Que bueno el anuncio de Campofrío con Chus Lampreve apelando
a la personalidad española para devolvernos a todos un poco de autoestima. La
nueva Secretaria Autonómica de Comunicación, Lola Johnson podría encargar algo
parecido en plan valenciano. Se busca a una cara valenciana conocida, ya sabemos
que no le sirven ni Cristina Tárrega ni Francisco, así es que tendrá que buscar
más. Monta un escenario, el Palau de les Arts hubiese sido un buen sitio antes
de que se nos cayera a trozos. Pero
bueno, siempre podremos recurrir a la Plaza de la Reina. Empieza el
anuncio; sale uno y dice yo me he hecho
catalán que así tendré Formula 1, y nuestro protagonista valenciano le
contesta: “Uff, catalán no, que en lugar de paella comerás esas cebollas que
llaman calçots y que te pringan de arriba a abajo”. Sigue el anuncio y otro
dice, pues yo me he hecho andaluz, así tendré televisión autonómica. “No,
andaluz no, que te quedas sin las Fallas y sin Moros y Cristinos.” Sale otro y
propone hacerse asturiano para no estar en boca de todo el mundo por los casos
de corrupción, ajustes y demás: “Sí, si pero entonces no podrás ir a la playa
en mayo”. El anuncio sigue y al final todos aparecen en una mesa en la playa
junto a una gran paella. Y es justo ahí donde el ingenio de Johnson se la juega
de verdad, porque tendría que encontrar un mensaje, más allá de los topicazos,
que nos de a todos una inyección de autoestima.
Ardua tarea la de la nueva Secretaria Autonómica, no lo va a
tener fácil, pero todo es ponerse. Quizás algún coach tenga la solución. No sé,
la creatividad, la laboriosidad, el arrojo... por ahí deberían ir los tiros.
Mientras Johnson busca el final del anuncio, nosotras nos
vamos de rebajas, no vaya a ser que nos llamen para sentarnos en la mesa de la
paella y no tengamos qué ponernos. Uff, ahora que lo pienso: ¿qué haces si
suena tu móvil y te dicen: “Te llamo de Presidencia, quiero que te vengas a
filmar un anuncio en la playa con una paella”?, ¿qué te pones?. Debería ser
algo muy de aquí. Descartada la opción de aparecer con unas peinetas, habría que
seguir buscando. Una podría ir con un bañador de Dolores Cortés. Otra con unos
vaqueros desteñidos en Jenealogía, la fábrica de Enrique Silla que está
trabajando para las firmas de vaqueros más importantes del mundo. Alguna podría
plantarse con una joya de Vicente Gracia o un vestido de fiesta de Marta de
Diego. Otra con unos zapatos del alicantino Pedro García. No podría faltar
alguna con un modelito de Francis Montesinos, Amparo Chordá, Presen Rodríguez,
Juan Andrés Mompó, que además acaban de desfilar en Viena y Praga.
Al final, hasta podrían convencernos de que, como dijo en su
día Zapatero, “no estamos tan mal”. Sería una buena forma de despedir este 2013
que no nos ha traído más que desgracias. La última lo del Palau de Les Arts,
que se nos cae a trozos. Qué chapuza. Es como si te compras un vestido
de lentejuelas caro carísimo, y en cuanto te lo pones un par de veces, las
lentejuelas empiezan a caerse como si lo hubieses comprado en el todo a cien de
la esquina: la indignación te corroe pero con eso te quedas. 2013 le ha quitado
muchas lentejuelas a nuestro vestido: Canal 9, la Fórmula 1, el Banco de
Valencia, el Valencia C.F.... y para qué seguir. El caso es que ahora, nuestro
glamuroso vestido de lentejuelas no pasa de ser uno de tela de forro mondo y
lirondo.
Bueno chicas, ánimo que 2014 será mejor, tiene que serlo por
necesidad. Para levantar el ánimo nada mejor que salir de compras, o por lo
menos a ver escaparates, que siempre quita un poco el mono. Por cierto, el de
Loewe es una monada, está diseñado por José Pérez de Rosas, que fue creativo de
la marca durante los años 50 y 60, vale la pena ir sólo para verlo.