Argimiro Aguilar dio una charla
sobre diamantes en el Ateneo Mercatil. Hay que saber de estas cosas para estar
prevenidas y que no nos den gato por liebre.
Hay que entender de diamantes, chicas. Nuestras madres
sabían de esto más que nosotras, porque nuestros padres se estiraban más que
nuestros maridos. Pero en cualquier caso, tenemos que estar preparadas porque
una nunca sabe en qué esquina puede sorprenderle un admirador con un regalo.
El diamante más caro jamás regalado a una mujer por su
pretendiente fue uno que Richard Burton le regaló a Liz Taylor para
conquistarla. No sabemos lo que pagó, pero conmigo no hubiese necesitado tanto,
con un cortado sin azúcar le hubiese bastado. Años más tarde se divorciaron,
Liz subastó el diamante y con lo que sacó se construyó un hospital en Botswana.
Argimiro Aguilar dio esta semana una charla sobre diamantes
en el Ateneo Mercantil. Ni que decir tiene que la mayoría del público era
femenino. Clientas del joyero, como Gema Munuera, Pepa Navarro, Mª Dolores
Llaneras y Teresa Peris, la diseñadora Belén Fernández, Rosa Fenollar, María
Muñoz, Pilar Ivars, Elvira Ferrer, Pepita Navarro, Irene Forcar, Pilar Pérez,
Teresa Roca, Toña Ferrer, Maika Gonzalez, Mª Luisa Aznar, Ana Bonet, Carmen
Selva y Judith Mas. También hubo hombres. Pocos, pero alguno. En concreto dos:
Vicente Bosch y Oscar Ruiz Gil.
Argimiro explicó que el valor de un diamante se resume en la
capacidad que tiene para reflejar la luz, y eso tiene que ver con las famosas
cuatro ces: Carat (Peso), Colour (Color), Clarity (Pureza) y Cut (Talla o
Corte).
El peso son los kilates; está claro que en un diamante el
tamaño sí importa. El color, cuanto más blanco mejor. La pureza no es más que
la ausencia de carboncillo y la talla tiene que ser excelente o muy buena para
que brille. Argimiro dice que no admitamos menos. Así es que si tu Pepe se
presenta en casa con una piedra amarillenta y con un punto negro en el medio,
lo mejor que puedes hacer es pedirle el ticket. Luego le explicas lo que contó
Argimiro en la charla; “mira, cariño, vas de que sabes mucho de economía y no
tienes ni idea. Los diamantes son un valor refugio para invertir porque la
producción es cada vez menor y la demanda aumentará con los mercados chino e
indio. Así es que haz el favor de comprarme uno como el Liz, que con eso
sabemos que nunca perderemos dinero.”
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