miércoles, 29 de abril de 2009

La sangre azul, un camelo muy rentable

La sangre azul no existe ni ha existido nunca, pero sigue siendo un camelo que más de uno sabe rentabilizar. Los hay que utilizan su rancio abolengo para presidir fundaciones sin pegar un palo al agua; a otros les sigue sirviendo para dar un buen braguetazo y a otras para vender joyas o ropa de niños pijos. ¿Qué se le va a hacer? En realidad ellos no tienen la culpa de que a la mayoría de los plebeyos sigamos sintiendo cierta atracción por ese camelo.

Ralph Lauren era un niño pobre que se crió en el Bronx, y el hombre no ha tenido otra obsesión en su vida que parecerse a los nobles ingleses. Esa es la base de todo su imperio, una firma de ropa que imita el gusto de los ociosos aristócratas británicos y que desde el principio causó furor entre los ricos neoyorkinos. Porque a ellos, aunque ricos y americanos, también les gustaría saberse herederos de una estirpe que ha subsistido sin necesidad de pringar sus manos trabajando para ganarse el pan con el sudor de su frente.

Así es que los niños bien de los Hamptons y de Beverly Hills pronto desenfundaron sus tarjetas para llenar sus armarios con las camisas, los pantalones y los blazer que evocaban a los lores británicos en sus cacerías por la campiña inglesa, disfrutando de una vida ociosa al aire libre. Su estilo demostró a los nuevos ricos de los ochenta que el dinero sí podía comprar la clase y hasta una posición social.

Total, que Ralph se forró y vino a Europa –fue el primer diseñador norteamericano que abrió tienda en el viejo continente- y siguió forrándose porque aquí a muchos plebeyos también nos gusta vestir como a los viejos marqueses. Y hay que reconocer que Ralph Lauren hace como nadie las chaquetas de tweed, los cinturones de anillas, los pantalones chinos, las bermudas de algodón a rayas seersucker, los polos y las camisas oxford de botones en el cuello. ¡El fondo de armario más pijo del mundo!

Ralph Lauren es de los que no se conforma con vender ropa, sino una forma de entender la vida. De hecho, sus tiendas en Londres, NY o Los Angeles son como la mansión de un aristócrata, paredes paneladas de madera, sillones Chester de piel y escudos nobiliarios a tutiplén. Justo lo que Lauren nunca tuvo en la infancia, ¡snif, snif!

El caso es que Ralph tiene ahora un imperio comparable al de Giorgio Armani, porque no sólo vende ropa de varias líneas, sino también perfumes, ropa de cama, para niños, relojes y un restaurante en Chicago, ¡por vender, vende hasta la clase!

Precisamente este jueves se presentó en Valencia, en el Corte Inglés de Pintor Sorolla, una de las nuevas líneas de ropa, se llama Lauren y es más clásica y barata que la Blue Label, que también se vende en el mismo Corte Inglés.

Para la ocasión, Ralph Lauren invitó a un cóctel con Alejandra Rojas, embajadora de la firma en España. Alejandra es joven, alta, guapa y estilosa, pero sobre todo, de familia aristocrática. Su madre, la condesa de Montarco, ya fue musa del diseñador Elio Berhanyer. Alejandra saltó a la fama cuando se convirtió en portavoz del accidente que sufrió su madre. Después, por su noviazgo con otro aristócrata, Luis Medina, el menor de los hijos de Nati Abascal y el desaparecido Duque de Feria. De ahí a ser imagen de El Caballo y por fin, Ralph Lauren.

Ahora, como embajadora de Lauren, representa a la perfección a esa nueva aristocracia española, a los herederos de conocidas familias de nuestro país que aúnan el peso de la tradición con una vida de lo más normal (es decir, que tienen que trabajar para vivir). Justo la imagen que busca Ralph Lauren.

La colección de Lauren se describe como “el chic sofisticado pero funcional, lujoso y depurado de las damas elegantes de la Costa Este de los Estados Unidos”. El estilo deportivo de la época dorada de Hollywood, la silueta Safari, el 'look' marinero o el glamour de las citas en los clubes más selectos de los Hamptons inspiran la colección, con el logo del polista en las clásicas americanas azules con botones dorados. ¡El vestuario de los ricos herederos al alcance de todos los bolsillos!

miércoles, 22 de abril de 2009

El ballet de Carolina de Mónaco pondrá las cosas en su sitio

Cuando el dinero del endeudamiento facilón duerme en los despachos de los grandes banqueros, las cosas vuelven a ser como eran y el glamour vuelve al Teatro Principal, que allí es donde estuvo toda la vida.

Ha llegado la primavera, pero la sociedad valenciana sigue hibernada, no hay fiestas, ni presentación de colecciones, ni siquiera una fiesta de cumpleaños por todo lo alto. ¡Ay, qué tiempos aquellos en los que Hermès organizaba un cóctel con la excusa del cambio de escaparate!
Hace años, por estas mismas fechas, no tenías un jueves libre en la agenda. Sin embargo, ahora, hasta abren outlets en la megapija Plaza del Patriarca, ¡quién nos ha visto y quien nos ve!

Nos habíamos acostumbrado a llenar la agenda con fiestas de Vuitton, Bulgari y Prada, a fiestas en megayates y a cócteles pitiminí servidos en espacios minimalistas, siempre con el patrocinio de grandes marcas de lujo. Y ahora, cuando las firmas de lujo no venden ni un llavero, las cosas vuelven a ser como antes: la vida social vuelve al teatro, a las artes a la danza y a las recepciones en casa del embajador, como la que ofrecerá el matrimonio Sarkozy en la embajada de Francia en Madrid el 27 de este mes y a la que ha sido invitado más de un valenciano ilustre. ¡Lo que daría por ver a Madame Carla Bruni con sus modelitos de Dior!

Es verdad que las cosas habían llegado a un extremo disparatado. No era normal que la inauguración de una tienda crease más expectación que el estreno de una opera. Tampoco parece lógico estrenar modelito y taconazos para un cóctel en Vuitton, para luego vestirte con lo primero que pillas para la inauguración en el Principal. O que la apertura de H&M generase más interés que la llegada a Valencia de las mejores compañías de ballet del mundo mundial.

Pues esto era así… hasta hace bien poco, porque la crisis está poniendo las cosas en su sitio. Por cierto, que ayer me enteré en la peluquería que los suecos se empeñaron en abrir la tienda en el local que ocupaba Habitat y no han parado hasta ofrecer una oferta tan suculenta para que los otros abandonen. ¡Eso es poderío y lo demás tonterías!

El caso es que cuando el dinero del endeudamiento facilón duerme en los despachos de los grandes banqueros, las cosas vuelven a ser como eran y el glamour vuelve al Teatro Principal, que allí es donde estuvo toda la vida. El viernes se inaugura en Valencia el festival Internacional de Dansa de Valencia en el Teatro Principal y, dadas las circunstancias, se va a convertir en el acontecimiento social de la temporada.

A Valencia vendrán tres de las mejores compañías de ballet de todo el mundo: la compañía israelí Batsheva Dance Company, la británica Random Dance y los Ballets de Montecarlo. Precisamente este último es el que más glamour tiene, porque está auspiciado por la mismísima Carolina de Mónaco, Princesa de Hannover.

Cuentan que fue la princesa Grace Kelly, quien pidió a su hija Carolina que se hiciera cargo de la presidencia honorífica de la compañía. Grace quería que Montecarlo contase con una compañía de ballet cuyo origen se remonta a los ballets rusos que se establecieron allí en 1911. Los ballets rusos, en especial el de Diaghilev, fueron en esa época un centro de reunión de los grandes artistas de la época, que fue la más gloriosa de la danza clásica. La aristocracia parisina quedaba fascinada por la fastuosidad de los decorados, la música y la gracia y creatividad de las representaciones, hasta el vestuario de los ballets contaba con los mejores diseñadores del momento.

La compañía Los ballets de Montecarlo, la misma que preside Carolina de Mónaco, estará en Valencia del 14 al 17 de mayo representando “Alto Canto I y II” y en una de esas representaciones los bailarines están vestidos por el mismísimo Kart Lagerfeld, el diseñador de Chanel y amigo íntimo de la Princesa de Hannover.

En Valencia no tenemos recepción en casa del embajador, -¡me imagino a Carla Bruni en el papel de Isabel Preysler con los bombones Ferrero!- pero tenemos al ballet de Carolina de Mónaco y la esperanza de que la princesa más estilosa del mundo mundial se deje caer esos días por Valencia. Ni Doña Leti ni Carla Bruni, Carolina de Mónaco sigue siendo la reina de la elegancia y la belleza. La de toda la vida.

jueves, 16 de abril de 2009

Se busca gente estilosa para la fiesta de H&M

Hay un fotógrafo paseándose por Valencia en busca de gente estilosa. Cuando encuentra a alguien, le hace una foto, que luego colgará en fashionalistas.com, una copia The Sartorialist, y eso dará derecho al fotografiado para asistir a la fiesta de H&M… ¡Menos mal que aún queda gente con imaginación para levantar el ánimo en época de crisis!
Mira tú por dónde, el toque glamouroso de la primavera nos lo va a dar H&M, una marca de lo más popular, de las de camisetas a 8 eurines. La invitada estrella será la “DJ Cliff Richard Junior”, vamos que la hija de Cliff se gana la vida de discjockey y, quieras que no, da un toque de distinción a cualquier evento.

Pero bueno, el caso es que H&M va inaugurar un mega-tiendón en la calle Colón, lo que reforzará el toque cosmopolita de Valencia, porque nos guste o no en este mundo globalizado tu ciudad no es tal si no tiene determinados escaparates en sus calles. Además, qué demonios, con la que está cayendo se agradece tener donde ir de compras con la tarjeta a medio quemar.

Con motivo de la inauguración, han organizado una fiesta para la tercera semana de mayo. Y se han encontrado con un problema y es cómo hacer la lista de invitados. Imaginemos a un grupo de directivos suecos tratando de llenar una fiesta en una ciudad como Valencia, no les vale recurrir a la gente principal de la ciudad porque eso sería demasiado burgués, demasiado convencional y clasicón y quebraría la imagen de su marca que va dirigida a gente joven que cuida su aspecto y no tiene un duro.

Así es que le han echado imaginación: han contratado a los creativos de CuldeSac, unos chicos listos que tienen la oficina en Valencia y que ya se han encargado de inauguraciones tan sonadas como la de Tiffany en Milán. Los de CuldeSac, pensando, pensando, han dado con la solución: crear un blog con fotos de gente estilosa que pasea por Valencia. De entre todos los que salgan, escogerán a 100 para asistir a la inauguración de la tienda. No quiero ni imaginarme el contraste entre los invitados de siempre y las jovencitas con zapatillas y aspecto desaliñado ¡qué divertido!

El blog se llama fashionalistas y es una copia de The Sartorialist, el famoso blog de Scott Schuman que saca fotos a los más estilosos que pasean por NY, ¡hay gente que pagaría por salir! Fashionalistas es lo mismo, un blog de street style pero con gente de Valencia y con seis fotógrafos que fueron seleccionados entre más de 40 candidatos. “El cliente de H&M son todas aquellas personas interesadas por la moda, por lo que se les ha pedido a los fotógrafos que capturen la imagen de cualquier persona que pudiera encajar en los conceptos de H&M”, dicen los autores. En la práctica, casi todos los que salen son jóvenes, modernos y nada convencionales.

Según los creativos de CuldeSac, “El blog es una warming action –marketing de guerrilla- para vincular de manera directa la marca con la ciudad, con la moda y con la gente”. Quien quiera salir en blog sólo tiene que ponerse algo original, moderno y bien combinado y dejarse caer por alguna de las zonas donde pasean los fotógrafos: Colón, Cánovas, El Carmen, Estación del Norte, Gran Vía, Juan Llorens, Maritim, Ruzafa, Plaza del Ayuntamiento, Plaza de España, Nuevo Centro y el Politécnico. Si al fotógrafo le gusta cómo vistes, ¡tachán! saldrás en el blog y además recibirás una invitación para la inauguración.

El nuevo H&M de Colón ocupa el local donde estaba Habitat. Tiene 1500 metros cuadrados de tienda y será similar a los de otras grandes ciudades, como el de la Quinta Avenida de NY, Regent Street en Londres, Corso Vittorio Emanuele en Milán, la Gran Vía madrileña o la Diagonal de Barcelona. Traerá las colecciones de mujer, hombre, niños, lencería, accesorios, cosmética y hasta las ediciones especiales, las más buscadas por las fashion victims.

Cada temporada H&M se asocia con un diseñador importante para crear una mini colección de diez piezas (se llama colección cápsula). Estas colecciones sólo se venden en unas pocas tiendas céntricas de todo el mundo, como la de Colón, así que el día que sale a la venta, hay tortas para conseguir una de las prendas. Es una pena que la tienda de Colón se abra a finales de mayo, porque la colección especial con Matthew Williamson sale a la venta el 23 de abril. Lo que sí llegará a Valencia es la segunda parte de la colección de verano de Williamson.

martes, 14 de abril de 2009

¡Chicas al poder!

La emancipación de la mujer ha consistido, en buena medida, en la masculinización de la vida. A nuestras madres les enseñaron a ser eso, madres y esposas, y por el camino aprendieron a ser unas señoritas que debían “saber estar”, y eso incluía un vocabulario sin tacos, un cierto cuidado en el vestir y una cierta habilidad de atender y de relacionarse con los demás. Todo eso se perdió, porque pasó a considerarse machista, caduco y propio del antiguo régimen. Las chicas teníamos que aprender lo mismo que los chicos e ir a la universidad igual que ellos. Pero a nadie se le ocurrió que los chicos también podrían aprender a preparar el té, no decir tacos y salir de casa sin lamparones en la camisa.
La vida ha ido pasando, y vosotras me perdonaréis si lo que voy a decir queda un poco mojigato, pero me da la sensación de que a más de una quinceañera le vendría de perlas pasar un verano en un convento aprendiendo algo de modales y de feminidad. Porque hay que ver cómo visten hablan algunas, que parecen competir por ver quien es más mal hablada, quien enseña más tanga y quien tiene más mal gusto y menos finura a la hora de insinuarse al chico que le gusta.
Alguien debería adiestrarlas en el uso de las “armas de mujer”, algo que siempre hemos tenido y que no queremos perder. Y eso pasa por recuperar la feminidad y la coquetería; por vestir con gusto; por aprender que no es lo mismo insinuar que enseñar y que lo primero es más elegante y femenino que lo segundo. Pasa también por tomar conciencia de que atender bien a tus invitados y hacer la vida agradable a los demás no es cosa de mojigatas beatas, sino, simplemente, de mujeres.
Las cosas han llegado a un extremo en que, al parecer, sólo aquellas que rompen el corazón de un príncipe, tienen derecho explotar su feminidad sin ser tachadas por ello de antiguas. Porque hay que ver que femenina es doña Leti, qué forma de coger el bolso, de quitarse el pelo de cara o de sonreir.
En fin, que ya está bien de confundir liberalización con masculinidad, que nosotras queremos seguir siendo chicas y no marimachos, ni “tías” mal habladas que beben litronas y cubalitros mientras muestran a grito pelao un arsenal de tacos que compiten con el del más mal hablado de los sargentos chusqueros de antaño.
Pues bien, ese cambio puede que estén llegando a España, en otros países como Estados Unidos ya se dio hace tiempo. Y sirva como muestra un botón: esta semana, las chicas del colegio Cumbres organizaron un desfile moda que era la guinda a un programa en el que han aprendido a maquillarse, a vestirse, a caminar, a comer, a comunicarse adecuadamente y valorar su físico aunque no tengan las medidas de una top.
Durante varios meses, el grupo de chicas de entre 15 y 20 años, han recibido consejos de maquillaje y belleza en la Escuela Tevián; otra tarde, merendaron té con pastas en el Ateneo y les explicaron normas de protocolo en la mesa; otra, visitaron la redacción de la revista Tendencias y estuvieron con Maite Sebastiá y Angela Pla viendo cómo se produce una revista de moda; también recibieron consejos de nutrición y cómo han de alimentarse en época de estudio y recomendaciones sobre dietas sanas y deporte. El final del programa, que se llama “Pure fashion”, fue el desfile de este viernes, con ropa de Presen Rodríguez. Me puedo imaginar la tarde que pasaron las niñas eligiendo modelitos y probándose tacones y tocados, ¡qué divertido!
Subirse a una pasarela sin ser modelo y con tacones dos números mayores al tuyo tiene mucho mérito. De ayudarlas se encargó Carmina Durán, que dirige una agencia de modelos en Valencia. El desfile quedó genial, casi profesional, las chicas estaban guapísimas con los vestidos que eligió Presen, todos muy juveniles y femeninos. Vamos, que si no fuera por que tengo 40, me apuntaba al próximo ya mismo…

jueves, 2 de abril de 2009

Confesiones de una ex adicta a las compras

El viernes estrenaron en Valencia “Confesiones de una adicta a las compras”. La película es más bien flojita, pero vale la pena verla aunque sólo sea por el vestuario de Patricia Field, la misma que diseñó los modelitos de Sexo en NY y El diablo viste de Prada, y por estar ambientada en Manhattan. ¡Ay, cuántos pradas, guccis, zapatos y bolsos de lujo!, ¡y que tiendas, escaparates y grandes almacenes! No quiero ni acordarme del vuelo directo Valencia-Nueva York que está a punto de inaugurarse. ¡Maldita crisis, snif, snif!
La historia va de una periodista joven que sueña con trabajar en una revista de moda pero se tiene que conformar con un modesto trabajo en una de jardinería. Su sueldo no le permite comprar en Prada o Gucci, pero a ella le da igual, para eso están las tarjetas de crédito. El problema es que un buen día se encuentra sin trabajo, con el saldo de sus 12 tarjetas agotado, unas deudas de 20.000 dólares y el banquero acosándola al móvil.
Entonces, decide apuntarse a una terapia de grupo para desengancharse de las compras, pero cuando lo tiene medio superado, pasa por un escaparate, ve un vestido precioso en Barneys, y acaba cayendo en la tentación. Yo la entiendo. Sé que en época de crisis resulta políticamente incorrecto decirlo, pero ante un elegante Lanvin o un Prada exquisito, el dinero es lo de menos.
La pelicula se ha llevado un montón de críticas, porque para muchos es un alegato en defensa de las compras compulsivas y de las visas oro en un momento de crisis. Ahí se han pasado. Primero porque la película se rodó en 2008, cuando todos gastábamos a tutiplén. Y además, no quiero desvelar el final, pero la pobre chica se acaba llevando su merecido.
Lo que está claro es que la época de las compras locas se ha terminado, no hace falta que nos lo recuerden los aguafiestas. En el último número de la revista norteamericana Harper’s Baazar (aviso: lo más chic ahora mismo es leer revistas de moda en inglés y francés), hay una entrevista buenísima con el diseñador de Chanel, Karl Lagerfeld, metido en el papel de un psicólogo que tiene que ayudar a una mujer desesperada porque la crisis le impide comprar ropa.
Doctor –le dice la mujer- la crisis no me deja dormir, mi marido dice que no puedo gastar tanto y que tengo que ajustarme al presupuesto ¿Podré mantener mi estilo comprando barato? -Bien, le responde Karl, lo primero que tienes que averiguar es si tu marido está utilizando la excusa de la crisis para recortarte el gasto; si de verdad no puede pagarlo, olvídate de la palabra barato. Piensa que en cada segmento hay buen diseño y puedes ir ideal con una camiseta y un vaquero que no sea caro.”
Doctor, le pregunta ansiosa la paciente a continuación: ¿Qué puedo comprar entonces? El diseñador le responde que no sea esclava de la última tendencia de la pasarela. “Vístete para ti y para el hombre que amas, no para impresionar a sus amigas. No descuides el pelo, el maquillaje o el físico, aunque el vestido que lleves sea de presupuesto modesto; no trates de parecer un reclamo sexual permanente, no salgas de compras para calmar la ansiedad y, sobre todo, siéntete bien dentro de ti misma”.
Los consejos del diseñador de Chanel le vendrán bien a más de una, aunque me temo que, a estas alturas, la mayoría ya hemos aprendido. Una cosa es que sepamos apreciar y valorar un Lanvin, y otra que seamos víctimas de la moda y compradoras compulsivas ¡pero si no llegamos ni a fin de mes!
Hace poco decía una lectora de mi blog refiriéndose a los zapatos con plataforma de 20 centímetros: “Todas esas sandalias, diseñadas por hombres que nunca los van a sufrir, son lo que nos faltaba. Si la tendencia es de ropa cómoda y ancha, ellos jamás permiten que la mujer se sienta totalmente cómoda. Siempre tienen que fastidiarlo: un año con pantalones sin tiro, con los que no podíamos sentarnos sin hacer el ridículo; otro año con camisas premamá que nos hacen parecer mesas camillas; otro con francesitas sin nada de tacón, que son incomodísimas y te hacen andar como un pato... y un sinfín de ideas absurdas”. No, si al final, la culpa será de los hombres, seguro.