¡Qué buena la campaña de Consum, “Cuarenta años sin complejos”!, pocas veces un publicista ha llegado tan directo a psique femenina de las mujeres de la EGB, recuerda esa película de Mel Gibson “¿En qué piensan las mujeres?”. Te sientes identificada con tu supermercado, te gustaría poder hablar con él y hacerte su amiga y contarle que por fin has encontrado a alguien que te entiende. Para celebrarlo organizaron una fiesta con más de 1.300 invitados. Medio centenar de bailarines recrearon la estética de los 70, los 80, los 90 y los 2000, animando a la gente a perder sus complejos y sumarse a la celebración, caracterizados como personajes de la película Grease, Michael Jackson, Marylin Monroe…
¡Ay, Señor, cómo ha cambiado la vida desde que nuestras madres nos enviaban a por leche al ultramarinos de la esquina, que en veinte metros cuadrados tenía medio centro comercial! No solo ha cambiado en el comercio de las cosas ordinarias como la leche o el jabón de lavadora. Esta semana se ha celebrado la fiesta de Navidad de Valencia Excellence, la asociación de tiendas que antes se llamaba Dos Aguas Luxury Shopping. Todo muy discreto, no como años ha, cuando el lujo era ostentoso. Quién se compraba un bolso de firma quería el logotipo bien grande para que todo el mundo supiese que te iban bien las cosas y podías darte el capricho de gastar sin pestañear trescientas o cuatrocientas mil pesetas. El summum de una tarde de compras era pasear por Poeta Querol con un par de bolsas color de Vuitton y Hermés, balanceadas al ritmo de los tacones. En eso hemos madurado mucho. Ya no se trata de pegarte el mocazo (hasta la expresión está en desuso y suena soez), sino de rodearte de cosas buenas aunque sin importante que los demás lo sepan.
El jueves Valencia Excellence celebró su fiesta de Navidad y lo hizo con muy poco boato y muy buen gusto. Más bien fue una muestra de discreción y elegancia: Acosta agasajó con una bandeja de dulces navideños (del horno Las Comedias), Lourdes Verdeguer y Javier, de Patos, invitaron a un jamoncito buenísimo servido con exquisitez y con música en directo de bossa nova, todo muy chic… Lila Albanozzo, de Il Baco da Seta, preparó su tradicional pavo trufado (¡qué rico!) con su receta italiana interpretada por José David Moliner, finalista de Masterchef, y Loewe abrió sus puertas de par en par para que disfrutásemos de sus bolsos con un poco de champagne.
Hubo copas, música en directo, dulces navideños, escaparates decorados para la ocasión (ideales los de Alejandro y Acosta, lleno de estrellas con deseos) y hasta Porches en las aceras.Se llenaron las tiendas de gente: Azabache, Martínez Medina, la joyería Rafael Torres, Guillermo Miralles…
La Óptica Climent presentó la colección de gafas Matsuda, una firma japonesa que podría ser la representación de ese nuevo lujo discreto. Estuvo por allí el representante en Europa de la firma, un griego guapísimo con aire de Tsipras que se llama Yannis. El tío es tan guapo que hicimos cola para hacernos un selfie con él. Al final acabó tomándoselo a risa porque era un poco cómico vernos allí a todas como quinceañeras a la puerta de un concierto de Los Pecos.
El jueves hubo más fiestas.
La joyería Marfil reunió a un montón de amigos para celebrar su décimo aniversario, entre ellos David Albelda y Vicen Fernández, Mayrén Beneyto, Maribel Cosme, Amparo Ortuño, Quico Catalá y su mujer Irina Manglano, Esperanza Vila, Isabel Aliño, Elena Gutiérrez y el arquitecto Ramón Esteve.
Y el joyero Argimiro Aguilar celebró su fiesta de Navidad con un cóctel de lo más cuidadp: catering de Cocotte, degustación de tres variedades de caviar de beluga, champagne Mum y música en directo.
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