martes, 30 de junio de 2009

Los buenos con los buenos

Hay personas que además de ser interesantes, actúan como un imán con la gente interesante. El resultado es que todo lo que hacen suele ser enormemente interesante, ya sea elegir su vestuario, organizar un cóctel o reunir a un grupo de amigos. Es un poco como eso del dinero hace dinero, pero con el talento y la creatividad.
Y al revés, los hay que destilan mediocridad, se rodean de gente mediocre y transmiten medianía en casi todo lo que hacen. Así es la vida: algunos nacen con talento y se rodean de talento y los hay, pobres, que por mucho que se empeñen nunca superarán la mediocridad.
Vicente Gracia está claramente en el grupo de los primeros. Casi todo lo que hace resulta atractivo. Por supuesto las joyas que diseña, pero también las ferias en las que participa, los lugares que visita, y todo eso se realimenta y repercute a su vez en su trabajo.
El joyero valenciano acaba de llegar de Dubai, de participar en un showroom de alta joyería organizado por uno de los hijos de Camilla Parker, nada menos. Uno de los vástagos de la esposa de Carlos de Inglaterra, se ha montado un club privado de lo más elitista llamado Quintessentially. En ese club megaselecto, tan pronto te organizan un viaje con avión privado en un plis plas, como te reservan hoteles de lujo, te consiguen entradas para la zona vip del concierto de Madonna o ediciones superlimitadas realizadas exclusivamente para socios del club. Vamos, para ricos muy ricos.
Pues bien, el club de Tom Parker Bowles invitó a Vicente Gracia a participar en una feria de joyería de lujo en Dubai y si las joyas de Gracia son para morir por ellas, había que ver las del resto de joyeros que expusieron: Harshad Ajoomal, Sélim Mouzannar, Nicolas Varney o Vernissage, todos ellos maestros internacionales aunque poco conocidos en mercados convencionales. ¡Qué pasada de joyas! Más que joyas, son obras de arte, diseños exquisitos y carísimos.
En el catálogo de la exposición Quintessentially, se decía de Gracia que “la especificidad mediterránea de su trabajo y el componente alegórico de sus obras que indaga por la cultura islámica, cristiana y hebrea sellada en la rareza de sus piedras y composiciones, son los factores determinantes en la consideración de Vicente Gracia, uno de los joyeros más prestigiosos del siglo XX”.
Desde que ha entrado en los circuitos exclusivos de subastas internacionales en Christie’s, Gracia ha insertado la alta joyería española en las más exclusivas exposiciones de arte de ciudades como Ginebra, Londres, Dubai o Nueva York.
Lo próximo que ha organizado es una exposición denominada “espíritu y alegoría. Obras maestras de la colección Nolte de Munich”, una exquisita selección de tallas del gótico, que exhiben las peculiaridades iconográficas del medievo alemán.
"Son obras procedentes en su mayoría de diversas catedrales del norte de Alemania de finales del siglo XIV y XV, que entraron en la colección salvadas de la quema de la Segunda Guerra Mundial y que permanecen originales sin ningún retoque o restauración. Por ello, exhiben de una forma directa la impronta del trabajo de los maestros de la talla del gótico alemán caracterizados por ese equilibrio entre naturalismo y expresionismo, que crean una inquietud latente en todas las composiciones.
La delicadeza de las formas del gótico abordadas desde la dureza de la técnica de la talla, contrasta con el refinamiento decorativo de los paneles procedentes del Palacio Real de Bruselas, que complementan de forma efectiva la muestra.
Esa combinación de símbolo, refinamiento y alegoría se encuentra también presente en el concepto artístico de Vicente Gracia, respirando la misma atmósfera de su atelier como una consecución natural que el tiempo, la historia, el arte y los secretos de la joya han provocado en un mismo espacio."
La exposición de Vicente Gracia se inaugura hoy miércoles en su taller de la Calle la Paz y seguro que entre los invitados hay más de un valenciano interesante. Los buenos suelen ir con los buenos.

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