto y escribió un libro entero para explicarlo. Ahora vas a Mercadona y lo entiendes en cinco minutos. El caviar comparte estantería con los boquerones en vinagre y el coctel de gambas con la salsa carbonara. Lo mismo pasó con los restaurantes y hoteles caros. Allá por los ochenta, un chico te llevaba a tomar algo al Parador del Saler o la cafetería del Palace en Madrid y lograba impresionarte: tu padre nunca había llevado allí a tu madre, así es que con ese simple gesto tú estabas aupándote en la escala social. Habías entrado un poco cohibida, dudando si estarías a la altura de las circunstancias. Todo eso ha terminado, al fin y al cabo qué es un café en el Palace para nuestras sufridas tarjetas de crédito acostumbradas a hacer frente a los últimos tratamientos de peluquería.
Ortega vaticinó que este cambio nos abocaría al fin de la civilización, no sabemos si será para tanto. Por lo pronto, la democratización ha llegado a las ostras, que ahora se toman en bares, como antes se tomaban las habas cocidas de Casa Montaña. El martes abrió un nuevo bar de ostras en la calle Chile. Se llama Ostrarium y lo ha montado Andrés Soler, que de ostras sabe un rato. Allí puedes tomar ostras valencianas, de Normandía, del Delta del Ebro y hasta irlandesas. Esta es la típica chorrada que le encanta a los hombres y que de aquí cuatro días irán por la vida de expertos y asegurarán notar la diferencia entre la ostra atlántica y mediterránea. La democratización del lujo tiene un inconveniente, y es que te deja sin exquisiteces para la cena de Navidad y a los sibaritas les obliga a rizar el rizo en busca de esa experiencia premium para paladares educados.
Pero Ortega no cayó en la cuenta de que siempre se puede ir a más. Javier Monedero, de Dicoval, montó esta semana una cena en el restaurante El Poblet con menú de Quique Dacosta y champagne Dom Perignon, pero no una añada cualquiera, sino de 1998. Unos pocos privilegiados paladearon un menú diseñado por la sumiller Manuela Romeralo para que armonizase con un champagne tan delicado: piedra de queso manchego, sashimi de pez mantequilla, presa ibérica, ostra frita…
Allí estuvo Amelia Delhom, Alfredo Esteve, Angeles Casanova y Bruno Martín, Javier Monedero, el empresario Alfonso Zamorano, Jorge García Gascó, Luís Curras, el sastre Antonio Puebla, José Luís Palencia y Fernando García, de Dom Perignon.
Mientras unos pocos disfrutaban del champagne en El Poblet, muy cerca, en la Calle Barcas, se inauguraba el nuevo restaurante del Hotel Reina Victoria, con el chef Pablo Ministro y Gourmet catering. El espacio, decorado por Gerardo Almenar y Laura Molina con un estilo divertido y desenfadado, es como una sala de juegos donde puedes comer, beber y tomar cócteles con los amigos. Aquí una mesa de madera para diez comensales, más allá una de mármol, aquí un rinconcito con sillones y al fondo una barra de cócteles. En la inauguración estuvo Paula Roldán, Anges Noguera, Begoña Puigmoltó, el diseñador Valentín Herráiz, Verónica Jordá, Lucas Noguera, José Alicarte y Pablo y Vicente Lys, entre otros.
Estamos en las semanas prenavideñas, con las agendas llenas de cócteles con champagne. El martes, Ana Joudí, de la Clínica Zaharawi, invitó a una copa de navidad a amigas y clientas, entre ellas, Hortensia Herrero, Diana de Ramón, Inma Sobrino, Ana Peris, Sara Joudi, Mª José García, Elvira Ferrer, Beli Botella, Elena Buj, Maribel Roucher, Zuraya Al-Hoch, Mª José Seguí, Beatriz Giménez, Reme Mateu, Lourdes Santo, Rosa Lloret, Mª Ángeles Fayos, Mamen Rivas, Concha Pérez, Mariely y María José Albert, Santo Aguilar y Pilar Pons.