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martes, 29 de septiembre de 2020

Huchas virtuales


Lo virtual ha llegado para quedarse, nos guste o no chicas. Hasta la cuestación contra el cáncer ha sido este año con huchas virtuales. ¡Con la alegría que daba ver a esas señoras tan arregladas con las huchas en mano y la pegatina que te ponían en la camisa! Menos mal que se mantuvieron unas cuantas mesas: la del Valencia CF en Mestalla, la del Levante UD en la plaza Porta la Mar, la del Ateneo Mercantil, con su presidenta Carmen de Rosa y el presidente de AECC Tomás Trenor, o la de Moddos en el Mercado de Colón. Por ésta última pasaron muchos amigos del club: Josep Lozano, Blanca Fitera, Saber Marisa Monsonís, Carmina Durán, Begoña Estellés, Cristina y Julia Pérez Broseta, Coté Soler, Begoña Albert, Marcelo Soto y Mª Dolores Enguix y Lluis Nadal, entre otros.


El miércoles, también en el Mercado de Colón, una de las cervecerías artesanas inauguraba una exposición ¡presencial! de Jose Ricardo Seguí, un veterano periodista. Le acompañaron colegas como Ferrán Belda, Maria José Muñoz Peirats o el fotógrafo Flaco García Poveda. También se acercaron Mayrén Beneyto y Eva Marcellán, que venían de la Fundación Cañada Blanch del concierto de Javier Botella.


La vida cultural sigue dando vidilla a la ciudad. El viernes se celebró el día de las galerías de arte, Abierto Valencia, un soplo de aire fresco para animar septiembre y salir un poco de casa. Y por si fuera poco, el jueves se inauguró la exposición de Antonio López, ¡Qué pasada y qué suerte tenerla en Valencia!


¡Seguimos con artistas! Helga Grollo también inauguró esta semana su exposición en la Galería La Trini y otro artista, Jesús Arrué, estuvo grabando un programa de televisión con el infatigable Mario Vaquerizo: “Le enseñé varios museos, recorrimos Valencia en bici el rio y le regalé un cuadro”.


Afortunadamente se pueden seguir celebrando eventos al aire libre. El Náutico de Valencia entregó hace unos días los trofeos Unicef de Optimist y la regata home-dona, que ganó Majoche. “Las regatas siguen este fin de semana con la vela ligera”, cuenta el presidente del Club Alejandro Fliquete.


Gracias a las terrazas, también podemos seguir quedando con amigos y familia. Ximo Ros compartió mesa con sus padres Joaquín Ros y Conchín Navasquillo y la periodista Laurence Lemoine invitó a Miguel Angel Pastor, Pepa Cortes y otros amigos franceses a una paella que preparó Pedro García Mocholí. Hay que apoyar a la hostelería, que lo están pasando muy mal. Cuchita Lluch se solidarizó con el gremio y estuvo en una concentración en defensa del sector.

lunes, 18 de febrero de 2019

No puedo vivir sin tí


San Valentín parecía una fiesta trasnochada que sólo interesaba a los grandes almacenes para llenar la caja y sin embargo el jueves las redes sociales se llenaron de fotos acarameladas de parejas celebrando el día de los enamorados. Hasta la Reina Doña Letizia hizo un guiño al amor vistiendo el mismo traje chaqueta de Armani que llevó el día de la pedida. Con ese gesto transmitió otro mensaje no menos importante: que usa la misma talla de ropa que hace quince años, algo de lo que muchas no podemos presumir.
En Valencia, hubo celebraciones de todo tipo. La mayoría optó por una cena romántica con su pareja, como Mayrén Beneyto, que estuvo con su marido Ramón Almazán en el restaurante de Ricard Camarena en Bombas Gens; otros, como Rafa Moreno y José Alandés lo celebraron sin nada especial porque dicen que en pareja todos los días son especiales. “El mejor regalo es ver a mi marido al lado, estuvimos trabajando y luego nos fuimos a Canal Bistro y a ver tiendas paseando por el centro”, cuenta Rafa. Cuchita Lluch también se quedó sin fiesta de enamorados porque su marido, Juan Echanove, estaba grabando una serie para TV. “¡Este fin de semana nos vamos a Ibiza de gira y no tenemos ni un día libre hasta junio!”.

Algunas, como la doctora Lucía Asensio, dedicaron unas horas del día al verdadero amor de toda mujer: su peluquero, ese amigo y confidente capaz de hacerte la más feliz del mundo mundial con el secador y el cepillo. Paula Alcón decoró su Cool Market con corazones y flechas de color rojo. Entre todas las clientas se sorteó un Pheypas y de la ONG Katsumay de Leticia Valera. Se brindó con champagne rosé, hubo demostración de pintura de la artista Rosario Muñoz, desfiles y música en directo del pianista Juanjo Calatá que interpretó covers de canciones conocidas. La de Coque Malla, “no puedo vivir sin ti”, se llevó todos los aplausos. Entre el público Coté Soler y Javier Martínez Rubio, que no son pareja sentimental pero se quieren más que si lo fueran, Pepe Martínez, Marisa Álvaro, Ana Blanco, Paz Regis, Borja Conejero, el presidente de la Fundación Bancaja Rafa Alcón, María José Usó, Leonor Estaba Arria.

El artista Enrique Senís invitó a un grupo íntimo de amigos a ver el muro que acababa de terminar y que estaba a punto de enviar a México, a casa de un coleccionista que está tan enamorado de su obra que ya tiene más de un centenar suyas. La última es un lienzo de 3 metros de alto, impresionante, colorista y lleno de flores, un canto al amor. A la fiesta fueron Laura y Blanca Fitera, grandes amigas del pintor, como Josep Lozano y el artista Jarr, Alfredo Esteve, el peletero Amado, Marisa Marín, la presidenta del Ateneo Carmen de Rosa, Mayrén Beneyto y Ramón Almazán y Amparo Mortes y Vicente Lacomba.

Laura Fitera también quiso compartir con sus amigos lo que para ella significa el amor: “Lo importante es que los que nos quieren, y a los que queremos, no tengan ninguna duda de nuestro amor. Yo vivo queriendo, a mis hijas, a mis nietos, a mis yernos, a mi familia, a mis amigos...Y está, también, el amor de una pareja, amar es importante, pero te tiene que pillar con el corazón entrenado, el amor no es un salvavidas al que aferrarse, el amor no es un complemento, y sobre todo el amor no es quererse a uno mismo a través del otro.

lunes, 14 de enero de 2019

Invítame a tu fiesta


“La clave del éxito de una fiesta es que consigas reunir a gente de distintas edades, profesiones, artistas, intelectuales, y que busques algún motivo que haga de nexo para invitarlos. Puede ser un premio, un cumpleaños o inaugurar casa”, cuenta Mayrén Beneyto, una experta en recibir, lo ha vivido desde pequeña con su madre y su abuela. “Hoy saben recibir muy bien Vicente Simó, que además tiene una casa preciosa y es un maestro organizando grupos; Carmen Topete, Paula y Barbara Jiménez de Laiglesia y Carmen Noguera lo hacen tan bien, que incluso se dedican profesionalmente a ello. A Laura Fitera y Enrique Senís también les encanta recibir en sus casas y lo hacen espléndidamente, como Rosa Castellví, su fiesta de verano en Xàbia es muy divertida”.
Laura Fitera también habla maravillas de Mayrén: “es una anfitriona magnífica, imaginativa, cuidadosa”. Y da algunos consejos para seleccionar invitados: “La clave para que funcione bien una reunión ya la descubrieron las salonnières del XVIII. Hay que reunir a gente fascinante por su prestigio, por su apellido, por su personalidad, gente con un toque de excentricidad y una trayectoria vital marcada. Es bueno que algún invitado sorprenda y que el grupo no sea muy homogéneo. Hay gente como Josep Lozano que te levanta cualquier reunión, tiene tantas anécdotas y ha vivido tanto… y encima es muy cercano”.
La galerista Sara Joudí intenta que en sus inauguraciones haya variedad de invitados para que interactúen e intercambien ideas entorno al arte. “Es imprescindible que haya armonía para que pasen un rato agradable y enriquecedor. A nuestros eventos asisten nombres de la burguesía y la aristocracia, pero por discreción prefiero no citar nombres”.

Que te inviten en las fiestas privadas es difícil si no estás en el círculo de amistades del anfitrión. Es más fácil entrar la lista de invitados de las fiestas que organizan firmas o empresas para agasajar a sus clientes. Los profesionales de la comunicación como Josep Lozano, Eva Montesinos, Juana Camps, María Cosín o Angela Valero de Palma manejan listados con miles de personas de la sociedad valenciana. “Dependiendo del evento, tenemos listados del mundo de la moda, de la empresa, del cine, literatura, diseño, arquitectura o música”, cuenta Eva Montesinos.
Josep Lozano segmenta a los invitados según la estrategia de comunicación de la marca, “aunque siempre hay nombres imprescindibles ligados al diseño, cultura o empresa que no fallan en nuestras convocatorias”.

Ángela Valero de Palma, intenta mezclar perfiles de diferentes edades, profesiones y estilos de vida “Tengo 1.700 contactos en el móvil y listas que combino según el evento. Lo divertido es conocer gente nueva y diferente, busco que haya calor y color. El mundo socioeconómico y cultural de nuestra ciudad es muy amplio, más de lo que pensamos. Debemos estar orgullosos de tener una sociedad abierta y cosmopolita”.

“Las mezclas con gusto y equilibradas siempre funcionan”, dice María Cosín. “Me gusta reunir a gente de distintos ámbitos, que unos a otros resulten interesantes y se creen sinergias entre ellos.”
Juana Camps coincide en la fórmula anterior. “Ya lo dijo Andy Warhol, todo un experto en organizar fiestas. Se trata de reunir a un consolidado empresario de éxito con una artista bohemia, un joven abogado y una francesa que acaba de mudarse a Valencia. Para Juana, la invitada perfecta tiene el perfil de su amiga Cuchita Lluch: “Tiene don de gentes, simpatía a raudales y buena conversación.”

lunes, 29 de enero de 2018

Vuelven las pasarelas

Un desfile de moda es como una cena con Brad Pitt: reúne todo lo necesario para pasar un buen rato. Arte y cultura; la moda es crear algo de la nada, en eso se aproxima al arte. Y qué es Brad, sino una obra de arte. Los desfiles tienen ese toque de glamur que le aportan las modelos, los diseñadores y el público de las primeras filas. Y qué es Brad, sino la quintaesencia del glamour. La pasarela también es un espectáculo, una mezcla de teatro, música e interpretación. Y qué es Brad, sino un espectáculo en si mismo. Luego, después del desfile, llega el cóctel y entre canapés y champán departes con tus amigas. Y qué es Brad al terminar la cena, sino el champán hecho hombre, un estallido de alegría y emoción que invade todo el cuerpo en cuanto te ayuda a ponerte el abrigo, con todas esas burbujas recorriendo tu columna vertebral de arriba abajo.
Hacía tiempo que Valencia no celebraba desfiles, por eso, y porque Pitt no invitó a nadie a cenar, toda la sociedad valencia estuvo el miércoles en el Centro del Carmen. Era un desfile organizado por la Conselleria de Educación a partir de un proyecto de Josep Lozano llamado Artenblanc en el que se pidió a más de veinte diseñadores que creasen un modelo de color blanco.
El desfile fue tan dispar como diferentes son cada uno de los diseñadores. Nada que ver el vestido de novia de Alejandro Resta, lleno de encaje, con el de Adrián Salvador y Lucas Zaragosí (Estudio Savage) de tejidos ligeros. Tampoco tenía mucho que ver el vestido hecho con anillas de metal de Anillarte con los diseños de Ulises Mérida o Roberto Diz.
Entre los diseñadores participantes, más de uno faltó a la cita. Juan Vidal estaba en Madrid preparando su desfile del jueves en la Fashion Week, como Mané Mané, Ulises Mérida y Hannibal Laguna (que no participó en Artenblanc). Y Alejandro Resta estaba en Qatar desfilando y dando clases de moda con alumnos de la familia real del país. Quienes sí estuvieron fueron Adrián y Lucas, Mario Coello, Pedro Hidalgo, Laura Alemany, Hortensia Maeso, Javier Soria, Francisco Benavente, Adrián Cubero, Yvan Andreu y Sebastián Chavarriaga.
Entre el público, los periodistas Custodio Pastor y Mayte Sebastiá, que llegó al mismo tiempo que Vicen Fernández, que acababa de volver de esquiar y todavía estaba con agujetas, Ana García Rivera, Delia Barral, que siempre te recibe con una generosa sonrisa; el estilista Rafa Moreno con Angel Adán, la nutricionista Elisa Escorihuela, Encarna Roig y Mariángeles Miguel.
También socios del Club Moddos como María Dolores Enguix y Marcelo Soto, Julia Pérez Broseta, Mónica Duart con su madre María José García Padilla y Andrea Villafañe, Luz Aguiló, Guillermo Martorell y Mamen Puchades, los artistas JARR y Claudio Zirotti y Eugenio Martín.
Sin olvidar a las imprescindibles en este tipo de eventos: Mayrén Beneyto, que llevaba un broche en forma de pájaro que Blanca Fitera había adaptado de un sombrero de su abuela. Blanca, de negro y con un bolso metálico de Zara que parecía de firma de lujo, llegó con su hermana Laura, que sacó de su armario una de sus mejores piezas, un abrigo vintage que compró en un anticuario para la boda de su hija. Estuvo además Merche Fillol, Amelia Guich Lamo de Espinosa, Amparo Mortes con su hija Alicia Lacomba, Begoña Albert, Paloma Blasco, To Campos e Isabel Aliño.
La periodista Laura Grande fue con su marido Ignacio Estrela y con el alcalde de Cullera Jordi Mayor, al que la maquilladora Kuki Giménez aprovechó para pedirle entradas del festival Medusa. El toque perruno lo puso el estilista Alex Villar, que llevó a su perra Chloé al desfile. Del mundo de la moda, el sombrerero Betto García, María Rosa Fenollar y Carmina Durán de la agencia que puso las modelos.

martes, 26 de septiembre de 2017

Expertas en diseño, moda, arte, cotilleos…

La vida social valenciana es como una tómbola, nunca sabes lo que te depara mañana. Esta semana ha tocado el diseño de interiores.
Alguien debería impartir un máster en vida social. Suena frívolo, pero la verdad es que no es fácil estar siempre a la altura. Un día vas a una presentación de zapatos y se supone que debes tener algo que decir sobre las hormas y los cordones; otro te llevan a una exposición de arte, y algo tendrás que decir sobre el color y las formas. Hay citas para inaugurar una terraza de verano, en la que lo que se espera de ti es que sepas quién es el último novio de fulanita, ex novia de menganito que la dejó porque a su madre no le acababa de convencer la chica, ¡demasiado poco para su niño!, y ahora mira con quién sale: rico, joven, guapo y bien posicionado;  ¡habrá que ver la cara que se le ha quedado a la madre de menganito!… Y así un día tienes que ser frívola, otro intelectual; uno modosita, otro aguerrida feminista … En fin, una vida de locas.
Esta semana le ha tocado el turno al diseño de muebles, decoración, iluminación. Todo gracias a la Valencia Disseny Week y la Feria Hábitat, que ha llenado la ciudad de cócteles, presentaciones, aniversarios y todo tipo de eventos vinculados al mundo del diseño.
El miércoles, Adrián Salvador y Lucas Zaragosi de Estudio Savage abrieron las puertas de su estudio en Ruzafa y presentaron sus nuevos proyectos de diseño. Estos chicos hacen de todo: ropa, diseño de lámparas y hasta bolsos en ediciones limitadas que se rifan en Londres y NY. A su estudio fue Mayrén Beneyto, Meritxell Barberá e Inma García, de Taiat Dansa, la artista Nanda Botella, la doctora Amparo Zaragosí, el pintor Javier Calvo y la arquitecta María José Tatay.
Esa misma noche, Capdell celebró su cincuenta aniversario la empresa de mueble de Jesús Navarro. Fue en Coven Carmen, una vieja capilla reconvertida en espacio para eventos. Decoración de globos, catering del bueno y una música discotequera que se agradece en estas fiestas, donde a veces castigan con chill out soporífero. Allí estuvieron Carlos Tíscar, Luis Salinas, Isidro Ferrer, Pedro Díaz Cano, Vicente Carrasco, Fran Silvestre, Andrés Alfaro Hofmann, Mateo Climent y Sigfrido Serra, Isabel Rubio y Amparo Ros, Carlos Serra, Federico Varona, Chano Vernetta, el artista Claudio Zirotti con Trini García, Jarr, Amparo Ortuño, Mª Dolores Enguix y Marcelo Soto, Laura Grande, Iván Martínez-Colomer y Ana García-Rivera, Vicente Gracia y Mónica Piñones, María Ferrando, Javier Martínez Rubio con su inseparable Coté Soler, que a ella le da igual que haya música ochentera que setentera, y Mónica Ibáñez.
Al día siguiente, el Colegio de Diseñadores de Interior celebró su aniversario en el Mercado de Colón. Fue un encuentro entre colegas, como Pepe Cosín, Antonio Salinas,  Sigfrido Serra, Mateo Climent, Carmen Baselga, Jorge Belloch, Ramón Bandrés, Juan Gallart, Tono Lledó, Juan Antonio Pascual o Susana Lozano.
Y la semana también dio para encuentros de moda. Carmen de Rosa reunió en el Ateneo Mercantil a Josep Lozano, Amparo Chordá y Mª Rosa Fenollar para hablar de diseño emergente, nuevos talentos y la situación del sector. 

lunes, 20 de febrero de 2017

Cotilleos de pasarela

Este fin de semana se celebró en Madrid la Mercedes Benz Fashion Week, la primera edición dirigida por Charo Izquierdo, directora de la revista Yo Dona durante muchos años. El primero en desfilar fue el alicantino Juan Vidal. Una pasada de colección. Vestidos de corte al bies con plumas y delicadas cintas en chiffon de seda, estampados retro y abrigos batín en visón rasado de lo más sofisticados.
Todas las miradas debían estar concentradas en los tejidos lujosos de patchwork, pero otro foco de atención competía con los vestidos art decó. Sentadas en primera fila, la novia de Ronaldo, Georgina Rodríguez, y la actriz Michelle Calvó, las dos vestidas de Vidal, acaparaban toda la atención de los fotógrafos. Por un momento, se te iban los ojos hacia el front-row antes que a la pasarela.
Menos mal que me senté con Josep Lozano y se puso a comentar los cotilleos del desfile, más interesantes que los de Ronaldo. “Para empezar, hay que fijarse en el casting de modelos, se suele buscar un perfil de chica parecido para que el desfile sea coherente”. En el de Juan Vidal, todas eran rubias, de pelo largo y tez pálida, salvo Marta Ortiz, morena con el pelo corto y rizado. “Marta no encajaba con el perfil pero tuvo que desfilar  sustituyendo a una brasileña que falló por un compromiso de última hora”.
Lozano fue desgranando otros secretos de la pasarela. Por ejemplo, que las luces verdes del desfile de Vidal no eran las más favorecedoras para las fotos, aunque daban la atmósfera teatral que buscaba el diseñador. Y la música del desfile, machacona y con poca melodía, permitía que te centrases en los vestidos y no te distrajeses tarareando un tema conocido. También me enteré de que el turno de desfiles en Madrid se decide por sorteo y que lo peor que le puede suceder a un diseñador es desfilar el último día porque las modelos están agotadas y las bajas se tienen que reemplazar por otras chicas con menos caché.
Después de Juan Vidal desfiló Agatha Ruiz de la Prada. El revuelo que provocaron los famosos fue todavía mayor. Los cámaras se daban codazos para sacar foto de Isabelita Pantoja, en primera fila acompañada por su estilista Jesús Reyes. ¡Si Isa Pantoja tiene estilista no veo porqué cualquiera de nosotras no! Además estaba Fran Ribera, que tuvo que sentarse en el suelo, tan caballero él, para que su mujer Lourdes Montes no estuviese tan apretujada en la grada. Y Carmen Lomana, con un vestido que dejaba ver su tipazo de quinceañera, sentada junto a Mariló Montero, que fue a ver desfilar a su hija Rocío Crusset. En primera fila también Esperanza Aguirre, María Leon, Cósima Ramírez (monísima con una mezcla imposible de medias verdes y zapatos rosas con purpurina) y Beatriz de Orleans.
El desfile tenía que empezar a las 12:30 y ya pasaban diez minutos de la hora. Y entonces Lozano me contó otro secreto: “Aquí comienza una batalla entre el diseñador y el coordinador de la pasarela: el diseñador quiere que los fotógrafos y cámaras estén el mayor tiempo posible porque eso se traduce en espacio que ocupan en periódicos y televisiones, mientras que en el backstage se están poniendo de los nervios porque el retraso afectará al resto de desfiles”.
El viernes desfiló también nuestro Francis Montesinos, con una colección dedicada a ¡¡¡Asturias!!! Se le perdona porque el principado patrocinaba su colección y eso ayuda a remontar la temporada, además que los estampados con hortensias son ideales. En primera fila, Toñi Salazar de Azúcar Moreno, Maribel Sanz, Rafael Amargo, Mónica Hoyos y Makoke. El desfile se cerró con un vestido de novia negro que llevó Lucía Bosé. Montesinos, muy amigo de la familia, quiso rendir un homenaje a Bimba Bosé.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Ándale manito

Lo bueno de que hoy sea seis de noviembre es que ya hemos pasado Halloween; esa fiesta que no acaba de cuajar porque no acabamos de saber qué hacer cuando nos disfrazamos de brujas o de zombies. Halloween no es como la Coca-cola, los fast food o Starbucks. Sí, está ahí, y amenaza con implantarse, pero no acaba de entusiasmar a nadie excepto a los niños. Y eso que la tradición americana, en este caso lo tiene todo a favor, porque compite con la tradición española de encerrarse en casa por miedo a las ánimas que supuestamente salen esa noche de juerga. Entre el intento americano de frivolizar la muerte y la tradición española de encerrarse en casa a ver Don Juan Tenorio, esta semana hemos descubierto una tercera vía.
El miércoles, en el Colegio Mayor Doctor Pesset, se celebró el día de los muertos al estilo mexicano, con una exposición de pintura de la Adis Soriano, canciones mariachis de Marisela Guillén, mujeres disfrazadas de caterinas y hasta un altar a Frida Kahlo lleno de calaveras de cerámica, alimentos, jarrones, velas, flores, esqueletos, postales de santos y decoraciones en papel picado. ¡Ándale, manito!, esa podría ser la solución. Vamos, que el día que estemos en el más allá, si nos apetece darnos un garbeo casi que el plan más sugerente será el de los mexicanos. Ya me veo en el panteón, rebuscando en el baúl de la abuela, que yace a tu lado enlutada, una blusa de hilo con flores bordadas tipo Mª Dolores Pradera y reuniéndonos todas antes de salir en la puerta del cementerio a ver a cuál está más joven y, ya en la calle, en busca del bar mexicano de turno para hartarte a tomar tequilas y burritos, que para entonces a ninguna le preocupará que al día siguiente no le abrochen los vaqueros. Adis Soriano, esposa del director del Instituto Francés, Gerard Teulière, ejerció de anfitriona con el Cónsul de México en Valencia, Pablo Romá, el director del Colegio Mayor, Carles López y la directora de gestión cultural de la Nau Ana Bonmatí y mi querido colega de crónica social Tonino. Además, estuvo la directora Loewe Valencia, Montse Salamanca, Alejandro Noguera, Sefa Ferrer, Chimo Ros, del Banco Mediolanum, Vicente Navarro y Marc Insanally, del café Las Horas.
El mismo miércoles se inauguraba la tienda del interiorista Julio Guixeres frente al Palacio del Marqués de Dos Aguas, con un cóctel de Tomás Arribas, música de jazz y hasta una reproducción del perro hinchable Dolly de Fatboy como decoración. La tienda conserva el suelo de barro cocido y mucha de la carpintería original, aunque por contraste, está llena de piezas vanguardistas, como las figuras de Jaime Hayón, muy amigo de Guixeres, las velas de Christian Lacroix y Karl Lagerfeld o el cristal de Baccarat.
Entre los invitados, José Mª Colonques, Rosa Castellví, Lila Albanozzo, Alfredo Esteve, Mayrén Beneyto, Laura Fitera, Josep Lozano, Amparo Lacomba, Lola Ruiz, Beatriz Maset, la familia Fourrat, Iván Martínez-Colomer y Ana García-Rivera, Marcelo Soto y Mª Dolores Enguix, el artista JARR, Guillermo Martorell y Mamen Puchades de Sie7e Jewels, Juan Antonio Murgui, Amelia Delhom, Mª Ángeles Miguel, los joyeros Vicente Gracia y Pablo y Antonio Jordán y Julia Pérez-Broseta.
El jueves también se celebró el 75 aniversario de El Corte Inglés en el Westin. Allí estuvo la vicepresidenta Mónica Oltra, que cada día es menos hippy y más coqueta, los presidentes de la Cámara de Comercio, José Vicente Morata y Cierval, José Vicente González; el secretario autonómico de Empleo Enric Nomdedeu; la secretaría de economía Blanca Marín. A su derecha, Isabel Bonig y un poco más al centro Fernando Giner. Y como anfitriones, el director regional Juan José Sabater, y Victor Liñero, de la división de empresas de El corte Inglés.

FOTOS DE MÉXICO: Jorge Marco Polo 

lunes, 29 de agosto de 2016

Tardes de nostalgia

Los últimos días del verano son presa fácil para la nostalgia, que es uno de los mejores antídotos de la felicidad. Los días acortan, las noches refrescan, y los gintonics apenas alegran unas tardes que son propicias a hacer balance de la vida, es entonces cuando te invade la nostalgia y sin apenas darte cuanta estás tarareando aquello de “(…) El final del verano, llegó y tú partirás…”. El siguiente paso es recordar a Chanquete, al Piraña y a Pancho. ¡Uff!, que bajón, cuántos años hace de aquello: ¿veinte?, no ¡qué va!, más, muchos más, casi cuarenta.
Y ahí te quedas, sentada en la cafetería de tu lugar de veraneo, tomando tranquila uno de tus últimos desayunos del verano. Ojeas el periódico, y de pronto aparece Terelu Campos en la portada de LOC. La ves y te sientes reflejada, ella es como tú: también lloró como tú por la muerte de Chanquete y también, como tú, vive permanentemente a dieta sin que jamás consiga entrar en unos pantalones de la talla treinta y ocho. Entonces miras el cruasán del que por ahora sólo te has comido un cuerno y piensas, ¿qué hago, me lo como o lo dejo ahí como a quien no le apetece más, aunque en realidad lo que me pide el cuerpo es acabar con ese y pedirme además un trozo de coca de llanda?
En realidad nadie sabe muy bien a qué se debe esta obsesión nuestra por la talla treinta y ocho; a la mayoría de los hombres les gustan más las modelos curvy que las top models. Prefieren a Sofía Loren, Marilyn Monroe o a Brigitte Bardot, en sus buenos años, que a Kate Moss. Ellos quieren curvas, esta obsesión por convertir nuestros cuerpos en réplicas del palito de un polo sólo responde a diseñadores que piensan más en la ropa que en la mujer.
Así es que la semana que viene, que es la de los propósitos para el nuevo curso, habrá que plantarse de una vez ante el reto de perder peso, que encima, a partir de cierta edad, sólo sirve para envejecer la cara porque se acusan más las arrugas, lo cual nos lleva a la clínica de estética; y así entramos en un bucle que nos amarga la vida a cambio de nada.
¡Dios mío, qué comida de tarro, y todo por medio cruasán! Hay que hacer algo para levantar el ánimo, pero no es fácil en esta última semana del verano en la que todo parece ponerse en entredicho. Dejas a un lado el cruasán y con cierto disimulo te haces un selfie, a ver si te pareces algo a Terelu, cosa que no sabes si te alegrará o te hundirá aún más. Miras el resultado y ¡zas!, ahí está tu pelo: ese eterno enemigo con el que llevas toda la vida tratando de hacer las paces. El verano ha hecho estragos en tus carísimas mechas y lo que antes era un rubio dorado es ahora un color panoja tirando a naranja o, lo que es peor, un verde fosforito provocado por el cloro de la piscina.

La solución la tiene Carles Domínguez, uno de los peluqueros de Toni&Guy, que ha bautizado un nuevo término para la necesidad de cortarse el pelo o cambiar de color:  “peluquería emocional” y explica cómo  defiende que un corte de pelo o un nuevo tono pueden transformar radicalmente el estado de ánimo y que la peluquería puede ser más eficaz que el psicoanalista. Carles lo define como la “peluquería emocional”, 
Por lo demás, poco que contar: que el pequeño Nicolás ha estado en Xabia. Que el Fortuna, el exyate del Rey Juan Carlos, y que ahora se llama Foners, ha sido visto en Cala Sardinera. Que Ximo Puig ha estado en los Moros i Cristianos de Ontinyent y un concurso de mantones de Manila en Alginet, pueblo de Josep Lozano, que invitó al presentador Ximo Rovira, Alfredo Esteve, el artista Jarr, el fotógrafo de moda Zaibi, la interiorista Amelia Delhom y la experta en moda vintage María Ángeles Miguel. Y poco más, ya se sabe que la última semana de verano es para comerse el tarro y liquidar los últimos cruasáns.

(Foto: el empresario Manuel Palma a bordo del Foners)

lunes, 25 de julio de 2016

Esquizofrenia femenina

En la esencia femenina habita, desde tiempo ancestral, una dicotomía esquizoide, la que al mismo tiempo nos exige ser madres y esposas, a cada una de ellas se le pide una cosa, pero a cada una de nosotras se nos pide las dos juntas. Ahora, por si no tuviéramos bastante con elegir entre identificarnos con Hera o con Afrodita, tenemos que decidir si aceptamos o no que los hombres nos den un trato diferencial. ¿Si un hombre nos cede el paso en una puerta, debemos considerarlo un gesto machista? ¡Buaa!, esto sí que da para un debate y no lo de la investidura. Es la paranoia que le faltaba a nuestra vida. Si no te cede el paso, piensas: ¡será grosero! Si te lo cede, algo en lo más profundo de tu alma de mujer moderna emite un grito silencioso de protesta: ¡será machista el tío este, mira que cederme el paso como si viviésemos en la Corte de Luis XV! Y eso no es nada, lo peor es cuando te enfrentas a subir unas escaleras: si te deja pasar, vas subiendo deprisita sin dejar de pensar que detrás llevas a un tío mirando lo que no debe. Si pasa el delante, eres tú la que no sabe si mirar al frente, al suelo, o subir de espaldas. También hay situaciones en las que prima la comodidad: estás sentada, se te acaba la copa, te da pereza ir a por otra y piensas: “no se levantará ninguno de estos maleducados a traerme otra”. Claro que si el que se ofrece es el típico plasta que lo que quieres es que se vaya a la otra punta de la fiesta, entonces piensas: “Es lo que te faltaba, encima de pesado y poco gracioso eres el típico machista que piensa que una mujer no puede ir a la barra a pedirse una copa”.
Lo bueno de este debate es que ellos siempre tienen las de perder: mal si van y peor si se quedan. Nosotras llevamos la batuta y a ellos no les queda otra que someterse a nuestra tiranía.
Así es que ale guapos, a hacer cursos de análisis del lenguaje no verbal, para que mirándonos a los ojos, sepáis lo que esperamos de vosotros. Las fiestas de verano son una oportunidad única para ponerlo en práctica. El jueves, el programa de televisión Revista de Sociedad celebró su fiesta de final de temporada. Era una de esas tardes de bochorno difíciles de soportar en Valencia. Menos mal que la fiesta fue en una terraza, Tosca Llar Club. Allí estuvo el director del programa, Iñaki Verchraege, con los presentadores Donís Salvador y Amparo Lacomba, todos de blanco impoluto, como mandaba el dresscode. Entre los invitados, Pepo Oltra, Alfredo Esteve, Alvaro Mocholí y Mónica Duart, la presentadora Laura Grande, Josep Lozano y el artista JARR, el peluquero José Besó, la fundadora de Cafés Valiente Celia Valiente, el empresario Javier Monedero y Rosa Sanchís, las indumentaristas Carmen Asins y Margarita Vercher, el sastre Antonio Puebla, Lluis Nadal, Elvira Ferrer y Rosa María Fenollar.
También estuvo un grupo de amigas que destilan clase y saber estar: María Dolores Enguix (Óptica Climent), que así como quién no quiere llevaba las sandalias más deseadas del verano, las rockstud de Valentino; Beatriz Poyatos, Amalia Delhom, Mª Ángeles Miguel (El vestidor Vintage), Guillermo Martorell y Mamen Puchades con unos pendientes ideales de su joyería Si7ete, Amparo Ortuño (Clínica Rahhal) y Encarna Roig, de Acosta, que la semana que viene presentará en petit comité la nueva colección cápsula diseñada por Ana Locking que reinterpreta modelos clásicos como el Carmen.
Muchos de estos invitados habían coincidido el día de antes en el nuevo showroom que ha montado Javier Monedero (Dicoval) en Duque de Calabria. Allí probaron todo tipo de vinos y champagnes en una de esas reuniones afterwork que organiza el Club Moddos con Josep Lozano a la cabeza.

lunes, 27 de julio de 2015

Feria de Julio

Pocas fiestas populares alteran tan poco la vida del pueblo como la Feria de Julio de Valencia. Muy pocos reparan en ella, quizás sólo los aficionados a los toros. Así es que lo único que le faltaba a la pobre es esta fiebre antitaurina que nos ha traído las nuevas tendencias políticas.
En los años dorados del PP, la barrera de la plaza de toros era un punto de encuentro de los políticos y con ellos de buena parte de la sociedad valenciana, que competían a ver quién llevaba el puro más largo, la merienda más gourmet y, en el caso de las mujeres, el vestido más flamenco. Pero los políticos son pelotas, serviles y algo tacaños, por eso en cuanto sus líderes han abandonado la Plaza, ellos han decidido masivamente que hay cosas mejores que rascarse el bolsillo para pagar la entrada de los toros, así es que por allí no aparece ni un aspirante a concejal.
Mónica Oltra podría darle una vuelta a todo esto, si mañana ella decidiese que su vida son los toros, la barrera de la Calle Xàtiva volvería a ser lo que fue y ejércitos de jóvenes promesas de la política correrían a comprar El Cosio para conocer el reglamento del arte taurino. Luego se darían codazos para conseguir un abono en la mejor barrera, desde la que juzgar la faena de Morante de la Puebla. Pero no me veo yo a Mónica enflamencada echándole a Finito de Cordoba un ramo de flores mientras él le ofrece la oreja del toro recién cortada. Total, que a la fiesta nacional le toca ahora cruzar el calvario que en su día atravesaron las chaquetas de pana y los discos de Raimon u Ovidi Montllor.
La única que mantiene visible su afición es Mayrén Beneyto. Ella ha estado allí siempre y sigue estándolo, vayan o no los presidentes, ministros, alcaldes o estrellas del corazón. Eso es afición y lo demás era una pura pantomima.
Yo, que no voy nunca, fui el viernes. Hacía más calor que durmiendo debajo de un plástico, pero no quería perderme a Morante de la Puebla. Toreó fatal, al menos eso decían los entendidos, pero a mí eso me importaba bien poco, él es un mezcla de Carlos Gardel, Oscar Wilde y Manolo el de los Chunguitos. Yo quería verle de cerca y allí que me fui, ojalá Mónica Oltra hubiese estado en la plaza, ver a mis dos ídolos juntos hubiese dado sentido a mi vida entera. No pudo ser, me falló Mónica, pero al menos estuvo Mayrén con su marido Ramón Almazán. No había ningún otro famoso, qué se le va a hacer, son cosas de la política.
La semana ha dado poco más de sí; una exposición de Quique Dacosta en el Muvim, mucho calor y una cena en una barraca de la Albufera organizada por el Club Moddos, Josep Lozano y su inseparable socio Lluis Nadal. La barraca es la misma donde se rodó la serie Cañas y Barro y allí, sobre el mismo césped que pisaron Neleta y el tío Paloma, ahora Fernando Aliño, de El Alto, organiza eventos que quedan espectaculares viendo la puesta del sol sobre la Albufera.
Jopé, si en un marco tan valenciano se pudiese organizar una corrida de toros, a lo mejor arrastrábamos hasta allí a Mónica Oltra y a Morante de la Puebla. Ver a mis dos ídolos allí, mientras el sol se pone entre agua y las cañas de la Albufera, daría sentido no a mi vida, sino a siete vidas que viviera. A la cena de Moddos, con paseíto en barca incluído, fueron Fernando Giner y su majísima mujer, recibidos por Fernando Aliño como buen anfitrión, Luz Aguiló, Alfredo Esteve, Juan Antonio Murgui, Encarna Roig, Amparo Ortuño, el arista Juan Antonio Rodríguez Roca (Jarr), Alina Giorgeta y Julio Rodrigo, el joyero Guillermo Martorell, Jorge Alcocer, Mª Dolores Enguix y Marcelo Soto, Cristina y Julia Pérez-Broseta, Anna de Blas y Fermín García, Amparo Muñoz, Carlos Alapont y Fernanda López, Sandra Abramovici o Sefa Ferrer.

domingo, 26 de abril de 2015

Astenia primaveral

Los primeros calores primaverales provocan astenia: esa sensación de cansancio y de apatía que te empuja a tumbarte en la cama y pasarte un par de horas mirando al techo. A la mente te vienen las letras de viejas canciones, aquellas con las que te deleitabas a los quince años pensando en el chico de tu vida. Llegas del trabajado, la cena por hacer, los niños peleando, tu marido protestando por cualquier cosa y tú allí, tirada en la cama canturreando canciones de Los Panchos: “(…) Cuando calienta el sol allí en la playa, siento tu cuerpo vibrar cerca de mí…” Sabes que vas tenerte que levantar, pero dejas pasar otro rato, y otro más: “(…) Espera un poco, un poquito más para llevarte mi felicidad…” 
Entonces vibra el móvil, ha llegado un WhatsApp. Haciendo un acopio titánico de fuerzas te giras, levantas el brazo, coges el móvil, aprietas un botón y ves el mensaje. Allí está ella, la todopoderosa Vicepresidenta del Gobierno bailando sevillanas en la Feria de Sevilla. ¡Dios mío, qué vitalidad, con la de cosas que tendrá que hacer ella mañana y mírala, ahí está taconeando el suelo como si no hubiese hecho otra cosa en toda su vida! Mandas tu astenia a tomar viento: si ella puede, tú puedes. Te levantas y te pones en marcha, de camino piensas: ¡Jo pe, estos políticos todavía sirven para algo, fíjate me ha quitado la astenia de un plumazo!
La vida social valenciana ha pasado también su semana de astenia. Aquí no hay Feria, aunque más de un restaurante monta saraos andaluces para animar el cotarro. El Astoria organizó el jueves un afterwork de lo más colorido con farolillos de feria, rebujitos y la retahíla de tapas andaluzas: calamares, chopitos, tortitas de camarón… Su director, Joan Solvevilla, catalán él, regaló rosas por San Jordi, matando dos pájaros de un tiro. No fue el único sarao de la semana.
El mismo día, el Club Moddos celebró una fiesta en el Ateneo Mercantil sin más motivo que la primavera y San Jordi. Hubo catering de El Alto, jamoncito del bueno, vinos de Javier Monedero y hasta trufas Martínez. Ivan Martínez Colomer y su mujer Ana García, Josep Lozano y Lluís Nadal ejercieron de anfitriones con muchos de los invitados-socios del club, entre ellos Patricia Montoro y Manolo Peris, Mª Dolores Enguix y Marcelo Soto, la doctora Luz Aguiló y Elena Gandía, Lila Albanozzo, Encarna Roig, el Doctor Rahhal y Amparo Ortuño, Guillermo Martorell y Mamen Puchades, Juan Romero y Carmina Turel, Irene Caña, Susana Gómez, Alberto Collado, Ángela Bayona y Juan Fernández Teruel, Almudena Lafuente, Fernando Valle, Carolina Murcia, David Cantó y Lola Ruiz, Alfredo Esteve, Aurora Reig, Andrés Ballesteros y Ronan Risselin, Teresa Martínez, Enrique Ballesteros y Marcial Ródenas, Fermín García de Blas, José Ramón Conejos, Joan Soldevila, Esther Hervás y Begoña Povo, Antonio y Pablo Jordá, Mónica Duart y Álvaro Mocholí, Jesús Alfonso, Fernando Aliño, Reme Hidalgo y Santiago Guillén, David y Pablo Escolá, el pintor Jarr, Ana Ramírez, Manuel Navarro, Miguel de Vicente, Iñaki Verschraege, Jorge Alcocer, Tano Vedrí, el Doctor Murgui, Julia Pérez-Broseta y Constantino Martínez.
Pues eso chicas, a salir de casa y a bailar tal que si fuéramos Soraya, que como dice Emilio Duró, el noventa y nueve por ciento de las cosas que nos preocupan en la vida no han pasado nunca ni tampoco pasarán. Para empezar, nada como un par de cervezas y una tapita para levantar el ánimo. Del 23 de abril al 3 de mayo, veinte restaurantes de Valencia han montado con cerveza Turia unos menús de tapitas de lo más apañados por dieciocho euros y otros cincuenta se han apuntado a la ruta del “tardeo”, copa y una cerveza por 2,5 euros y copas a cinco euros. Habrá que ir porque ya se sabe: “(…) Si tú me dices ven, lo dejo todo.”

lunes, 3 de noviembre de 2014

Sangre inédita

Esta semana corría por WhatsApp un buen chiste: “Que celebremos Halloween es como si en Wisconsin bajasen en romería por el Mississippi al Cristo de los Faroles”. Y te imaginabas al Cristo en procesión río abajo, precedido por barcazas con animadoras medio desnudas, agitando sus pompones rojos y gritando “Dame A, Dame B”. Detrás los veteranos de Vietnam, seguidos de Mickey Mouse y del cowboy que va desenfundando sus revólveres y disparando al aire tiros de fogueo. Mientras pasa la procesión, el público devora enormes paquetes de palomitas y beben gigantescos vasos de Coca-cola. El Cristo va llegando pero no escucha saetas, sino cantos de góspel e imaginas que debe de estar diciendo: “Perdónales Padre porque no saben lo que hacen”.
En fin, ¿qué se le va a hacer? Halloween es como Starbucks, han venido para quedarse. Don Juan Tenorio se rinde ante los disfraces de bruja y de calaveras, como las tazas de porcelana y las cucharas de plata se rinden ante los vasos y cucharas de plástico a la hora del café. Siglos y siglos refinando una cultura para que un abrir y cerrar de ojos nuestros hijos lo echen todo por la borda.
Claro que no hay porque ponerse apocalípticos. Toda esta invasión convive con la defensa de cosas muy nuestras. Por ejemplo, esta semana, mientras nuestros niños exigían su disfraz de Halloween, Josep Lozano presentaba en el IVAM su proyecto “Sangre inédita”: una exposición de moda que pretende reivindicar el talento artístico de los diseñadores y destacar lo diferente por encima de lo clónico. De hecho, en la exposición no hay ningún modelito que se parezca a los que te encuentras en Zara o Mango. Hay vestidos de corsé estilo burlesque de Bibian Blue, patronajes aparentemente sencillos pero con mucha técnica (Amaya Arzuaga), tejidos tecnológicos sorprendentes (Siemprevevivas y Noelia Navarro) y piezas oníricas como las de Visori.
Los 28 diseños sólo tienen en común el color rojo, de ahí el nombre de sangre inédita. La exposición se inauguró el jueves con un desfile de lo más teatral en el hall del IVAM. Moqueta, paneles, humo y luces rojas formaban un escenario muy alejado de los desfiles convencionales, que suelen ser de un blanco inmaculado para que destaque la ropa.
Solo 150 personas estaban invitadas al desfile, pero al final acudieron cerca de 500 entre ellos, la Consellera de Cultura María José Catalá, la periodista Maribel Vilaplana, el siempre encantador Doctor Murgui, el diseñador Enrique Lodares, que es de los que disfruta con este tipo de exposiciones, y también los pintores Javier Calvo y Jarr, Amparo Chordá, el joyero Guillermo Martorell, Mª Dolores Enguix y Alfredo Esteve, del que todavía se recuerda su último desfile en el Westin con moda masculina de Saint Laurent, Lanvin, Gucci, Dolce&Gabbana, Dsqueared o Rick Owens.
A la misma hora, en la joyería Antonio Romero, la modelo Almudena Fernández presentaba una edición especial de un reloj que dedica una parte de los beneficios de la venta a la ONG Kind Surf. En la presentación estuvo el pediatra Carlos de Paredes y su mujer Mª José Gallardo, el matrimonio Zahrawi, el diseñador Valentín Herraiz, y el director del Astoria Joan Soldevilla. Los cócteles de joyerías son el primer síntoma de que la Navidad está más próxima, y con ella Papá Noel, que ya se está preparando para darnos la paliza.