A veces una tiene la sensación de que el género humano no evoluciona así le maten, sobre todo la parte que le toca a los chicos. Una ve esas películas ambientadas en la Inglaterra victoriana, en las que después de la cena los hombres se retiran en grupo a fumar, mientras las mujeres se quedan cotilleando, y piensa: fíjate, pobrecitos aquellos hombres que necesitaban aislarse de las mujeres para divertirse. Y mira tú por donde, ahora, con la prohibición de fumar en locales públicos, va y se reproduce la escena. Ellos tienen una tendencia a agruparse entre sí, y nosotras lo propio entre nosotras. Así es que se forman grupos de chicos y chicas, ellos más con el puro, nosotras más con el cigarro. Y a la vuelta a las mesas, en cuanto te descuidas ya se ha trastocado toda la disposición original y ellos están con ellos y nosotras con nosotras.
El viernes por la noche, en la Hípicia, la Fundación Fuvane celebró una gala benéfica. No me quiero ni imaginar el curro que se metieron las organizadoras para montar las mesas y en cuanto acabamos de tomar la última cucharada del postre, todo saltó por los aires. Buena parte de los hombres salieron a fumarse un puro a la terraza, para cuando volvieron, todas las mesas estaban trastocadas, ya nada fue como antes, adiós a la integración y a la igualdad entre sexos.
En fin, somos así, y se ponga como se ponga lo políticamente correcto, hay cosas que no cambian. Lo de fumar un puro tiene su aquel, porque hay que ver lo que dura, y lo que huele, un chisme de esos; da para hablar de todo, de fútbol, de política, de la crisis, de la muerte de Emmanuelle y hasta de los avatares de Nacho Vidal.
Bueno, el caso es que la cena de Fuvane reunió a buena parte de la sociedad valenciana. Allí estuvieron el Conseller de Industria Máximo Buch, el torero Vicente Barrera, el vicepresidente del Consejo del Poder Judicial Fernando de Rosa, el presidente del Consejo Jurídico Consultivo, Vicente Garrido, la concejala de Sanidad del Ayuntamiento Lourdes Bernal, las hermanas Laura y Blanca Fitera, el doctor Murgui, María José Navarro, el presidente del Club de Encuentro Manuel Broseta, Paco Puchol, los empresarios Salvador Navarro, presidente de la CEV; Vicente Lafuente, de FEMEVAL, Vicente Folgado, de la Federación de la Madera, Juan Eloy Durá, de la construcción; Bernardo Noblejas, presidente de IVEFA, el director de Feria Valencia Enrique Soto, Joaquín Maldonado…
El alma y presidente de FUVANE es el periodista Eduardo Alcalde, que agradeció el apoyo de toda la gente que colabora para ayudar a niños con parálisis cerebral, sobre todo a la junta de apoyo: María José Albert, Begoña Ciscar, Pilar Pons, Beli Botella, Mayayo Gómez-Lechón, Santi Aguilar, Susana Pérez-Manglano y Amparo Moreno. Eduardo Alcaide nos dejó a todos al borde de las lágrimas contándonos la historia de su hijo Alejandro, un niño prematuro que tuvo problemas que derivaron en una parálisis cerebral. “A mí familia y a mí nos cambió la vida, nos hizo ser mejores personas, más comprensivos con los demás y a cambiar nuestra escala de valores”. Después, puso un video con los logros conseguidos por niños que han conseguido superar lo que parecía imposible para ellos: caminar, sentarse y ponerse de pie o participar en actividades cotidianas de la vida, como comer, asearse o vestirse.
Alcalde compartió mesa con el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata, con su mujer Pilar Pons, con María José Albert (ideal con un vestido de Pailletes de Presen Rodríguez), Vicente Cotino (que ha cedido las instalaciones del parque tecnológico donde FUVANE atiende a los niños) y su mujer Iría, una gallega de lo más estilosa.
Después de la cena vino el típico sorteo. Rosa Morera cedió un bolso de Max Mara, mientras que Lourdes Verdeguer, de Patos, regaló diez collares de lo más monos, Salomé Corell dos de sus pulseras y los artistas Ripollés y Willy Ramos una escultura y una pintura, que fue a tocarle a Vicente Barrera.
1 comentario:
muy de acuerdo contigo, abrazos.
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