Lo mejor de la Navidad son las vísperas: las cenas con amigos, las compras, los whatsapp más o menos cursis, los mails ocurrentes, la emoción de saber si Urdangarín te felicitará la Navidad o si se olvidará de todos nosotros y se irá de copas con su excuñado Marichalar a brindar con Moët, a costa de los 380.000 euros que nos sacó a todos los valencianos por hacer más o menos nada.
Antes, cuando éramos ricos y desenfadados, teníamos también el aliciente de recibir algún regalo inesperado de alguien que quisiese agradecernos nuestro quehacer profesional. La crisis y el Bigotes han acabado con esa costumbre y por culpa de los excesos de cuatro, nos hemos quedado todos más desangelados que Alarte en las últimas noches electorales.
Lo que no se ha perdido, por ahora, es la tradición de invitar a copas a diestro y siniestro. Esta semana Valencia parecía haberse vuelto loca. El miércoles ya empezó a notarse una anormal actividad en la agenda social. La cadena de peluquerías Noel Ardan organizó un pedazo de fiesta en el Hotel Westin para celebrar su desembarco en Valencia. Entre los invitados, la dueña del Olympia, Mª Angeles Fayos, el ex tenista Alex Calatrava, la actriz Rosa Clará, Romina Martínez Colomer…
La misma tarde del Westin, Cuchita Lluch invitó a una degustación de productos Elite Gourmet, un sello de calidad que se aplica a alimentos y bebidas españolas de lo más exquisitos.
Si el miércoles fue de locura, el jueves fue de infarto. La tarde empezó en el Corte Inglés de Pintor Sorolla. La firma Spanx invitó a un desfile para conocer las bondades de las prendas moldeadoras, nada que ver con las antiguas fajas que usaban nuestras abuelas. Los Spanx son como una liposucción instantánea: eliminan cartucheras, michelines, abdomen, moldean contornos y levantan el culete. Eso sí, cuando te las quitas, todo se desparrama otra vez, así que alguien puede llevarse una sorpresita (uff, uff, uff).
Ese mismo jueves, Sally Corell organizó un cóctel navideño en su joyería de Colón, con dulces de My little republic y champagne francés. Allí estuvo el empresario Rafael Ferrando, su padre Francisco Correll y amigas y clientas como Pilar Pons y María José Albert.
La noche no acabó aquí, de eso nada. Todavía quedaba la inauguración de la nueva tienda El Picaporte en la calle Félix Pizcueta, más de 300 metros cuadrados inmaculadamente blancos, donde sólo destacan las piezas expuestas -picaportes, accesorios y muebles para el baño…- y una figura enorme de Xavi Sellés, el mismo que creó la jirafa de Hannover. El espacio ha sido diseñado por el arquitecto Pedro Hernández, dueño de la tienda. Entre los invitados, Pablo Serratosa y su mujer Silvia Escolá, los arquitectos Ramón Esteve y Jaime Mira, Carlos Serra y Susana Lozano del Mercader de Indias, los interioristas Pedro Díaz Cano, Antonio Salinas, Julio Guixeres, Vicente Montañana…
El cóctel fue de Fernando Aliño, de El Alto, que esa noche tampoco paró de un sarao a otro. Precisamente su hermana Isabel ha posado como modelo para el nuevo catálogo de la joyería Rafael Torres, donde sale radiante con ropa de Chapeau y fotografía de Gerardo Ortíz, de Estudio Numérico.
Más de un invitado se fue desde allí a la fiesta que organizaba el joyero Vicente Gracia. Entrar en su joyería es como entrar en un mundo lleno de piezas exóticas, leyendas árabes, lujosas piedras y muy buen rollito. Allí estaba Mª José Solaz, la interiorista Tatiana Monsonís con su marido José de Miguel, y el personaje más curioso de la noche: Attila Pereghy, uno de los más famosos distribuidores de ópalos.
La noche finalizó en el cóctel que habían preparado los hermanos Martínez Medina en su tienda de Marqués de Dos Aguas para presentar la nueva silla de Patricia Urquiola producida por Andreu World.
La semana que viene seguirá cargada de eventos. Pero el sábado todo habrá acabado, estaremos en Navidad cena con la suegra, copita de champán con las cuñaditas, papá que se pone nostálgico, los niños que se ponen tontos y esa maldita hora en la que acaba la cena, todavía es pronto para retirarte y no sabes de qué puñetas hablar con nadie. Así es que te pones a atiborrarte de turrones y polvorones y echas al traste seis meses de Pilates y cenas con lechugas.
viernes, 23 de diciembre de 2011
martes, 6 de diciembre de 2011
Qué noche la de aquel día
Dejando a un lado las noches de Fallas, el centro de Valencia no recuerda una noche como la de la shopening night desde hacía años. ¡Menudo exitazo! Las tiendas eran una fiesta. En unas daban champán, en otras canapés y gominotas, en otras cócteles sofisticados, allá donde ibas se escuchaba música… parecía una noche de fallas o de fin de año. No sólo hubo fiesta. Las tiendas vendieron, ¡y vaya si vendieron! COS facturó esa noche más que el día de Reyes. Custo parecía un mercadillo, con ropa por todas partes. Y en Gran Vía 20 las chicas se probaban vestidos, tomaban una copa, y por un momento pareció que todo el mundo se ponía de acuerdo para olvidar la dichosa crisis y salir a pasarlo bien.
Las tiendas prepararon sorpresas, como si llevasen meses esperando una excusa para tener algo que celebrar. En la calle Sorní, Presen Rodríguez montó un estudio fotográfico donde podías llevarte tu foto de portada de revista; Alejandra Montaner invitó a mojitos de Ron Legendario y catering de La Pitusa; y Verónica Montijano presentó la colección de Muñoz Vrandecic, con zapatos y sombreros de aire retro. Enfrente, Laura Gallego agotó sus bolsas especiales con mini bocadillos. Por cierto, hay que probar los gintonics que prepara el barman cubano de Belgravia con ginebra Brockman´s y trozos de fresa, manzana y corteza de naranja.
Cirilo Amorós fue un no parar de gente con bolsas. La Galería Jorge Juan organizó una fiesta para presentar su nueva revista en la que han colaborado bloguers como Macarena Gea, Paula Ramos, Greta Borrás, Elena Palau, Teresa Zafra y Patricia Benavente. La revista lleva editoriales de moda, Shopping, y moda para los más pequeños, ideales los vestidos para niñas de Spantajaparos que trae Belén Gonzalbo.
En Hernán Cortés, Luís Bodes, abrió su flamante Hannover de par en par, con degustación de jamón y champagne. Además de vestir a los más elegantes de Valencia, Hannover tiene detalles muy de gentleman inglés, como el perfume “Eight and bob”, el preferido de John F. Kennedy.
Hablando de perfumes, Linda Vuela a Rio presentó esa noche el nuevo perfume de Comme des Garçons, que mezcla componentes sintéticos con espino, lilas y notas de pegamento industrial, cinta de embalaje y almizcle. De lo más moderno.
Si Jorge Juan y Cirilo Amorós se llenó de gente joven, Poeta Querol y Plaza del Patriarca destiló elegancia a raudales. Los escaparates de Vuitton, Loewe y Hermes eran un regalo. En Loewe, el artista Gary Card ha jugado con las nuevas cajas para construir bloques formando siluetas de lo más naif: un dinosaurio, un coche, un árbol de Navidad, un cohete o un robot. Allí estaba la directora de la tienda, Amparo de la Concepción, recibiendo clientas y a otras que habitualmente no se atreven a entrar en estos sitios megalujosos. En la puerta, el fotógrafo David Poliakoff, cazando con su objetivo a las más estilosas. En Salvatore Ferragamo, Mª Angeles Miguel invitó a chuches y cerca, Cristina Store trajo una colección especial de camisones de La Costa del Algodón. Ideales. Y en Bulgari, José Luís Avilés invitó a cócteles y champán.
La pena es que la noche de las compras coincidiera con el aniversario del Mercader de Indias, que celebró un cóctel en su renovada tienda con bailarinas, catering y hasta galletitas de la suerte. La casualidad también quiso la noche del jueves se celebrasen dos fiestas más: La inauguración de la pastelería de Paco Torreblanca, en Conde Salvatierra 35, y el 70 aniversario de la firma de bolsos preferida de las norteamericanas: Coach, que tiene un espacio en El Corte Inglés de Pintor Sorolla.
La inauguración de Paco Torreblanca fue un exitazo. Entre los más de 500 asistentes, entre ellos Paula Sanchez de León, Maritina Hernández, Quique Dacosta, Jorge Martínez Aspar, Mayrén Beneyto, Silvestre Senent, Mar Casanova, Cristina Morató, Cristina Albamonte, Carmen Alborch, que venía de Linda Vuela a Río, Ángel Villanueva…
La noche acabó en el Mercado de Colón en la fiesta que organizó Yo Dona en el restaurante Bamboo, con la directora de la revista Charo Izquierdo, actores como Rubén Sanz, Roberto Hoyas y Carla Nieto, bloggers como Bárbara Crespo y Paula Ramos, las imprescindibles Blanca y Laura Fitera y un montón de invitadas de tiendas. ¡A ver si Maribel Cosme empieza a preparar ya la de primavera!
Las tiendas prepararon sorpresas, como si llevasen meses esperando una excusa para tener algo que celebrar. En la calle Sorní, Presen Rodríguez montó un estudio fotográfico donde podías llevarte tu foto de portada de revista; Alejandra Montaner invitó a mojitos de Ron Legendario y catering de La Pitusa; y Verónica Montijano presentó la colección de Muñoz Vrandecic, con zapatos y sombreros de aire retro. Enfrente, Laura Gallego agotó sus bolsas especiales con mini bocadillos. Por cierto, hay que probar los gintonics que prepara el barman cubano de Belgravia con ginebra Brockman´s y trozos de fresa, manzana y corteza de naranja.
Cirilo Amorós fue un no parar de gente con bolsas. La Galería Jorge Juan organizó una fiesta para presentar su nueva revista en la que han colaborado bloguers como Macarena Gea, Paula Ramos, Greta Borrás, Elena Palau, Teresa Zafra y Patricia Benavente. La revista lleva editoriales de moda, Shopping, y moda para los más pequeños, ideales los vestidos para niñas de Spantajaparos que trae Belén Gonzalbo.
En Hernán Cortés, Luís Bodes, abrió su flamante Hannover de par en par, con degustación de jamón y champagne. Además de vestir a los más elegantes de Valencia, Hannover tiene detalles muy de gentleman inglés, como el perfume “Eight and bob”, el preferido de John F. Kennedy.
Hablando de perfumes, Linda Vuela a Rio presentó esa noche el nuevo perfume de Comme des Garçons, que mezcla componentes sintéticos con espino, lilas y notas de pegamento industrial, cinta de embalaje y almizcle. De lo más moderno.
Si Jorge Juan y Cirilo Amorós se llenó de gente joven, Poeta Querol y Plaza del Patriarca destiló elegancia a raudales. Los escaparates de Vuitton, Loewe y Hermes eran un regalo. En Loewe, el artista Gary Card ha jugado con las nuevas cajas para construir bloques formando siluetas de lo más naif: un dinosaurio, un coche, un árbol de Navidad, un cohete o un robot. Allí estaba la directora de la tienda, Amparo de la Concepción, recibiendo clientas y a otras que habitualmente no se atreven a entrar en estos sitios megalujosos. En la puerta, el fotógrafo David Poliakoff, cazando con su objetivo a las más estilosas. En Salvatore Ferragamo, Mª Angeles Miguel invitó a chuches y cerca, Cristina Store trajo una colección especial de camisones de La Costa del Algodón. Ideales. Y en Bulgari, José Luís Avilés invitó a cócteles y champán.
La pena es que la noche de las compras coincidiera con el aniversario del Mercader de Indias, que celebró un cóctel en su renovada tienda con bailarinas, catering y hasta galletitas de la suerte. La casualidad también quiso la noche del jueves se celebrasen dos fiestas más: La inauguración de la pastelería de Paco Torreblanca, en Conde Salvatierra 35, y el 70 aniversario de la firma de bolsos preferida de las norteamericanas: Coach, que tiene un espacio en El Corte Inglés de Pintor Sorolla.
La inauguración de Paco Torreblanca fue un exitazo. Entre los más de 500 asistentes, entre ellos Paula Sanchez de León, Maritina Hernández, Quique Dacosta, Jorge Martínez Aspar, Mayrén Beneyto, Silvestre Senent, Mar Casanova, Cristina Morató, Cristina Albamonte, Carmen Alborch, que venía de Linda Vuela a Río, Ángel Villanueva…
La noche acabó en el Mercado de Colón en la fiesta que organizó Yo Dona en el restaurante Bamboo, con la directora de la revista Charo Izquierdo, actores como Rubén Sanz, Roberto Hoyas y Carla Nieto, bloggers como Bárbara Crespo y Paula Ramos, las imprescindibles Blanca y Laura Fitera y un montón de invitadas de tiendas. ¡A ver si Maribel Cosme empieza a preparar ya la de primavera!
miércoles, 30 de noviembre de 2011
¡¡¡A comprar!!!
Chicas, no os comprometáis con nadie esta noche, buscad canguros para vuestros niños, dejad pizza en la nevera y encontrad un partido de fútbol en algún canal de pago para vuestros chicos, ¡¡¡nos vamos de compras!!! Será hoy jueves 1 de diciembre, con la nómina recién cobrada y sin que nos hayan cargado los recibos de Pilates, de la esteticista, del móvil…y esos otros miles y miles de recibos absurdos que esquilman nuestra exigua nómina antes de que nos haya dado tiempo a desviar un pellizco del control de nuestros maridos, ¡qué pesados! siempre detrás de nosotras recordándonos lo mucho que gastamos, como si nosotras fuésemos las únicas culpables de no llegar a fin de mes y no sus cervezas, sus puros, sus entradas de fútbol de toros y demás caprichos infantiles.
Así es que, chicas, ya podéis ir preparando el modelito y planificando una ruta de compras para no perderos nada. En la web shopeningnight.com están todos los comercios que participan. Lo mejor es empezar por la milla de oro -Poeta Querol, Marqués de Dos Aguas-, seguir hacia Sorní-Jorge Juan y acabará en el Mercado de Colón, con la fiesta que organiza Yo Dona en Bambú a partir de las 12. Ahí es cuando nos enseñaremos nuestras compras unas a otras, ¡qué divertido!
La oferta para esa noche es de lo más completa. Muchas tiendas ofrecen descuentos: COS, Angel Schlesser, calzados Beguer, Claudie Pierlot, Domani, Munich, Optica Climent, Miss Sixty y Pepe Moreno, tienen descuentos del 20 por ciento. se tiendas se han liado la manta al cuello y llegan hasta el 40: Gran Vía 20 (del 20 al 50 por ciento), Begoña de Sobrecueva (35 por ciento), Kookai, La Flor Azul, Liu Jo (30 por ciento), Naf Naf (40 por ciento en abrigos), October (50 por ciento en la segunda prenda), Custo Barcelona (hasta el 70 en prendas vintage!!!)…
Las que no hayan encontrado niñera, pueden poner a sus niños de lo más monos y salir de compras por la tarde: habrá animación infantil en Petit Bateau, Cristina Store (candy tables, concurso de dibujos, Yo Solito, Tuc Tuc (cajita de globos y gominotas) y Nanos (chucherías). Y las colecciones de Rubio Kids estarán a mitad de precio sólo durante esa noche.
Las tiendas más lujosas, como Vuitton, Loewe, Bulgari, Durán Joyeros, Ermenegildo Zegna, Victoria Cercós, Marfil Joyeros, Antonio Romero, Mont Blanc, Salvatore Ferragamo, Presen Rodríguez, TCN o Wolf amenizarán la compra con una copa de champán y hasta jamoncito del bueno y catering. ¿Puede haber algo más glamuroso que tomar una copa de champán mientras compras te pruebas el reloj o el bolso por el que llevas suspirando toda la temporada?
Hablando de bolsos, Verónica Montijano tiene en su tienda VM The Shop el bolso más deseado del mundo mundial, el PS de Proenza Schouler, un bolso con aires de cartera escolar en varios tamaños y colores. Esa noche, Verónica decorará un escaparate con el modelo Zangisi azul de Manolo Blahnik, el preferido de Carrie en Sexo en NY. Además, vino albariño y castañas calentitas.
Justo enfrente, en la cafetería Belgravia, Laura Gallego ha preparado un set de avituallamiento como el que reciben los ciclistas en plena carrera pero infinitamente más glamuroso con sus lacito inglés. Tres bocadillitos y un dulce de lo más mono para que no nos flaqueen las fuerzas y podamos seguir comprando.
Esa noche tendrán plan hasta las menos frívolas y más intelectuales. La librería Leo ha organizado una velada con música en directo, cava y tertulia literaria con Ferrán Torrent. Y en la Gran Vía, las más modernas pueden acercarse a Linda Vuela a Rio, que presentará el nuevo perfume de Comme des Garçons.
Es la primera vez que el comercio valenciano ha hecho piña y tenemos que apoyarlo. El jueves tenemos una obligación patriótica, hagámoslo por Valencia y por su comercio, chicas, nuestra misión no será otra que gastar, gastar a manos llenas, que no se diga que no sabemos ponernos al lado de los nuestros. Ya que nosotras no tenemos recursos para acudir a la llamada de Rita Barberá para comprar el Banco de Valencia, acudamos en apoyo de nuestro comercio ¡salgamos a gastar!
Así es que, chicas, ya podéis ir preparando el modelito y planificando una ruta de compras para no perderos nada. En la web shopeningnight.com están todos los comercios que participan. Lo mejor es empezar por la milla de oro -Poeta Querol, Marqués de Dos Aguas-, seguir hacia Sorní-Jorge Juan y acabará en el Mercado de Colón, con la fiesta que organiza Yo Dona en Bambú a partir de las 12. Ahí es cuando nos enseñaremos nuestras compras unas a otras, ¡qué divertido!
La oferta para esa noche es de lo más completa. Muchas tiendas ofrecen descuentos: COS, Angel Schlesser, calzados Beguer, Claudie Pierlot, Domani, Munich, Optica Climent, Miss Sixty y Pepe Moreno, tienen descuentos del 20 por ciento. se tiendas se han liado la manta al cuello y llegan hasta el 40: Gran Vía 20 (del 20 al 50 por ciento), Begoña de Sobrecueva (35 por ciento), Kookai, La Flor Azul, Liu Jo (30 por ciento), Naf Naf (40 por ciento en abrigos), October (50 por ciento en la segunda prenda), Custo Barcelona (hasta el 70 en prendas vintage!!!)…
Las que no hayan encontrado niñera, pueden poner a sus niños de lo más monos y salir de compras por la tarde: habrá animación infantil en Petit Bateau, Cristina Store (candy tables, concurso de dibujos, Yo Solito, Tuc Tuc (cajita de globos y gominotas) y Nanos (chucherías). Y las colecciones de Rubio Kids estarán a mitad de precio sólo durante esa noche.
Las tiendas más lujosas, como Vuitton, Loewe, Bulgari, Durán Joyeros, Ermenegildo Zegna, Victoria Cercós, Marfil Joyeros, Antonio Romero, Mont Blanc, Salvatore Ferragamo, Presen Rodríguez, TCN o Wolf amenizarán la compra con una copa de champán y hasta jamoncito del bueno y catering. ¿Puede haber algo más glamuroso que tomar una copa de champán mientras compras te pruebas el reloj o el bolso por el que llevas suspirando toda la temporada?
Hablando de bolsos, Verónica Montijano tiene en su tienda VM The Shop el bolso más deseado del mundo mundial, el PS de Proenza Schouler, un bolso con aires de cartera escolar en varios tamaños y colores. Esa noche, Verónica decorará un escaparate con el modelo Zangisi azul de Manolo Blahnik, el preferido de Carrie en Sexo en NY. Además, vino albariño y castañas calentitas.
Justo enfrente, en la cafetería Belgravia, Laura Gallego ha preparado un set de avituallamiento como el que reciben los ciclistas en plena carrera pero infinitamente más glamuroso con sus lacito inglés. Tres bocadillitos y un dulce de lo más mono para que no nos flaqueen las fuerzas y podamos seguir comprando.
Esa noche tendrán plan hasta las menos frívolas y más intelectuales. La librería Leo ha organizado una velada con música en directo, cava y tertulia literaria con Ferrán Torrent. Y en la Gran Vía, las más modernas pueden acercarse a Linda Vuela a Rio, que presentará el nuevo perfume de Comme des Garçons.
Es la primera vez que el comercio valenciano ha hecho piña y tenemos que apoyarlo. El jueves tenemos una obligación patriótica, hagámoslo por Valencia y por su comercio, chicas, nuestra misión no será otra que gastar, gastar a manos llenas, que no se diga que no sabemos ponernos al lado de los nuestros. Ya que nosotras no tenemos recursos para acudir a la llamada de Rita Barberá para comprar el Banco de Valencia, acudamos en apoyo de nuestro comercio ¡salgamos a gastar!
domingo, 27 de noviembre de 2011
Champán, mujeres y joyas
La gente progre está un poco atacá, quizás sea porque no soportan la idea de ver a los peperos sentando sus reales en las sillas de la Moncloa. El caso es que la semana pasada las feministas puesieron dos veces el grito en el cielo. La primera cuando Alfonso Rus dijo que el triunfo electoral lo iban a celebrar con champán y mujeres; tuvo que salir a aclarar que se refería a las legítimas. Y yo pensé, ¿a qué otras podría referirse el bueno de Rus? Pero a las feministas por poco les da un síncope, como si las cosas no pudiesen celebrarse con mujeres, o como si a partir de ahora cada vez que haya que celebrar algo tuviésemos que aclarar: con mujeres, con hombres, con gays, con lesbianas y con los que todavía no se han definido… ¡Qué horror!
Por si fuera poco, la Lomana se mostró en un cartel publicitario de la feria Fiesta y Boda con el eslogan: “El novio, un complemento más”; y claro, los progres, que apenas se habían repuesto del susto con Rus, saltaron de sus sillas llamando a la revolución. Era demasiado para ellos: la Lomana, paradigma de la clase adinerada, hablando del hombre como si fuese su mozo de cuadras o uno de sus caniches. Los más indignados han sido el colectivo de hombres por la igualdad. ¿Será que estos señores pretenden que a partir de ahora los novios le dan tanta importancia al atuendo del día de su boda como las novias?, ¡Dios mío no, qué horror, que alguien les pare! ¡¡¡¡Marianooooooo!!!
Me pregunto que pensarán las feministas de los hombres que regalan joyas a las mujeres… seguro que los ven casposos y anticuados. ¡Qué cosa tan de derechas que tu marido te regale un anillo de diamantes! Menos mal que son pocas y en retirada. Lo cierto es que la inmensa mayoría de las mujeres le vemos más sex appeal a nuestro hombre después de que aparezca por casa con una joya aunque sea sencillita.
Si alguno lo quiere comprobar, que se acerque por la joyería que acaba de inaugurar Durán con Rolex en Poeta Querol. Allí tienen los relojes Oyster Perpetual de acero, esos que llevan todas las chicas estilosas de Vogue y Telva, y unos anillos ideales con piedras preciosas que encajan perfectamente hasta con el look más progre.
Durán es una familia de joyeros madrileña de toda la vida. Además de la joyería de la calle Serrano, los hermanos tienen una sala de subastas, una famosa platería que atiende los encargos de la Casa Real y una sala de exposiciones de arte.
Hace unos años, decidieron abrir joyerías fuera de Madrid. Barcelona era una ciudad complicada, así que escogieron Valencia. La casualidad quiso que Rolex también buscase un segundo distribuidor en Valencia. Y Durán encajaba como anillo al dedo. El resultado es una joyería compartida casi al cincuenta por ciento por ambas firmas. Por cierto, Gonzalo Durán asegura que sólo los Rolex comprados en distribuidor oficial (en Valencia, Durán y Giménez) tienen garantía.
El jueves la joyería se presentó en sociedad ante más de doscientos invitados, entre ellos, Mónica Martín Luque, imagen de la firma y ex nuera de la Infanta Pilar (estuvo casada hasta hace poco con Fernando Gómez-Acebo); Mayrén Beneyto, Vicente Barrera, Maribel Vilaplana, Laura Grande… El catering, de Fernando Aliño, tuvo como leitmotiv el dorado: esferas de foie dorado, tubos de ensayo con agua de tomate y oro…y de postre, lingotes de oro y piruleta de chocolate con polvos de oro.
Marta de Diego también organizó esta semana un desfile para presentar su nueva colección de pret-a-porter, de lo más juvenil: abrigos de paño reversibles, minivestidos de cóctel, faldas coquetonas con volumen y un montón de piezas perfectas para fondo de armario. Entre las invitadas, Esther Barrera, María Cosín, Eva Marcellán, Ángela Pla, Carmen Durán, Elena Gutiérrez… Marta y su socia Mª José Martí prepararon un cóctel de lo más juvenil, con agua Perrier y chuches a tutiplén. No había ni un solo hombre, ten cuidado Marta que el colectivo de los hombres por la igualdad se te puede cabrear, que eso de hacer un desfile de ropa de mujer sólo con mujeres es poco igualitario.
Por si fuera poco, la Lomana se mostró en un cartel publicitario de la feria Fiesta y Boda con el eslogan: “El novio, un complemento más”; y claro, los progres, que apenas se habían repuesto del susto con Rus, saltaron de sus sillas llamando a la revolución. Era demasiado para ellos: la Lomana, paradigma de la clase adinerada, hablando del hombre como si fuese su mozo de cuadras o uno de sus caniches. Los más indignados han sido el colectivo de hombres por la igualdad. ¿Será que estos señores pretenden que a partir de ahora los novios le dan tanta importancia al atuendo del día de su boda como las novias?, ¡Dios mío no, qué horror, que alguien les pare! ¡¡¡¡Marianooooooo!!!
Me pregunto que pensarán las feministas de los hombres que regalan joyas a las mujeres… seguro que los ven casposos y anticuados. ¡Qué cosa tan de derechas que tu marido te regale un anillo de diamantes! Menos mal que son pocas y en retirada. Lo cierto es que la inmensa mayoría de las mujeres le vemos más sex appeal a nuestro hombre después de que aparezca por casa con una joya aunque sea sencillita.
Si alguno lo quiere comprobar, que se acerque por la joyería que acaba de inaugurar Durán con Rolex en Poeta Querol. Allí tienen los relojes Oyster Perpetual de acero, esos que llevan todas las chicas estilosas de Vogue y Telva, y unos anillos ideales con piedras preciosas que encajan perfectamente hasta con el look más progre.
Durán es una familia de joyeros madrileña de toda la vida. Además de la joyería de la calle Serrano, los hermanos tienen una sala de subastas, una famosa platería que atiende los encargos de la Casa Real y una sala de exposiciones de arte.
Hace unos años, decidieron abrir joyerías fuera de Madrid. Barcelona era una ciudad complicada, así que escogieron Valencia. La casualidad quiso que Rolex también buscase un segundo distribuidor en Valencia. Y Durán encajaba como anillo al dedo. El resultado es una joyería compartida casi al cincuenta por ciento por ambas firmas. Por cierto, Gonzalo Durán asegura que sólo los Rolex comprados en distribuidor oficial (en Valencia, Durán y Giménez) tienen garantía.
El jueves la joyería se presentó en sociedad ante más de doscientos invitados, entre ellos, Mónica Martín Luque, imagen de la firma y ex nuera de la Infanta Pilar (estuvo casada hasta hace poco con Fernando Gómez-Acebo); Mayrén Beneyto, Vicente Barrera, Maribel Vilaplana, Laura Grande… El catering, de Fernando Aliño, tuvo como leitmotiv el dorado: esferas de foie dorado, tubos de ensayo con agua de tomate y oro…y de postre, lingotes de oro y piruleta de chocolate con polvos de oro.
Marta de Diego también organizó esta semana un desfile para presentar su nueva colección de pret-a-porter, de lo más juvenil: abrigos de paño reversibles, minivestidos de cóctel, faldas coquetonas con volumen y un montón de piezas perfectas para fondo de armario. Entre las invitadas, Esther Barrera, María Cosín, Eva Marcellán, Ángela Pla, Carmen Durán, Elena Gutiérrez… Marta y su socia Mª José Martí prepararon un cóctel de lo más juvenil, con agua Perrier y chuches a tutiplén. No había ni un solo hombre, ten cuidado Marta que el colectivo de los hombres por la igualdad se te puede cabrear, que eso de hacer un desfile de ropa de mujer sólo con mujeres es poco igualitario.
sábado, 19 de noviembre de 2011
Insidias señor Vidal
Lo mejor del debate entre Rubalcaba y Rajoy fue cuando éste le espetó lo de “insidias, lo que usted dice son sólo insidias”; lo dijo con esa peculiar forma suya de arrastrar las eses, y desde entonces, cada vez que lo veo en un cartel electoral me da la sensación de que de un momento a otros va a decirme “insidias, eso son insidias”.
La verdad es que hemos pasado una semana cargadita de insidias; empezando por lo de Emarsa. Todos creíamos que allí se dedicaban sólo a limpiar lo más sucio de nuestras aguas y la verdad es que detrás de aquel trabajo más bien poco glamouroso se escondían grandes cenorrios, mariscadas, regalos, viajes… eso sí que ha sido una insidia y no lo de Rubalcaba.
Claro que ha habido más: la del Banco de Valencia, por ejemplo, que creíamos que hace un par de años valía un potosí y ahora vale cuatro perras. Y ahí no acaba la cosa: Calatrava, Urdangarín, ¡Dios mío, cuanta insidia!
Por si todo eso fuese poco, va y Alex Vidal se descuelga diciendo que quienes critican la Valencia Fashion Week, también conocida como la Vidal Fashion Week, no dicen más que insidias, y que en realidad, lo que les duele, es que él haya sido un gestor honesto del dinero público. Arremete contra lo más granado del diseño de moda en Valencia: Francis Montesinos, Hannibal Laguna, Dolores Cortés, Elisa Palomino, Valentín Herráiz…, que desde hace años no aparecen por la pasarela que pagamos todos los valencianos. Y claro, ellos han tardado poco en llevarse las manos a la cabeza y decirle a Vidal, lo que Rajoy le dijo a Rubalcaba: “Insidias, señor Vidal, lo que usted dice son insidias”.
En fin, así están las cosas, confiemos en que alguien ponga, más bien pronto que tarde, un poco de trellat en todo esto. Menos mal que la vida social de Valencia sigue haciendo camino al margen de los vaivenes político-financieros. Esta semana hemos tenido dos inauguraciones: la tienda Muji en la calle Colón, la nueva joyería de Antonio W. Rodríguez y la cita en la tienda de Verónica Montijano para presentar las joyas Muyombano.
La fiestecita de Muji –pronúnciese Muyi- tuvo un toque de lo más japonés: papiroflexia, sushi del bueno, cerveza japonesa y hasta copas ecológicas. Allí estaba Jan Andreu, el empresario catalán que convenció a los japoneses para quedarse con la licencia en España. No es listo el hombre ni nada. La primera tienda la abrió en Barcelona y en un año ya daba beneficios. La de Valencia es la quinta.
Más de un invitado de Muji se fue corriendo al cóctel del joyero Antonio W. Rodríguez en su nueva tienda de Músico Peydró. Tres carpas en blanco y negro escondían unas mesas de lo más tentadoras con bandejas de cupcakes, galletas artesanas, macarrons y gominolas. Allí acudieron los diseñadores Valentín Herráiz y Javier Villajos, Mayrén Beneyto con su nuera Eva Marcellán, Esther Barrera, Tono Sanmartín, Carmen Ballesteros, Feli Alcántara, los Serratosa, los Martínez Colomer…
Todo eso fue el jueves, el mismo día que Verónica Montijano presentaba las joyas Muyombano. Detrás de ese nombre tan musical hay unas joyas de lo más estilosas y muy originales porque están fabricadas en acero industrial. La diseñadora se llama Anne Muyombano, africana criada en Alemania, de ahí sus joyas de inspiración africana, tamizadas por la sobriedad germánica.
La verdad es que hemos pasado una semana cargadita de insidias; empezando por lo de Emarsa. Todos creíamos que allí se dedicaban sólo a limpiar lo más sucio de nuestras aguas y la verdad es que detrás de aquel trabajo más bien poco glamouroso se escondían grandes cenorrios, mariscadas, regalos, viajes… eso sí que ha sido una insidia y no lo de Rubalcaba.
Claro que ha habido más: la del Banco de Valencia, por ejemplo, que creíamos que hace un par de años valía un potosí y ahora vale cuatro perras. Y ahí no acaba la cosa: Calatrava, Urdangarín, ¡Dios mío, cuanta insidia!
Por si todo eso fuese poco, va y Alex Vidal se descuelga diciendo que quienes critican la Valencia Fashion Week, también conocida como la Vidal Fashion Week, no dicen más que insidias, y que en realidad, lo que les duele, es que él haya sido un gestor honesto del dinero público. Arremete contra lo más granado del diseño de moda en Valencia: Francis Montesinos, Hannibal Laguna, Dolores Cortés, Elisa Palomino, Valentín Herráiz…, que desde hace años no aparecen por la pasarela que pagamos todos los valencianos. Y claro, ellos han tardado poco en llevarse las manos a la cabeza y decirle a Vidal, lo que Rajoy le dijo a Rubalcaba: “Insidias, señor Vidal, lo que usted dice son insidias”.
En fin, así están las cosas, confiemos en que alguien ponga, más bien pronto que tarde, un poco de trellat en todo esto. Menos mal que la vida social de Valencia sigue haciendo camino al margen de los vaivenes político-financieros. Esta semana hemos tenido dos inauguraciones: la tienda Muji en la calle Colón, la nueva joyería de Antonio W. Rodríguez y la cita en la tienda de Verónica Montijano para presentar las joyas Muyombano.
La fiestecita de Muji –pronúnciese Muyi- tuvo un toque de lo más japonés: papiroflexia, sushi del bueno, cerveza japonesa y hasta copas ecológicas. Allí estaba Jan Andreu, el empresario catalán que convenció a los japoneses para quedarse con la licencia en España. No es listo el hombre ni nada. La primera tienda la abrió en Barcelona y en un año ya daba beneficios. La de Valencia es la quinta.
Más de un invitado de Muji se fue corriendo al cóctel del joyero Antonio W. Rodríguez en su nueva tienda de Músico Peydró. Tres carpas en blanco y negro escondían unas mesas de lo más tentadoras con bandejas de cupcakes, galletas artesanas, macarrons y gominolas. Allí acudieron los diseñadores Valentín Herráiz y Javier Villajos, Mayrén Beneyto con su nuera Eva Marcellán, Esther Barrera, Tono Sanmartín, Carmen Ballesteros, Feli Alcántara, los Serratosa, los Martínez Colomer…
Todo eso fue el jueves, el mismo día que Verónica Montijano presentaba las joyas Muyombano. Detrás de ese nombre tan musical hay unas joyas de lo más estilosas y muy originales porque están fabricadas en acero industrial. La diseñadora se llama Anne Muyombano, africana criada en Alemania, de ahí sus joyas de inspiración africana, tamizadas por la sobriedad germánica.
Como anfitriones, Verónica y su marido José Luís Vilanova, que como buen gallego invitó a un albariño de su propia cosecha y castañas calentitas. Hasta el cóctel se acercó Presen Rodríguez, su hijo José Cosme (aclaración: el cuello de sus corbatas no es años cincuenta sino años veinte), Laura y Blanca Fitera, Laura Gallego de Belgravia y el diseñador Jayme Hayón, con su mujer y su hijo de meses. Hayón es el diseñador de moda, se codea con la élite del diseño y la arquitectura y se lo rifan los mejores estudios. Lladró lo contrató para modernizar su porcelana. Y Jaime asegura que dentro de poco será uno de los objetos más cool del mundo mundial. ¡¡¡Menos mal que aún quedan cosas auténticas!!!
lunes, 14 de noviembre de 2011
En petit comité
¡Qué injusta es la vida!, para un fin de semana que la sociedad valenciana tiene más de una excusa para dejarse ver, va y resulta que nos sale el día lluvioso. Y claro, la lluvia puede ser entrañable, bucólica y hasta si me apuras hogareña, pero tiene menos glamour que un chándal de nylon.
Claro que las aglomeraciones deportivas de motos y fútbol parecen más bien cosa de jovencitos y de hombres con sus amigotes, sus cervezas, sus chistes soeces y sus recuerdos de la juventud perdida, que de mujeres de cierta edad. A las mujeres, cuando hemos cumplido cuarenta, nos gustan más las reuniones en petit comité, sin codazos, ni gritos, ni colas para tomar una copa o probar un canapé. Nos gustan las citas donde podemos estrenar modelito sin miedo a sufrir pisotones en los Louboutain o algún quemazo inoportuno en el abriguito nuevo.
Eso es precisamente lo que hizo Presen Rodríguez esta semana en su tienda de Sorní. Sus clientas no son jovencitas que compran en H&M, sino madres de familia y señoras a las que les gusta sentirse bien tratadas y que las llamen por su nombre y apellidos. Así que Presen organizó un desfile con la colección de esta temporada, mientras sus clientas tomaban cava y galletitas decoradas con el logo de la diseñadora.
Atendiendo a las damas estuvo José Cosme, el hijo de Presen, que parece sacado de una película de los años 50, con esos modales tan exquisitos y esos trajes chaqueta tan elegantes. ¡Si hasta la camisa que llevaba tenía un cuello especial que le habían hecho a medida copiando modelos antiguos!
Entre los invitados, Pilar Pons, María José Navarro, Jesus Yanes y su hija Marian, Cuchita Lluch, Mairen Beneyto, Silvia Ordiñaga, Isabel Aliño, Cosuelo Arias, Amparo Lacomba, Maria Gomez-Polo, Totón Barberá… Y una buena representación de los comercios de lujo de la ciudad (¡¡¡qué aburrida sería Valencia sin ellos!!!!): Mª Angeles Miguel (Ferragamo), Amparo de la Concepción (Loewe), Salomé Corell (Salomé Joyas), Omeri Romero (Antonio Romero), Encarna Roig (Suárez) y Verónica Montijano (VM The Shop).
Otra cita que evitó que sus invitados estuvieran apiñados fue la inauguración de la tasca Jardín del Mar, en la calle del Mar. Ángela Valero de Palma, que organizó el sarao, invitó a la gente escalonadamente para que nunca fuesen más de veinte personas juntas y así se las pudiera atender mejor. Valentin y Maica Benlloch han abierto una tasca clásica española, de las de Ciutat Vella de toda la vida, con tapas tan tradicionales como el all i pebre albufereño, pericana alcoyana o cecina de León. El Jardín del Mar promete rescatar el espíritu de la tasca española y esas tapas de toda la vida, hechas por manos expertas “que el incremento del turismo y el sistema anglosajón de venta, no conseguirán destruir”. Toma ya.
Hasta allí se acercaron Macarena alegre, Carmen Romero, Manolo Romero, Maria José Navarro con sus respectivos, Gema Sastre, Cuchita Lluch, Irina Manglano, Reyes Trénor, María Guinot, Regina García, Cristina Fernández, Juan y Sonia Valero de Palma, Claudia y Santiago Dupuy de Lome, Paz Oria, Amparo Soler, Alfonso y Ángela Manglano, Carmenchu Aguirre…
Berta Bueso y Merche Marco son dos emprendedoras valencianas que también han optado por ofrecer calidad antes que cantidad. Acaban de abrir una tienda que se llama Marco Co, pero tiene la particularidad de estar en un piso frente al mercado de Colón, en Conde Salvatierra 21. Allí puedes probarte las colecciones italianas de Adele Fado o los pantalones impecables de Atos Lombardini en espacios amplios y luminosos, tomándote un café, dejando el bolso tranquilamente en la entrada y sin ningún agobio. Como si hicieses las compras en casa de una amiga. En una habitación bolsos y pashminas, en otra ropa de punto, en otra fiesta…
Claro que las aglomeraciones deportivas de motos y fútbol parecen más bien cosa de jovencitos y de hombres con sus amigotes, sus cervezas, sus chistes soeces y sus recuerdos de la juventud perdida, que de mujeres de cierta edad. A las mujeres, cuando hemos cumplido cuarenta, nos gustan más las reuniones en petit comité, sin codazos, ni gritos, ni colas para tomar una copa o probar un canapé. Nos gustan las citas donde podemos estrenar modelito sin miedo a sufrir pisotones en los Louboutain o algún quemazo inoportuno en el abriguito nuevo.
Eso es precisamente lo que hizo Presen Rodríguez esta semana en su tienda de Sorní. Sus clientas no son jovencitas que compran en H&M, sino madres de familia y señoras a las que les gusta sentirse bien tratadas y que las llamen por su nombre y apellidos. Así que Presen organizó un desfile con la colección de esta temporada, mientras sus clientas tomaban cava y galletitas decoradas con el logo de la diseñadora.
Atendiendo a las damas estuvo José Cosme, el hijo de Presen, que parece sacado de una película de los años 50, con esos modales tan exquisitos y esos trajes chaqueta tan elegantes. ¡Si hasta la camisa que llevaba tenía un cuello especial que le habían hecho a medida copiando modelos antiguos!
Entre los invitados, Pilar Pons, María José Navarro, Jesus Yanes y su hija Marian, Cuchita Lluch, Mairen Beneyto, Silvia Ordiñaga, Isabel Aliño, Cosuelo Arias, Amparo Lacomba, Maria Gomez-Polo, Totón Barberá… Y una buena representación de los comercios de lujo de la ciudad (¡¡¡qué aburrida sería Valencia sin ellos!!!!): Mª Angeles Miguel (Ferragamo), Amparo de la Concepción (Loewe), Salomé Corell (Salomé Joyas), Omeri Romero (Antonio Romero), Encarna Roig (Suárez) y Verónica Montijano (VM The Shop).
Otra cita que evitó que sus invitados estuvieran apiñados fue la inauguración de la tasca Jardín del Mar, en la calle del Mar. Ángela Valero de Palma, que organizó el sarao, invitó a la gente escalonadamente para que nunca fuesen más de veinte personas juntas y así se las pudiera atender mejor. Valentin y Maica Benlloch han abierto una tasca clásica española, de las de Ciutat Vella de toda la vida, con tapas tan tradicionales como el all i pebre albufereño, pericana alcoyana o cecina de León. El Jardín del Mar promete rescatar el espíritu de la tasca española y esas tapas de toda la vida, hechas por manos expertas “que el incremento del turismo y el sistema anglosajón de venta, no conseguirán destruir”. Toma ya.
Hasta allí se acercaron Macarena alegre, Carmen Romero, Manolo Romero, Maria José Navarro con sus respectivos, Gema Sastre, Cuchita Lluch, Irina Manglano, Reyes Trénor, María Guinot, Regina García, Cristina Fernández, Juan y Sonia Valero de Palma, Claudia y Santiago Dupuy de Lome, Paz Oria, Amparo Soler, Alfonso y Ángela Manglano, Carmenchu Aguirre…
Berta Bueso y Merche Marco son dos emprendedoras valencianas que también han optado por ofrecer calidad antes que cantidad. Acaban de abrir una tienda que se llama Marco Co, pero tiene la particularidad de estar en un piso frente al mercado de Colón, en Conde Salvatierra 21. Allí puedes probarte las colecciones italianas de Adele Fado o los pantalones impecables de Atos Lombardini en espacios amplios y luminosos, tomándote un café, dejando el bolso tranquilamente en la entrada y sin ningún agobio. Como si hicieses las compras en casa de una amiga. En una habitación bolsos y pashminas, en otra ropa de punto, en otra fiesta…
lunes, 31 de octubre de 2011
Ostras y Moët en Ferragamo
Esta vieja Europa, que tiene sus finanzas hechas unos zorros y que parece que vaya a sucumbir ante el empuje de los chinos, los indios y demás, sigue teniendo un activo valioso: es como una vieja aristócrata con clase que sabe atender a sus invitados y rodeándoles de lujo, exquisiteces y buenos modales. Los americanos lo intentan, pero suelen desbarrar por el lado del exceso, del ser más que nadie. Los chinos sabrán mucho de acumular dinero y de eso que llaman lujo asiático, pero acaban comprando Vuittones, Pradas y Guccis como si fueran una credencial de su éxito. Vamos que Europa será vieja y poco productiva, pero tiene una capacidad de seducción que ya quisieran muchos ricos emergentes.
Y de entre todos los europeos, los más seductores siguen siendo los italianos. Estos tíos son geniales, hasta el más mediocre de ellos viste con gusto y sabe tratar a la gente con elegancia. El otro día Salvatore Ferragamo montó una fiesta en Valencia y hasta el zapatero sesentón que estaba allí cosiendo suelas de zapatos tenía ese encanto propio de los galanes tipo Cary Grant. La fiesta la organizó María Ángeles Miguel. La excusa era presentar la colección de hombre, pero lo mismo hubiera valido presentar los bolsos o los abrigos. La tienda se engalanó con moqueta roja y la lista de invitados fue de lo más selecta. Los italianos cuando se ponen, se ponen. Catering de Fernando Aliño con ostras y Moët, jamoncito del bueno, foie y una barra de dulces traídos directamente de Piamonte (en coche) junto a una selección de brandy para tomar con tacitas de chocolate, ¿se puede ser más refinado? La mesa de coñac y chocolates estaba pensada para chicos, pero al final las chicas arrasaron con los chocolates.
Salió una noche preciosa y los modelos de Carmina Durán iban desfilando fuera de la tienda al ritmo que ponía el DJ Lou Baffon, un amigo personal de Mauro Grimaldi, el director de Europa de Ferragamo, que también vino para la ocasión.
En uno de los escaparates, Giuliano Bartolozi, uno de los artesanos de la firma, hacía una demostración de cómo se cosen los zapatos Trameczza, la línea más especial para hombre, totalmente hecha a mano.
Entre los invitados, Angel Villanueva, Pilu Diez de Rivera, Amparo Lacomba, Mª José Navarro, Presen Rodríguez, Eloy Durá, Iván Martínez Colomer, de Moddos, Mª Dolores Enguix, de la óptica Climent–por cierto, su escaparate de Tag Heuer merecería haber ganado el premio de escaparatismo del Open de Tenis- y las hermanas Fitera, siempre imprescindibles. Con Laura Fitera y su hija cotilleamos sobre la cena de gala de los premios Planeta, a la que su hija Blanca acudió como semifinalista. Las catalanas son tan sobrias que iban todas de negro. ¡Qué aburridas! “Blanca era la excepción vestida con un Dolce Gabbana rosa, parecía la hija ilegítima de Donatella Versace”, dice Laura. Además, a los invitados les costó una eternidad empezar a aplaudir a los príncipes y sólo lo hicieron cuando la presentadora tuvo la picardía de llamar a Lara al escenario.
Esta semana dio para más eventos. El martes se celebró en el Westin un desfile a beneficio de Unicef, desde luego Nidita Guerrero no para. La colección era de Rosa Blasco y las joyas de Salomé Corell. Como complementos, chaquetas, boleros, chales y bufandas de piel teñidas en los mismos tonos de los vestidos.
Y hablando de desfiles, el jueves se celebró en la sala Myrtus –de Mª José Lladró- un espectacular desfile de Valentín Herráiz. Vestidos de fiesta y novia con unos tejidos lujosos y un trabajo de alta costura que el diseñador bautizó como “resplandor sin fin”. El edificio Myrtus, obra del arquitecto Ramón Esteve, es blanco, limpio y minimalista, perfecto para desfiles. El único toque de color fue la moqueta fucsia de la pasarela.
El jueves también se presentó en Hoss Intropía la nueva colección de Miguel Palacio. Estuvo el diseñador, uno de los más deseados por las pijitas madrileñas y por famosas como Laura Ponte. Palacio ha sido muchos años el niño mimado de las periodistas de moda, que se deshacían en elogios en cada desfile. Últimamente, pasa más desapercibido, aunque su ropa sigue teniendo mucha clase: vestidos joya, blusas de seda con lazadas y carteras y cinturones con detalles dorados y flores metalizadas.
Y de entre todos los europeos, los más seductores siguen siendo los italianos. Estos tíos son geniales, hasta el más mediocre de ellos viste con gusto y sabe tratar a la gente con elegancia. El otro día Salvatore Ferragamo montó una fiesta en Valencia y hasta el zapatero sesentón que estaba allí cosiendo suelas de zapatos tenía ese encanto propio de los galanes tipo Cary Grant. La fiesta la organizó María Ángeles Miguel. La excusa era presentar la colección de hombre, pero lo mismo hubiera valido presentar los bolsos o los abrigos. La tienda se engalanó con moqueta roja y la lista de invitados fue de lo más selecta. Los italianos cuando se ponen, se ponen. Catering de Fernando Aliño con ostras y Moët, jamoncito del bueno, foie y una barra de dulces traídos directamente de Piamonte (en coche) junto a una selección de brandy para tomar con tacitas de chocolate, ¿se puede ser más refinado? La mesa de coñac y chocolates estaba pensada para chicos, pero al final las chicas arrasaron con los chocolates.
Salió una noche preciosa y los modelos de Carmina Durán iban desfilando fuera de la tienda al ritmo que ponía el DJ Lou Baffon, un amigo personal de Mauro Grimaldi, el director de Europa de Ferragamo, que también vino para la ocasión.
En uno de los escaparates, Giuliano Bartolozi, uno de los artesanos de la firma, hacía una demostración de cómo se cosen los zapatos Trameczza, la línea más especial para hombre, totalmente hecha a mano.
Entre los invitados, Angel Villanueva, Pilu Diez de Rivera, Amparo Lacomba, Mª José Navarro, Presen Rodríguez, Eloy Durá, Iván Martínez Colomer, de Moddos, Mª Dolores Enguix, de la óptica Climent–por cierto, su escaparate de Tag Heuer merecería haber ganado el premio de escaparatismo del Open de Tenis- y las hermanas Fitera, siempre imprescindibles. Con Laura Fitera y su hija cotilleamos sobre la cena de gala de los premios Planeta, a la que su hija Blanca acudió como semifinalista. Las catalanas son tan sobrias que iban todas de negro. ¡Qué aburridas! “Blanca era la excepción vestida con un Dolce Gabbana rosa, parecía la hija ilegítima de Donatella Versace”, dice Laura. Además, a los invitados les costó una eternidad empezar a aplaudir a los príncipes y sólo lo hicieron cuando la presentadora tuvo la picardía de llamar a Lara al escenario.
Esta semana dio para más eventos. El martes se celebró en el Westin un desfile a beneficio de Unicef, desde luego Nidita Guerrero no para. La colección era de Rosa Blasco y las joyas de Salomé Corell. Como complementos, chaquetas, boleros, chales y bufandas de piel teñidas en los mismos tonos de los vestidos.
Y hablando de desfiles, el jueves se celebró en la sala Myrtus –de Mª José Lladró- un espectacular desfile de Valentín Herráiz. Vestidos de fiesta y novia con unos tejidos lujosos y un trabajo de alta costura que el diseñador bautizó como “resplandor sin fin”. El edificio Myrtus, obra del arquitecto Ramón Esteve, es blanco, limpio y minimalista, perfecto para desfiles. El único toque de color fue la moqueta fucsia de la pasarela.
El jueves también se presentó en Hoss Intropía la nueva colección de Miguel Palacio. Estuvo el diseñador, uno de los más deseados por las pijitas madrileñas y por famosas como Laura Ponte. Palacio ha sido muchos años el niño mimado de las periodistas de moda, que se deshacían en elogios en cada desfile. Últimamente, pasa más desapercibido, aunque su ropa sigue teniendo mucha clase: vestidos joya, blusas de seda con lazadas y carteras y cinturones con detalles dorados y flores metalizadas.
martes, 25 de octubre de 2011
Más libros y menos trapitos
El mundo del glamour valenciano está más apagado que la sonrisa de Zapatero. Desde que Telva hizo su fiesta en el Palau la Música no hemos vuelto a tener ocasión de lucir un modelito nuevo; y lo peor que es que no se atisba nada en lontananza; siempre nos queda la entrega de los premios Jaume I, claro que eso más que una cita glamurosa es una cita de sabios e intelectuales, en la que no procede lucir escote ni taconazos.
Otros años, por estas fechas teníamos la excusa de la Mostra de Cinema del Mediterráneo, que no es que fuesen los premios de San Sebastián, Cannes o Venecia, pero que en su tiempo, hace ya muchos años, nos daba una excusa para salir de casa. La crisis y el aburrimiento –vaya peñazos de películas ponían últimamente- se la han cargado y ahora nos hemos quedado sin excusa para invitar a alguna que otra vieja gloria del celuloide que nos animase a salir de casa.
También hubo una época, cuando las tarjetas de crédito reventaban nuestros monederos, en los que por estas fechas se hacían grandes fiestas para inaugurar tiendas, con canapés, alfombras en la calle, fotógrafos y algún que otro famoso dejándose hacer fotos entre el populacho. Ahora las tiendas se inauguran con tanta discreción que recuerdan al paso de Sonsoles Espinosa por la Moncloa.
Quizás haya llegado la hora de cambiar algunos hábitos. Atrás quedaron las tardes de shopping desenfrenado con cargo al crédito de la tarjeta. Nos pasa como a la Generalitat, que ya no hay quien nos preste un céntimo y con lo que ganamos apenas nos da para pagar los gastos del mes. Así es que tendremos que ir pensando en otras cosas: por ejemplo, en darle un toque más cultural a nuestras vidas. Para empezar, Sara Pérez Roselló, con su agencia Le Fabric, ha organizado un foro de arte y creación llamado ArtinGroup, que se celebrará en Valencia hasta el 23 de octubre. El foro consiste en conferencias y exposiciones de arquitectura, escultura, pintura, diseño, música, artes escénicas y nuevas tecnologías que se celebrarán en el Centro del Carmen, el IVAM, el MuVIM o la Filmoteca de Valencia. Participan artistas tan conocidos como Michael Nyman, Foster + Partners, Jaime Hayón, José Guirao, Miquel Navarro, Ramón Esteve o la Fresh Gallery, donde está exponiendo Juan Gatti, el autor de los carteles de Almodóvar, del grupito de la movida de Alaska y Mario.
De todas las citas, las más glamourosas serán el cóctel del martes en el Hotel Westin a beneficio de Unicef, el concierto de Michael Nyman el viernes en el Palacio de Congresos y, para las amantes de la moda, la expo del diseñador Juan Vidal y la conferencia de Enrique Loewe el jueves, las dos en el centro del Carmen.
Y hablando de Loewe, la semana que viene la firma se trae a su tienda de Valencia la colección “made to order”, una serie especial de bolsos por encargo que te permite elegir el modelo que más te guste, desde el Amazona hasta el Tierra, y seleccionar el color y hasta las pieles: napa, ante suave, cuero rígido y pieles exóticas como el avestruz, el lagarto y el cocodrilo.
Aunque quizás, a partir de ahora, tengamos que ir pensando en quedar a merendar en el Mercado de Colón para hablar de arte y de literatura en vez de pasar cotillear sobre la última colección de bolsos de Loewe. Si es así, habrá que estar pendiente a lo que pase con la novela de Blanca Crespi Fitera, que ha quedado semifinalista de los premios Planeta con “La sombra de un desconocido”. Ella es hija y sobrina de las hermanas Fitera, que son un referente del glamur valenciano. A la fiesta de entrega de premios, que fue anoche en Barcelona, fue la autora con su madre. Laura Fitera llevó un vestido negro de Juan Vidal de neopreno, clutch de calaveras de Alexander Mcqueen y tacones negros de Louboutain, y Blanca escogió con un minivestido rosa de Dolce Gabbana rosita con un collar babero de su tía Blanca Fitera para la gran noche.
Otros años, por estas fechas teníamos la excusa de la Mostra de Cinema del Mediterráneo, que no es que fuesen los premios de San Sebastián, Cannes o Venecia, pero que en su tiempo, hace ya muchos años, nos daba una excusa para salir de casa. La crisis y el aburrimiento –vaya peñazos de películas ponían últimamente- se la han cargado y ahora nos hemos quedado sin excusa para invitar a alguna que otra vieja gloria del celuloide que nos animase a salir de casa.
También hubo una época, cuando las tarjetas de crédito reventaban nuestros monederos, en los que por estas fechas se hacían grandes fiestas para inaugurar tiendas, con canapés, alfombras en la calle, fotógrafos y algún que otro famoso dejándose hacer fotos entre el populacho. Ahora las tiendas se inauguran con tanta discreción que recuerdan al paso de Sonsoles Espinosa por la Moncloa.
Quizás haya llegado la hora de cambiar algunos hábitos. Atrás quedaron las tardes de shopping desenfrenado con cargo al crédito de la tarjeta. Nos pasa como a la Generalitat, que ya no hay quien nos preste un céntimo y con lo que ganamos apenas nos da para pagar los gastos del mes. Así es que tendremos que ir pensando en otras cosas: por ejemplo, en darle un toque más cultural a nuestras vidas. Para empezar, Sara Pérez Roselló, con su agencia Le Fabric, ha organizado un foro de arte y creación llamado ArtinGroup, que se celebrará en Valencia hasta el 23 de octubre. El foro consiste en conferencias y exposiciones de arquitectura, escultura, pintura, diseño, música, artes escénicas y nuevas tecnologías que se celebrarán en el Centro del Carmen, el IVAM, el MuVIM o la Filmoteca de Valencia. Participan artistas tan conocidos como Michael Nyman, Foster + Partners, Jaime Hayón, José Guirao, Miquel Navarro, Ramón Esteve o la Fresh Gallery, donde está exponiendo Juan Gatti, el autor de los carteles de Almodóvar, del grupito de la movida de Alaska y Mario.
De todas las citas, las más glamourosas serán el cóctel del martes en el Hotel Westin a beneficio de Unicef, el concierto de Michael Nyman el viernes en el Palacio de Congresos y, para las amantes de la moda, la expo del diseñador Juan Vidal y la conferencia de Enrique Loewe el jueves, las dos en el centro del Carmen.
Y hablando de Loewe, la semana que viene la firma se trae a su tienda de Valencia la colección “made to order”, una serie especial de bolsos por encargo que te permite elegir el modelo que más te guste, desde el Amazona hasta el Tierra, y seleccionar el color y hasta las pieles: napa, ante suave, cuero rígido y pieles exóticas como el avestruz, el lagarto y el cocodrilo.
Aunque quizás, a partir de ahora, tengamos que ir pensando en quedar a merendar en el Mercado de Colón para hablar de arte y de literatura en vez de pasar cotillear sobre la última colección de bolsos de Loewe. Si es así, habrá que estar pendiente a lo que pase con la novela de Blanca Crespi Fitera, que ha quedado semifinalista de los premios Planeta con “La sombra de un desconocido”. Ella es hija y sobrina de las hermanas Fitera, que son un referente del glamur valenciano. A la fiesta de entrega de premios, que fue anoche en Barcelona, fue la autora con su madre. Laura Fitera llevó un vestido negro de Juan Vidal de neopreno, clutch de calaveras de Alexander Mcqueen y tacones negros de Louboutain, y Blanca escogió con un minivestido rosa de Dolce Gabbana rosita con un collar babero de su tía Blanca Fitera para la gran noche.
martes, 18 de octubre de 2011
Tiendas, tiendas ¡y más tiendas!
Chicas, buenas noticias, Muji, la tienda japonesa especializada en diseño bueno-bonito-barato, ha abierto en la calle Colón. Es como la nueva generación del todo a cien pero con calidad y diseño. Su filosofía es que la marca no importa, lo que importa es el producto, su diseño y su funcionalidad. Vamos, toda una terapia para la típica tarde otoñal de bajón, en la que crees que tu vida no tiene ningún sentido porque no eres directora general de la CAM y que por tanto ya nunca podrás volver a salir de compras.
Y para seguir con la terapia antidepresiva, después de comprar una pijotada en Muji, te puedes dejar caer por la tienda de Marta de Diego que acaba de abrir en Hernán Cortes, junto a Scalpers. Ella, que lleva muchos años vistiendo a las mujeres más elegantes de valencia y tenía un precioso taller en Porta de la Mar, se ha pasado al prêt-à-porter porque se ha dado cuenta de que la costura a medida es un lujo que cada vez menos mujeres nos podemos permitir, tanto por falta de tiempo como por la inversión que supone. Así es que Marta ha lanzado una primera colección de modelitos que sientan de maravilla, ideales para mujeres que no pueden vestir a medida pero quieren ir estilosas y con personalidad. Y lo mejor: a precios de trabajadora normal y no de directora general de una caja de ahorros. La colección de Marta de Diego incluye vestidos de cóctel con tejidos de primera y abrigos con paños estupendos. ¡Que no se asunten sus clientas de toda la vida porque al final de la tienda sigue abierto el taller de costura!
Más novedades. Begoña Buqué y Ángeles Casanova acaban de trasladar su boutique The Lab a la Galería Jorge Juan. Le hacía falta a la Galería un toque juvenil, después del aterrizaje de Hábitat, que había partido en dos el coqueto patio de la Galería. Menos mal que The Lab trae un aire fresco e informal. Allí puedes encontrar desde los famosos pareos que llevaba este verano Eugenia Martínez de Irujo, hasta las camisetas Vintage55, las mismas que venden en el Flea Market. Además de estilosas, vienen envueltas en cajas que parecen discos de vinilo, regalos de Hermès o botellas de champagne, ¡son lo más! Ángeles y Begoña han revuelto Roma con Santiago hasta encontrar lo más chic: bisutería ibicenca de Tranquilito Know you, zapatillas Philippe Model, las mismas que causan furor en Colette… Begoña y Angeles también han abierto en la galería Le petit fleur grise y una zapatería The Lab con los zapatos Scholl.
La tarde de shopping antidepresivo puede continuar en Wolf, la tienda que tiene Luís Bodes en Hernán Cortés -al lado de Hannover- y que acaba de reinaugurar después de una reforma completita de la mano de Carlos Serra, de El Mercader de Indias. La nueva decoración es acogedora, con una iluminación cuidada y serena, para que todo el protagonismo se lo lleve la ropa. Wolf tiene el vestuario perfecto para las mujeres que no quieren llamar la atención con su ropa, sino sencillamente transmitir una imagen elegante y coherente, con prendas de calidad y diseño pero sin sobresaltos ni riesgos. Esta temporada tienen los plumíferos de Herno, abrigados y con manga francesa, las faldas impecables de Coast y los abrigos de Fay, las chaquetas perfectas de Façonnable, los mocasines Tods y las camisetas de Schumacher.
Carlos Serra y Susana Lozano se acercaron el jueves pasado a la terraza del Westin al cóctel que había organizado la revista Hello. Allí, disfrutando del sol de septiembre y del catering siempre perfecto de los hermanos Aliño de El Alto, compartieron confidencias los diseñadores Francis Montesinos, Presen Rodríguez, Juan Andrés Mompó, José Luís Avilés de Bulgari, Cayetano López, recién llegado de la inauguración de Miu-Miu en Barcelona, María Ángeles Miguel, de Salvatore Ferragamo; Ulises Menezo, autor del sushi del catering, y un montón de amigos de la revista dirigida por María Chuliá, como Jose Vivó de la tienda de niños Cristina Store cerca de la Bolsa de Valencia, otra parada imprescindible en una tarde de compras. Por cierto, que a nadie se le olvide pasar a ver el escaparate de la tienda de niños Yo Solito, que ha conseguido el primer premio del concurso de escaparatismo del Open de Tenis de CECOVAL.
Y para seguir con la terapia antidepresiva, después de comprar una pijotada en Muji, te puedes dejar caer por la tienda de Marta de Diego que acaba de abrir en Hernán Cortes, junto a Scalpers. Ella, que lleva muchos años vistiendo a las mujeres más elegantes de valencia y tenía un precioso taller en Porta de la Mar, se ha pasado al prêt-à-porter porque se ha dado cuenta de que la costura a medida es un lujo que cada vez menos mujeres nos podemos permitir, tanto por falta de tiempo como por la inversión que supone. Así es que Marta ha lanzado una primera colección de modelitos que sientan de maravilla, ideales para mujeres que no pueden vestir a medida pero quieren ir estilosas y con personalidad. Y lo mejor: a precios de trabajadora normal y no de directora general de una caja de ahorros. La colección de Marta de Diego incluye vestidos de cóctel con tejidos de primera y abrigos con paños estupendos. ¡Que no se asunten sus clientas de toda la vida porque al final de la tienda sigue abierto el taller de costura!
Más novedades. Begoña Buqué y Ángeles Casanova acaban de trasladar su boutique The Lab a la Galería Jorge Juan. Le hacía falta a la Galería un toque juvenil, después del aterrizaje de Hábitat, que había partido en dos el coqueto patio de la Galería. Menos mal que The Lab trae un aire fresco e informal. Allí puedes encontrar desde los famosos pareos que llevaba este verano Eugenia Martínez de Irujo, hasta las camisetas Vintage55, las mismas que venden en el Flea Market. Además de estilosas, vienen envueltas en cajas que parecen discos de vinilo, regalos de Hermès o botellas de champagne, ¡son lo más! Ángeles y Begoña han revuelto Roma con Santiago hasta encontrar lo más chic: bisutería ibicenca de Tranquilito Know you, zapatillas Philippe Model, las mismas que causan furor en Colette… Begoña y Angeles también han abierto en la galería Le petit fleur grise y una zapatería The Lab con los zapatos Scholl.
La tarde de shopping antidepresivo puede continuar en Wolf, la tienda que tiene Luís Bodes en Hernán Cortés -al lado de Hannover- y que acaba de reinaugurar después de una reforma completita de la mano de Carlos Serra, de El Mercader de Indias. La nueva decoración es acogedora, con una iluminación cuidada y serena, para que todo el protagonismo se lo lleve la ropa. Wolf tiene el vestuario perfecto para las mujeres que no quieren llamar la atención con su ropa, sino sencillamente transmitir una imagen elegante y coherente, con prendas de calidad y diseño pero sin sobresaltos ni riesgos. Esta temporada tienen los plumíferos de Herno, abrigados y con manga francesa, las faldas impecables de Coast y los abrigos de Fay, las chaquetas perfectas de Façonnable, los mocasines Tods y las camisetas de Schumacher.
Carlos Serra y Susana Lozano se acercaron el jueves pasado a la terraza del Westin al cóctel que había organizado la revista Hello. Allí, disfrutando del sol de septiembre y del catering siempre perfecto de los hermanos Aliño de El Alto, compartieron confidencias los diseñadores Francis Montesinos, Presen Rodríguez, Juan Andrés Mompó, José Luís Avilés de Bulgari, Cayetano López, recién llegado de la inauguración de Miu-Miu en Barcelona, María Ángeles Miguel, de Salvatore Ferragamo; Ulises Menezo, autor del sushi del catering, y un montón de amigos de la revista dirigida por María Chuliá, como Jose Vivó de la tienda de niños Cristina Store cerca de la Bolsa de Valencia, otra parada imprescindible en una tarde de compras. Por cierto, que a nadie se le olvide pasar a ver el escaparate de la tienda de niños Yo Solito, que ha conseguido el primer premio del concurso de escaparatismo del Open de Tenis de CECOVAL.
miércoles, 5 de octubre de 2011
El cotilleo nos humaniza: Punset en los premios telva a las artes y las ciencias
Eduard Punset es genial; el otro día, en la entrega de los premios Telva a las Artes y las Ciencias, dijo que lo único que nos diferencia del resto de los animales es nuestra capacidad de crear redes sociales. Vamos que se cargó de un plumazo a quienes consideran frívolas las reuniones y citas sociales, en las que unos y otros cotilleamos a troche y moche, poniendo así en común nuestras experiencias y, de vez en cuando, algo de nuestro conocimiento. Toda una vacuna contra la mala conciencia que nos genera a veces echarnos toda la noche en el sofá viendo Sálvame de Luxe. Cuando Belén Esteban nos cuenta que fulanita es una lagarta que ha intentado liarse con su marido, está transmitiéndonos información sobre alguien que no hemos visto en nuestra vida, y eso es algo que no pueden hacer los chimpancés: que se sepa, hasta ahora, no ha habido ninguna gorila que se meta con las celulíticas piernas de la gorila que vive en otra selva.
Vamos, que al final va a resultar que nuestra capacidad de cotillear es lo más humano que tenemos… ¡genial, chicas!, han muerto los prejuicios a nuestro principal pasatiempo. Cotilleemos todas sin temor a ser acusadas de frívolas. Hagamos un llamamiento a las autoridades políticas para que fomenten las fiestas sociales y las tertulias de salón.
Punset nos sedujo a todos con su capacidad de hacernos pensar en cinco minutos más de lo que muchos políticos han hecho a lo largo de varias legislaturas. Por si fuera poco, luego subió Ainhoa Arteta al escenario y cantó tres canciones que nos dejaron a todos con el corazón encogido. ¡Qué voz, Dios mio!, ¡qué capacidad de sobrecoger, de emocionar, de clavarte en el asiento y olvidarte de tu vestido y de si estás más o menos mona que la amiga que tienes sentada a tu lado!
Por demás, la fiesta fue un exitazo: lo mejorcito que ha pasado en Valencia desde que Miuccia Prada dio aquella fiesta en el Mercado Central, cuando todos vivíamos en la burbuja glamurosa de la Copa América.
¡Vamos al cotilleo de modelitos! Las invitadas cumplieron con el dress code y todas vistieron de largo. Ainhoa Arteta, que recibió el premio a las Artes, llevaba un vestido espectacular de la última colección de Salvatore Ferragamo. Paloma Lago escogió uno rojo que le sentaba de maravilla y Paloma Segrelles estaba algo lánguida con un estampado de Missoni. El vestido de flores de Carmen Lomana tampoco pasará a la historia de los grandes vestidos de gala…
En cuanto a la representación valenciana, las chicas se lucieron. Mayrén Beneyto epató con un vestido de seda doble color porcelana Limoges de estilo años 20 y un escote con plumas de avestruz de lo más glamouroso. El vestido era de Marta de Diego, como el de Hortensia Roig, un vestido de seda blanco con un escote masai de lo más favorecedor. Monísima también Esther Barrera, acompañada de su hermano Vicente, con una chaqueta corta de pelo, vestido negro y cartera Chanel.
Más cotilleo de modelitos: la redactora jefe de Telva, la valenciana Maite Sebastiá, llevó un vestido negro de su diseñador preferido, Juan Vidal, mientras que Maribel Cosme brilló con uno de lentejuelas doradas de su madre Presen Rodríguez.
De las más elegantes fueron el grupo de María Teresa Monsonís y Carmen Topete, que tienen todas una clase que ya quisiéramos muchas cuarentañeras. Carmen llevó un top negro de Marni con una falda roja de Pertegaz, ¡uff, qué sofisticadas y elegantes!
De los chicos no cotilleo mucho porque casi todos iban correctos, con su esmoquin bien planchado, aunque dos de ellos se atrevieron a romper un poco: David LLadró con chaqueta de terciopelo y Ramón Esteve con un esmoquin algo más ajustado.
Más invitados: Ana y José Tamarit, de Chapeau, los diseñadores Juan Andrés Mompó y Dolores Cortés, el notario Carlos Pascual con su mujer, la diputada Marta Torrado; Pilar Pons y María José Albert; La directora general de comercio Silvia Ordiñaga; el presidente del Puerto Rafa Aznar con su mujer Maguy Alonso; Alfonso Manglano, hijo de Mairén Beneyto con su mujer Eva Marcellán, la presentadora Maribel Villaplana, la directora de la Fundación de Estudios Bursátiles Isabel Giménez; Juan Lagardera y Angela Pla, de Ruzafashow, el empresario Juan Carlos Gómez Pantoja, El doctor José María Ricart con su mujer Carolina Merino, Julio de Miguel con su mujer, elegantísima de azul eléctrico. En fin, toda Valencia.
Vamos, que al final va a resultar que nuestra capacidad de cotillear es lo más humano que tenemos… ¡genial, chicas!, han muerto los prejuicios a nuestro principal pasatiempo. Cotilleemos todas sin temor a ser acusadas de frívolas. Hagamos un llamamiento a las autoridades políticas para que fomenten las fiestas sociales y las tertulias de salón.
Punset nos sedujo a todos con su capacidad de hacernos pensar en cinco minutos más de lo que muchos políticos han hecho a lo largo de varias legislaturas. Por si fuera poco, luego subió Ainhoa Arteta al escenario y cantó tres canciones que nos dejaron a todos con el corazón encogido. ¡Qué voz, Dios mio!, ¡qué capacidad de sobrecoger, de emocionar, de clavarte en el asiento y olvidarte de tu vestido y de si estás más o menos mona que la amiga que tienes sentada a tu lado!
Por demás, la fiesta fue un exitazo: lo mejorcito que ha pasado en Valencia desde que Miuccia Prada dio aquella fiesta en el Mercado Central, cuando todos vivíamos en la burbuja glamurosa de la Copa América.
¡Vamos al cotilleo de modelitos! Las invitadas cumplieron con el dress code y todas vistieron de largo. Ainhoa Arteta, que recibió el premio a las Artes, llevaba un vestido espectacular de la última colección de Salvatore Ferragamo. Paloma Lago escogió uno rojo que le sentaba de maravilla y Paloma Segrelles estaba algo lánguida con un estampado de Missoni. El vestido de flores de Carmen Lomana tampoco pasará a la historia de los grandes vestidos de gala…
En cuanto a la representación valenciana, las chicas se lucieron. Mayrén Beneyto epató con un vestido de seda doble color porcelana Limoges de estilo años 20 y un escote con plumas de avestruz de lo más glamouroso. El vestido era de Marta de Diego, como el de Hortensia Roig, un vestido de seda blanco con un escote masai de lo más favorecedor. Monísima también Esther Barrera, acompañada de su hermano Vicente, con una chaqueta corta de pelo, vestido negro y cartera Chanel.
Más cotilleo de modelitos: la redactora jefe de Telva, la valenciana Maite Sebastiá, llevó un vestido negro de su diseñador preferido, Juan Vidal, mientras que Maribel Cosme brilló con uno de lentejuelas doradas de su madre Presen Rodríguez.
De las más elegantes fueron el grupo de María Teresa Monsonís y Carmen Topete, que tienen todas una clase que ya quisiéramos muchas cuarentañeras. Carmen llevó un top negro de Marni con una falda roja de Pertegaz, ¡uff, qué sofisticadas y elegantes!
De los chicos no cotilleo mucho porque casi todos iban correctos, con su esmoquin bien planchado, aunque dos de ellos se atrevieron a romper un poco: David LLadró con chaqueta de terciopelo y Ramón Esteve con un esmoquin algo más ajustado.
Más invitados: Ana y José Tamarit, de Chapeau, los diseñadores Juan Andrés Mompó y Dolores Cortés, el notario Carlos Pascual con su mujer, la diputada Marta Torrado; Pilar Pons y María José Albert; La directora general de comercio Silvia Ordiñaga; el presidente del Puerto Rafa Aznar con su mujer Maguy Alonso; Alfonso Manglano, hijo de Mairén Beneyto con su mujer Eva Marcellán, la presentadora Maribel Villaplana, la directora de la Fundación de Estudios Bursátiles Isabel Giménez; Juan Lagardera y Angela Pla, de Ruzafashow, el empresario Juan Carlos Gómez Pantoja, El doctor José María Ricart con su mujer Carolina Merino, Julio de Miguel con su mujer, elegantísima de azul eléctrico. En fin, toda Valencia.
martes, 27 de septiembre de 2011
Alfombra roja en el Palau de la Música
La vida nos da pocos oportunidades de cumplir uno de nuestros sueños de niñas: el de ir a una fiesta de largo luciendo el mejor de los vestidos, entrando sobre una alfombra roja, bajo los flashes de los fotógrafos y repartiendo sonrisas y saludos a diestro y siniestro.
Los años han pasado, ahora las niñas son nuestras hijas, y muchas de nosotras no hemos cumplido el sueño. Nos hemos arreglado para ir a bodas, pero no es lo mismo, porque sabes que allí la estrella es la novia y tú, por muy mona que vayas, no aspiras a robarle protagonismo. Hemos ido a fiestas, a cenas, a conciertos, a óperas… Pero tampoco allí era cuestión de aparecer enjoyada tipo Liz Taylor en la entrega de los Oscars.
No, una fiesta de gala es otra cosa: es la ocasión de dar el do de pecho, de sacar toda tu artillería, sabiendo que esta vez no te vas a pasar porque lo que toca es precisamente eso, pasarse.
Pues bien, chicas, ahora tenemos una cita para cumplir nuestro sueño, será el día 28, jueves, en el Palau de la Música, el motivo la gala de entrega de los Premios Telva a las Artes y las Ciencias. El dress code: nosotras de largo y ellos de esmoquin.
“Cuando en una invitación te indican que las señoras tienen que llevar traje largo y los señores esmoquin, te están diciendo que tienes que vestir de súper etiqueta”, dice la diseñadora Marta de Diego, o sea, que a la hora de vestirnos tenemos que pensar en el festival de cine de Venecia o en los Oscar en cuanto a importancia. “El estilismo se tiene que adecuar al tipo de evento y el de Telva es un perfecto para frivolizar, para atrevernos a llevar un poco más de escote o una abertura un poco más larga, es una fiesta de moda que te permite dar un paso más sin perder el equilibrio ni la elegancia ni el saber vestir.” Marta cree que además la gala es ideal para que nos sintamos protagonistas por un día, como las actrices y modelos. “Una pasarela donde no hace falta ser modelo para llevar modelazo”.
En cuanto al modelito, Marta sugiere vestido largo de paillettes color acero. “Tampoco es necesario que el vestido tape los pies; hasta en eso hay que tener equilibrio, se puede utilizar un largo adecuado a la fisonomía”. En los colores también podemos frivolizar. “A una boda no puedes ir con brillos, a un acto institucional tampoco, pero aquí puedes jugar y fantasear con materiales que habitualmente evitas”.
Presen Rodríguez también cree que estamos ante una gran ocasión para vestirnos, lucir modelito, ponerse joyas y arreglarse bien. “Luego nos quejamos de que Valencia no tiene glamour, pues ahora no hay excusa. Si cuando se organizan fiestas no vamos o, lo que es peor, no vamos adecuadas, luego que nadie proteste; además, no todo el mundo ha recibido invitación, así que las afortunadas tienen que vestir de acuerdo con la categoría del evento”.
¿Y cómo vestiría Presen a una de las invitadas? “Yo le pondría un traje largo, bonito y sexy de lentejuelas. Hemos abusado del corto, pero si en la tarjeta dice largo, hay que ponérselo. Desde luego, no puedes llevar un traje corto babydoll; hay que ir de largo y con joyas; además, a la mujer valenciana le encantan las joyas y es la ocasión de lucirlas”.
Juan Andrés Mompó también es partidario de hacer todo el esfuerzo posible para estar muy bien. “Yo elegiría un vestido largo con una falda blanca de marfil en raso gordo, con pliegues un poco huecos en la cintura, y un cuerpo negro con una banda coral, un hombro si y otro no, alguna estola, pulseras y el pelo recogido.”
Bueno chicas, si sois una de las afortunadas con invitación, habrá que ir preparando el súper modelazo. Os adelanto que cenaréis un menú exquisito preparado por El Alto, después de escuchar una actuación de Ainhoa Arteta, que recibirá el Premio Telva a las Artes, y compartiréis cena, entre otros, con Patricia Rato, Carmen Posadas, Almudena De Arteaga, Fiona Ferrer, Mariam Camino, Paloma Segrelles, Paloma Lago, Juncal Ribero o Carlos García-Calvo, que ya han confirmado, y algunos más que lo harán en el último momento ¡Qué nervios!
Los años han pasado, ahora las niñas son nuestras hijas, y muchas de nosotras no hemos cumplido el sueño. Nos hemos arreglado para ir a bodas, pero no es lo mismo, porque sabes que allí la estrella es la novia y tú, por muy mona que vayas, no aspiras a robarle protagonismo. Hemos ido a fiestas, a cenas, a conciertos, a óperas… Pero tampoco allí era cuestión de aparecer enjoyada tipo Liz Taylor en la entrega de los Oscars.
No, una fiesta de gala es otra cosa: es la ocasión de dar el do de pecho, de sacar toda tu artillería, sabiendo que esta vez no te vas a pasar porque lo que toca es precisamente eso, pasarse.
Pues bien, chicas, ahora tenemos una cita para cumplir nuestro sueño, será el día 28, jueves, en el Palau de la Música, el motivo la gala de entrega de los Premios Telva a las Artes y las Ciencias. El dress code: nosotras de largo y ellos de esmoquin.
“Cuando en una invitación te indican que las señoras tienen que llevar traje largo y los señores esmoquin, te están diciendo que tienes que vestir de súper etiqueta”, dice la diseñadora Marta de Diego, o sea, que a la hora de vestirnos tenemos que pensar en el festival de cine de Venecia o en los Oscar en cuanto a importancia. “El estilismo se tiene que adecuar al tipo de evento y el de Telva es un perfecto para frivolizar, para atrevernos a llevar un poco más de escote o una abertura un poco más larga, es una fiesta de moda que te permite dar un paso más sin perder el equilibrio ni la elegancia ni el saber vestir.” Marta cree que además la gala es ideal para que nos sintamos protagonistas por un día, como las actrices y modelos. “Una pasarela donde no hace falta ser modelo para llevar modelazo”.
En cuanto al modelito, Marta sugiere vestido largo de paillettes color acero. “Tampoco es necesario que el vestido tape los pies; hasta en eso hay que tener equilibrio, se puede utilizar un largo adecuado a la fisonomía”. En los colores también podemos frivolizar. “A una boda no puedes ir con brillos, a un acto institucional tampoco, pero aquí puedes jugar y fantasear con materiales que habitualmente evitas”.
Presen Rodríguez también cree que estamos ante una gran ocasión para vestirnos, lucir modelito, ponerse joyas y arreglarse bien. “Luego nos quejamos de que Valencia no tiene glamour, pues ahora no hay excusa. Si cuando se organizan fiestas no vamos o, lo que es peor, no vamos adecuadas, luego que nadie proteste; además, no todo el mundo ha recibido invitación, así que las afortunadas tienen que vestir de acuerdo con la categoría del evento”.
¿Y cómo vestiría Presen a una de las invitadas? “Yo le pondría un traje largo, bonito y sexy de lentejuelas. Hemos abusado del corto, pero si en la tarjeta dice largo, hay que ponérselo. Desde luego, no puedes llevar un traje corto babydoll; hay que ir de largo y con joyas; además, a la mujer valenciana le encantan las joyas y es la ocasión de lucirlas”.
Juan Andrés Mompó también es partidario de hacer todo el esfuerzo posible para estar muy bien. “Yo elegiría un vestido largo con una falda blanca de marfil en raso gordo, con pliegues un poco huecos en la cintura, y un cuerpo negro con una banda coral, un hombro si y otro no, alguna estola, pulseras y el pelo recogido.”
Bueno chicas, si sois una de las afortunadas con invitación, habrá que ir preparando el súper modelazo. Os adelanto que cenaréis un menú exquisito preparado por El Alto, después de escuchar una actuación de Ainhoa Arteta, que recibirá el Premio Telva a las Artes, y compartiréis cena, entre otros, con Patricia Rato, Carmen Posadas, Almudena De Arteaga, Fiona Ferrer, Mariam Camino, Paloma Segrelles, Paloma Lago, Juncal Ribero o Carlos García-Calvo, que ya han confirmado, y algunos más que lo harán en el último momento ¡Qué nervios!
martes, 13 de septiembre de 2011
Mucho espectáculo y poco talento
Algo está fallando en la Semana de la Moda Valenciana -VFW- cuando después de once ediciones, subvencionadas con un millón de euros de dinero público cada una, seguimos sin avanzar en la consolidación comercial e industrial del sector. Siempre pasa lo mismo: mucho escenario, mucha modelo, luces, sonido, cava, canapés y gente, mucha gente yendo y viniendo, pero sobre la pasarela poco que atraiga la atención de los creadores de tendencias o de los responsables de compras de las grandes tiendas de moda de España y de Europa. Las gradas se llenan porque las entradas se regalan en la Plaza los Pinazo, y no porque los diseñadores atraigan la atención de nadie.
Siempre hay una excepción a la norma, este año ha sido Juan Vidal, que nada tiene que ver con Alex Vidal, amo y señor de la Pasarela, y Juan Andrés Mompó.
El resto de los diseñadores valencianos que tienen algo que aportar –Montesinos, Hannibal Laguna…- ni están ni se les espera desde hace años en la VFW. Unos dicen que no van porque no les invitan, otros que aunque les inviten no van porque se les ningunea, otros porque no les da la gana ir allí a perder el tiempo y otros porque están cabreados con el Lucero del Alba, o vaya usted a saber con quien, el caso es que no van.
Y así las cosas, van pasando los años. Nuestros políticos, erre que erre, defienden el evento porque dicen que sirve para hacer publicidad de la Comunidad Valenciana y cuando alguien se lo discute, sacan un fajo de recortes de prensa y lo ponen sobre la mesa diciendo: mira, aquí tienes el retorno de nuestra inversión. Vamos, que para ellos la VFW es un evento más como la Fórmula 1, el campeonato de motos o el open de tenis. La diferencia es que nadie dijo nunca que la Fórmula 1 la íbamos a celebrar aquí para potenciar la industria automovilística valenciana ni porque iba a servir para alumbrar a una docena de fernandos alonsos valencianos.
En fin, ellos sabrán lo que hacen. Mientras tanto, los diseñadores valencianos que aspiran de verdad a crear una empresa productiva se buscan la vida por otro lado.
La pasarela no es el único camino. Sin ir más lejos, esta semana se está celebrando en Madrid, en el Hotel Villamagna, un tradeshow llamado “10 punto de encuentro”, un evento entre feria y showroom, que sirve para poner en contacto a firmas de moda y compradores. Cada diseñador ocupa una habitación del lujoso hotel y por allí van pasando los clientes, muchos de ellos venidos de toda Europa. En el evento, participa, entre otras, la firma de joyería de Laura Ponte, Luby&Lemerald, la sombrerería Pablo y Mayaya -Doña Leti lució uno de sus sombreros en la boda de Enrique de Inglaterra- y tres firmas valencianas: Lechienerrant (moda), Viveti (decoración) y Blanca Fitera, que además de ser habitual en la vida social valenciana, crea unos collares y tocados de locura con cristales preciosos, piezas vintage, fornituras artesanales y piezas traídas de Venecia.
Miguel Angel Aldeguer, el valenciano que está detrás de la firma Lechienerrant, no quiere saber nada de pasarelas. “Hay que dedicarle tanto tiempo y esfuerzo, que no me interesa, yo quiero vender y la pasarela valenciana no es una plataforma para vender. Quiero hacerme un nombre en las tiendas, en la vida real, con mi producto”. Por cierto, su colección de invierno es de lo más sofisticada, los vestidos parecen de costura, con espaldas muy trabajadas y volúmenes cuidados. En Madrid se venden en 24fab, la tienda de Anabel Zamora que está en Claudio Coello. ¡A ver si alguna tienda de Valencia se anima a traer la colección!
Moda aparte, lo más glamuroso de esta edición de la VFW fue la fiesta de Yo Dona en L’Umbracle, allí estuvo la directora de la revista, Charo Izquierdo, los diseñadores Ion Fiz, Juan Martín, Noelia Navarro, la modelo Mª José Suarez y un montón de gente de lo más estilosa.
Y hablando de fiestas, esta semana también celebró Isabel Ballester la Fashion Night Out (la noche de las compras) en su tienda de Gran Vía 20: mojitos de maracuyá, DJ con musiquita de la buena y muchas niñas monas: Patricia Villaroya, Elena Gutierréz, Rocío Andrés, Noemí Suárez, y Marta Flores, que hace unos sombreros y tocados ideales.
En fin, se acabó la VFW. En febrero, si hay una nueva edición, seguiremos aprovechando el evento para hacer vida social y lucir modelito.
Siempre hay una excepción a la norma, este año ha sido Juan Vidal, que nada tiene que ver con Alex Vidal, amo y señor de la Pasarela, y Juan Andrés Mompó.
El resto de los diseñadores valencianos que tienen algo que aportar –Montesinos, Hannibal Laguna…- ni están ni se les espera desde hace años en la VFW. Unos dicen que no van porque no les invitan, otros que aunque les inviten no van porque se les ningunea, otros porque no les da la gana ir allí a perder el tiempo y otros porque están cabreados con el Lucero del Alba, o vaya usted a saber con quien, el caso es que no van.
Y así las cosas, van pasando los años. Nuestros políticos, erre que erre, defienden el evento porque dicen que sirve para hacer publicidad de la Comunidad Valenciana y cuando alguien se lo discute, sacan un fajo de recortes de prensa y lo ponen sobre la mesa diciendo: mira, aquí tienes el retorno de nuestra inversión. Vamos, que para ellos la VFW es un evento más como la Fórmula 1, el campeonato de motos o el open de tenis. La diferencia es que nadie dijo nunca que la Fórmula 1 la íbamos a celebrar aquí para potenciar la industria automovilística valenciana ni porque iba a servir para alumbrar a una docena de fernandos alonsos valencianos.
En fin, ellos sabrán lo que hacen. Mientras tanto, los diseñadores valencianos que aspiran de verdad a crear una empresa productiva se buscan la vida por otro lado.
La pasarela no es el único camino. Sin ir más lejos, esta semana se está celebrando en Madrid, en el Hotel Villamagna, un tradeshow llamado “10 punto de encuentro”, un evento entre feria y showroom, que sirve para poner en contacto a firmas de moda y compradores. Cada diseñador ocupa una habitación del lujoso hotel y por allí van pasando los clientes, muchos de ellos venidos de toda Europa. En el evento, participa, entre otras, la firma de joyería de Laura Ponte, Luby&Lemerald, la sombrerería Pablo y Mayaya -Doña Leti lució uno de sus sombreros en la boda de Enrique de Inglaterra- y tres firmas valencianas: Lechienerrant (moda), Viveti (decoración) y Blanca Fitera, que además de ser habitual en la vida social valenciana, crea unos collares y tocados de locura con cristales preciosos, piezas vintage, fornituras artesanales y piezas traídas de Venecia.
Miguel Angel Aldeguer, el valenciano que está detrás de la firma Lechienerrant, no quiere saber nada de pasarelas. “Hay que dedicarle tanto tiempo y esfuerzo, que no me interesa, yo quiero vender y la pasarela valenciana no es una plataforma para vender. Quiero hacerme un nombre en las tiendas, en la vida real, con mi producto”. Por cierto, su colección de invierno es de lo más sofisticada, los vestidos parecen de costura, con espaldas muy trabajadas y volúmenes cuidados. En Madrid se venden en 24fab, la tienda de Anabel Zamora que está en Claudio Coello. ¡A ver si alguna tienda de Valencia se anima a traer la colección!
Moda aparte, lo más glamuroso de esta edición de la VFW fue la fiesta de Yo Dona en L’Umbracle, allí estuvo la directora de la revista, Charo Izquierdo, los diseñadores Ion Fiz, Juan Martín, Noelia Navarro, la modelo Mª José Suarez y un montón de gente de lo más estilosa.
Y hablando de fiestas, esta semana también celebró Isabel Ballester la Fashion Night Out (la noche de las compras) en su tienda de Gran Vía 20: mojitos de maracuyá, DJ con musiquita de la buena y muchas niñas monas: Patricia Villaroya, Elena Gutierréz, Rocío Andrés, Noemí Suárez, y Marta Flores, que hace unos sombreros y tocados ideales.
En fin, se acabó la VFW. En febrero, si hay una nueva edición, seguiremos aprovechando el evento para hacer vida social y lucir modelito.
miércoles, 7 de septiembre de 2011
Sociología de peluquería
El reencuentro con tu peluquero es una de las alegrías de septiembre; entre pitos y flautas, llevas un par de meses sin verle y aunque no te has dado cuenta, la verdad es que tú y tus canas le echabais de menos. Las conversaciones con tu peluquero dan para mucho, todo depende de la confianza y de las clientas que con quine coincidas en el salón; allí puedes hablar de la ecuación de los hijos, del sexo a los sesenta o del turbio futuro de Leire Pajín. Y es que un salón de peluquería es un laboratorio interdisciplinar de psicología, sociología, economía, estética, nutrición… que ya quisiera para sí más de un sesudo catedrático universitario.
Por ejemplo, el otro día en mi reencuentro con Tono Sanmartín hablamos de cómo se presentaba el otoño y de cómo los cánones de belleza van cambiando cada vez más deprisa. Según Tono, las mujeres ya no buscamos provocar, aumentando la talla de sujetador y poniéndonos morritos, sino que lo que mola ahora es transmitir una imagen relajada y tranquila. “Era muy agotador estar todo el día excitando, tanto al hombre como a la mujer, andamos todos muy estresados y ahora la belleza es más relajada, no se busca tanto excitar como tranquilizar y transmitir calma y bienestar”… ¡Toma ya reflexión sociológica!, vamos, ni el mismísimo Jünger Habermas hubiese llegado a una conclusión tan diáfana después de leerse las obras completas de Aristóteles, Kant y Giddens.
Así es que, chicas, ya sabéis, ahora lo suyo ya no es ir por ahí de única Coca-cola del desierto, sino que más bien lo que tenemos que parecer es una tila en el salón de té de una dama inglesa. Relax y belleza, eso es lo que tenemos que transmitir, que la cosa ya está bastante agitada por ahí como para que nosotras vayamos provocando pequeños terremotos a la vuelta de cada esquina. Vamos, que más de un cirujano estético especializado en convertir los labios en morritos, lo va a pasar peor que la prima de riesgo española.
Tono acaba de llegar de Londres, donde ha participado en un concurso internacional de peluquería, y se conoce las tendencias mejor que un sociólogo de Berkeley. El concurso no es ninguna tontería. Allí ha tenido que medir talento con más de 400 peluqueros de 21 países, de lo mejorcito de cada casa, y para empezar, Tono ya ha sido seleccionado entre los 45 que pasarán a la final dentro de la categoría de vanguardia con el fotógrafo Rafa Fierres. Otro salón valenciano, Tony and Guy, ha pasado a la final en la categoría masculina. Habrá que esperar a finales de mes para conocer el resultado, ¡qué nervios!
Pero mi profunda conversación con Tono no se quedó ahí, mientras recortaba las maltrechas puntas de mi melena hablamos de las tendencias de moda para este invierno. Según él, la tendencia es que no hay tendencia, es decir, que las mujeres hacemos cada vez menos caso a los dictados de la moda. Antes comprábamos marca, ahora buscamos nuestro propio estilo, personal e intransferible, y a ser posible que dure dos o tres temporadas, que no están las finanzas personales para renovar el armario dos veces al año.
Al salir de la peluquería me crucé con Lourdes Verdeguer, de Patos (ya sabéis esa tienda de Poeta Querol que trae lo mejor de cada marca). Ella reafirmó la teoría Tonística sobre la evolución de la moda: “Esta temporada hay un popurrí de tendencias, lo que es lo mismo que decir que cada una haga lo que le salga del moño. Se llevan los años 50, 60, 70 y hasta ochenta, y cada tienda, en función del criterio de la persona que compra la ropa, escoge una tendencia u otra.”
Para el fondo de armario de invierno, Lourdes aconseja invertir en una o dos prendas buenas, de calidad y buenos tejidos, en lugar de comprar muchas cosas. “Una prenda de abrigo, un vestido, una camisa y un pantalón, pero todo de excelente calidad, como la colección de Michel Kors –la primera línea- con una calidad de tejidos y hechuras impresionante.
Así es que chicas, ya sabéis este año hay que ponerse un poco más modositas, que el Ibex 35 no está para sobresaltos.
Por ejemplo, el otro día en mi reencuentro con Tono Sanmartín hablamos de cómo se presentaba el otoño y de cómo los cánones de belleza van cambiando cada vez más deprisa. Según Tono, las mujeres ya no buscamos provocar, aumentando la talla de sujetador y poniéndonos morritos, sino que lo que mola ahora es transmitir una imagen relajada y tranquila. “Era muy agotador estar todo el día excitando, tanto al hombre como a la mujer, andamos todos muy estresados y ahora la belleza es más relajada, no se busca tanto excitar como tranquilizar y transmitir calma y bienestar”… ¡Toma ya reflexión sociológica!, vamos, ni el mismísimo Jünger Habermas hubiese llegado a una conclusión tan diáfana después de leerse las obras completas de Aristóteles, Kant y Giddens.
Así es que, chicas, ya sabéis, ahora lo suyo ya no es ir por ahí de única Coca-cola del desierto, sino que más bien lo que tenemos que parecer es una tila en el salón de té de una dama inglesa. Relax y belleza, eso es lo que tenemos que transmitir, que la cosa ya está bastante agitada por ahí como para que nosotras vayamos provocando pequeños terremotos a la vuelta de cada esquina. Vamos, que más de un cirujano estético especializado en convertir los labios en morritos, lo va a pasar peor que la prima de riesgo española.
Tono acaba de llegar de Londres, donde ha participado en un concurso internacional de peluquería, y se conoce las tendencias mejor que un sociólogo de Berkeley. El concurso no es ninguna tontería. Allí ha tenido que medir talento con más de 400 peluqueros de 21 países, de lo mejorcito de cada casa, y para empezar, Tono ya ha sido seleccionado entre los 45 que pasarán a la final dentro de la categoría de vanguardia con el fotógrafo Rafa Fierres. Otro salón valenciano, Tony and Guy, ha pasado a la final en la categoría masculina. Habrá que esperar a finales de mes para conocer el resultado, ¡qué nervios!
Pero mi profunda conversación con Tono no se quedó ahí, mientras recortaba las maltrechas puntas de mi melena hablamos de las tendencias de moda para este invierno. Según él, la tendencia es que no hay tendencia, es decir, que las mujeres hacemos cada vez menos caso a los dictados de la moda. Antes comprábamos marca, ahora buscamos nuestro propio estilo, personal e intransferible, y a ser posible que dure dos o tres temporadas, que no están las finanzas personales para renovar el armario dos veces al año.
Al salir de la peluquería me crucé con Lourdes Verdeguer, de Patos (ya sabéis esa tienda de Poeta Querol que trae lo mejor de cada marca). Ella reafirmó la teoría Tonística sobre la evolución de la moda: “Esta temporada hay un popurrí de tendencias, lo que es lo mismo que decir que cada una haga lo que le salga del moño. Se llevan los años 50, 60, 70 y hasta ochenta, y cada tienda, en función del criterio de la persona que compra la ropa, escoge una tendencia u otra.”
Para el fondo de armario de invierno, Lourdes aconseja invertir en una o dos prendas buenas, de calidad y buenos tejidos, en lugar de comprar muchas cosas. “Una prenda de abrigo, un vestido, una camisa y un pantalón, pero todo de excelente calidad, como la colección de Michel Kors –la primera línea- con una calidad de tejidos y hechuras impresionante.
Así es que chicas, ya sabéis este año hay que ponerse un poco más modositas, que el Ibex 35 no está para sobresaltos.
miércoles, 31 de agosto de 2011
Se acabó el verano
Se acabó el verano. Las fiestas, los shorts, las chanclas, los mojitos, los chiringuitos de Javea, los baños en Cala Blanca… El concierto de Raphael en Benidorm, ayer noche, cerró definitivamente la temporada. Este año la vuelta será dura, al menos en lo que a la vida pública valenciana se refiere, porque tiene un futuro más triste que el de Jaime de Marichalar: recortes, reestructuraciones, cierres, despidos… Uff, ¡qué bajón!
Menos mal que la boda de la Duquesa de Alba con Alfonso Díez dará un poco de vidilla a la vuelta a la dura realidad y llenará de frivolidad más de una página de periódicos. Su primogénito, el Duque de Huéscar, ha pasado parte de su veraneo en Jávea, ossea, ossea. El heredero de la casa de Alba, y padrino de la boda junto con Carmen Tello la mujer de Curro Romero, suele venir por aquí porque una de sus muchas cuchipandis veranea en Javea, pero es tan, tan discreto, que raras veces se deja ver por los sitios de moda, como La Esquina, de Juan Mouchet, donde preparan unos Gin Tonic de muerte, Jalousie o Achill, que fundó Edgar Slama.
Pero si eres el heredero de la familia con más abolengo de Europa, antes o después, alguien alardea de haber coincidido contigo en un restaurante; hace una semana, él estuvo comiendo en Estapati, un restaurante de tapas en El Arenal, con un matrimonio de gente mayor, así los definió mi fuente de información, que no supo decirme más. ¡Córcholis!, la próxima vez ruego a mis discretas fuentes anónimas que agudicen el oído y cuenten algún detalle más.
Desde luego no es justo. Para una vez que podríamos tener una exclusiva mundial, con el padrino de la boda del año pasando unos días en Javea, va y el hombre hace lo imposible para pasar desapercibido y no da oportunidad ni para sacarle una foto echando las defensas del barco al agua antes de atracar. Nada que ver con el prototipo del nuevo rico, que con lo que ganó con la venta de su último solar se compra un megayate y se pone en la popa, así como quién no, sacando pecho y barriga para que le hagan un foto que constate su poderío.
Carlos Juan Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo es un hombre sobrio, tanto de aspecto como de costumbres. De él se sabe poco, que se casó en 1988 en Sevilla con la aristócrata Matilde Solís y Martínez de Campos, con quien tuvo dos hijos, y que se divorciaron trece años después a raíz de una depresión de ella. Hace poco tuvo una relación con Alicia Kloplowitz, pero lo llevaron con tanta discreción que apenas se publicaron fotos.
Una actitud que poco tiene que ver con la de su madre, que hace lo que le viene en gana y se dejaba ver estos días por Ibiza con un look juvenil flower-power de lo más llamativo. A la duquesa le encanta pasear por los mercadillos artesanales como el de Las Dalias y exhibirse con su futuro marido sin ningún tipo de recato.
Precisamente allí, en el Mercadillo de las Dalias, está vendiendo este verano sus joyas Enrique Paege, pareja del diputado del PP Felipe del Baño. La firma valenciana de joyería se llama Queen Morocco. Enrique se ocupa del diseño de todas las piezas y Felipe de la parte comercial y las relaciones externas. Son piezas únicas: maxi anillos, pulseras y collares con piezas antiguas afganas y marroquíes, mezcladas con piedras como turquesas, coral, turmalinas, agua marinas, y calaveritas de hueso en miniatura. Seguro que a la Duquesa de Alba le encantan, porque son joyas coloristas, con un aire sofisticado y desenfadado, para mujeres con carácter, de esas que van a su aire y tienen un puntito de excentricidad, nada discretas.
“Lo último que estamos haciendo son los bolsos y cestos de mimbre con incrustaciones de tela, piedras y cadenas que están causando furor en Ibiza. Son muchas las políticas valencianas enganchadas a Queen Morocco: Alicia de Miquel, Paula Sánchez de León, Asunción Quinzá, Verónica Marcos, Macarena Montesinos, Mónica Lorente o Sagrario Sánchez. Empresarias como Emi y Lola Senent. Además de personajes de televisión como Ana Rosa Quintana, María Teresa Campos o Mariló Montero”, dice del Baño.” En Valencia se venden en la tienda Opera Prima (Cirilo Amorós) y en Presen Rodríguez (Sorní).
Menos mal que la boda de la Duquesa de Alba con Alfonso Díez dará un poco de vidilla a la vuelta a la dura realidad y llenará de frivolidad más de una página de periódicos. Su primogénito, el Duque de Huéscar, ha pasado parte de su veraneo en Jávea, ossea, ossea. El heredero de la casa de Alba, y padrino de la boda junto con Carmen Tello la mujer de Curro Romero, suele venir por aquí porque una de sus muchas cuchipandis veranea en Javea, pero es tan, tan discreto, que raras veces se deja ver por los sitios de moda, como La Esquina, de Juan Mouchet, donde preparan unos Gin Tonic de muerte, Jalousie o Achill, que fundó Edgar Slama.
Pero si eres el heredero de la familia con más abolengo de Europa, antes o después, alguien alardea de haber coincidido contigo en un restaurante; hace una semana, él estuvo comiendo en Estapati, un restaurante de tapas en El Arenal, con un matrimonio de gente mayor, así los definió mi fuente de información, que no supo decirme más. ¡Córcholis!, la próxima vez ruego a mis discretas fuentes anónimas que agudicen el oído y cuenten algún detalle más.
Desde luego no es justo. Para una vez que podríamos tener una exclusiva mundial, con el padrino de la boda del año pasando unos días en Javea, va y el hombre hace lo imposible para pasar desapercibido y no da oportunidad ni para sacarle una foto echando las defensas del barco al agua antes de atracar. Nada que ver con el prototipo del nuevo rico, que con lo que ganó con la venta de su último solar se compra un megayate y se pone en la popa, así como quién no, sacando pecho y barriga para que le hagan un foto que constate su poderío.
Carlos Juan Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo es un hombre sobrio, tanto de aspecto como de costumbres. De él se sabe poco, que se casó en 1988 en Sevilla con la aristócrata Matilde Solís y Martínez de Campos, con quien tuvo dos hijos, y que se divorciaron trece años después a raíz de una depresión de ella. Hace poco tuvo una relación con Alicia Kloplowitz, pero lo llevaron con tanta discreción que apenas se publicaron fotos.
Una actitud que poco tiene que ver con la de su madre, que hace lo que le viene en gana y se dejaba ver estos días por Ibiza con un look juvenil flower-power de lo más llamativo. A la duquesa le encanta pasear por los mercadillos artesanales como el de Las Dalias y exhibirse con su futuro marido sin ningún tipo de recato.
Precisamente allí, en el Mercadillo de las Dalias, está vendiendo este verano sus joyas Enrique Paege, pareja del diputado del PP Felipe del Baño. La firma valenciana de joyería se llama Queen Morocco. Enrique se ocupa del diseño de todas las piezas y Felipe de la parte comercial y las relaciones externas. Son piezas únicas: maxi anillos, pulseras y collares con piezas antiguas afganas y marroquíes, mezcladas con piedras como turquesas, coral, turmalinas, agua marinas, y calaveritas de hueso en miniatura. Seguro que a la Duquesa de Alba le encantan, porque son joyas coloristas, con un aire sofisticado y desenfadado, para mujeres con carácter, de esas que van a su aire y tienen un puntito de excentricidad, nada discretas.
“Lo último que estamos haciendo son los bolsos y cestos de mimbre con incrustaciones de tela, piedras y cadenas que están causando furor en Ibiza. Son muchas las políticas valencianas enganchadas a Queen Morocco: Alicia de Miquel, Paula Sánchez de León, Asunción Quinzá, Verónica Marcos, Macarena Montesinos, Mónica Lorente o Sagrario Sánchez. Empresarias como Emi y Lola Senent. Además de personajes de televisión como Ana Rosa Quintana, María Teresa Campos o Mariló Montero”, dice del Baño.” En Valencia se venden en la tienda Opera Prima (Cirilo Amorós) y en Presen Rodríguez (Sorní).
martes, 23 de agosto de 2011
Se busca princesa, duquesa o similar
La Duquesita de Alba (Eugenia Martínez de Irujo), también conocida como la niña de los pareos, se encaprichó este verano de uno de los pareos que dos empresarias valencianas confeccionan artesanalmente en la casa que una de ellas tiene en Náquera. Eugenia paseaba por Ibiza y los vio en una tienda de Santa Gertrudis, ni corta ni perezosa tiró de tarjeta y se compro cuatro o cinco. Días después aparecía con uno de ellos en la portada de Hola y desde entonces Begoña Buqué y Ángeles Casanova, que así se llaman las dos empresarias, no dan abasto para atender sus pedidos.
Todo esto no deja de ser una anécdota, pero sirve para demostrar que el glamour vende.
Eso es precisamente lo que le falta al veraneo valenciano, glamour, famoseo, portadas de revistas, minutos en Sálvame de Luxe… Cierto es que tenemos en Belén Esteban en Benidorm, pero eso da para lo que da, que es más bien poco.
No es lo mismo que abras una tienda en Benicassim, donde lo mejor que te puede pasar es que le vendas un pareo a Paula Sánchez de León, que te puede hacer más o menos ilusión pero que no alterará la marcha de tu negocio, que hacerlo en Ibiza y que te lo compre la Duquesita y de la noche a la mañana te conviertas en la proveedora oficial de pareos de media España.
El veraneo valenciano es excesivamente localista. Le falta abrirse a los grandes círculos del glamour como Marbella, Sotogrande o Ibiza. Sólo así podrá hacerse un sitio en las portadas del Hola o de La Otra Crónica. Nos guste o no, una foto de Cayetana de Alba mirando con ojitos acaramelados a Alfonso Díez, o de los Príncipes de Asturias jugueteando con alguno de sus retoños en la popa de en un barco promociona el destino tanto o más como uno de los grandes eventos en los que nos hemos gastado lo que no teníamos.
Puerto Banus, Sotogrande o incluso Ibiza no tienen más atractivos que Javea, Moraira o Benicassim, sin embargo Claudia Schiffer jamás bronceó sus lindas piernas en el Portichol de Jávea. Tampoco los hijos de Carolina de Mónaco se han cogido nunca una buena turca en las discotecas de Oropesa.
Lo que no puede ser es que el glamour de Benicàssim esté a expensas de que Ricardo Costa o su hermano Juan se dejen ver por una fiesta; ni de que las expectativas de los fotógrafos en Jávea no vayan más allá de disparar sus flashes a Rita Barberá con su hermana Totón o a José Luis Olivas.
Quizás nos faltan mecenas del glamour: gente con dinero, que en Valencia haberla hayla tanto o más que en otros sitios, que organicen grandes fiestas o inviten a famosos en sus casas o en sus yates. Pero por alguna extraña razón nuestros ricos prefieren retirarse a sus casas en Fontanars, en Denia, en Navajas o en Les Platgetes.
Faltan grandes fiestas de verano, como las que organizaban los Suárez joyeros en Marbella, en las que invitaban a Isabel Preysler, perlas incluidas, y aceptaban que la buena de Isabel, para no sentirse sola, se trajese a su grupo de amigas: Nuria González, Marisa de Borbón o Cari Lapique.
Otra buena opción sería organizar un evento benéfico, de esos que montaba Gunilla Von Bismark hace años, o Antonio Banderas y Eva Longoria recientemente, en las que los ricos se gastan 500 euros por cubierto y los famosos menos ricos se dejan invitar porque entienden que ellos, por su cara bonita, se merecen eso y mucho más.
Sea como fuere, lo cierto es que si la Comunidad Valenciana quiere posicionarse como uno de los grandes destinos turísticos europeos, necesita algún reclamo que vaya más allá de la presencia en alguna de sus playas la presencia de los políticos locales de turno. Los eventos como la hípica, el Open de Tenis o la Fórmula 1, han servido para que sepan dónde estamos, pero no para que se queden.
Por cierto, los pareos de Begoña Buqué y Ángeles Casanova se pueden comprar en Valencia en su tienda The Lab. “Los hacemos nosotras con un algodón ecológico fantástico –dice Begoña-, los teñimos a mano y los lavamos y los secamos al aire libre en casa de Ángeles en Náquera; lo mejor del pareo es cada uno es diferente y que está hecho con algodón de camiseta, elástico, no tienes que caminar como una geisha para llevar un pareo, algo muy ridículo.”
Todo esto no deja de ser una anécdota, pero sirve para demostrar que el glamour vende.
Eso es precisamente lo que le falta al veraneo valenciano, glamour, famoseo, portadas de revistas, minutos en Sálvame de Luxe… Cierto es que tenemos en Belén Esteban en Benidorm, pero eso da para lo que da, que es más bien poco.
No es lo mismo que abras una tienda en Benicassim, donde lo mejor que te puede pasar es que le vendas un pareo a Paula Sánchez de León, que te puede hacer más o menos ilusión pero que no alterará la marcha de tu negocio, que hacerlo en Ibiza y que te lo compre la Duquesita y de la noche a la mañana te conviertas en la proveedora oficial de pareos de media España.
El veraneo valenciano es excesivamente localista. Le falta abrirse a los grandes círculos del glamour como Marbella, Sotogrande o Ibiza. Sólo así podrá hacerse un sitio en las portadas del Hola o de La Otra Crónica. Nos guste o no, una foto de Cayetana de Alba mirando con ojitos acaramelados a Alfonso Díez, o de los Príncipes de Asturias jugueteando con alguno de sus retoños en la popa de en un barco promociona el destino tanto o más como uno de los grandes eventos en los que nos hemos gastado lo que no teníamos.
Puerto Banus, Sotogrande o incluso Ibiza no tienen más atractivos que Javea, Moraira o Benicassim, sin embargo Claudia Schiffer jamás bronceó sus lindas piernas en el Portichol de Jávea. Tampoco los hijos de Carolina de Mónaco se han cogido nunca una buena turca en las discotecas de Oropesa.
Lo que no puede ser es que el glamour de Benicàssim esté a expensas de que Ricardo Costa o su hermano Juan se dejen ver por una fiesta; ni de que las expectativas de los fotógrafos en Jávea no vayan más allá de disparar sus flashes a Rita Barberá con su hermana Totón o a José Luis Olivas.
Quizás nos faltan mecenas del glamour: gente con dinero, que en Valencia haberla hayla tanto o más que en otros sitios, que organicen grandes fiestas o inviten a famosos en sus casas o en sus yates. Pero por alguna extraña razón nuestros ricos prefieren retirarse a sus casas en Fontanars, en Denia, en Navajas o en Les Platgetes.
Faltan grandes fiestas de verano, como las que organizaban los Suárez joyeros en Marbella, en las que invitaban a Isabel Preysler, perlas incluidas, y aceptaban que la buena de Isabel, para no sentirse sola, se trajese a su grupo de amigas: Nuria González, Marisa de Borbón o Cari Lapique.
Otra buena opción sería organizar un evento benéfico, de esos que montaba Gunilla Von Bismark hace años, o Antonio Banderas y Eva Longoria recientemente, en las que los ricos se gastan 500 euros por cubierto y los famosos menos ricos se dejan invitar porque entienden que ellos, por su cara bonita, se merecen eso y mucho más.
Sea como fuere, lo cierto es que si la Comunidad Valenciana quiere posicionarse como uno de los grandes destinos turísticos europeos, necesita algún reclamo que vaya más allá de la presencia en alguna de sus playas la presencia de los políticos locales de turno. Los eventos como la hípica, el Open de Tenis o la Fórmula 1, han servido para que sepan dónde estamos, pero no para que se queden.
Por cierto, los pareos de Begoña Buqué y Ángeles Casanova se pueden comprar en Valencia en su tienda The Lab. “Los hacemos nosotras con un algodón ecológico fantástico –dice Begoña-, los teñimos a mano y los lavamos y los secamos al aire libre en casa de Ángeles en Náquera; lo mejor del pareo es cada uno es diferente y que está hecho con algodón de camiseta, elástico, no tienes que caminar como una geisha para llevar un pareo, algo muy ridículo.”
miércoles, 17 de agosto de 2011
En la gloria
Cuando éramos pequeñas veíamos los anuncios veraniegos en la tele y soñábamos con que llegasen las vacaciones para vivir algo parecido: sol, playas, barcos, amigos, risas… Luego nuestros padres nos llevaban al pueblo de turno o al típico viaje familiar con tus hermanos dándote la lata todo el día y tus padres prohibiéndotelo todo. Entonces pensabas que el destino te había jugado una mala pasada y soñabas con emanciparte y largarte con un par de amigas, tipo Thelma y Louise, en busca de aquellos anuncios y de aquellos chicos hipermegamonos. Estabas segura de que ellos se fijarían en tí aunque no fueses una rubia explosiva con un tipazo de cortar el hipo, porque les ibas a cautivar primero con tu mirada y luego con tu intelecto. La vida volvió a darnos un mazazo, cuando los veranos fueron pasando y en nuestros viajes nunca encontramos aquellos anuncios y aún menos a aquellos chicos.
Y ahora, cuando ya ni te acordabas de aquellos sueños, te vienes una semana a La Marina y descubres que había que esperar a los cuarenta y venir aquí para encontrar lo que buscabas. Eso es la vida en las playas de La Marina: abandonarte a la siesta, al sol, a la desidia, a la comida y a los gintonics. Hacer la vida social que te apetezca y el ejercicio físico necesario para volver a tener hambre y saciarla sabiendo que con ello volverás a entrar en un estado de modorra que te llevará inevitablemente al sofá o en la tumbona. Y así, en tu duermevela, oyes a unas jovencitas tontear con chicos por el móvil y piensas: “uff, qué pereza”.
Cuando llevas así dos semanas te das cuenta de que sólo tienes dos grandes preocupaciones: una, cuántos kilos te habrás metido cuando vuelvas al trabajo, y dos, cómo te los quitarás de encima.
Para evadirte de esas dos grandes preocupaciones lo mejor es hacer planes, llenar la agenda: habrá que ir a cenar un día a Denia al restaurante de Quique Dacosta, habrá que ir al concierto de Raphael en Benidorm, habrá que dejarse ver por alguna fiesta privada, dejarse caer por alguno de los restaurantes del puerto o buscar algún amigo con barco que te lleve al Portichol a comer tortas de tomate, dormir la siesta en el barco y pasar la tarde merendando y tomando más gintonics. Genial, esto es la gloria, porque si no la gloria no es así, que nos avisen para no hacer el viaje en balde.
Y desde luego habrá que ir la verbena del Náutico, a fiestas, como las que suelen organizar gente como Mayrén Beneyto o Alicia De Miguel. Este año los De Miguel encargaron a Tonica, una cocinera del pueblo de toda la vida, que agasajase a sus invitados con un arroset al forn y mandonguilles de toyina de chuparse los dedos. A la porra las dietas.
Allí estuvieron Mayrén Beneyto, la doctora Teresa Bas, Marga Vilarrasa, Jesús y María Herrero, Santiago Reina, el Doctor Lainez y su mujer Elena, Vicky y Amparo Barrachina, Anuka Prat, Eva Marcellán y Alfonso Manglano y Vicente Barrera, ¡qué mono es este chico!
El menú de Quique Dacosta –portada del New York Times del 15 de junio- no se parece en casi nada al de Tonica, salvo en los ingredientes, en ambos productos de la tierra. La cocina de Dacosta es vanguardista y llega al minimalismo culinario. Uno de sus platos no tiene más ingrediente que un aguacate y otro una hoja de albahaca con canela, y así hasta treinta que componen el menú de verano ‘Sale el sol’. El jueves pasado, el mismísimo Ferrán Adriá comió en su restaurante, y no era la primera vez.
La gamba roja de Denia y el arroz Senia también forman parte del menú. Dacosta dice que tiene la suerte de vivir en un lugar mágico, a un lado la montaña, a otro el mar. “Nuestra cocina parte de un ecosistema que es privilegiado, sobre todo para un cocinero: mar, parques naturales, huerta, arrozales, cítricos, frutales, el saber hacer y la tradición del pueblo… Denia ha sabido encontrar el equilibrio entre la tranquilidad y la animación, la gente joven y mayor, entre lo orgánico y lo cool, entre lo urbano y lo rural, entre las playas de roca y de arena, entre lo ostentoso y lo discreto”… lo dicho, en la gloria.
Y ahora, cuando ya ni te acordabas de aquellos sueños, te vienes una semana a La Marina y descubres que había que esperar a los cuarenta y venir aquí para encontrar lo que buscabas. Eso es la vida en las playas de La Marina: abandonarte a la siesta, al sol, a la desidia, a la comida y a los gintonics. Hacer la vida social que te apetezca y el ejercicio físico necesario para volver a tener hambre y saciarla sabiendo que con ello volverás a entrar en un estado de modorra que te llevará inevitablemente al sofá o en la tumbona. Y así, en tu duermevela, oyes a unas jovencitas tontear con chicos por el móvil y piensas: “uff, qué pereza”.
Cuando llevas así dos semanas te das cuenta de que sólo tienes dos grandes preocupaciones: una, cuántos kilos te habrás metido cuando vuelvas al trabajo, y dos, cómo te los quitarás de encima.
Para evadirte de esas dos grandes preocupaciones lo mejor es hacer planes, llenar la agenda: habrá que ir a cenar un día a Denia al restaurante de Quique Dacosta, habrá que ir al concierto de Raphael en Benidorm, habrá que dejarse ver por alguna fiesta privada, dejarse caer por alguno de los restaurantes del puerto o buscar algún amigo con barco que te lleve al Portichol a comer tortas de tomate, dormir la siesta en el barco y pasar la tarde merendando y tomando más gintonics. Genial, esto es la gloria, porque si no la gloria no es así, que nos avisen para no hacer el viaje en balde.
Y desde luego habrá que ir la verbena del Náutico, a fiestas, como las que suelen organizar gente como Mayrén Beneyto o Alicia De Miguel. Este año los De Miguel encargaron a Tonica, una cocinera del pueblo de toda la vida, que agasajase a sus invitados con un arroset al forn y mandonguilles de toyina de chuparse los dedos. A la porra las dietas.
Allí estuvieron Mayrén Beneyto, la doctora Teresa Bas, Marga Vilarrasa, Jesús y María Herrero, Santiago Reina, el Doctor Lainez y su mujer Elena, Vicky y Amparo Barrachina, Anuka Prat, Eva Marcellán y Alfonso Manglano y Vicente Barrera, ¡qué mono es este chico!
El menú de Quique Dacosta –portada del New York Times del 15 de junio- no se parece en casi nada al de Tonica, salvo en los ingredientes, en ambos productos de la tierra. La cocina de Dacosta es vanguardista y llega al minimalismo culinario. Uno de sus platos no tiene más ingrediente que un aguacate y otro una hoja de albahaca con canela, y así hasta treinta que componen el menú de verano ‘Sale el sol’. El jueves pasado, el mismísimo Ferrán Adriá comió en su restaurante, y no era la primera vez.
La gamba roja de Denia y el arroz Senia también forman parte del menú. Dacosta dice que tiene la suerte de vivir en un lugar mágico, a un lado la montaña, a otro el mar. “Nuestra cocina parte de un ecosistema que es privilegiado, sobre todo para un cocinero: mar, parques naturales, huerta, arrozales, cítricos, frutales, el saber hacer y la tradición del pueblo… Denia ha sabido encontrar el equilibrio entre la tranquilidad y la animación, la gente joven y mayor, entre lo orgánico y lo cool, entre lo urbano y lo rural, entre las playas de roca y de arena, entre lo ostentoso y lo discreto”… lo dicho, en la gloria.
martes, 9 de agosto de 2011
Javea: como siempre y con los de siempre
Bueno, chicas ya estamos otra vez en Javea como todos los años. Unos cuantos carteles de “se vende” más de lo normal y por lo demás pocas novedades; aquí estamos los de siempre, claro que unos más “de siempre” que otros, porque ya sabéis que aquí la antigüedad es un grado, y no es lo mismo ser unos de los tropocientos recién llegados a cargo de una hipoteca y un apartamento de setenta metros, que poder presentar tus avales diciendo que tu primera borrachera la cogiste en el Molí. Sigue siendo una incógnita cómo puede ser que haya tanta gente que veraneaba aquí hace treinta años, cuando según ellos mismos dicen, aquí no veraneaba casi nadie… un misterio tan indescifrable como el de el éxito de Paquirrín con las mujeres.
Y allí precisamente, en la discoteca El Molí Blanc, fue donde se reunió el viernes por la noche el todo Javea, en una de esas fiestas para cuarentañeros que últimamente nos montan por doquier los hermanos Aliño.
Se corrió la voz por Jávea que allí iba a estar todo el mundo y esa vieja técnica de marketing les funcionó: el viernes por la tarde media Javea andaba como loca buscando una entrada para no perderse la fiesta del verano. Decían que la mismísima Rita Barberá se iba a pasar por el viejo Molí, y aunque más de uno de la espero, ella no apareció. Sí que estuvieron algunos peperos de pro, como el Diputado José Marí Olano, el director general de deporte, Mateo Castellá con Sandra, su estilosísima novia. Más nombres de la política valenciana: Cristina Albamonte, directora general de Relaciones Informativas, y Pablo Landecho, el hasta hace poco hombre de confianza de nuestro ya expresidente, Francisco Camps.
Por lo demás, muchos cuarentones veraneantes de aquí desde que en televisión emitían los Mazinguer Z. Como Cuchita Lluch, Susana Lozano y Carlos Serra, de El Mercader de Indias, Manuel Quintanero, de la feria gastronómica Millesime, Maribel Cosme, de Cecoval, con su marido Fernando Rodríguez.
La Hacienda, otra de las discotecas de la época, celebrará su fiesta remember en un par de semanas, el 18 de agosto. La Hacienda y la Siesta fueron famosas en los años dorados de Javea, cuando vascos, madrileños y hasta italianos llegaron aquí atraídos por sus calas. Luego estaba la Sal, un sitio de copas llamado así por la ruta de la Sal de Javea a Ibiza, que montaron una pandilla de amigos de familias bien de Bilbao. Champagne y Achill están en manos de Edgard Slama, un francés dueño también de La Boheme y la Siesta. La noche de Javea es suya.
Javea es animada, dentro de un orden, por la noche y tranquila por el día. La verdad es que es difícil encontrar en toda España sitios más agradables para hacer un plan de barco que las costas de Javea, si exceptuamos, claro está, Ibiza y Formentera. Quizás por eso empezó a venir aquí la gente bien de Valencia y unos atrajeron a los otros, y al final lo que tenemos hoy es una playa en la que cuesta encontrar la vulgaridad que abunda en otras.
La estética del verano se presta mucho a arrinconar el buen gusto, a preferir la comodidad y a abandonar las normas más básicas de la urbanidad; y eso es lo que no pasa en Javea y lo que la convierte en un sitio especial.
Cuando te acostumbras a esto, te cuesta aclimatarte a otros ambientes menos fisnos, porque el rollito de hacer una paella en el complejo, con todos esos hombres oliendo a humo y hartándose de tomar cervezas, mientras cuentan chistes más o menos verdes, puede ser divertido, pero no pega en un ambiente distinguido como el de Javea. Aquí, la paella no se hace en el paellero del complejo, sino que se encarga en el Tenis, que las hace de película y te ahorras los olores y el riesgo de que se tizne el polo de Hackett.
Juana Muylaer, dueña de la tienda Nakuti, una francesa que cambió París por Javea, cuenta que lo primero que le sorprendió de esta playa fue ver cómo las jovencitas evitaban los tangas o las trasparencias. El topless y el tanga brasileño no están ni estarán nunca de moda en Javea.
Y allí precisamente, en la discoteca El Molí Blanc, fue donde se reunió el viernes por la noche el todo Javea, en una de esas fiestas para cuarentañeros que últimamente nos montan por doquier los hermanos Aliño.
Se corrió la voz por Jávea que allí iba a estar todo el mundo y esa vieja técnica de marketing les funcionó: el viernes por la tarde media Javea andaba como loca buscando una entrada para no perderse la fiesta del verano. Decían que la mismísima Rita Barberá se iba a pasar por el viejo Molí, y aunque más de uno de la espero, ella no apareció. Sí que estuvieron algunos peperos de pro, como el Diputado José Marí Olano, el director general de deporte, Mateo Castellá con Sandra, su estilosísima novia. Más nombres de la política valenciana: Cristina Albamonte, directora general de Relaciones Informativas, y Pablo Landecho, el hasta hace poco hombre de confianza de nuestro ya expresidente, Francisco Camps.
Por lo demás, muchos cuarentones veraneantes de aquí desde que en televisión emitían los Mazinguer Z. Como Cuchita Lluch, Susana Lozano y Carlos Serra, de El Mercader de Indias, Manuel Quintanero, de la feria gastronómica Millesime, Maribel Cosme, de Cecoval, con su marido Fernando Rodríguez.
La Hacienda, otra de las discotecas de la época, celebrará su fiesta remember en un par de semanas, el 18 de agosto. La Hacienda y la Siesta fueron famosas en los años dorados de Javea, cuando vascos, madrileños y hasta italianos llegaron aquí atraídos por sus calas. Luego estaba la Sal, un sitio de copas llamado así por la ruta de la Sal de Javea a Ibiza, que montaron una pandilla de amigos de familias bien de Bilbao. Champagne y Achill están en manos de Edgard Slama, un francés dueño también de La Boheme y la Siesta. La noche de Javea es suya.
Javea es animada, dentro de un orden, por la noche y tranquila por el día. La verdad es que es difícil encontrar en toda España sitios más agradables para hacer un plan de barco que las costas de Javea, si exceptuamos, claro está, Ibiza y Formentera. Quizás por eso empezó a venir aquí la gente bien de Valencia y unos atrajeron a los otros, y al final lo que tenemos hoy es una playa en la que cuesta encontrar la vulgaridad que abunda en otras.
La estética del verano se presta mucho a arrinconar el buen gusto, a preferir la comodidad y a abandonar las normas más básicas de la urbanidad; y eso es lo que no pasa en Javea y lo que la convierte en un sitio especial.
Cuando te acostumbras a esto, te cuesta aclimatarte a otros ambientes menos fisnos, porque el rollito de hacer una paella en el complejo, con todos esos hombres oliendo a humo y hartándose de tomar cervezas, mientras cuentan chistes más o menos verdes, puede ser divertido, pero no pega en un ambiente distinguido como el de Javea. Aquí, la paella no se hace en el paellero del complejo, sino que se encarga en el Tenis, que las hace de película y te ahorras los olores y el riesgo de que se tizne el polo de Hackett.
Juana Muylaer, dueña de la tienda Nakuti, una francesa que cambió París por Javea, cuenta que lo primero que le sorprendió de esta playa fue ver cómo las jovencitas evitaban los tangas o las trasparencias. El topless y el tanga brasileño no están ni estarán nunca de moda en Javea.
jueves, 4 de agosto de 2011
Fabristas de toda la vida
Vaya verano descafeinado que nos ha tocado este año: meses y meses de operación bikini y cientos de euros en tratamientos milagro para poder lucir palmito en la playa, y ahora estos días tormentosos nos meten en casa y estropean nuestros incipientes bronceados… A ver ahora cómo te presentas, así de blancucha, a tomar algo en los chiringuitos de Javea. Ya me veo allí, sentada con unas cuantas chicas, todas con nuestras camisolas puestas y esperando a ver quién es la valiente que da el primer paso y enseña sus blanquecinos hombros a la concurrencia. No es justo, una vez más me pido ser hombre y a ser posible tipo Javier Bardem, como los de antes, con mucho pelo para estar igual de moreno en enero que en agosto.
Tampoco es justo que tu traje de baño del año pasado parezca más antiguo que un Seat
mil quinientos y los de los hombres sean los mismos desde hace treinta años: tipo nadador marcador de bultaco para los más macarrillas y tipo floreao jamaicano para el resto. Sin embargo, nosotras tenemos el traje de baño, el bikini, el trikini, el tanga, el sujetador de triangulito, tipo bandeau, y ahora, por si fuera poco, las americanas amenazan con poner de moda los tankinis, un bañador cortado como si fuera una camiseta.
El año que viene Dolores Cortés ya tendrá en su tienda algún tankini. Acaba de desfilar en Miami, de hecho es la única diseñadora española que ha desfilado en la pasarela de baño más importante del mundo. Su nombre no figura entre los agraciados que desfilarán este año en la Valencia Fashion-week (VFW)y eso que este año hay un apartado especial de moda de baño. Pero los organizadores del evento subvencionado con el dinero de todos los valencianos, es decir, Alex Vidal y compañía, han preferido incluir a diseñadores de la Pasarela Moda Cálida de Gran Canaria: si alguien lo entiende que levante la mano.
Claro que las cosas que pasan en la VFW cada vez cuestan más de entender. La moda valenciana tiene tres o cuatro grandes nombres: Hannibal Laguna, Dolores Cortes, Francis Montesinos, Miquel Suay, Elisa Palomino y alguno más. Los cuatro desfilan este año en Madrid Fashion Week. Ninguno en el Ágora, que cada año se afianza más y más como el gran escaparate de Don Alex Vidal.
A nuestra pasarela le pasa como a nuestra Comunidad, que ha entrado en un declive inmisericorde y a estas alturas ya no le queda ni un solo nombre que le dé cierta relevancia no ya solo internacional, sino ni siquiera nacional. Se han ido, o lo que es peor han cerrado sus empresas, Tonuca, Noelia Navarro, Carola Falgás, Alejandro Sáez de la Torre.... Dice Alex Vidal que eso es porque la Generalitat cada vez le da menos dinero, como si las cosas por aquí estuviesen para ir promocionando a diseñadores canarios, que son, junto con Alex Vidal junior, las estrellas de esta edición. La verdad es que como sigan así y los pocos que van acaben cerrando, dentro de un par de años no querrán desfilar en el Ágora ni los vendedores del Mercadillo de Pelayo.
Claro que ahora tenemos nuevo President y quizás ponga un poquet de trellat, donde hasta ahora de forment ni un gra. Por cierto, nuestro flamante nuevo President tiene ante sí grandes retos y uno de ellos es marcar estilo: no hay político que se precie que acabe creando escuela entre sus acólitos a la hora de vestir. Desde los viejos socialistas y aquellas chaquetas de pana, pasando por Aznar y sus cazadoras, Zaplana y sus inmaculados trajes con corbatas magistralmente anudadas o Zapatero con sus vaqueros y americana.
Alberto Fabra tiene, hasta ahora, un look excesivamente pepero en el que alguien debería innovar. No sé, quizás debería mostrarse un mitin con unas urban shoes - Puma, Bikkembergs, Converse…-.en lugar de los campsinos, perdón cansinos, castellanos de Sebago. Uff, si lo hace que avise porque me pido abrir una cadena de tiendas de zapatos urbans, para despedirme de una vez de esta maldita crisis que me tiene atacá. Ya me veo yo allí, en mi tienda, despachando con todos los peperos de pro de Valencia: diputados, conselleres, secretarios autonómicos, alcaldes y demás. Todos como locos a comprarse tres o cuatro pares de urbans para que nadie pueda decir que ello no han sido fabristas de toda la vida.
Tampoco es justo que tu traje de baño del año pasado parezca más antiguo que un Seat
mil quinientos y los de los hombres sean los mismos desde hace treinta años: tipo nadador marcador de bultaco para los más macarrillas y tipo floreao jamaicano para el resto. Sin embargo, nosotras tenemos el traje de baño, el bikini, el trikini, el tanga, el sujetador de triangulito, tipo bandeau, y ahora, por si fuera poco, las americanas amenazan con poner de moda los tankinis, un bañador cortado como si fuera una camiseta.
El año que viene Dolores Cortés ya tendrá en su tienda algún tankini. Acaba de desfilar en Miami, de hecho es la única diseñadora española que ha desfilado en la pasarela de baño más importante del mundo. Su nombre no figura entre los agraciados que desfilarán este año en la Valencia Fashion-week (VFW)y eso que este año hay un apartado especial de moda de baño. Pero los organizadores del evento subvencionado con el dinero de todos los valencianos, es decir, Alex Vidal y compañía, han preferido incluir a diseñadores de la Pasarela Moda Cálida de Gran Canaria: si alguien lo entiende que levante la mano.
Claro que las cosas que pasan en la VFW cada vez cuestan más de entender. La moda valenciana tiene tres o cuatro grandes nombres: Hannibal Laguna, Dolores Cortes, Francis Montesinos, Miquel Suay, Elisa Palomino y alguno más. Los cuatro desfilan este año en Madrid Fashion Week. Ninguno en el Ágora, que cada año se afianza más y más como el gran escaparate de Don Alex Vidal.
A nuestra pasarela le pasa como a nuestra Comunidad, que ha entrado en un declive inmisericorde y a estas alturas ya no le queda ni un solo nombre que le dé cierta relevancia no ya solo internacional, sino ni siquiera nacional. Se han ido, o lo que es peor han cerrado sus empresas, Tonuca, Noelia Navarro, Carola Falgás, Alejandro Sáez de la Torre.... Dice Alex Vidal que eso es porque la Generalitat cada vez le da menos dinero, como si las cosas por aquí estuviesen para ir promocionando a diseñadores canarios, que son, junto con Alex Vidal junior, las estrellas de esta edición. La verdad es que como sigan así y los pocos que van acaben cerrando, dentro de un par de años no querrán desfilar en el Ágora ni los vendedores del Mercadillo de Pelayo.
Claro que ahora tenemos nuevo President y quizás ponga un poquet de trellat, donde hasta ahora de forment ni un gra. Por cierto, nuestro flamante nuevo President tiene ante sí grandes retos y uno de ellos es marcar estilo: no hay político que se precie que acabe creando escuela entre sus acólitos a la hora de vestir. Desde los viejos socialistas y aquellas chaquetas de pana, pasando por Aznar y sus cazadoras, Zaplana y sus inmaculados trajes con corbatas magistralmente anudadas o Zapatero con sus vaqueros y americana.
Alberto Fabra tiene, hasta ahora, un look excesivamente pepero en el que alguien debería innovar. No sé, quizás debería mostrarse un mitin con unas urban shoes - Puma, Bikkembergs, Converse…-.en lugar de los campsinos, perdón cansinos, castellanos de Sebago. Uff, si lo hace que avise porque me pido abrir una cadena de tiendas de zapatos urbans, para despedirme de una vez de esta maldita crisis que me tiene atacá. Ya me veo yo allí, en mi tienda, despachando con todos los peperos de pro de Valencia: diputados, conselleres, secretarios autonómicos, alcaldes y demás. Todos como locos a comprarse tres o cuatro pares de urbans para que nadie pueda decir que ello no han sido fabristas de toda la vida.
jueves, 21 de julio de 2011
Valencia busca celebrity
Valencia no tiene celebrities: famosos que den glamour a una fiesta, que enloquezcan a los fotógrafos y que llenen un photocall. Gente como la que fue a la fiesta de verano de Paloma Segrelles y que lleva dos semanas llenando páginas de fotos en La Otra Crónica: Blanca Cuesta y Borja Thyssen, Gema Ruiz –la ex de Álvarez Cascos-, María Zurita, Jesús Quintero, Anne Igartiburu, Patricia Rato, Genoveva Casanova…
Hay famosos que lo son por méritos propios: deportistas, cantantes, actores; otros lo son porque le han echado morro la vida o porque se han liado con algún famoso y desde entonces viven del cuento. También los hay porque tienen un apellido de alta alcurnia o porque viven de la fama de sus padres.
Sea como fuere, el caso es que en Valencia no hay de los unos ni de los otros. Tenemos a Nuria Roca a Enrique Ponce y poco más. Eso sin contar, claro está, a nuestros políticos que esos sí que llenan portadas y páginas de periódicos, pero claro no es cuestión de presentar en un Photo call, para dar glamur a una fiesta, a nuestro Presidente Camps acompañado de unos cuantos amigos tipo Ricardo Costa o Rafael Betoret; aunque tal y como van las cosas, nunca se sabe: hoy estás en la cima de la política local y mañana, quién sabe, igual acabas siendo la estrella de los photocall, cosas más raras se han visto.
Arturo Valls no es una estrella de los photocalls pero aporta una brizna de glamour y simpatía allá donde va. Esta semana estuvo aquí presentando una camiseta solidaria diseñada por él en colaboración con Socarrat Studio y cuyos beneficios serán destinados a la Fundación Pequeño Deseo, que trata de hacer realidad los deseos de cientos de niños con enfermedades crónicas o de mal pronóstico. Las camisetas cuestan 15 euros y se pueden comprar en la web de la Fundación Pequeño Deseo y de Socarrat Studio.
Por la noche, la revista Tendencias organizó su famosa fiesta de verano: gente guapa, catering de Fernando Aliño de el Alto, que nunca falla, y unas chuches que pusieron en peligro la estricta dieta del verano, pero bueno, una noche es una noche.
Entre los invitados, muchas caras conocidas de la sociedad y la moda local: Alfonso Manglano y Eva Marcellán, Sonsoles Gómez-Torres y Fernando Cerveró, el joyero Vicente Gracia, Omery Romero de Antonio Romero Joyeros, el diseñador Ramón Gurillo, Paula Jiménez de Laiglesia de Brindis Catering, Susana Lozano y Carlos Serra de Mercader de Indias, Natalia Segrelles, Javier Botella, Sergio Villanueva, Lorena y Rosana Oliver de Araventum, Borja Agramunt Sáez-Merino, Elena Meléndez, Cayetano López Llobet…
Ángela Pla siempre pide un dresscode a la moda para ir a su fiesta de verano, pero el de este año era especialmente complicado, había que vestir de tonos flúor. Algunas optaron por recurrir al color en bolsos y complementos, pero más de una se tiró a la piscina y aquello parecía una escena de Mujeres al borde de un ataque de nervios, ¡cuánto colorín! Se echaba en falta un sencillo vestido negro, relajante y tranquilizador, como en que lució el jueves Carolina Ferré en la inauguración de los nuevos uniformes del Valencia en la tienda El Ganso.
La Ferré lució tipazo y sonrisa con un petite robe noir de lo más fresquito. Los futbolistas Bruno Saltor, Adil Rami y Tino Costa hicieron de modelos del uniforme que tiene un toque british y sesentero típico de El Ganso, y allí estuvo, como no, el Presidente del Valencia Manuel Llorente. Por cierto, la tienda es una monada, ocupa el bajo de Jorge Juan que ha dejado Tommy Hilfiger, que ya veremos en qué nuevo local aterriza.
Además de El Ganso, acaban de abrir tienda en Valencia Hakei, también en Jorge Juan 7, y Nekane, en la calle Sorní. La semana que viene, ¡más detalles! Que famosos no tenemos, pero tiendas abrimos más que años cumple la Preysler.
Hay famosos que lo son por méritos propios: deportistas, cantantes, actores; otros lo son porque le han echado morro la vida o porque se han liado con algún famoso y desde entonces viven del cuento. También los hay porque tienen un apellido de alta alcurnia o porque viven de la fama de sus padres.
Sea como fuere, el caso es que en Valencia no hay de los unos ni de los otros. Tenemos a Nuria Roca a Enrique Ponce y poco más. Eso sin contar, claro está, a nuestros políticos que esos sí que llenan portadas y páginas de periódicos, pero claro no es cuestión de presentar en un Photo call, para dar glamur a una fiesta, a nuestro Presidente Camps acompañado de unos cuantos amigos tipo Ricardo Costa o Rafael Betoret; aunque tal y como van las cosas, nunca se sabe: hoy estás en la cima de la política local y mañana, quién sabe, igual acabas siendo la estrella de los photocall, cosas más raras se han visto.
Arturo Valls no es una estrella de los photocalls pero aporta una brizna de glamour y simpatía allá donde va. Esta semana estuvo aquí presentando una camiseta solidaria diseñada por él en colaboración con Socarrat Studio y cuyos beneficios serán destinados a la Fundación Pequeño Deseo, que trata de hacer realidad los deseos de cientos de niños con enfermedades crónicas o de mal pronóstico. Las camisetas cuestan 15 euros y se pueden comprar en la web de la Fundación Pequeño Deseo y de Socarrat Studio.
Por la noche, la revista Tendencias organizó su famosa fiesta de verano: gente guapa, catering de Fernando Aliño de el Alto, que nunca falla, y unas chuches que pusieron en peligro la estricta dieta del verano, pero bueno, una noche es una noche.
Entre los invitados, muchas caras conocidas de la sociedad y la moda local: Alfonso Manglano y Eva Marcellán, Sonsoles Gómez-Torres y Fernando Cerveró, el joyero Vicente Gracia, Omery Romero de Antonio Romero Joyeros, el diseñador Ramón Gurillo, Paula Jiménez de Laiglesia de Brindis Catering, Susana Lozano y Carlos Serra de Mercader de Indias, Natalia Segrelles, Javier Botella, Sergio Villanueva, Lorena y Rosana Oliver de Araventum, Borja Agramunt Sáez-Merino, Elena Meléndez, Cayetano López Llobet…
Ángela Pla siempre pide un dresscode a la moda para ir a su fiesta de verano, pero el de este año era especialmente complicado, había que vestir de tonos flúor. Algunas optaron por recurrir al color en bolsos y complementos, pero más de una se tiró a la piscina y aquello parecía una escena de Mujeres al borde de un ataque de nervios, ¡cuánto colorín! Se echaba en falta un sencillo vestido negro, relajante y tranquilizador, como en que lució el jueves Carolina Ferré en la inauguración de los nuevos uniformes del Valencia en la tienda El Ganso.
La Ferré lució tipazo y sonrisa con un petite robe noir de lo más fresquito. Los futbolistas Bruno Saltor, Adil Rami y Tino Costa hicieron de modelos del uniforme que tiene un toque british y sesentero típico de El Ganso, y allí estuvo, como no, el Presidente del Valencia Manuel Llorente. Por cierto, la tienda es una monada, ocupa el bajo de Jorge Juan que ha dejado Tommy Hilfiger, que ya veremos en qué nuevo local aterriza.
Además de El Ganso, acaban de abrir tienda en Valencia Hakei, también en Jorge Juan 7, y Nekane, en la calle Sorní. La semana que viene, ¡más detalles! Que famosos no tenemos, pero tiendas abrimos más que años cumple la Preysler.
jueves, 14 de julio de 2011
Ramón Gurillo: de Picassent al mundo
A principios de los noventa, un chaval de Picassent, que todavía no había cumplido los veinte, se montó un pequeño taller para hacer prendas de punto por encargo. La técnica la aprendió de su madre y él añadió su creatividad y algunos conocimientos de diseño aprendidos en la mítica escuela Barreira.
El chaval tenía ambiciones, y en 1998 se lió la manta al cuello y se largó a Londres. Allí siguió con lo suyo: las rebecas con aire grunge y punto grueso, los vestidos de lana o ganchillo desestructurados y con muestras trabajadas, el crochet y las piezas de aire artesanal, tan artesanal que sólo se podían confeccionar a mano.
Sus prendas se pueden encontrar hoy en las tiendas más exclusivas de medio mundo: en Liberty y en Browns –Londres-, en Los Ángeles, en París, en Boston y en Tokio. Hace dos años desfiló en la Semana de la Moda de Londres y Suzy Menkes, columnista de Yo Dona y una de las gurús de la moda internacional, dijo entonces de él en el International Herald Tribune que había “venido de Valencia para mostrar en Londres la extraordinaria tradición del punto mediterráneo”. Hay que tener en cuenta que para un diseñador no es cosa menor salir citado en la columna de Menkes, que es como el Wall Street Journal para un yupi de la bolsa.
El año pasado, el número de septiembre del Vogue inglés –el súper número más gordo y leído- lo seleccionó como uno de los nuevos talentos más relevantes de la temporada. Y la cantante Cheryl Cole eligió sus modelitos para uno de sus vídeos musicales y para un editorial en la revista Q Magazine.
Por cierto, él se llama Ramón Gurillo hace años desfiló un par de ocasiones en la Semana de la Moda de Valencia, desde entonces ni está ni se le espera, pero él sigue haciendo marcha. El jueves organizó un desfile en L’Umbracle, al que asistió Beatriz Simó, concejala del Cap i Casal, como única representante del establishment valenciano. También estuvieron por allí, entre otros, el pintor Horacio Silva, Julián Calatrava, el diseñador Nacho Murillo, la galerista Patricia Puchol, el diseñador Miquel Suay, la estilista Rosa Cervera…
Gurillo dice que su fuente de inspiración es estética tradicional valenciana y en eso recuerda a los inicios de Francis Montesinos. Pero lo mejor de todo es su forma de trabajo. Acostumbrados como estamos a que los grandes diseñadores deleguen la confección a talleres de las chimbambas, sorprende que quienes confeccionan las prendas de Gurillo sean señoras de los alrededores de Picassent que trabajan como vieron hacerlo a sus abuelas. Vamos algo parecido a lo que siempre cuentas los hermanos Lladró, cuando dicen que las mejores artistas de la porcelana son las mujeres valencianas, o como el joyero Vicente Gracia que, inspirándose también en la tradición valenciana, ha llevado sus joyas a Barneys en Nueva York. Vamos, que lo valenciano, cuando se sabe vender y cuando sale al mundo sin complejos, llega a lo más alto.
Lástima que en Valencia todavía no se haya hecho un nombre. Su ropa sólo se vende en Eleven, la tienda de ropa de Guillermo Miralles, y sólo la colección de hombre. Eso sí, sus rebecas de hombre son ideales para mujer, cómodas y relajadas, para ir con un look urbano y sofisticado. Menos mal que Gurillo abrirá dentro de nada su tienda online.
El desfile de Gurillo no fue el único sarao en L’Umbracle. El miércoles, la empresa de viajes Nautalia presentó sus nuevas agencias de viaje, 200 en toda España y 20 en la Comunidad Valenciana. Más de 2500 invitados disfrutaron de monólogos del Club de la Comedia, música de jazz en directo y cóctel. Por allí estuvo Carlota Serratosa, Cruz Vico, Nacho Gómez-Trenor, Cristina Cisneros y el diseñador Xavier Calvo.
No muy lejos, en las Animas Puerto, Dolores Cortés organizó un desfile de baño de lo más chic y en la entrada de la discoteca expuso los trajes de baño de la exposición retrospectiva traída directamente del Museo de Villarreal.
Y la semana que viene más. El martes, la revista Tendencias celebra su famosa fiesta del verano en el bar High Cube, el que está frente a Mar de Bamboo. El dresscode es fluor, ¡toma castaña! Si te invitan a una fiesta con el dresscode fluor y a ti el rosa fosforito no te gusta ni para subrayar apuntes, tienes un problema gordo amiga. En fin, habrá que encontrar modelito aún en las peores circunstancias.
El chaval tenía ambiciones, y en 1998 se lió la manta al cuello y se largó a Londres. Allí siguió con lo suyo: las rebecas con aire grunge y punto grueso, los vestidos de lana o ganchillo desestructurados y con muestras trabajadas, el crochet y las piezas de aire artesanal, tan artesanal que sólo se podían confeccionar a mano.
Sus prendas se pueden encontrar hoy en las tiendas más exclusivas de medio mundo: en Liberty y en Browns –Londres-, en Los Ángeles, en París, en Boston y en Tokio. Hace dos años desfiló en la Semana de la Moda de Londres y Suzy Menkes, columnista de Yo Dona y una de las gurús de la moda internacional, dijo entonces de él en el International Herald Tribune que había “venido de Valencia para mostrar en Londres la extraordinaria tradición del punto mediterráneo”. Hay que tener en cuenta que para un diseñador no es cosa menor salir citado en la columna de Menkes, que es como el Wall Street Journal para un yupi de la bolsa.
El año pasado, el número de septiembre del Vogue inglés –el súper número más gordo y leído- lo seleccionó como uno de los nuevos talentos más relevantes de la temporada. Y la cantante Cheryl Cole eligió sus modelitos para uno de sus vídeos musicales y para un editorial en la revista Q Magazine.
Por cierto, él se llama Ramón Gurillo hace años desfiló un par de ocasiones en la Semana de la Moda de Valencia, desde entonces ni está ni se le espera, pero él sigue haciendo marcha. El jueves organizó un desfile en L’Umbracle, al que asistió Beatriz Simó, concejala del Cap i Casal, como única representante del establishment valenciano. También estuvieron por allí, entre otros, el pintor Horacio Silva, Julián Calatrava, el diseñador Nacho Murillo, la galerista Patricia Puchol, el diseñador Miquel Suay, la estilista Rosa Cervera…
Gurillo dice que su fuente de inspiración es estética tradicional valenciana y en eso recuerda a los inicios de Francis Montesinos. Pero lo mejor de todo es su forma de trabajo. Acostumbrados como estamos a que los grandes diseñadores deleguen la confección a talleres de las chimbambas, sorprende que quienes confeccionan las prendas de Gurillo sean señoras de los alrededores de Picassent que trabajan como vieron hacerlo a sus abuelas. Vamos algo parecido a lo que siempre cuentas los hermanos Lladró, cuando dicen que las mejores artistas de la porcelana son las mujeres valencianas, o como el joyero Vicente Gracia que, inspirándose también en la tradición valenciana, ha llevado sus joyas a Barneys en Nueva York. Vamos, que lo valenciano, cuando se sabe vender y cuando sale al mundo sin complejos, llega a lo más alto.
Lástima que en Valencia todavía no se haya hecho un nombre. Su ropa sólo se vende en Eleven, la tienda de ropa de Guillermo Miralles, y sólo la colección de hombre. Eso sí, sus rebecas de hombre son ideales para mujer, cómodas y relajadas, para ir con un look urbano y sofisticado. Menos mal que Gurillo abrirá dentro de nada su tienda online.
El desfile de Gurillo no fue el único sarao en L’Umbracle. El miércoles, la empresa de viajes Nautalia presentó sus nuevas agencias de viaje, 200 en toda España y 20 en la Comunidad Valenciana. Más de 2500 invitados disfrutaron de monólogos del Club de la Comedia, música de jazz en directo y cóctel. Por allí estuvo Carlota Serratosa, Cruz Vico, Nacho Gómez-Trenor, Cristina Cisneros y el diseñador Xavier Calvo.
No muy lejos, en las Animas Puerto, Dolores Cortés organizó un desfile de baño de lo más chic y en la entrada de la discoteca expuso los trajes de baño de la exposición retrospectiva traída directamente del Museo de Villarreal.
Y la semana que viene más. El martes, la revista Tendencias celebra su famosa fiesta del verano en el bar High Cube, el que está frente a Mar de Bamboo. El dresscode es fluor, ¡toma castaña! Si te invitan a una fiesta con el dresscode fluor y a ti el rosa fosforito no te gusta ni para subrayar apuntes, tienes un problema gordo amiga. En fin, habrá que encontrar modelito aún en las peores circunstancias.
sábado, 2 de julio de 2011
Doña Leti se quedó en casa
La semana pasada se nos casó Alberto de Mónaco, nadie podrá decir que el chico se ha apresurado, y mientras la realeza brindaba en Mónaco por los novios, nuestro Príncipe Felipe cenaba en el Náutico de Valencia. Su mujer debió de quedarse en casa, para mí que un poco de bajón porque, hija, debe de ser un poco frustrante ser princesa y no ir a esa boda. Imagínatelo, todas las princesas del mundo: Mary Donaldson de Dinamarca, Máxima Zorreguieta de Holanda, Mette-Marit de Noruega, Matilde de Bélgica, llamándose unas a otras por teléfono para cotillear el modelito que se van a poner, y tú en casa con cara de perro porque no vas a ir. Seguro que hubo bronca conyugal, la típica bronca que tienes con tu marido porque tu familia política ha liado la madeja y al final eres tú la que se queda en casa. Y el final de la bronca debió de acabar en un: “(…) pues me quedo en casa y no salgo, así que a Valencia te vas tú solito o que te acompañen tu mamá y tus hermanas”.
El caso es que el Príncipe se vino a Valencia con su mejor sonrisa, estuvo todo el día navegando en el Aifos como patrón y cenó en el Naútico con varios almirantes, entre ellos el Almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, Manuel Rebollo, el presidente del Náutico de Valencia, Manuel Pons, regatistas y armadores.
Al día siguiente siguió regateando y no se sabe si a lo largo del día le llamaría su mujer a ver qué tal le iba, o si seguiría en casa enfurruñada viendo las fotos de sus amigas en la boda de Alberto.
La semana pasada también estuvo por aquí una prima lejana de Don Felipe, Olivia de Borbón, que vino a inaugurar la joyería Aristocrazy, la línea más juvenil de la firma Suárez, que son los joyeros que diseñaron el anillo de compromiso de Letizia. Suárez también acaba de abrir su nueva tienda de 120 metros cuadrados en el Corte Inglés de Pintor Sorolla.
Lo más sorprendente es el precio de los brillantes. Por mil y poco puedes tener un anillo de compromiso, no como el de Doña Leti, pero la mar de apañadito. Dice Encarna Roig, la encargada de la tienda, que los Suárez son de los pocos dealer que hay en España, es decir, que compran directamente a los mayoristas de diamantes, y por eso los precios son ajustados. Ahora bien, lo más de lo más es el collar de perlas que luce en escaparate, de los que suele llevar Isabel Preysler que es imagen de la firma desde hace un lustro. El collar es hipnótico, no puedes dejar de mirarlo, las perlas tienen un color y un reflejo que…uff. Me cuenta Encarna, que se emociona al hablar de joyas porque es diamantóloga, que el propio Emiliano Suárez se encarga de montar los collares, tarda entre cinco y seis años en encontrar las perlas que encajen por tamaño y color y él mismo las ensambla con todo el mimo del mundo. ¡Ay, qué pena que el collar cueste 30.000 eurines! Por cierto, Encarna me contó que es un error guardar las perlas en la caja fuerte porque necesitan mimos y que las saques a pasear. A más de una le ha pasado que después de años en la caja de un banco, se encuentre con sus perlas descascarilladas y de color verdoso. Y lo peor es que si se mueren no hay forma de recuperarlas. Tragedia total.
El jueves, Celia Valiente organizó una fiesta en la discoteca Red Valencia para celebrar que se ha quedado con la empresa Gama Congresos. La presentadora fue Lydia Peters y hubo copas, picaeta y hasta desfiel de modelos de Valentín Herráiz, que estaba emocionado con el reciente nombramiento de Lorenzo Caprile, en un tiempo modisto de la princesa, como socio de honor del Gremio de Sastres y Modistas. Además, se sirvió el nuevo vino Bisila de las bodegas Torre Oria. El mismo jueves, Dolores Enguix invitó a Moët en su óptica de la calle Barcelonina para celebrar su aniversario. Hay que ver el escaparate tan chulo que le ha dedicado a Cartier y la colección completa de gafas de Tom Ford y las californianas Oliver Peoples, ¡son lo más de lo más!
El caso es que el Príncipe se vino a Valencia con su mejor sonrisa, estuvo todo el día navegando en el Aifos como patrón y cenó en el Naútico con varios almirantes, entre ellos el Almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, Manuel Rebollo, el presidente del Náutico de Valencia, Manuel Pons, regatistas y armadores.
Al día siguiente siguió regateando y no se sabe si a lo largo del día le llamaría su mujer a ver qué tal le iba, o si seguiría en casa enfurruñada viendo las fotos de sus amigas en la boda de Alberto.
La semana pasada también estuvo por aquí una prima lejana de Don Felipe, Olivia de Borbón, que vino a inaugurar la joyería Aristocrazy, la línea más juvenil de la firma Suárez, que son los joyeros que diseñaron el anillo de compromiso de Letizia. Suárez también acaba de abrir su nueva tienda de 120 metros cuadrados en el Corte Inglés de Pintor Sorolla.
Lo más sorprendente es el precio de los brillantes. Por mil y poco puedes tener un anillo de compromiso, no como el de Doña Leti, pero la mar de apañadito. Dice Encarna Roig, la encargada de la tienda, que los Suárez son de los pocos dealer que hay en España, es decir, que compran directamente a los mayoristas de diamantes, y por eso los precios son ajustados. Ahora bien, lo más de lo más es el collar de perlas que luce en escaparate, de los que suele llevar Isabel Preysler que es imagen de la firma desde hace un lustro. El collar es hipnótico, no puedes dejar de mirarlo, las perlas tienen un color y un reflejo que…uff. Me cuenta Encarna, que se emociona al hablar de joyas porque es diamantóloga, que el propio Emiliano Suárez se encarga de montar los collares, tarda entre cinco y seis años en encontrar las perlas que encajen por tamaño y color y él mismo las ensambla con todo el mimo del mundo. ¡Ay, qué pena que el collar cueste 30.000 eurines! Por cierto, Encarna me contó que es un error guardar las perlas en la caja fuerte porque necesitan mimos y que las saques a pasear. A más de una le ha pasado que después de años en la caja de un banco, se encuentre con sus perlas descascarilladas y de color verdoso. Y lo peor es que si se mueren no hay forma de recuperarlas. Tragedia total.
El jueves, Celia Valiente organizó una fiesta en la discoteca Red Valencia para celebrar que se ha quedado con la empresa Gama Congresos. La presentadora fue Lydia Peters y hubo copas, picaeta y hasta desfiel de modelos de Valentín Herráiz, que estaba emocionado con el reciente nombramiento de Lorenzo Caprile, en un tiempo modisto de la princesa, como socio de honor del Gremio de Sastres y Modistas. Además, se sirvió el nuevo vino Bisila de las bodegas Torre Oria. El mismo jueves, Dolores Enguix invitó a Moët en su óptica de la calle Barcelonina para celebrar su aniversario. Hay que ver el escaparate tan chulo que le ha dedicado a Cartier y la colección completa de gafas de Tom Ford y las californianas Oliver Peoples, ¡son lo más de lo más!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)