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martes, 28 de julio de 2020

La gran belleza

La mundanidad no goza de muy buena fama. Los mundanos suelen ser calificados de frívolos y vividores, contraponiéndose a los hombres más espirituales y alejados de los placeres terrenales, de carácter superior. Sin embargo, la mundanidad es todo un arte. Saber disfrutar de una comida, de un buen puro, ser divertido, tener conversación y dominar el escenario de la vida social es todo un oficio. Hay una película italiana que refleja bien este perfil mundano. Se llama La Gran Belleza y está protagonizada por un periodista de 64 años, Jep Gambardella, el rey de la vida social en Roma, un entorno algo decadente con aristócratas arruinados, intelectuales descreídos y políticos corruptos. La película comienza con una confesión del protagonista: “Cuando llegué a Roma, a los 26 años, me precipité muy pronto en lo que podría llamarse ‘la espiral de la mundanidad’. Yo no quería ser simplemente un mundano. Quería convertirme en el rey de los mundanos.”
Todo esto viene a cuento porque el miércoles Javier Monedero organizó una cena en un pequeño y discreto restaurante de Valencia. No digo lo que costaba el menú porque alguno se escandalizará, pero la factura estaba más que justificada con champán añada de 2008 y diez platos que eran un homenaje al mar: ortiga de mar, gambas, kokotxas, atún, salazón de foie y un plato llamado La anchoa, así, sin más adornos. Claro que no era cualquier anchoa. José Vicente Pérez, el cocinero, explicó que se pesca en primavera, cuando acaba de soltar la hueva y tiene mucha agua, y que una vez pescada se deja durante dos años hasta que pierde todo el jugo. Disfrutaron de la anchoa y del resto del festín los joyeros Argimiro Aguilar y Guillermo Martorell, que fue con su mujer Mamen Puchades, Julia Pérez Broseta, Manuel Igual, Sergio Terol, Cesar Claramonte, Vicente Monzó, Carlos Pujadas, Cristiano Bartolini, el crítico Pedro García Mocholí y el enólogo Pablo Ossorio. La velada fue un ejercicio de mundanidad, una de esas noches que refleja la filosofía del carpe diem, disfrutar del ahora sin más preocupación que no se agote el champán.
El casino de agricultura también podría ser uno de los escenarios de la película La Gran Belleza. Entras en el casino y parece que estás en otra época y perteneces a una de esas familias que no tenían que trabajar para vivir. El Casino celebró esta semana su asamblea general antes de vacaciones. Estuvo su presidente Manuel Sánchez Luengo, Mario Mariner Monleón, Juan Valero de Palma Manglano, Carlos de Vargas y Gómez Pantoja y toda la directiva.

El casino es uno de los pocos templos que quedan de las buenas costumbres. Allí no se cuela nadie con chancletas o bermudas. A Mayrén Beneyto o Blanca Fitera tampoco es fácil pillarlas en un renuncio. Siempre van estupendas, da igual que sea para comprar el pan o tomar el aperitivo en el Mercado de Colón. Allí se encontraron hace unos días y las dos iban tan estilosas de negro que inmortalizaron el momento con una foto que sacó Yolanda Fitera. El Mercado de Colón es la segunda casa de Ángela Valero de Palma, que queda allí con amigas tan estilosas como Teté García.
La empresaria Mónica Duart ya pasa los fines de semana en su casa de Altea; Vicen Fernández viajó a Niza para celebrar la graduación de su amiga Hemmy Hupays ¡qué planazo! y el joyero Vicente Gracia está preparando sus vacaciones. Gracia está participando en un proyecto solidario, The Shine On, que donará parte de las ventas de joyas a Unicef.
Ah, se me olvidaba, entre los aprendices de mundanidad está el banquero Ximo Ros, el hombre que toma champán como agua y que esta semana, como todas, salió a cenar con sus amigos Montse Salamanca, Javier Blesa y Arantxa Regalado.

lunes, 2 de abril de 2018

Por amor a la belleza

Hubo un tiempo en que los caballeros se batían por el amor de una dama con lanzas y caballos. Debía de tener su gracia, estar ahí sentada viendo como tu Pepe se metía en una armadura, se subía como buenamente podía a un caballo, cogía la lanza y decía “va por ti, amada mía. Seré tuyo o no seré…” Y tú allí: “Ay Pepe, ves aspai, que eixe altre brut no m'agrada res"!, no sea que ese tío con cara bestia te gane y me tenga que casar con él.”
Aquello fue evolucionando y ya en el S. XII, en el sur de Francia, sustituyeron el combate por concursos poéticos. Els Jocs Florals de Valencia son herederos de aquellos certámenes. Se recuperaron a mediados del XIX. Como dice el escritor Fernando Millán “son la imagen pública de la Renaixenxa valenciana” Los poetas valencianos compiten por la belleza, por eso el ganador recibe una flor natural. Desde 1879 Lo Rat Penat viene celebrando anualmente ese certamen, con algunas excepciones debidas a causas mayores.
Este año es la edición 134. Mónica Duart García, hija de Benifaió, es la Regina. Y fue allí, en Benifaio, también conocido como la Joia de la Ribera, donde el Viernes de Dolores, patrona de los poetas valencianos, se celebró el tradicional acto poético y musical en honor a la Virgen de los Dolores. El escenario, la Iglesia de San Pedro Apóstol. Los poetas fueron recitando diversos pasos de la vida de la Virgen, mientras Don Félix Duart, cura párroco de Benifaió, leía el evangelio referente tras cada paso recitado.
Mónica, vestida de clavariesa con un vestido largo de terciopelo, teja y mantilla de Chantilly, estuvo acompañada por su corte de amor: María José Duart, Andrea Villafañé, Marian Pérez, Nuria Galvis, Alicia Lacomba y Sonia Piles.
Cuando acabó el recital, Mónica invitó en su casa familiar a un cóctel. Allí estuvo el presidente dels Jocs Florals Enrique Esteve, con la junta de Gobierno de Lo Rat Penat y el coro y poetas que participaron, los padres padres de Mónica, el empresario Enrique Duart y María José García Padilla, y sus hermanos Quique y Toti.
No faltó a la cita Alfredo Esteve, gran amigo de Mónica y al que le dedicó unas palabras en la Iglesia, Fernando Millán, el ex alcalde de El Puig, José Miguel Tolosa, Yolanda Manzanares y Oscar Casero, Amparo Ortuño, Amparo Lacomba, madre de una de las damas, las hermanas Laura y Blanca Fitera, Carmen Pocoví, Mercedes Fillol, la diseñadora Amparo Chordá, Marisa Marín, Maria Dolores Enguix y Marcelo Soto, Guillermo Martorell y Mamen Puchades, Iván Martínez Colomer y su mujer Ana García con su padre Juanjo García Rivera, Donís Salvador, Iñaki Verschaege y el pintor JARR con Josep Lozano, íntimos de la familia.

Los decoradores Custodio y Valentín prepararon la casa familiar con enormes ramos de flores y un catering dispuesto a lo largo de toda la planta baja con barra de champagne.
La Regina del Jocs estuvo acompañada por sus amigas Flora García, Alicia Perpiñá, Paloma Duart y David Solana, Jennyfer Alós, Marta García y Amparo Greus, sus tíos Luis García y Aurora y Marita y Paco Duart, y amigos de la familia como Salvador Galdón, Rosa Gumbau y Salvador Grau, Vicenta Duart, Mari Carmen Rovira, Chelo Moreno, María Soler Ferrús y Fernando Ferrando.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Primeras damas

¿Cuántas veces le habrá dicho Melania Trump a su marido que las corbatas se llevan cuatro dedos más cortas? y él ni caso. Ahí va, más sobrado que un promotor valenciano en 2005, con sus corbatas por la bragueta y esos andares del típico mil homens que no tiene porqué escuchar a nadie. A su lado ella, tan mona ella, tan joven, tan estilosa. Viendo las fotos da la sensación de que a la pobre le han hecho una faena: con lo feliz que debía de estar en su ático de Manhattan, rodeada de muebles dorados y chicas de servicio. Bajando todos los días a comprar lo que le diese la gana, en plan Julia Roberts en Pretty Woman. De de pronto a su marido le da por meterse en berenjenales: “Pero Donald, puchirrito mio, con lo bien que estábamos antes. Y mira ahora lo que has hecho”.
También cuesta creer que la decoración del ático de los Trump haya sido cosa de Melania. Ella entiende de diseño, se le nota en cuanto ves como viste. Y ese ático Trump que parece sacado de una película ambientada en la Francia de Luis XIV. ¡Eso no es cosa de Melania!, me apuesto el último bolso que me queda de Prada. Confiemos en que Donald ande estos días muy liado y no tenga tiempo para decorar la Casa Blanca, que si no, ya me veo a los albañiles recubriendo la balaustrada blanca con pan de oro.
Mientras el mundo se reponía del impacto de Trump, la sociedad la sociedad valenciana se reunía el miércoles en la calle Lauria para inaugurar la tienda de decoración de Amalia Delhom. Melania hubiese estado allí encantada, rodeada de muebles estilosos y acogedores, sin extravagancias ni excesos. La inauguración estuvo más concurrida que un mitin de Trump en Kansas city. La tienda lucía súper chupi guay con sus grandes escaparates, moqueta y plantas decorativas. Hubo catering de El Alto, música de Kaspar&Hauser, habituales del Astoria, y un montón de amigos de la interiorista como Mamen Puchades y Arantxa Estellés, de Sie7e Jewels,el periodista Fernando Ferrando con su amigo José Miguel Barranca, Fernando Giner con su hija, a la que más de uno confunde con su mujer, Victoria Cercós, Alfredo Esteve, Juan Antonio Murgui, Julia Pérez Broseta, Amparo Lacomba, Enrique Duart con su mujer María José García y su hija Mónica, Lila Albanozzo de Il baco da seta, Javier Monedero de Dicoval, María Angeles Miguel, Marisa Gallén, el arquitecto Luis Sendra, algunos Gómez-Lechón, Amparo Brell y María Teresa Martínez.
Claro que donde estaría encantada Melania es en el Balneario de la Alameda, que acaba de reabrir con una decoración elegante y depurada, mucho más del estilo de Melania que del de Donald. Carlos Serra se ha ocupado de redecorarlo.
Las bañeras de mármol tallado son una pasada y hay una terraza en el primer piso que es para quedarse mirando al edificio de la Tabacalera después de darte un masaje relajante. La fiesta de reapertura fue el jueves. Fueron más de 300 invitados, entre ellos la diseñadora Paola Dominguín con el pintor Manolo Cáceres, Rafa Alcón, Fernando Giner con su mujer, esta vez sí, Mayren Beneyto, Iván Martínez-Colomer con Ana García Rivera, los joyeros Vicente Gracia, Guillermo Martorell y Mamen Puchades y la mayoría de los que estuvieron el día antes en Amelia Delhom. Muchos venían de Aristocracy, donde se presentaba la nueva colección de joyas, con vino Dehesa de Luna de la familia Trenor y música de DJ. Emiliano Suárez fue recibió a los invitados, entre ellos Tani Ivars y Manolo Uña, María José Albert, Mayayo Gómez Lechón, Beli Botella, Santi Aguilar, la diseñadora Hortensia Maeso, el estilista Rafa Moreno, Xelo Moreno y Pepa Reyes. Solo faltaba Melania con sus amigas de Manhattan, mientras su marido se iba a cenar con los amigachos a la Taberna Alcázar.

lunes, 1 de agosto de 2016

Ostras y Sauvignon

Estoy pasando mis vacaciones en Aquitania, tierra de batallas medievales. Vivo entre chateaux, viñedos, quesos, latas de foie y estas benditas boulangeries que cada vez que entras en una, sales con diez euros menos y tres kilos más. Y aquí ando en la campiña, de río en río, de chateau en chateau y de mercadito en mercadito tratando de mimetizarme con estas francesas tan chic que parecen todas sacadas de un anuncio de Chanel. Así, como quien no quiere la cosa, se hacen un moñito, se ponen un vestidito negro y unas bailarinas y se montan en su bicicleta tan estilosas como la mismísima Audrey Hepburn. Lo que no me explico es dónde se meten estas barbies los quesos, los vinos, los champagnes, los foies y las baguettes, porque yo llevo aquí cuatro días y ya se han desatado todas las alarmas; mi fondo de armario está empezando a temblar por las estrecheces que se le vienen encima. Intento vivir lo más desconectada posible, con permiso de los puñeteros Facebook, twitter y wasapp. Pero sentada en una terraza frente al Garona, me entero de que Ribó acaricia la idea de traer de nuevo los grandes eventos a Valencia. ¡No me lo puedo creer! Tengo que leerlo en voz alta para creerlo. Mi cabernet sauvignon se agita en la copa y hasta las ostras de mi plato saltan de su concha y aplauden diciendo: “¡bien, bien, volvemos a Valencia”! Tras la alegría inicial llega la preocupación. No acabo de imaginar a Ribó y al concejal Grezzi codeándose con Ecclestone, el viejo amigo de Camps, sentados en la tribuna tomando ostras con champagne. ¿Llegará Ribó en bicicleta?, ¿se pondrá una corbata?, ¿lanzará Grezzi una soflama contra el uso de los grandes yates y su desmesurado consumo de gasolina? ¿Compadreará Mónica Oltra con Miuccia Prada?, ¿Se pondrá uno de sus modelitos?; y si lo hace, ¿qué dirán sus bases? Dice Ribó que la idea de abrirse de nuevo a estos grandes eventos es para rentabilizar las inversiones que ya están hechas. Pero, ¿cómo se compagina la ideología podemita con un gran evento cuyos patrocinadores siempre buscan empatizar con las élites?
Habrá que ver cómo transcurren los acontecimientos, por si acaso, chicas, hay que ir desempolvando los pañuelos de Vuitton que nos regalaron en la anterior edición, que nadie piense que somos novatas. Si de algo sirvió la Copa América, fue para aprender a hacer las cosas como les gusta a patrocinadores tan exigentes como Vuitton o Prada. De ahí que tengamos a gente como Fernando Aliño o Josep Lozano que saben cómo organizar saraos de lo más cosmopolitas. Aliño y Lozano, mano a mano, organizaron el viernes, en La Barraca de la Albufera, la fiesta de cierre de temporada de Moddos.
Estuvieron casi todos los integrantes del club: Guillermo Martorell y Mamen Puchades, Amparo Ortuño, Juan Antonio Murgui, Ramón Vidal, la pintora Mª José Torrente, Mª Ángeles Miguel, Lourdes Luz y John Henao, la interiorista Amelia Delhom, Ana García-Rivera, Iván Martínez-Colomer, Luis Sáez, Sonia Gómez, Mª Dolores Enguix y Marcelo Soto de Óptica Climent, Alfredo Esteve, Julio Guixeres y Ana Santamaría, Beatriz Delgado y Juan Antonio Fuster, Toni Lozano y Carmen Boluda y el artista JARR.
Encarna Roig, que también estuvo en la cena de Moddos, invitó esta semana en Acosta a un grupo de clientas y amigas a un brunch para presentar una edición especial del bolso Mini Kalos y la colección diseñada por Ana Loking interpretando el icono Carmen con una alegre combinación de colores. Fueron, entre otras, Laura Gallego (Valencia Excellence), Carmen Martínez, Mª Angeles Miguel de El Vestidor, Almudena Lafuente, Sefa Ferrer, Mª Teresa Martinez Durbán, Beatriz Poyatos, Olga Rodríguez Mayordomo y Cristina Pérez Broseta.

lunes, 25 de julio de 2016

Esquizofrenia femenina

En la esencia femenina habita, desde tiempo ancestral, una dicotomía esquizoide, la que al mismo tiempo nos exige ser madres y esposas, a cada una de ellas se le pide una cosa, pero a cada una de nosotras se nos pide las dos juntas. Ahora, por si no tuviéramos bastante con elegir entre identificarnos con Hera o con Afrodita, tenemos que decidir si aceptamos o no que los hombres nos den un trato diferencial. ¿Si un hombre nos cede el paso en una puerta, debemos considerarlo un gesto machista? ¡Buaa!, esto sí que da para un debate y no lo de la investidura. Es la paranoia que le faltaba a nuestra vida. Si no te cede el paso, piensas: ¡será grosero! Si te lo cede, algo en lo más profundo de tu alma de mujer moderna emite un grito silencioso de protesta: ¡será machista el tío este, mira que cederme el paso como si viviésemos en la Corte de Luis XV! Y eso no es nada, lo peor es cuando te enfrentas a subir unas escaleras: si te deja pasar, vas subiendo deprisita sin dejar de pensar que detrás llevas a un tío mirando lo que no debe. Si pasa el delante, eres tú la que no sabe si mirar al frente, al suelo, o subir de espaldas. También hay situaciones en las que prima la comodidad: estás sentada, se te acaba la copa, te da pereza ir a por otra y piensas: “no se levantará ninguno de estos maleducados a traerme otra”. Claro que si el que se ofrece es el típico plasta que lo que quieres es que se vaya a la otra punta de la fiesta, entonces piensas: “Es lo que te faltaba, encima de pesado y poco gracioso eres el típico machista que piensa que una mujer no puede ir a la barra a pedirse una copa”.
Lo bueno de este debate es que ellos siempre tienen las de perder: mal si van y peor si se quedan. Nosotras llevamos la batuta y a ellos no les queda otra que someterse a nuestra tiranía.
Así es que ale guapos, a hacer cursos de análisis del lenguaje no verbal, para que mirándonos a los ojos, sepáis lo que esperamos de vosotros. Las fiestas de verano son una oportunidad única para ponerlo en práctica. El jueves, el programa de televisión Revista de Sociedad celebró su fiesta de final de temporada. Era una de esas tardes de bochorno difíciles de soportar en Valencia. Menos mal que la fiesta fue en una terraza, Tosca Llar Club. Allí estuvo el director del programa, Iñaki Verchraege, con los presentadores Donís Salvador y Amparo Lacomba, todos de blanco impoluto, como mandaba el dresscode. Entre los invitados, Pepo Oltra, Alfredo Esteve, Alvaro Mocholí y Mónica Duart, la presentadora Laura Grande, Josep Lozano y el artista JARR, el peluquero José Besó, la fundadora de Cafés Valiente Celia Valiente, el empresario Javier Monedero y Rosa Sanchís, las indumentaristas Carmen Asins y Margarita Vercher, el sastre Antonio Puebla, Lluis Nadal, Elvira Ferrer y Rosa María Fenollar.
También estuvo un grupo de amigas que destilan clase y saber estar: María Dolores Enguix (Óptica Climent), que así como quién no quiere llevaba las sandalias más deseadas del verano, las rockstud de Valentino; Beatriz Poyatos, Amalia Delhom, Mª Ángeles Miguel (El vestidor Vintage), Guillermo Martorell y Mamen Puchades con unos pendientes ideales de su joyería Si7ete, Amparo Ortuño (Clínica Rahhal) y Encarna Roig, de Acosta, que la semana que viene presentará en petit comité la nueva colección cápsula diseñada por Ana Locking que reinterpreta modelos clásicos como el Carmen.
Muchos de estos invitados habían coincidido el día de antes en el nuevo showroom que ha montado Javier Monedero (Dicoval) en Duque de Calabria. Allí probaron todo tipo de vinos y champagnes en una de esas reuniones afterwork que organiza el Club Moddos con Josep Lozano a la cabeza.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Sangre inédita

Esta semana corría por WhatsApp un buen chiste: “Que celebremos Halloween es como si en Wisconsin bajasen en romería por el Mississippi al Cristo de los Faroles”. Y te imaginabas al Cristo en procesión río abajo, precedido por barcazas con animadoras medio desnudas, agitando sus pompones rojos y gritando “Dame A, Dame B”. Detrás los veteranos de Vietnam, seguidos de Mickey Mouse y del cowboy que va desenfundando sus revólveres y disparando al aire tiros de fogueo. Mientras pasa la procesión, el público devora enormes paquetes de palomitas y beben gigantescos vasos de Coca-cola. El Cristo va llegando pero no escucha saetas, sino cantos de góspel e imaginas que debe de estar diciendo: “Perdónales Padre porque no saben lo que hacen”.
En fin, ¿qué se le va a hacer? Halloween es como Starbucks, han venido para quedarse. Don Juan Tenorio se rinde ante los disfraces de bruja y de calaveras, como las tazas de porcelana y las cucharas de plata se rinden ante los vasos y cucharas de plástico a la hora del café. Siglos y siglos refinando una cultura para que un abrir y cerrar de ojos nuestros hijos lo echen todo por la borda.
Claro que no hay porque ponerse apocalípticos. Toda esta invasión convive con la defensa de cosas muy nuestras. Por ejemplo, esta semana, mientras nuestros niños exigían su disfraz de Halloween, Josep Lozano presentaba en el IVAM su proyecto “Sangre inédita”: una exposición de moda que pretende reivindicar el talento artístico de los diseñadores y destacar lo diferente por encima de lo clónico. De hecho, en la exposición no hay ningún modelito que se parezca a los que te encuentras en Zara o Mango. Hay vestidos de corsé estilo burlesque de Bibian Blue, patronajes aparentemente sencillos pero con mucha técnica (Amaya Arzuaga), tejidos tecnológicos sorprendentes (Siemprevevivas y Noelia Navarro) y piezas oníricas como las de Visori.
Los 28 diseños sólo tienen en común el color rojo, de ahí el nombre de sangre inédita. La exposición se inauguró el jueves con un desfile de lo más teatral en el hall del IVAM. Moqueta, paneles, humo y luces rojas formaban un escenario muy alejado de los desfiles convencionales, que suelen ser de un blanco inmaculado para que destaque la ropa.
Solo 150 personas estaban invitadas al desfile, pero al final acudieron cerca de 500 entre ellos, la Consellera de Cultura María José Catalá, la periodista Maribel Vilaplana, el siempre encantador Doctor Murgui, el diseñador Enrique Lodares, que es de los que disfruta con este tipo de exposiciones, y también los pintores Javier Calvo y Jarr, Amparo Chordá, el joyero Guillermo Martorell, Mª Dolores Enguix y Alfredo Esteve, del que todavía se recuerda su último desfile en el Westin con moda masculina de Saint Laurent, Lanvin, Gucci, Dolce&Gabbana, Dsqueared o Rick Owens.
A la misma hora, en la joyería Antonio Romero, la modelo Almudena Fernández presentaba una edición especial de un reloj que dedica una parte de los beneficios de la venta a la ONG Kind Surf. En la presentación estuvo el pediatra Carlos de Paredes y su mujer Mª José Gallardo, el matrimonio Zahrawi, el diseñador Valentín Herraiz, y el director del Astoria Joan Soldevilla. Los cócteles de joyerías son el primer síntoma de que la Navidad está más próxima, y con ella Papá Noel, que ya se está preparando para darnos la paliza.

martes, 10 de junio de 2014

El poder de la sorpresa

En el algún momento de la historia, alguna sabia mujer debió de descubrir el poder de la sorpresa. Desde entonces, las mujeres somos las auténticas protagonistas de cualquier acto público aun cuando oficialmente nuestro papel nos sitúe en segundo plano. Y todo porque hasta el último momento guardamos en secreto del vestido que vamos a lucir. El próximo día 19, toda la diplomacia del mundo estará pendiente del acto de proclamación de Felipe VI, pero allí habrá pocas sorpresas. Nada ni nadie se saldrá del guion, así es que la atención será sólo para constatar que todo ha ido según lo esperado. ¿Dónde se fijarán de verdad los ojos de toda España y medio mundo?, en el único elemento sorpresa: el vestido de Doña Leticia y de sus hijas. Ojo, que si las niñas fuesen niños, atraerían menos expectación porque su atuendo sería mucho más previsible. Esperaremos ansiosas el desenlace de los acontecimientos. Cuando todo termine, tendremos que quedar con las amigas para comentar la jugada, pertrechadas con todas las ediciones del Hola, LOC, Lecturas y demás. Porque no sólo habrá que ver el modelito de la nueva Reina y sus hijas, también darán juego los de las ministras, mujeres de ministros, diputadas, senadoras y demás. Especial interés despertará el duelo entre Soraya y Cospedal. De los hombres, na de na, todos irán igual. Como caídas del cielo, han abierto en Valencia dos nuevas cafeterías idóneas para la cita del día después. Una es Las Delicias, un salón de té y tienda gourmet que ha abierto Mónica Piñones en la planta baja del Mercado de Colón. Mónica es la pareja de Vicente Gracia, una mujer como él, cariñosa y dulce, a la que, en cuanto te descuidas, le estás contando tu vida porque inspira mogollón de confianza. Su salón de té, pequeño y acogedor, decorado con piezas chinas, teteras inglesas y filigranas árabes (¡viva la mezcla cultural!) invita a pasar la tarde de merienda, compartiendo las fotos de las revistas y poniendo a caer de un burro a más de una diputada. Además de servir desayunos, lunch y meriendas, Mónica organiza cursos de cocina y tiene a la venta las tazas de Mr Wonderfull y juegos de café de porcelana inglesa, detallitos de decoración y productos gourmet para llevarte a casa. La inauguración, con gintonics de ginebra valenciana Ginself y música en directo de Mike & Mona, reunió a un montón de amigos de Mónica: Blanca Clérigues, Lourdes Forcada, Elena Esparza, el arquitecto Julio Gómez Perretta, Javier Martínez, Marc Insanally (del Café de las Horas), Carlos Serra (Mercader de Indias), Víctor Nebot, Alicia López, Conchita Cañamás (Flores la Tartana) y Delia y Amparo Barral.
Muy cerca, en Cirilo Amorós, Pablo Gómez Noguera acaba de abrir otra cafetería de lo más mona para quedar con las amigas a cotillear: Hippocampus. Es una mezcla de restaurante, tienda, librería, galería de arte y hasta sala de conciertos. En una zona tienes bollería recién hecha, menús, tartas y aperitivos y en otra puedes comprar un caprichito, como los capazos ibicencos de Stella Rittwagen, vestiditos de Trendipia o las pulseras hechas a mano de Link & Love. ¡Todo de lo más estiloso!
La semana ha dado para más cócteles. El jueves, la joyería Sie7e Jewels Gallery celebró su quinto aniversario en el Palacio Marqueses de Malferit, que tiene uno de los patios más coquetos del centro histórico de Valencia. Guillermo Martorell y Mamen Puchades invitaron a cenar a un buen grupo de amigos, entre ellos los doctores Luis Senís y Enrique Gastaldi, Antonio Novo del restaurante Casa Carmela y Valentín Sánchez Arrieta, de Valen and Cia; Encarna Roig, de Acosta; Maria Dolores Enguix de Óptica Climent, las doctoras Aurora Reig y Luz Aguiló, María Palop de Boix Cosmetics, Carmina Baraja de la revista Telva, Natalia Segrelles y Pablo Olmo. Si esta semana ha sido un no parar, la que viene ni te cuento. El jueves que viene tenemos shopening night y desfile de la Escuela de Diseño Barreira en la plaza de toros.