domingo, 23 de noviembre de 2008

La jet llega a Godella

La gente bien de verdad, la de apellidos ilustres y rancias fortunas, practica la vela, el esquí y la hípica. El golf y el tenis es más para advenedizos a la jet, lo de los coches de carreras para nuevos ricos y lo de las motos para macarras con pasta.

Godella, que siempre ha sido punto de ocio y encuentro para gente fisna, tiene desde ayer un club de hípica en el que ya han puesto sus lindas botas gente tan principal como Cayetano Martínez de Irujo -¿por qué nunca sonríe este hombre-, Luis Astolfi, el ex de la Infanta Elena. También estuvo José Bono Rodríguez, el hijo de “ejque” Bono también conocido por ser el Presidente del Congreso.

Entre los competidores, Sergio Álvarez que es el novio de Marta Ortega, la hija de Amancio y por tanto heredera del imperio Zara. A la chica, que además de riquísima es mona y estilosa, le gustan los caballos tanto como los bolsos de Hermés. Tanto que su padre le montó en Arteixo un pedazo de club de hípica que es el mejor de toda España… cosas de ricos. Dicen algunos que ayer ella también estuvo en Godella viendo saltar al dueño de su corazoncito, pero yo no la vi y eso que la busqué como si fuese último vestido de Prada sobre la faz de la tierra.

Y buscándola, buscándola di con mis tacones en una tienda de botas…: “Son las que lleva Cayetano y Marta Ortega y todos los campeones”, me dijo Ricardo Mora, el distribuidor en España. Las botas son italianas, se llaman Parlante y sólo se hacen por encargo. Cuestan 750 euros, pero son absolutamente artesanales: te toman las medidas, eliges modelo y piel y las encargan directamente en Roma. Ocho semanas después, te envían a casa tus flamantes botas y aseguran que te duran años ¡quiero unas ya! Además, yo no sé si será por las botas, los pantalones de montar o las chaquetas tan elegantes, pero el traje de equitación resulta de lo más favorecedor….

Ayer también corrió el rumor de que vendría la Infanta Elena, pero ella no vino, de eso sí estoy segura, que una Infanta no pasa por Godella sin que nadie se entere. Sí que estuviero los alcaldes de Godella y Bétera y la consellera de Cultura, Trini Miró, que además ofició de maestra de ceremonias y entregó un casco de amazona a Charo, una de las más jóvenes del Club valenciano. Charo dio por inaugurado el Club con el primer salto oficial del picadero. Junto a la Consellera, estuvo el presidente de la Federación de Hípica española, Javier Revuelta, casado con la modelo Mar Saura y que dijo hace poco en una entrevista que la hípica no es un deporte de lujo ni para señoritos: quizás tenga razón así es que voy a comprar un caballo para mis niños, total ¿qué son doce o quince mil eurines que es lo que cuesta un caballo del montón bajo?. Luego haremos un apartadito de mil o dos mil eurines más al mes para la manutención, las clases, el veterinario, las botas, los viajes para competir, el remolque, los equipos… En fin, lo normal; y si alguno de ellos despunta, sacaremos uno o dos millones de euros para comprar un caballo digno de relincharle al de Cayetano.

Después de las palabras de unos y de otros, el cóctel con jamoncito, foi y champagne y un poco más de jamoncito, vino otra competición de salto, que podías ver cómodamente sentada en una terracita tomando el sol, mientras veías saltar a Cayetano y al novio de la hija del dueño de Zara. Uff, desde luego, después de la Copa América y la Fórmula 1, a mí esto del concurso de salto de hípica me encanta. Es lo que le faltaba a Valencia para tener un toque aristócrata y pijo. Y todavía hay más, porque en junio habrá un campeonato internacional de nivel en la Ciudad de las Artes y las Ciencias ¡Ahí seguro que veo a Marta!

martes, 18 de noviembre de 2008

El Palau se vistió de blanco

¡Menuda boda la que se celebró ayer! Fue de esas que darán que hablar durante semanas. Se casaban Amparo Roig Herrero y Antonio Cabedo Barber, apadrinados por el padre de la novia, Juan Roig Alfonso, y por la Condesa de Salvatierra de Álava, madre del novio, Elena Barber Gómez-Medeviela. La boda comenzó puntual, a las 19:30 de la tarde, en la iglesia de San Nicolás de Valencia.

Entre la lista de invitados, más de 500, se encontraban amigos de las dos familias, y personalidades del mundo económico, político y empresarial: el presidente de la Generalitat, Francisco Camps; Francisco Pons, Presidente de AVE; Rafael Benavent, Presidente Keraben; Federico Félix, Presidente Federación Industrias Agroalimentarias de la CV; Pepe Lladró Lladró; Vicente Lladró Lladró; José Luis de Quesada, Presidente de Pavasal; Mariano Puig Planas, Presidente de la Fundación Puig; Josep Tarradellas, Presidente de Casa Tarradellas; Juan Manuel González Serna, Presidente del Grupo Siro; Pedro López, Consejero Delegado de Chocolates Valor; Jesús Navarro, Director General de Carmencita; Ignacio Ferrero, Presidente de Nutrexpa; Jesus Salazar, Presidente Grupo Sos; Domingo Parra Soria, Consejero Delegado Banco de Valencia; José Luis Olivas Presidente Bancaja y Vicente Sala, Presidente de CAM.

Ofició la ceremonia religiosa Don José Martínez, párroco de la iglesia San Alberto Magno y Virgen del Camino de Valencia. Durante la ceremonia, el Coro Ciudad de Valencia interpretó piezas de Haendel y de Vivaldi y cerró con el “Himne de la Coronació de la Mare de Déu del Desamparats” y la “Marcha Nupcial” de Mendelssohn, pieza que coincidió con la salida de los novios de la Iglesia, uno de los momentos más emotivos de la ceremonia. Por parte de la novia firmaron como testigos, entre otros, sus hermanas Hortensia, Carolina y Juana. Por parte del novio, sus hermanos Elena, Manuel y José, así como otros familiares y amigos. La empresa encargada de la decoración floral de la Iglesia fue Flores Feliu.

Cuando terminó la ceremonia, los invitados fueron hasta el Palau de la Música de Valencia, decorado de forma espectacular para albergar, por primera vez desde su fundación, un enlace matrimonial. Por este motivo, así como por la atención prestada por todo el equipo del Palau, me cuentan que los novios han agradecido personalmente a Mayrén Beneyto todos estos detalles. El cóctel de bienvenida finalizó con un castillo de fuegos artificiales organizado por el pirotécnico Juan Vicente Jurado; A continuación, el restaurador Jesús Barrachina sirvió en el Hall de los Naranjos un menú de lo más selecto. Concluida la cena, los invitados disfrutaron de una fiesta, que entre otras sorpresas y actuaciones, contó con la interpretación de la soprano Pilar Moral.

Tanto el vestido de la novia, Amparo Roig, como el de su madre, Hortensia Herrero, han sido diseñados por Marta de Diego, mientras que la firma del traje de la madrina es de La Bohême. El traje de la novia es espectacular, un modelo de corte imperio, compuesto de vestido y levita. El vestido ha sido confeccionado en gasa de seda Shiffón de color blanco écru, montado en varias capas ribeteadas por una greca de guipour modelo isabelino en color negro, que graciosamente ribetea también la levita de terciopelo blanco. Toda la obra va realzada con una tiara, creada a partir de una pulsera de brillantes estilo Art Déco, de la que sale un velo de dos metros de largo confeccionado en la misma gasa que el vestido. ¡Uff! El peinado de la novia fue obra de Tono Sanmartín, quién también peinó a las hermanas de la novia, Carolina y Juana. ¡Ay, estoy deseando ver las fotos para no perderme detalle!

lunes, 10 de noviembre de 2008

James Bond y el primo de Obama

Barack Obama tiene un primo de Zumosol que trabaja de portero en Las Animas Puerto. Un tipo gigantesco que el jueves enterró mi autoestima bajo los adoquines de la acera que, por la cara bonita de alguien, habían alfombrado y acordonado en la puerta de la discoteca. Me planté allí más contenta que una quinceañera en una fiesta con los chicos de High School Musical. Llevaba el pelo recién peinado por el mejor peluquero que puesto sus manos sobre mi cabeza en los últimos cinco años, Jesús Navarro, que trabaja en Toni and Guy y que ya lo quisieran para sí las chicas de Hollywood en la entrega de los Oscars. Pues bien, conforme llego a la puerta, el primo de Obama me echa a un lado y me dice que mis lindos zapatos de Chapeu no iban a pisar el mismo suelo que los de James Bond, que era la estrella invitada de la fiesta.

Me quedé en la puerta muerta de frío y esperando al agente 007, a ver si él les daba su merecido a las chicas de la agencia Bloody Mary (vaya nombre para una agencia), que eran quienes me habían invitado a mí y otra docena de periodistas que corrían mi misma suerte. ¿Por qué demonios las grandes empresas de Madrid se resisten a confiar estas cosas a las agencias de comunicación de Valencia?, ¿cuántas veces tienen que meter la pata para darse cuenta de que el hecho que seas de Madrid y más o menos pija no garantiza un trabajo bien hecho?... Corcholis, con lo bien que lo hubiese hecho nuestro amigo Josep Lozano, ese hombre de Alginet que antes hipnotiza al primo de Obama que permite que un invitado suyo se quede en la puerta.

La noche avanzaba, mi ira crecía, mis pies se congelaban y allí no aparecía James Bond, ni su novia ni el de las escenas de riesgo. Sólo tres o cuatro actores cuyo minuto de gloria en la película empieza y acaba cuando salen los créditos. Lo más glamuroso que se dejó ver por Las Ánimas fue la modelo Cristina Piaget, con un palabra de honor que ni fu ni fa; Paloma Lago, con un Herve Leger que no le dejaba respirar; Antonia Dell’Ate, tan locatis como siempre, y actores de series de televisión españolas…¡uff, uff, uff! En fin, un fiasco y cero glamour. ¿Para eso tantas medias de seguridad?

Y lo peor fue que llovía sobre mojado. Ya me habían dicho que durante el estreno de la película en el Palau de les Arts hubo sus más y sus menos cuando más de un invitado, de la gente más principal de Valencia, se cogió un cabreo de aupa hartos de que sentirse burlados y maltratados por los organizadores del evento y de esperar más de dos horas a que llegasen los actores. Vaya, que lo de las chicas de Bloody Mary fue sólo una parte de un problema mucho mayor. Por cierto, qué vestido tan ideal llevaba Inés Ballester, un Burberry Prorsum, ¡monísima!

Menos mal que esta semana pasaron más cosas además de Bond. El miércoles, El mercader de Indias organizó un cóctel para presentar su nuevo espacio Nabu; y el mismo día y a la misma hora se estrenó la obra de teatro “La dama del mar”, con Angela Molina como protagonista. Con la excusa de que el vestuario era de Giorgio Armani, el director de Emporio Armani en Valencia, Rafa Pérez Higón, invitó a un grupo de amigas y clientas a tomar una copa antes de ir al estreno al Principal. De la obra, no me pregunten, por favor. Dice un amigo que todo lo que dirige Robert Wilson es un coñazo, pero seguro que había un par de catedráticos de Estética de los Nuevos Lenguajes Post Cognoscitivos gritando ¡esto sí que es arte! Uff, será que no entiendo, pero a mí cada día me gustan más las cosas sencillas y descomplicadas, vamos, como que estoy deseando ir a ver High School Musical sobre hielo con mis niños, ¡eso no me lo pierdo!

lunes, 3 de noviembre de 2008

Atardecer otoñal

El Hotel Westin invitó esta semana a sus clientes a un cóctel con el poético nombre de “atardeceres de otoño”. Hubiera sido más exacto llamarlo “anochecer invernal”, porque con el cambio de hora, a las 8 de la tarde ya era de noche, y además hacía un frío pelón que no invitaba nada a salir, salvo que tengas un chaquetón de zorro frambuesa de Loewe, claro, que entonces sales hasta con diez bajo cero.

El atardecer otoñal en el Westin fue para repetir. Deberían organizar uno al mes, por lo menos. El último que yo recuerdo fue en verano, en el patio. Esta vez, el director del hotel, Frank de Weerdt, decidió celebrarlo en una de las galerías interiores, junto al H Club, ¡uff, menos mal! El H Club me encanta, tiene un toque muy cosmopolita, como si estuvieras tomándote una copa en un hotel inglés o parisino. Poquita luz, mucha madera, sillones cómodos y ambiente cálido. Y el servicio de un cinco estrellas gran lujo. Y además, dejan fumar puros, que a mí el olor de un buen habano me encanta… Total, que aunque era jueves y al día siguiente había que trabajar, la tarde estuvo de lo más animada, con música de jazz en directo, champagne francés, vino tinto y jamoncito del bueno. ¿Qué más se puede pedir?

Pues hubo más. El Caroli Club, que es el spa del Westin, invitó a un pequeño masaje de manos o de nuca allí mismo, en la sala donde se ofrecía el cóctel. Yo probé el de manos, porque con el de cuello corrías el riesgo de quedarte en trance delante de todo el mundo y eso jamás. Total, que con la música, el masajito especial y el champagne, la mayoría se olvidó que había que ir a trabajar al día siguiente y de allí no se movía nadie, por lo menos cuando yo me fui a las diez, todavía estaba de lo más animado.

A mí el Westin me chifla, tengo debilidad por los hoteles lujosos pero no rimbombantes o pedantorros. El Westin tiene el toque justo de elegancia. Primero por el edificio modernista, que es una pasada. Luego por la decoración, muy inglesa y coqueta. Y lo más importante, los detalles. Por ejemplo, en los baños tienen el jabón y la cremita de manos Naran ji de Molton Brown, una marca super pija inglesa. Vamos, como que el director del hotel me contaba que en más de una ocasión se han llevado el frasco de jabón en el bolso, ¡qué fuerte! Bueno, tengo que decir que en mi estudio de Pilates de la calle Pizarro también lo tienen, y eso que no lo venden en España. Desde luego, Valencia está de un cosmopolita que no hay quien nos aguante…

El mismo jueves del cóctel del Westin se presentó una nueva firma de ropa infantil, Rubio Kids. La tienda-showroom no puede estar mejor ubicada, frente al colegio Maristas, junto al Loreto, para que las madres al salir picoteen con un modelito para las niñas. La firma es valenciana y es un proyecto personal de Enrique Rubio, hijo del fundador de los famosos Cuadernos Rubio, con la diseñadora Hortensia Maeso. La colección de ropa infantil tiene mucho glamour. Cuenta Hortensia que fabricando en Valencia es imposible competir en precio con unos vaqueros hechos en China, pero sí con vestidos de fiesta y ropa sofisticada. De ahí que la colección para este invierno sea de lo más lujosa: vestidos con formas y volúmenes y muchos detalles coquetones, plisados, tules, drapeados y abollonados que mezclan diferentes tonalidades… Vamos, que a las niñas les va a encantar, de hecho, en la inauguración estaba la presentadora de Matí Matí, Maribel Vilaplana con su niña y estaba como loca por los vestidos. Por cierto, que Maribel también estuvo esta semana en la fiesta del 25 aniversario de la firma de peletería Gabriel Seguí, donde actuó Paloma Lago como madrina.