Chiquito de la Calzada era un genio haciendo comparaciones:
“Tienes más peligro que una piraña en un bidé”, “Trabajas menos que un espía
sordo”, “Tienes más mala cara que Marco en el día de la madre”. Nunca dijo,
pero podría haberlo dicho, “Tienes menos trabajo que una tienda de ropa de
hombre en noche vieja”. Y es que, para estas cosas, los hombres son sosos a
rabiar. Se acerca noche vieja, nosotras llevamos toda la semana pensando qué
ponernos, y ellos no le dedicarán a eso más de diez minutos, el tiempo de
afeitarse antes vestirse. Sólo tendrán que decidir entre ponerse el smoking, el
traje con corbata o vaqueros con la primera camisa y chaqueta que encuentren.
Chiquito también podría haber dicho: “Tienes más trabajo que
una personal shopper la semana de noche vieja”. Nuestras opciones son
interminables. Dentro de cada opción, gala, elegante o informal, hay a su vez
tropocientas combinaciones: lentejuelas, escote, raso, largo, corto, tirantes,
palabra de honor… Únase a todo eso la elección del color: rojo, negro, fucsia…
Dentro de ellos, los tonos, rojo burdeos, rojo cereza, rojo carmesí… Pero ahí
no queda la cosa, habrá que elegir peinado, zapatos, medias, joyas, maquillaje,
y dentro de cada una diez o doce opciones. Y todo eso, sólo para la opción
“gala”, que los hombres han liquidado con una única decisión: calcetines de
lana o tipo ejecutivo. Al final, nosotras tenemos en la cabeza un cubo Rubik,
mientras que ellos se conforman con echar una moneda al aire: cara o cruz.
Menos mal que nosotras tenemos la ayuda de los diseñadores
valencianos. Si hay una ocasión en la que podemos ponernos brillos, dorados,
pieles y taconazos sin temor a pecar por exceso, es esta noche.
El diseñador Alejandro
Resta tiene claro que en Nochevieja debemos transmitir una imagen elegante
y sexy. Él nos pondría de largo, con un vestido que defina la silueta en un
color contundente, como el azul Klein, y con un escote a la espalda de los que
dejan boquiabiertos.
Miquel Suay
también elige largo y azul, esta vez en su versión eléctrica, para su musa Blanca Gadea Fitera, una mujer “femenina,
inteligente y que pisa fuerte”. Al igual que Resta nos quiere ver seductoras y
por eso su vestido es de estilo sirena, con escote clásico en forma de corazón
y hasta cola.
Si los diseñadores se decantan por los azules, las
diseñadoras prefieren los tonos cálidos como el rojo o el naranja. Amparo Chordá ha elegido para la
periodista Laura Grande un vestido rojo
con capas y capas de tul con el que se puede sentir como una princesa.
El vestido de Nochevieja de Marta de Diego no es vestido, sino un pantalón de encaje en color
mandarina con un espectacular cuello de zorro en el mismo color. “Perfecto para
María Cosín, que representa la nueva
generación de mujer, joven y madura a la vez.”
El oro es un color reservado para celebraciones muy
especiales y cargadas de simbolismo, “ideal para recibir el nuevo año”, dice Hannibal Laguna, que no duda por el
dorado para el vestido de Juncal Rivero.
“Ella tiene la belleza mediterránea que tanto me gusta y una naturalidad
embriagadora”.
Javier Villajos también
elige el dorado, esta vez mezclado con negro, para su musa Margarita Muñoz y Valentín
Herráiz opta por el champagne para su amiga y musa Rocío Sirera. “Le he puesto
un vestido de corte muy sensual”
La propuesta más elegante y discreta es la de Rosa Blasco para la abogada Lourdes Bonmatí. “Es elegante,
encantadora y sobre todo buena amiga.”
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