lunes, 17 de diciembre de 2007

Javieryjavier


Chicas, quedaros con este nombre: “Javier y Javier”. Detrás de esa firma está Javier Villajos, un diseñador valenciano que en los ochenta fue socio de una firma que llegó a codearse con los más grandes. Pero la vida da cornadas y a veces hay que volver a empezar de cero cuando ya has llegado a la cima; y volver a andar el camino cuesta arriba. ¡Olé! por quien lo hace y no se acurruca mal diciendo su suerte . Es el caso de este valenciano, que acaba de abrir tienda en la calle Embajador Vich.

Cualquiera que esté medianamente introducido en el mundo de la moda ya habrá oído hablar de él. Bueno, perdón, cualquiera menos los organizadores de la Pasarela del Carmen (o Semana de la Moda), que le han dejado fuera. A él, como a mí, no le quieren. Lo mío tiene pase, pero lo de él no se entiende: es como si alguien organizase una fiesta de pilotos de Fórmula Uno en Gijón y no invitasen a Fernando Alonso; sólo la sospecha de intereses espurios pueden explicarlo.

Pero bueno, a lo que iba: JavieryJavier, como los de la Pasarela han decidido que él no es quien para desfilar con ellos (no se lo han dicho así de claro, pero le dieron largas hasta que se acabó el plazo…), se lo ha montado por su cuenta. Y esta semana ha presentado su colección en el ático del Hotel Astoria. Invitados, sólo clientas de toda la vida, de esas tan fieles que le han seguido durante estos años en su atelier de la Calle Alta. El desfile fue de lo más cuidado: un cuarteto de mujeres violinistas, con vestidos vaporosos como de una pintura de Botticelli; una bailarina exótica abriendo desfile y luego una colección de ochenta o noventa vestidos, conjuntos, sastres, abrigos, fiesta, cóctel, más fiesta… uff, una locura, una sorpresa permanente, con mil referencias y un hilo conductor mínimo.

El estilo de Javier Villajos es inclasificable. Después del desfile, me acerqué a ver los vestidos y de cerca son una pasada: telas de Elie Saab, sedas pintadas a mano, forros que no tienen nada de forros, porque también son sedas; abrigos reversibles, cinturones que se pueden llevar como fulares, estampados y bordados con motivos sacados de la botánica de Cavanilles, flores kurdas… una locura, de verdad.

Javier me va enseñando los vestidos uno por uno y en cuanto me descuido me ha colocado una chaqueta de fiesta sobre el suéter de lana ¡y encima queda bien! Me saca otro que parece de la película “El guateque”, con un colorido pop super fuerte. Cuando ya concluyes que hay mucho de los sesenta y de la estética hippie, va y te enseña otro vestido de tafeta de seda natural con una falda de metros y metros de tela. Javier estruja la seda por un lado para demostrarte que hasta la arruga tiene arte cuando la falda tiene el vuelo justo. Y luego te enseña otro que parece de Courrèges, que debe pesar un par de kilos de la cantidad de piezas que lleva, y luego una malla medieval super ajustada, y después un vestido de lino con bordadito delicado y un pequeño recogido bajo la falda y luego un blusón ideal para un verano en Saint Tropez, de seda ligera. Y cuando ya piensas que lo tienes medio situado con el adjetivo multiétnico, va y te sale con un vestido de vinilo de un color uva oscuro, convertido en un vestido de cóctel años cincuenta, con lo cual acabas ya más descolocada que yo que sé. Y encima, hasta mezcla las prendas más dispares ¡y funciona!

Total, que si algo me queda claro es que este diseñador, que se siente como si acabara de empezar, tiene tanto talento que no sabe ni dónde meterlo y además dice que todas las mujeres tenemos atractivo, excepto las maleducadas, que para él acaban siendo feas, feas. ¡Me encanta este hombre!

18 comentarios:

viviana dijo...

pues es una pena que no lo dejen desfilar en la Pasarela del Carmen si tiene tanto talento, porque la verdad es que tampoco es para echar cohetes lo que sale alli...
Besos.

Begoña Clérigues dijo...

Eso mismo pienso yo, Viviana, una pena. Si vienes a Valencia, acércate a la tienda y verás, te va a encantar
Besos

Vistiendo a Candela dijo...

Que pena que no lo dejen desfilar.
Un bico.

Trapiello dijo...

La verdad no le conocia,pero tiene una pintaza,queremos mas fotos de todos esos vestidos,que nos has dejado con los dientes largos
Besos

Begoña Clérigues dijo...

Javier era la mitad de Españolito, una firma muy conocida en Valencia. Intentaré colgar más fotos.
Besos!

Manu dijo...

Hola me llamo Manu... soy periodista... y estoy haciendo un reportaje sobre el lujo y las tiendas de altas marcas en España. Te dejo mi mail. Te puedes poner en contacto conmigo, me gustaria hablar contigo. Mi mail es: manu.ordonez@gmail.com

Atentamente:

Manu

Gratistotal dijo...

Javier cualquier dia desfilará en alta costura, como josep Font, y a la pasarela le dirá ATPC

Anónimo dijo...

me lo apunto, eso de muy puesto que funcione con sport me gusta!UMA, FELIZ NAVIDAD GUAPA!!!

Alex Pagán dijo...

No conocía la historia de Javier, ni a él hasta hace bien poco. Un genio con un trato excelente. La verdad es que sí, es un encanto.

Begoña Clérigues dijo...

tienes razón, Alex, da gusto encontrarse a gente como Javier. Yo tampoco lo conocía en persona y es encantador, educadísimo.

Anónimo dijo...

Lo mismo que a Javier le paso a un diseñador muy bueno que conozco, que no era suficiente con pagar la excesiva cantidad que piden, ni demostrar el altisimo talento que tiene. Pues no miraron ni el trabajo que entregó.Espero que sirva un poco de consuelito.

Begoña Clérigues dijo...

Anónimo, espero que la próxima edición tu amigo se presente y pida explicaciones de porqué no lo admiten. Al fin y al cabo, la pasarela está subvencionada y la pagamos todos los valencianos.
Un saludo,
Begoña

Anónimo dijo...

Gracias Bego. El dinero era para asociarse a la PIV, no para
desfilar. Y la explicación fue que era demasiada costura y no encajaba en la filosofía de la PIV que esta más enfocada al pret-a-porter.
Aunque en todas las ediciones se ve mucha costura. No volverá a presentarse, porque él vive de esa profesión desde hace muchos años y sólo pretendia aportar algo a la única pasarela que tenemos los valencianos. Un saludo.

Begoña Clérigues dijo...

Se cómo funciona, pero no deja de parecerme una chorizada, así de claro.
En cuanto a las normas para desfilar, es lógico que se pida pret-a-porter, al fin y al cabo la pasarela está subvencionada por la Conselleria de Empresa para promocionar, se supone, la industria de la moda.
La pregunta es: ¿cuántos de los que desfilan tienen pret-a-porter, es decir, confección industrial, distribución fuera de Valencia, etc. etc.? El criterio tiene que ser el mismo para todos.

Anónimo dijo...

Bego, sigue rascando, que el dia que alguien cuente como funciona esta pasarela, no va a haber mascleta que se compare con la que se puede liar. Como bien dices, la pagamos todos y es solo para algunos y no son los mejores, ¿qué pasa entonces?.....

Begoña Clérigues dijo...

anonimo, te dejo mi mail por si quieres contármelo tú: begocl@gmail.com

Anónimo dijo...

Ayer cumplí 22 años y adquirí mi primera y no creo que última pieza de Javier. Dí con su tienda por casualidad, porque me habían recomendado ir a Pato's (que como sabréis está pegada a Javieryjavier. En Pato's no habían casi-por no decir ninguno- modelos. Iba buscando un trajecito para una boda que tengo en febrero, por la mañana pero a la que tengo que ir muy arreglada...De repente, pasé por delante de la tienda-taller javieryjavier, hubo un vestido que me llamó a entrar. Javier, que después de salir de su tienda era como si nos conociéramos de toda la vida, alzó la vista y nunca olvidaré su mirada. Intenté como cinco veces que me diese a probar el traje que yo había visto desde los cristales que dan a la calle, pero (no en vano) me probó mil y un modelos que según él me iban a encantar, aunque mi cara no correspondiese a su juicio, al principio...Le empecé intentando explicar que yo era más sencilla, sin embargo, ayer descubrí que soy todo menos eso, que sus diseños me encantan y que, como bien me advirtió desde un principio: las cosas para verlas hay que probárselas. En definitiva, no sabría deciros quién disfrutó más, si él o yo, aunque yo tuve el mejor día de cumpleaños que podía esperar. Me sentía como Julia Roberts en Pretty Woman. Es una gozada estar tan cerca de un artista y poder admitir, que aunque no nos conocíamos, cualquiera podría haber dicho lo contrario...

Bravo por Javier.

Anónimo dijo...

he conocido a javier por la boda de mi hija.me parece un genio.lo que te pongas de el es una obra de un verdadero artista.tiene vida.encanto, elegancia etc lo tiene todo.ya no cambio