¡Jo pe!, vaya semana de fiestas y jolgorio para la gente “que tal” de Valencia: esos que están en todas las listas de invitados a fiestas y eventos y que siempre saludan con una sonrisa y un ¿qué tal? (arrastrando un poco la “a” y envolviéndola en una gran sonrisa). Y tú te quedas mirándole y piensas, pues hija, teniendo en cuenta que te vi ayer, antes de ayer, la semana pasada y la anterior tampoco es que tenga mucho que contarte, así es que sigamos sonriéndonos las dos, hasta que venga alguien más a quien podamos preguntarle qué tal.
Pues como os decía, esta semana la vida ha sido un no parar para la gente qué tal la shopening night, la Ciudad Fallera Pop Up, la fiesta del cava en Requena, el desfile de Dimova por el Centro Histórico, la inauguración del Restaurante Huerta Santa Catalina, el nuevo estudio del Mercader de Indias en la Gran Vía y alguna que otra cosa más. Todo eso pasando más frio que una quinceañera en nochevieja yendo de fiesta en fiesta con su primer vestidito de cóctel, porque esta maldita crisis a las cuarentonas nos ha cogido en el momento justo en el que nos tocaba comprarnos un abrigo de piel, como el que tenían nuestras madres, y que hasta ahora habíamos despreciado porque nos parecía de señoras. Para cuando pase esto, si es que pasa, ya no sabremos si preferimos el abrigo de visón rasado al batín calentito.
La shopening night mejora con cada edición. Los comerciantes se han dado cuenta de que con los tiempos que corren, el concepto de salir de compras ha cambiado, ya no se puede salir sólo a comprar, porque el plan se acabaría en cinco minutos. Las tiendas hacen bien en ofrecer algún atractivo más allá de sus productos: una copita por aquí, otra de cava de Requena por allá, un detallito, una sorpresa… Hija, y al final te vas a casa con alguna comprita de nada pero con la sensación de que tu vida sigue teniendo algo más que niños, baños, maridos enfurruñados, y horas de trabajo y estrés.
La zona de Marqués de Dos Aguas fue todo glamour, además del lugar elegido para la inauguración. Allí estuvo el Conseller de Economía Máximo Buch con su eterna expresión de hombre feliz. También se dejaron ver la Directora General de Comercio Silvia Ordiñaga, la presidenta de Fecoval, Maribel Cosme, el presidente de la CEV, Salvador Navarro, y la modelo valenciana Mayte de la Iglesia, que fue la madrina del evento. Esta chica es genial: bloguera, estilista, cronista de moda, ha diseñado una pequeña colección para women secret y además no va de diva por la vida.
A las doce, cuando cerraron las tiendas, el mundo del glamour valenciano se fue a la fiesta de Yo Dona en el Upper Club. Entre los invitados, el Conseller y su mujer Mabel, la concejala de comercio María Jesús Puchalt, el doctor Ricart con su mujer Carolina Merino, la subdirectora de Yo Dona Cristina Aldaz, Héctor Alegre (E-fusion), y mucha de gente de los comercios valencianos con Marcos de la Fuente, de Unidad Editorial, de anfitrión.
Al día siguiente, más saraos, esta vez en Requena para celebrar la fiesta del cava. Como fue el President Fabra, los políticos valencianos que no tiene de qué esconderse, que alguno queda, cogieron el AVE y se fueron para allá. Les arroparon buena parte de la sociedad valenciana, sobre todo de aquellos que tienen algo que decir en el mundo de la gastronomía: Cuchita Lluch, Jaime Lamo de Espinosa, que alguien debería nombrar embajador de Requena; Raul Alexandre, ex cocinero de Ca Sento que ha abierto cerca de la Avenida Aragón el restaurante el 534 (el valor de la prima de riesgo española el día que buscaba nombre); Maxi Bao, nariz de oro de 2005; Bruno Murciano, que fue sumiller en el Ritz de Londres…
Lo que quedó claro allí es que el cava de Requena bueno entre los mejores. Así es que estas navidades lo que toca es hartarse de beber cava de Requena para hacer más llevadera la sobremesa con las cuñadas.
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