Una vez has elegido al novio, lo más difícil del día de tu boda es conseguir que todo, desde el vestido hasta la iglesia que elijas, sea acorde con tú personalidad. El sabado se casó la hija de Juan Roig, su amor por el ballet y por la tierra que la vio nacer impregnaron la ceremonia y su celebración.
El vestido de novia refleja bien la personalidad de una mujer. Cuando tomas la primera Comunión, tu vestido refleja la personalidad de tu madre; cuando te casas, si consigues imponer tu opinión sobre madres, suegras, cuñadas, hermanas y amigas, al final conseguirás que tu vestido diga mucho de ti.
Como dice la diseñadora de novias Noelia Navarro, el vestido se tiene que adaptar al físico pero sobre todo a la personalidad y eso no siempre es fácil. Hay novias aristocráticas como reinas, otras princesas de cuentos, las hay que parecen niñas de comunión y otras seductoras actrices; a algunas les gusta sentirse ligeras para poder bailar hasta el amanecer y otras prefieren tejidos sólidos y armados que les den seguridad y aplomo.El sábado18 de mayo se casó Juana Roig, con Álvaro Otero, hijo de Eduardo Otero, Jefe de Equipo de Cirugía Cardiovascular del Hospital Clínico. Lo hicieron en San Nicolás, lo cual ya dice mucho de la personalidad de los novios: eligieron una iglesia discreta, en el corazón de Valencia, que no hace ninguna ostentación de su belleza, de su valor artístico e histórico.
La novia eligió a la valenciana Marta de Diego para su vestido. Juana es aficionada al ballet desde niña y eso se notó en toda la boda, empezando por el vestido, entallado, de líneas puras y falda evase. El vestido era de tul de seda y gasa con bordados en cristal, nácar y unas finísimas cadenas de plata que daban relieve a la tela. Para su confección, Marta utilizó treinta metros de tul, dieciocho de encaje de Caláis y trescientas plumas, pero lo más espectacular era la espalda del vestido, con un recogido en forma de lazada de plumas, de donde salía la cola de gasa y tul.
El tocado de Antonio Romero era de plumas de cisne, como los que lleva la princesa del Lago de los Cisnes, bajo un moño de Tono Sanmartín. Los pendientes fueron el regalo de pedida de los padres del novio.
Marta de Diego vistió también a la madre de Juana, Hortensia Herrero, de largo, como todas las invitadas, con un vestido con mucho rigor en crepe de seda de un color verde azulado, de silueta marcada y con vuelo en la falda, con la espalda llena de chatones de swarovski en tonalidades degradé.
La boda fue un desfile de alta costura. La madrina, María Luisa Pérez, llevó un diseño de Lorenzo Caprile, mientras que la hermana del novio, María, uno de Alex Vidal. Hortensia Roig fue vestida de Marta de Diego y las otras dos hermanas de la novia, Carolina y Amparo, eligieron vestidos de Chapeau (un Valentino rosa nude espectacular) y Tot-hom. Verónica Montijano vistió a Maida Roig, una de las primas de la novia, con una falda y top de Etro en blanco y negro con estampado paisley. Y Elena Barber Gómez-Medeviela, consuegra de Juan Roig, llevó uno de alta costura de Presen Rodríguez.
Lo celebraron en l’Hemisfèric, y siguiendo con su particular homenaje al ballet, seis bailarinas del Conservatorio Profesional de Danza de Valencia, bajo la dirección de Gema Casino y Rafa Darder, daban la bienvenida a los invitados sobre plataformas levantadas en las piscinas de L’Hemisfèric. Jesús Barrachina sirvió el catering, flores Feliú decoró la Iglesia y l’Hemisfèric y Lorena Oliver, de Araventum, ayudó en la ambientación.
Entre los invitados, los tíos de la novia, Fernando Roig junto a su mujer, Elena Negueroles y Francisco Roig, junto a Magdalena Melchor; Trinidad Roig y Amparo Roig, junto a su marido, Andrés Morata; Paco Raga, Director General del Valencia Basket, junto a su mujer Teresa Ríos. Josep Terradellas, presidente de Casa Tarradellas, con su mujer, Anna Falgueras; el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, y Verónica Ceballos; el presidente de la Federación Empresarial de Agroalimentación de la Comunidad Valenciana, Federico Félix, acompañado de María José Lavech; Juan Manuel González Serna, presidente de Grupo Siro, junto a su esposa, Lucía Urbán; el empresario y presidente de EDEM, Manuel Palma; Francisco Pons, de AVE, junto a Bárbara Sancho.
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