Mira que había criticado veces a Anita García Obregón por llevar esas botas de mosquetero más arriba de la rodilla ¡qué hortera la pobre!; fíjate que me había prometido una y mil veces que jamás de los jamases me vestiría como Julia Roberts en Pretty Woman. Pues nada. Donde dije digo, digo diego. Rectifico, vamos. Me encantan las botas de mosquetero. Desde que las vi en el desfile de Prada, no pienso en otra cosa. Son una mezcla de bota de pescador y de mosquetero, pero quedan super modernas con minifalda y leggins o con un suéter largo y nada más.
Total, que como casi estamos en septiembre y las tiendas ya empiezan a recibir ropa de invierno, ayer me pasé por Chapeau zapatos para ver si ya habían recibido las famosas botas. Pensé, ingenua de mí, que sería la primera en preguntar por ellas. ¡Ja, qué ilusa! Llego a la tienda, le pregunto a Lucrecia y me contesta ¡uff, hija, si ya hemos vendido un montón, casi no quedan tallas! Una siempre piensa que es la más rápida y la más informada porque lee Vogue en inglés y en francés y luego resulta que no, que cuando tú vas, ya han media docena de amigas que han ido y han vuelto ¡cómo las odio!
Volviendo a las botas. Resulta que además de Prada muchas otras firmas tienen botas de ese estilo este invierno. Jil Sander ha sacado unas de ante elástico, que te puedes poner aunque no tengas piernas de palillo como la Obregón. Las botas con elástico son el típico ejemplo de como adaptar las tendencias de la pasarela a la vida real (y a las mujeres reales, es decir, las del montón). Otros modelos no son aptos para piernas gorditas, más que nada porque la cremallera no se puede cerrar.
Botas aparte, después de leer diez revistas de moda y varios suplementos de colecciones, he llegado a la conclusión de que la moda de este invierno no me gusta nada. Vuelven los chaquetones enormes como los de Donna Karan en los noventa, para mujeres que van de triunfadoras rollo Melanie Griffith en “Armas de Mujer” ¡qué espanto! Vuelven también las americanas con hombreras, antídoto eficaz contra la lujuria. Por no hablar de las chaquetillas estilo Michael Jackson, que en paz descanse y sus modelitos también, por favor. También se lleva la piel negra con tachuelas, remaches y clavos, con un toque punky y heavy ¡Qué poco femenino! Además, la estética roquera, a los veinte vale, pero a los cuarenta ni en el bolso.
De los ochenta también llegan los colores pop: fucsia, amarillo, morado… y también los drapeados estilo Angela Channing y las mangas que en mi pueblo llamaban de jamón, por su parecido con la pata de jabugo ¡ay, no quiero ni acordarme! Pues sí, todo eso (y cosas peores) es lo que los diseñadores han inventado para nosotras con todo el cariño del mundo. Debemos ser masocas por hacerles caso, porque hay modelitos que parecen diseñados por el enemigo. Fíjate que me ha venido a la cabeza el modelito que llevó Eugenia Martínez de Irujo en la fiesta de Valmor del sábado pasado, con ese escote imposible y ese drapeado tan feo ¡pobrecita mía!
Algún día las mujeres nos hartaremos de seguir las tendencias y diremos hasta aquí hemos llegado. Un día te quieren vestir de fulana, con minivestido ajustado y plataformas; otro te asfixian en pantalones de piel pitillo y en otro descuido, te han disfrazado de romana, de Juana de arco, de payaso o con el traje regional ruso ¡y a eso le llaman creatividad!
Menos mal que en las tiendas impera el sentido común (y las ganas de vender) y allí no hay rastro de mangas jamón ni hombreras Locomía. Afortunadamente, todavía hay ropa para las sosas que sólo buscan un vestido, una rebeca o una camisa, sin más pretensiones que verse monas.
Fíjate lo que dice Isabel Preysler en el último Vogue, donde asegura que ni entiende de moda ni viste a la última moda. “Ya puede ser la gran tendencia de la temporada, que si yo no me encuentro bien y a gusto, es que ni se me pasa por la cabeza ponérmela”. Isabel sí que sabe.
5 comentarios:
Si es verdad, nunca se puede decir nunca!
Es que la Perysler... siempre ha tenido mucho sentido común...
Y lo de que nunca dirás nunca.. que gran verdad... ayer me decia una amiga.. que iba a ir encargando un par de hombreras... porque dijo que no a los leggins, y acabó cayendo, dijo no a las romanas, y acabó cayendo... jejeje
Enhorabuena por el post.
Por cierto echa un vistazo por la nueva web en la que colaboro:
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Un saludo, Alejandro...
Por cierto... espero que estés preparada para la nueva edición de la Semana de la moda.... jejej
Olá!
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No se yo... este tipo de botas hay que saber llevarlas. A poca gente le quedarán bien. Bsos
Pues a mi las botas tipo mosquetero me encantan. Creo que estilizan mucho la figura con un pantalón pitillo metido por dentro. Las de las pasarelas, como las de las fotos, son muy exageradas, pero en las tiendas yo he encontrado cada monada. Ya tengo dos, unas negras y otras marrones.
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