Si no quieres que tu hijo llegue a ser un tipo soez y desagradable como John Cobra, tienes que enseñarle algo más que el uso del genitivo sajón y la función de la fotosíntesis. La buena educación consiste en hacer la vida agradable a los demás, cosa que al bueno de Cobra debe sonarle a física quántica.
Los modales se están perdiendo, si es que no se han perdido ya del todo; y como muestra, basta subir un día en el metro para darse cuenta de que ya nadie, con menos de treinta años, cede el asiento a quien lo necesita. El uso del usted se va perdiendo víctima de ese absurdo progresismo que trata de erradicar cualquier síntoma de autoridad.
Y el caso es que de esto en los colegios se habla poco, y en las televisiones aún menos, así que si queremos frenar este proceso infame de entronización de la vulgaridad tendremos que hacer algo entre todos.
Ser educado no es sólo leer historia y ver documentales, pasa también por saber comportarse, vestirse adecuadamente para cada ocasión, saber maquillarse, atender bien a tus invitados, tener buena conversación y, sobre todo, hacer la vida agradable a los demás. El buen gusto y los modales también son educación.
Recuerdo que el año pasado un grupo de chicas del Colegio Cumbres participaron en el programa “Pure fashion” en el que aprendían a maquillarse, a vestirse, a caminar, a comer, a comunicarse adecuadamente y valorar su físico aunque no tuvieran las medidas de una top.
Una cosa buena tienen los chicos de Moddos, ese club pijo tan criticado: cada semana organizan cursos para que sus socios aprendan. Por ejemplo, se trajeron a Valencia al prestigioso chef Koldo Royo, que dio un curso sobre tapas. Luego organizaron otro curso para que los niños aprendieran a preparar galletas decoradas y la semana que viene han preparado otro sobre piedras preciosas.
La semana que vienen han organizado otro para sobre piedras preciosas. El curso será en el Hotel Westin –mono a más no poder- y allí los hermanos Jordán, fabricantes de joyas, enseñarán a distinguir un zafiro de un rubí, a conocer las características de un diamante o a aprender qué es exactamente un brillante.
El siguiente curso será una cata de champagne Möet & Chandon, que se celebrará en el Studio Montañana. Un enólogo de la casa francesa, Xavier Monclús, explicará todos los matices y características de los champagne de la firma: brut imperial, brut Rose, Gran Vintage y Gran Vintage Rose.
A los intelectuales progresistas, anclados en el antifranquismo de los sesenta, seguro que les parece burgués, carca y casposo hablar de la diferencia entre un zafiro y un rubí. A ellos lo que les va es hablar de las profundas diferencias que hay entre Serrat de Aute, pero ellos lo hacen porque en los setenta lo suyo era ir desaliñado y un poco guarro; eso era una muestra de protesta ante la burguesía franquista. Pero ahora todo eso ya pasó y va siendo hora de que volvamos a aprender a hacer galletas.
Afortunadamente, los cursos de Moddos no son los únicos. Giorgio Armani ha organizado un curso de maquillaje en el Corte Inglés de Pintor Sorolla. Hasta el 6 de marzo, se puede pedir hora comprando un par de productos de maquillaje. El curso dura dos horas y lo dan maquilladores de la firma, que enseñan a iluminar la tez apagada, corregir imperfecciones, conseguir una mirada intensa y sensual, hacer los famosos “smoky eyes"...
El curso de maquillaje viene bien porque se acercan los meses de bodas, bautizos y comuniones. Mi asesora de estética dice que ahora es cuando se empiezan los tratamientos corporales y cuando se acerca mayo, los faciales.
Y hablando de tratamientos, la semana que viene se inaugura en Valencia un nuevo centro de estética en la Calle Sorní, se llama Sorní 29 y se trae una nueva línea de cosméticos llamado Cosmocéuticos, un tratamiento antiedad para rejuvenecer la piel mediante principios activos. Dicen que es la cápsula de la eterna juventud, un lifting natural sin inyecciones, con resultados inmediatos y sin fecha de caducidad. Yo hasta que no lo vea, no lo creo, pero por si acaso habrá que probar.
4 comentarios:
Una lástima que se acabaran tan pronto las invitaciones para la cata de Moet, me he quedado sin :(
Moas !
Extraño concepto de educación el suyo, que postea cada muerte de obispo dejando a sus lectores huérfanos de glamour y cotilleos. Eso no se hace, sra!
Ya fuera de broma, he llegado a tu blog desde el de Raquel, me lo he leído enterito y me encanta, es toda una terapia.
Saludos!
Muchos menores de 30 ceden el asiento en el metro Begoña. Qué peligrosas son las generalizaciones. He visto a más jóvenes ceder el asiento que a mayores de 30, y no he concluido que éstos últimos sean cada vez menos educados.
Por otra parte no conocía Moddos, es interesante.
Un beso.
Con todos los problemas actuales que vivimos me parece una auténtica chorrada que unos chavales, por supuesto de colegios pijos, aprendan a distinguir joyas, a catar champagne Möet & Chandon,... y sí, pienso que es más educativo e interesante, no el diferenciar a Aute de Serrat, sino aprender a pensar y a diferenciar...
Cuántos vamos a tener rubíes en nuestras manos????
Y sí, soy una joven progresista, con un muy buen puesto de trabajo, de las que cede el asiento en el metro siempre y menor de 30 años
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