Las copas prenavideñas son lo mejor de la Navidad. En ellas tienes cierto margen de maniobra, puedes elegir a la que vas para quedarte, a la que vas para quedar bien y largarte en cuanto el anfitrión haya visto tu sonrisa y la que simplemente no vas. Con las navidades no pasa lo mismo, a tu cuñada le aguantas la noche entera, si te gusta como si no.
Tienen otra ventaja: nadie te dice cómo debes vestir, sólo se espera de ti que vayas mona, que contribuyas a darle color y glamour al evento. Y ahí es donde cada una de nosotras se suelta.
Las hay que sacan la artillería pesada, ¡valencianía al poder! pieles, joyas, guantes tipo Gilda, rojo pasión en los labios, sandalias con dorados, vestidos con brillos… Otras optan por la elegancia discreta tipo parisino con el clásico vestidito negro de cóctel que no falla. Las hay que van de “yo paso de todo y me pongo como si fuese a recoger a los niños al cole”. Incluso las que, como María Dolores Enguix de Óptica Climent, que tiene un vestido con tela de tapicería con motivos navideños, comprado en Londres, que sólo se pone estas fechas.
Entre ellos, lo que más abunda son los de “yo paso de todo”, pero no es porque realmente pasen, es porque no se atreven. No saben qué hacer para dar un toque de creatividad a su aspecto y son rehenes de la corbata y la americana. Para ellos, la creatividad empieza y acaba en el posicionamiento del delantero centro para recibir la pelota y chutar a gol. Claro que siempre hay excepciones, como el joyero Vicente Gracia, que apareció en su coctel con esmoquin: chaleco rojo chillón, pajarita negra y zapatos bicolor. ¡Nada que envidiar al mismísimo Charles de Inglaterra!
Vicente Gracia es un maestro es eso de crear ambiente prenavideño. Eligió cuidadosamente la fecha para su coctel: una noche de luna llena a rebosar, y preparó su joyería de la calle La Paz con toda la parafernalia: enormes bandejas de plata con jamón, quesos y frutos secos, cava fresquito, y una pianista interpretando temas como en los viejos clubes de las películas en blanco y negro.
Los invitados pusieron el resto: señoras de edad con mucho más estilo que las quinceañeras, amigos de los que cierran los bares a las tres de la mañana e incondicionales del joyero, como Coté Soler y Javier Martínez Rubio, Mayrén Beneyto, la diseñadora Marta de Diego, Pepa Martí, Charo Font de Mora, Simone Martini, Sefa Aguilar, Lourdes Forcada, el diseñador Valentín Herráiz, Elena Esparza, Julio Gómez Perreta, María Cosín, Begoña Ortiz, Mónica Carbonell y Antonio Castellblanque.
Estuvieron Carlos Serra y Victor Nebot, que inauguraban esta semana una nueva tienda de interiorismo en Cirilo Amorós 86 y aprovecharon para celebrar el veinte aniversario de El Mercader de Indias con un cóctel con Moët y exquisiteces preparadas por Mónica Piñones. La tienda tiene un montón de detalles estilosos para la casa, estanterías doradas, jarrones marroquíes, velas perfumadas, y una terraza interior de lo más coqueta.
Lila Albanozzo también se acercó a la joyería de Vicente, y eso que al día siguiente tenía que preparar su tradicional pavo trufado de estilo italiano que ofrece cada año por Navidad en su tienda Il Baco da Seta.
El jueves también ofreció cóctel navideño la joyería Rafael Torres, que cumple 120 años y para celebrarlo incluyó en el tarjetón de invitación una llave que podía resultar premiada si abría una de las vitrinas de la joyería.
La misma noche inauguró Alex Jordán su flamante peluquería en la tercera planta de El Corte Inglés de Colón. Allí estuvo Marta de Diego, Mayrén Beneyto, la doctora Pilar Mateo y la oncóloga Ana Lluch, además del equipo de la anterior peluquería Pelegrín, con el que Jordán ha querido contar.
Foto Vicente Gracia: Jorge Marco
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