Querido ángel de amor, en esta apartada orilla, ni la luna brilla ni se
respira mejor. Por la calle hay cuatro zombies que en cualquier momento
llamarán a tu puerta para que les des caramelos.
Noche de difuntos, ni sombra de Don Juan Tenorio. Las calles
atiborradas de gente con disfraces de demonios y calaveras. Y nosotras, las
cuarentonas, una vez más descolocadas en este mundo que ha cambiado mientras
nos hacíamos mayores. Sin sentirnos identificadas con aquella Doña Ines a la
que Don Juan le recitaba lo de “¿No es cierto ángel de amor, que esta apartada
orilla, más clara la luna brilla y se respira mejor?”. Si hace años, algún
galán hubiese venido a nuestro balcón con semejante ocurrencia, probablemente
le habríamos dicho: “anda tonto el haba, baja y trae un par de cervezas, que
mis padres no me dejan salir porque dicen que hoy no es noche de juerga. Pero
tampoco estoy yo para estas memeces”.
No, no somos nosotras mujeres que hayan soñado con galanes apostados a
nuestros balcones. Claro que la alternativa también nos pilla un poco a traspiés. El niño que llama a la puerta,
vestido de bruja y preguntándote: truco o trato. Y tú que no sabes cómo
reaccionar. Si fueses una americana de Kansas City, sabrías como escenificar un
susto de muerte. Pero habiendo nacido aquí, lo único que se te ocurre es darle
un beso al niño, sacarle cuatro caramelos y quedarte allí delante con cara de
tonta, pensando: ¡Y ahora qué!
Tampoco entiendes por qué los disfraces han de ser de brujas
y demonios con tridentes. Iría más acorde con nuestra educación de las monjas
que fuesen vestidos de pastorcitos, de santos o de curas.
Pero en fin, las cosas vienen como vienen. La batalla de Don
Juan Tenorio está perdida hace tiempo. A ver quién es la guapa que convence a
su hijo pequeño y a sus amigos a que vengan a casa a ver a Doña Inés asomada al
balcón. Así es que si no puedes con ellos, únete a ellos.
Es lo que hicieron el peluquero Rafa Moreno y su marido José
Alandés, que llevan varios meses preparando Halloween. Cada año eligen su
disfraz inspirándose en un personaje de película de terror. Si el año pasado
recrearon a la malvada Cruella de Vil, este año ha sido la película It de
Stephen King. Rafa fue el autor de todo el maquillaje de caracterización, tanto
el suyo de payaso maligno como el de Jose vestido muñeca Anabel y el resto del
grupo: Eduardo Peris, María Angeles Baldó, Geles Martínez, Diana Esteban,
Victor Sánchez, Angel Adán, José Alandés, Arturo Rosaleñ y Ana María Delamo.
El artista fallero Salvador Dolz también organizó una fiesta
en su taller con la temática “el circo del terror”. Hubo disfraces
terroríficos, como el de Javier Martínez Rubio, y otros convincentes como el grupo
que iba de la peli La Naranja Mecánica: Johny Florez, José Luis Canoves y Fabio
Chiarini y Filippo Saltari, dos italianos de paso por Valencia a los que les
está gustando tanto la ciudad que ya están planeando quedarse.
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