¿Jávea o Benicassim?, he ahí el dilema. Ríete tú de lo de
“ser o no ser” que sólo da para comerte el tarro. Lo que realmente nos marca la
vida a las valencianas es si somos más de Jávea o de Benicassim. Quien de
alguna forma pueda demostrar ya cuando la Marujita Díaz vestía pañales, su
familia veraneaban en Javea o Benicassim será considerada una aristócrata en
las fiestas de verano. Allí defenderá su playa con su vida. Recordará la
infancia de Fulanita y Menganita, y el noviazgo de la hermana de Pitita con el
primo de Tutina, mientras su madre, Fuchita, preparaba la merienda. Su
contrincante, la de la otra playa, se defenderá contando como Petote, el
hermano de Chusita, las enamoró a todas con su Vespa rosa.
Es el caso del doctor Juan Antonio Mira, que tiene una casa del puerto porque allí pasaba los veranos desde niño, cuando ya iba
con sus padres. En el pueblo también tienen casa el ex ministro José Manuel
García Margallo y los hermanos De Miguel: Alicia, Carmen, Paloma y Jose, casado
con la interiorista Tati Monsonís. Fue ella la que le dio a la casa un estilo
ibicenco y allí celebran cada verano una fiesta de lo más concurrida.Entre los amigos de Paloma, están las hermanas Ana y Sara Joudí, que comparten veraneo en Javea con la rotaria Teresa Nuez y Manolo Lainez, Emília Garcia, Ismael Zahrawi, Ana Peris y Herminio Moraira, entre otros.
A Sara le encantan las playas de la zona: “cala Portixol con sus casitas de pescadores con puertas y ventanas azules; La Granadella y su agua cristalina”, como a la diseñadora Bárbara Torrijos, que pasa allí los veranos.
Algunos, como Esther Barrera, acaban en Javea porque es allí donde van todos sus amigos. “Yo me he criado en el campo toda la vida, en Onteniente, en una finca familiar. Desde hace cuatro años hemos recalado en Javea, ya que mis hijas tenían allí sus amigos y yo también”.
Otros son de Javea de toda la vida, como Amparo Lacomba, y
allí tienen todo lo que necesitan, desde descanso hasta diversión. “A mi marido
Vicente y a mí nos encanta salir a navegar con nuestra lancha y disfrutar de
sus aguas limpias y cristalinas.”
“Javea es intensa en relaciones de amistad”, dice Toni
Jordán. Nos gusta ir a las calas, perdernos los domingos por la tarde en el
mercadillo de Jesús Pobre y descubrir nuevos sitios para comer o cenar,
preferiblemente junto al mar. En agosto es indispensable acudir a la fiesta
ochentera del Molí Blanc”.
Javea tiene además algunas de las casas más bonitas de la
costa, como la del interiorista Carlos Serra o Cala Sardinera, la casa de Rosa
Castellví diseñada por el arquitecto Ramón Esteve.
El pueblecito marinero de Moraira es otro de los destinos
favoritos.
A Laura Gallego le gusta por su tranquilidad y por sus paisajes. “Me
encanta leer bajo un pino, es un día a día muy dulce que suele terminar no muy tarde
tomando algo frente al mar.”
Zdenka Lara también tiene casa en Moraira. “Nos
enamoró por sus vistas al Portet y por la sombra natural de los pinos, que son
como un gran toldo en la parcela”.
Si para unos Javea o Moraira no tiene nada que envidiar a
Saint Tropez, los que veranean en Benicassim, como Delia Barral, no la cambian
por nada del mundo. “La zona de las Villas es muy tranquila, todos nos conocemos
y el día es muy agradable: playa, baños de mar, salidas en barco desde el
náutico de Oropesa o recorrer la vía verde.”Paula Alcón dice que Benicassim es como el Biarritz valenciano. “Me encanta desayunar en las terrazas frente al mar, pasear frente a las villas, ir a la playa y salir a cenar con amigos a las tasquitas del pueblo”. Paula se ha llevado este verano su Cool market al Club Palasiet y reparte el verano entre Benicassim y las islas “de cala en cala y disfrutando de la maravillosa gastronomía isleña”.
No es la única valenciana que cruza a las islas en verano. Sobre
todo si tienen barco, como el artista Lu Gorritz, que pasa un mes navegando por
Formentera y Mallorca, el arquitecto Ramón Esteve, el empresario Luis
Fernández y el estilista Alex Jordán que pasan semanas en Ibiza.
Si unos son de Javea toda la vida, otros son de Ibiza de
toda la vida. Es el caso de María Gómez-Polo, que va desde hace años y tiene buenos
amigos. “Me encanta pasear por Marina Botafoch y por el pueblo”.Para vacaciones de lujo, las de María José Lladró, que tiene casa en una de las zonas más exclusivas de Mallorca, entre el Puerto de Andraxt y La Mola. “El ambiente aquí es maravilloso porque viene la clase alta de Europa a la que no le gusta exhibirse sino descansar, bañarse en aguas fantásticas con grandes pinadas, comer productos frescos y pasar inadvertidos. Me siento muy identificada en este ambiente. El pueblecito que me apasiona es Valldemossa, donde Michael Douglas y su primera mujer tenían su casa.”