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martes, 8 de septiembre de 2020

Comienzo de curso


A la vida social de septiembre le pasa como a la vuelta al cole de los niños. Nadie tiene certeza de cómo será. Los chats de padres echan humo con las preguntas: ¿alguien sabe qué horario tienen?, ¿qué turno le toca a mi hijo? ¿se ducharán después de hacer deporte? Te dejas el móvil un rato y cuando lo coges de nuevo tienes 50 mensajes más.

Pues con la vida social ídem. Todo son incógnitas. ¿Volveremos a reunirnos en una cata de vino?, ¿cómo serán las inauguraciones? ¿nos tendremos que maquillar bajo la mascarilla? ¿Cómo saludar a los conocidos? Y las fotos, madre mía, esas fotos con la mascarilla puesta son horrorosas, pero claro, para sacarte una foto sin mascarilla tendrías que estar a un metro de tu amiga y así no hay que saque una foto decente. Por no hablar de los cócteles, que ya no se sirven en bandejas, sino en raciones individuales metidas en cajas, y ahí vas tú, con tu cajita de cartón que no te quedan manos para cogerla.


Mientras tanto, los centros de la vida social vuelven a la actividad. El teatro Olympia estrena obra la semana próxima y el Casino de Agricultura ya abrió esta semana para los socios. Esta temporada habrá cursos, tertulias y por supuesto tardes de juego de bridge y canasta. Las jugadoras de canastera despidieron el verano con una con caldereta de marisco de Dénia que prepararon en el club social Mareny Blau. ¡Cómo se lo montan estas señoras, me encantan!

El Ateneo también ha abierto, de hecho no cerró en verano. Además de la programación habitual, durante este mes cada jueves organiza un concierto Candle Light de música sinfónica clásica a la luz de la velas. En grupos reducidos, claro.

Otras asociaciones, como la Orden del Querer Saber de Marisa Marín, prefieren mantener las reuniones virtuales. Muchas de las citas de la próxima temporada están abocadas a celebrarse así. Por ejemplo, la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid, donde este año desfilará por primera vez la valenciana Isabel Sanchís. Será en parte presencial, pero con mucho menos aforo. Algunos, como el alicantino Juan Vidal, se han descolgado de la pasarela, pero nos queda Dolores Cortés y Hannibal Laguna. Ya veremos si este año hay famosas en primera fila o prefieren quedarse en casa a salir en la foto con mascarilla.

Mientras unos vuelven al trabajo, como el diseñador Valentín Herráiz, que está preparando colección, otros apuran las vacaciones. El artista José Cosme estuvo en Galicia visitando varios pazos, “entre ellos el Pazo Quinteiro fa Cruz de Pedro Piñeiro, uno de los mayores productores de camelias del mundo. También visite a los Marqueses de Fuente Sol, Pepe y Cocola, que en su pazo vecino al de Meiras tenían adoptada una ternera que rechazó la madre y era como una mascota más. Nos deleitaron con una empanada de zamburiñas impresionante.”


Mayrén Beneyto
invitó a sus amigas a una merienda en su casa de Beniarbeig. Fueron Pura Barber, Carmen de Rosa, Loli Marco, Rosario Oliver, Blanca Martí, Pilar Devesa, Rosa Terencio, Amparo de Rojas y Elisa Antoli Candela.

Cerca, en Denia, Carlos Cervera celebró su cumpleaños en el L’Erizo del trampolín con un grupo de amigos, entre ellos la artista Marusela Granell, la ceramista Mónica Carbonell, Amparo Soler, Susana y Encarna Ruiz, Alex Clavo y Javier Martínez Rubio. La fiesta acabó en la casa que tienen en Denia el joyero Vicente Gracia y su mujer Mónica Jareño.


Y Julia Pérez Broseta, que no se pierde una, estuvo cenando con su hija Begoña Cuadrado y su su prima Ane de Vicente en una cena en Oganyo preparada a seis manos por el cocinero Karlos Moreno y los chefs Alberto Ferruz restaurante Bon Amb, con dos estrellas Michelin, y Borja Susilla y Clara Puig, del restaurante Tula, con una estrella Michelín. Cuchita Lluch también aprovechó estos días para comer con su marido Juan Echanove en el restaurante de Quique Dacosta.

lunes, 11 de marzo de 2019

Poderío femenino


De pronto un día llegas a casa y tu Pepe está acurrucado en el sofá, tapado con una manta y con los ojos llorosos. Le preguntas qué le pasa; él te mira fijamente, tratando de contenerse, pero no lo puede evitar y rompe a llorar como una magdalena mientras te asegura una y mil veces que no le pasa nada, sólo que está “plof”. Tú le entiendes perfectamente, porque a ti te ha pasado más de una vez, y a tu hija, a tus amigas… Pero ¡a tu Pepe!, a él sólo le has visto llorar en situaciones extremas, con un llanto contenido y breve. Te escabulles como quien va a la habitación a ponerse cómoda y vuelve enseguida para hablar con él. Pero antes de volver llamas a una amiga psicóloga y ella te lo explica: sí, eso ahora pasa mucho, es la nueva masculinidad. ¿Qué me estás contando? Como lo oyes, es el nuevo hombre que ya no oculta sus sentimientos, ni se muestra como un bastión de fortaleza en las situaciones difíciles. Cuelgas y no sabes qué hacer, si ir a consolarle dándole besos o llamar a tu abogada e iniciar cuanto antes los trámites del divorcio.

La lucha feminista tiene un reverso al que la mayoría de mujeres no nos hemos enfrentado. Es el nuevo hombre y tenemos que aprender a enamorarnos de él. Se mostrará vulnerable, pejiguero con sus cremas y cosas de aseo, indiferente si su sueldo es la mitad que el nuestro, incluso orgulloso de que así sea, pendiente de que no falte jabón para la lavadora y dispuesto a sacrificar la final de fútbol de su equipo para que nosotras veamos un capítulo de nuestra serie. ¡Ahhh, nadie nos ha preparado para esto!
Mientras ellos andan perdidos buscando su nueva identidad y nosotras expectantes ante lo que se nos pueda venir encima, el feminismo sigue conquistando cotas de poder. Esta semana, las mujeres han protagonizado varias demostraciones de poderío. 
La primera fue el martes. Fuvane, la Fundación para el apoyo de niños con parálisis cerebral, organizó una comida benéfica para mujeres en el Ateneo y la respuesta fue abrumadora: 320 mujeres de todas las edades, unidas por una buena causa. María José Albert, una de las organizadoras junto con Mayayo Gómez Lechón, Susana Pérez Manglano, Santi Aguilar, Toya Marco, Beli Botella y Begoña Ciscar, dijo que gracias a acciones como ésta se podía mantener un servicio de logopedia para los niños. Es imposible citar a todas las mujeres que fueron, pero estaba la sociedad femenina valenciana al completo: Nidita Guerrero, Mª Angeles Fayos, Mayrén Beneyto y su hija Irina Manglano, Mamen Rivas, Laura Fitera, Amparo Lacomba, Ana Peris, Sela Falcó, Asun Palop, Victoria Liceras, María José Navarro, Asunción Barberá…

¡Más poderío femenino! el de Carmen de Rosa en el Ateneo Mercantil, ¡qué mujer! Ahí está al frente de una de las instituciones tradicionalmente masculinas sin parar de organizar eventos. El último fue una cena de gala que se celebró el sábado como homenaje a las damas de la Corte de Honor del Ateneo.

Los balcones del Ateneo son uno de los lugares más privilegiados para ver la mascletá. Por allí han pasado las fuerzas vivas de la ciudad, el ejército, las amas de casa, los políticos y, cómo no, el grupo del club Moddos: Marcelo Soto y María Dolores Enguix, Anna de Blas y Fermín García, Jorge Alcocer, Guillermo Martorell y Mamen Puchades, Begoña Albert, Lluís Llopis, María Dolores Pérez Lis y Cristina Pérez Broseta, Juanjo García Rivera, Luz Aguiló y José Luis Gandía, Javier Monedero, Enrique Duart, Lluís Nadal, Inés Tordera y el presidente del Club Josep Lozano.

La mujer también fue protagonista en el aniversario de un restaurante mejicano del centro de Valencia. El diseñador Valentín Herráiz creó varios vestidos inspirados en Frida Kahlo para la ocasión y estuvo en el cóctel junto a amigos como la familia Duato, el joyero Vicente Gracia y Mónica Jareño, Julia Pérez Broseta, Jaime Navarro, la interiorista Verónica Montijano, la nutricionista Elisa Escorihuela y como anfitriones Elena Gutiérrez y su padre Emilio, que vino adrede desde Méjico.


lunes, 1 de enero de 2018

Tu gran noche

Chiquito de la Calzada era un genio haciendo comparaciones: “Tienes más peligro que una piraña en un bidé”, “Trabajas menos que un espía sordo”, “Tienes más mala cara que Marco en el día de la madre”. Nunca dijo, pero podría haberlo dicho, “Tienes menos trabajo que una tienda de ropa de hombre en noche vieja”. Y es que, para estas cosas, los hombres son sosos a rabiar. Se acerca noche vieja, nosotras llevamos toda la semana pensando qué ponernos, y ellos no le dedicarán a eso más de diez minutos, el tiempo de afeitarse antes vestirse. Sólo tendrán que decidir entre ponerse el smoking, el traje con corbata o vaqueros con la primera camisa y chaqueta que encuentren.
Chiquito también podría haber dicho: “Tienes más trabajo que una personal shopper la semana de noche vieja”. Nuestras opciones son interminables. Dentro de cada opción, gala, elegante o informal, hay a su vez tropocientas combinaciones: lentejuelas, escote, raso, largo, corto, tirantes, palabra de honor… Únase a todo eso la elección del color: rojo, negro, fucsia… Dentro de ellos, los tonos, rojo burdeos, rojo cereza, rojo carmesí… Pero ahí no queda la cosa, habrá que elegir peinado, zapatos, medias, joyas, maquillaje, y dentro de cada una diez o doce opciones. Y todo eso, sólo para la opción “gala”, que los hombres han liquidado con una única decisión: calcetines de lana o tipo ejecutivo. Al final, nosotras tenemos en la cabeza un cubo Rubik, mientras que ellos se conforman con echar una moneda al aire: cara o cruz.
Menos mal que nosotras tenemos la ayuda de los diseñadores valencianos. Si hay una ocasión en la que podemos ponernos brillos, dorados, pieles y taconazos sin temor a pecar por exceso, es esta noche.
El diseñador Alejandro Resta tiene claro que en Nochevieja debemos transmitir una imagen elegante y sexy. Él nos pondría de largo, con un vestido que defina la silueta en un color contundente, como el azul Klein, y con un escote a la espalda de los que dejan boquiabiertos.
Miquel Suay también elige largo y azul, esta vez en su versión eléctrica, para su musa Blanca Gadea Fitera, una mujer “femenina, inteligente y que pisa fuerte”. Al igual que Resta nos quiere ver seductoras y por eso su vestido es de estilo sirena, con escote clásico en forma de corazón y hasta cola.
Si los diseñadores se decantan por los azules, las diseñadoras prefieren los tonos cálidos como el rojo o el naranja. Amparo Chordá ha elegido para la periodista Laura Grande un vestido rojo con capas y capas de tul con el que se puede sentir como una princesa.
El vestido de Nochevieja de Marta de Diego no es vestido, sino un pantalón de encaje en color mandarina con un espectacular cuello de zorro en el mismo color. “Perfecto para María Cosín, que representa la nueva generación de mujer, joven y madura a la vez.”
El oro es un color reservado para celebraciones muy especiales y cargadas de simbolismo, “ideal para recibir el nuevo año”, dice Hannibal Laguna, que no duda por el dorado para el vestido de Juncal Rivero. “Ella tiene la belleza mediterránea que tanto me gusta y una naturalidad embriagadora”.
Javier Villajos también elige el dorado, esta vez mezclado con negro, para su musa Margarita Muñoz y Valentín Herráiz opta por el champagne para su amiga y musa Rocío Sirera.  “Le he puesto un vestido de corte muy sensual”
La propuesta más elegante y discreta es la de Rosa Blasco para la abogada Lourdes Bonmatí. “Es elegante, encantadora y sobre todo buena amiga.”




lunes, 18 de julio de 2016

Menos Ibex y más Chanel

La gente que tiene dinero ahorrado, que haberlos haylos, está preocupada porque no sabe dónde invertirlo. La bolsa les da sustos, el banco no les da nada, los inmuebles les dan problemas, las tierras sólo les dan ruina. Así es que ahí están, dándole vueltas a la cabeza sin encontrar una solución. Baghunter, que es un portal de compraventa de ropa de segunda mano, ha hecho un estudio y asegura que los bolsos son una buena inversión. ¡Toma ya!, esta sí que es buena. Menos Ibex y más Chanel. Lo que hay que hacer con el dinero es comprar bolsos, dice el estudio que un Chanel 2.55 se ha revalorizado un 70 por ciento en los últimos cinco años. Eso es una buena rentabilidad y no lo de las gasolineras low-cost. Así es que ale, guapas, las que tengáis pasta, a comprar bolsos. Y encima los puedes lucir, no como un bono del tesoro, que a te da cuatro perras y encima es feo.
Mª Angeles Miguel sabe mucho del mercado de lujo de segunda mano. Ha trabajado en Max Mara, ha sido directora de tienda en Hermès Valencia y Salvatore Ferragamo, y ahora está metida de lleno en el Vestidor Vintage, una tienda de compra venta de ropa y complementos de lujo donde puedes encontrar piezas emblemáticas de Loewe, Prada, LV, Dior o Gucci. Este miércoles, Mª Angeles y su socia Yolanda Serrano organizaron un cóctel con Banco Mediolanum de esos que se hacen llamar networking, que es algo así como hacer negocios mientras te tomas una copa de champagne, más divertido que hacerlo en una oficina gris.
El Vestidor se convirtió por unas horas en un club con música de jazz, copas y muy buen ambiente. “La idea era compartir ideas de inversión y un buen accesorio también puede ser una inversión”, dice Mª Angeles. Además de ropa y complementos de lujo, la tienda contó con una exposición de cuadros y piezas de bisutería de María Jose Torrente, con sus mujeres únicas y redondas. Entre los asistentes, Marisa Martínez y Vicente Genovés, Encarna Roig (Acosta), Amelia Delhom, José Luis Avilés (Bulgari), Mónica Carbonell, Paula Rincón de Arellano de Le click, Pablo Castelblanque, María Jesus Marín de la tienda de niños 8+, Mamen Puchades de la joyería Si7te, Cristina García, Ramón Urrutia, Alberto peinado, Francisco y Álvaro Gracia, Julio Muñoz, Beatriz Poyatos, Olga Mayordomo y Jan y Helen Poe.
Otro cóctel en petit comité fue el que organizó la Galería Shiras para celebrar el fin de temporada antes del verano. Sara Joudí estuvo acompañada por el escultor Miquel Navarro, Javier Chapa, Horacio Silva, Paco Sebastián, el notario Carlos Pascual, Enrique Lucas, el artista Rafa Calduch, el fotógrafo Antonio Girbes y otros artistas, coleccionistas y críticos de arte. Discreción y elegancia al máximo. Julio es el mes de las fiestas de cierre de temporada.
El jueves la revista Hello Valencia celebró su fiesta de verano Flower Power en L’Umbracle. Hubo Street food, mercadillo con tiendas de moda como la de Nieves Bustamante, complementos de María Gómez Polo (Mala Malísima), música en directo, DJ, vinos de Murviedro, ostras de Andrés Soler (Ostrarium) y decoración ibicenca de Belinda Duart Herrero.
Entre los asistentes, Patricia Puchol, la doctora Lucía Asensio, el diseñador Alejandro Resta, Vicente Betoret y Cristina Aparici. También estuvo Pepo Oltra, que en poco tiempo se ha convertido en un clásico de las fiestas glamurosas, Espe Vila, Mamen Puchades y Guillermo Martorell, el director del Astoria Joan Soldevila, el fotógrafo José Luis Abad, el doctor Juan Antonio Mira, el diseñador Valentín Herráiz, el doctor Murgui, Esther Barrera, el sastre Antonio Puebla, Fernando Aliño (El Alto), Marc Insanally (Café de las Horas), Coté Soler, Javier Martínez-Rubio e Isabel Cosme.

martes, 21 de octubre de 2014

En el cielo de Valencia

Las cuarentonas valencianas somos hijas de nuestros padres, nuestro tiempo y de El Corte Inglés; crecimos en sus escaleras porque nuestras madres no salían de allí, cuando no tenían otra cosa mejor que hacer, simplemente se iban al Corte Inglés y nos llevaban a nosotras detrás. Así es que nos fuimos haciendo mayores; las regañinas de mamá porque nos estuviésemos quietas, se transformaron en broncas dentro del probador por el largo de la falda o el color de las medias. Y seguimos creciendo, hasta que un buen día nos vimos en la sección de caballeros; ¿qué hacíamos allí?, lo mismo que hizo mamá: comprar los pijamas de papá, ahora para nuestro chico. En todo ese largo proceso, ha habido siempre un punto de descanso: la cafetería de El Corte Inglés: punto de encuentro con tus amigas de BUP y de avituallamiento en más de una tarde cansina de compras. Era ruidosa y la decoración muy de la época de María Jesús y su acordeón, aunque nunca habías reparado en ello, pero lo harás cuando vuelvas y veas lo que han hecho con ella. Ahora es un espacio más amable con maderas claras, diseños nórdicos, iluminación suave y ambientes distintos para romper el ruido de las conversaciones. Una monada. Pero lo mejor es la terraza. En cuanto la ves, piensas, pero Dios mío, ¿dónde ha estado hasta ahora esta terraza?, ¿qué hacíamos nosotras ahí dentro, teniendo aquí estas vistas? Lo cierto es que era una zona de paso para acceder al comedor del persona. Ahora es una de las terrazas más agradables de la ciudad, con jardín y sillones blancos puedes desayunar del sol mediterráneo mientras tomas un café, comes con las amigas te tomas un gintonic, sin más ocupación que contemplar el cielo de la ciudad. Por no hablar de los días de fallas viendo la mascletá. La terraza estará abierta todo el año, en invierno tendrán placas de calor radiante, y todos los viernes habrá afterwork con actuaciones en directo.
Se inauguró el viernes con jamoncito, vino y música en directo de Nacho Mañó y Gisela Renes, del grupo Canto Rodado. No ha sido el único sarao del Corte Inglés esta semana. El miércoles abrió un espacio efímero dedicado a la decoración en la calle Caballeros 38 (como un Casadecor) y se trajo a un montón de periodistas de Madrid con el reclamo de Blanca Cuesta como madrina del evento.
Estuvo en la inauguración Hortensia Roig, el torero Vicente Barrera, la presidenta del Palau de la Música Mayren Beneyto, el Alcalde de Villamarxant, Vicente Betoret, y su mujer Cristina Aparici, Nacho Gómez-Trénor, la directora general de Comercio Silvia Ordiñaga, la presidenta de Unicef Valencia, Nidita Guerrero, la diseñadora Presen Rodríguez, y su hija, Isabel Cosme, el gerente de Bodegas Hispano-Suizas Pablo Ossorio, el director regional de El Corte Inglés Juan Sabater, la interiorista Verónica Montijano y el chef Ricard Camarena, que preparó el cóctel, con su mujer Mª Carmen Bañuls.
La semana dio para más saraos. El jueves se inauguró la exposición “Herederas de las majas de Goya” en la Fundación Bancaja, con su presidente Rafael Alcón como anfitrión. Asistió el president Fabra, Blanca Pons Sorolla, el presidente de las Cortes, Alejandro Font de Mora, Mayrén Beneyto, Felipe Garín, Paz Olmos, Vicente Colom, Paco Caparrós, David Lladró, Lucrecia Benlliure, Nathalie de Weerdt, Mar Casanova, Sedi Casanova, Carmen Girona, Maity Moroder, María Muñoz Peirats y Paula Alcón.
Y ese mismo día, con el termómetro marcando 30 grados a las diez de la noche, el Westin organizó un desfile de boda en su jardín con vestidos de Luis Rocamora y Valentín Herráiz, joyas de Argimiro Aguilar y ropa de ceremonia de Alfredo Esteve. Alfredo estaba empeñado en demostrar que el hombre también puede innovar, por eso sacó chaqués grises, pantalones con vuelta y chaquetas cortas y entalladas, camisas con pechera, capa española y hasta un chaqué blanco, que según el maestro Antonio Puebla no se puede llevar en una boda, salvo que sea una boda gay y lo lleve la novia.

lunes, 20 de mayo de 2013

Podemos vivir 120 años

Nos van a volver locas: la ciencia lucha por alargar la esperanza de vida y al mismo tiempo los cánones de belleza se empeñan en estigmatizar cualquier síntoma del paso de los años. Nuestras madres trataban de parecerse a nosotras, quizás nosotras algún día tratemos de parecernos a nuestras tataranietas.
Alfredo Bataller es el dueño del Sha Wellness Clinic, ya sabéis: esa clínica spa que está cerca de Benidorm y que frecuentan, entre otros, la jequesa de Qatar y Naomi Campbell. El jueves organizó una comida en el Westin: gazpacho de escarola (el tomate está prohibido en la dieta macrobiótica), tataki de atún con rissotto de hongos y de postre bizcocho de lima y helado de canela ¡sin un gramo de azúcar!


Bataller glosó las gracias de la comida macrobiótica que sirven en su spa y en una de aquellas nos dijo que nuestro cuerpo está preparado para vivir 120 años… Muerta matá, me quedé: ¡¡¡120 años, Dios mío!!! los fabricantes de botox se van a poner las botas como alarguemos la vida hasta los 120 años. ¿Cómo conservar la textura del cutis más de un siglo?, ¿Cómo frenaremos el crecimiento de las ojeras a partir de los noventa?; y el pelo, ¿qué me decís del pelo?, a ver quién es la guapa que para entonces mantiene una melena con una pizca de su color natural.

Ya me estoy viendo en el Casino de Agricultura jugando la XXXIX edición del torneo de parchís con un grupo de amigas que nos conocimos hace cuarenta años, cuanto teníamos ochenta y creíamos que aquella primera edición quizás sería la última en la que estaríamos todas juntas.

Pues Bataller está convencido de que con la dieta macrobiótica y terapias alternativas fusionadas con la medicina convencional podemos llegar a los ochenta en la plenitud de la vida y allá dónde va transmite convencido su descubrimiento.

En el almuerzo del jueves ejerció de anfitrión con su hijo Alejandro y con Carlos García-Calvo. Entre los invitados, Mayrén Beneyto con una chaqueta de Prada ideal, María Leon, Consuelo Císcar, Cuchita Lluch, delgadísima después de pasar por el doctor Sopena; Paola Dominguín, que no necesita ponerse a dieta, y su diseñador favorito, Francis Montesinos; Juan Andrés Mompó, que cada día corre tropecientos kilómetros y está ágil cual gacela; Presen Rodríguez, tan alegre que es como un antidepresivo; Nacho Gómez-Trenor, el diputado Toño Peral y el economista Luís Caruana.

Estuvo Verónica Montijano con su marido José Luis Vilanova, súper estilosos los dos, y la madre de Verónica , Ana García, habitual del Casino de Agricultura donde no se pierde su partidita diaria de bridge con sus amigas; y el estilista Víctor Alonso; y Lola Narváez, y José Cosme, tan gentleman como siempre, y las estupendas Carmen Altea, Amparo Lacomba, Carmen Topete y María Teresa Monsonís, Ana Varela de Chapeau, Esperanza Vila, Vicen Fernández y Cristina Aparici, y artístas como Nanda Botella, el escultor Miquel Navarro y el pintor Vicente Peris.

Al almuerzo fue Valentín Herráiz, que el miércoles presentó en su estudio su nueva colección de gala. Vestidos largos con bordados, chantillís, lentejuelas, tules, volantes y plisados en colores blanco y negro con beiges, nudes, oro y plata. Valentín expuso además la colección de pinturas "Pasarela" de Vicente Peris, un trabajo sobre la desfiles de moda con lienzos de gran formato, y las esculturas de Vicente Ortiz, de madera, mármol y hierro, con volúmenes tan especiales que dan ganas de acariciarlas.

El catering lo sirvió Carmen Topeté y el champagne fue Moët. Invitados, muchos de los que se encontraron al día siguiente en la comida del Westin, como Carlos García-Calvo y Cuchita Lluch, y otros que no: Charo Sainz, Amparo Royo, Emilio Carbonell, Agustín Morera, Merche Villar, Belén Aliaga, Eugenia y Conchita Cañamás, Sara Guazo y Chimo Serrano, Vicente Colom, Enma Amutio, María Ángeles Miguel, Lourdes López y Javier Verdeguer, de Patos, y Javier Monedero.

En fin, que os dejo pensando en cómo será vuestra vida dentro de 80 años. Puede que nuestro cuerpo esté programado para ello, pero eso supondría una revolución en las relaciones personales, para empezar en el matrimonio que como dice un amigo, es una institución pensada para cuando la esperanza de vida era de cuarenta años, ahora que es de ochenta hay que replanteársela… Así es que si llega a ser de 120, ni te cuento.

lunes, 8 de abril de 2013

De sexo en NY a Dowton Abbey


La firma de cosméticos Kiehl’s acaba de inaugurar tienda en la calle Colón. La fiesta de inauguración da para hacer un ensayo sociológico sobre cómo hemos cambiado. Hace cinco años, para inaugurar su tienda de Conde Salvatiera, levantó una enorme carpa junto al Mercado de Colón, invitó a más de cien personas y se trajo a Ana Torroja de madrina. Como Kiehl’s es neoyorkina, el cóctel se inspiró descaradamente en la serie Sexo en NY: treintañeras con taconazos y cuarentones con traje chaqueta sin corbata y aires de triunfador tomaban cosmopolitans jugando a ser Carrie y Mister Big. En aquel entonces, en abril de 2008, con la resaca de la Copa América, todavía nos creíamos el centro del glamour mundial.  Habíamos cambiado el carajillo por el Moet y el almuerzo por el brunch. Era el último coletazo de un sueño; aquél en el que creímos que Valencia había dejado de ser la capital de la Huerta para convertirse en una réplica de Nueva York a orillas del Mediterráneo.
La de inauguración de esta semana fue muy distinta; todo fue mucho menos yanqui y mucho más british. En vez de inspirarse en un capítulo de Sexo en Nueva York con treintañeras coqueteando en un bar de Manhattan con yupis de dinero fácil, recordaba a una tarde tomando el té en Dowton Abbey, con gente bien de toda la vida, de los de dinero viejo y modales clásicos. Fue una fiesta mucho más familiar, evidenciando que el desastre financiero valenciano no ha arramblado con todo.
El anfitrión fue Carlos García Calvo, embajador de la firma, junto con Blanca Corrales, la responsable de Kiehl’s en España. Entre los invitados, amigos suyos como los diseñadores Juan Andrés Mompó y Valentín Herráiz, la interiorista Verónica Montijano y su marido José Luís Vilanova, de VM The Shop, Ana Varela, de Chapeau, el diputado y alcalde de Vilamarxant Vicente Betoret, la siempre elegante María Teresa Monsonís, Conchita Cañamás, la directora del IVAM Consuelo Císcar, el crítico gastronómico Pedro García Mocholí, Vicen Fernández, mujer de Albelda, el creativo Nacho Gómez Trenor o el estilista Víctor Alonso.
También estuvo Antonio Puebla, el sastre de cabecera de los peperos valencianos en aquellos años gloriosos en que atábamos los perros con longanizas. Puebla se ha aficionado a Facebook y da consejos para vestir con tanta elegancia como un Lord inglés. Dice que las camisas de sport han de ser algo más amplias que las de vestir y que los gemelos se pueden usar en cualquier camisa, hasta en las de sport, siempre que se lleve corbata. Para que la corbata siente bien, la separación de las palas de los cuellos de camisa debe ser de uno a dos centímetros, así el nudo de la corbata encajará hasta arriba. Además, los puños de la camisa deben quedar con poca holgura en las muñecas. Y las rayas tienen su dresscode: gruesas para las mañanas; medias para la tarde y finas por la noche.
La nueva tienda de Kiehl’s tiene una decoración similar a la de Conde Salvatierra: suelos de madera, una mesa de consulta como en la farmacia y una lámpara de araña, un interior cálido y acogedor para probarse con calma las cremitas.
La semana que viene, más citas clásicas. La fundación Dasyc ha organizado para el fin de semana un mercadillo benéfico en el jardín del Hotel Hospes. Estará abierto de viernes a domingo. Cuenta Cristina Blanc que será un mercadillo muy primaveral: habrá collares hechos a mano, gafas de sol, pareos, toallas, capazos playeros, ropa de Lexter, tocados, cremitas, camisetas, cursos de natación y hasta treinta puestos para pasar un rato de compras solidarias. Además, actividades infantiles para que las mamás puedan comprar o tomar el Bruch mientras los niños se entretienen.