martes, 31 de diciembre de 2013

Lentejuelas

Que bueno el anuncio de Campofrío con Chus Lampreve apelando a la personalidad española para devolvernos a todos un poco de autoestima. La nueva Secretaria Autonómica de Comunicación, Lola Johnson podría encargar algo parecido en plan valenciano. Se busca a una cara valenciana conocida, ya sabemos que no le sirven ni Cristina Tárrega ni Francisco, así es que tendrá que buscar más. Monta un escenario, el Palau de les Arts hubiese sido un buen sitio antes de que se nos cayera a trozos.  Pero bueno, siempre podremos recurrir a la Plaza de la Reina. Empieza el anuncio;  sale uno y dice yo me he hecho catalán que así tendré Formula 1, y nuestro protagonista valenciano le contesta: “Uff, catalán no, que en lugar de paella comerás esas cebollas que llaman calçots y que te pringan de arriba a abajo”. Sigue el anuncio y otro dice, pues yo me he hecho andaluz, así tendré televisión autonómica. “No, andaluz no, que te quedas sin las Fallas y sin Moros y Cristinos.” Sale otro y propone hacerse asturiano para no estar en boca de todo el mundo por los casos de corrupción, ajustes y demás: “Sí, si pero entonces no podrás ir a la playa en mayo”. El anuncio sigue y al final todos aparecen en una mesa en la playa junto a una gran paella. Y es justo ahí donde el ingenio de Johnson se la juega de verdad, porque tendría que encontrar un mensaje, más allá de los topicazos, que nos de a todos una inyección de autoestima.
Ardua tarea la de la nueva Secretaria Autonómica, no lo va a tener fácil, pero todo es ponerse. Quizás algún coach tenga la solución. No sé, la creatividad, la laboriosidad, el arrojo... por ahí deberían ir los tiros.
Mientras Johnson busca el final del anuncio, nosotras nos vamos de rebajas, no vaya a ser que nos llamen para sentarnos en la mesa de la paella y no tengamos qué ponernos. Uff, ahora que lo pienso: ¿qué haces si suena tu móvil y te dicen: “Te llamo de Presidencia, quiero que te vengas a filmar un anuncio en la playa con una paella”?, ¿qué te pones?. Debería ser algo muy de aquí. Descartada la opción de aparecer con unas peinetas, habría que seguir buscando. Una podría ir con un bañador de Dolores Cortés. Otra con unos vaqueros desteñidos en Jenealogía, la fábrica de Enrique Silla que está trabajando para las firmas de vaqueros más importantes del mundo. Alguna podría plantarse con una joya de Vicente Gracia o un vestido de fiesta de Marta de Diego. Otra con unos zapatos del alicantino Pedro García. No podría faltar alguna con un modelito de Francis Montesinos, Amparo Chordá, Presen Rodríguez, Juan Andrés Mompó, que además acaban de desfilar en Viena y Praga.
Al final, hasta podrían convencernos de que, como dijo en su día Zapatero, “no estamos tan mal”. Sería una buena forma de despedir este 2013 que no nos ha traído más que desgracias. La última lo del Palau de Les Arts, que se nos cae a trozos. Qué chapuza. Es como si te compras un vestido de lentejuelas caro carísimo, y en cuanto te lo pones un par de veces, las lentejuelas empiezan a caerse como si lo hubieses comprado en el todo a cien de la esquina: la indignación te corroe pero con eso te quedas. 2013 le ha quitado muchas lentejuelas a nuestro vestido: Canal 9, la Fórmula 1, el Banco de Valencia, el Valencia C.F.... y para qué seguir. El caso es que ahora, nuestro glamuroso vestido de lentejuelas no pasa de ser uno de tela de forro mondo y lirondo.
Bueno chicas, ánimo que 2014 será mejor, tiene que serlo por necesidad. Para levantar el ánimo nada mejor que salir de compras, o por lo menos a ver escaparates, que siempre quita un poco el mono. Por cierto, el de Loewe es una monada, está diseñado por José Pérez de Rosas, que fue creativo de la marca durante los años 50 y 60, vale la pena ir sólo para verlo.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Belenes, mercadillos y copas de Navidad

Hubo unos años en los que las semanas prenavideñas eran un sinvivir de cócteles con champagne y canapés pijos cortesía de las tiendas más lujosas de la ciudad. En un mismo día podían acumularse hasta cinco copas navideñas, y como los invitados suelen coincidir, más de una iba como loca de un sarao a otro. Pero eso era antes, ahora las tiendas no están para derroches.
La Navidad ya está aquí, chicas, aunque este año viene con menos lujos: menos moqueta, menos brillos, menos litros de champagne, menos regalos y, en general, menos derroche. Síntoma de que los tiempos están cambiando es que el centro de Valencia se está llenando de mercadillos. Es cierto que no son mercadillos como los de antes, de los de cinco pares de calcetines a un euro. Los nuevos mercadillos son glamourosos, tienen nombres british y abren en calles de lo más céntricas. La semana pasada se inauguraron dos: Cool Market en la calle la Paz y Chic market en Don Juan de Austria.
Cool Market es el mercadillo de María Noguera y Paula Alcón (hija de Rafael Alcón, el nuevo presidente de la Fundación Bancaja) y de los primeros en abrir junto con Tapinería. Estuvo unas ediciones en el Hotel Astoria y ahora acaba de inaugurar en el local que ocupaba El Mercader de Indias, la tienda de decoración de Carlos Serra y Susana Lozano en la calle la Paz. La antigua tienda sigue conservando la moqueta gris, pero ahora, en lugar de muebles de diseño, tiene puestecitos de ropa más o menos estilosa, pulseras, bisutería, artículos de decoración, complementos… vamos, que entras y seguro que picoteas algo. Además, Patrick, ex del bar Mosquito, ha abierto una barra para desayunos, brunch y copas.
Chic Market es el otro mercadillo que acaba de abrir en el Boulevard Austria y que alquila pequeños espacios por por quincenas o meses. Se inauguró el viernes y allí estuvo la modelo valenciana Minerva Portillo posando para la ocasión. En los puestecitos hay de todo, desde firmas tan interesantes como UKE (en la foto), de la valenciana Nancy Tarrasó, como otras piezas artesanales y manualidades que ya empiezan a cansar un poco y que llevan nombres del estilo “las joyitas de Piluca”, “el armario de Macarena” o “las cositas de Rocío”.
Alejandra Montaner también abrió ayer su particular mercadillo navideño en su tienda de Sorni: vestidos de Masscob, bisutería de Luís Zangara Ibiza, bolsos de World Family y las pulseras de Cayomalayo, que acaban de lanzar al mercado Iván Martínez Colomer y Ana García Rivera; se trata de la versión pijita de la pulsera de caucho con nudos de oro, plata o rutenio y en un montón de colores.
En el mercadillo de Alejandra estuvo Telma Cadenas, una valenciana licenciada en bellas artes que cansada de no encontrar el bolso que necesitaba, amplio, práctico, cómodo, versátil y estiloso, se puso a diseñarlo ella misma. Y lo hizo tan bien que hasta lo ha patentado. Su bolso se llamaLapel, está en tres tamaños y dos colores, y lo mejor es que tiene una cremallera posterior que permite cambiar las solapas con lo que parece un bolso distinto. La piel es súper suave y resistente y las solapas vienen en colores vivos o estampados de pieles exóticas como el pitón, cebra o leopardo.

No hay Navidad sin Belén, pero hay belenes y Belenes. El que monta Blanca Fitera en su casa es algo fuera de lo común. Es una ciudad en miniatura con escenas de la vida cotidiana de Palestina: vendedores de especias, animales y lanas, artesanos y luthiers… Su belén tiene figuras napolitanas compradas por toda Italia, maquetas de instrumentos de Estambul, jaulas de grillos de marfil de China, piedras de Petra y retablos dorados de Perú. “Todo cambió cuando descubrí a los pintores orientalistas del XIX, que inspiraron la sucesión de interiores habitados por artesanos y oficios de mi Belén”.

Las que no sean amigas de Blanca, puede ver su Belén en un libro que acaba de editar el Ayuntamiento, con fotografías y textos de su hijo BorjaPascual. Se presentó el martes en el Palacio de Cervelló y allí estuvo la concejala de Cultura, Mayrén Beneyto, y un montón de amigos de la familia: Totón Barberá, Teresa Legarre, Amparo Calabuig, María José Navarro -emocionada con la calle que llevará el nombre de su marido Gómez-Ferrer-, Marisa Martín, María Ángeles Fayos, María Teresa Pérez-Gimeno, Emi García-Cueco, Katita de Puchol, el doctor Murgui, Fernando de Rosa, Inma Sobrino, Enrique Senís Oliver y María José Albert.

martes, 17 de diciembre de 2013

Ascot en Valencia

En el corazón de la city Valenciana, a espaldas de Pintor Sorolla, hay un callejón monísimo que se llama Redención. Allí abrió el jueves Ascot, una sastrería para hombre del más puro estilo inglés que aspira a ganarse como clientela a directivos y ejecutivos de las finanzas y los bufetes valencianos. Tiene su aquel, que justo en el epicentro de nuestros males económicos más recientes, haya una calle que se llame Redención y que precisamente allí abran una sastrería con un estilo de ropa que nunca pasa de moda. Es como si el destino quisiera darnos una lección: si quereis redimir vuestras culpas, lo que tenéis que hacer es volver a los valores de toda la vida, a lo clásico, a lo que no está sometido a modas frugales. Dejad de buscar el pelotazo rápido y facilón, volved a confiar en lo que nunca os falló. Una chaqueta de tweed, con coderas de ante y corte british, siempre será una buena chaqueta y no esa americana entallada que te compraste cuando vendiste el último solar y que ya no te pones porque has engordado seis kilos y no hay forma de abrocharla.
En la inauguración de Ascot estuvieron buena parte de los pocos ejecutivos que pervivien en nuestra esquilmada City. Hombres de negocios de la banca y de los despachos valencianos de prestigio como Olleros, Broseta, Pascual de Miguel. También se dejó ver por allí el maestro de maestro de la sastrería valenciana, Antonio Puebla, cuyas agujas llevan años cosiendo las costuras de los bolsillos que luego acogen los talonarios y las plumas de la gente más principal de Valencia. ¡Ay si los hilos y ojales de Puebla hablaran!.
También estuvieron  José Manuel Ferrero, de Estudi {H}ac, el periodista Juan Lagardera, o la siempre divertida Delia Barral de ArdeMagazine. Y como no, los fundadores: Rafael Andrés, Carlos Font y Javier Muñoz. Tres jóvenes emprendedores convencidos de que los valores seguros tienen futuro, quieren cambiar el estilo de vestir del hombre valenciano, que nunca nadie ha sabido muy cuál es, así es que los tres piensan crear escuela con cortes clásicos y tejidos de toda la vida: cashmere de Loro Piana, franelas de Holland and Sherry, príncipe de gales... El tiempo dirá si ellos lo consiguen o son los enésimos que mueren en el intento, que nuestros hombres son muy suyos y no hay puñetera forma de vestirles como Dios manda; en cuanto te descuidas ya vuelven a ponerse cualquier cosa y creen que van hechos un sol con sus zapatillas tipo Stan Smith o sus botas camperas Valverde del Camino.


La semana dio para más citas selectas. El miércoles, el joyero Rafael Torres presentó su nuevo catálogo con Laura Ponte como protagonista, ¡nada menos! La modelo posa con joyas de Torres y con ropa y complementos de Loewe y está impresionante, casi tanto como Isabel Aliño, que fue la modelo de la edición anterior. La presentación fue en el restaurante Alma del Templo, en Caro Hotel, y allí estuvo la mismísima Laura Ponte, Isabel Aliño, los directores de los hoteles Las Arenas, Westin, Palau del Mar, Valencia Palace y Caro Hotel, que también aparecen en la publicación, la presidenta de Cecoval Maribel Cosme, María Dolores Enguix, de la Optica Climent, Isabel Aliño y un montón de invitados más: Borja Agramunt Saez-Merino, Paloma y Lucía del Portillo, Nacho Gómez Trenor, Sara Guazo, Iván Martínez Colomer, Trinuca Larraz, el diseñador Valentín Herráiz, Ramón Esteve, Carmina Durán y Natalia Segrelles y las imprescindibles Laura y Blanca Fitera. Blanca está emocionada con la próxima presentación de su libro, “un Belén de cuento”, que recoge la historia e imágenes de su propio Belén napolitano. Será el martes que viene en el Palacio de Cervelló y allí estará Mayrén Beneyto, recién llegada de Dallas, donde ha participado en la inauguración de la exposición de Sorolla junto a Blanca Pons, biznieta del Pintor, la diseñadora Marta de Diego, y el embajador de España en EEUU, Ramón Gil Casares.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Valencia-Dallas

Marta de Diego y Vicente Gracia están haciendo las américas. El jueves pasado, cogieron su colección de vestidos y joyas y tomaron un avión rumbo a Dallas. Sí, sí, a la ciudad del malvado JR Ewing, aquel malo malísimo que nos cautivó a los quince años. Hija, una se debatía entre si quería a un hombre así: malvado pero rico riquísimo, o si prefería otro más de andar por casa. Al final, la vida decidió por nosotras y nos dio lo segundo. ¡Jo, pe!, qué tirana es la vida, podría habernos dejado elegir.

Bueno, el caso es que Marta y Vicente se han ido para allá a vender sus cosas con la ayuda de Janet Kafka que es la cónsul español en Dallas –había escrito cónsula, pero, ¡uff!, qué mal suena-. También les ha echado una mano Santiago Calatrava que ha diseñado el puente más famoso de aquella ciudad y que se llama Margaret Hunt porque fue la señora Margaret, dueña de una petrolera, quien costeó las obras. Las tejanas ricas son así, regalan un puente. Y cuentan que otra amiga suya, celosa de la hazaña, decidió regalar a la ciudad otro puente. Y es que allí todavía existen dinastías adineradas como las de la serie Dallas, con dinero de petrodólares y muchas ganas de parecer más europeas que tejanas.

La presencia de diseñadores valencianos en América ha sido fruto de una maniobra muy bien orquestada por la cónsul Janet Kafka, muy vinculada con Valencia a través del Comité de Amigos Valencia-Dallas.

Janet se enteró de que los grandes almacenes Neiman Marcus buscaban diseñadores españoles de alta costura con motivo de la exposición de Sorolla que organiza el museo Meadows de Dallas con cuadros cedidos por grandes familias nortemericanas: los Rockefeller, los Vanderbilt, los Carnegie... lo que los americanos llaman el “old money”. Kafka les habló de Marta y Vicente y los grandes almacenes les dieron una oportunidad. Tanto Marta como Vicente tuvieron que pasar hacer varios viajes a la ciudad, se entrevistaron con el vicepresidente de la compañía y tuvieron que enseñar sus diseños ante un comité de expertos que aprobó y seleccionó las piezas.

Vender en Neiman Marcus no es ninguna tontería, son los grandes almacenes más lujosos de todo Estados Unidos, 54 establecimientos al que no accede cualquier diseñador y el que lo hace pasa por un examen que ríete del informe PISA.

La presentación de vestidos y joyas fue este viernes, en el edificio más noble de Neiman Marcus, el Downtown, la tienda original que abrieron los Neiman Marcus a finales del XIX. Allí, en el segundo piso, dedicado a los productos más exclusivos, invitaron a las familias más pudientes de Dallas a ver las colecciones. Solo las seleccionadas podrán llevarse alguno de los 11 vestidos joya de Marta de Diego con un precio medio de 18.000 dólares. “Son piezas únicas, de altísima gama, y Neiman Marcus prepara todo un ritual de compra en el que cada jefa de planta selecciona previamente a tres clientas”, dice Marta.

Estas señoras, que pueden comprar un traje de 20.000 dólares, no buscan marcas, quieren piezas artesanales, vestidos que no se sepa exactamente de dónde salen. Según Vicente Gracia, estamos viviendo un momento Arts and Crafts, ese movimiento artístico que nació en Inglaterra hace 125 años y que valoraba al artesano poniéndolo al nivel de lo artístico. “Justamente en un momento en el que la globalización le está quitando la gracia a comprarse un Vuitton en París, porque lo puedes conseguir en cualquier esquina de un aeropuerto secundario, las mujeres valoran lo artesanal, las piezas únicas”.


Encima, a las tejanas les chifla lo español porque entienden que somos la cuna de la civilización, del protocolo, de la moda… Dallas es una vía de entrada muy buena a EEUU, dice Vicente Gracia-. Nos empeñamos en Nueva York, que es una sociedad saturada y snob, mientras que Dallas está virgen y puede ser la vía de entrada a la cultura y la empresa. Chicas, olvidaros del viaje a Nueva York, Dallas nos espera con los brazos abiertos. ¿Quién sabe, igual queda por allí algún heredero cuarentón de JR?

martes, 26 de noviembre de 2013

Bienvenida al rastrillo

El otoño tardío es una época tristona que anuncia un largo y frío invierno. Es tiempo de nostalgias, propicio para los días en los que nos ponemos plof, esa leve depresión femenina que tras millones de años de convivencia sigue siendo un fenómeno extraño para los hombres. El viento y los días cortos anuncian un invierno que será largo y frío, para acabarlo de rematar, en lontananza se atisba la Navidad: fiestas, cenas, saraos...y tú sin nada nuevo que ponerte. No puedes esperar a las rebajas, porque para entonces ya será tarde, todo habrá pasado y ya no tendrás adonde ir. Miras tu cuenta corriente, haces números y no hay forma de cuadrarlos. Es entonces cuando de verdad te indignas con los políticos, culpables de todos tus males. Ese odioso Montoro, con su sonrisa de niño gamberro, te está arrebatando la vida. Te sientes como Scarlett O’Hara cuando echó mano de las cortinas para salvar Tara. Pero, jo pe, tus cortinas no dan para tanto.
De pronto, la buena de Escarlata ilumina tu mente: ella repeló todo lo que pudo para hacer caja. Esa es tu solución: vender para poder comprar. ¡Ja!, te levantas del sofá, hoy no habrá depresión, tienes otras cosas en que ocuparte. En internet hay tiendas de compraventa de ropa, por lo pronto ya es un consuelo constatar que no eres la única pobre de este mundo. Móvil en ristre, te diriges a tu armario y empiezas a sacar fotos como una loca a todo lo que no te pones. Luego lo vuelcas todo en internet: con eso podrás sacar unos euritos y lo mejor de todo, tu marido no tiene porqué enterarse de nada, así es que todo el dinero será tuyo. ¡Que sensación más maravillosa, es como haberle birlado a Montoro!
Con tus cuatro euros en tu cuenta de ebay podrás comprarte algo y ahora que has descubierto el mercado de segunda mano piensas: ¡qué demonios, si Escarlata se puso unas cortinas, por qué no me voy a poner yo una chaqueta hiper mega mona de segunda mano!. Y así acaba tu periplo: bienvenida al mundo del rastro pijo.
Por cierto, Arantxa Botella, que fue de las pioneras en el negocio, acaba de abrir nueva tienda de compra venta de ropa usada de lujo en la plaza del Patriarca, ¡nada menos! Allí tienes desde abriguitos de piel de Miu Miu hasta vestidos de Missoni y botas de Prada. ¡Quién nos ha visto y quién nos ve!
La semana pasada ya empezaron los saraos prenavideños. El jueves, la joyería Suárez presentó en el Hotel Astoria su nueva colección. Cari Lapique, imagen de la firma, ejerció de anfitriona y posó en el photocall con buena parte de los invitados, entre ellos Cuchita Lluch, los Martínez-Colomer, Amparo Lacomba, los diseñadores Presen Rodríguez y Adrián Salvador (de Siemprevivas), Isabel Cosme, Socorro Maldonado, Alfonso Pascual, Miguel Pastor, Matilda Guerrero, Valentín Herráiz, Rosa Criado, Delia Barral, Eva Parra, María José Navarro, Pilar Millán, Maribel Martínez y María José Albert.
Lo mejor de Suárez son sus perlas australianas, dicen que son de los pocos joyeros con acceso las subastas de perlas en origen. La directora de la tienda en Valencia, Yulia Shulyekina, se trajo al Astoria una pequeña exposición de sus piezas más emblemáticas, por supuesto perlas australianas, Tahití y Golden en todos los tamaños y formas.
El viernes también presentó su nueva colección el diseñador Dragomir Krasimirov. Fue en el Centro del Carmen y al desfile acudió Carmen Alborch y la modelo Minerva Portillo, además de muchos diseñadores valencianos como Andra Cora, Enrique Lodares, Jaime Piquer, Noelia Navarro, Paco Fortea, Tonuca, Rosa Palomares, Miguel Vizcaíno y María Cózar.

El diseñador búlgaro afincado en Valencia tiene una visión muy dramática de sus colecciones, si la última estaba dedicada al holocausto nazi, ésta tenía como argumento la Casa de Bernarda Alba, y lógicamente todas las modelos iban vestidas de negro. Dragomir dice de su colección que es compleja, intimista, lúgubre, andrógina y sin concesiones a la frivolidad. Este chico no es la alegría de la huerta, pero hay que reconocerle el buen patronaje, las formas arquitectónicas y los tejidos cuidados. Eso sí, sus desfiles no son lo más apropiado para combatir la depresión del otoño tardío.

martes, 19 de noviembre de 2013

En busca del origen

Imagínate que estás en la India, en Rajasthan, sentada a la sombra de templos milenarios; atardece y tú allí, escuchando el sonido de una fuente cercana y pidiéndole al cielo que haga callar al plasta de tu marido que te está contando no sé qué demonios sobre la Ruta de la Seda. A tí eso te suena a Marco Polo, un tipo del que lo único que sabes es que viajó más que el baúl de la Piquer. Mientras tu chico sigue dale que te pego, tú decides ocultar tus ojos tras tus gafas de sol y jugar a imaginar tu vida habiendo nacido en Rajasthan; serías la hija de un Rajah y por supuesto guapísima de la muerte, te habría llevado a estudiar a Londres, allí habrías conocido al guapísimo hijo de otro príncipe….
Media hora después vuelves a la realidad,  tu marido sigue con lo de Marco Polo… ¡qué pesado, Dios mío! Abres los ojos para hacerle un poco de caso y mira tú por donde en la mesa de al lado acaba de sentarse una joven india que lleva unos pendientes idénticos a los que lleva tu abuela en la foto del día de su boda. ¡Uy, qué curioso!
Probablemente, tú no le dieses más importancia a lo de los pendientes de tu abuela, pero Vicente Gracia, joyero, valenciano y apasionado del arte, la historia y el folklore, le dió vueltas y más vueltas hasta que encontró un vínculo entre los pendientes de la chica india y los de tu abuela. En un viaje a Rajasthan, investigó el parecido entre los pendientes tradicionales indios y los valencianos. “Eran de racimo, como los pendientes de fallera, con perlas, balconcillos, diseños florales y filigranas. Pense que no podía ser casualidad. En Valencia la joyería tradicional no se parece a la de ninguna otra región de España y empecé a preguntarme por qué.”
La respuesta la encontró en la ruta de la seda y en el comercio con piedras preciosas, sedas y perfumes. “Rajastán, Samarcanda, Damasco… todos los lugares por donde pasa la ruta de la seda tienen la misma iconografía. Como el comercio lo mueve todo y es muy abierto, -cuando vas a hacer negocios con alguien no preguntas su religión, le aceptas con sus diferencias- la influencia era evidente.”
Mucha de nuestra iconografía proviene de Asia central, de Afganistán, de Persia....Dice Gracia que el espolín del traje de valenciana le debe mucho a Damasco, ciudad en donde nació el famoso adamascado, la técnica para tejer con hilos de oro y plata. Otros elementos de la cultura valenciana también llegaron a través de la ruta de la seda: pólvora, arroz, cerámica, joyería, seda.... A Vicente Gracia le fascinó tanto este descubrimiento, que gran parte de su obra está dedicada a la relación entre oriente y occidente
Su última exposición ahonda en las influencias artísticas entre ambas culturas. “En busca del origen” es una colección de siete piezas de joyería inspiradas en la iconografía que llegó a Valencia desde oriente, acompañadas por piezas de cerámica medieval que han inspirado las joyas y un texto de un poeta místico.
El marco de la exposición es la planta noble del Palacio del Marqués de Dos Aguas. Allí, entre salones lujosos, porcelanas finas y decoraciones suntuosas, las piezas de cerámica y joyería reposan con los poemas místicos dentro siete vitrinas, un número sagrado para algunas religiones.“Sin ala y sin pluma, detrás de tí vuelo”, dice uno de los poemas caligrafiados a mano por Vicente Gracia. “Eres mi doctrina y mi fé; eres mi hierba y mi jardín, eres mi paraíso”, reza otro de los poemas escritos por Runi y Ibn Yubair, este último nacido en Valencia en la edad media y uno de los viajeros y poetas hispanoárabes más destacados.
“Hemos intentado que la relación entre poemas, cerámica y joyas sea sutil. Los poemas de los místicos inspiran toda una concepción del mundo que refleja la cerámica y la joya”, dice Gracia.

En la inauguración de la muestra, el pasado jueves, el joyero estuvo acompañado por el empresario Juan Roig y toda su familia, la presidenta de Unicef Nidita Guerrero, la presidenta del Palau de la Música, Mayrén Beneyto, y la CEO de ArtinGroup, Sara Pérez Roselló, organizadora de la exposición, entre otros invitados.
(Foto David Poliakoff)

martes, 12 de noviembre de 2013

De la festa, la vespra

Reconocedlo, chicas, a estas alturas ya os apetece que llegue la Navidad, con sus comilonas, regalos, turrones. las cenas en familia, los villancicos, el discurso del Rey, el belén, los papás Noel descolgándose de las ventanas, los niños ociosos, tu cuñada husmeando en la cocina a ver si la tienes tan limpia como ella y tu marido recordante cada hora que este año las cosas no están para dispendios.
La Navidad hace realidad ese dicho valenciano de “de la festa, la vespra”, porque ahora la ves venir con cierta nostalgia y cariño, cuando estás inmersa en ella quieres que Melchor, Gaspar y Baltasar vengan de una puñetera vez y todo vuelva a la normalidad.
 El Corte Inglés acaba de sacar la decoración navideña y el catálogo de juguetes, asi es que chicas, oficialmente hemos entrado en el período prenavideño. A partir de ahora, se sucederán las invitaciones de joyerías para a ver si algún marido se anima con el regalo de Reyes y también se está preparando una shoping night que será a principios de diciembre.
La joyera Victoria Cercós ha sido la más tempranera. El jueves invitó a un cóctel en su joyería de Hernán Cortes para presentar su nueva coleción de joyas. Por eso de darle un poco de vidilla al cóctel, organizó un desfile con vestidos negros Presen Rodríguez sobre los que destacaban las joyas de la colección. Laura Grande ejerció de presentadora y hasta allí se acercaron el exfutbolista Amadeo Carboni y su mujer Iacinta, que diseña unos collares de alta bisutería impresionantes que se venden en esta misma joyería, Ruber Baraja, Mayrén Beneyto, María José Albert, Maribel Cosme con su madre Presen Rodríguez, Asunción Barberá, el diseñador Alex Vidal, Amparo Lacomba, el director del Astoria, Joan Soldevila, Patricia Villarroya, Victoria Soler y Vicente Fons y también las chicas de las boutiques más chic de Poeta Querol: Maríangeles Miguel, de Salvatore Ferragamo; Encarna Roig, de Acosta y Lila Albanozzo, de Il Baco da Seta.
Si hay una zona de Valencia que se pone bonita especialmente en Navidad es la de Marques de Dos Aguas, Poeta Querol y Plaza del Patriarca. Loewe ya ha estrenado escaparate navideño, y ¡que chulo! Osos panda y elefantitos con los bolsos más emblemáticos de la firma: el Amazona en un montón de colores (lástima que sea prohibitivo) y el nuevo bolso Cruz, diseñado por Pe y Mo (Penélope y Mónica Cruz). El Cruz es una interpretación muy personal del Amazona, mantiene su volumen pero incluye bolsillos exteriores, bandolera para poder llevar cruzado y un estampado de lunares que según las hermanísimas le confieren un toque español. De ahí que los nuevos escaparates se hayan llenado de lunares blancos y negros en homenaje a la nueva pieza estrella de la temporada.
El jueves, Rosa Morera invitó a una charla sobre nutrición y consejos de salud en su tienda de Max Mara. Fueron Lupe Azpilicueta y su hija Lucia, Doria Rosso, Pilar Pons, María José Meco, Elena Martínez, Irene Balaguer, Consuelo y Desamparados Gil, Ana Peris, Aure Albero, Fernanda Egea y Pilar Folgado. La ponente fue Mavi Moll Martínez, experta en macrobiótica, herbodietista y naturópata. Mavi explicó algunos secretos para mantener la piel joven devolviéndole la tersura y el brillo. Después, las asistentes se zamparon una merienda macrobiótica compuesta por sushis vegetales, croquetas de mijo, tarta de zanahoria con coulis de coco y calabacines rellenos de humos. De lo más sano y preparado por el restaurante Kimpira, especialista en organic healthy food. Chicas, la carne roja está prohibidísima y el café también. A cambio, hay que tomar algas y…
La semana ha dado para más saraos. El miércoles, la asociación Dimova (Diseñadores de Moda Valencianos) inauguró la exposición “Tres siglos de moda valenciana” en el Museo de Bellas Artes San Pio V con un desfile de lo más lujoso: vestidos de fiesta de Marta Benet, Amparo Chordá, Andra Cora, Carlos Haro, Enrique Lodares, Juan Andrés Mompó, Francis Montesinos, Paco Roca, Luis Rocamora, Presen Rodríguez, Miquel Suay y Javier Villajos. Vamos, los pesos pesados de la costura valenciana. La exposición hay que verla, reúne la colección de indumentaria burguesa y popular de María Victoria Liceras y es una muestra de que la moda también es historia, cultura y arte. Estará abierta hasta el 14 de enero, así es que chicas, ¡no os la perdáis!

martes, 5 de noviembre de 2013

Como en casa del Falcó

Valencia ha cambiado más en los últimos cuarenta años que en los trescientos anteriores. Algunos cuarentones, tirando a cincuentones, todavía retenemos en la memoria, como una nebulosa, escenas de una vida rural que se ha perdido. El éxito de la Alquería Blanca ha sido precisamente retratar con gracia y acierto esas escenas. Ves al tio Pep y te parece estar viendo al padre de tu abuela, al que ella y tu madre hablaban de usted y que tenía a gala hacer callar a los niños con una sola mirada.
Perdidas por la geografía valenciana, persisten algunas casas que evocan a aquellos años. Dos de ellas están a  cinco minutos de Valencia, entre Picanya y Paiporta. Son Villa Amparo y Villa Delia, dos palacetes del siglo XIX actualmente propiedad de los hermanos Barral, Juanjo y Delia. Allí, entre aparejos de labranza, naranjos y árboles centenarios, te sientes como en la casa del Falcó, el rico burgués de la Alquería Blanca, sólo falta que aparezca por allí algún carro tirado por caballos y unos jornaleros cargando sacos de abono.
Durante años esas casas han estado reservadas a las familias propietarias y a sus amigos, normalmente gente fina de alcurnia y saneada cuenta bancaria. Vamos, los niños bien de toda la vida que moran en los alrededores de Cirilo Amorós y que veranean, como no, en Denia o Benicassim.
Bueno, el caso es que estamos en el siglo XXI, el Falcó ya no tiene un ejército de jornaleros y los naranjos ya no desbordan las cuentas bancarias de sus propietarios. Así es que la única forma de rentabilizar las viejas casas solariegas es cederlas para que los descendientes de aquellos jornaleros vayamos de boda y nos sintamos por un rato como Asun Falcó.
Y aquí entra en escena la familia Aliño, Fernando y Nacho, capitaneados por su madre Isabel Alfaro. Son los descendientes directos de la familia Lassala, una familia francesa que se instaló en Valencia a mediados del siglo XVIII, donde cuentan las crónicas que alcanzaron gran fortuna y poder. Una de sus propiedades fue el Castillo de Alacuás, que compró Isabel González de Lassala en 1940 y fue expropiado por el ayuntamiento en 1993, en la época de Lerma, una espinita que los Aliño llevan clavada en noble alma.
Se quedaron sin el Castillo de Alacuás, pero ahora gestionan varios palacetes como el, la Masía de Aldamar, Casa Santonja (en Beniarbeig), y el Palacio de los Lassala, junto a la plaza del negrito, la casa de su abuela materna.
Villa Amparo, también llamado el Huerto Barral Boluda ha sido una de las últimas incorporaciones a su oferta de casas señoriales. Los Aliño, Fernando y Nacho, dejaron la casa hecha un pincel para la inauguración. Llenaron el jardín de mesas decoradas como si se celebrase una boda, con manteles de distintos estampados, y La Tartana se ocupó de las flores y de detalles de ambiente, con un montón de recipientes de cristal y latón, bicicletas antiguas, cajas de madera para naranjas y macetas por todas partes. Una monada.

Junto a los Aliño, estuvo su madre, Isabel Alfaro Lassala, el arquitecto Rafael Alcón, la abogada María Gómez-Polo, super bronceada, contrastando con la tez pálida y perfecta de Esperanza Vila, el alcalde de Castelló de Rugat José Miguel Barranca con sus amigos el periodista Fernando Ferrando, Angel Villanueva y Laura Gallego, la estilosa dueña de Belgravia, Jaime Girona, de los Girona de toda la vida, Rafael Aleixandre, Julio Simón y Delia Barral… Como anfitriones, los dueños de la finca, Juanjo Barral y Josita Boluda, con un collar de perlas por el que más de una daríamos nuestro reino.

Foto: Quique Villanueva (www.ardemagazine.com)

martes, 29 de octubre de 2013

Cosas de hombres

Pocas cosas hay más exasperantes que ir de compras con un hombre. Tú llegas a la tienda, loca de ilusión por probártelo todo, ver, preguntar, comparar, entrar y salir al vestuario… Al final, la compra en sí es sólo la guinda de la tarta, el toque final que da sentido al plan de toda una tarde. Ellos, entran, cogen, prueban, pagan y se van, ¿puede haber una forma más burda de estropear un plan divertido?. Lo peor es cuando tratas de involucrarles en lo tuyo: en cuanto llevas diez minutos en la tienda, el muy muermo ya empieza a resoplar y a mirar el reloj; y justo cuando tú necesitas que su opinión te ayude a decidirte, notas que él te dice que todo te sienta fenomenal y te das cuenta de que lo que pasa es que quiere irse de una puñetera vez. Así es que acabas yéndote a casa sin nada y poniendo a Dios por testigo que nunca volverás a salir de compras con tu marido: que él se compre lo suyo cuando y donde quiera que ya te irás tú con tu amiga a solucionar tus problemas de armario.
Claro que ellos juegan con ventaja, saben que a la mayoría de nosotros nos gusta tanto ir de compras que si nos piden ayuda acabaremos acompañándolos. Y además lo haremos con buena cara y no con ese careto de recién levantados con el que ellos nos acompañan.
Para la que tenga que asumir su eterno papel de asesora de imagen y esposa estilosa, os anuncio un nuevo punto de peregrinación: Blackcape, una tienda de ropa de hombre que acaba de abrir en Hernán Cortés. El nombre suena un poco a novela de Stephen King, pero le viene del Cabo Negro de Xabia. Los padres de la firma son Isabel Cosme, hija de Presen Rodríguez, y su marido el arquitecto Fernando Rodríguez. La colección es muy italiana: chaquetas poco estructuradas, paños ligeros con detalles de color en las solapas y cuellos, punto de cashmere y prendas deportivas con tejidos tecnológicos. La decoración de la tienda es masculina pero nada minimalista: hay una mesa de billar preciosa y un montón de complementos como los relojes de Nixon y Smart Turnout London, los gemelos y pulseras, en colaboración con B. Wasserman London, y los zapatos de Zampiere.
A la inauguración de la tienda, el jueves pasado, acudió el Presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata, con su mujer Pilar Pons, María José Albert, Asunción Barberá; el presidente de la CEV, Salvador Navarro, el del Centro Histórico Rafael Torres, el del Colegio Mayor de la Seda, Vicente Genovés, el presidente de IVEFA, José Bernardo Noblejas, el de la Casa de la Caridad, Antonio Casanova, el rector de la VIU José Badenas, el periodista Eduardo Alcalde y muchos compañeros de la moda, como los diseñadores Presen Rodríguez, Alex Vidal y Miquel Suay, Carmen Durán, Paco Romeral, Nacho Segura (Pascual Peluqueros), Encarna Roig, de costa, Mª Ángeles Miguel, de Ferragamo, Mª Dolores Enguix de la Óptica Climent, María Vila, de Yo Solito, José Vivó de la tienda de niños Cristina y la joyera Victoria Cercós.

Los chicos están de suerte con tanta tienda estilosa. Cerca de Blackcape está Hannover 1998, una de las tiendas de ropa de hombre más grandes de Europa. Luis Bodes, su dueño, invitó la semana pasada a un cóctel para presentar la colección de Herno, unos plumíferos ultraligeros y súper calentitos. Allí estaban Gabriele Bardinotti y Sara Merighetti explicando los orígenes de la firma italiana y los modelos que hay, desde las trencas, para llevar sobre el traje, hasta las cazadoras para combinar con prendas de sport. Hannover tiene el tipo de ropa con el que a todas nos gustaría ver a nuestros maridos y no con esos trajes que ya llevaban sus abuelos y que a ellos les sigue pareciendo el no va más de la moda. El cashmere de Brunello Cucinelli y Loro Piana, (no hay cosa más suave en el mundo), las parkas Woolrich, los trajes chaqueta de Brioni, Canalli, Hacket, Boglioli, los zapatos Crockett and Jones y Tod’s, y las parkas de Moncler y Herno.

lunes, 21 de octubre de 2013

Un jueves de locura

El Ayuntamiento de Valencia debería crear una agenda para coordinar los eventos que se celebran en la ciudad (la idea se la he robado a Josep Lozano). Así se evitaría lo del jueves pasado, que coincidieron a la misma hora un cóctel de la clínica Dermilaser y la joyería Antonio Romero, una cata de champagne en la tienda de Verónica Montijano y José Luis Vilanova, la inauguración de la nueva tienda Aïta en la calle Sorní, la gala del premio Aguja Brillante a Juan Andrés Mompó y la visita de Carla Royo y Sandra Ibarra para el encendido de las luces rosa del Ateneo Mercantil con motivo del día del cáncer de mama. Todo eso el mismo jueves y casi a la misma hora que el presidente Fabra celebraba su puesta de largo del manifiesto de la sociedad civil en el Veles e Vents, con Cristina Tárrega de invitada estrella, lo que provocó una auténtica guerra civil entre partidarios y detractores de la mediática Cristina. A un lado, el 99 por ciento de la sociedad, al otro sólo quién tomó la decisión de elegirla.
Hasta que el ayuntamiento (o quien se preste) ponga un poco de orden, iremos locas de un sitio a otro para no perdernos ninguna cita. Es lo que le pasó a Alicia de Miguel, que hizo una primera parada en el cóctel de Antonio Romero y Dermilaser en el Astoria y se fue corriendo a la cata de Verónica Montijano con sus zapatillas de esparto bordadas con lentejuelas. Ella si que sabe. Las que llevábamos tacones, tuvimos que elegir entre las dos zonas: Sorní o Poeta Querol.
Las que se quedaron en Poeta Querol, comenzaron su periplo en el Ateneo Mercantil. Allí, Carmen de Rosa, la mamá de la flamante fallera mayor de Valencia, había invitado a Carla Royo y Sandra Ibarra a inaugurar el encendido de luces rosa de la fachada del Ateneo Mercantil, que dio paso a la fiesta “la noche más rosa”, de cáncer and beauty, una iniciativa que ayuda a hombres y mujeres tratados de cáncer con productos de estética específicos, ¡una gran idea!
Después, sólo había que andar un poco hasta el Astoria para la fiesta de Dermiláser y el joyero Antonio Romero, convocada bajo el sugerente título de “la piel es bella, las joyas también”.
El cóctel reunió a buena parte de la sociedad valenciana: Mayrén Beneyto, Marisa Marín, María Teresa Monsonís, Pepa Guinot, Ernesto y Carmen Martínez-Colomer, su hijo Iván, Amparo Lacomba, Victoria Boluda, Presen Rodríguez, María Abradelo, el doctor Juan Antonio Murgui, Luz Aguiló, Mª Dolores Enguix, Laura Fitera, vestida de Juan Andrés Mompó, y su hermana Blanca, con un vestido de Alexander McQueen de llorar de la emoción, ¡que cosa tan delicada!
Como anfitriones, el joyero Antonio Romero, con su mujer Rosa y sus hijos David, Óscar y Omery, y el Doctor José María Ricart con su mujer Carolina Merino. Ricart es el dermatólogo de buena parte de las mujeres más estilosas de Valencia; un crack a la hora de rejuvenecer rostros sin que se note que la mano del hombre ha interferido en el paso de la naturaleza. Al  cóctel fue parte de su equipo: el cirujano plásticos Severiano Marín, el gerente de Quirón Valencia, José Doménech, y América Galán, que organizó un pequeño revuelto al traerse al Astoria el Cyclone, una súper máquina que hace milagros. No digo más.
A la fiesta también fue Esperanza Vila, que me contó el secreto de las impresionantes pestañas que luce: se llama M2lashes y es un producto que te alarga y riza las pestañas y que distribuye en España Nícola Seyda, cuñada de Cuchita Lluch.
Más de una invitada se quedó en el Astoria a la cena homenaje del Gremio de Sastres y Modistas a Juan Andrés Mompó, que recibió el premio Aguja Brillante de lo más emocionado.
La noche siguiente, viernes, la cena de gala de Fuvane convocó a cerca de cuatrocientas personas en el Alameda Palace convocada por Eduardo Alcalde y su incansable junta de apoyo con María José Albert al frente. Allí estuvo casi toda la sociedad valenciana, no sé si era la civil, pero desde luego era la auténtica.

lunes, 14 de octubre de 2013

Glamour en Vila-Real

Imagínate que días antes de tu boda, aparece tu padre en casa y te dice: “toma, la lista de invitados que ya han confirmado”. Tú echas una ojeada y ves: la Duquesa de Alba, con su marido, Isabel Preysler con tres de sus hijos, Curro Romero con su señora, Cayetano Rivera Ordoñez, Tomás Terry, Jaime Peñafiel, José Bono, Michael Fawcett (que de entrada no te dice nada, pero en cuanto preguntas te dicen que es el secretario del Príncipe de Gales), Carlos Baute…  No sé, pero supongo que te debe de entrar un no sé qué por todo el cuerpo. Miras a tu padre y le dices: “Papá, ¿saldrá todo bien, verdad?”
Pues sí, salió todo bien. María Colonques y Andrés Benet se casaron el viernes en la Iglesia de Vila-Real. El vestido de la novia fue obra del libanés Elie Saab, el mismo que viste a Rania de Jordania en las grandes ocasiones,  un modisto que trabaja con tejidos y bordados de lujo y defiende la elegancia sin estridencias.  A Vila-Real asistieron seiscientos cincuenta invitados que luego se trasladaron al Palau de Les Arts de Valencia. Los que vinieron de fuera se alojaron en el hotel Las Arenas.
No quiero ni imaginar el esfuerzo de logística que supone trasladar de Valencia a Vila-Real y vuelta a seiscientos cincuenta invitados, entre ellos la Duquesa de Alba, Isabel Preysler o Michael Fawcett. Si para unos novios la preparación ya supone un quebradero de cabeza, la de María Colonques y Andrés Benet necesitaba de un ejército de colaboradores para que todo saliera a la perfección.  Solo para las flores estuvieron trabajando 16 personas un día entero.
Para organizar todo este despliegue, los novios contaron con la ayuda de las hermanas Lorena y Rosana Oliver, de Araventum. Ellas se ocuparon de la decoración floral, el mobiliario, la iluminación, los centros de mesa, las azafatas y hasta el protocolo y distribución de mesas, que ahí es nada, a ver con quién sientas tú a Jaime Peñafiel, a Curro Romero y a José Bono.
La elección del Palau de les Arts también tenía su riesgo. El edificio es impresionante, pero el interior, por sus dimensiones, resulta frío para una boda. Para hacerlo más acogedor, el recinto se llenó con olivos, buganvilias, laureles, un montón de árboles situados estratégicamente dentro y fuera de la sala donde cenaron. El Palau es tan grande y con esos pasillos tan enormes que los árboles y las velas le dieron calidez.
Todo el edificio se cubrió de moqueta, incluso ascensores y montacargas, y se iluminó en tonos azules y dorados, color tórtola. De la decoración floral se ocupó Fernando Alfaro Cañamás, de La Tartana. El camino hacia el Palau, atravesando los lagos, se delimitó con ochenta árboles en maceteros forrados de tela de saco cruda y peceras de cristal con velas flotando en agua. De cada árbol colgaban velas que daban una iluminación muy especial. Otros maceteros se llenaron con grandes flores de follaje en tonos oro y plata: magnolio, eucaliptus, prunus, sobre los que destacaban las hortensias.
Después del cóctel en el jardín, los invitados (ellas de largo y muchos de chaqué) pasaron al vestíbulo principal del Palau para la cena. Entre otros, Tamara Falcó, Ana Boyer y Julio José Iglesias, la actriz Amaia Salamanca, con su novio Rosauro Varo, el guapísimo Andrés Velencoso, que vino sin Kilye Minogue, el torero José María Manzanares, Tomás Terry con su mujer Teresa Pyckman, y los empresarios Fernando Roig y Héctor Colonques, tío de la novia, con su mujer Ana García Planas.
Mientras entraban, un cuarteto de música interpretaba piezas clásicas. Sobre las mesas redondas, con nombres de óperas (homenaje al Palau de les Arts), se dispusieron centros de tres tamaños distintos, entre uno y dos metros, con follaje verde y blanco, hortensias y flores pin pón blancas, las preferidas de María Colonques (son como crisantemos redondos) y bolitas blancas con velas de cristal.

La cena, preparada por Gourmet Paradís, terminó con una fiesta en la sala del restaurante los toros y la terraza de las palmeras del Palau, donde actuaron Brequette Shane y el cantante Carlos Baute.

lunes, 7 de octubre de 2013

Mocadoraes solidarias



El miércoles, día de la Comunitat. Nuestros políticos lucirán sus galas y pasearán la Senyera. Los cabreados de los EREs, desahucios y demás les pitarán. Los valencianistas volverán a reivindicarse. Nuestros niños estarán en casa ociosos. Mientras, nosotras ensayaremos en el espejo qué cara pondremos cuando nuestro chico se presente con el pañuelo de marras relleno de pastelitos. Ellos se comerán los mazapanes, que habrán elegido con mucho más cariño que el pañuelo. Ya se sabe: se tiran diez minutos eligiendo pasteles y lo del pañuelo lo ventilan en treinta segundos: “... Ese mismo, total qué más da, no se lo va a poner.” En su defensa cabe decir que le pega poco a esta tradición comprar un buen pañuelo de seda india, porque llamarle “mocaorá” a un pañuelo de Hermés tiene un toque sacrílego. Además, para la insensible estética masculina resulta harto complejo acertar con la elección de un pañuelo, porque requiere valorar con sutileza la combinación de formas y colores; a ellos les resulta mucho más estimulante elegir entre la forma de patata o de higo del pastelito de mazapán.
Algunas habrán tenido la suerte de ir la noche antes a la cena benéfica que la Fundación Dasyc ha organizado en el Alameda Palace. Allí se venderán mocadorà con pañuelos vintage, elegidos por las chicas de la Fundación, que son de lo más estiloso de la ciudad: Cristina Blanc, Belén Colveé, Isaben Estrela, Marta Barandiaran Luca de Tena, entre otras. La cena cuesta 45 euros (llamar all 963107027 o ver www.fundaciondasyc.org) y lo recaudado irá destinado a proyectos solidarios en Valencia. Tiene otro aliciente, los asistentes verán el castillo desde la terraza del Alameda Palace, que es donde la gente VIP ve el castillo de la Nit del Foc todos los años.
La siguiente semana tenemos otra cita con Fuvane, que está preparando la segunda edición de su cena benéfica para el viernes 18 de octubre. El año pasado reunió en la Hípica a lo más granado de la sociedad valenciana y este año el equipo de chicas formado por Susana Pérez Manglano, Mayayo Gómez-Lechón, Amparo Moreno, Pilar Pons, Begoña Císcar, María José Albert y Beli Botella darán la campanada. Por lo pronto han confirmado asistencia los conselleres Máximo Buch y Manu Llombart, Fernando de Rosa y Vicente Garrido, entre otros. El ticket cuesta 45 euros (llamar al 961366865 o escribir a comunicacion@fundacionfuvane.org) e incluye un regalo para las señoras (lo siento chicos, para vosotros nada, ya se sabe que lo importante es tener contentas a las mujeres), una rifa con regalos de Ferragamo, Victoria Cercós, Clínica Zahrawi, Patos, Argimiro Aguilar, Sesderma, Max Mara, cuadros de Horacio Silva y cenita servida por el Alameda Palace con baile y todo.
La semana ha dado para otras citas. Sin duda la palma se la ha llevado la fiesta del 15 aniversario de El Mundo en el Veles e Vents. Pero además, el jueves Frederic Catalán inauguró su restaurante Tapas Gastro Bar en la Calle Salamanca. A la fiesta fueron Begoña Buqué y Ángeles Casanova, Esperanza Vila, Vicente Barrera, Laura Fitera con su hija Blanca Crespi Fitera, Amparo Mohorte y Vicente Lacomba, Isabel Aliño, Javier Monedero, María Gómez Polo, el arquitecto Rafael Alcón y su hija Paula, María Cosín… La música la puso Manolo Mínguez y la cena fue de lo más castiza: croquetas, huevos rotos con jamón y pinchos que rompen con la dieta de lechuga-pechuga, ¡que desastre de semana!
El mismo jueves, más o menos a la misma hora, trescientos invitados cenaban en el SH Valencia Palace para celebrar la remodelación de una de las plantas del hotel. Allí, junto a una terraza espectacular y un salón iluminado en tonos azulados, los invitados disfrutaron del catering de Alejandro del Toro, chef del restaurante Albufera, sushi, champagne y gintonics, además de música en directo de Lulú y los Tigretones y desfile de la valenciana Rosa Palomares.
Hasta aquí las fiestas de la semana. Las próximas, a las cenitas benéficas, que si algo nos queda después de todo lo que nos están quitando, es la solidaridad.

martes, 1 de octubre de 2013

Otoño prometedor


Semana de lo más movida en la vida social y comercial valenciana: inauguración de un hotel de lo más chic en el centro de Valencia, presentación de diamantes en una joyería, fiesta de diseñadores de moda, inauguraciones de varias tiendas... ¡Ay, chicas!, mira que si Rajoy tiene razón y estamos en el camino de la recuperación económica. Mira que si dentro de unos meses vuelve la alegría a nuestras comatosas tarjetas de crédito; ¿os imagináis que volvemos a pasear por las calles con más de una bolsa de compras, sin que perdamos por ello el sueño y sin que el arrepentimiento nos lleve a devolverlo todo al día siguiente?. Si eso fuese verdad,tendríamos aguantar la expresión triunfal en el rostro de Montoro, pero valdría la pena soportarlo. Es más, podríamos incluso tratar de convencer a Rita para que le invite a la mascletá en el balcón del Ayuntamiento y prometemos no pitarle.
Yo ya empiezo a ver la famosa luz al final del túnel. El jueves, la joyería Durán invitó a un cóctel por todo lo alto para presentar su colección de joyas con diamantes. Ejercieron de anfitriones dos de los doce hermanos Durán, Alfonso y Gonzalo, aunque la estrella indiscutible fue María de Villota, que llevaba un pedazo de anillo con diamantes brown impresionante. María inauguró la joyería valenciana justo hace un año, en verano de 2012. Ya entonces parecía una chica muy sensata y con la cabeza bien amueblada. Unos días después tuvo el fatídico accidente del que se salvó milagrosamente. Ahora ha rehecho su vida, se ha casado y ha vuelto con más fuerza, encanto y madurez. Como dice mi peluquera, antes era una rubia más y ahora con ese pelo corto y rubio y el parche a juego con su vestido derrocha personalidad, ¡es un crack!
En el cóctel estaban las imprescindibles Laura y Blanca Fitera, con una enorme cartera de Dolce&gabbana que le pediré prestada un día de estos (para no devolverla jamás), el doctor Juan Antonio Murgui, el sastre Antonio Puebla con su mujer Norlys, Pedro García Mocholí y Luisa Megino, con un bolso ideal de Celine, el alcalde de Villamarchante Vicente Betoret con su mujer Cristina Aparici, Iván Martínez-Colomer, Marisa Martín, Amparo Lacomba con un vestido de Oscar de la Renta, los diseñadores Francis Montesinos y Alex Vidal, Carmen Durán, Encarna Roig de Acosta, las presentadoras María Abradelo y Laura Grande y los diseñadores revelación de este año en la Valencia Fashion Week, Adrián Salvador y Lucas Zaragosí, de Siemprevivas.
Muchos invitados se fueron directamente a otra de las citas del jueves: la inauguración de Lotelito, en la calle Barcas 13, en el edificio señorial que ocupaba antes la Clínica Dorsia. La fiesta fue un exitazo, quizá demasiado, ¡éramos tantos que aquello parecía un primer día de rebajas en Zara! Dicen que en un evento hay que invitar a 300 para que vayan 150, pero aquí o fallaron las estadísticas o invitaron a más de la cuenta.
Entre los invitados, estuvo el director del Astoria Joan Soldevilla, que también había estado en Durán, Manuel Broseta, los diseñadores Bárbara Torrijos y Valentín Herráiz, el director de cine Miguel Ángel Font, Patricia Montoro, de la tienda Lolo, y Cristina Cayeyas, de Doña Libélula, el diputado José María Chiquillo, los empresarios Aitor Tobes, Carmen Romero, el arquitecto Jorge Quesada, el estilista Rafael Moreno, Amparo Villalonga, Mati Tarrega y la interiorista Trini Trigo.
La decoración de Lotelito es muy cool, recuerda más a un local de copas que a un restaurante convencional. Por la mañana sirven desayunos, a mediodía tapas y platos para compartir y por la noche cenas y copas. En el flamante hotel ya se han celebrado un par de fiestas de lo más fashion y prometen organizar exposiciones, monólogos, actuaciones musicales y eventos varios. Vamos, que ya tenemos un nuevo local de moda para que Montoro se tome una cervecita antes de la Mascletá.