¡Ay, cómo pasa el tiempo!, esta tarde es el cridá, ya hace un año que Valencia vive sumida en un extraño Caloret. Hasta ayer, apenas hemos podido lucir nuestros “abriguets” y los “sueterets” casi no nos han hecho falta para disfrutar de algún que otro “vinet” en las “terrazets” de los “barets”.
Pero el Caloret ha sido mucho más que un fenómeno meteorológico; Valencia ya no es como era, lleva meses redefiniéndose y ahora que llegan las Fallas es el momento de que nos enseñe su nueva imagen. Empezando por el balcón del Ayuntamiento, antaño escaparate de las élites afines al poder y hoy paradigma de ese nuevo modelo de ciudad que se dice abierta a la gente. ¿Seremos gente tú y yo, querida lectora?, ¿o gente serán Raimon, Mónica Oltra, Xavi Castillo e Íñigo Errejón?, ¿será gente Mariano Rajoy e Isabel Bonig?, ¿será gente el embajador de Estados Unidos James Costos y su marido, o dejan de serlo por el hecho de que se den masajes en el Ritz?...
Pronto saldremos de dudas. No es un asunto baladí. El balcón del Ayuntamiento es como el front row de una pasarela, la primera fila famosos define tu target, es tu imagen de marca.
Por ahora lo que sabemos es que van a sortear diez entradas entre gente que se ha apuntado en una lista, a las que se sumarán otras veintiocho entradas por día entre las comisiones falleras y dos más por cada concejal, la suya propia y otra de invitación. Todo eso es un montón de gente que arropará a los compromisos oficiales del Ayuntamiento, porque claro por muy de la gente que tú seas no vas a dejar al Presidente de la Generalitat Ximo Puig en la puerta de Correos, previo paseíllo entre codazos por la calle Ribera para llegar a la Plaza.
Pero el front row no lo es todo.
También habrá que estar pendiente de qué gente disfruta de la cena de la Nit del Foc, que este año no será en el Alameda Palace, si no en el edificio de Tabacalera. Durante años ese ha sido cita de lo más granado de la sociedad valenciana. La oficina de protocolo del Ayuntamiento debe de andar más estresada que los asesores de Pedro Sánchez y Albert Rivera. Buena parte de los invitados de los últimos años son baja y hay que incluir a otros en la lista. ¿Quién será la gente agraciada?, ¿tú y yo, querida lectora, o también en esto nos quedaremos fuera? Estaremos expectantes.
La gente tiene vida más allá de las nuevas tendencias protocolarias.
Con la llegada del caloret primaveral, las agendas se llenan de cócteles. Esta semana, además de las mascletaes, hay citas a gogó para sacar a pasear el fondo de armario. El lunes, el restaurante La Ferradura de la Patacona, Ostras de Valencia celebra su aniversario. Habrá showcooking con ali pebre de otras, ostras en tempura y ceviche manchego de ostra, además de una gran montaña de ostras vivas, ¡ummmmmm! Y como no hay otras sin champagne, al día siguiente Móet & chandon presenta su ruta de fallas. La fiesta será en Marina Beach Club y la invitación indica que hay que ir de cóctel y traje corbata, ¡cómo en los viejos tiempos de la Copa América!
Por lo demás, la semana pasada ya estuvo de lo más animada. Enrique Loewe estuvo en Valencia invitado por la Asociación Valencia Excellence y contó la historia de Loewe en Valencia desde que se abrió la boutique en Poeta Querol en 1966.
Y el jueves en el Westin se presentó la nueva cerveza Diabolici, una cerveza que homenajea a las fallas y que se venderá en las Cervezas del Mercado (Mercado de Colón) durante el mes de marzo. Al cóctel fueron Claudia Dupuy de Lome, Manuel Bueno, Silvia Lafuente, Marco Motta, María García de la Riva, la interiorista Susana Lozano, Kiko Catalá, Nacho Díez de Rivera, Maca Alegre, Isa Bermejo, Pilu Díez de Rivera y el doctor Mira, entre otros.
lunes, 29 de febrero de 2016
domingo, 21 de febrero de 2016
El Mediterráneo en Madrid
Francis Montesinos es un tipo genial; mil veces abatido y otras tantas levantado. Eterna sonrisa bonachona, siempre rodeado de gente que parece dispuesta a dar la vida por él sin pestañear. Año tras año, Francis se planta en Madrid, en esa meca de la sobriedad castellana, en la que todo es más seco que un pan de anteayer, y despliega la esencia más mediterránea de Valencia. Ese punto de exceso y misticismo que nos acerca más a Nápoles o a Sicilia que a Soria o Cuenca.
Sobre la pasarela un arco de rosas, orquídeas y boas de claveles rojos que recuerda a las carrozas de las batalla de les flors. Empieza el desfile con Amador Rojas y Eduardo Guerrero, dos bailaores gitanos, que dan la bienvenida al universo Francis. De alguna forma, vienen a decir: este no es un desfile más al uso. Aquí hemos venido a ver ropa y a algo más, a bañarnos en lo más profundo del mediterráneo, en ese punto en el que se guardan los relicarios y se saca al Corpus en Procesión.
El estampado de la colección son imágenes de reliquias de la iconografía católica, con el rojo burdeos de fondo. Y Sara de Antonio, la modelo que cerró el desfile vestida de novia, llevaba la cara tapada con un velo blanco y un gorro y bailaba dando vueltas sobre sí misma emulando a La Moma del Corpus. Los diseñadores Dolce y Gabbana hubieran disfrutado de lo lindo.
Entre los bailarines del inicio y la novia del cierre, Francis homenajeó a los diseñadores que más admira y sacó al escenario los clásicos suéters y rebecas de punto tejido a mano de Manuel Piña; elegantes vestidos de terciopelo y raso como le gustaban a Jesús del Pozo; abriguitos sesenteros de color azul que recordaban a los uniformes para Iberia del maestro Elio Berhanyer, sentado en primera fila sin perderse detalle. Hubo vestidos de raso de seda en homenaje a Pertegaz y otros con drapeados de lo más delicados que recordaban a los plisados de Fortuny. Montesinos también dedico un par de vestidos de lurex con anillas de metal a Paco Rabanne y acabó la serie con un homenaje a Balenciaga, con “su rendición incondicional a la belleza femenina, el corte perfecto, la costura exquisita, su investigación sobre tejidos, colores y siluetas”.
La puesta en escena de Montesinos fue exactamente la opuesta al desfile anterior, el de Angel Schlesser, con su pasarela blanca y desnuda, modelos lánguidas y pálidas y un minimalismo impoluto. Vamos, que detrás vino Montesinos como si una mascletá hubiese irrumpido en la última reunión del Eurogrupo”.
Entre el público, chicos vestidos con falda, excéntricos tipo Rappel, con abrigo de piel blanca, calva decorada con gemas y mucho temple para llevar eso con maestría, que no es fácil; valencianos como la periodista Inés Ballester, Javier García Alberni, los periodistas Fernando Ferrando y Lluís Motes, Miguel Zorío, Josevi Plaza e incondicionales como la fotógrafa Silvia Poliakoff. Entre los famosos (pocos), la actriz Norma Ruiz y el joyero Emiliano Suárez.
En la MBFW desfiló otro valenciano, Juan Vidal, el Prada alicantino. Su colección es para llevársela enterita: plumíferos de lo más estilosos, en versión canguro y extragrandes, vestidos híper mega femeninos y un par de abrigos de paño ideales de la muerte. En el desfile estuvo Laura Fitera, acompañada por un equipo de Comando Actualidad de TVE. Llevan grabándola todo el fin de semana: en su casa, en el AVE a Madrid… “Lo pensé mucho y al final dije que sí, sólo pretendo ser yo misma y acepto con la misma naturalidad elogios que críticas.” Laura Fitera es una gallega muy valencianizada, enamorada de la ropa de Juan Vidal, que es una sabia combinación entre el exceso mediterráneo y la sobriedad cantábrica.
Entre los bailarines del inicio y la novia del cierre, Francis homenajeó a los diseñadores que más admira y sacó al escenario los clásicos suéters y rebecas de punto tejido a mano de Manuel Piña; elegantes vestidos de terciopelo y raso como le gustaban a Jesús del Pozo; abriguitos sesenteros de color azul que recordaban a los uniformes para Iberia del maestro Elio Berhanyer, sentado en primera fila sin perderse detalle. Hubo vestidos de raso de seda en homenaje a Pertegaz y otros con drapeados de lo más delicados que recordaban a los plisados de Fortuny. Montesinos también dedico un par de vestidos de lurex con anillas de metal a Paco Rabanne y acabó la serie con un homenaje a Balenciaga, con “su rendición incondicional a la belleza femenina, el corte perfecto, la costura exquisita, su investigación sobre tejidos, colores y siluetas”.
La puesta en escena de Montesinos fue exactamente la opuesta al desfile anterior, el de Angel Schlesser, con su pasarela blanca y desnuda, modelos lánguidas y pálidas y un minimalismo impoluto. Vamos, que detrás vino Montesinos como si una mascletá hubiese irrumpido en la última reunión del Eurogrupo”.
Entre el público, chicos vestidos con falda, excéntricos tipo Rappel, con abrigo de piel blanca, calva decorada con gemas y mucho temple para llevar eso con maestría, que no es fácil; valencianos como la periodista Inés Ballester, Javier García Alberni, los periodistas Fernando Ferrando y Lluís Motes, Miguel Zorío, Josevi Plaza e incondicionales como la fotógrafa Silvia Poliakoff. Entre los famosos (pocos), la actriz Norma Ruiz y el joyero Emiliano Suárez.
En la MBFW desfiló otro valenciano, Juan Vidal, el Prada alicantino. Su colección es para llevársela enterita: plumíferos de lo más estilosos, en versión canguro y extragrandes, vestidos híper mega femeninos y un par de abrigos de paño ideales de la muerte. En el desfile estuvo Laura Fitera, acompañada por un equipo de Comando Actualidad de TVE. Llevan grabándola todo el fin de semana: en su casa, en el AVE a Madrid… “Lo pensé mucho y al final dije que sí, sólo pretendo ser yo misma y acepto con la misma naturalidad elogios que críticas.” Laura Fitera es una gallega muy valencianizada, enamorada de la ropa de Juan Vidal, que es una sabia combinación entre el exceso mediterráneo y la sobriedad cantábrica.
lunes, 15 de febrero de 2016
Cosas del amor
Hoy es San Valentín, día del amor. Pero, ¿qué es el amor? “Es hielo abrasador, es fuego helado / es herida que duele y no se siente / es un soñado bien, un mal presente / es un breve descanso muy cansado” ¡Qué cosas más bonitas escribía Quevedo!, sobre todo si las leías a los a los quince años y no conseguías que el chico de tus desvelos se decidiese a darte un beso. Y ahí estabas tú, tumbada en la cama escuchando a los Pecos y dejando rodar una lágrima por tu mejilla.
Claro que hay quien cree que el amor “Es una construcción burguesa para una clase social que puede permitirse el lujo de tener hobbies y tiempo libre” (Fangoria, dixit esta semana). ¡Jo pe!, tiene que haber un término medio entre el espiritualismo quevequiano y el materialismo de Fangoria. A ver, ¿qué tal esta?: “Una locura transitoria que se cura con el matrimonio” (Ambrose Bierce). ¡Uff, no!, demasiado deprimente. Y esta otra: “El amor no tiene nada que ver con lo que esperas conseguir, si no con lo que esperas dar, que es todo” (Katherine Hepburn). ¡Uy, no, ni hablar!, qué se ha creído la Hepburn, que nos va a dejar sin regalos, ¡hasta ahí podíamos llegar!
El amor será lo que será (esto no lo ha dicho Rajoy, pero le pega todo), en cualquier caso es una buena excusa para darse alguna que otra alegría: ir de compras, hacer un viaje, salir a cenar, …, mejor no seguir. Si estás enamorada y correspondida, es una buena excusa para comprarte algo bonito. Si no también, porque ayuda a superar tu depre. Si no quieres a nadie y nadie te quiere, pues también te vas de compras, ¡qué demonios!, total, quién te va a querer mejor que tú a ti misma. No si al final va a tener razón Fangoria cuando ha apostillado que “El amor es una tontería para vender cosas”.
El problema es que cuando llevas casi veinte años con tu Pepe el romanticismo es más difícil de encontrar que Rita Barberá durante estos días. Y los regalos te los acabas comprando tú misma porque él no acierta por más que le recuerdes que te chiflan los brillantes talla corazón. Quizás por eso, esta semana ha habido un cierto movimiento antirromántico. El jueves, Lotelito, el local de moda de la calle Barcas, montó una fiesta con el nombre de “Sin Valentín”, para que los solteros pudieran encontrar pareja mientras escuchaban canciones de amor y desamor.
Entre los asistentes, Amparo Bas, Beatriz Poyatos, Emilio Vicó, Paula Pastor, Ariadna Mir o Victoria Escolano. Dicen los que organizan bodas que febrero es el mes de las proposiciones de matrimonio y es ahora cuando se disparan las ventas de alianzas, flores, reserva de salones o vestidos de novia. Aprovechando el momento, la asociación Marry Me ha organizado un showroom del 19 al 21 de febrero en el Teatro Rialto. Habrá vestidos, decoración, repostería, alquiler de muebles, flores, fotografía y joyas. Que se unan los floristas con los decoradores o fotógrafos parece de lo más lógico. Lo que no parece tanto es que un cirujano plástico y un joyero expongan sus creaciones conjuntamente, excepto si se trata se trata del doctor Mira y del joyero Vicente Gracia.
Ambos tienen en común que dominan el arte de la belleza en la mujer. Y durante los lunes de este mes, los dos pasarán la tarde con unas pocas afortunadas bebiendo champagne y hablando sobre cremas para rejuvenecer el rostro y de joyas para adornarlo, ¿puede haber algún plan mejor? Por la joyería Gracia ya han pasado las hermanas Ángela y María Manglano, Carmen y Adeli Alonso, Charo Font de Mora, Tere Peyró, Carmencita Aguirre, Tere Caro, Carmenchu Aguirre, Margarita Valcaneras, Merche Ventura, Isabel Bermejo, Maca Alegre, Maria José Ordeig y Silvia Lafuente. ¡Venga chicas, que se acaba el mes!
Claro que hay quien cree que el amor “Es una construcción burguesa para una clase social que puede permitirse el lujo de tener hobbies y tiempo libre” (Fangoria, dixit esta semana). ¡Jo pe!, tiene que haber un término medio entre el espiritualismo quevequiano y el materialismo de Fangoria. A ver, ¿qué tal esta?: “Una locura transitoria que se cura con el matrimonio” (Ambrose Bierce). ¡Uff, no!, demasiado deprimente. Y esta otra: “El amor no tiene nada que ver con lo que esperas conseguir, si no con lo que esperas dar, que es todo” (Katherine Hepburn). ¡Uy, no, ni hablar!, qué se ha creído la Hepburn, que nos va a dejar sin regalos, ¡hasta ahí podíamos llegar!
El amor será lo que será (esto no lo ha dicho Rajoy, pero le pega todo), en cualquier caso es una buena excusa para darse alguna que otra alegría: ir de compras, hacer un viaje, salir a cenar, …, mejor no seguir. Si estás enamorada y correspondida, es una buena excusa para comprarte algo bonito. Si no también, porque ayuda a superar tu depre. Si no quieres a nadie y nadie te quiere, pues también te vas de compras, ¡qué demonios!, total, quién te va a querer mejor que tú a ti misma. No si al final va a tener razón Fangoria cuando ha apostillado que “El amor es una tontería para vender cosas”.
El problema es que cuando llevas casi veinte años con tu Pepe el romanticismo es más difícil de encontrar que Rita Barberá durante estos días. Y los regalos te los acabas comprando tú misma porque él no acierta por más que le recuerdes que te chiflan los brillantes talla corazón. Quizás por eso, esta semana ha habido un cierto movimiento antirromántico. El jueves, Lotelito, el local de moda de la calle Barcas, montó una fiesta con el nombre de “Sin Valentín”, para que los solteros pudieran encontrar pareja mientras escuchaban canciones de amor y desamor.
Entre los asistentes, Amparo Bas, Beatriz Poyatos, Emilio Vicó, Paula Pastor, Ariadna Mir o Victoria Escolano. Dicen los que organizan bodas que febrero es el mes de las proposiciones de matrimonio y es ahora cuando se disparan las ventas de alianzas, flores, reserva de salones o vestidos de novia. Aprovechando el momento, la asociación Marry Me ha organizado un showroom del 19 al 21 de febrero en el Teatro Rialto. Habrá vestidos, decoración, repostería, alquiler de muebles, flores, fotografía y joyas. Que se unan los floristas con los decoradores o fotógrafos parece de lo más lógico. Lo que no parece tanto es que un cirujano plástico y un joyero expongan sus creaciones conjuntamente, excepto si se trata se trata del doctor Mira y del joyero Vicente Gracia.
Ambos tienen en común que dominan el arte de la belleza en la mujer. Y durante los lunes de este mes, los dos pasarán la tarde con unas pocas afortunadas bebiendo champagne y hablando sobre cremas para rejuvenecer el rostro y de joyas para adornarlo, ¿puede haber algún plan mejor? Por la joyería Gracia ya han pasado las hermanas Ángela y María Manglano, Carmen y Adeli Alonso, Charo Font de Mora, Tere Peyró, Carmencita Aguirre, Tere Caro, Carmenchu Aguirre, Margarita Valcaneras, Merche Ventura, Isabel Bermejo, Maca Alegre, Maria José Ordeig y Silvia Lafuente. ¡Venga chicas, que se acaba el mes!
lunes, 8 de febrero de 2016
San Nicolás
Dicen que si vas tres lunes seguidos andando, en absoluto silencio y rezando, desde tu casa a la Iglesia de San Nicolás, se cumple el deseo que hayas pedido. ¡Quieeetas!, que os conozco; no vale pedirse la colección entera de Chapeau. No, tiene que ser un deseo inmaterial, que los santos no están para frivolidades.
San Nicolás siempre ha sido una de esas joyas que los valencianos no acabamos de poner en valor. Entrabas y te asombrabas viendo el techo y las paredes, pero todo estaba oscuro, como si le faltase una luz que no podían darle el sol ni las bombillas. Así ha estado durante años, hasta que Hortensia Herrero se preguntó un día si no se podría hacer algo para resaltar esas pinturas. Habló con quien tuvo que hablar y le dijeron que la solución era compleja, que había que restaurar casi todo el templo porque había grietas en el techo por las que se filtraban humedades, cristaleras rotas y la fachada hecha una pena. Hortensia debió de pensar que ya iba siendo hora de que alguien hiciese algo por el bueno de San Nicolás. De eso hace siete años, cuando casó allí a una de sus hijas.
Y se puso manos a la obra. Primero arreglaron la parte arquitectónica y luego las pinturas. Esta semana hemos visto el resultado: la han bautizado como la Capilla Sixtina Valenciana. Y la verdad es que es una pasada. Es como si un modisto coge un vestido de Balenciaga que está muerto de pena en el armario de tu madre, mal planchado y amarillento, te lo arregla, te lo pones y de pronto lo ves con todo el esplendor que tuvo en su día. El jueves, lo más granado de la sociedad valenciana estuvo la Iglesia de San Nicolás para la puesta de largo de la restauración. Allí estuvo nuestro Alcalde Joan Ribó, el delegado de gobierno Juan Carlos Moragues, la directora general de Cultura y Patrimonio Carmen Amoraga, y toda la familia de Hortensia: Juan Roig sus cuatro hijas y yernos; también el arquitecto Carlos Campos y Pilar Roig, responsables de la restauración, el Párroco de la Iglesia Antonio Corbí y el Cardenal y Arzobispo de Valencia Antonio Cañizares. Para la ocasión, Hortensia llevó un traje chaqueta negro de Marta de Diego de crepé de lana italiano combinado con gasa, un conjunto muy de ceremonia que según la diseñadora utiliza para este tipo de celebraciones. Como se suele decir, elegante pero discreto. Vamos, como San Nicolás, que ya lleva ahí siglos siendo lo más elegante de Europa sin hacer ningún tipo de ostentación ni alarde.
Después de la misa, Hortensia invitó a un cóctel cerca de la Iglesia a los más íntimos, como el presidente del Valencia Basket, Vicente Solá, el empresario Miguel Burdeos con su mujer Amparo Andreu, Carmina García Petit, muy amiga de los Roig, Emilia Segura, el joyero Vicente Gracia, la diseñadora Marta de Diego y su socia Pepa Martí, Mayrén Beneyto, María José Albert, María José Navarro, Maríangeles Fayos, del Teatro Olympia, María José Pechuán y Ana Peris, entre otros.
Bueno, pues eso chicas, que la que no haya ido nunca, ya tarda en hacerlo. Vale la pena. Y si eres de las que creen en los milagros de los santos, pues ya sabes. Mañana es lunes, sales de casa y te vas para allí. Ten en cuenta que no puedes hablar con nadie, así es que si te cruzas con el mismísimo Brad Pitt, tú a la tuya, vista al suelo y a caminar. Claro que si en vez de Brad es la típica amiga pesada del colegio, a ver qué haces. Tú callada, y ella dale que te pego, y tú que te vas y ella que te mira como diciendo será estirada la muy pava. Pero da igual, no cedas a la tentación, todo sea porque se cumpla tu deseo. Quien sabe, quizás esta semana el Santo esté más generoso de lo normal.
Y se puso manos a la obra. Primero arreglaron la parte arquitectónica y luego las pinturas. Esta semana hemos visto el resultado: la han bautizado como la Capilla Sixtina Valenciana. Y la verdad es que es una pasada. Es como si un modisto coge un vestido de Balenciaga que está muerto de pena en el armario de tu madre, mal planchado y amarillento, te lo arregla, te lo pones y de pronto lo ves con todo el esplendor que tuvo en su día. El jueves, lo más granado de la sociedad valenciana estuvo la Iglesia de San Nicolás para la puesta de largo de la restauración. Allí estuvo nuestro Alcalde Joan Ribó, el delegado de gobierno Juan Carlos Moragues, la directora general de Cultura y Patrimonio Carmen Amoraga, y toda la familia de Hortensia: Juan Roig sus cuatro hijas y yernos; también el arquitecto Carlos Campos y Pilar Roig, responsables de la restauración, el Párroco de la Iglesia Antonio Corbí y el Cardenal y Arzobispo de Valencia Antonio Cañizares. Para la ocasión, Hortensia llevó un traje chaqueta negro de Marta de Diego de crepé de lana italiano combinado con gasa, un conjunto muy de ceremonia que según la diseñadora utiliza para este tipo de celebraciones. Como se suele decir, elegante pero discreto. Vamos, como San Nicolás, que ya lleva ahí siglos siendo lo más elegante de Europa sin hacer ningún tipo de ostentación ni alarde.
Después de la misa, Hortensia invitó a un cóctel cerca de la Iglesia a los más íntimos, como el presidente del Valencia Basket, Vicente Solá, el empresario Miguel Burdeos con su mujer Amparo Andreu, Carmina García Petit, muy amiga de los Roig, Emilia Segura, el joyero Vicente Gracia, la diseñadora Marta de Diego y su socia Pepa Martí, Mayrén Beneyto, María José Albert, María José Navarro, Maríangeles Fayos, del Teatro Olympia, María José Pechuán y Ana Peris, entre otros.
Bueno, pues eso chicas, que la que no haya ido nunca, ya tarda en hacerlo. Vale la pena. Y si eres de las que creen en los milagros de los santos, pues ya sabes. Mañana es lunes, sales de casa y te vas para allí. Ten en cuenta que no puedes hablar con nadie, así es que si te cruzas con el mismísimo Brad Pitt, tú a la tuya, vista al suelo y a caminar. Claro que si en vez de Brad es la típica amiga pesada del colegio, a ver qué haces. Tú callada, y ella dale que te pego, y tú que te vas y ella que te mira como diciendo será estirada la muy pava. Pero da igual, no cedas a la tentación, todo sea porque se cumpla tu deseo. Quien sabe, quizás esta semana el Santo esté más generoso de lo normal.
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lunes, 1 de febrero de 2016
La vida te da sorpresas...
…sorpresas te da la vida, ay Dios. Creíamos que a nuestros campos de fútbol les habían puesto césped para que nuestros niños no se destrozasen las rodillas y resulta que era para que unos cuantos se llenasen los bolsillos de billetes. ¡Jo pe!, es como si tu chico te regala unas flores y descubres que en realidad alguien se las había regalado a su madre y como a ella no le gustaban, se las había dado a él para ti.
Hay sorpresas para todo. El jueves se inauguró en Valencia una tienda de tocados, y vosotras diréis, ¿qué tiene eso de sorprendente? Pues que el dueño es un chico que trabajaba en un banco y se lo ha dejado porque su verdadera vocación son los tocados. Te lo imaginas a él, en el banco, hablando contigo muy serio de créditos y de tipos de interés y probablemente estaba pensando en qué lo quedaría mejor a tu peinado, si las margaritas, las amapolas o los crisantemos. El caso es que José Puerta, que así se llama, empezó haciendo tocados para la familia y amigas, perfeccionó su técnica, fue cogiendo encargos, creó su marca Tousette y un buen día se plantó delante de su mesa del banco y dijo: “Ahí te quedas, bonita, que yo me voy a lo mío”. Y acaba de abrir su tienda en la calle Grabador Esteve, llena de canotiers, pamelas, diademas con flores y hasta coronas metálicas. Puerta ya ha diseñado tocados para con muchas novias, madrinas e invitadas que le llevan su vestido de Amparo Chordá, Valentín Herráiz o Luís Rocamora para que cree el complemento a medida. Lo que tiene claro es que con sus tocados no hay medias tintas: “las mujeres que me encargan uno ya saben que va a ser excesivo”.
La inauguración de Toussete reunió a un montón de chicas estilosas, como la diseñadora de joyas Sally Corell, la pintora Helga Grollo, Natalia Navarro con sus hermanas, Mar Sala, María Cosín, Mónica Aliaga, María José Albert, Amparo Moreno y Santi Aguilar, Patricia Vilches, María Puerta, Magüi González Barranca, Amparo de Leyva, Isabel Reig, de Original CV, y muy pocos chicos, entre ellos Jose, de L’Atelier de la Flor, que se encargó de decorar la fachada de la tienda, René Pagnon y Pulpo Pallardó.
Valencia nunca ha sido tierra de sombreros, a los hombres rara vez se les ve con ellos, pero últimamente empiezan a verse más. Es un complemento elegante. Estaría bien que se consolidara la moda y ver a nuestros hombres quitándose el sombrero a nuestro paso. Más sorpresas. El miércoles abrió en Conde Salvatierra una barbería súper chula, de esas de estética cuidada que recuerdan a las viejas barberías donde iban nuestros abuelos a afeitarse. ¡Quién nos lo iba a decir!
La barbería se llama Carlos Conde y la inauguración estuvo más concurrida que la Comandancia de Patraix. Por haber, hubo hasta bendición del Vicerrector de la Universidad Católica, José Luis Sánchez García. Entre los asistentes, el empresario José Gijón y su hila Marisa Gijón, Tico Corrons, de Café Alameda y Valenburguer, el arquitecto Luis Giménez, Julia Selva, Víctor Pérez Mateu de Ros, Franco Duart, Fernando Vilarrasa, José Moscardó, Lucia Ballester, Gema Montánchez, Javier Vendrell y Mercedes Medina, Piluca Almenar, Alfonso Navarro y Claudia Ferrer.
¡Más inauguraciones! El viernes abrió una nueva escuela náutica. Se llama Oceánica y está en la calle Ramón Gordillo. Los anfitriones, María Jesús Viguer y Javier Obartí, estuvieron acompañados por empresarios como José Vicente Morata con su mujer Pilar Pons, Vicente Folgado y Rosa Morera, Juan Soriano, María José Virosque, Gonzalo Serena y farmacéuticas amigas de María Jesús Viguer: Teresa Tejerizo, Pilar Montoro, Elisa Alcaide y Lidia Roca, entre otras.
Hay sorpresas para todo. El jueves se inauguró en Valencia una tienda de tocados, y vosotras diréis, ¿qué tiene eso de sorprendente? Pues que el dueño es un chico que trabajaba en un banco y se lo ha dejado porque su verdadera vocación son los tocados. Te lo imaginas a él, en el banco, hablando contigo muy serio de créditos y de tipos de interés y probablemente estaba pensando en qué lo quedaría mejor a tu peinado, si las margaritas, las amapolas o los crisantemos. El caso es que José Puerta, que así se llama, empezó haciendo tocados para la familia y amigas, perfeccionó su técnica, fue cogiendo encargos, creó su marca Tousette y un buen día se plantó delante de su mesa del banco y dijo: “Ahí te quedas, bonita, que yo me voy a lo mío”. Y acaba de abrir su tienda en la calle Grabador Esteve, llena de canotiers, pamelas, diademas con flores y hasta coronas metálicas. Puerta ya ha diseñado tocados para con muchas novias, madrinas e invitadas que le llevan su vestido de Amparo Chordá, Valentín Herráiz o Luís Rocamora para que cree el complemento a medida. Lo que tiene claro es que con sus tocados no hay medias tintas: “las mujeres que me encargan uno ya saben que va a ser excesivo”.
La inauguración de Toussete reunió a un montón de chicas estilosas, como la diseñadora de joyas Sally Corell, la pintora Helga Grollo, Natalia Navarro con sus hermanas, Mar Sala, María Cosín, Mónica Aliaga, María José Albert, Amparo Moreno y Santi Aguilar, Patricia Vilches, María Puerta, Magüi González Barranca, Amparo de Leyva, Isabel Reig, de Original CV, y muy pocos chicos, entre ellos Jose, de L’Atelier de la Flor, que se encargó de decorar la fachada de la tienda, René Pagnon y Pulpo Pallardó.
Valencia nunca ha sido tierra de sombreros, a los hombres rara vez se les ve con ellos, pero últimamente empiezan a verse más. Es un complemento elegante. Estaría bien que se consolidara la moda y ver a nuestros hombres quitándose el sombrero a nuestro paso. Más sorpresas. El miércoles abrió en Conde Salvatierra una barbería súper chula, de esas de estética cuidada que recuerdan a las viejas barberías donde iban nuestros abuelos a afeitarse. ¡Quién nos lo iba a decir!
La barbería se llama Carlos Conde y la inauguración estuvo más concurrida que la Comandancia de Patraix. Por haber, hubo hasta bendición del Vicerrector de la Universidad Católica, José Luis Sánchez García. Entre los asistentes, el empresario José Gijón y su hila Marisa Gijón, Tico Corrons, de Café Alameda y Valenburguer, el arquitecto Luis Giménez, Julia Selva, Víctor Pérez Mateu de Ros, Franco Duart, Fernando Vilarrasa, José Moscardó, Lucia Ballester, Gema Montánchez, Javier Vendrell y Mercedes Medina, Piluca Almenar, Alfonso Navarro y Claudia Ferrer.
¡Más inauguraciones! El viernes abrió una nueva escuela náutica. Se llama Oceánica y está en la calle Ramón Gordillo. Los anfitriones, María Jesús Viguer y Javier Obartí, estuvieron acompañados por empresarios como José Vicente Morata con su mujer Pilar Pons, Vicente Folgado y Rosa Morera, Juan Soriano, María José Virosque, Gonzalo Serena y farmacéuticas amigas de María Jesús Viguer: Teresa Tejerizo, Pilar Montoro, Elisa Alcaide y Lidia Roca, entre otras.
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