martes, 28 de mayo de 2013

Aznar y la cerveza Turia

¿Qué tienen en común Aznar y la cerveza Turia? Que los dos han emergido de su olvido esta semana y a más de uno le han hecho añorar tiempos pasados. El ex presidente, con un entrevista que ha zarandeado las conciencias peperas. La cerveza, con un relanzamiento de su marca. 
Chicas, ¿os acordáis de la cerveza Turia? Las más viejas del lugar seguro que aún recuerdan aquellas tardes en Tascas (en el barrio de San Bult) o en Pamplonicas (Cánovas), cuando al botellón se le llamaba litrona de la que bebíamos todos a morro. Por aquel entonces Heineken nos sonaba al nombre de un filósofo alemán y si nos hubiesen preguntado por Voll-Dam habríamos dicho que no nos gustaba el heavy metal.

Aquellas litronas eran Turia y los que se las daban de entendidos en cerveza intentaban diferenciarla del Aguila, que era su única competencia. Al final los catalanes de Damm se quedaron con la marca Turia y la relegaron al duro mundo del barril, desde el que la marca fue poco a poco cayendo en el olvido. Pero hete aquí que esta semana, justo el día después de que Aznar nos recordase que el pasado sigue vivo, los chicos de Cul de Sac, por encargo de Damm, han relanzado la vieja marca cervecera. Si Aznar ha renovado su imagen quitándose el bigote, la cerveza ha modernizado su etiqueta con las Torres de Serranos.

En Cul de Sac, que de tendencias saben un rato, dicen que ahora se vuelve a valorar la riqueza de los productos locales, con su historia, peculiaridades y sabores distintos. Y deben tener razón, fíjate en la L’Alqueria Blanca. De repente, descubrimos que la historia de la familia Falcó y los Pedreguer nos interesaba tanto como los líos de Angela Chaning. Por cierto a ver cuándo estos chicos de Canal 9 sacan cuatro euros y la vuelven a emitir, porque si no están para estas cosas, habrá que preguntarse para que están.

El lanzamiento del nuevo botellín se hizo este jueves con una fiesta en una pop-up-store (tienda efímera) abierta en Martínez Medina, en Marqués de Dos Aguas. Una parte de la tienda se ha reconvertido en “Casa Turia” y allí se venderán en exclusiva y durante unas semanas los botellines de cerveza y merchandising (vasos, bolsas de tela…).

A la fiesta acudieron Jorge Bretón y Javier de Andrés, de la Sucursal, el arquitecto Ramón Esteve con Maite Sebastiá (Telva), el torero Vicente Barrerá y su hermana Esther, Silvia Escolá, Carlos Pascual y Elena Ravello, Silvino Navarro y Lucía Morales, Bárbara Jiménez de la Iglesia del catering Cocotte, Jose Miguel Piquer, Rosana Oliver de la agencia Araventum, Valentín Sanchez Arrieta, de Valen&Cía, Sonsoles Gómez Torres y Fernando Cerveró, el arquitecto Rafael Alcón, Cuchita LLuch, Ricard Camarena, Amparo Martínez Medina, Lucía y Paloma del Portillo

Después, muchos invitados se acercaron hasta la tienda de Hugo Boss, que esa noche celebraba los veinte años de su firma Hugo. Además, fueron Enrique Lodares, Paola Dominguín, Chema Lafuente y la dicharachera María Abradelo.

Y el mismo jueves abrió el Mercado de Tapinería en Ciutat Vella, en las plazas Guillen del Rey y Cobertizo de Santo Tomás. Es un espacio con encanto en una plaza peatonal que alberga tiendas efímeras, un bar y un centro cultural. Cada dos semanas, cambia la decoración, los productos de las tiendas y los talleres. La temática de la primera convocatoria es “Destapate”: colecciones de ropa de verano de las firmas UKE, Le Spot Shop, Miguel Palacio, Marta de Diego, Bambola, Salomé Joyas, los cosméticos Mary Kay… La fiesta de inauguración fue divertidísima, con gominolas, palomitas, patatas y cerveza a tutiplén. ¡Y abre hasta en domingo!

Estos días es un no parar de fiestas y cócteles. José Carlos González y Antonio Belarte, de la firma Plattia, inauguraron su nueva tienda en Ciscar 45, con una colección de joyas en plata y bronce de lo más estilosas. Y Rocío Bacharach presentó la colección de joyas de Marina Danko en el Hospes Palau de la Mar, piezas con mucho color elaboradas con piedras semipreciosas perfectas para el verano. Se venden en Weekend, junto con las sandalias a la carta Verde Esmeralda y los tocados de Mimoki. A la presentación fueron Pepa Navarrete, Belén González Barranca, Teresa Palacios, Amparo López, Beatriz Pechuán y Mimi Puigmoltó.

lunes, 20 de mayo de 2013

Podemos vivir 120 años

Nos van a volver locas: la ciencia lucha por alargar la esperanza de vida y al mismo tiempo los cánones de belleza se empeñan en estigmatizar cualquier síntoma del paso de los años. Nuestras madres trataban de parecerse a nosotras, quizás nosotras algún día tratemos de parecernos a nuestras tataranietas.
Alfredo Bataller es el dueño del Sha Wellness Clinic, ya sabéis: esa clínica spa que está cerca de Benidorm y que frecuentan, entre otros, la jequesa de Qatar y Naomi Campbell. El jueves organizó una comida en el Westin: gazpacho de escarola (el tomate está prohibido en la dieta macrobiótica), tataki de atún con rissotto de hongos y de postre bizcocho de lima y helado de canela ¡sin un gramo de azúcar!


Bataller glosó las gracias de la comida macrobiótica que sirven en su spa y en una de aquellas nos dijo que nuestro cuerpo está preparado para vivir 120 años… Muerta matá, me quedé: ¡¡¡120 años, Dios mío!!! los fabricantes de botox se van a poner las botas como alarguemos la vida hasta los 120 años. ¿Cómo conservar la textura del cutis más de un siglo?, ¿Cómo frenaremos el crecimiento de las ojeras a partir de los noventa?; y el pelo, ¿qué me decís del pelo?, a ver quién es la guapa que para entonces mantiene una melena con una pizca de su color natural.

Ya me estoy viendo en el Casino de Agricultura jugando la XXXIX edición del torneo de parchís con un grupo de amigas que nos conocimos hace cuarenta años, cuanto teníamos ochenta y creíamos que aquella primera edición quizás sería la última en la que estaríamos todas juntas.

Pues Bataller está convencido de que con la dieta macrobiótica y terapias alternativas fusionadas con la medicina convencional podemos llegar a los ochenta en la plenitud de la vida y allá dónde va transmite convencido su descubrimiento.

En el almuerzo del jueves ejerció de anfitrión con su hijo Alejandro y con Carlos García-Calvo. Entre los invitados, Mayrén Beneyto con una chaqueta de Prada ideal, María Leon, Consuelo Císcar, Cuchita Lluch, delgadísima después de pasar por el doctor Sopena; Paola Dominguín, que no necesita ponerse a dieta, y su diseñador favorito, Francis Montesinos; Juan Andrés Mompó, que cada día corre tropecientos kilómetros y está ágil cual gacela; Presen Rodríguez, tan alegre que es como un antidepresivo; Nacho Gómez-Trenor, el diputado Toño Peral y el economista Luís Caruana.

Estuvo Verónica Montijano con su marido José Luis Vilanova, súper estilosos los dos, y la madre de Verónica , Ana García, habitual del Casino de Agricultura donde no se pierde su partidita diaria de bridge con sus amigas; y el estilista Víctor Alonso; y Lola Narváez, y José Cosme, tan gentleman como siempre, y las estupendas Carmen Altea, Amparo Lacomba, Carmen Topete y María Teresa Monsonís, Ana Varela de Chapeau, Esperanza Vila, Vicen Fernández y Cristina Aparici, y artístas como Nanda Botella, el escultor Miquel Navarro y el pintor Vicente Peris.

Al almuerzo fue Valentín Herráiz, que el miércoles presentó en su estudio su nueva colección de gala. Vestidos largos con bordados, chantillís, lentejuelas, tules, volantes y plisados en colores blanco y negro con beiges, nudes, oro y plata. Valentín expuso además la colección de pinturas "Pasarela" de Vicente Peris, un trabajo sobre la desfiles de moda con lienzos de gran formato, y las esculturas de Vicente Ortiz, de madera, mármol y hierro, con volúmenes tan especiales que dan ganas de acariciarlas.

El catering lo sirvió Carmen Topeté y el champagne fue Moët. Invitados, muchos de los que se encontraron al día siguiente en la comida del Westin, como Carlos García-Calvo y Cuchita Lluch, y otros que no: Charo Sainz, Amparo Royo, Emilio Carbonell, Agustín Morera, Merche Villar, Belén Aliaga, Eugenia y Conchita Cañamás, Sara Guazo y Chimo Serrano, Vicente Colom, Enma Amutio, María Ángeles Miguel, Lourdes López y Javier Verdeguer, de Patos, y Javier Monedero.

En fin, que os dejo pensando en cómo será vuestra vida dentro de 80 años. Puede que nuestro cuerpo esté programado para ello, pero eso supondría una revolución en las relaciones personales, para empezar en el matrimonio que como dice un amigo, es una institución pensada para cuando la esperanza de vida era de cuarenta años, ahora que es de ochenta hay que replanteársela… Así es que si llega a ser de 120, ni te cuento.

lunes, 13 de mayo de 2013

Boda de Juana Roig y Alvaro Otero

Una vez has elegido al novio, lo más difícil del día de tu boda es conseguir que todo, desde el vestido hasta la iglesia que elijas, sea acorde con tú personalidad. El sabado se casó la hija de Juan Roig, su amor por el ballet y por la tierra que la vio nacer impregnaron la ceremonia y su celebración.
El vestido de novia refleja bien la personalidad de una mujer. Cuando tomas la primera Comunión, tu vestido refleja la personalidad de tu madre; cuando te casas, si consigues imponer tu opinión sobre madres, suegras, cuñadas, hermanas y amigas, al final conseguirás que tu vestido diga mucho de ti.
Como dice la diseñadora de novias Noelia Navarro, el vestido se tiene que adaptar al físico pero sobre todo a la personalidad y eso no siempre es fácil. Hay novias aristocráticas como reinas, otras princesas de cuentos, las hay que parecen niñas de comunión y otras seductoras actrices; a algunas les gusta sentirse ligeras para poder bailar hasta el amanecer y otras prefieren tejidos sólidos y armados que les den seguridad y aplomo.

El sábado18 de mayo se casó Juana Roig, con Álvaro Otero, hijo de Eduardo Otero, Jefe de Equipo de Cirugía Cardiovascular del Hospital Clínico. Lo hicieron en San Nicolás, lo cual ya dice mucho de la personalidad de los novios: eligieron una iglesia discreta, en el corazón de Valencia, que no hace ninguna ostentación de su belleza, de su valor artístico e histórico.

La novia eligió a la valenciana Marta de Diego para su vestido. Juana es aficionada al ballet desde niña y eso se notó en toda la boda, empezando por el vestido, entallado, de líneas puras y falda evase. El vestido era de tul de seda y gasa con bordados en cristal, nácar y unas finísimas cadenas de plata que daban relieve a la tela. Para su confección, Marta utilizó treinta metros de tul, dieciocho de encaje de Caláis y trescientas plumas, pero lo más espectacular era la espalda del vestido, con un recogido en forma de lazada de plumas, de donde salía la cola de gasa y tul.

El tocado de Antonio Romero era de plumas de cisne, como los que lleva la princesa del Lago de los Cisnes, bajo un moño de Tono Sanmartín. Los pendientes fueron el regalo de pedida de los padres del novio.

Marta de Diego vistió también a la madre de Juana, Hortensia Herrero, de largo, como todas las invitadas, con un vestido con mucho rigor en crepe de seda de un color verde azulado, de silueta marcada y con vuelo en la falda, con la espalda llena de chatones de swarovski en tonalidades degradé.

La boda fue un desfile de alta costura. La madrina, María Luisa Pérez, llevó un diseño de Lorenzo Caprile, mientras que la hermana del novio, María, uno de Alex Vidal. Hortensia Roig fue vestida de Marta de Diego y las otras dos hermanas de la novia, Carolina y Amparo, eligieron vestidos de Chapeau (un Valentino rosa nude espectacular) y Tot-hom. Verónica Montijano vistió a Maida Roig, una de las primas de la novia, con una falda y top de Etro en blanco y negro con estampado paisley. Y Elena Barber Gómez-Medeviela, consuegra de Juan Roig, llevó uno de alta costura de Presen Rodríguez.

Lo celebraron en l’Hemisfèric, y siguiendo con su particular homenaje al ballet, seis bailarinas del Conservatorio Profesional de Danza de Valencia, bajo la dirección de Gema Casino y Rafa Darder, daban la bienvenida a los invitados sobre plataformas levantadas en las piscinas de L’Hemisfèric. Jesús Barrachina sirvió el catering, flores Feliú decoró la Iglesia y l’Hemisfèric y Lorena Oliver, de Araventum, ayudó en la ambientación.

Entre los invitados, los tíos de la novia, Fernando Roig junto a su mujer, Elena Negueroles y Francisco Roig, junto a Magdalena Melchor; Trinidad Roig y Amparo Roig, junto a su marido, Andrés Morata; Paco Raga, Director General del Valencia Basket, junto a su mujer Teresa Ríos. Josep Terradellas, presidente de Casa Tarradellas, con su mujer, Anna Falgueras; el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, y Verónica Ceballos; el presidente de la Federación Empresarial de Agroalimentación de la Comunidad Valenciana, Federico Félix, acompañado de María José Lavech; Juan Manuel González Serna, presidente de Grupo Siro, junto a su esposa, Lucía Urbán; el empresario y presidente de EDEM, Manuel Palma; Francisco Pons, de AVE, junto a Bárbara Sancho.

martes, 7 de mayo de 2013

Rastrillos y mercadillos

Como las ventas están más bajas que una acción de Bankia, hay que echarle a la vida imaginación para levantar el ánimo del consumidor y sacarle las cuatro perras que Montoro le ha dejado en el bolsillo. Por ejemplo, un día estás en tu casa, frente a tu armario, viendo una y mil veces la ropa que cuelga de la percha y que ya tienes más vista que el torso peludo de tu marido: aquel que antaño te parecía una oda al erotismo y que ahora apartas a codazos para que te deje dormir. Miras las faldas, las camisas y las chaquetas y dices, pero qué harta estoy de vosotras, ojalá pudiese cambiaros a todas.


Pues he aquí que alguien ha inventado “De armario a armario”: tú dejas la que ya no utilizas y a cambio te llevas la que otros ya no se ponen, ¿a que es genial? Dice su promotora, Mariola Marcet, que se le ocurrió esta idea porque tenía muchas prendas sin poner prácticamente nuevas y porque siempre le había divertido compartir ropa con amigas o usar la antigua de su madre. “Inicialmente pensamos en cambiar directamente una prenda por otra, pero como es difícil coincidir en talla, vimos que era mejor canjear la ropa por puntos, para poder comprar otras prendas con ellos”.

Dicho y hecho. La próxima edición, ya van por la sexta, será en Boix Cosmetics, en Pascual y Genís. Las que quieran participar, pueden dejar la ropa los días 6 y 8 de mayo y el intercambio será el próximo sábado y domingo, de 5 a 9 de la noche.

Arantxa Botella fue de las pioneras en esto de la compraventa de ropa. Su rastrillo de la calle del Mar es un paraíso para las fashionistas con bajo presupuesto: tienes pradas, marnis, guccis, bolsos de Miu Miu… vamos, que media Chapeau acaba en el rastrillo de Arantxa, zapatos incluidos. Claro que no es lo mismo ver la ropa nuevecita, colgando espaciosa en ese espacio tan cuidado que es Chapeau, que verla usada y apelotonada como en un vulgar mercadillo. Pero, en fin, son cosas de nuestro tiempo. Por cierto, Chapeau sigue ahí, aunque para muchas sea ya casi como un sueño de la infancia. Pero hay que pasarse de vez en cuando por allí porque es como hacerlo por un museo de arte moderno, puedes ver los vestidos de Jil Sander, que por fin ha vuelto a diseñar para su firma y son la perfección de la línea, el corte y el tejido. O la última colección de Prada inspirada en Japón, con sus flores de ikebana cosidas a mano, capaces de emocionar tanto como una obra de arte contemporánea.

Si los rastrillos se están poniendo de moda, los mercadillos ya ni te cuento. La semana pasada, abrió uno en el Casino de Agricultura y este finde otro en la planta baja del Mercado de Colón. El primero se bautizó como Woman Shopping y a juzgar por el éxito seguro que repite. El del Mercado de Colón, instalado en la planta baja, ya va por su sexta edición, se llama Cool Market y lo organizan María Noguera y Paula Alcón. Puedes encontrar ropa de niños, vestidos y camisolas ibicencas, cestas de paja decoradas, collares, tocados, abalorios, bolsos tejidos a mano y tomar un aperitivo de Cocotte, el catering de Bárbara y Paula Jiménez de Laiglesia.

A los comerciantes los mercadillos les gustan lo justo, porque argumentan que compiten sin tener que mantener un local abierto todo el año, con sus impuestos, sus inspecciones y su personal, pero lo cierto es que seguirán abriendo porque son entretenidos, te pueden solucionar un domingo ocioso y encima tienen ese aire hippie ibicenco que tan de moda están poniendo las aristócratas. Ahí tienes a Tatiana Santodomingo, la futura nuera de Carolina de Mónaco, a la que le encanta vestir con ropa bohemia que parece sacada de los piriguachis. Si encima, lo que venden es barato, pues ale, mercadillos a tutiplén.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Así no hay quien viva


Juro por todas mis diademas de Hello Kity, que ya no aguanto más este estrés. Toda la semana oyendo decir que las cosas empiezan a mejorar, que ya hemos pasado lo peor, y de pronto el viernes nos dicen que tararí que te vi, que esto todavía va para largo. ¡Jopé!, así no hay quien planifique un fondo de armario. Ya no sabes si ha llegado el momento de ponerte más las prendas caras, porque pronto las podrás reponer, o si tienes que seguir reservándolas, porque todavía no se vislumbra el momento en el que tú banquero vuelva a activarte la tarjeta de crédito. De Guindos y Montoro deberían saber que este país no despegará mientras nuestros fondos de armario vivan en esa incertidumbre.
Mientras esos dos señores se aclaran, a nosotras no nos queda otra que soñar con tiempos mejores. Mayrén Beneyto, que sabe reconocer el talento, ha organizado una exposición con la obra de Juan Andrés Mompó en el Palau de la Música. La exposición se titula “Colgando de un hilo” porque los vestidos de Juan Andrés Mompó lucen sin maniquíes, suspendidos en el aire, y parecen esculturas flotantes. Mompó es un artista del volumen y las texturas. Mezcla rafias con sedas, pajas con tafetanes, espigas con tules y rasos lujosos con tela de saco. El resultado es inquietante pero exquisito. Te das cuenta de que estás delante de la obra de un artista.
En la exposición no sólo hay vestidos de Mompó. También y fotografías enmarcadas con detalles de los vestidos, bocetos de trajes y telas pintadas por él mismo. Hay bolsos y tocados que fuera de contexto parecen todavía más escultóricos, recortes de prensa y fotografías de su colección personal. Y por supuesto vestidos, más de uno cedido por clientas fieles, como Mayrén, que siempre se queda con las piezas menos convencionales, como la chaqueta confeccionada con cuerda.
La inauguración de la muestra fue el miércoles pasado. Allí estuvo Mayrén Beneyto con Juan Andrés Mompó y Ramón Almazán. Y entre los invitados, Elena García del Moral, María José Murgui, María Dolores Canós, Nanda Botella, Rappel, Laura y Blanca Fitera y Gadea Fitera, Charo Fontdemora, Jaime Brull y Lola Vega, con su hijo, Mercedes Carreras, Yolanda Iturraspe, Carmen Topete, Condesa de Altea; Marisa Monzonís, Ana Iborra, María José Navarro, viuda de Gómez-Ferrer, Maiti Moroder, Tono Sanmartín,Cristina Navarro, Pablo Noguera y Javier Monedero de las bodegas Hispano-Suizas. Fueron también artistas como Javier Calvo, Horacio Silva, Vicente Colom y José Cosme, que acompañó a su madre Presen Rodríguez.
Presen no se pierde un sarao, y menos si los organiza una amiga. El jueves estuvo en el cóctel que organizó Encarga Roig para presentar la nueva colección de Acosta en la tienda de la Plaza del Patriarca. A pesar de la lluvia, no se lo perdieron María Dolores Enguix, de la Optica Climent, Lila Albanozzo, de Il Baco da Seta, los joyeros Antonio Jordán padre e hijo y Vi Pamblanco.
Presen contó que tiene clientas que vienen desde Madrid para encargar sus vestidos. Con la de tiendas que hay en Madrid, ¿por qué buscar su vestido en Valencia? Porque se conocen de memoria las colecciones de las primeras firmas de lujo y buscan ropa distinta con la que puedan epatar en la próxima fiesta, sin temor a que alguien pueda repetir el modelito. Además, el plan no puede ser más chachi, cogen un AVE el viernes, se pasan a la prueba del vestido y ale, todo el finde a disfrutar del mar en el Hotel Las Arenas.
Presen está convencida de que aquí hay mucho talento pero que no nos lo creemos ni nosotros mismos. Y no va desencaminada. Ahí está el diseñador Juan Andrés Mompó, que si hubiera vivido en París o en NY sería considerado uno de los grandes creadores de la costura del mundo mundial. De Mompó todo el mundo habla bien. Así es que mientras esperamos que vuelvan las largas tardes de compras, siempre podremos apañarnos con cualquier cosa e ir a ver esa exposición.

Foto (Eva Ripoll): Mayrén Beneyto y Juan Andrés Mompó