lunes, 1 de octubre de 2012

Contra viento y marea

¡Hay que ver como llovía el viernes por la noche!, parecía el acabose. Hacía falta mucha motivación para ponerse mona y salir de casa. Sin embargo, en la Hípica no cabía un alfiler. Visto desde afuera cualquiera habría dicho que allí estaba Justin Bieber y que el tumulto eran centenares de quinceañeras enloquecidas, que se habían revelado en bloque contra la autoridad paterna. O que Raphael estaba dando un recital para nuestras madres, y que ellas habían enloquecido por una noche y se habían lanzado a la calle, despreocupadas del efecto que la lluvia pudiese provocar en sus enlacados peinados. También se podría haber pensado que una asociación de “perroflautas” había confundido a la Hípica con el Congreso. Pero no, no era nada de eso. Era una cena benéfica que organizada la Fundación Dasyc.

Allí estaba, desafiando al temporal, buena parte de la alta sociedad valenciana. Es sabido que las cenas benéficas son tradicionalmente lugar de encuentro para la vida social. Pero lo del viernes evidenció que la gente va a esas cenas para algo más que para dejarse ver; porque cuando caen chuzos de canto, sólo una causa de fuerza mayor te saca de casa. Y la Fundación Dasyc es, sin duda, una de esas causas. Es una de las ONGs más activas de Valencia que trabaja con niños, jóvenes, discapacitados y personas mayores. Tiene proyectos en Comunidad Valenciana, Castellón y Alicante, también proyectos cooperación en Sudáfrica y la India.

Hubo una mesa sólo para chicas: Marta de Diego y Pepa Martí, Begoña Grollo, Elvira Selva Catalán, María Cosín, Eva Marcellán, las hermanas Montoro: María, Patricia y Amparo, de los laboratorios Montoro de toda la vida.

En otra mesa de Cristina Blanc, la mujer de Juan Carlos Gómez-Pantoja, estaba Clara Payá, Luz Lleó, Merche Ventura… Además, estuvieron Lila Albanozzo, de la Seta Nera, Laura Gallego, de la cafetería Belgravia que, por cierto, está organizando unas meriendas ideales todos los jueves con tertulias de arte: ¡a que suena chic a más no poder! En la última estuvieron hablando sobre la colección del Thyssen con dos doctoras en Bellas Artes. La verdad es que ésta esta Laura es la leche, se ha tomado en serio lo de la innovación y está demostrando que se puede hacer en cualquier negocio. Ella, en su cafería, además de tertulias de arte monta exposiciones y hasta comidas para practicar el inglés: te sienta por niveles, así es que la que no pase del típico “I don´t know”, no tiene de qué preocuparse, la sentarán con otras del mismo nivel… Habrá que ver de qué hablan: “Hello”, dice una. “How are you”, dice otra; “I don’t know”, dice la tercer; “Hello”, dirá la cuarta… y vuelta a empezar.

En la cena estuvo también el presidente de Dasyc, Victor Martínez; Rafael Aznar con su mujer Magüy Alonso, Rosa Alfonso, Consuelo Badía de la Clínica Ziving, Marta Barandiarán y su hijo, los Miralles, Palencia, Barona... También se dejaron ver Luis Valls-Taberner y Rafael Catalá, dos jóvenes emprendedores que han trabajado con ONGs y hablaron de lo mucho que les ha enriquecido la experiencia.

No es la única cena benéfica. El próximo viernes 19, también en la Hípica, habrá una cena organizada por Fuvane –Fundación Valenciana para la Neurorehabilitación-. Llevan años ayudando a los niños con parálisis cerebral; hasta ahora no han organizado grandes cenas porque tenían buenos benefactores. Pero como las cosas están muy mal, su junta de apoyo, con María José Albert a la cabeza, ha decidido remover Roma con Santiago para seguir adelante con su noble causa: ¡ahí estáis chicas, con un par de tacones!, como diría Ansón.

El coste del ticket de la cena es de 45€ y todo el dinero recaudado será destinado para mantener las distintas actividades de la fundación. María José dice que será un acto entrañable, cargado de emoción y sorpresas, así que chicas, ya sabéis, el 19 todas la Hípica. Si llueve, que llueva; y si nieva, que nieve…