En el corazón de la city Valenciana, a espaldas de Pintor
Sorolla, hay un callejón monísimo que se llama Redención. Allí abrió el jueves
Ascot, una sastrería para hombre del más puro estilo inglés que aspira a
ganarse como clientela a directivos y ejecutivos de las finanzas y los bufetes
valencianos. Tiene su aquel, que justo en el epicentro de nuestros males
económicos más recientes, haya una calle que se llame Redención y que
precisamente allí abran una sastrería con un estilo de ropa que nunca pasa de
moda. Es como si el destino quisiera darnos una lección: si quereis redimir
vuestras culpas, lo que tenéis que hacer es volver a los valores de toda la
vida, a lo clásico, a lo que no está sometido a modas frugales. Dejad de buscar
el pelotazo rápido y facilón, volved a confiar en lo que nunca os falló. Una chaqueta
de tweed, con coderas de ante y corte british, siempre será una buena chaqueta y
no esa americana entallada que te compraste cuando vendiste el último solar y
que ya no te pones porque has engordado seis kilos y no hay forma de
abrocharla.
En la inauguración de Ascot estuvieron buena parte de los
pocos ejecutivos que pervivien en nuestra esquilmada City. Hombres de negocios
de la banca y de los despachos valencianos de prestigio como Olleros, Broseta,
Pascual de Miguel. También se dejó ver por allí el maestro de maestro de la
sastrería valenciana, Antonio Puebla, cuyas agujas llevan años cosiendo las
costuras de los bolsillos que luego acogen los talonarios y las plumas de la
gente más principal de Valencia. ¡Ay si los hilos y ojales de Puebla hablaran!.
También estuvieron
José Manuel Ferrero, de Estudi {H}ac, el periodista Juan Lagardera, o la siempre divertida Delia Barral de ArdeMagazine. Y como no, los fundadores: Rafael Andrés, Carlos Font y Javier Muñoz.
Tres jóvenes emprendedores convencidos de que los valores seguros tienen
futuro, quieren cambiar el estilo de vestir del hombre valenciano, que nunca
nadie ha sabido muy cuál es, así es que los tres piensan crear escuela con
cortes clásicos y tejidos de toda la vida: cashmere de Loro Piana, franelas de
Holland and Sherry, príncipe de gales... El tiempo dirá si ellos lo consiguen o
son los enésimos que mueren en el intento, que nuestros hombres son muy suyos y
no hay puñetera forma de vestirles como Dios manda; en cuanto te descuidas ya
vuelven a ponerse cualquier cosa y creen que van hechos un sol con sus
zapatillas tipo Stan Smith o sus botas camperas Valverde del Camino.
La semana dio para más citas
selectas. El miércoles, el joyero Rafael Torres presentó su nuevo catálogo con
Laura Ponte como protagonista, ¡nada menos! La modelo posa con joyas de Torres
y con ropa y complementos de Loewe y está impresionante, casi tanto como Isabel
Aliño, que fue la modelo de la edición anterior. La presentación fue en el
restaurante Alma del Templo, en Caro Hotel, y allí estuvo la mismísima Laura
Ponte, Isabel Aliño, los directores de los hoteles Las Arenas, Westin, Palau
del Mar, Valencia Palace y Caro Hotel, que también aparecen en la publicación,
la presidenta de Cecoval Maribel Cosme, María Dolores Enguix, de la Optica
Climent, Isabel Aliño y un montón de invitados más: Borja Agramunt Saez-Merino,
Paloma y Lucía del Portillo, Nacho Gómez Trenor, Sara Guazo, Iván Martínez
Colomer, Trinuca Larraz, el diseñador Valentín Herráiz, Ramón Esteve, Carmina
Durán y Natalia Segrelles y las imprescindibles Laura y Blanca Fitera. Blanca
está emocionada con la próxima presentación de su libro, “un Belén de cuento”,
que recoge la historia e imágenes de su propio Belén napolitano. Será el martes
que viene en el Palacio de Cervelló y allí estará Mayrén Beneyto, recién
llegada de Dallas, donde ha participado en la inauguración de la exposición de
Sorolla junto a Blanca Pons, biznieta del Pintor, la diseñadora Marta de Diego,
y el embajador de España en EEUU, Ramón Gil Casares.
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