miércoles, 18 de noviembre de 2009

Chicas, seamos patriotas… ¡vayamos de compras!

Si todos los que tienen ahorros los sacasen del banco y empezasen a gastar, qué se yo, en zapatos, bolsos, ropa de fiesta, joyas, viajes, restaurantes… el consumo tiraría para arriba, las tiendas volverían a contratar gente, los bancos a prestar dinerito para comprar más y así todos más contentos que unas castañuelas.
Así pues, chicas, seamos patriotas: salgamos de casa pertrechadas con tarjetas de crédito y al grito de ¡¡¡todo por España!!! gastemos sin complejos, compremos sin miramientos en un acto de amor y entrega a nuestro país.
Empecemos por los pies, como los buenos ejércitos que de los primero que se aprovisionan es de buenas botas. Pues nosotras a por unos buenos Manolos de piel de cocodrilo. Hija, que bonitos. Unos manolos de coco son como un Birkin de Hermès o un Amazona XXL, eso que llaman una apuesta segura, una inversión, un valor en alza. A medida que envejecen, adquieren esa clase que sólo tienen los objetos antiguos.
Manolo Blahnick no tiene tienda en Valencia, pero la interiorista Verónica Montijano los trae a su estudio cada temporada invitando a una venta privada a amigas y clientas. Este mes se ha traído los zapatos de fiesta y de cocodrilo. La piel de cocodrilo es algo dura, pero las hormas son tan cómodas que son zapatos resistentes y fáciles de llevar. El precio, entre 1.900 y 3.000 euros, es lo de menos cuando se trata de ayudar a levantar la economía nacional. Cuando se habla de manolos, los modelos más vendidos son precisamente los clásicos: el Creola y el Carolina. Fíjate que hasta se pueden encargar a medida, como en el Birkin de Hermès, eligiendo entre un muestrario de pieles y color. ¿Puede haber algo más lujoso que un zapato personalizado? La pena es que haya que esperar de seis a ocho semanas para recibir el encargo.
Si hablamos de zapatos, hay tres firmas que están en el top: Christian Loboutin, Jimmy Choo y Manolo Blahnik. La tres tienen en común su precio, vamos, que no los encuentras por menos de 400 eurines. Bueno… corrijo, los Jimmy Choo se podían comprar ayer por 99 euros en la edición limitada que ha sacado H&M, pero a las dos horas de abrir la tienda, ya se habían agotado. ¡Qué fuerte, eso sí es consumo! Si los Choo destacan por modernos y megafashion, los Loboutin son el colmo de la sofisticación francesa y los Manolos un clásico elegante, muy del estilo de Isabel Preysler.
Los Manolos de Verónica Montijano comparten espacio con una minicolección de ropa de Azzaro que estará a la venta sólo el mes de noviembre. La firma francesa se hizo famosa por unos vestidos tipo fourreau, negro hasta los pies, y con escote en forma de ocho adornado con piedras brillantes. Chapeau los tuvo hace años. Las colecciones de ahora siguen dando protagonismo a los escotes sexies. También hay minivestidos con mangas de organza y túnicas cortas con incrustaciones de perlas y piedras, con un aire caftán de la firma que lució Rania de Jordania. Precios: los de cóctel, desde 1.000 euros, y los de fiesta, entre cuatro y cinco mil. Sobre el vestido, ideal un chaquetón de plumas de marabú color ciruela que me recordaba al de visón que tuvo Loewe hace una temporada, sólo que las plumas son más ligeras y divertidas. El marabú me lo enseñó Begoña Buqué, que ha colaborado con Verónica en el showroom. Allí también estaba Mª Angeles Miguel, de Hermès, intrigada por ver qué fotos habría seleccionado el Vogue de diciembre de aquella sesión de fotos con pañuelos en la Plaza del Patriarca. Pronto se desvelará el secreto.
Más sitios donde gastar sin complejos: las joyerías. Rabat invitó esta semana a un cóctel en su joyería de Colón, que amenizó con música del grupo Mondo Ritmic Trio. La noche “Jazz Diamonds” le sirvió de excusa para presentar sus joyas más espectaculares: gargantillas, colgantes, pulseras rivière, sortijas, pendientes… todos en oro blanco y brillantes. Umm…
Y los chicos bien de Modos, en un alarde de patriotismo impagable, tienen esta semana un super plan para gastar dinero y ayudar a Zapatero a salir del atolladero, una venta privada en Mont-Blanc. La marca internacional cerrará su boutique de Poeta Querol para conocer en exclusiva las novedades, ideales para regalos de Navidad.

5 comentarios:

Blair dijo...

Ja,ja...un buen consejo y una estupenda excusa para las que somos shopping-adictas!!
Me muero por unos Manolos.Besos

LadyGrett dijo...

jajaja pues claro que sí!

Yo me uno a tu Revolución Fashion.

Te imagino convertida en una Madeleine del siglo XXI, alzando por bandera un pañuelo de Hermès y guiando al pueblo (trendy) hacia el mejor shopping.

Y el cuadro se titularia "El Glamour guiando al pueblo"

Au revoir
;)

Begoña Clérigues dijo...

Lady Grett, qué bueno!!! me encantaría liderar esa rovolución

Besos!!!

Bubu dijo...

Que peculiar el señor Manolo!!!! Me encanta tu post. Yo he publicado nuevas fotitos, pasate cuando quieras, un beso

http://www.mydarlingbubu.com/

Confusion en Madrid_Eva dijo...

Que bueno porfavor, me has sacado una sonrisa bueno más de una!
Por lo que cuentas la seleccion q tiene debe ser maravillosa.
Muaaak!