La firma de cosméticos Kiehl’s acaba de inaugurar tienda en
la calle Colón. La fiesta de inauguración da para hacer un ensayo sociológico
sobre cómo hemos cambiado. Hace cinco años, para inaugurar su tienda de Conde
Salvatiera, levantó una enorme carpa junto al Mercado de Colón, invitó a más de
cien personas y se trajo a Ana Torroja de madrina. Como Kiehl’s es neoyorkina,
el cóctel se inspiró descaradamente en la serie Sexo en NY: treintañeras con
taconazos y cuarentones con traje chaqueta sin corbata y aires de triunfador
tomaban cosmopolitans jugando a ser Carrie y Mister Big. En aquel entonces, en
abril de 2008, con la resaca de la Copa América, todavía nos creíamos el centro
del glamour mundial. Habíamos cambiado
el carajillo por el Moet y el almuerzo por el brunch. Era el último coletazo de
un sueño; aquél en el que creímos que Valencia había dejado de ser la capital
de la Huerta para convertirse en una réplica de Nueva York a orillas del
Mediterráneo.
La de inauguración de esta semana fue muy distinta; todo fue
mucho menos yanqui y mucho más british. En vez de inspirarse en un capítulo de
Sexo en Nueva York con treintañeras coqueteando en un bar de Manhattan con
yupis de dinero fácil, recordaba a una tarde tomando el té en Dowton Abbey, con
gente bien de toda la vida, de los de dinero viejo y modales clásicos. Fue una
fiesta mucho más familiar, evidenciando que el desastre financiero valenciano
no ha arramblado con todo.
El anfitrión fue Carlos García Calvo, embajador de la firma,
junto con Blanca Corrales, la responsable de Kiehl’s en España. Entre los
invitados, amigos suyos como los diseñadores Juan Andrés Mompó y Valentín
Herráiz, la interiorista Verónica Montijano y su marido José Luís Vilanova, de
VM The Shop, Ana Varela, de Chapeau, el diputado y alcalde de Vilamarxant Vicente
Betoret, la siempre elegante María Teresa Monsonís, Conchita Cañamás, la
directora del IVAM Consuelo Císcar, el crítico gastronómico Pedro García
Mocholí, Vicen Fernández, mujer de Albelda, el creativo Nacho Gómez Trenor o el
estilista Víctor Alonso.
También estuvo Antonio Puebla, el sastre de cabecera de los
peperos valencianos en aquellos años gloriosos en que atábamos los perros con
longanizas. Puebla se ha aficionado a Facebook y da consejos para vestir con
tanta elegancia como un Lord inglés. Dice que las camisas de sport han de ser
algo más amplias que las de vestir y que los gemelos se pueden usar en
cualquier camisa, hasta en las de sport, siempre que se lleve corbata. Para que
la corbata siente bien, la separación de las palas de los cuellos de camisa
debe ser de uno a dos centímetros, así el nudo de la corbata encajará hasta
arriba. Además, los puños de la camisa deben quedar con poca holgura en las
muñecas. Y las rayas tienen su dresscode: gruesas para las mañanas; medias para
la tarde y finas por la noche.
La nueva tienda de Kiehl’s tiene una decoración similar a la
de Conde Salvatierra: suelos de madera, una mesa de consulta como en la
farmacia y una lámpara de araña, un interior cálido y acogedor para probarse
con calma las cremitas.
La semana que viene, más citas clásicas. La fundación Dasyc
ha organizado para el fin de semana un mercadillo benéfico en el jardín del
Hotel Hospes. Estará abierto de viernes a domingo. Cuenta Cristina Blanc que será
un mercadillo muy primaveral: habrá collares hechos a mano, gafas de sol,
pareos, toallas, capazos playeros, ropa de Lexter, tocados, cremitas,
camisetas, cursos de natación y hasta treinta puestos para pasar un rato de
compras solidarias. Además, actividades infantiles para que las mamás puedan
comprar o tomar el Bruch mientras los niños se entretienen.