viernes, 13 de noviembre de 2009

Los "Vip Village" o "Las Aldeas del poderío"

No hay evento, deportivo, cultural o social, que se precie y que no tenga una zona VIP, ya se sabe: “Very important person”. La idea tenía cierto sentido cuando se inventó para que la gente con mucha fama y glamour no tuviese que codearse con la muchedumbre mundana. Pero la cosa ha ido evolucionando hasta alcanzar cuotas insospechadas de horterismo más o menos refinado. Por ejemplo, asistir a un concierto de rock sentado en cómodas butacas, bebiendo vino caro o champán y tomando canapés de salmón o cucharaditas de foie sobre un mil hojas al aroma de menta… Cuando todo el mundo sabe que los conciertos de rock se ven bebiendo cerveza en vaso de plástico y comiendo bocadillos de morcillas con habas; lo contrario es un snobismo hortera a más no poder.
El caso es satisfacer las ínfulas de grandeza y distinción de la aristocracia reinante. Una aristocracia que antaño formaban condes y duques, y que ahora es cosa de empresarios, políticos y de la pléyade de paniaguados más o menos pelotas que suelen acompañarles. Da la sensación de que, como en el antiguo régimen, la nueva aristocracia no se pudiera juntar con el común de los mortales que pagan hipoteca. Tienen que comer en sitios distintos, ver los eventos deportivos desde tribunas cerradas y acceder a zonas exclusivas donde te piden credenciales para entrar.
Ahora las zonas VIPS se llaman “VIPS Village”, que podríamos traducir como “pueblo de la gente con poderío” que incluyen zonas exclusivas con azafatas más o menos minifalderas –nunca tíos buenorros enseñando abdominales con forma de tableta de chocolate-. Una vez dentro, el VIP se imbuye inevitablemente en una estética repetitiva: estand de Rolex a la derecha, camareros con bandejas de jamón de bellota y cava; besitos por aquí, sonrisas por allá, y mucho chocamanos. Es la forma moderna de sentirse miembros de la corte. Ellos son siempre los mismo, ayer en el Open de Tenis, hoy en el Gran premio de motos.
En el Open de tenis, la zona vip está junto al Museo Príncipe Felipe. Se accede con pulserita roja y, como no, está el restaurante oficial del evento, que como no podía ser de otra forma se llama “Vip Pink”. Allí comen los tenistas, entrenadores, patrocinadores e invitados a los que las empresas quieren agasajar.
Además del restaurante, dentro del Village vip, hay una zona con stands de la Generalitat, Rolex, gafas de sol, el Hotel del Juan Carlos Ferrero y poco más… La estética de los stands, más de lo mismo: Sillones blancos, pantallas de plasma, catálogos y revistas oficiales … Uff, vamos, que son espacios de quita y pon de lo más aburridos..
Lo chocante es que pasados los años seguimos con el sillón minimalista y el catering fisnolis. Parece que no nos quitemos de encima ese complejo de pueblerinos que nos lleva a creer que todo lo de fuera es mejor. Y lo mismo con la música: que te pongan chill-out en un bar ibicenco, pues vale; pero que lo hagan un mes de noviembre mirando al estanque de la Ciudad de las Artes, pues qué quieren que les diga, es como si en banquete de una boda chic pusiesen mondadientes.
Por cierto, a ver si alguien se lo curra y mejora un poco los accesos a la Ciudad de las Artes; ni metro, ni taxis ni res de res. Cada vez que te invitan a algo tienes que echar la tarde en ir y venir. El viernes por la tarde, además del tenis, se celebró un congreso en la Ciudad de las Artes para hablar de conciliación familiar y de igualdad de oportunidades. Allí no hubo Vips Village, sólo un montón de gente currante con más o menos éxito en su vida profesional que se rebana los sesos para ver como demonios compagina el curro con los deberes de los niños. Estuvo, entre otras la directora de Yo Dona, Charo Izquierdo y la presentadora de Canal 9 Maribel Vilaplana, que han sabido conciliar las dos cosas. Se echó en falta la presencia de algún hombre que haya sabido compaginar sus reuniones de alto nivel con los pañales de los niños… seguro que ellos estaban en el Vip Village chocando manos para hacer méritos.

2 comentarios:

LadyGrett dijo...

Que buen post, Bego. De los mejores que te he leido ultimamente.

No puedo estar más de acuerdo contigo ;-)

¡Zonas VIP renovarse o morir (de una vez por todas) !

un beso.

cosasquehacenbum dijo...

Hola Begoña,
Totalmente de acuerdo, un aburrimiento eso de ver, una y otra vez, el mismo vip. Quería felictarte por tu art´culo de ayer en el mundo. Como siempre, me reí muchísimo! :)
Un beso,
nancy